1cuidar Al Que Cuida - Red PROSAMIC-BENTOLILA
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1cuidar Al Que Cuida - Red PROSAMIC-BENTOLILA
n
a CUADERNO Nº 2
Edició
Los talleres
Cuidar al que cuida
Año 1 Nº 2 - Buenos Aires - octubre de 2015
Integrando saberes,
multiplicando aprendizajes…
Coordinación editorial
María Jovanovich
Colaboran en
este número
Silvia Bentolila
Equipo de la
Red PROSAMIC
María Jovanovich
Silvia Bottazzi
Alberto Gallini
Diseño y diagramación
Fernando Pagliari
Ilustración de tapa
“La Mano de Dios”,
de Auguste Rodin
Impreso en
noviembre de 2015
en Duotono, Cordero 30,
Remedios de Escalada;
duotono.fernando@gmail.com
editoriallostalleres@gmail.com
[sumario]
70 Fotografiar
Lic. María Jovanovich
[Conversemos]
6 [Los talleres]
lenciosas, pero muy complejas, que debemos enfrentar
cotidianamente en nuestras intervenciones, que afectan
nuestros cuerpos y mentes.
Nos despedimos hasta el próximo número, invitándo-
los a compartir cómo resonó la lectura de estos escritos,
tanto en lo personal como con sus compañeros de traba-
jos, vía mail a editoriallostalleres@gmail.com.
Cordiales saludos
Centro de Formación en Psicología Social de Banfield
Centro de Referencia Lomas de Zamora
Grupo Red - Salud Mental
[La difusión]
8 [Los talleres]
Los cuadernos de “Los talleres Cuidar al que Cuida”
surgieron para que los asistentes a estos espacios tuvie-
ran la posibilidad de profundizar en la temática, pero en
un formato y con un lenguaje accesible para todos los tra-
bajadores que intervenimos en problemáticas sociales, ya
que la vorágine cotidiana en que muy a menudo solemos
estar imbuidos los que nos ocupamos del dolor humano
nos impide tener el tiempo necesario para leer las inves-
tigaciones y entender los códigos con que cada disciplina
mira la realidad.
Desde los espacios del “Cuidar al que Cuida” intenta-
mos aportar nuestro granito de arena a la difusión de
teorías y prácticas como un modo de sistematizarlas, pre-
sentándolas de tal modo que tengamos la posibilidad de
discutirlas, transformarlas y aplicarlas, pretendiendo que
también estos escritos sean una herramienta para aque-
llos que quieran compartir estas inquietudes en sus espa-
cios laborales.
Agradecemos a la Dra. Silvia Bentolila y a su equipo de
la Red PROSAMIC por la confianza depositada en no-
sotros para realizar esta segunda edición, que tiene la in-
tención de acercar conocimientos académicos a las prác-
ticas territoriales.
Cordiales saludos
Noviembre de 2015
Octubre de 2015
12 [Los talleres]
En este sentido, Julio César Neffa enfatiza lo difícil que re-
sulta delimitar un marco de referencia teórica para el tema que
nos ocupa: “Las condiciones y medio ambiente de trabajo
constituyen entonces un fenómeno complejo que para ser ana-
lizado exige la articulación de varias disciplinas científicas con-
vergentes sobre un mismo objeto: el hombre en situación de
trabajo”4.
En esta oportunidad, haré hincapié en la dimensión subje-
tiva del hombre en situación de trabajo, lo cual hace aún más
compleja la comprensión multidimensional a abordar. “Esta
multidisciplinariedad no deja de lado los conocimientos inge-
nieriles o sanitarios, sino que los incluye y los integra en un
conjunto al lado de la economía, la sociología, la psicología, la
ergonometría, el derecho, la antropología,
“Resulta imprescin- etc.”, agrega Neffa5.
dible comprender Habiendo hecho la salvedad, queda elegir
que el agotamiento un recorte desde donde enfocar la compleji-
es un proceso psico- dad del tema que facilite cumplir nuestro ob-
fisiológico, una res- jetivo. Para ello resulta oportuno retomar y re-
puesta de adapta- visar el concepto de estrés, uno de los “actores
ción fallida por falta principales” en esta publicación, a través de al-
de herramientas gunas definiciones con consenso científico.
para la protección de
la salud en general, ESTRÉS se define como6:
especialmente de la “El conjunto de reacciones fisiológicas
salud mental en el que preparan el organismo para la acción”
ámbito laboral”. (OMS).
“El resultado de la relación entre el in-
dividuo y el entorno, evaluado por aquel como amena-
zante, que desborda sus recursos y pone en peligro su bie-
nestar” (Richard Lazarus).
“La respuesta no específica del organismo a toda de-
manda que se le haga” (Hans Selye).
“El resultado de la transacción entre el sujeto y el am-
biente, otorgando especial importancia a la valoración
cognitiva que el individuo realiza de la situación” (Laza-
rus y Folkman).
RESOLUCIÓN
EXIGENCIA REAL
+ ÉXITO
CAPACIDAD REAL SUPERACIÓN...
CIRCUNSTANCIAS +
Y FACTORES VALORACIÓN DE DESCONTROL
SITUACIONALES RIESGO O AMENAZA CONFLICTO
+ FRACASO
VALORACIÓN SUBJETIVA RETROCESO...
DE LA PROPIA CAPACIDAD
Cuadro 1
Ahora, les propongo que dejemos sólo por un momento el
estrés, para introducir otro de los actores principales de esta
publicación, aunque podríamos decir que –en consonancia con
el mandato bíblico “ganarás el pan con el sudor de tu frente”–
ha pasado a ser un actor central de nuestra vida cotidiana: el
trabajo. Basta pensar que más del 50 por ciento de nuestro
tiempo de vigilia transcurre en el trabajo y más aún, si suma-
mos el tiempo y desgaste que insume el traslado hacia nues-
tros lugares de trabajo y el retorno a casa.
14 [Los talleres]
La Dra. Silvia Bentolila coordinando ejercicios de respiración en un ta-
ller con equipos docentes de Lomas de Zamora-U.N.L.Z.
Reconocidos autores se han dedicado por años a estudiar al
“hombre en condición de trabajo”. Según D. Dessors y P. Mo-
liner, el trabajo, es “lo que se hace, es beneficiarse con un
lugar para hacer y hacerse con los otros”7y advierten que
también “puede, por el contrario, obstaculizar la cons-
trucción de identidad y ser fuente de sufrimiento”8.
Para C. Dejours, “trabajar significa enfrentarse cada día
a peligros como el miedo, el aburrimiento, el sentimiento
de injusticia, traicionar las propias convicciones… la elu-
cidación del trayecto que va desde un comportamiento
libre hasta el comportamiento estereotipado”.9
Silvia Berman (CEIL-CONICET-III) se refiere también a
estas paradojas: “Significa un enfoque totalizador que en-
globa la doble y contradictoria peculiaridad innata a la
naturaleza social del trabajo: factor de desenvolvimiento,
de plenitud y de alegría se transforma en condena y aflic-
ción cuando aliena al hombre”10.
Probablemente muchos de nosotros transitemos esta
“contradictoria peculiaridad” cotidianamente. Y ese nosotros
16 [Los talleres]
Silvia Bentolila
exponiendo en
una Jornada
sobre Síndrome
de Burnout, or-
ganizada por la
Agremiación
Médica Pla-
tense, con refe- algunos indicadores que nos permitan reconocer señales de
rentes de salud alerta en nosotros y en nuestros compañeros.
de La Plata y ¿Cuáles son los indicadores más frecuentes de males-
otros distritos tar o disfunción frente a la presencia de estrés laboral, es-
bonaerenses. pecialmente en trabajadores de la salud?
La bibliografía internacional, incluida la publicada por la
Organización Panamericana de la Salud (OPS), los describe
agrupándolos según el ámbito donde se manifiestan: en lo in-
dividual, en el equipo y en la familia.
Si bien OPS hace hincapié en quienes se desempeñan en
equipos de respuesta en situaciones críticas, estos indicadores
pueden ser aplicados a trabajadores de otros sectores, porque
están claramente ligados a quienes desempeñan tareas con per-
sonas expuestas a condiciones de sufrimiento.
He aquí una lista abreviada a tener en cuenta:
18 [Los talleres]
“La capacidad de compasión y empatía parece estar en el
centro mismo de nuestra capacidad para realizar el tra-
bajo con nuestros pacientes, y al mismo tiempo en nuestra
capacidad para ser lastimados por el trabajo”.
Quienes trabajamos en el área del trauma o, en general, con
el sufrimiento humano (psicoterapeutas, médicos, enfermeros,
personal de rescate, equipos de educación, trabajadores socia-
les, integrantes del Poder Judicial, etc.) somos más vulnerables
al desgaste por empatía, en tanto esta cualidad es un recurso
necesario en el trabajo con poblaciones traumatizadas o su-
frientes.
Muchos de quienes han elegido trabajar en el campo del
trauma han experimentado algún tipo de evento traumatizante
en sus vidas, lo cual, de no mediar un trabajo terapéutico per-
sonal, los vuelve más vulnerables a sufrir de desgaste por em-
patía.
Para muchos de nosotros, sobrevivir a nuestra propia his-
toria, construyendo resiliencia, ha sido el motor que impulsó la
elección profesional.
Es bien conocido que quienes trabajan con niños están más
expuestos aún: el trauma y el sufrimiento infantil afectan más
intensamente a los trabajadores.
Hace más de una década, reflexionaba en otra publicación:
“Los trabajadores de la salud aprendemos una serie de meca-
nismos para lidiar con el sufrimiento humano sin sucumbir a
la angustia, estos mismos mecanismos que nos ayudan a ayu-
dar a ‘nuestros semejantes’, manteniendo la distancia que nos
permite pensar y actuar profesionalmente, son los que, por otra
parte, contribuyen a desconectarnos de nuestro propio sufri-
miento. Uno de ellos es la disociación, mecanismo responsable
de lo que muchos especialistas han descrito como el triple
signo, de ignorancia, indiferencia y falta de cuidado de los mé-
dicos, hacia su propia salud”. (Bentolila, S. 2001).
Este enunciado ha ido cobrando cada vez más consisten-
cia en el encuentro casi cotidiano con equipos que solicitan
una intervención institucional, tanto que me atrevo a afirmar
que la “disociación” promovida no sólo a nivel profesional,
sostenido es el burnout.
En Nueva York, allá por 1974, Herbert Freudenberger15,
psiquiatra especialista en atención de personas con adicciones
severas, observó que los voluntarios y los jóvenes colegas, al
poco tiempo de trabajar, presentaban pérdida de energía hasta
llegar al agotamiento, disminución de la motivación, síntomas
de ansiedad, depresión, trato distante y agresivo con los pa-
cientes. Eligió nombrar este cuadro con el mismo término con
el que los pacientes se referían a su estado de “quemazón” por
el consumo de drogas: burn-out.
¿Qué es el burnout?
22 [Los talleres]
G La confrontación entre los ideales (conscientes o no) y la
realidad laboral puede conducir a burnout (Jaoul et al.,
2004).21
G Varios especialistas e investigadores sugieren que el apoyo
social en el trabajo tendría un efecto amortiguador para la
tensión laboral (Johnson, Hall y Theorell, 1989; Astrand,
Hanson y Isacson, 1989)22. Por consiguiente, la falta de
apoyo social (aislamiento) y alta tensión laboral impactan
negativamente en el sujeto.
G Dentro del modelo de Karasek, el aislamiento combinado
con el aumento de tensión determina efectos negativos para
la salud cardiovascular de las personas (Belkic et al., 2004)23.
G La autoeficacia y sensación de control sobre el propio am-
biente intervienen como elementos protectores; las personas
que se sienten eficaces afrontan mejor los cambios y persis-
DEMANDAS
APRENDIZAJE
B
Bajas Altas
Baja
Alto
Activo
tensión
CONTROL
Bajo
Pasivo Alta
tensión
A
TENSIÓN
Cuadro 2
26 [Los talleres]
G Forma moderada: Aparece insomnio, déficit atencional y
en consecuencia dificultad en la concentración, tendencia a
la automedicación.
G Forma grave: Mayor ausentismo, aversión por la tarea, ci-
nismo. Abuso de alcohol y de psicofármacos.
G Forma extrema: Aislamiento, crisis existencial, pérdida del
sentido, desesperanza, síntomas de depresión crónica, riesgo
de suicidio.
BAJA
REALIZACIÓN AGOTAMIENTO DESPERSONA-
PERSONAL EN EMOCIONAL LIZACIÓN
EL TRABAJO
Cuadro 3
28 [Los talleres]
G Confianza para usar sistemas de apoyo y supervisión útil.
G El trabajo en equipo.
E-mail:silviabentolila@gmail.com
1
OMS (2008): Sensibilizando sobre el Estrés Laboral en los Países en Desarrollo. Un riesgo mo-
derno en un ambiente tradicional de trabajo: Consejos para empleadores y representantes de los
trabajadores.
2
https://www.osha.gov/
3
Idem 1.
4
Neffa, Julio César: Condiciones y medio ambiente de trabajo en la Argentina - Reconsideración
de la noción de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo - Definición y Contenido - Diver-
sos enfoques y perspectivas.
5
Idem 4.
6
Bentolila, Silvia (2008): Cap 2: Estrés laboral, microtrauma y disociación. Actualizaciones 2008
- “Psicofarmacología Psicodinámica IV”. Estrategias terapéuticas y psiconeurobiológicas.
7
D. Dessors y P. Molinier (1998), “La psicodinámica del trabajo”, en D. Dessors y M. Guiho-
Bailly (comp.), Organización del trabajo y salud. de la psicopatología a la psicodinamia del tra-
bajo, Buenos Aires, Lumen.
8
Idem 6.
9
C. Dejours (1992): Trabajo y desgaste mental. Buenos Aires. Humanitas.
10
Idem 6.
11
https://osha.europa.eu/es.
12
Idem 6.
13
Idem 6.
14
Figley, Ch. Edit. (1995) Compation Fatigue. Coping with Secondary Traumatic Stress Disorder
in those Who Treat the Traumatized.BR NY and London.
15
Freudenberger, Herbert (1974): Staff burnout. Journal of Social Issues.
16
Idem 6.
17
Idem 15.
18
Martínez M.; Guerra P. (1997): “Síndrome de burnout: el riesgo de ser profesional de ayuda”. Re-
vista Salud y Cambio.
19
Maslach, C. y Jackson, S. E. (1986): Maslach Burnout Inventory (2ª ed., 1981 1ª ed.). Palo Alto,
California. Consulting Psychologists Press.
30 [Los talleres]
20
Gil-Monte, P. R. (2005): El Síndrome de Quemarse en el Trabajo (burnout). Madrid, Psicología
Pirámide.
21
Jaoul G., Kovess V. (2004): El burnout en la profesión docente. Annales Médico Psicológico 162.
22
Johnson J, Hall E.M, Theorell T, (1989): Combined effects of job strain and social isolation on
cardiovascular disease morbidity and mortality in a random sample of the Swedish male wor-
king population. Scandinavian Journal of Work, Environment & Health. Vol 15 N°4.
23
Belkic, K. (2004): ¿Es la tensión laboral una fuente importante de riesgo de enfermedad cardio-
vascular? Scand J Work Environ Health.
24
Hill, T., Smith N.D y Mann, M. F (1987): Papel de las expectativas de eficacia en la predicción
de la decisión de utilizar tecnologías avanzadas. Journal of Applied Psychology.
25
Perrewé, Pamela L. (2002): Are work stress relationships universal? A nine-region examination
of role stressors, general self-efficacy, and burnout. Journal of International Management,
Vol. 8, No 2.
26
Schaufeli,W, Enzmann, D. (1998): The burnout companion to study and practice: A critical
Maslach, C.; (2001) Job burnout. Annu Rev. Psychol 2001.
27
Schaufeli,W, Enzmann, D. (1998): The burnout companion to study and practice: A critical analy-
sis. CRC Press.
28
Gil-Monte, P. R. (2005): El Síndrome de Quemarse en el Trabajo (burnout). Madrid, Psicología
Pirámide.
29
Bertolote, J. M., Fleischmann, A. (2002): Desgaste del personal. Red Mundial de Salud Ocupa-
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30
Schulz, K.P., Halperin J.M., Newcor J.H,. Sharma V., Gabriel S. (1997): Plasma cortisol.
31
Weibel L, Gabrion I , Aussedat M, Kreutz G (2003): “Work-related stress in an emergency medi-
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32
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Pruessner JC, Wolf OT, Hellhammer DH, Buske-Kirschbaum A, von Auer K, Jobst S, Kaspers
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33
Wust, S., Wolf, J., Hellhammer, D. H., et al (2000b): The cortisol awakening response - normal
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Pruessner J.C.; Kirschbaum C.; Meinlschmid G.; Hellhammer D.H. (2003)
34
Grossi, G.; Perski, A.; Evengård, B.; Blomkvist, V.: Orth-Gomér, K. (2003): Physiological cor-
relates of burnout among women. Journal of Psychosomatic Research, 55.
35
Soderfelt, M. (1997): Burnout? Dissertation, School of social work, Lund University, Lund, Swe-
den.
Integrantes:
Lic. Claudia Brites
Lic. Laura Goyechea
Lic. Mónica Medica
Lic. Ivana Nogueira
Lic. Mariel Orsi
Lic. María Julia Zuccarelli
E-mail: prosamic@ms.gba.gov.ar
32 [Los talleres]
Entrevista al equipo de la Red Provincial
de Salud Mental en Incidente Crítico
34 [Los talleres]
Pregunta: ¿Cómo surgió la idea de crear la Red
PROSAMIC?
Silvia Bentolila: Durante muchos años, algo más de un
cuarto de siglo... como psiquiatra terapeuta en el conurbano
bonaerense, tuve que enfrentarme cotidianamente a ser tes-
tigo del impacto devastador de la violencia en todas sus for-
mas en la salud de un sinnúmero de personas. Fue en aque-
llos comienzos, o al menos eso dice mi memoria, al
comprobar lo arduo que resulta la recuperación de la salud,
luego de severos padecimientos asociados a la exposición a
experiencias extremas, que una idea se impuso cada vez con
más intensidad. Me dije: “NO PUEDE SER INEXORABLE
ENFERMARSE”. La necesidad de pensar estrategias para
armar dispositivos de protección de la salud mental se trans-
formó para mí en un imperativo profesional y personal. Claro
está que situaciones como la guerra, el abandono, el abuso, el
maltrato, las catástrofes de todo orden, en síntesis, las vio-
lencias en todas sus formas, parecen ser una realidad que se
autoperpetúa haciendo estragos a su paso, pero... qué podrí-
amos hacer para que todo ese sufrimiento no se transforme
en “trastornos mentales”, dicho en términos llanos, “además
de todo lo que tuviste que sufrir, no terminar con síntomas
mentales severos y que te etiqueten como paciente psiquiá-
38 [Los talleres]
cia más apropiadas a las reacciones normales de la población
frente a situaciones extremas y así reducir el riesgo de que de-
riven en trastornos mentales cuando esas respuestas normales
se perpetúan en el tiempo más allá de lo esperable y pueden
cronificarse. Los principios básicos de intervención en agudo
incluyen los cuidados agudos, proteger, dirigir y conectar a los
afectados, facilitando el acceso a la información, un insumo
primordial a la hora de dar apoyo psicosocial a las comunida-
des o personas afectadas.
40 [Los talleres]
S.B.: Dentro de las tareas de la Red, es prioridad la pro-
tección de la salud mental de los equipos de trabajo intervi-
nientes en situaciones de emergencias. Es imprescindible cui-
dar del recurso humano, o sea “cuidarnos” sabiendo que
estamos particularmente expuestos. Por eso, dentro de la pla-
nificación para los tiempos regulares se incluyen actividades
específicas de autocuidado de los equipos y el manejo de estrés
relacionado con la tarea. Es frecuente que el foco y destinata-
rios de nuestra intervención sean los trabajadores, porque en
muchas ocasiones el equipo interviniente es quien recibió el
mayor impacto del evento. Por otra parte, el cuidado de los
cuidadores tiene un efecto multiplicador que se traduce en una
mejor contención de los afectados directos, sus familiares y
allegados y en mejores relaciones entre pares.
42 [Los talleres]
e internacional... Ahora bien, parte de la propia Salud Mental
es reconocerse... y debo aceptar que como bien saben los que
me conocen de años, mi lema es: “¡¡Vamos por más!!”. Es po-
sible ENFERMARSE MENOS, y allí me siento convocada a
seguir trabajando cada vez más apasionadamente.
44 [Los talleres]
gínense que justo llovía, la gente que llegaba mojaba todo el
piso, por lo cual el personal de maestranza constantemente iba
secando el piso y los administrativos repartían agua. También
se trabajó con equipos que venían de otra provincia, ya que
había gente afectada que vivía allí y estaba vacacionando en La
Costa. Esas fueron algunas de las intervenciones en el mo-
mento agudo.
S.B.: El abordaje respondió a los principios básicos de in-
tervención de la Salud Mental: proteger, dirigir y conectar. En
el primer caso, se puede ver claramente como Mónica protegió
a la chica de nuevos estímulos y de nuevas situaciones trauma-
tizantes, evitando que no aumente la angustia por tener que ser
trasladada sola en la ambulancia; la dirigió tomando una acti-
tud directiva para proteger su salud mental indicando la nece-
sidad de ser trasladada al hospital para ser clínicamente eva-
luada y la conectó otro familiar y amigos internados; el
“conectar” disminuye ostensiblemente el estrés disparado en la
situación.
[Somos nuestro
propio instrumento
de trabajo]
Entrevista: Alberto Gallini
50 [Los talleres]
Equipo PROSAMIC la disociación, en la cual intervienen reacciones hormo-
(Lic María Jovano- nales, no es un mecanismo psicológico aislado; es una res-
vich) en una capaci- puesta del “SER” en su totalidad.
tación a todo el per-
sonal de la Unidad P.: ¿Cuál podría ser el “costo” de esa “descone-
de Pronta Atención xión”?
(UPA) de la locali- S.B.: El costo es altísimo, porque esas emociones y el
dad de Lezama. malestar negados en la conciencia tienen, entre otras
cosas, claramente un impacto en el cuerpo. Para decirlo
de un modo simple: al desconectarme, aparentemente las
cosas no me afectan, pero los mecanismos del estrés que
intentan ayudarme a modular la respuesta frente a la si-
tuación crítica, los mismos que promueven esa anestesia
afectiva –porque me resulta emocionalmente intolerable–
se pusieron en marcha y sus efectos estarán presentes
hasta tanto logre desactivarlos, cosa que difícilmente
pueda hacer si ni siquiera tengo conciencia de lo que me
está ocurriendo. Como dicen Cárdeña y Spigel, dos es-
tudiosos de los procesos disociativos, los datos experi-
mentales y observacionales sugieren que los sucesos
traumáticos y estresantes causan realmente un estrecha-
miento del foco de atención, con el descuido consiguiente
de la información periférica. A la disociación se la ha de-
52 [Los talleres]
nes: un futbolista, entre otras cosas, tendrá
“La disociación que entrenarse intensamente, cuidar su ali-
es una reacción mentación, tener un buen descanso, no co-
esperable, un meter excesos; por otra parte, su club deberá
mecanismo de- proveer el mejor equipo médico, un direc-
fensivo, para no tor técnico que le adjudique el puesto en el
sucumbir frente a que pueda potenciar sus capacidades y mi-
la impotencia, la nimizar sus limitaciones, los mejores boti-
incertidumbre, el nes disponibles en el mercado, un seguro
temor, o la an- que contemple las pérdidas por una lesión,
gustia que se un apoyo emocional en caso de estar el
desencadenan equipo bajo mucha tensión. Ahora bien, si
cuando tenemos un deportista –de quien no depende ni la
que lidiar vida, ni la educación, ni la administración de
con el sufri- Justicia de la población– requiere todas estas
miento humano dimensiones del cuidado, cuántas más debe-
sin tener las he- ría incluir el cuidado de quienes dejaremos
rramientas y el una impronta en los seres que de una u otra
entrenamiento manera tenemos a cargo. Nunca olvidaré a la
necesarios”. señorita Isabel, mi maestra de cuarto grado,
que con tanto amor calmaba mis angustias
de entonces.
Creo que, en principio, hay que recuperar “la con-
ciencia”, volver a re-integrar las emociones disociadas,
para tener absolutamente presente la necesidad del cui-
dado. Tanto en lo que de nosotros depende como en el
que deben proveernos las instituciones que integramos.
P.: Pero en las instituciones igual se sigue traba-
jando…
S.B.: Siguiendo con las metáforas... no sé si les habrá
pasado alguna vez de querer sacar un tornillo y no tener
el destornillador adecuado... sabemos cómo termina la
escena: ¡la cabeza del tornillo redondeada y el tornillo
más fijado que antes!
Sucede, en nuestro ámbito de trabajo, que en un sin-
número de ocasiones no tenemos las herramientas ade-
cuadas para abordar la realidad que se nos presenta. Me
54 [Los talleres]
“La disociación la capacitación continua es uno de los amortigua-
operativa, ne- dores del impacto en la salud, del estrés ligado al
cesaria para no trabajo, que parte del desgaste proviene de la nece-
quedar parali- sidad de sentirnos eficaces, necesidad que termina
zado cuando enfrentada a la vivencia de falta de recursos, tensión
debemos inter- que por momentos se vuelve afectivamente intole-
venir, tiene alto rable. Y peor aún, cuando estamos estresados por
riesgo de vol- la impotencia, aparece un aspecto sombra que
verse patoló- puede llevarnos a decir o hacer cosas impensadas.
gica si no en- Te doy un ejemplo de una frase muchas veces escu-
contramos el chada en la guardia de los hospitales cuando en rei-
camino para teradas ocasiones consulta una mujer golpeada: “¡Se
luego reinte- queda con ese hombre porque le gusta que le pe-
grar esa emo- guen!”.
ción "desconec- P.: ¿La lectura de los protocolos alcanzaría
tada". para capacitarse?
S.B.: Obviamente no alcanza leer y conocer los
protocolos, se requiere un entrenamiento vivencial. Otro
pilar fundante de la protección de la salud mental en el
trabajo es aprender a trabajar en equipo; es un tema muy
bastardeado, porque se ha vaciado de contenido la pala-
bra “equipo”. Trabajar en equipo es contar con el otro,
espalda con espalda, acompañarse en las situaciones difí-
ciles de cada uno, es el opuesto al “sálvese quien pueda”;
es armar red, como la que sostiene a un trapecista si se
cae. No una red virtual, una red solidaria con la que vos
sabés que podés contar. Las situaciones críticas que plan-
tea la realidad actual son tan pesadas que no las puede
cargar una sola espalda.
P.: ¿Cuánto tiempo lleva armar un equipo o una
red?
S.B.: ¡¡Qué pregunta!! Es muy difícil responderte. Te
puedo decir, desde mi experiencia, que lleva tiempo y tra-
bajo. La sociedad actual fomenta la idea de la inmedia-
tez, de que las soluciones vienen enlatadas, como los
programas para la PC, o en pastillas. Conformar un
equipo es un proceso, en cuyos cimientos un pilar fun-
56 [Los talleres]
“si un deportista damos esas capacitaciones en el ámbito público y
–de quien no de- es bien cierto que hay equipos trabajando en ese
pende ni la vida, ni sentido.
la educación, ni la P.: Pero el trabajo de un solo equipo capaci-
administración de tador no alcanza para toda la provincia…
Justicia de la po- S.B.: Es que no somos los únicos que aposta-
blación– requiere mos a una transformación. Se trata de correr el eje
todas estas di- de la discusión, de que los profesionales de la
mensiones del salud mental comencemos a trabajar desde la
cuidado, cuántas salud y no sólo desde “el tratamiento de los tras-
más debería in- tornos psicopatológicos”. Tenemos la posibilidad
cluir el cuidado de de crear dispositivos para la protección de la salud
quienes dejare- mental, por favor remarcalo, no es inexorable en-
mos una impronta fermarse. ¿No te llama la atención el aumento de
en los seres que los trastornos de la ansiedad y la depresión? ¿Del
de una u otra ma- consumo de sustancias, de la violencia, de la im-
nera tenemos a pulsividad? No es un virus que se contagia, hay
cargo.” algo de la forma en que pensamos, sentimos y vi-
vimos que nos enferma.
Hace años que vengo planteando la necesidad de mo-
dificar las currículas de las universidades. ¡Un joven de
20 años de hoy no es el joven de 20 años de comienzos
del siglo pasado! De hecho, a comienzos del siglo pasado
probablemente a mi edad ¡yo hubiera sido considerada
casi una viejita!
P.: ¿Las situaciones críticas pasaron a ser cotidianas?
S.B.: Podríamos decir que sí, lamentablemente vivi-
mos en un contexto social de constantes situaciones crí-
ticas, y obviamente esto se ve reflejado en la escuela, en
los hospitales, en la Justicia, en los barrios, en el subte,
en el tren, el colectivo, en el banco... La violencia está vol-
viéndose endémica, y la posibilidad de modular los im-
pulsos va perdiendo cinco a cero. Justamente relacionada
con la pregunta anterior, me surge una reflexión: con qué
herramientas contamos para abordar este nivel de “pa-
saje al acto” instalado en nuestra sociedad, en donde el
“ojo por ojo” es moneda corriente.
E-mail: albertogallini22@gmail.com
62 [Los talleres]
simulacros, la articulación del funcionamiento de redes y la toma de conciencia
del cuidado de todos los trabajadores de la salud.
Como cierre de las disertaciones, Silvia Bentolila sostuvo que “para ofrecer
una atención oportuna y eficaz resulta impostergable que quienes están en la pri-
mera línea de respuesta dispongan de probadas herramientas para la protección
de la salud mental y el apoyo psicosocial”.
La coordinadora de la Red PROSAMIC brindó también lineamientos para la
ayuda inicial a los damnificados por eventos críticos en el área de Salud Mental.
Entre ellos, Bentolila señaló el fortalecimiento de “las capacidades locales, la auto-
organización y los recursos ya presentes en los grupos afectados”. En esta di-
rección, enfatizó el empoderamiento de “las redes comunitarias como estrategia
de mitigación del impacto” y “la apropiación de herramientas que redundan en
una práctica humanizada y humanizante para favorecer la posibilidad de cuidar
y cuidarnos”.
“Un desastre antes de ser un desastre es, en sí, un desastre político”. (Ale-
jandra Bonade).
“No confundir la vulnerabilidad con la pobreza”. (Alejandra Bonade)
“En el apoyo psicosocial no hay que improvisar. La rueda está inventada
Están los protocolos escritos con horas y horas de trabajo en campo y en
terreno”.
“Es imprescindible manejar herramientas básicas de protección de la salud en
emergencias y desastres. Cuidar a los que cuidan, como eje fundamental“.
(Silvia Bentolila).
“Estas son apenas algunas de las frases que rescaté de este excelente semi-
nario al que pude asistir, y escuchar de expertos que laburan en situaciones
de emergencias e incidentes críticos (tragedia de Once, choque trenes Caste-
lar, inundaciones, accidentes, Haití...), frases que me quedaron resonando, en
consonancia con lo que pienso y siento en el día a día, cuando veo improvi-
sar y siento descuidos. Gracias, por la invitación. Es un lujo, que sean parte
de esos equipos. ¡Chapeau!”. (Gaby Galán).
“Qué buena crónica para una nota. Muy importante todo. Hicimos un curso
sobre Gestión del Riesgo de Desastres hace años que a mí me dio muchísima
apertura. Es el trabajo antes, durante y después. Acuerdo 100% en que un de-
sastre es siempre antes un desastre político, y sigue siéndolo después”. (So-
ledad Azcoaga).
Red Prosamic
66 [Los talleres]
El propósito fundamental es promover en los alumnos el
desarrollo de competencias imprescindibles para brindar una
respuesta integral en incidentes críticos, emergencias y desas-
tres, que incluya, tal como los organismos internacionales
(OPS, OMS, UNICEF, ACNUR, IASC) proponen, desde el
primer momento de acontecido un suceso, la protección de la
salud mental y el apoyo psicosocial de todas las personas im-
plicadas, incluyendo a los integrantes de los equipos de inter-
vención. La relevancia de adquirir estas competencias crece ex-
ponencialmente considerando que un elevado porcentaje de
las consultas médicas se lleva a cabo bajo estas circunstancias.
Organizado juntamente con el Departamento de Psiquiatría
y Salud Mental y la Coordinación del IAR, la capacitación se
dicta con modalidad de jornada taller intensiva teórico-prác-
tica, de 7 horas cátedra, que incluye la realización de un simu-
lacro.
La modalidad de capacitación seleccionada para el disposi-
tivo es la de “taller teórico-vivencial”. Un taller es un espacio
donde la experiencia vivencial de encuentro, intercambio,
aprendizaje y crecimiento, favorecen el desarrollo personal
y, por ende, la adquisición de mayores competencias profesio-
nales.
En sistemas de salud que promueven una práctica profe-
sional fragmentada e individualista, con una sobredemanda y
sobreoferta de neotecnologías, la dinámica de taller teórico-vi-
vencial resulta una estrategia pedagógica privilegiada. Recupera
aspectos emocionales disociados que al no ser reconocidos a
nivel de la conciencia operan primariamente sin la modulación
que el entrenamiento permite. Se promueve en un marco cui-
dado la activación de situaciones estresantes que remedan la
práctica profesional para posibilitar la aplicación de los conte-
nidos aprendidos durante la clase teórica, sobre herramientas
básicas para la protección de la salud mental y apoyo psicoso-
cial en emergencias y desastres con una práctica de simulacro
acotado.
Cada taller consta de seis etapas, diseñadas de manera tal
que a partir de las experiencias vivenciales previas o simuladas
María comparte
María comparte el
el siguiente
siguiente texto
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relata su experiencia.
relata su experiencia.
[Fotografiar]
Lic. María Jovanovich
[Cuidar alque
[Cuidar al quecuida]
Cuida] 71
63
[Crónica de un taller de la
Red PROSAMIC]
74 [Los talleres]
Las instancias participativas de la capacitación generaron momentos de
gran intercambio.
A partir de este ejercicio que además de aportar datos disparadores del trabajo
que se venía sirvió para instalar un clima ameno y distendido, comenzó la diser-
tación la Dra. Bentolila acerca del marco teórico de la jornada, con el objetivo de
transmitir qué nos pasa cuando algo nos afecta en el cuerpo.
Bajo la propuesta “trabajar para un ser sano”, nos invitó a pensarnos en tér-
minos de salud y reconocer qué nos hace bien para el cuidado de nuestra salud
en el trabajo; la premisa de partida fue reconocernos como una unidad: “men
nuestra vida, también construye identidad tanto individual como colectiva, según
Bentolila. Cada grupo de trabajo desarrolla sus propios y típicos mecanismos de
defensa para lidiar con su tarea diaria, pero sucede que de ser un factor de des-
envolvimiento, plenitud y alegría, frecuentemente el trabajo pasa a ser un factor
de alienación y sufrimiento.
Considerando que el estrés es una respuesta adaptativa fisiológica normal y
que estresarse es parte de la vida humana, Bentolila señala dos factores muy fre-
cuentes en el trabajo, la sensación de no controlabilidad de los sucesos y la vi-
vencia de inescapibilidad o sin salida frente a ellos, como los responsables de
la cronificación del estrés, ya que impiden que los momentos de tensión sean su-
cedidos de momentos de descanso y de recuperación.
76 [Los talleres]
Es cuando aparece la necesidad de reintegrarnos como sujetos y recuperar lo di-
sociado. “La buena noticia es que este es un proceso reversible”, dijo Bento-
lila, capturando aún más la ya respetuosa atención con la que los oyentes siguie-
ron su exposición y elevando la ansiedad de algunos que presurosamente
preguntaron entonces a viva voz: … y… ¿¿cómo se hace??...
Según la Dra. Bentolila, algunas estrategias para estresarnos menos podrían ser
incrementar nuestros recursos internos, contar con respuestas de equipo frente a
situaciones de conflicto, sentirnos acompañados y sobre todo, y fundamentalmente,
reintegrar la conciencia del cuerpo, por ejemplo, a través de la respiración, focali-
zar la conciencia en cómo respiro, en cómo está mi cuerpo, cómo estoy sentado,
dónde hay tensiones…
A modo de ejemplo y como cierre del taller, invitó a los participantes a reali-
zar ejercicios para “reintegrar el cuerpo, para que el cuerpo entre en la con-
ciencia no sólo a través del dolor”.
Mediante un juego de música y coordinación corporal en dos etapas: una pri-
mera individual y una segunda de interacción con otros. Al principio generó con-
fusión y risas, pero rápidamente se logró la coordinación individual y grupal; la
armonía de movimientos y música hacía que se visualizara como una danza ener-
gizante que transmitía una sensación de mucho bienestar y alegría. Ya estando
sobre el horario de finalización de la jornada, Bentolila propuso que se decidiera
si concluir allí o quedarse un rato más para hacer un ejercicio de relajación, y el
90% de los asistentes eligió quedarse como una señal del interés y entusiasmo rei-
nante; entonces se guió la relajación como ensueño dirigido, en el que varios
aceptaron la invitación de acostarse en el piso para relajarse mejor, y en ese es-
tado de armonía, bienestar y relax se dio por finalizado el taller.
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[Cuidar al que Cuida] 79
Colección Cuidar al que Cuida
Cuaderno Nº 1 Segund
a
CUADERNO Nº 1
Edición
de disfrutar. Resulta excesivamente frus- ponerse ante los problemas que nos lleva a un silencioso
pero constante deterioro en la salud de los que trabajamos
en intervenciones sociales.
trante que nunca nada alcance, que nunca ... “La subjetividad heroica genera también cierto
Y resulta difícil también valorar las propias posible de disfrutar. Resulta excesivamente frustrante
que nunca nada alcance, que nunca nada sea sufi-
ciente. Y resulta difícil también valorar las propias po-
potencias al no conseguir darle un final aca- tencias al no conseguir darle un final acabado al
problema”…
80 [Los talleres]
Segund
n
a CUADERNO Nº 2
Edició
Los talleres
Cuidar al que cuida
Año 1 Nº 2 - Buenos Aires - octubre de 2015