Literatura Norteamericana

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Hemos llegado a la poesía de Emily Dickinson, una de las poetas más interesantes y

perfectas, no solo de la poesía norteamericana; también de la historia universal de las


letras.
Al promediar el final del siglo XIX, casi todos los grandes poetas de América habían muerto
y la atención del público no estaba dirigida hacia este arte. La poesía se manifestaba como
algo estancado, y ni siquiera la notable publicación entre 1897 a 1902 de la obra de E.A.
Robinson logró sacudir esa apatía. Hasta que sorpresivamente, hacia la última década de
ese siglo, aparecieron los poemas de Emily Dickinson y tras las palabras, las imágenes y el
sentido de esta controvertida mujer, la indiferencia se vio sacudida y se abrió paso una
nueva expresión poética en la lengua inglesa.
También este nuevo giro tuvo como precedente el influjo póstumo de Whitman. Este
había muerto en 1892, dejando una marca romántica y una devoción en la poesía y ningún
heredero, sin que esto fuera perjudicial para las letras de su país, ya que diez años
después su influjo empezó a notarse. Fue así como los lectores empezaron a ver a Leaves
of Grass (Hojas de hierba) como algo no tan absurdo, nacido de una mente torcida.
Otra posible influencia puede considerarse desde las letras francesa. Estos, inspirados las
ideas de Whitman, alteraron la forma convencional de su poesía, y fue bajo estos
pareceres como Amy Lowell, hacia esos años, escribió sus Six French Poets ( Seis poetas
franceses). Acto seguido, través del estudio de miss Lowell, otros poetas de Fancia:
Verhaeren, Samain, Regnier, Gourmonty Paul Fort se aplicaron al género y enriquecieron
el ámbito de las letras universales.
Las publicaciones especializadas en un país que ha conocido la crítica literaria desde los
primeros años de iniciadas sus letras, no se hicieron esperar. Apareció en Chicago una
revista especializada, llamada Poetry. La fundó Harriet Monroe, un espíritu sensible de la
poesía. Sin proponérselo, Poetry se volvió el refugio de la Nueva Posesía. Tal fue su éxito,
que desde la vieja Europa un poeta de la estatura de Ezra Pound, expatriado en Inglaterra,
colaboró con traducciones de l poesía provenzal, y estas traducciones, le dieron a la
revista un aire universal, publicando también poesía japonesa, china y armenia y en
especial la obra de Tagore. Gracias a su universalidad, Poetry fue aclamada en todos los
países.
Emily sin saber fue seguida por poetas como Crane y Moody en quienes había causado
una profunda impresión. Esta “Nueva Poesía” como se le llamó, rompía con los cánones y
con la tradición establecida en las generaciones anteriores, sin omitir ni excluir ninguna
forma poética declara antigua o reciente. Estos nuevos escritores concedieron libertad en
la expresión, el poeta podía recurrir a cualquier forma para expresar sus sentimientos,
tales como el verso blanco, el soneto, los metros regulares, la rima, aunque su preferencia
es el verso libre y la prosa polifónica. De esa práctica podemos mencionar a Carl Sandburg
y Robert Frost, poetas que emulan la medida de Keats.
Es así como esta Nueva Poesía logra abrir las posibilidades de expresión. Ensancha el
número de posibilidades del lenguaje en contra de la utilidad especializada de los poetas
anteriores. Nace así una práctica poco ortodoxa en aceptación a las palabras y eso los
conduce a buscar poesía en palabras no poéticas. Pese a ello, la Nueva Poesía desconfía y
combate la huera retórica considerada conductoras de vicios. Opta por figuras naturales y
distanciadas de los influjos victorianos, logrando ser, la expresión de las preocupaciones
de la vida contemporánea.
Como se puede apreciar en las fechas, Emily Dickinson (1830 – 1886 ) murió mucho antes
del surgimiento de la Nueva Poesía, y aun así, por su técnica y por el espíritu, es
considerada contemporánea y aunque nació en los momentos más intensos del
romanticismo, su poesía no parece tener esa tendencia. Nació en Amherst. Su educación
no difirió en nada a la educación que recibían las niñas de buenas familias. Se trasladó
muy joven a Washington porque su padre fue elegido miembro del Congreso. La leyenda
narra que por esa época conoció el amor, tal vez el único y a la vez desgraciado. La mala
experiencia unida a su espíritu sensitivo la condujeron a un encierro perenne en su casa y
recluida dentro de sí, convirtiéndose en una reclusa inmersa en su poesía. Por eso,
algunos de sus poemas nos resultan introspectivos. Al igual que Kafka, quien pidió a su
amigo max Brod para que quemara la obra, Emily instruyó a su hermana para que
destruyese todos sus escritos. Se sabe que en ese muchas de sus cartas desaparecieron en
el fuego, pero por fortuna sus poemas se salvaron de ese holocausto y en 1890 apareció
publicado el primer volumen de sus poemas.
Entre tanta producción, escribió más de quinientos poemas breves, que tienen la facultad
de la espontaneidad y la iluminación. Los fue enviando en cartas que escribía a sus
conocidos y fue así como se formó un selecto círculo de lectores, una élite refinada que
esperaba con ansiedad compartirlos. Pero una poesía tan especial tenía que ser conocida,
la gente empezó a reclamarla y en 1914, su sobrina, publicó un volumen titulado The
Single Hound. Este volumen fue muy apetecido, debido a que tenía un prefacio escrito por
Emily, donde expresaba el inmenso cariño a su hermana.
Los críticos han señalado su poesía con los conceptos de natural, primitiva, original. Y es
que esta mujer singular no acudió a movimientos literarios, a escuelas y tendencias, en la
plenitud de sus silencio y soledad, solo consultó su corazón y fue ahí donde encontró la
fuente de tanta profundidad poética. ¿Pero cómo lo hizo? Se dice que tuvo la ingenuidad
de un niño y con la imaginación de un gran poeta. Lo cierto es que tuvo un solo precepto,
no permitió jamás que ninguna teoría o concepto se interpusiera entre sus palabras y ese
fuego donde ardían sus emociones, es por eso que un crítico apuntó: “Después de todo,
cuando un pensamiento nos quita el aliento, una lección de gramática parece una
impertinencia”
Antes de que haya hielo en los estanques.
Antes de que haya hielo en los estanques –
Antes de que vayan los patinadores,
O de que alguna mejilla al caer la noche
Sea deslustrada por la nieve –

Antes de que los campos hayan fenecido –


Antes del árbol de Navidad,
Maravilla sobre maravilla-
¡Llegará a mí!

Eso cuyos bordes tocamos


En un día de verano-
Lo que andando solo está
Justo un puente más allá-

Esa que canta así – habla así-


Cuando no hay nadie aquí-
El vestido en el que lloré
¿Me convendrá ponérmelo?
Taller. Ve a internet. En una página llamada “El espejo gótico” se encuentran publicados
algunos poemas de Emily Dikinson. Escoge tres de ellos y escribe las percepciones que esa
poesía crea en ti. Cuando tengas listo el texto, por favor envíalo a mi correo.

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