ENTREGADO U3 Actividad 2
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LICENCIATURA EN PEGADAGOGÍA
GRUPO 9193
INTRODUCCIÓN.
El ser humano en su etapa de infancia requiere de cierto cuidado para supervivencia, pero
no solo es que le cuiden, requiere de igual forma una figura que se encargue de dicho
cuidado y es justo con esta figura con quien forma un vínculo estrecho así como único.
Se puede entender como la falta de vínculo con la figura materna, hace referencia a la
falta de cuidado y el abandono por parte de la madre (o quien cumpla dicho papel) hacia
su hijo, esta puede traer como consecuencia un desarrollo tardío del infante no solo en lo
físico sino también en el social.
‹‹Entre el sexto y el octavo mes se produce un cambio decisivo en la conducta del niño
hacia otros […] La capacidad para la diferenciación perspectiva diacrítica está ya bien
desarrollada. Ahora el infante distingue claramente entre el amigo y el extraño›› (Spitz,
1965). Es decir, cuando el niño es más joven tiende a sonreír e interactuar con la mayoría
de personas sin distinción aparente, pero llegando a esta etapa el niño ya sabe quién es
parte de su entorno con tan solo verlo, empieza a reconocer de alguna forma los rostros
de las personas que le rodean y con quien se siente a salvo dejando este papel
claramente a la figura materna, debido a esto cuando un extraño ajeno al entorno del niño
este mantiene una respuesta negativa, un estado de angustia que ‹‹Es una respuesta de
su percepción de que el rostro del desconocido no coincide con las huellas mnémicas del
rostro de la madre›› (ibíd.)
En primer lugar el apego es un ‹‹vínculo afectivo que una persona o animal establece
entre sí mismo y otra persona o animal determinado›› (Ainsworth y Bell, citado por Delval,
1997), esto nos quiere dar a entender que el apego es aquello que nos mantiene unidos a
una persona en específico (animal o cosa) esto con el fin de mantenernos cerca de dicha
persona para sentirnos seguros y a salvo.
Las conductas de apego por otro lado son las forma en que se manifiesta dicho vínculo,
la manera en la demostramos este apego o esa necesidad de estar con dicha persona, un
ejemplo de estas puede ser cuando un bebé estira los brazos para que su madre le
levante.
IV. ¿Por qué son tan importantes los cuidados del ser humano durante su
primera infancia?
El niño es un ser inmaduro por naturaleza, es un ser vivo que nace totalmente indefenso y
dependiente del grupo social al que pertenece. ‹‹El niño necesita del adulto no sólo para
que se le oriente y cuide sino también para poder adaptarse y regular su conducta ante
determinado medio socio cultural.›› (García y Lacasa, p. 89). Es decir, sin este cuidado
físico y de orientación el infante no solo tendría un retraso en su desarrollo sino que
además quedaría totalmente desprotegido ante los peligros lo cual dificultaría su
supervivencia.
Pensando un poco a futuro y suponiendo que el infante sobreviva a la carencia de
cuidados puede que al ya ser un adulto no pueda mantener buenos vínculos con el resto
de la sociedad o bien, sencillamente no sabría cómo relacionarse de forma apropiada
debido a que no tuvo un conocimiento previo de cómo hacerlo.
El sueño. ‹‹El niño tiene su propio ritmo de sueño y que este no coincide con las
horas del día y la noche, ni con la cantidad de tiempo que sus cuidadores quieren
que duerma›› (García y Lacasa, p. 96), esto nos quiere decir que el bebé lleva su
propia sintonía, él sabe cuánto debe dormir aunque no esté consiente del tiempo
que debe de invertir para hacerlo y por lo tanto los cuidadores están
comprometidos a respetar dichos tiempos.
OPINIÓN.
Considero que el ser humano es un ser vivo bastante frágil en la etapa de infancia debido
a que nace siendo dependiente de una figura externa para su supervivencia, alguien le
cuide en cuanto a sus necesidades y que lo oriente en su comportamiento. Si bien esto se
podría considerar una gran desventaja, viéndolo desde otro panorama es una ventaja que
nos permite desarrollarnos mejor en nuestra formación a la vida adulta; esto debido a que
dicho vínculo que creamos, como ya vivos a lo largo de las lecturas, influye bastante en
nuestras relaciones sociales futuras debido a que la figura que tiene el papel materno es
quien nos enseña así como nos da el ejemplo del tipo de comportamiento que debemos
de tener en nuestro entorno.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Delval, Juan. (1997). Capítulo 9. El comienzo de las relaciones sociales: Madre. En:
Leticia Moreno Osornio (Comp.) (2013). Selección de lecturas Psicología de la educación
I y Psicología Evolutiva I. México: División Sistema Universidad Abierta y Educación a
Distancia, UNAM. (1ª ed.). Pp. 47-63
García, Madruga, Juan Antonio & Lacasa Pilar. Capítulo 13. Educación Temprana y
Desarrollo. Psicología evolutiva. Historia, Teoría, Métodos y desarrollo Infantil. En: Leticia
Moreno Osornio (Comp.) (2013). Selección de lecturas Psicología de la educación I y
Psicología Evolutiva I. México: División Sistema Universidad Abierta y Educación a
Distancia, UNAM. (1ª ed.). Pp. 89-102
Spitz, René. (1965). Capítulo 7. El papel de las Relaciones entre hijo y madre en el
desarrollo del infante. El primer año de vida del niño, Tr. Manuel de la Escalera. En:
Leticia Moreno Osornio (Comp.) (2013). Selección de lecturas Psicología de la educación
I y Psicología Evolutiva I. México: División Sistema Universidad Abierta y Educación a
Distancia, UNAM. (1ª ed.). Pp. 153-175