Bertolt Brecht PDF
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PROLOGO
EL PREGONERO,
Señoras y caba ll eros,
muy respetable reunión:
tengo e l gusto de anunciades
que va a empezar la funci ón.
(¡Que se calle aquél del fondo!
Aquel gamberro, ¡chitón!
y la enana del sombrero,
que deje ver, por favoL)
Vamos a representarles una historia de terror:
la s hazañas de Jos gángsters
con tadas al pormenor.
Del asunto escandaloso
de una turbia subvención,
les daremos al momento
cump lida reve lación.
También les enseñaremos
entera la confesión
de Dogbní y e l testamento
que con su mano firmó .
Veran, mientras lodo baja,
de Arturo Ui la ascensión.
y verán cómo rebota
la falaz acusación
del proceso del incendio,
la tea que lo prendió
y un considerable lío
que no lo entiende ni Dios.
La bien planeada muerte
en la que el muerto es Dullfól,
y la justicia rodando
por una pendiente atroz.
La familia de los gángs ters.
La mUC1·te de Ernesto Rom.
y como final de fiesta,
como apoteosis de horror,
verán la ciudad de Cícero
en manos de quién cayó:
en manos de los bandidos,
ila madre que los parió!
Verán, intel-pretados por muy grandes farsantes ,
los héroes mas iluso"es del mundo de los gángsters ;
los gangsters muerlOS, los supervi vientes,
los accidentales y los permanentes,
los que así nacieron
}' los que se hicieron
Iras mil vagas e incierlas, fieras vicis itudes
como este viejo Dogbrú, modelo de vil"tudes.
(Aparece el viejo Dogbrú.)
El alma tiene negra, tiene el pelo canoso.
iAcél"cate y sa luda . anciano cochambroso!
(E/v iejo Dogbrú saluda y se retira.)
También verán aquí, ¡miren por dónde 3soma!,
un nue\'o personaje (Givo/a acaba de aparecer): el
[florista Gívola
Dicen que an tes se alcanza a un mentiroso;
Agurlne' cs.1 Equipo Crónic, por muy listo que sea, que a otro cojo.
p.r. _L. r.,i,libie alcen,lón de ¡Fíjense cómo anda este asqueroso!
Anuro Ui _. Lo ' do , d. cuerpo
e nlero pertenecen. UI '1 Erne.lo (Gí,'o/a se retira cojeal1do.)
Rom •.
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¡Es el turno de' Enmanucl Goro, payaso es teta! B UTC H E R :
¡Acércate sin miedo. déjanos ver tu jeta! . La noche cae t.-as el día,
(Goro se adelanta y sahlda COI' la mal1o.) pero cayó muy deprisa.
¡Nadie lo adivinaría!
Uno de los más grandes y sedas asesinos.
¡Lárgate! CA R UTH E R :
(Goro se retira COII aire ofelldido.) Ya se liquidan los muebles.
y aquí, ¡oh curiosidad!, está el divino, ¡nadie lo puede creer!,
el gángster de los gilOgs ters. e l cé lebre y famoso) en las casas de los Clive.
el azote que cualq u ier dios del ciclo furioso, los Adams y lo Robbér.
nos envió en castigo de nuestras fe lonías, FLA K E:
y crímenes y errores y viles cobardías. El garaje Havelóck ha despedido
(Ui aparece y avan;;:a anle /e/s candilejas.) a todo e l mundo. ¡No tiene sentido!
¿Cómo no pensar en el rey Ricardo lU? CA R UTH E R :
¡Nunca. desde [os tiempos de Lancastcr y Tudor , ¿Qué pasa con Sheet?
había visto nadie reunido tanto fuego FLAKE:
en una so la historia de muerte v de dolo.-!
Va de banco en banco
Señoras y caballeros, -
y no tiene tiempo
muy respetable reunión:
ni para venir.
vistas ya las circunstancias,
que son de gran excepción, CLA RK:
les anuncio que. po.- orden ¿Sheet de banco en banco
de nuestra alta dirección. pid iendo dinero?
nada hemos escatimado Quí síera deci rlo
en la representación. con pocas palabras
Todo será interpretado y en muy baja voz:
con muy buena aplicación, la ciudad se acaba,
según el trágico estilo la ciudad se cierra
que requiere la función. a la colinor.
No vamos a ofrecerles ninguna nueva farsa B UTC H E R :
y daremos de lado a[ papel del comparsa . ¡Animo, señores!
No es la farsa inventada,
¡ Presencia y va lor!
la farsa imaginada.
¡Mientras haya vida.
ni la farsa expurgada.
siempre habrá esperanza!
Lo que les of.·ect,,.nos es ya bien conocido:
¡Tocaos los pu lsos.
el drama de los gángsters según lo hemos vivido.
palpaos la panza!
CARUTHE R :
Vivir y no morir son ya dos cosas.
1 BUTCHE R :
En el negocio de alimentación,
En Chicago, eu el barrio comercial. Entran la base aguanta por obligación.
cinco dirigentes del InlSl de la colif1or. Se trata de Ilenal' cuatro m illones
de estómagos y aquí no hay cojones.
CLARK : Con crisis o sin e lla, con frío o con calor.
Chicago parece ¡nosotros venderemos toda la coliflor!
una solterona CA R UTH E R :
q ue cada mañana. ¿Cómo están 1os ten d eros?
no más amanece,
sale con desgana FLAK E:
a comprar la leche. ¡Van de mal en peor!
Tiene los bolsillos Alguno se decide,
agujereados: compra una coliflor
se le caen los cuartos Y la deja a l fiado.
por todos los lados. ¡Madre que lo parió!
CAR UTH E R : CLA RK:
La nota de las verduras Está todo pudriéndose en las cajas!
viene por los Grandes Lagos F L AKE:
a surtir a la ciudad_ j Dejémonos de hab lar de zarandajas!
Las jornadas son muy duras; En el pasillo espera 'un vil tipejo
no se ve por ningún lado ruín. de lgado. más joven que viejo
gente que quiera comprar.
__________________________________________________ d e__po
q_u_c_a_t_ic_"__ __r_tu_'_O__U_i_"____________________-J1I>
__,_A
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CLARK:
¿El gangster?
FLAKE:
Sí.
Husmeando el fiambre busca nuestro contacto.
Tiene un lugarteniente. de nomb,"c Ernesto Roma,
que concibió un proyecto que no es ninguna
[broma.
Dice que muy bien sabe la fórmula del pacto
con lodos los fruteros y con los verduleros:
les explicará que es malo para la salud
gastarse los cuartos en un ataud.
Es más saludable comprar colmares.
que ir al propio entierro cubierto de nares.
BUTCHER:
¡Qué gran caradura
tiene el hijo puta!
CARUTHER:
¡No está mal este invenlo. qué puñeta!
¡Miel sobre hojuelas: bombas, metralleta!
¡Por fin un buen chorro de sangre joven, bien po- EL PREGONERO: V.mo •• rep,.. ..nt ...... un. hl.torl. de terror:
l•• nluñ •• de lo. g'nllller. contld .. l' pormenor.
[dría
recebar nuestras arcas que estan mas que \";)-
[ciast
El abuelito Dogbrú. que es hombre de innuencia.
¡Que sepan todos que no nos dormimos!
podna conseguirlo. ¿Conocéis su respuesta?
¡ArtUl"O nos ofrece sus servicios!
Ahora hay que decidir cuá l es la solución: BUTCHER:
JO Arturo o el Ejército de Salvación! Dice que no quiere saber nada de todo esto.
¿Cuál de los dos dará la mejor sopa? FLAKE:
¡Hay que saber nadar y guardar la ropa! ¿No quiere saber nada? ¡Santo Dios!
CLARK: El primer candidato de la lista
En casa de Arturo la sopa estará mas caliente. electoral del barrio de los muelles.
BUTCHER: ¿y dice que no quiere saber nada?
¡Echadlo fuera! CARUTHER:
CARUTHER: ¡En las elecciones siempre le he apoyado.
Con Irato genti l. y ahora le tiene todo sin cuidado!
¡Cualquiera sabe nuestro porvenir! ¡Viejo bribón.
que. antes de meterse en la política.
FLAKE (a BUlcher): de nuestro pan comió!
¡Qué pasa con la recomendación ¿Qué quieres que te diga de ese turbio animal?
de Dogbru para la subvención ¡La crisis del dinero es crisis de moral!
municipal? FLAKE:
¿Cómo está la cueslión? ¿Y cómo se disculpa?
¿Sien o mal? BUTCHER:
(A los otros.) Dice que no le gusta.
Veamos: Sutcher y yo hemos tramado que eS un asunto sucio.
un truco por salir de este cuidado. FLAKE:
No nos sobra el dinero. mas nuestro pensamien-
[lO
¿De qu~ suciedad habla este anciano fantasma?
--como fue nuestra norma siempre en todo 010- El construir un muelle es idea excelente.
[mento-- habrá mano de obra y ganará la gente
es pagar los impuestos al Ayuntamiento. su pan y su trabajo.
¿ Por qué el Ayuntamiento no nos saca de apuros ¡Que se vaya al caraja!
con un saco de duros? BUTCHER:
¿Por qué el Ayuntamiento no da una subvención Dice que no cree que lo construyamos.
para construir un muelle? La palabra de honor FLAKE:
dejamos empeñada. Y así la colinor
¿Cómo? ¡Es vergonzoso!
bajana su precio de cara al comprador.
(Si se abara ta el transporte. BUTCHER:
se abaratará su importe.) ¿Que no queramos construirlo?
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BUTCHER (miembro del trult); En el negoelo de IIl1menleclo" I la bala IIgullnlll por obllgllclón. / Se Irata de "enllr cualro mlllonel l d.
eltomagol y aqul no hay má. co}on.l.
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S HEET (propletet lo de l. COtnf)eiU. de Tr.nsport.s de los Orende. Lago.): ¿O u"n e.1
FLAKE (miembro del trust): Arturo UI, el g'nglle,. ¿Ou' dice. de vende,?
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PasQ/1 caminando COII lel1titud el gál/gster Ar· iHuele a pescado podrido!
mro Vi y su lugartel1iel1te En/esto Roma en No acepto.
compailía de sus gorilas. Al pasar, Ui mira a E L JOVEN DOG BRU:
Flake como espera/Ido a que éSfe le dirija la pala-
bra. Al irse, Roma /0 mira CO/l enojo, Mi padre dice que no acepta.
SHEET: B UTC H E R (sin prestar atención al joven Dog·
brú):
¿Quien es?
Deja de pensar en eso,
FLAK E: abuelo,
Arturo Ui, el gángster. ¿Qué dices de vender? y respóndenos b ien claro:
SH EET: ¿dices que no? ¡Asunto terminado!
Parecía deseosos de hablarte. DOGBRU :
FLAK E (CO/1 risa l1en'iosa): Es un negocio tortuoso.
¡Se sabe demasiado de esas historias de muelles!
iSin duda! Ese tipo nos asedia.
con su propuestas para vender la colinor No, ¡yo, no!
revólver en mano. E L JOVEN DOGBRU:
Se encuentran hoy en día No, iel, no!
muchos tipos parecidos a Arturo Ui. B UTCHE R :
Cubren nuestra ciudad como una lepra.
Bicn: en ese caso, olvídalo.
iNadie sabe de dónde salieron!
Esos robos, esos raptos y extorsiones, DOGBRU:
esos chantajes y crimenes, Prercriría no veros por mal camino.
esos _¡Alto! ¡Arriba las manos! . , esos _¡Sálvese El presupuesto mun icipal
(quien pueda!. no es un abrcvadero comunal
¡Habría que emplear el hien'o al rojo! en el que cada cual
SHEET (mirándole fiiamellte): pueda sacar la panza de ma l año.
¡Vuestro negocio está sano!
¡Y cuánto antes! ¡El ma l es contagioso!
B UTCHER:
FLAK E:
¿No te lo dije, Flake?:
Bien. ¿V si vendieras?
¿por. qué ver todo tan negro?
S HEET (retrocediendo para observarlo): DOG BRU :
¡Si!
Muchachos, quien ve lodo tan negro es un traidor.
Tienes un cierto aire de familia
Veamos. ¿Que vendeis? Coliflores.
(quiero decir: con ésos que acaban de pasar),
Es como si vendierais carne o pan,
un cierto parecido
y e l hombre necesita carne, verdura y pan.
quizá no muy definido ...
Repítelo de nuevo: _Bien. ¿Y si vendieras? iUn poco de firmeza, muchachos!
Yo creo que incluso se parece la voz. FLA K E :
No. Nos hace mucho bien escuc harte, Dogbrú.
Mejor ordena: • iArriba las manos!. ¡Nos levantas un poco el á nimo encogido!
¡Eso es lo que quieres decirme! B UT C H E R:
(Leva/Ha las mallos.) Debo decirte paladinamente
Ya están levantadas. que sin alguna idea no vin imos a verte.
¡Quédate con mi Compañía de T I'ansportes! No, no es lo que tú piensas.
En pago, dame una o dos patadas, Aquello, viejo, está ya liquidado.
Patéarnc dos veces: es precio más honrado. Lo que te proponemos es mucho más amable,
FLA K E: mucho más razonable y agradab le.
Dogbru, e l trust no es c iego, sino sen timental
Amigo mio, iestás loco!
-quizá fue l'u mejor decir agradecido---
SH EET : y e l trust se ha dado cuen ta de que en el mes de
No. ¡Pero bien me gustaría estarlo! [junio
se cump len vein te años de aq uel lejano instante
en que, cansado de regir nuestra cantina,
111 te despediste de nosotros, tus amigos de s iempre,
para dedicarte en cuerpo y alma a l bien de la
Restaurar/le de DogbYÚ. El1fran [ciudad.
Sin ti nues tra ci udad no seria la m isma
Butcher y Flake.
v, cOITiendo su suerte,
DOG BRU: iampoco el trust hubiera sido e l m ismo.
No insistáis más. es inútil. Ayer hemos resuello
No podéis contar conm igo marcar con pied ra blanca este momento
______P_._'_.__u_n_n_ e_g_oc
__;_
o_'_o_r_c _;d_O __.__________________________-J~
_.__________________________h_;s_'_ó_' _;C_o__y_g_l_o_' _;o_SO
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En testimonio de nuestro respeto. FLAKE:
te ofrecemos por sólo vcinte mil dólares Una casa junto al lago me ,"ecería tu padre para su
(menos de la mitad de su valo," real) (vejez.
el cincuenta y uno por ciento de las acciones de Toma nota de eso.
[Sheet.
DOGBRU:
DOGBRU:
Una casa junto al lago ...
Butcher y Flake. decid me.
FLAKE:
¿qué ocultáis debajo de todo e:.to?
El dueño de una naviera bien pod.-ía tenerla.
BUTCHER:
Nada. ¿Qué puede haber? BUTCHER:
Nada. sino una simple proposición. Si, es eso lo que le corr·espondería.
FLAKE: DOGBRU (hacia la ventana):
Tú eres la viva imagen de l ciudadano honrado, Ha sido mi paisaje durante veinte años.
tu nombre es el proverbial sinónimo del honor. FLAKE:
Pese a todo.
no eres más r ico que cua lqui era de tus clientes. En eso hemos pensado.
iDi nos si no es esto turbador! DOGBRU:
DOGBRU: Es un asunto que merece renex iÓn. Muchacho. esto
¡No se lo que deciros! [también
seria algo tuyo.
BUTCHER:
y aho.-a. ¿qué hará Sheet?
No digas nada, en lances. pero guarda el paquete.
FLAKE:
Pie nsa en tu hijo;
sue le decirse que un nombre respetado vale mas Se meterá en negocios de cerveza.
[que una cuellta corriente. "BUTCHER:
El no habrá de negarse. ¡Acepta! ¿Cerramos el trato?
No vas a son.-ojarnos por tan poco. DUGBRU:
DOGBRU: Dejemos apul"te la casa del lago;
¡ La empresa de Sheet! jamás una naviera se rega la.
Es turbio todo esto. Conozco esas orel·tas. ¿Cuál es la otra cara de l asunto?
¡No las quiero! FLAKE:
EL JOVEN DOGBRU: Es cierto lo que dices: es un poco verdad lo que
Mi padre dice que no las qOiere. (supones.
DOGBRU (eoneela'): ¿Lo ve s, hllo"? ILa hon,ade~ .de cuando an cuando. lamb"n Ilena.u premlo l l Ten'ls ,.~ón , h.Wi. hab'ldo ton mucho
.entldo: Flake y BUlcher.,os digo que 111
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Imagínate que esos veinte mil dólares lleguen para cuando yo muera,
[nosotros este muchacho no heredará más que un nombre
en un buen momento, sobre todo tras el fracaso [respetado.
[del préstamo. ¡Y quién acepta eso como pago!
BlJTCHER: ¡He visto nacer tantos males de la necesidad!
Imaginate también que no queramos BUTCHER:
vender nuestras acciones precisamente ahora. Descargarás nuestros corazones de un gran peso
DOGBRU: cuando nos digas que si.
Entonces escucharíamos tu consejo prudente.
Eso me gusta más. Tú nos señalarás el camino decente
No sería mal asunto de no mediar algunas con·
Ediciones. de salvar estos malos momentos.
Tu interés será nuestro inten~s.
FLAKE: Tus negocios serán nuestros negocios.
¿Condiciones? Ninguna. porque serás uno Qe los reyes de la coliflor.
DOGBRU: ¿No es cierto?
Bien. ¿Dijísteis veinte mil? DOGBRU (estrechándole la mal1o):
FLAKE: ¡Sí que lo es!
¿Te parece demasiado caro? Flake y Butcher, JOS digo que sí!
DOGBRU: EL JOVEN DOGBRU:
No; caro no me parece. Sería la misma naviera ¡Mi padre ha dicho que sí!
en la que yo fui simple cantinero. Aparece U11 carlel: «Agobiados por la dificul·
Si me prometiése is que no hay gato encerrado ... tad, los terratenientes del Este regalan una
¿ De verdad habéis dejado el préstamo de lado? finca al presidente Hindenburg para recabar
FLAKE: su apoyo.»
¡Puedes creernos sin reservas!
DOGBRU:
Hasta aquí llega el rumor de los álamos por la IV
(noche
¿Lo ves, hijo? La honradez, de cuando en cuando, Guarida del gong.
[también ROMA:
tiene su premio (a Flake y Butcher). Me gustaría verte liberado
Tenéis razón. habéis hablado con mucho sentido: de esa negrura, esa melancolía.
GORO (ele la banda de UI): t.e eua Sheet, la Compai'lla de Transportes de los Grandes Lagoa, / e'IOda ella de Dogbril. / 8utehGr, el del trust, 1
_________________________________'_,._"_'_"'_'._'_"_m_'_'_'_"_._'_._''_._._'_'_"_"_._._"_'._'._'_'.______________________________~II>
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ese ensueño inactivo. abandonado, ¿Qué hay de nuevo por Capua?
en el que no haces nada . Cada día VI :
repite la ciudad la letanía ¿ Qué quieres decir?
de que el gran jefe Arturo está acabado. RAGG:
¡EnséñaJe de nuevo a esa jauría No, nada ; no quicro decir nada de nada.
tu corazón de acero bien templado!
Capua fue un hermoso lugar en que. en los ticm-
VI: [pos antiguos,
No merece la pena. La memoria se hundió un ejército sin combatir siquiera:
de la ciudad es flaca , olvidadiza. e l ocio, la molicie, la falta de ejercicio ...
y los instantes de violenta gloria VI:
muy pronto se convienen en ceniza.
¡Si se calla el revólver. ¡Así el diablo te lleve!
enmudece el rep6rter! ROMA la Ragg):
¡Si duerme el pistolero. ¡No discutáis aquí! Háblanos de ese crédito
duerme el gacetillero al trust de la coliflor, Ted.
y aunque pongas los muertos RAGG:
nadie lo~ da por ciertos! ¿Ya vosotros qué os importa?
¡Ya no cuentan los hechos, ¿Os dedicáis ahora a la colinor?
sino las influencias! ¡Ah, ya caigo! ¡Querriais que os diesen también un
¡No merece la pena LCI'~djlu!
seguir con las pendencias! iHab lad con Dogbrú! El puede conseguirlo.
Pienso que, en vez de luchar.
es mejor abandonar. (Imitando al viejo.)
..¿Podemos tolerar que un sector del comercio,
ROM A:
sano en el fondo, aunque hoy un poco seco,
Los muchachos adoptan actitudes de chulo pueda mOl'ir?,.
cuando bajan los fondos del reparto. En el Ayuntamiento. todos tendrán los ojos hú-
Jamás el ocio fue buen consejero [medos
y un hombre acaba por volverse loco V reaccionarán en pl'O de la colinor
de tirar sólo al blanco y no sobre otro hombre . como si fuera carne de su carne,
Me da vergüenza ir al cuartel general; pero por el revólver, ¡ay, Arturo!...
se me pane el corazón sólo de verlos
y no puedo mirarles a la cara. ROMA:
Se me hace un nudo y se me seca la garganta No lo provoques más. ¿No ves que está lunático?
cuando debo decirles: -¡Animo, que mañana co- RAGG:
[menzamos! • Lo creo a pies juntillas,
Tu plan sobre el gremio de los verduleros Según me han dicho.
era pl'Ometedor. ¿Por qué no nos lanzamos? Gívola fue a pedirle trabajo a Al Capone.
VI : NINI:
¡No, todavía no! ¡Y menos desde abajo! ¡Mentira! ¡Deja en paz a Giuseppe!
ROMA: RAGG:
El pequeño incidente con la bofia del banco, ¡Nini Flor de los Muelles!
no acabas de digerirlo. ¿Qué? ¿Sigues siendo la querida de José Pataloca?
VI : He aquí el cuarto ratón
¡Pero. hombre! ¡Es que ellos dispararon! (que no es ya ningún bombón)
ROMA: de aquel sargento tercero
(hoy te quiero, hoy no te qu iero)
¡Unicamente al aire! de una estrella declinante
VI : (miradlo atrás y adelante)
¡Me libré por un pelo! de segunda magnitud
Sin los dos testigos, ahora estaría pudriéndome en (¡tururú!).
[la trena. ¡Ay, qué trágico destino:
Dime. ¿y los magistrados? ¡Qué tipos! Nini, su amor y su vino!
¡Ni un solo celemín de comprensión ni de piedad! NINI:
ROM A: ¡Cerradle el pico!
La bofia dispara por asaltar bancos. RAGG :
v no por asuntos de verduras, Arturo. La gloria de los gángsters no dura más que un día.
Pero aquí viene Ragg, el reportero del Star. El pueblo es inconstante, voluble. tornadizo.
¡Hola, Ted! v dirige sus ojos al nuevo vencedor.
RA GG lalgo bebido): Pronto el polvo recubre toda la valentía
iHola, Roma! ¡Hola, Ui! iHola a todos! del héroe que tCI'mina en triste perdedor.
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VI (rugiendo): GORO:
I Tapadle la boca! ¡Aquí está el hombre, jefe!
RAGG: ROMA (a Bow/):
¡Cuidado! ¡Más consideración con la Prensa , Ui! ¿Con que tú eres el brazo derecho de Sheet,
ROMA: en el trust de la coliflor?
¡Ted. vuélvete a tu casa! B OW L:
Hablas demasiado. Lo lui , jde, hasta hace
¡Lárgate! ¡Aprisa! una semana. Hasta que ese Dogbru ...
RAGG: VI :
¡Hasta la próxima! Ese Dogbrú, ¿qué?
ROMA: ROMA:
¡Estás nervioso , Arturo! Responde. Ese Dogbrú, ¿qué?
VI : BOWL:
E:.tos tipos me tratan peor que a una basura . Dogbrú me ha echado a la calle.
ROMA: ROMA:
¿Por qué? Sólo pol'que no sales de tu silencio, ¿De dÓnde? ¿De la empresa de Sheet?
¡eso es lodo!
¿Qué dices a esto, Arturo? BOWL:
Debemos empezar por la calle I t. De la suya. Es suya desde primeros de sep·
un adoquín contra los cristales, [tiembre.
petróleo sobre las colinores y ROMA:
todo el mobiliario hecho pedazos alimentando d ¿Cómo?
ASI seguiremos hasta la calle siete. [fue!!o. GORO:
Uno o dos días más tarde, con su clavel en el ojal. Como lo 0\·1,.· .. .
Goro visita a los verduleros y La casa Sheet, la Compañía de Transportes de los
les promete protección tan sólo al diez por ciento . l G.-andc:. Lago:. .
VI: es toda ella de Dogbrú.
No, quien necesita protección soy yo. Butchc-r. el dcltrust,
Debo protegerme de la Policía y la justicia transfirió la mayoría de las acciones al viejo.
antes de ofrecer protección a los demás. BO W L:
No. ¡Hay que apuntar a la cabeza! ¡Un escándalo que clama a los cielos!
ROMA: GORO:
¡Planes, más planes! ¡Siempre planes! Jefe, ¿te das cuenta de lo que pasa?
¡Bah! ¡Tímidos ensayos!
La visita del trust te ha roto los resortes, te des· BOWL:
los nervios . [templó ¡DogbrU proponiendo ese gran préstamo de la
[ciudad
VI: para el trust de la colinor!
Mientras no me haya metido al juez en el bolsillo. GORO:
dejando en los suyos algo de mi dinero. ¡Y él. entre bastidores.
estaré sin derechos. forma parte del trust!
VI : VI (empezando a entender):
¿Dónde está Goro? ¡Todo está corrompido!
¿Qué hace con ese segundón del trust de las ¡Santo Dios! ¡Nuestro DogbrU está untado de
[legumbres? [mierda!
ROMA: B OWL:
Dijo que a las tres de la tarde lo traería por aqui. El préstamo rue a parar a las arcas del trust
VI: dando un rodeo por la compañía de transportes .
¿ Y qué maquina Gívola con Capone? El préstamo pasó por m¡ mano.
Ese cerdo Yo firmé en nombre de Dogbrú:
huye como un conejo al primer contratiempo, no en nombre de Sheet, como cree la gente.
te lo juro. GORO :
; u' aju:.taré las cuentas en cuanto salga a flote! ¡Eso es un verdadero trueno!
ROMA : ¡Dogbrú, ese viejo estandarte,
, \111'30' ¡Alu ..:stá Goro! ese irreprochable estrechador de manos,
(Elllra Coro en compO/Tía de Bowl, lOla verda·
____d_e_' _a _p_ '_"/_I'_a_fo_a__
,Y .!oU res·pon·sa·b¡·I¡·dad!
h _" _,,_,_" _"_a_"!___________________________;E_s_e_a__n_c _ian
__o__in_c_o_r_ru __a_n_c_h_a_~
__p_' _ib_l_e_"_in_c_a_p_a_z_"_d_e_m J"
__!__
69
BOWL, No notaba en el aire ni el más minimo hedor a
¡Me las pagara! Los alamos fueron lo definitivo .. , [cervC.l.3 ...
Esa indelicadeza de echarme por malversación ... Si. ¡lo!> álamos!
(i~ el miS;nlo! Hoyes domingo.
VI (a Bow/): ¡Qué dulce sonaría el tañido de las campanas
de no haber entre los hombres tanto mal!
¿Estás dispuesto a jurar lo que has dicho?
GORO, EL JOVEN DOGBRU,
¡Sin duda a lguna! Si. pad¡'e,
UI, DOGBRU,
¡Ahora estamos pillados e n la trampa, hijo mio!
¡No perdedlo de viSla! El paquete de acciones fue la tapa
¡Vamos. Roma! ¡Ahora sí que ya huelo el gran que dan en la taberna con e l vaso de vino:
negocio! la dan de ba lde
GORO, y mata e l hambre.
Bowl. creo que has puesto el mecanismo en pero al cliente
marcha. le entra la sed,
BOWL, EL CRIADO,
y de lo mío. ¿qué? El señol' Butcher, del trust dc la colinor.
GORO, al teléfono.
No te preocupes, ¡conozco al jere! DOGBRU,
ApareceliH cartel:« Durante e l otoño de 1932, el Contt.'Slale tu. hijo,
partido y la milicia de Adolfo Hitl er están a (Salen el joven Dogbrú y el criado,)
pique de la desbandada. Hitler hace desespc4 ¿P;.¡ra que me querrá?
rados esfuerzos por alcanzar el poder, pero no EL JOVEN DOGBRU (e1llrando):
co ns igue ser recibido por Hindenburg .•
Padl'e.
Butcher dice que anoche. en el Ayuntamiento,
v reclamaron una investigación
!>obre el estado de las obras de los muelles
En la casa de campo de Dogbrú, éste y su hijo. del trust de la coli nor,
DOGBRU, Padre, ¿te e ncuen t ras mal?
Debí habe r rechazado esta casa de campo.
DOGBRU,
Aceptar que casi me regalaran el paquete de ¡El alcanfor. hijo, dame el alcanlor!
(acciones EL JOVEN DOGBRU,
puede ser, en cieno modo, irreprochable. Aquí lo tienes.
EL JOVEN DOGBRU, DOGBRU,
¡Absolutamente irreprochable! ¿Y que hará BUlcher ahora?
DOGBRU, EL JOVEN DOGBRU ,
Tampoco es tu vo mal Venir aquí.
interceder en pro de la concesión del crédito, DOGBRU,
sabiendo por experiencia
¿Venir? ¡No quiero verlo!
que un sector noreciente estaba en decadencia.
No me s iento bien. el cOI'azón .. ,
Pero cuando, a la vista de todo el mundo,
especulé con la compañía de transportes (Se ilU;orpora IIIlIjeslIloSamel1re,)
y acepté la casa antes de haber hablado. Y. ademá3.
me equivoqué. ¡Ese fue mi pecado! no tengo nada que \cr con todo eso_
EL JOVEN DOGBRU, Durante sesenta años, mi sendero
ha sido rectilineo. ¡Lo sabe la ci udad !
Sí, padre.
¡Nada tengo que \ el" con c!>as turbias maniob,'as!
DOGBRU,
EL JOVEN DOGBRU,
Sí. fue un pecado (o podría pensarse que lo era),
¡Ay. hijo! ¡Jamá s debí aceptar el regalo de esta Lo sé bien. padre, ¿Estás mejor?
[casa! EL CRIADO (emra"do):
EL JOVEN DOGBRU, Un tal señor Ui
Sí, padre. espera en el pasillo.
DOGBRU, DOGBRU,
Me gustaron los álamos de esta finca .. , ¿El gángster?
y el lago . que parece de plata con la que todavía EL CRIADO,
no se acuñó moneda ... SI. el gangstc l',
70
ARTURO UI: S.lIor DogbrU. h•• hl mi ml"'ón: I proteg.r 1o.lnter •••• ! del t ...... t de l.c;ollllor. / ID•• terremo. lo. m.los peg.dor•• I/ ID p.g.n
o y. no hey mi. collllor••'
7;
ni cualquier cosa peor. DOGBRV:
Al menos , no quiero serlo a los ojos de la Policía No lo sé,
(que tiene todos mis respetos). ¡No pertenezco al truSt!
Aunque no me gusta pedir favores, VI:
estoy aquí ante usted para rogarle
que diga un par de palabras a la bofia, (Ya volveremos sobre eso.)
si llega la ocasión. Usted se podrá decir: . Si entran en el trust
DOGBR U (incrédulo):
treinta muchachos armados,
¿quién nos protegerá,
En definitiva, ¿qué le garantice? en caso de accidente?
UI: La respuesta es bien sencilla: .Co mo en todas
Sólo si Uega la ocasión de hacerlo. [partes,
Todo depende de cómo vaya nuestro trato con los el que paga , manda .•
[verduleros, ¿Quién reparte los sue ldos? ¡Usted mismo!
DOGBRV: ¿ Qué podría hacer yo contra usted, aunque
[quisiera?
¿Qué tiene usted que ver con ese negocio ? ¡Si usted supiera que ya algunos me abandonan!
UI: Sólo me quedan veinte, ¡si es que llegan!
A eso iba. Ya he tomado la decisión Si no me salva usted,
de ser su protector s in duda estoy perdido.
contra cualquier amenaza. Como hombre, debe usted ayudarme
Por la fuerza, contra mis enemigos.
de ser preciso Como hombre le hablo.
recurrir a la fuerza . DQGBRV:
DOGBRV: Escuche lo que, como hombre , vaya hacer:
Que yo sepa, ¡llamar a los guardias!
no están amenazados hasta ese extremo.
UI:
VI:
¿Llamar a los guardias?
Admito que no de momento,
eso es cierto. DOGBRV:
Pero yo voy más lejos , Sí, ¡a la Policía!
y me pregunto: VI:
¿hasta qué punto? Es decir: que, como hombre, ¿rehúsa usted ayu-
¿Durante cuánto tiempo podrán los verduleros [darme?
vender las coliflores si n perder sus dineros? ¡Entonces se lo exijo como criminal!
El verduJero modesto es activo, pero limitado, ¡Usted es un criminal!
carece de visión de conjunto y es honrado. ¡Voy a desenmascarado! ¡Tengo pmebas bas-
pero, por lo común, desea ser mandado, [tantes!
Ante el trust no se siente responsable j la compañía de Sheet es ahora suya!
y al trust le debe todo. ¡Es lamentable! ¡Y obró en provecho propio , al apoyar los eré·
Señor Dogbrú, he ahí mi misión : [di tos!
proteger los intereses ¡Acaba de ordenarse una investigación!
del trust de la coliflor. DOGBRV:
i Desterremos los malos pagadores!
iD pagan o ya no hay más coliflores! Que no tendl1Í Jugar, Mis amigos ...
Los débiles sucumben, VI:
¡es la ley natural! , ¡Eso de los amigos es ya una vieja historia!
y los supervivientes Los tuvo has ta ayer.
nos tendrán que pagar. Hoy ya no tiene amigos
E! trust de la coliflor y mañana
necesita de mí. tendrá sólo enemigos.
¡Como hay Dios, que es asi! Si alguien puede salvarle,
DOGBRV: ese alguien soy yo:
¿Qué tengo yo que ver con el trust? ¡Arturo Ui!
Quiero decirle. joven, que se equivoca usted ¡Yo!
¡Sí!
al llamar a mi puerta
con su disparatado plan, DOGBRV:
UI: ¡No habrá in vestigación!
Nadie querrá jamás hacerme eso.
De eso ya hablaremos . ¿Sabe lo que neces ita ? Tengo el cabello blanco ...
¡Unos brazos al selvicio del tmst!
Treinta mozos robustos VI:
y yo de jefe, Lo único que le queda blanco aún.
72
¡Animo, Oogbrú! ¿No era Arturo Ui quien salía,
¡Tenga tan sólo un punto de sensatez quien se cruzó en el pasiIJo con nosoLros?
y déjeme salvarle! DOGBRU (con risa (orzada):
¡Una palabra suya Si; era él mismo, en persona.
y ap lasto a q uie n tra te de tocarle e l pe lo! Quizá un dudoso adorno para una casa as!.
¡Oogbrú! ¡Ayúdeme, se lo ruego, una sola vez!
¡Una vez en la vida! GOODWILL:
No puedo presentanne ante mis compañeros ¡Y lan dudoso! En fin.
sin habenne puesto de acuerdo con usted. no es un buen viento el que nos trae a tu casa:
(L/oca.) se trata del crédito concedido al trust de la
para construir los muelles. (colinor
DOGBRU:
¡Jamás!
DOCBRU (con rigidez):
¡Antes de comprometerme con usted prefiero ¿Qué sucede?
perder m¡ cu erpo y huotl1.rrn.c en la miseria! GAFFLES:
VI : Algu ien dijo ayer e n e l Ay u ntamiento
¡Sé bien que estoy jodido! (por favor . le suplico que no le encolerices)
¡Tengo cuarenta años y sigo sin ser nadie! que no está n ada claro.
¡Tiene usted que ayudarme! DOGBRU :
DOGBRU: ¿Que no está nada claro?
iJamás! GOODWILL:
¡Mientras me quede un soplo de vida, Mantén la calma.
no podrá nunca dar su protección La mayoría lomó muy a mal la cosa
al trust de la coliflor! y de milagro no llegamos a las manos.
¡Jamás!
GAFFLES:
VI:
.¿Que los contratos de Dogbrú no están claros?
Bien, señor Dogbrú: ¿Y la Blibia?_, se gritó .. ¿Tampoco la Biblia está
yo tengo cuarenta años, y usted ochenta. [c1ara?_
Si Dios me echa una mano, Al final , todo se convirtió
viviré más que usted. casi en una apoteosis.dc tu persona, Dogbru.
¡Más tarde o más temprano, Tus amigos pidieron Ill'lnediatamente una inves-
al negocio entraré! [tigación
DOGBRU: v más de uno, al ver nuestra confianza,
¡Jamás! cambió de chaqueta y ya no quiso oír
VI : hab lar más del asunto.
¡Vamos, Roma! DOG BRU:
(Salen.) ¿ La invest igación?
DOGBR V: GDODWILL:
¡Aire, aire! El investigador en nombre de la ciudad es
¡Qué lengua tiene ese hombre! ¡Qué lengua vene- [O'Casey.
[nosa! Las gentes del trust de la coliflor sostienen
¡Ah, no! ¡No! que el préstamo se hizo directamente a Sheet
Jamás debiera haber aceptado esta casa... Y que el contrato con el constructor
pero no se atreverán a abrir una investigación. debió finnarlo personal mente él.
Si lo hacen, todo estaría perd ido... OOGBRU :
Pero no, ¡no se atreverán! ¡La compañía de Sh eet!
E L JOVEN DOGBRU: GOODWILL:
¡No, padre! ¡No se atreverán! Lo mejor sería que envíes a a lgún hombre ho-
E L CRIADO (entrando): [norable
Goodwi ll y Galles, del Ayuntamiento. y de tu conflanza,a algún hombre imparcial y I;'espe-
(EllIrau.) table
y lejano a esta danza,
GOODWILL: para que ponga orden en el avispero
¡Hola, Dogbrú! y meta mano en este turbio
DOGBRU : nido de víboras y de sucio dinero.
¿Qué tal, Goodwill? ¿Qué tal, Garnes? OOG BRU:
¿Qué hay de n uevo? Sin duda tienes razón.
GOODWILL: GAFFLES:
Mucho me temo que nada bueno para ti. Esta todo arreglado .____
___________________________________________________________________ b '_
Dog__ u_
. . __________________~~
lrrrrrr..
73
DOGBRV: que Sheet,
además de con cien pale tadas de tierra,
Si, os enviaré a mi hombre. bien pudiera cargar ahora
(Salen lentamente.) con el peso de otros muertos.
Aparece un cartel: «En enero de 1933 el presi- Creo sospechar ...
dente Hindenburg niega varias veces a Hitler CLARK:
el puesto de primer m inistro, pero también O 'Casey, quizá fuera mejor no sospechar
teme la investigación sobre el escándalo de la demasiado; en la ciudad hay leyes
ayuda a los grandes terratenientes del Este .• que persiguen la difamación.
Q'CASEY:
Señores, la muerte de Sheet. ..
VI CLARK:
La muerte insospechada
En el Ayuntamiento. Burcher, Flake, Clark, Ca- de este desgraciado Sheet,
rwher. EI1frente, al lado de Dogbrú -blanco es un torpedo que se lanza
como una sábal1a-, están O'Casey, Carf1es y contra la investigación.
Goodwil/, del Ayu/1lamiel1lo. Periodistas. Q'CASEY:
Aquí estoy ante ttStedes,
BVTCHER (e" voz baja): engañado
Tarda mucho. por las falsas promesas.
Confío en que a mis preguntas no me responderán:
CARUTHER: «Vea usted a Sheet.» Según leo e n el periódico,
Debe ven ir con Sheet Sheet está raramente discreto desde anoche.
y quizá no hayan llegado a un acuerdo. CARVTHER:
Para él, la p íldora es amarga de tragar.
Tiene que cantar ¿Qué significa tanto y tanto discurso tenebroso?
la gallina y declarar Que yo sepa, Dogbrú encargó a un hombre que
que es e l único culpable. (pusiera
los asuntos en claro. Esperen a que llegue.
BVTCHER:
Q'CASEY:
No lo hará .
Tarda ya. Pero si viene. espero
CLARK: que no nos vaya a hablar sólo de Sheet.
No tendrá más remedio.
FLAKE:
BVTCHER:
Esperemos que d iga la verdad;
¿Por que va a echar sobre sus espaldas eso es todo.
cinco años de cárcel? Q'CASEY:
GAFFLES: Entonces, ¿ese hombre es honrado?
Sheet aparece muerto en un hotel. ¡Tanto mejorl Sheet se murió anoche.
En el bols illo se le encontró un billete para Quizá pueda estar todo ya dilucidado.
{California. Espero que así sea.
BVTCHER: (A Dogbní.)
¿Sheet muerto? Quiero decir que el hombre que has elegido
Q'CASEY (leYe/ldo): sea un hombre de bien.
Asesinado. CLARK:
CARVTHER: El es el que es. Aquí está.
¡Oh! (Entran Arturo Vi .v Roma, escoltados por sus
FLAKE (en vo:c:, baja): gorilas.)
No lo ha hecho é l.. . VI:
GAFFLES: ¡Hola . Clark! iHola, Dogbrú! ¡Hola a todos!
Dogbrú, ¿le encuentras mal? CLARK:
DOGBRU (pel1oSamel lte): ¡Hola, Ui!
No ha s ido nada , ya se me pasa. VI:
Q'CASEY: Veamos. ¿Qué quieren ustedes saber?
¿Estás enfermo, Dogbrú? Q'CASEY (a Dogbrú):
¿Te falta aire? ¿Ese es tu hombre?
(A los demás.) CLARK:
Pensaba que podrian decirme Naturalmente. ¿No te parece bien e legido?
74
GOOPWILL: O'CASEY:
¿Qué quiere decir esto, Dogbrú? Pero ha visto usted a Sheet.
O'CASEY (contemplando a los guardaes- ¿no es así?
paldas): U1:
¿Quienes son esos hombres? No.
UI: CLARK:
Son amigos. ¿Que no ha visto usted a Sheet?
O'CASEY (a Roma): UI:
¿ y usted. quién es? ¡No! Y digo que miente como un bellaco
quien pretenda decir que he visto al señor Sheet.
U1:
Ernesto Roma, mi apoderado. O'CASEY:
GAFFLES: Creía que estaba usted encargado por Dogbrú
para examinar el asunto.
¡Alto!
Dogbrú, ¿es en serio? U1:
(Dogbyú 110 abre la boca.) Eso es, precisamente, lo que hice.
O'CASEY: O'CASEY:
Señor don Arturo Ui: este elocuente silencio y el examen, señor Vi , ¿ha dado su fruto?
nos hace ver que usted tiene su confianza UI:
y desea la nuestra. ¿Dónde están los contratos? Señores ...
U1: No sin esruerzo pude llegar a la verdad,
¿Qué contratos? que nada tiene de agradable.
Cuando e l señor Dogbrú me ordenó
CLARK: que, por el bien de la ciudad,
Sí; los contratOs que la compañía buscase adónde había ido a parar
de transportes habrá suscrito con los constructores e l dinero de todos,
de los muelles. es decir, los modestos ahorros de los contribu·
U1: [yentes
¡Yo qué se de esos contratos! confiados a un armador de la localidad,
Ni he oído hablar de ellos. pude ver, con horror, que había sido malversado.
Pero aún queda olro exlremo:
O'CASEY:
¿quién lo malversó?
¿No? También eso he podido establecerlo:
CLARK: desgraciadamente, el culpable es ...
¿Quiere usted decir O'CASEY:
que ni existen siquiera? ¿Quién es?
___
___________U_,_L_o_._"_._._'_••__ -. t_~_O_._P_"_._ ,._ri_~
••_"__ ___' _. _. _._".__Sh_._._L_"_"_h_O_"_'._._O_I~
__"_._tri_._1_."__~_._'_t._"_,,_._.I_._~__"_"_~_"_._._t._,.________~ ..
75
VI: no es conocer el nombre,
Sheet. s ino saber de quién era esa casa.
O'CASEY: ¿Tam bién era de Sheet?
El podría decírnoslo, sin duda,
¿Sheet? ¡Sheet el silencioso, a quien no vio usted pero él ya no habla mucho desde que el señor Vi
(nunca! estuvo en Cícero.
(Un silencio.) ¿No cabe en lo posible que algún otro
VI: fuera el verdadero amo cuando el desfalco
¿A qué viene mirarme de esa forma ? que ahora investigamos se produjo?
¡ El culpable se llama Sheet! ¿Tú qué nos dices, Dogbrú?
CLARK: DOGBRU:
Sheet ha muerto, ¿Yo?
¿no sabes la noticia? O'CASEY:
UI : Sí. ¿ Por qué no suponer que tú estabas sentado
¿Qué Sheet ha muerto? en el sillón de Sheet cuando el contrato
-digamos el contrato que jamás se firmó-
Anoche estaba en Cícero y no supe nada. estaba aún sin firmar?
Roma estaba conmigo.
GOODWILL:
.rUn silencio.)
iO'Casey!
ROMA: .
GAFFLES la O·C"se."):
¡Oué curioso!
Habla de una casualidad. precisamente ahora ¿Dogbru? ¿Qué locura es ésta?
que ... DOGBRU:
VI: Yo ...
Señores: esto no es una casualidad. O'CASEY:
i El suicidio de Sheet es la consecuencia Hace ya tiempo , en una mcmorable sesión,
de su delito monstruosos! nos hablaste de las dificultades de la coliOor
O'CASEY : y nos dijiste que era necesaria
Por desgracia. la ayuda financiera.
no se trata de un suicidio. Ahora quiero saber. ¿de qué manera
hablaba por tu boca la experiencia?
VI:
BUTCHER:
¿Qué pudo ser, si no?
Evidentemente. anoche estaba en Cícero. ¿Qué dices? Dense cuenta de que este hombre está
con Roma , y nada de todo esto sabemos. [enfermo.
Lo que sí sé ¡Es un anciano!
-y lodos pueden verlo- FLAKE (negando con la capeza):
es que Sheet. un honrado industrial en apariencia, Sus blancos cabcllos debieran decirle
era un gángster. que en absoluto puede ser cu lpable.
O 'CASEY: UI:
Ya veo, Ui, que ninguna palabra ¡Calma, por favor! ¡Mantengan la calma!
le parece demasiado dura para Sheet, Un poco de orden, amigos.
quien acaba de encontrarse con algo más duro GAFFLES:
[todavía.
Dogbtú, tú tienes la palabra. ¡Por el amor de Dios! ¡Habla, Dogbní!
DOGBR U: ROMA (aullando):
¿Yo? ¡El jefe quiere silencio!
¡Cállense todos!
GAFFLES (con vivacidad):
(Silencio súbito.)
¿Dogbru? ¿Qué quieren de él?
VI :
O'CASEY:
Si se me permite, les diré al momenlo
Queremos claridad. lo que me perturba ver todo este cuadro;
Si entiendo al señor don Arturo Vi el escandaloso. pérfido y macabro
-y creo entenderlo bien- trajín que se llevan. Falta el miramiento
se trata de una compañía que recibió el dinero debido a un anciano que ha sido insultado
y más tarde lo hizo desaparecer. mientras sus amigos callan como muertos.
Queda un último extremo: Les pregunto: ¿tiene aspecto de tramposo.
¿quién puede estar detrás de lodo esto? de hombre que camina por el mal camino?
Entiendo perfectamente el nombre: la casa Sheet. ¿No es ya pan el pan, ni es ya vino el vino?
Pero , ¿qué importan los nombres ? Lo que nos in- ¡Todos nos hundimos en un hondo foso!
(teresa ¡M uy bajo hemos caído, si es ahí donde estamos!
76
CLA RK: De una o de otra manera,
¡Se acusa de corrupción a un hombre respetable! ¡yo neces,ito claridad!
O'CASEY: Aparece un cartel: cAnte la amenaza del gene-
Oc algo más grave aún: ¡se le acusa de estafa! ral von Schleicher, primer ministro del Reich,
¡ Porque mantengo que esa oscura compañía de revelar las malversaciones de los fondos de
era ya de Dogbrú ayuda a los terratenientes de l Este, Hinden-
en el momento de otorgarse el crédito! but'g entrega el podera Hitlerel30de enel'O de
CA R UTHER: 1933. A la investigación se le dio carpetazo .•
¡Mentira!
GAFFLES: V II
¡Me dejaría cortar la cabeza por Dogbrú!
CA R UTHE R y FLAKE: (Gívola ca~lla la canción del Blanqueo.)
¡Testigos! ¡Testigos! GI VOLA:
O'CASEY : .EI muro está chorreando
de podredumbre y de mierda;
¿Testigos? ¿Es eso lo que quieren ustedes? es necesario hacer a lgo
Smith. ¿qué hace nuestro testigo? antes de que se nos pierda,
¿Ha llegado? Ya crece la porquería
Creo que ya está aquí. desde la puerta al tejado:
UJIE R : como nadie se imagina
El testigo Bowl. y todos se han enterado.
Se acerca a la puerta y hace una sella/. Todos iMal asunto, mal asunto,
que todo huela a difunto!
miran. Se hace tul breve silellcio, tras el que se Aquí hace falta una mano
escuchan una serie de defoliaciones y linos gri- de cal blanca y de pintura.
los. Gra" desbarajuste. Los periodistas salen ¡Se viene abajo ellinglado
precipi ladamellle. y es larde para la duda!
FLA KE: ¡Dadnos botes de pintura!
Pero. ¿qué es 10 que pasa? ¡Dadnos, al punto, la brocha!
¡ Dadnos arrobas de cal
CA R UTHE R : para combatir el mal!
¡Han rematado a tiros Todos estamos dispuestos
a alguien que subía la escalera! a que esto marche de nuevo.
FLAKE: ¡Aquí está la brocha (nadie
¡Maldición! debe alarmarse por ello)!
BUTCHER la Ui): ¡Si queréis un tiempo nuevo. (bis)
debéis poner re luciente
¿Un nuc\'o escándalo? el muro que hoy esta viejo!.
Vi, esto es nuestra ruptura si fuera ...
UI :
¿Si fuera qué? V III
O 'CASEY:
¡Traigan al testigo! En laso{icinasllel trust. Arturo Ui, Roma, Givo-
(Elltrall los policías COll 1lI1 cadlÍl'er.) la, Goro y los guardaespaldas. Un grupo de ver-
duleros escucha el discurso de Arturo Ui. Junto a
i Bowl !
Señores: él, eH el estrado, se sienta el viejo Dogbrú, que
creo que mi testigo t¡elle aspecto enfermizo. EH segundo término
no esta ya en condiciones está Clark.
de ser interrogado. r.
VI (vociferando):
(Sale. Los po/idas depositafl el cadáver en 1m
rincón.) ¡Crímenes y extorsi6n! iPillaje! iArbitrariedad!
Se asesina en la calle con el mayor descaro
DOG B RU : y se ven ejemplares y honrados ciudadanos
Games, sacame de aquí. regando con su sangre decente la ciudad.
((;llffles pasa a su lado sin contestarle y sale.) GI VOLA:
UI (a\'aflzando hacia Dogbru cOllla mallO lell- iEscuchad bien!
l/ida): UI :
¡Felicidades, Dogbru! En suma:
¡Yo necesilo daridad! reina el caos en las vidas y en nuestra sociedad.
------------------------------------~~
71
Porque si cada cual puede hacer lo que quiere de coloniales.
y cada ciudadano só lo sigue el consejo Todos lo conocéis.
que dicta su egoísmo. ¿qué nos esperará?
¡La lucha criminal CLARK,
de lodos contra todos Señoras y señores: con no poca inquietud
y . .:sl final . y no menor alarma, nosotros, los del trust ,
el imperio del caos! sabemos bien que hoy día es enojosa y dura
Cuando tranquilamente administro mi tienda la venta al por menor de la verdura.
o. ¡qué sé yo!. Oigo decir: • Porque su precio es alto_,
voy al volante de mi camión de colinores y oigo lo que decís con sobresalto.
y alguien. menos amante de la paz y el orden, Pero, ¿sabéis por qué las cosas son así?
irrumpe en mi negocio y dice _¡manos arriba!_ Bien claro, si acierto a hacerlo, os lo vaya decir.
o me revienta los neumáticos a tiros Porque nuestros embaladores y nuestros carga-
de revólver, ¡la paz está bien lejos de reinar! [dores,
Mas cuando tomo conciencia de lo que es sabido nuestros distribuidores y nuestros conductores,
(que el hombre es como es. y no es ningún coro revueltos y agitados por malos elementos,
[dero), piden, día a día, impos ibles aumentos.
sé que algo debo hacer, menos estarme quieto: Lo que el señor Ui
sé que debo actuar para que no se hunda quiere hacer aquí
el negocio que me da de comer. ¡Para que nadie con sus amigos,
[pueda es un buen barrido.
mandarme alzar las manos que destino al trabajo! DETALLISTA PRIMERO,
(Lo mismo es limpiar fruta que contar pepinillos).
El hombre es como es -y aun un poco peor- Pero si los de abajo son cada vez más pobres,
y nunca bajará ¿de qué rorma podremos vender las colinores?
ni el punto de mira ni el cañón de su pistola UI,
por propia voluntad . Ese punto merece ser bien considerado,
.. Sí, pero entonces -ustedes me dirán-o ¿qué y he aquí lo que creo que debo responder:
[hacer? el obrero, nos guste o no nos guste. forma parte
Se lo diré. tras haber sentado previamente indisolublemente del moderno universo.
un punto necesario y evidente: de nuestro propio mundo. del mundo en que
¡no podemos trabajar ya como antiguamente! [vivimos,
¡La unión hace la fuerza! Lo primero y sin él --en principio- ya no hay consumidor.
que hay que hacer es unirse. Y en segundo lugar, Declaro. convencido. que el trabajo no humilla .
saber sacrificarse, saber perder un poco Proclamo, como siempre, que un honrado trabajo
para salvar el todo. no só lo no deshonra, sino que es constructivo.
Ya oigo vueStras razones : ·_¿Sacrificios. nos· y da su beneficio: por taOlO. es necesario .
[otros? Toda mi simpatía
¿ Dar el treinta por ciento tiene el trabajador tomado de uno en uno,
por una protección? ¡Jamás. mientras vivamos! pero cuando se alía .
¡Es sagrado el dinero!_ y quiere hablar de asuntos de los que nada entiende
Nada podría objetarles. (que si la plusvalía ...•
de ser posible hacerse proteger por nada. que si las producciones .... que si los beneficios ...),
pero esto, mis queridos verduleros. entonces yo le digo: -¡Alto ahí, camarada!
no es un asunto fácil. iEs del todo imposible! ¡Basta de errores!
Lo único que se despacha de balde es la muerte, ¡Basta de falsas y falaces suposiciones!
lo demás tiene un precio que debe ser pagado: Tú eres trabajador porque trabajas; la huelga
la protección y la tranquilidad, te lleva al ocio y. ocioso. no eres trabajador.
la ausencia del riesgo y la paz.. ¿me ois? ¡la paz! ¡Eres un individuo peligroso!_ Y entonces,
¡Así es la vida! ¡ha llegado el momento de pasar a la acción!
y puesto que es así y no podemos cambiarla (Clark aplaude.)
-junto con mis amigos aquí presentes y otros GIVOLA,
que, valerosos y leales, esperan ahí fuera-,
he tomado la decisión Para que ustedes vean que aquí todo se hace
de brindarles protección. sin salirse ni un paso de la legalidad,
se sieOla e ntre nosotros -creo poder decirlo-
(Gívola y Roma aplaudeH.)
un hombre que es imagen de honor y lealtad,
GIVOU, un hombre incorruptible. de gran moralidad .
Todos lo conocéis: ¡es el señal' Dogbn1!
Pero para demostrar
que todo debe hac:erse (Los verduleros aplauden aÚIl más fuerte.)
según principios estrictamente comerciales UI,
aquí está el señor Clark. Señor Dogbrú: sé de sobra -y así lo pregono,
el gran almacenista en esta hora solemne en que la Providencia
78
UI; _Tu .r•• tr.b.ledorporqu. trebel": l. hu.lg. tellev•• 1OCio r, ocloao, no ere. trlbIJldor. / IEr•• un Individuo ptllgroaol_. Y.nlonee.,
¡h. ¡!eg'do .. momento de Pl ..r I II eeel6nl
une nuestros destinos- todo cuanto le debo. VERDULERO PRIMERO (quizá tímidamen-
Que un hombre de su talla se haya fijado en mi, te):
el más mínimo fleco de todo el arrabal, En mi negocio todo está muy quedo;
para hacerlo su amigo y, ¿me atre·veré a decirlo?, en los últimos tiempos jamás se oyó ni un pedo.
también, en cierto modo, para hacerlo su hijo,
ies algo que en mi vida, señor, podré olvidar!
VERDULERO SEGUNDO:
(Est recha vigorosa me me la flácida ma no de Ni en el mío tampoco .
Dogbrú.) VERDULERO TERCERO:
GORO (avallzando),' Ni en el mío.
Muchachos, ¡nuestro jere nos habla con el alma GIVOLA:
en la mano! Supongo que algunos de vosotros ¡Es curioso!
tendrá ciertas preguntas que rormular aquí. VERDULERO SEGUNDO:
¡Adelante sin miedo! ¡Preguntad sin temor!
En algunas tabernas, según se oye decir.
No nos comemos a nadie que no nos hostigue.
se han producido lances de la clase
Quisiera presentarme tan sólo como soy:
un hombre al que no gustan demasiadas discursQs; de que habla el señor Vi.
un hombre Que no admite cl'Í ticas destructivas VERDULERO TERCERO:
ni disoh·entes. Pero en nuestros negocios , ¡demos gracias a Dios!.
Me gustan, sin embargo, las propuestas serenas, tenemos, pOI' ahora. una gran tranquilidad
sabias y constructivas sobre la mejor rorma
y reina, todavía, la paz.
de lo que deba hacerse en cada caso. Escucho.
(Los verduleros perma/zecen eH silencio.)
ROMA:
A la muerte de Sheet. ¿llama s tranqui lidad?
GIVOLA:
y la muerte de Bowl, ¿eso es la paz?
No temáis molestamos. Nos conocéis muy bien;
me habéis visto mil veces en la noristeria.
VERDULERO SEGUNDO:
¡Qué tiene que ver eso con la coliflor?
UN GUARDAESPALDAS:
iBravo por Gívola y sus flores! ¡Viva Gívola! ROMA:
GIVOLA: No ti ene que ver nada .
¡Un momento, por ravor!
¿Queréi s la protección?
¿ Prereris la matanza, el robo, la extorsión Roma se acerca a Arturo Vi, quien, agotado
y la violencia? Esto es, ¿e/ Juego duro? por su largo discurso, descansa abandonada· ~
79
mente en un sillón. Tras cambiar algunas pala- )' tus desvelos.
bras, hace señas a Coro de que se acerque. Gí- Ouién pudiera cantarte
\'ola interviene en la coHversación. Cuchicheos. como un jilguero
Coro hace un ademán a un guardaespaldas y y en tu regazo. madre.
ser niño nuevo.
sale. Nunca tuvo fronteras.
GI VOLA: todo era patria ....
Honorable asamblea: según lo que me dicen, Los gál1gsters, sentados, parecen estar sumidos
una pobre mujer desgraciada y humilde
acaba de llegar: eu éxtasis, COH la cabeza apoyada en las manos o
es la señora de Bowl , la triste y joven echada hacia atrás, y los ojos cerrados. Débiles
viuda del señor Bowl. aplausos, hrternunpidos por las sirenas de los
el empleado del trust de la coliOor, bomberos y de la Policía. Al (ondo, sobre el ven-
que, al dirigirse ayer tanal, se ven linos violentos reflejos rojos.
a cumplir su deber, ROMA:
fue asesinado ¡Fuego en los almacenes!
por una mano UNA VOZ:
anónima y desconocida .
Hable, señora de Bowl. díganos lo que guste. ¿Dónde?
FLOR DE LOS MUELLES: UN GUARDAESPALDAS (e",ralldo):
Quisiera, señor Ui, inmersa en la profunda desola- ¿Esta aquí un verdulero que se llama Hook ?
ción en la que estoy sumida ante el odioso asesinato VERDULERO SEGUNDO:
perpetrado en la persona de mi pobre difunto, qui- ¡Yo soy! ¿Qué pasa?
siera señor Ui -le digo-- expresarle la gratitud que EL GUARDAESPALDAS:
nace del fondo de mi corazón. (A la asamblea.) Sí,
señores: no soy más que una pobre viuda y sólo Su almacén está ardiendo.
quiero decirles que sin el señor Ui estaría en medio Hook se precipita hacia la salida; algLIHos le
de la calle; puedo jurarlo. una y mil veces, dónde y sigue", mientras otros mirall por la vemana.
cuándo quieran ustedes. Mi hijita de cinco años y yo ROMA:
no olvidaremos nunca, señor Ui,lo que ha hecho, en
iAlto! ¡Que no se mueva nadie! ¡Oue nadie salga!
estos dolorosos momentos, por nosotras.
(Al guardaespaldas.)
(Ui estrecha la mano de la se"iora.)
¿Fue intencionado?
GI VO LA:
EL GUARDAESPALDAS:
¡Bravo!
Sin duda alguna, jefe. Dentro se han encontrado
(Coro cruza el1lre la asamblea locada con el las latas de petróleo.
sombrero de Bowl; le siguen varios gángsters que VERDULERO TE RCE RO:
arrastran unos bidones de gasolina. El grupo se
¡Hace p~os momentos pasaron por aquí!
abre paso ha{:ia la salida .)
ROMA ((uera de sí):
UI:
¿Oué dices?
Señora. reciba mi mas se ntido pésame;
¿Ouieres insinuar que hemos sido nosotros?
le acompaño en su duelo, de todo corazón .
UN GUARDAESPALDAS (metiéndole la pis-
GI VOLA (viendo cómo los verduleros se dispo- tola ellfre las costillas):
l/eH a salir):
¿Tu qué dices que has visto pasar?
¡Alto! ¡No tan de prisa! ¡Deténganse ustedes! ¿Las latas de petróleo?
El orden del día no está aún terminado.
Nuestro amigo Jack Grccnwool va a cantar ahora OTROS GUA R DAESPALDAS (a otros ver-
[mismo, duleros):
en memoria del infortun :tJo I::Sowl. ¿Tú también las has visto?
una canción . ¿V tú?
luego habrá una colecta para la infortunada LOS VERDULEROS:
viuda. ¡No!
(Sd1Gla a un guardaespaldas, preset-ltálldolo.) ¡Va no he visto ninguna!
¡Nuestro amigo Jack Greenwool, barítono famoso! ¡VO tampoco!
(El guardaespaldas avanza y canta LlIla canció" ROMA:
dulzona y pegajosa.) Eso espero. ¡Va me lo imaginaba!
GREENWOOL: GIVOLA (eDil rapidez):
_Madre mía del alma. Uno de los que acaban de decirnos
cómo me acuerdo que la paz reina entre los verduleros
del hogar de mis sueños \-c como plantan fuego en su almacén.
80
"
81
EL DEFENSOR: EL FISCAL:
Señor Hook, ¿tuvo usted. en cualquier momento ¿Esta usted en condiciones de reconocer, s in lugar a
alguna diferencia con e l acusado? Más sencillamen- dudas, a algu ien?
te , ¿lo vio usted a lg una vez, antes de ahora? HOOK:
HOOK: No.
Jamás . EL FISCAL:
EL DEFENSOR: Por ejemplo. ¿reconoce a aquel hombre del fo ndo?
¿Vio usted alguna vez a l señor Goro? (Se;lala a Goro.)
HOOK: HOOK:
Sí. señor: en las oficinas del trust, el día del incen- No.
dio. EL FISCAL:
EL DEFENSOR: ¿Puede asegurar que lo ha visto a lguna vez?
¿Antes del incendio? HOOK:
HOOK: No.
Sí, señor: justo antes del incendio. Cruzó el salón EL FISCAL:
con cua tro hombres que arrastraban unas latas de Ahora voy a hacerle. Hook, una pregunta suma-
petróleo . mente importante. Reflexionf' bien antes de contes-
Movimiento en los asiemos de la Prensa y el1lre tar. ¿Sus almacenes lindan con la empresa de trans-
los guardaespaldas. portes nuviales que fu e propiedad de Sheet?
EL JUEZ: HOOK (tras WI silencio):
¡Advierto a la Prensa que debe guardar silencio! No.
EL DEFENSOR: EL FISCAL:
Señor Hook. ¿quién es e l inmediato vecino de sus Eso es todo.
a lmacenes?
(La luz se apaga y el órgllMO vuelve a tocar.)
HOOK:
La empresa de t ransportes fluviales que fue propie-
dad de Sheet; mis almacenes se comunican por un
pasadizo con su palio.
EL DEFENSOR: Al hacerse la luz. N;'li Flor de los Muelles apa-
rece sentada en la silla de los testigos.
Señor Hook, ¿sabe usted que e l señor Goro vivía en
los edificios de dicha empresa yque. porconsiguien- FLOR DE LOS MUELLES (con un registro de
te. te nía libre acceso a sus instalaciones? fonógrafo):
HOOK: Reconozco perfectame nte al acusado: por su ex pre-
sión culpable y tambi(m por el hecho de que mide un
Sí.señor. en su calidad decapataz de los almacenes.
metro setenta. Supe lpor mi cuñada que lo vieron a
Gran agitación entre los pen·odistas. Los guar- mediodía anteel AYlmtamiento, la maiia na que ase-
daespaldas muge,1 como lOros y adoptan actitu- sinaron a mi mariClo cuando se disponía a entrar.
des amenazadoras contra Hook, el de{e'lsor y los Llc\·aba bajo el brC'tZO una metralleta marca Webs-
periodistas. Coro. el jove'l. se acerca rápida- ter v todo é l daba una impresión muy sospechosa
mente a/ juez y le habla al oido. (La luz se apaga y el órgano vuelve a tocar.)
EL JUEZ:
¡Silencio! ¡Por indisposición del acusado. se sus- E
pende la vista!
Se apaga la luz. En el órgano. vuelve a sanarla Al hacerse la luz. Giuseppe Civola aparece sen-
_Marcha fúnebre» (1 ritmo bailable. rada en la silla de los testigos. Cerca, el guar-
daespaldas G reenwool está de pie.
C EL FISCAL:
Se ha dicho aquí que, momentos antes del incendio,
Al hacerse la luz. Hook vuelve a aparecer e" la algunos hombres rueron vistos sacando la tas de pe-
silla de los testigos. Ahora está derrumbado. tróleo de los locales del lrust de la colinor . ¿Sabe
apoyándose en Wl bastón JI eOIl velldajes eu la usted a lgo dI,! eso?
cabeza y sobre los ojos. GIVOLA:
EL FISCAL: S610 puede tratarse del señor Greenwool.
¿Está usted mal de la vist a. Hook? EL FISCAL:
HOOK (penosamente): Señor Givo la. ¿el señor Cl"eenwooltrabaja a su ser-
Sí. \' icio?
82
GIVOLA: ¡Cuántas provocaciones ruines e inauditas!
Hombres de nuestra sangre, puros y sin reparo,
Así es. que sólo a pleno día hacen algún disparo
EL FISCAL: y que jamás tuvieron la conciencia marchita,
Señor Gívola, ¿cuál es su profesión? son tratados ahora de más que sospechosos.
GIVOLA: ¡Damos un espectáculo asqueroso!
¡Esto es inadmisible! ¡Intolerable!
Florista.
¡Esto es escandaloso! ¡Deleznable!
EL FISCAL:
(Risas. La luz se apaga y el órgano vuelve a
¿Es una profesión, la suya, en la que se precisa un tocar.)
elevado consumo de petróleo?
F
GIVOLA (seriamel1te):
No; lo usamos s610 para combatir el pulgón. Al hacerse la luz, el tribunal da muestras del más
EL FISCAL: completo agotamiento.
Dígame, ¿qué hacía el señor Greenwool en las ofici· EL JUEZ:
nas del trust?
la Prensa ha insinuado que este tribunal pudiera
GIVOLA: haber estado expuesto a determinadas presiones y
Cantaba una canción. coacciones. Declaro que no ha sido presionado ni
EL FISCAL: coaccionado por nadie y que ha procedido. en todo
Por tanto, no podía transportar al mismo tiempo las momento, con entera libertad. Creo que cuantO les
latas de petróleo hasta los almacenes de Hook. digo deberá bastarles.
GIVOLA: EL FISCAL:
¡Absolutamente imposible! Además, psicológica- Señoría: dado que e l acusado Fish se obstina en
mente, no es el tipo del incendiario: es barÍlono. seguir simulándose demente ...
EL FISCAL: EL DEFENSOR (interrumpiél1dole):
Sugiero que el tribunal pida al testigo que cante la Señoría, ¡el acusado vuelve en sí!
emocionante canción que interpretaba en las ofici- (Sensación.)
nas del trust, cuando se inició el incendio. FISH (como despertando):
EL JUEZ: Eu, cu ... , au, au .... aguo agu .... agua.
Se deniega la demanda. EL DEFENSOR:
GIVOLA: ¡Agua. señoría! ¡Agua! Solicito que se proceda al
¡Protesto! inten'ogatorio del acusado.
(Se leva/lla.) (Aún mayor sel1Sación.)
EL JUEZ: ACI,I"do Ch,.'" Fl,h: h, ,Ido l,I,ted coneld.redo culp.bl. d.1 d.lllo d.lne.ndlo con .1 .... 0"'. y ,.1. cond.n •• qulnc•• ño, d.
________________________________________________P_~_._'d_'_
•.__________________________________________-J ..
83
EL FISCAL: la boca a la verdad
¡Protesto! ¡Son argucias de la defensa, que busca la bajo un poco de lielTa,
sensación a cualq u ier precio para innuir sobre el 1.. quieren sepultm-
público! , ' 11 un inl1l":Il~O 11l~" -
F1SH: de papel: la sentencia
d,: \u,..'~lr<J S..:ñona ,
Ag ua ... Ill..:jor. ¡Vues tra Vergucnza!
(Se levanta soslerlido por el defensor.) "Juestra justicia ha sido envilecida,
EL DEFENSOR: r>Or un puñado de desaprensivos
Fish, ¿puede responderme? que, al no te ner razón, resudven lOdo a tiros.
Pido a Su Señoría que suspenda la vista.
FISH :
Sí... EL FISCAL:
EL DEFENSOR: ¡Protesto! ¡Es un escándalo!
Fish, responda a l tribunal. El 28 de febrero, ¿pro- GORO:
vocó usted un incendio e n un almacén del ban'jo de ¡Cerdo! ¡Vendido! ¡Embustero!
los muelles? ¡Sí o no! ¡Crim inal! ¡Víbora! ¡Perro!
FISH: ¡Sal a la call e a l momento,
que le he de dejar las tripas
No ... puestas a secar al so l!
EL DEFENSOR:
Fish, ¿cuándo vino usted a Chicago? EL DEFENSOR:
Todos los aquí re unidos conocen a este hombre.
FISH:
GORO:
Agua ...
¡Cierra el pico!
EL DEFENSOR:
(Al juez, que intel1la interru mpirle.)
¡Un vaso de agu a!
y usted, ¡cállese también, si quiere sa lvarel pellejo!
(Desorden. Coro se acerca al juez y le 1mb/a.)
(Le falta el aire y el juez ca "sigue tomar la pala-
GORO ( Aullal1do): bra.)
¡Todo esto es una farsa! ¡Mentira! ¡Mentira!
EL DEFENSOR: EL JUEZ:
¿H abía visto a este hombre con anterioridad? ¡Silencio, por favor! El abogado de la defensa tendrá
que responder por desacato a la sala. El t r ibunal
(Señala a Goro.) comprende perfectamente la indignación del señor
FISH: Goro.
Sí ... Agua ... (Al defensor.)
EL DEFENSOR: Continúe.
¡Díganos dónde! ¿En el restaurante de Dogbrú, en
los muelles? EL DEFENSOR:
FISH (en voz baja): Fish, ¿le dieron a usted algo de beber en e l restau-
Si... rante de Dogbrú?
FISH (dejando caer la cabeza):
Grar¡ desbarajustey nerviosismo. Los guardaes-
Eu ...
paldas sacan sus revólveres.v mugen. El médico
corre COIl un vaso de agua, qLle hace tragar el EL DEFENSOR:
Fish antes de qLle el defensor pueda qu itárselo de ¡fish! ¡¡fish !! ¡nFish!!!
las manos. CORO (a grandes voces):
EL DEFENSOR: ¡ L1ámalocuanto quieras! I Puedes seguir bramando!
¡Protesto! ¡Exijo que se investigue e l contenido del ¡El neumát ico viejo se acabó deshinchando!
vaso! ¡Ahora podrá saberse quién sigue aquí mandando!
EL JUEZ (cambialldo una mirada eOIl el fis- (Se apaga la lL/zen medio del tumulto. E/6rgano
cal): vuelve a locar la If Marcha fúnebre», deClzopin, a
Se deniega la demanda. ritmo bailable.)
FLOR DE LOS MUELLES (a gritos, dirigié,,-
rlose a Fish): G
¡Asesino!
EL DEFENSOR: Al hacerse la luz, el juez está en pie y lee con voz
Señoría. monocorde la sentencia. El acusado Fish está
Al no poder tapar blanco como el papel.
84
EL JUEZ: GORO:
Acusado Charles Fish: ha sido usted considerado y prohibió que cualquier 01 1'0 pueda visi tarlo.
culpable del delito de incendio con a levosía y se Il! Yo creo que este viejo habla demasiado.
condena. a quince años de presidio. GIVOLA:
Aparece un cartel: «En el sensacional proceso También pudiera ser
por el incendio del Reichstag, la Audiencia de que se hable demasiado en su presencia ...
Leipzig conde nó a muerte a un obrero sin tra- Amigo Goro, lee este testamento.
bajo que había sido previamente drogado. A GORO ('lrrw'/.clÍndose!o de las 111a11OS \. le·
partir de aquí. la just icia alemana trabaja yel1do):
para Hitler.» ¡Cómo! ¿Roma, jefe supremo de la Policía?
¡Estáis chalados!
GIVOLA:
El jefe así lo manda.
SEGUNDO ACTO Ti.llobit!n ro ":~IO' ..:n Lunlra de esto, Goro.
Es lástima, pero ' no se puede
lene¡- confianza en nuestro querido Roma.
x (E,J(ra Ronza con sus pis/oleros y escucha las
palabre/s de GiI'o/a.)
El'l la habitación de Arturo Ui, en el hOlel Ma-
Ui, tumbado sobre WI divál1, contempla el
/1'lUt.
¡Hola, Roma! Lee este testamento.
techo. Gívola escribe. miel11ras dos guardaes- ROMA (qtliuilldoselo dI! IeIS I/WIIVS a Garo):
paldas, leye/1do por encima de su hombro, 5011- ¡Déjame verlo!
ríen. ¡Caray! ¡Coro convertido en juez!
GIVOLA (leyendo): ¿Y dónde está el pape lucho del vejestorio?
• y es así como yo, Dogbrú, lego en herencia GORO:
al bravo y diligente Gívola mi figón. Todavía lo tiene en su poder
A Goro. que es valiente -si bien en ocasiones y trala, segun pienso, de hacerlo salir fuera.
se precipita a l enva lentonarse-,
Al hijo, ya le he desbaratado cinco engaños.
dejo mi casa de campo y lodos sus aperos.
Al fiel Roma, mi hijo. Soli cito
que Garo sea nombrado juez. y Ernesto Roma. ROMA (extendiendo la 11/Q¡1O):
jefe supremo de la Po licía. Suéltalo, Coro. ¡ Dámelo de una vez!
Correrá a cargo la beneficencia
GORO:
de Gívola, mi amigo muy quel"ido.
Sobre todo quisiera poder recomendar ¿Cómo te 10 he de dar si no lo tengo?
de todo corazón a Artu ro Vi ROMA :
para que. en su día, pudiera ocupar
mi puesto. ¡Si que lo tienes, cerdo, en tu poder!
A todos declaro que es bien d igno de él. ¡Sé muy bien lo que tramas siempre junto a
Creed lo que os dice vuestro siempre fiel [Dogbru!
y viejo y honrado amigo Dogbrú .• No vayáis nunca demasiado lejos.
(Deja de leer.) (Se yergLlel'l furiosos.)
Con esto será su ficien te. Ya está. Os borraré como a manchas de sangre
Cuento con que pronto podrá reventar. si llego a sol·prenderos.
Este testamento será la locura. ¡Sé muy bien 10 que tramas!
Se sabe q ue el viejo ya está moribundo, ¡Siempre junto al viejo!
que tiene una pata ya en e l 011"0 mu n do GORO:
y que pronto esperan darle sepultura. No te atrevas a hablarme como a un matón a
(Entra Coro, tocado con Ul1 sombrero l"Iuevo: sueldo.
el de HookJ
GIVOLA (a Goro): ROMA (a los guardaespaldas):
iA propósito, Coro! ¡Eso va por vosotros!
' de Dog b ru.
°Queo tal va la con ge stOo
c:: I n
., ¡Mirad cómo se os t rata en el cuartel general!
Entended bien: ¡sois unos asesinos
GORO : que cobráis por matar y obedece!'!
No dejó e ntrar al matasanos. Ellos son los amigos de los grandes.
GIVOLA: de los amos del trust.
¿A nuestro magn ífico doctor, f$eitalcmdo a Goro.)
________e_l_q_u_e__
con
___'_a_n_to
__e_s_m_e_r_o__a_te_n_d_i_ó__
a_F_i_S_h_?_____________
s _u_c_a_n_'_is_a__d_e_se te__________________.j~
__d_a__e_s_e_le_g_a_ n__
85
y está cortada por el camisero ¡Mejor sena que pudiera bajar los brazos!
de Clark. Dinos más bien de qué lado estás, Arturo.
¡Vosotros no hacéis mas que las chapuzas,
que los trabajos sucios!
ROMA:
lA Vi.) Arturo,
¡mas vale que se queden con los brazos en alto!
iY tú consientes esto!
GIVOLA:
UI (pareciendo como desperfarse):
¡Sena gracioso que ahora entrara Clark
¿Qué es lo que yo consiento? y nos viera en semejante actitud!
GIVOLA: VI:
Consientes que Roma ataque a los camiones ¡Guarda el revólver, Ernesto! ¡Basta ya!
de Caruther,
ROMA:
¡uno de los dirigentes del trust!
¡No! ¡No lo haré!
UI:
.. Seria gracioso que ahora entrara Clark
¿Cómo? ¿Has disparado sobre los camiones? y nos viera._
ROMA: Despierta, Arturo. ¿No te has dado cuen ta
Fue, simp lemente, un pronto de algunos mucha- de que eres un juguete?
Echos. ¿No ves que quieren liarte con Clark y con
La tropa, a veces, entiende muy mal [Dogbrú?
que sean siempre los desgraciados GORO la Vi):
y no los poderosos, ¡Así es! ¡Desembucha! iEnséñanos tu juego!
quienes deban pasar por el aro.
No, Arturo, ¡qué puñeta! UI:
¡Tampoco yo lo entiendo! ¿Esto quiere decir que me ponéis
GIVOLA: la soga al cuello?
No; no es así. Vosotros bien sabéis
En el trust estan furiosos. que, aun sin resuello,
jEn el trust esta n rabiosos! nada obtendréis de mí
GORO: si yo no quiero.
Ayer me dijo Clark, muy seriamente: Quien ose amenazarme, que se atenga
.. ¡Veremos si eso vuelve a repetirse!_ a padecer todas las consecuencias .
Por eso estaba en casa del abuelo. Quien no tenga una ciega confianza
UI: en mí, puede marcharse. ¡Aquí no se comercia!
Os ralta re y cuando la re falta,
¡Eso no debe pasar más, Ernesto! todo se desbarata.
GORO: ¿Por qué creéis que hago lo que hago?
Jere, iun poco de garra, ¡Porque la fe es mi vida!
o serás desbordado por los perdonavidas! ¡ Porque la fe hago mía!
ROMA (sacando el revólver): Sin fe jamas se llega a ningún lado;
pero con fe, ¿me oís?, s610 con re.
¡Basta! ¡Arriba las manos! a la ciudad he puesto de rodillas.
¡De cara a la pared! ¡Tú también! ¡Fui a ver a Oogbrú con fe!
¡Y cuidado con lo que hacen! ¡Fui al municipio con fe!
UI (apático): ¡Con mis puños)' con fe!
¿Qué pasa, Ernesto? No me los pongas nerviosos. ROMA:
¿Para qué esas inútiles disputas? ¡Y con tu pistola Browning!
¿Que hubo disparos contra un camión de coli-
[nores? UI:
Eso puede alTeglarse, Otros muchos también tienen pistola,
y sobre lodo ahora que esto va ya marchando pel"O lo que no tienen es la fe
suave como una bola de bi ll ar. de estar predestinados a ser jefes.
Los comerciantes Lo que a lodos os pido es confianza.
pagan, por ser un poco protegidos, ¡Creed en mi! iCreed que sólo quiero
el treinta por ciento que les señalamos. para vosotl"OS siempre lo mejor!
En menos de una semana, ¡Cómo nadie conozco vuestro bien,
un barrio entero se ha puesto de rodillas. v encontraré el camino mas directo
Ya nadie mueve un dedo contra nosotros, que habra de conduciros al triunfo!
¡Y yo tengo proyectos aún más vastos! ROMA (a Coro y Cíl'ola):
GIVOLA: i Largo de aquí. ya!
¿Cuáles son? ¿Por qué no nos los dices? ¡Alto!
GORO: (Cac!,ea a Coro.)
¡Que se vayan a la mierda tus proyectos! ¿ Dónde lo tienes, perro?
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GORO; ¡C6mo! ¿Rom., '1" l uo rlmo d,l, pOllcll? ' ¡Elt'l, ch,l,dolt
GIVOLA (Igullmlntl d. '1 ~nd. d. UI): El 1_"
.,110 minal. J Tlmbl'" '1'0 ••10'1' . " co"lr. óe ••10, Goro.
---------------------'--------------------------------------------------------------------------"'"
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UI: al trust como la sombra sigue al cuerpo.
Quieren la coliflor, mas sin escolta.
Ernesto, algo muy grande y nuevo se da en mí.
Los verduleros tienen mucho miedo
Oldda las disputas, no merece la pena .
\ lo peor es que no son sólo ellos:
Tu eres mi más viejo amigo.
mi fiel compañero a quien quiero explicar la mujer de Dullfeet allí gobierna,
desde hace años la firma imponadora
el plan que ahora ya tengo casi a punto y maduro.
Chicago está en el bote. ¡Ahora quiero otra cosa! de coliflor. Se sumaría al trust
de no ser por nosotros. Sin nosotros.
ROMA: la cosa ya estaría rematada.
¿Otra cosa? ROMA:
UI: Segun voo. el proyecto de Cícero no es tuyo.
Si; fuera de aquí también se venden coliflores . sino del trust. ¿'Es cierto lo que digo?
ROMA: Arturo. ahora me explico todo ce por be.
Eso es bien cierto. Pero, ¿por dónde entrar? ¡Ahora está claro el juego que jugamos!
¡Ouieren comerse a Cícero y tu eres el obstáculo!
UI: Mas, ¿cómo desbancar·te sin dar el espectáculo?
Por la puerta grande o por la de servicio. ¿Qué hacer contigo?
Por la vcnlana también se puede entrar. El testigo
El procedimiento jamas me preocupa . siempre molesta.
Amenazas. ruegos. súplicas. injurias ; ¡Oogbru confiesa!
con SU3\' C "iolencia o abrazo de hierro ... y recomienda
En fin . como aqui. eliminar la gente
ROMA: introducida por él mismo
Bueno. fuera de aquí quizá sea distinto. \ qu\,' Ic ' roOl,.' :\1 bord\" del abismo.
Ese es su plan, Arturo.
UI: Todos están metidos en la misma talega
En una ciudad pequeña. de provincias . y en el mismo negocio.
pienso hacer un ensayo general. 1I:
No creo que las cosas sean muy diferentes .
quc e .. una \"un'pil;H: iun ?
(1\,'\.',
ROMA :
Es cierto ... No me dejaron ni acercarme a Cíce.-o
¿ Dónde quieres organizar \ ..:.,0 me ~oq)lenJiu .
este ensayo general? ROMA:
UI: Te lo suplico. Arturo; déjame poner orden
En Cícero . a mi manera en este errado asunto.
ROMA: Asalto con mis hombres la casa de Dogbt"Ú
Allí esta Ignacio Dullfeet con su ruío diario. y digo que lo llevo al hospital.
Aprovecha la mañana de los sábados En vez. lo dejo en el cementerio
para acusarme de haber hecho dobla.- y asunto concluido. ¡Es bien fácil!
la servilleta a Sheet. UI:
UI: Recuerda que Goro vive en casa del viejo.
Esas inventivas deben terminar. ROMA:
ROMA: Ya lo sé y no me importa .
Podría hacerse con facilidad. Por mi. puede quedarse.
PcriodislilJas de su catadura (Ambos ~e miran.)
~iempre tienen enemigos quisquillosos.
UI :
UI: ¿Y GivoJa?
y deben terminar sobre la marcha .
El trust esta negociando allí. ROMA:
ROMA : A la vuelta iré a encargarle unas coronas
mortuorias bien grandes: una para Dogbrú
¿Ouién IIC\'3 las conversaciones? y la Olra para Goro. el payaso.
UI: iY el pago. a tocateja!
Clark . (En se/la su revólver.)
Pero tiene problemas causados por nosotros . UI:
ROMA : Hay que romper en pedazos este plan infame
¿También anda metido en esto Clark? que contra mí tramaron Dogbt"Ú. Clark y Dullreet.
No tengo en ese tipo ni un ochavo para dejarme a un lado en el golpe de Cícer·o.
de confianza . En ti confío .
UI: ROMA:
En Cícero se dice que seguimos Tienes razón. Mas deberás venir
88
a arengar a mis gentes y a mostrarles
las cosas tal cual son. Tú me conoces
\' sabes bien que no es mi ruerte hablar.
UI (estrechándole las manos):
De acuerdo. iré.
ROMA:
A las once.
U J:
¿Dónde?
ROMA:
Al almacén.
(A los pistoleros.)
¡Arturo ya esta con nosotros!
¡Va os lo había dicho!
¡Soy ya otro hombre! Esto es, ¡al rin!, acción.
Sale rápidamente, seguido de sus hombres.
Ui, camina/ldo de tm lado para otro, madura el
discurso que Iza de pronunciar aHle los ¡'omb,.e .~
de Roma.
U1:
Amigos:
con no poco dolor llegó hasta mis oidos
la triste novedad de que, a mi espalda misma,
una infame traición alguien tramaba.
Gentes que, hace algún tiempo, muy cerca de mí
[estaban,
...e han unido. Rabiosos de ambición
\, por naturaleza, ávidos y sin re,
proyectaron de acuerdo con el trust. ..
(no; esto no puede ser, esto no vale)
proyectaron de acuerdo ... (¿con quién?) Va ...
[con la Policio
89
GORO: de metal!
Esto. viniendo tras 10 de los camiones, ¡Más nos vale prevenir
es la guerra segura, ¡Aquí no hay más cojones! que curar!
UI: Un telón de hierro cierra lentamente la pLlerta del
Yo no temo a la guerra. almacbl.
GORO: ¿Queda el paso libre?
¡Perfecto! No la temas. Pero te encontrarás ALTAVOZ la U" lado):
frente a los periódicos y a toda la ciudad. ¡Un camión de guardias toma por Churchstreet!
El honorable Oogbrú no es cómodo enemigo; ROMA (con voz cortante):
por todas partes tiene mil clientes y amigos.
¿Para?
Jefe. se razonable. ¡No juegues a perder!
ALTAVOZ:
UJ :
¡No!
No preciso consejos: conozco mi deber.
UN PISTOLERO (el1trando):
Aparece un cartel: «La muerle inminente c:W1 ¡Dos han vuelto la esquina!
viejo Hindenburg desencadenó encarrüzadas ¡ Llevan los faros
riva li dades entre los nazis. Alg\.loOS círculos casi, casi apagados!
influyentes insistían en la necesidad de elimi- ROMA:
nar a Ernest Róhm. Se pelíilaba ya la ocupa- ¡Es una maniobra contra Arturo!
ción de Austria.» ¡Givola y Coro -¡cerdos!-Io han vendido!
¡Se lanza ciegamente hacia la trampa!
¡Rápido! ¡Venid! ¡Antes de que llegue!
XIII UN PISTOLERO:
i Lo que vamos a hacer es un suicidio!
VII abnacéu, de /loche . Se oye llover. EmeS10
ROMA:
Romayeljovel1lmw. En segundo térmil¡o, WIOS
¿Un suicidio, mamón? ¡Ya es tiempo del s ui cidio
pistoleros.
-¿ me oyes?- tras dieciocho años de amistad!
INNA:
INNA (COI1 voz clara):
¡La una de la madrugada!
¡El telón! ¿listos los naranjeros?
ROMA:
UN PISTOLERO:
Seguramente lo han entretenido. Si.
INNA: INNA:
¿Será posible que dude? ¡Arriba elte l6n!
ROMA: El telóI7 de hierro se eleva lelllame/1te. Vi y Gí·
Si. muy bien pudiera ser. vola entral1 con paso rápido, seguidos de sus
Pero vendra. puedes estar seguro. guardaespaldas.
Lo conozco bien, Inna. ROMA:
(Silencio.) ¡Arturo!
¡Ay! Cuando vea a Garo INNA (en voz baja):
tumbado sobre las ba ldosas como un puerco ,
tendré el corazón a gu sto: ta n a gu sto Viene con Civola.
como tras haber mearlo la borrachera. ROMA:
y eso será muy pronto. ¿ Qué sucede?
UN PISTOLERO (al'allzando): Estábamos preocupados por ti, Arturo.
Los muchachos quieren beber un trago . (CO/1 risa sOllora.)
ROMA: ¡Diablos! ¡Ahora todo va b ien!
¡No hay tragos! VI (con voz ronca):
¡Esta noche los quiero despejados! ¿Qué es, enlonces, lo que podía ir mal?
ALTAVOZ (5;'1 aliento): INNA:
¡Se va a armar, si n duda. la marimorena! ¡Temiamos que se armase el tomate!
¡Dos coches blindados Dale la mano, jefe, sin temor.
con la bofia dentr'o i Por poco hace un instante nos metemos.
están ahi parados! con él al frente. e n un berenjenal
¡Jesús, qué momentos! por defender tu causa . ¿No es verdad?
ROMA: Vi avanza hacia Roma y le tiende la mano.
i Bajad aprisa e l telón Roma se la toma, pero de {orma que 110 puede
90
requerir su arma. Rápido como el relámpago, XI V
Gívola lo tumba de un tiro.
VI (señalando a los pisToleros): En la floristeria de Gívola. Entra Ignacio Dull-
Esos, ial rincón! (eet, en compañía de Betty DuU{eet.
Los hombres de Roma se quedan desconcertados D U LLFEET :
y son empujados hasta un rincón, con Inna a la Vengo de mala gana.
cabeza. Givola se inclina sobre Roma, tendido BETTY:
en el suelo. ¿Por qué? Roma ya no está aquí.
UI (a los pistoleros, adosados a la pared): D U LLFEET:
Vuestro infame complot contra mí está bien claro; Lo han matado.
también lo está el que tramábais contra Dogbrú, BETTY:
pero yo os gané a todos por la mano. Eso no importa ahora; lo que cuenta
¡OS voy a enseñar a buscarme las vueltasl es que ya no está aquí.
GIVOLA (señalando a Roma): Clark dice que Arturo ha doblado ya el cabo
¡Este mala sombra, jefe, vuelve en sí! de las tormentas.
VI (sin hacerle caso): ¡Hasta los elegidos han de pasar por él!
Proseguir el combate sólo ha de despertar
Esta noche estaré en la finca de Dogbrú. sus más bajos instintos de fiera ...
(Sale precipitadamente.)
D U LLFEET:
INNA (de espaldas a la pared): No estoy nada seguro de que pueda gana r
¡Banda de ralas apestosas! ¡Hatajo de traidores! nada absolutamente, por callar.
G IVOLA (a sus hombres): BETTY:
¡Fuego! No son tigres.
Los prisioneros son abatidos con unas ráfagas (Entra Coro por tUl costado, con el sombrero de
de metralleta. Roma puesto.)
ROMA (va/viendo en si): GORO:
¡Gívola! ¡Qué desgracia! ¡Hola, señor Du ll feet!
¿Ya llegaron ustedes?
(Se vuelve penosamente con /a cara blanca como El jefe está ahí adentro y les espera
el papel.) encantado, pero yo he de largarme.
¿Qué ha pasado? ¡V de prisa!
GIVOLA: Que me vieran sería muy grande desatino,
Nada. tras haberle mangada a Cívola el borsalino.
Algunos traidores pagaron su traición. (Ríe tal1 fuerte que el techo se descascarilla. SalE.
agitando la mano.)
ROMA:
D U LLFEET :
i Lengua de víbora!
¿Qué has hecho con mis hombres? Su rabia es peligrosa,
pero peor aún es su alegria.
(Gívola Ha contesta.)
B ETTY:
¿Y Arturo?
¿ Dónde está? ¡Cállate, Ignacio!
¡Aquí no digas n¡ una so la palabra!
GIVOLA : D ULLFEET (amargamente):
Se ha ido. Ni aquí, ni en lado alguno.
ROMA (mientras lo arrastran COtara la pared): B E TTY:
¡Cerdos! ¡Hijos de puta!
¡Qué hemos de hacerle!
G IVOLA (glacia l): En Cícero se dice que muy pronto
Tengo el pie zopo. ¿no es eso lo que piensas? Vi ocupará el puesto del difunto Dogbrú.
pero tampoco más que tu cabeza. Y lo que es aún mas grave:
¡A ver si vas ahora con buen pie, que nuestros verduleros
amigo mío. hasta la pared! se aprestan a ingresar. con todo honor,
Aparece un cartel: «En la noche del 30 de junio en las filas de l trust.
de 1934, H itl e r ataca por sorpresa a su amigo D U LLFEET:
Róhm en el hote l en que éste le esperaba para A mI me han destrozado
desencaden ar u n golpe de estado contra Hin- ya dos rotalivas.
_______d_e_n_b_u_r_g__y_Goe__ri_n_g_"_._________________________iA_y__
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__ía_,__________________________ --JII>
91
estamos arreglados! ni debe tolerar la coacción.
(E"tran Givola y Vi, con la mallo tendida.) UI:
BETTY: Es comprensible; no hay el menor temor.
¡Hola, Vi! la coacción no se admite. que se impone
UJ: por la necesidad de una fuerza aún mayal'
¡Sed bienvenido, Dullfeet! DULLFEET:
DULLFEET: Hablemos con franqueza.
Si la fusión con el trust de la colinor
Señor. seamos sinceros: puede significar
yo dudaba en venir dado que ... que, por casualidad.
UJ: reinara entre nosotros el dolor
¿Dado qué? y la sangrienta confusión
En todas partes es bien recibido en la que gime Chicago,
un hombre valeroso. . ¡jamás ha de tener mi aprobación!
GIVOLA: (Si/el'lcio.)
iY una mujer hermosa! UI:
DULLFEET: Señor Dullfee1. quisiera yo también sede franco.
A veces he llegado a pensar, señor. ya su franqueza debo responder con la mía.
que tenía el deber de luchar contra usted. Puede que. en otros tiempos, hayan pasado cosas
UI (interrwnpiéndole): no del todo ajustadas a las normas estrictas
¡Malentendidos! ¡Tan sólo malentendidos! de la moralidad; son lances que suceden,
Si desde el primer día hubiéramos sabido a veces, en la lucha. Pero debo advertirle
uno del otro, jamás se hubiera producido, que jamás acontece nada grave entre amigos.
Dullfeet. lo que yo quiero de usted es solamente
en nuestras actitudes. esta disparidad. que de ahora en adelante tenga confianza en mi.
DULLFEET: También quisiera hablarle de un detalle concreto:
La violencia ... deje de publicar todas esas patrañas
, esos cuentos de horror. No atice mas el fuego. •
UI (interrwnpié"dole):
No hay nadie que la odie más que yo. DULLFEET:
Creo que la violencia no es preconizable, Señor.
mas para ello es preciso ser hombre razonable. se puede fácilmente no aludir a las cosas
DULLFEET: cuando estas no suceden. Lo contrario es difícil.
Mi objetivo ... UI:
UI (interntmpiéndole): Así espero que sea. Mas si. de vez en cuando,
Es absolutamente igual, es idéntico al mío. se soltara la chispa de un pequeño incidente
Los dos deseamos que corra el dinero, (piense que el hombre es hombre. a su pesar: no
que marche el comercio [ángel),
y que se obtenga el precio quisiera que no escriba que mis fieles muchachos
que pennita vivir al verdulero. andan a tiro limpio por calles y rincones.
Debemos brindarle nuestra protección No niego que es posible que pueda acontecer
por si es atacado; que alguno de los nuestros diga alguna palabra
el desgraciado ruera de su lugar, o dé un grito de más;
quiere vender coles con tranquilidad. eso es una minucia disculpable y humana.
DULLFEET (firmemente):
BETTY:
También debe escoger con libertad
si quiere o si no quiere protección. Si. señor Ui:
Picnso que es la primera condición. mi marido le entiende, es muy humano.
GIVOLA:
UJ: y por humano. también es respetado.
Le digo que también lo es para mí. y puesto que hemos hablado con paz y concordia
Tan sólo si decide libremente y aclarado las cosas como buenos amigos.
quién ha de ser, o no, su protector, yo quisiera enseñarles mis nares.
podrá lograrse que la colinor
UI (a DuUfeet, miefllras salen):
vuelva a los cauces en que normalmente,
con toda confianza. ha de nuir. Después de usted. por favor.
DULLFEET: Visitan la {7oristeria de Gívola. Ui acompaña a
Me alegra oírle su aseveración. Betty y Givola a Dull{eet. Dura/1te la escena, los
No quisiera ofenderle. pero observe dos gnlpos aparecen y desaparecen alternativa·
que la ciudad de Cícero no puede mente entre las flores. Emran Givola y Dul/feel.
92
GIVOLA : GIVOLA:
He aquí, querido Du llfee t, los robles de l 13p6n. No miente w.sted: la muerte es mi razón de ser.
DULLFEET: DULLFEET:
De los pequeños lagos son la decoración. La violencia no siempre es e l mejor cam ino.
GIVOLA : GIVOLA:
Hasta la orilla saltan los peces de colores. Pero sí es e l que lleva derecho a l obje ti vo.
DULLFEET: DULLFETI:
Dicen que a los malvados no les gustan las nares. Sin d uda .
(Desaparecen. Emr~m B ett)/ y Arturo Ui.) GIVOLA:
BETIY: Pero está usted muy blanco .
E l hombre fue rte es fue rt e sin bruta les presiones. DULLFEET:
UI : E l aire impu ro.
Sólo, si habla la pólvora , ent iende las razones. GIVOLA :
BETTY: ¡Usted no aguanta fl ores! ¡De eso estoy bien
Un sólido argumento puede abrir corazones. [seguro!
UI: (Desaparecen. Entran Belly y Arturo Vi.)
Pero no con quien debe hacer las concesiones. BETIY:
BETIY: Se compren den ustedes y yo estoy enca ntada.
El revólver, la fu er¿a, la coacción, la int riga ... UI:
UI: Una vez que se sabe la can tidad apostada ...
Aspiro a ser realista en la cosa política. BETIY:
(Desaparecen. Entran Gívola y Du/lfeer.) Hay amistad q ue crece dentro del huracán ...
DULLFEET: VI (poniélldole la mano ell el hombro):
La no r ja"más padece nues tro culpable ardor. Me gus ta n las m uje res q ue no d udan j amas.
GIVOLA : Aparecen Cívola y Dull{eet, m uy pálido. Este ve
Puede ser Que, por eso, yo ame tanto la flor. la mano de Vi sobre el hombro de SlI mujer.
DULLFEET: DULLFEET :
De un día al o tro dia tra nscurre su existencia. ¡Vámonos ya, Be tly!
GIVOLA (con lonillo cóm ico y malicioso): UI (avall zando hacia él con la mano tendida):
S in páginas im presas q u e hos ti gue n su paciencia . Dul lfeet , su decisión
(Desaparecen. E ntran Belty y Arlltro Vi.) le honra. A Cícero ha de ser de gran utilidad .
Que se pongan de acuerdo
BETTY: dos hombres bien dispuestos a trabajar en paz .
Se dice . señor Ui. que vive como un santo. GIVOLA (dándole unas /1ores a Betty):
UI : Belleza para la bella.
El alcohol y e l tabaco me producen espanto. BETTY:
BETIY: ¡Oh , qué esp lendor, Ignacio!
¿Cuá l es su pensamien to fre nte a la re li g ión? ¡Qué d ichosa me siento!
UI : (Salen marido y mujer.)
Me proclamo cristiano. Creo que Cristo es Dios . GIVOLA :
BETTY: Aunque sea despacio,
No se enfade conmigo. no le he de alOrmentar. esto, jefe, podrá servir a n uestro anhelo.
¿ Pud iera hab larme a lgo de la c ues tión socia l? UI :
UI : No sé . no sé. Oc es te hombre no me fio ni un
Soy socia l; de una simp le ojeada, bien se ve . [pelo.
Los ricos tambico notan, a veces , mi poder. ApareceuII cartel: cEn 1934 y bajo la presión de
(Desaparece", E11lrall Cívota y DuUreel.) Hit ler, el primer minis tro austriaco, Dollfus,
DULLFEET: accedió a pone r fin a los ataq ues de la Prensa
También las nores viven sus acon tecimientos. de su país cont,'a la Aleman ia naz i. -
GIVOLA :
Usted lo ha dicho bien: en los enten·amientos. xv
DULLFEET:
________________________________________"______________________________________________________
Olvidé que las flores le daban de comer Taiíen las campanas. Un {éretro es conducido al--J,. lrrrrrrr...
93
mausoleo de Cícero. Detrás van Betty Dullfeet, hubiera de pronunciar:
de luto riguroso, Clark, Arturo Vi, Coro y Cíl'ola; ¡asesinos!
estos ú ltimos portan grandes coronas mortuo- GO RO:
rias. Tras haber/as depositado, Vi, Coro y Gívola ¿Y la colinor?
se quedan a la puerta del mau.soleo; en su inte- ¿Quieren vender o no?
rior se oye la voz del sacerdote. FLAKE:
LA VOZ: No asesinando.
Del fiel Ignacio Dullfeet el despojo mortal GORO:
encuentra ya e l descanso )X>strimero y fatal. ¿Y de que otra manera
Aquí acaba una vida de pobreza ejemplar: quería que se hiciera?
horra de toda suerte de goce terrenal. Si nosotros matamos la temera
Sobre el hombro de Dullfeet un ángel del Señor, y empezamos I~ danz.a,
a la puerta del cie lo, ya su mano posó. ¿quién saca la barriga de mal año
Escuchad lo que dijo y pOI' su boca hab ló: sin el menor daño?
he aquí un hombre decen te que en la vida cargó ¡Esto sí que está bueno, como hay Dios!
con el f3¡rdo de todos y a todos animó. ¡Reclamar el bistec. y al marmitón
A partir de este instante. siempre. en cada sesión llamarle tarambana y maricón!
que celebre el ilustre Concejo Comunal Pueden hincharse. pero sin gruñidos.
se hará un grave silencio: todos esperarán Y ahora, i~ sus casas. por donde han venido!
Que Ignacio Dullfeet hable con decente hablar. F LAKE:
Acaba de perder. hermanos, la ciudad
la voz de su conciencia. Clark. ¡en ma la hora nos trajiste a esta gente!
Ignacio Dullfeet: descansa etemamente en paz. CLA RK:
Amén. ¡Y que lo digas!
GIVOLA: (Sale" los dos COIl aire sombrio.)
¡Un verdadero hombre de tacto! GORO:
Ni una palabra sobre la forma de morir. No permitas, jefe.
GORO (que lleva puesto el sombrero de Dull- que nadie te agüe la fies ta en este entierro.
(eel): GI VO LA:
¿Ese un hombre de tacto? ¡Silencio! Ahí está Betty.
i Le cuelgan los cojones!
¡ Es un hombre que tiene siete hijos! La viuda de Dullfeet sale del mausoleo. Vi se le
(Clark)' Flake saleH del mausoleo.) acerca. De dentro llega talO mlÍsica de órgano.
CLARK: V I:
Señora. quiero expresarle mi condo lencia.
¿Pero cómo? ¿Montando guardia aquí
y la verdad. incluso ante la muerte, Ella pasa si" decir LUla sola palabra.
no puede hacerse oír? GORO (rugieudo):
GIVOLA: ¡Eh! ¡Deténgase!
Amigo, La se"lora se detiene y se vuelve; está muy
¿a qué viene ese tono bruta l? pálida.
Este san to lugar VI :
debe dulcificar le:
Ya le dije. señora:
el jefe está de mal-
«Quiero expresarle mi condolencia .•
humor y no conviene cabrearle .
¡ Debe llevar las cosas con paciencia!
FLAKE: Dullfeel. que en gloria está. ya se ha marchado
¡Asesino! Dullfeet supo cumplir de este mundo traidor.
con su palabra y estarse callado. pero la coliflor
GIVOLA: ahí sigue sin sa lir por ningún lado.
Y ahora. señora, quiero recordarle
Callar es poco y no basta.
que le prometo brindarle
Nosotros necesitamos
protección .
gentes que sean capaces
¿La acepta?
no tan sólo de callar.
¡ Deben esta .' dispuestas, por nosotros. BETTY (mirando al cielo):
a hab lar! ¡Y hab lar muy fuerte, si es preciso! ¿Cómo se atreve a hacerme usted esta oferta?
FLAKE: ¡Todavía Dullfeet no se conv irt ió e n polvo!
¡Más os val ió que ca ll ara! VI:
Porque si llegara a hablar. Señora, sólo puedo lamentar lo ocurrido.
una pa labra tan sólo Le juro Que este hombre tan vilmente abatido.
94
8ETTY DULLFEET: Juro loIlmnlmenll ante 101 realoa f dI mI marido mUlrto y Intlrrado. / odiar mi voz II no pronuncll I'empre ' unl 101.
_______________________________________________________
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fue mi amigo. en vez de vanas fórmulas sociales
BETTY: - .. buenas tardes, señora_, .. vamonos a cenar»-,
¡De us ted fue la mano que apretó el gatillo una so la palabra: ,,¡Des truid a Arturo Vi!_
cuando é l le tendía su mano de amigo! GORO (amenaz.ador):
i La muerte anida ¡No metas tanto ruido, muñeca!
en su mano tendida! UJ :
No encuentro palabras.
Rodeados de tumbas, como estamos,
UI: mas dulces sentimientos serían prematuros.
Jamás se encuenlran cuando no habla el corazón. Yo le hablo del comercio y el comercio
BETTY: no conoce la muerte.
¿Y usted llama corazón BET T Y:
a aquello que le hace hab lar? ¡Oh, Ignacio mío!
¡Sí! ¡Le creo! ¡Le creo! ¡Sé que es cieno! ¡Ha llegado el momento!
¡Cuando usted mata, habla su corazón! ¡Ahora caigo en la cuenta de que tú ya estas
Su a l ma nació para mentir. Su honor [muerto!
tiene una sola meta·: el engañar. VI :
¡ La vista de la sangre le despierta ¡Así es! ¡Al fin pudo comprenderlo!
un sagrado entusiasmo! ¡Si la violencia explota, Piense que su marido ya esta muerto.
usted respira el aire de la felicidad! Le queda a usted una última
UI : protección.
¡Bien sabe que soy yo!
Señora: tengo por norma el oír al adversario
tranquilamente, incluso si me agobia de afrentas. B E TTY:
Yo sé bien que entre ustedes no me tienen apenas ¡Todo esto dice usted a la viuda
el más mínimo afecto que al hombre es necesario. del hombre que mató!
Yo salí de la nada y mi extracción iEs un tigre sediento de la sangre
del humilde arrabal de Nueva York que él mismo derramó!
cs el gran argumento y el peor. Que volveria hasta el lugar del crimen,
Con mi tono brutal y con mi forma ¡bien lo sabia yo!
de llamar al pan, pan, y al vino, vino, Pero su intento acabara rallando,
doy cada día un paso en el camino ¡lo juro como hay Dios!,
fatal a cuyo extremo está la horca. porque el dolor siempl-e clamará al cielo
Señora, usted vive de la colinor. el ¡ay! de su dolor,
Yo también. y el crimen pedirá eterna venganza
Y es mejor con su más fi rme voz.
que ese puente nos una UJ :
y que la fonuna Está ya todo hablado.
sea para los dos. He de proteger a Cícero.
Amén.
B ETT Y:
BETTY:
¡Que Dios nos proteja de este protector!
¡Un puente que nos una!
¡No! ¡De manera alguna! UJ:
¡Lo que hay entre los dos es un abismo ¿Qué responde?
cavado por la sangre y el cinismo! (Le tiende la mano.)
UI : ¿Amigos?
Una ama]-ga lección hoy me aconseja B ETT Y:
no hablarle de hombre a hombre. Yo prefiero iNO! ¡Jamás! ¡Antes la muerte-!
hacedo con mi acento más sincero (H uye eSlrenzecida.)
y hablarle como lo haria al dirigirme a la pa-
[trona Aparece un cartel: «La ocupación de Austria
de alguna sociedad importadora . fue precedida por el asesinato del primer mi-
.. Decidme, ¿qué tal va la coliflor? nistro, Dollfuss. Los nazis prosiguieron inean:
La vida sigue andando sablcmente sus esfuerzos para ganarse las
-según voy observando-- simpatías de Austria.»
pese a tanto dolor._
B ETTY :
Si, sigue andando. y qLJ iero dedicarla XVI
a descubrir al mundo de qué ponzoña muere.
Juro solemnemente ante los restos En el barrio del mercado yen la aswnblea de los
de mi mm-ido muerto y enterrado, verduleros de Chicago. Están lOdos im€nsa-
odiar mi voz si no pronuncia siempre, lIlellle pálidos_
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VERDULERO PRIMERO: como si'fuera un jefe
¡Matanzas!
de Cícero?
¡Pillaje! ¡Arbitrari\!dad! VERDULERO PRIMERO DE CICERO:
¡Ha caído la ciudad A punta de pistola.
en manos de la abyección! VERDULERO SEGUNDO DE CICERO:
VERDULERO SEGUNDO: Nosotros cedemos ante la fuerza.
y lo que es aún peor: VERDULERO PRIMERO DE CHICAGO:
¡Tolerancia!
¡Oué cobardía!
¡Cobardía!
¡ Dejadez y aceptación! ¿Y vosotros sois hombres?
¡Quita allá!
VERDULERO TERCERO: ¿No hay jueces en Cícero?
Recuerdo bien que en enero, VERDULERO PRIMERO DE CICERO:
cuando una pareja de ellos
No.
IUl' a mi ca~a c:n .,on d ..- ""dio
gritando: _¡ Brazos en a lto!., VERDULERO SEGUNDO DE CICERO:
le,> dije: Ya se acabaron.
• Podéis llevaros la registradora VERDULERO TERCERO DE CHICAGO:
con la razón de la ametralladora .•
Es preciso, muchachos. defenderse.
VERDULERO PRIMERO (excitándose): ¡Escuchad me! Tenéis que poner fin
¿Por qué llamar dejadez y acabar de raíz
a lo que fue sensatez? con esta peste negra que lodo lo devora.
Cuando estábamos l!"anquilos. VERDULERO PRIMERO DE CHICAGO:
prósperos y decididos.
Primero una ciudad, después la otra ...
aun rechinando los dientes
El deber ciudadano, iqué puñcta!,
y pensando en los clientes,
os fuerza a utilizar la bayoneta.
pagábamos protección
todos. sin decir ch itón. VERDULERO SEGUNDO DE CICERO:
¿Y por qué hemos de ser sólo nosotros?
VERDULERO SEGUNDO:
Sabed que, en todo esto, nos lavamos las manos.
i Eso nos pasa a nosotros
porque nos falt.a valor!
VERDULERO CUARTO DE CHICAGO:
Si Dios nos lo permite,
VERDULERO CUARTO:
nos queda la esperanza
¡Nos faltan armas! de que ese cerdo, un día.
Pero vendo coliflor se tropiece con alguien
y no soy un pistolero. de bastante pujanza
VERDULERO TERCERO: que le enseñe los d ientes.
Yo tengo la esperanza de que ese cerdo un día Fanfarrias. Hacen Sil entrada Arturo Vi y Beuy
se encuentre con la justa horma de su zapato. Duf/feet, ésta de lUlO riguroso, seguidos de Clark,
Mas dejemos primero que ensaye su teatro Coro, Cívola y los gorilas. Forman calle por la
en algún escen.ario que esté en la lejanía.
que se ade/ama Arturo Vi. Los gorilas se silúan
VERDULERO CUARTO: al fOlldo.
Digamos que en Cícero. GORO:
Entran los verduleros de Cícero, también pálidos ¡Buenos días. muchachos!
como muertos. ¿ Llegaron todos los de Cícero?
LOS DE CICERO: VERDULERO PRIMERO DE CICERO:
¡Hola, Chicago! Así es.
LOS DE CHICAGO: GORO:
¡Hola, Cícero! ¿Qué es lo que os trae por aquí? ¿ y los de Chicago?
LOS DE CICERO: VERDULERO PRIMERO DE CHICAGO:
Nos han convocado. También estamos todos.
LOS DE CHICAGO: GORO la Ui):
¿Quién? Todos están aquí.
LOS DE CICERO: GIVOLA:
El. Verdu leros, os doy la bienvenida.
VERDULERO PRIMERO DE CHICAGO: Recibid el sa ludo más cordial
Pero. ¿cómo puede convocal"()~ del trust de la coliflor.
y dar órdenes. ~~~ ~
--------------------------------------~~
97
Señor Clark, por favor. No admito un .. sea asÍ» a regañadientes,
CLARK: ni un .. como guste. tímido y prudente.
Una buena noticia quiero daros Ouiero que cada cua1. con claridad.
se pronuncie a su entera libertad.
porque adivi no que habrá de agradaros, ¿Oué es lo que os exijo,
El almacén al por mayor hombres de Cícero?
de Betty Dullfeet, la mejor ¡Un .. 51. rotundo y dado con la frente muy alta!
compañía de importación, (Cuando yo quiero algo. siempre Jo quiero a fondo.
tras larga conversación Odio las medias tintas. por eso cavo hondo.)
aunque difícil, a ratos Y a vosotros, los hombres de Chicago.
(no hay sacrificios baratos), de nuevo la pregunta también hago.
ha acordado la fusión ¿Ouién esta a mi favor?
con la empresa de los docks: IDecidlo sin rubor!
el trust de la coliflor. Aquí debo advertir
En consecuencia, de ahora en adelante que, quien no está conmigo.
la coliflor será suministrada está en contra de mí
por e l trust . Y verán acrecentada y es mi enemigo,
la paz qye es necesaria a cada instante. En su conducta deberá buscar
Ya están fijados las causas de su mal.
lo'!' nu~\'os precios,
algo aumentados. GIVOLA:
Y como aprecio Antes de decidir.
011 nuevo miembro todos deben oír
de nuestra empresa, a la señora Dultreet:
le doy la mano. la viuda del hombre al que tanto quisieron,
Señora mía: BETTY:
sed bienvenida, Hombres de Cícero y Chicago,
(Clal'k y Betty Dull(eet se estrechm1 la mano.) ahora que quien fue vuestro amigo.
mi llorado marido,
GIVOLA: ya no esta entre los vivos."
iEscuchad a Arturo Ui! GIVOLA:
VI (avanzando hacia el micrófono): ¡ Descanse en paz!
¡Hombres de Cícero y de Chicago! ¡Mis amigos! BE1TY:
¡Ciudadanos! ¡Prestad a cuanto os digo,
benévolos oídos! ".quiero pedir
Cuando el viejo Dogbrú , aquel anciano que, puesto que ya él
honrado y respetado, no os podrá proteger.
que Dios tenga en su gloria, pongáis toda la fe
me pidió hace ya un año en Anuro Ui.
que protegiese aquí la venta de las coles Esto es lo que yo hago
contra viento y marea y otras cosas peores, tras haberlo podido conocer
jamás en mi emoc ión pude pensar en estos tiempos duros para mí...
que algun día llegara a demostrar GORO:
que no defraudarla su esperanza. iQue los que estén a favor de Ui,
Mas Dogbrú ya está muerto. levanten la mano!
Todos pueden leer su testamento. (AlgW'IOS levantan la mano.)
Desde que, a su llamada, di mi contestación,
la venta de ultramarinos UN VERDULERO DE CICERO:
va por muy otros cam inos, ¿Tamb ién se puede abandonar la sa la?
y el comercio del pepino, GIVOLA :
de la cebolla y la col
ya no está sin protección, ¡Cada uno puede hacer lo que le dé la gana!
Otro héroe también se fue: (El verdulero sale '10 muy decidido. Le siguen
aludo a Ign acio Dullrcet. dos guardaespaldas. Se oye LOJ disparo.)
El me pidió protección GORO:
para Cícero. mas yo Ahora ustedes.
le puse una condición: ¿Cual es su decisi6n?
que tal fuera el deseo
más sincero (Todos levantall ambas mmlOS a la vez.)
dc cada verdulero . GIVOLA:
.. Sobre Cícero. nada de presión ¡La votación ha terminado!
-dije a los míos-; estáis bien advertidos: Jefe. los verduleros de Cicel'O y Chicago,
sobrc Cícero, ninguna coacción .• temblorosos de gozo
98
y con la emoción alenazándoles el alma, ¡En todos los lugares se vende colillor!
te dan las gracias por lu protección. ¡En San Luis y en Columbus! ¡Miami y Charlestónl
VI: ¡ Flint, Ithaco.. Milwaukee, Linte Rock y New York!
Acepto con orgullo vuestro agradecimiento. ¡Ni un «q ué asco_ de dcsprecio
Cuando hace quince años me puse en movimiento ni un «no me gusta así.,
podrán ponerle precio
-yo, un hijo de l suburbio ruín y desheredado ,
que para colmo de males era obl'cro parado-- a la marcha de Ui!
y seguí la llamada
de la providencia
con sie te camaradas E PILOGO
de probada decencia,
quise hacer de esta ciudad (Dicho por el actor qtle interpreta a Vi.)
el imperio de la paz.
Esa es la realidad. Respetable público: aprendamos a ver,
Pero la paz hay que sabe r guardada. en vez de mirar como borregos.
Para ello he enca l'gado sin demora En vez de charlar,
una pan ida de ametralladoras bla. bla, bla. bla, bla.
y de coches blindados debemos actuar.
y bien acorazados. Lo que ha beis visto estuvo a punto
De todo lo que fuere necesario de dominar el mundo
habrá en cada ocasión: aún no hace tantos años.
¡armas para combatir Los pueblos terminaron por tener la razón,
la traición! pero nadie puede cantar victoria antes de tiempo.
Armas para conseguir, ¡Todavía es fecundo
¡qué sé yo! el vientre que parió e l suceso inmundo!
Pues no tan sólo Cícero y Chicago reclaman Respetable público: aprendamos a ver.
nuestra presencia y nuestra protección. en lugar de mirar como el cordero
Sino también otras ciudades: que marcha al matadero . • FIN.
¡Toledo! ¡Cincinatti! ¡Piusburg y Princetó n!
¡Albany! ¡Kansas City! ¡Den\'er y Wash ingtón ! (FOTOS: AI-An dalus)
UI: Ou'-ehKerOe M '. dud8d el lm~ rlo Ótl I. pu. P.ro" p.l h., qu. ,."'r liJu. rd.rI•. P. r. ello h•• nc.'V.d o a'n d.mo. a un. partkl.
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