ESTRUCTURA DEL TALLER REFLEXIVO - Docentes

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Las diferencias individuales y el Aprendizaje

Dentro del salón de clases, el profesor debe tener la certeza que sus alumnos son

diferentes. Dentro de esas diferencias están el género, los atributos físicos, la edad, los

antecedentes étnicos, religiosos y clase social. Además se hace evidente la forma de hablar

y estructurar las ideas, la forma en que escriben y otros comportamientos asociados al

contexto dentro del salón de clases. Pero otros rasgos hay que estudiarlos con más

detenimiento, como sus motivaciones, necesidades, intereses, ansiedades, sus formas de

aprender y modos de resolver problemas y conflictos, ya que a veces no son tan explícitos.

La impresión que se tiene de que los alumnos son tan distintos entre sí es porque en

realidad son así de distintos. Así de diferentes como los maestros entre sí o los seres

humanos en general. Todas esas variantes y posibilidades diferentes en cada alumno tienen

incidencia directa en la forma que aprenden.

Las siguientes interrogantes ayudan a plantear mejor esas diferencias y sus

incidencias en el aprendizaje: ¿Por qué estudiantes de la misma edad, del mismo ambiente

sociocultural y con similares capacidades intelectuales, ante una misma situación de

aprendizaje y dentro de un mismo contexto, unos aprenden y otros no? ¿Por qué un mismo

método de enseñanza utilizado por un mismo profesor, puede ser causa de fracaso,

frustración e incluso rechazo para algunos alumnos, mientras que para otros puede resultar

un método excelente? ¿Por qué el rendimiento de unos aumenta cuando trabajan en equipo

mientras otros necesitan silencio y trabajo individual para rendir mejor? ¿Por qué algunos

alumnos aprenden con una rapidez asombrosa y otros requieren mucho más tiempo? ¿Por

que algunos alumnos aprenden con mayor facilidad en ciertas disciplinas y otros destacan

en otras áreas del saber? Éstas y otras preguntas, que surgen de experiencias reales en la
cotidianeidad del salón de clases, constituyen una preocupación permanente en la medida

que atender esa diversidad de formas de aprender desafía a los profesores en su práctica

educativa. De hecho, atender a todos esa gama de posibilidades de aprender puede ser

abrumador para los docentes, sobre todo si el profesor no se siente preparado para esa tarea.

Esas preguntas también son una alusión directa al concepto de «diferencias individuales»,

una noción muy difundida en la jerga educativa pero poco aplicada en la práctica

pedagógica. Por eso este ensayo parte de la premisa que para poder “atender” las

diferencias individuales dentro del salón de clases es necesario primero que el profesor

pueda “entender” dichas diferencias; es decir, tenga un marco teórico básico que le sirva de

referencia y le ayude a dar respuestas a preguntas como las planteadas arriba. 1. ¿Qué son

las diferencias individuales? El concepto de diferencias individuales está asociado a los

conceptos de personalidad, inteligencia, cognición, motivación, estilos de aprendizaje y

otros términos de psicología

1. Haz que tus alumnos busquen soluciones por sí mismos

Como docente, no debes limitarte a explicar los conceptos para que ellos los repitan,

ya que esto evitará que desarrollen su creatividad y utilicen su pensamiento propio. Trata de

hacer las preguntas que fomenten las mejores respuestas. Es preferible formular

interrogantes que no tengan respuestas cerradas, de “sí” o “no”. En lugar de ello, formula

preguntas abiertas, del estilo “¿Qué ocurriría si…?” o “¿Qué harías tú si…?”

Plantea problemas que ellos puedan resolver por sí mismos, estimulándolos a hacer

preguntas, a realizar sus propias conexiones y explorar nuevas ideas. 


2. Modifica la distribución del aula

Solo basta cambiar un poco la distribución de los muebles del salón para generar un

ambiente propicio para la creatividad. En lugar de la tradicional disposición de los pupitres

en fila, haz que los estudiantes junten sus mesas, fomentando el trabajo en equipo y la

lluvia de ideas.

3. Bríndales feedback personalizado

A la hora de realizar las evaluaciones, no te limites a entregar calificaciones.

Proporcionar retroalimentación personalizada a cada alumno debe ser una prioridad, ya que

constituye una parte vital de proceso creativo. Dedica tiempo a explicarle al alumno los

puntos fuertes de su trabajo y lo que tiene que mejorar.

4. Cambia los roles

Haz que por un día, los alumnos sean los encargados de transmitir los conceptos y

que busquen maneras creativas para hacerlo. Plantea como tarea que elaboren un video,

una canción o incluso un juego acerca de los conocimientos que han aprendido, y

luego comparte esto en el blog de la clase o en otra plataforma a la que toda la clase pueda

acceder.

5. Inventa cosas junto a ellos

La imaginación es el límite en cuanto a formas de fomentar la creatividad. Genera

palabras que solo se puedan usar adentro del aula y creen un diccionario de ellas. Cambia

los nombres de tus alumnos por los de personajes históricos y haz que representen el evento
que estén estudiando. Genera debates entre ellos. Haz que creen un personaje mitológico y

que luego inventen leyendas y cuentos sobre este.

6. Potencia los talentos individuales

Pregúntale a cada estudiante en qué área se siente más cómodo, y aprovecha para

explotar ese talento de forma personalizada. Que cada uno tenga la oportunidad de

demostrar lo que se le da mejor frente a toda la clase.

7. Aprovecha la tecnología

Como docente, no debes quedar al margen de todas las herramientas que te brinda la

tecnología para crear una clase más dinámica y explotar la creatividad y las competencias

digitales de los alumnos. Crea un blog de la clase y utilízalo para compartir los trabajos de

los alumnos.

8. Crea un espacio en el aula destinado a la creatividad

Diseña un espacio físico en el aula, dentro de lo posible, destinado exclusivamente a

la expresión creativa. Puede ser una mesa para dibujar, una cartelera, un escenario, o un

espacio para trabajar en equipo.

9. Enfócate en sus intereses

Considerar qué es lo más importante para tus estudiantes es muy importante para

fomentar su curiosidad. Si tomas en cuenta sus intereses, tendrás buen puntapié inicial para

ver qué es lo que impulsa y orienta su pensamiento. Ponte en sus zapatos, busca

inspiración en su mundo para ver qué es lo que realmente los motiva.


10. Diseña lecciones multidisciplinarias

Aunque estés enseñando una ciencia como matemáticas, trata de integrar

elementos de arte, música y cultura a tus lecciones. Por ejemplo, puedes enseñar

geometría mostrando cómo esta se aplica en distintas obras de arte. Percibir aplicaciones

concretas de conceptos abstractos hará que los alumnos incorporen los conocimientos más

fácilmente, al mismo tiempo que adquieren nociones de cultura general.

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