Mitos Griegos
Mitos Griegos
Mitos Griegos
El nacimiento de Afrodita
La diosa del amor y la pasión, Afrodita es una deidad muy reconocida dentro del
panteón griego y fue ampliamente venerada en el pasado. Sin embargo, al
contrario que otras deidades no fue una hija natural de ningún dios, sino que tal y
como insinúa su nombre surgió de la espuma del mar. El mito de su nacimiento, el
cual nos llega de Hesíodo, es el siguiente.
“Gea, la madre Tierra, dio a luz por sí misma a Urano, los cielos. Junto a él
engendraría y daría a luz a numerosos hijos, que sin embargo serían sepultados
en su madre debido al odio y temor que Urano le tenía a su prole. Un día el hijo
menor, Cronos (titán que se convertiría en el padre de los dioses Olímpicos, a los
cuales devoraría), con la ayuda de una hoz proporcionada por su madre, castró a
su padre Urano cortándole los genitales.
Los restos de dichos genitales cayeron al mar, donde la sangre y el semen se
mezclarían con las aguas formando una espuma de la cual terminaría por nacer
una deidad, Afrodita, ya totalmente adulta desde su nacimiento".
3. El origen de Medusa
“Ícaro era hijo de Dédalo, un anciano sabio de gran conocimiento que fue capaz
de construir el laberinto en el que el rey Minos encerró al minotauro. Dicho rey,
para evitar que nadie lograra nunca saber como encontrar la salida del
laberinto, decidió encerrar al sabio y a Ícaro de por vida en una torre.
Dédalo soñaba con escapar de su prisión, pero no podría escapar ni por tierra ni
por mar. Con el tiempo llegó a la conclusión de que podría escapar por el aire, y
de este modo fabricó con cera y plumas de pájaros dos grandes pares de alas de
cera. Antes de partir, el sabio Dédalo advirtió a Ícaro que no volara ni demasiado
alto ni demasiado rápido, ya que las alas de cera no aguantarían.
Ambos iniciaron el vuelo, escapando de su encierro. Pero Ícaro, viendo la belleza
del Sol, pasó por alto las indicaciones de su padre y voló cada vez más alto,
intentando acercarse hasta casi tocar el sol. Pero las alas no resistieron el calor,
deshaciéndose y provocando que Ícaro se precipitara al vacío y muriera".
“Hubo un tiempo en que la región de Éfira tuvo un rey de nombre Sísifo, de gran
astucia pero que tenía en gran defecto de ser tremendamente manipulador y
avaricioso. Pero llegó un día en que su ambición y sus actos llegarían a provocar
la ira de Zeus al acusarle del rapto de la ninfa Egina ante el padre de esta, Asopo,
a cambio de fuentes de agua dulce para su ciudad. Zeus ordenó a Thanatos que
acudiera a llevarse al rey Sísifo al inframundo, pero una vez allí el taimado rey
invitó a la deidad de la muerte a comer, engañándolo de tal modo que consiguió
encadenarlo en una celda.
Sísifo sería castigado finalmente por Zeus y Hades. Su condena fue tener que
subir una piedra por la ladera de una montaña hasta la cima. Sin embargo al llegar
allí caería hacia el otro lado de la montaña, con lo que tendría que ser de nuevo
empujada hasta la cima, algo que se repetiría en un ciclo eterno".
7. El mito de Tiresias
Tiresias es uno de los videntes ciegos más famosos de toda la mitología griega,
siendo consultado por una gran cantidad de héroes. También forma parte de uno
de los casos de transexualidad que aparecen en la mitología. Uno de los mitos
que nos habla de él es el siguiente, que a su vez nos explica el origen de su
ceguera.
“Dice la leyenda que paseando un día por el monte, Tiresias encontró en su
camino en la montaña a dos serpientes en plena cópula. Tiresias quiso
separarlas y golpeó a la hembra con su vara, matándola. Pero al hacerlo, su
acción tuvo como consecuencia que fuera maldito y en venganza su sexo fuera
cambiado, tornándose mujer. Tiresias viviría como mujer durante 8 años, tras los
cuales volvería a encontrarse con las mismas serpientes. En esta ocasión golpeó
y mató al macho, volviendo de nuevo a ser varón.
Años después, los dioses Zeus y Hera mantendrían una disputa respecto a cuál
de los dos sexos disfrutaba más del sexo. Se escogió a Tiresias como juez, dado
que había vivido como hombre y como mujer. Pero la respuesta de Tiresias, que
proponía que la mujer disfrutaba más, provocó la ira de Hera. Como castigo, la
diosa le dejó ciego. Sin embargo, como compensación por dicha acción, Zeus le
proporcionó el don de la clarividencia. Ello haría que a lo largo de su vida
Tiresias fuera uno de los videntes más famosos de toda la mitología griega.”
8. El mito de Eco
El mito de Prometeo es uno de los más conocidos, y en él podemos ver como los
antiguos griegos ya se preguntaron cómo habíamos descubierto y domeñado el
fuego, considerándolo un regalo de origen prácticamente divino. El mito dice
así:
“Prometeo era uno de los titanes, hijo de Jápeto y Clímene. Según algunos mitos
junto con su hermano Epimeteo fue encargado con la tarea de crear a animales y
a los humanos, siendo Prometeo quien decidió dar al hombre la capacidad de
andar erguidos.
También burló y engañó a los dioses para favorecer a los mortales. En una
ocasión en que Zeus prohibió el fuego a los mortales y viendo las necesidades y
las dificultades del hombre para sobrevivir, decidió otorgarles el fuego. Por ello
Prometeo entró en el Olimpo y robó el fuego del carro de Helios utilizando una
caña, tras lo cual se lo entregó a los mortales de tal modo que pudieran calentarse
y alumbrarse.
Pero Zeus se enfureció ante el robo, condenando al titán a ser encadenado al
monte Cáucaso, donde cada día y para siempre jamás, un águila acudiría a
devorar su hígado. El órgano le volvería a crecer durante el día, de manera que el
tormento se repetiría eternamente para este ser inmortal".