Guaraní Gramática PDF
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Wolf DIETRICH
Universität Münster1
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Agradezco a Leonardo Cerno (Resistencia, Argentina / Kiel, Alemania) la amabilidad de haber revisado el
estilo castellano de mi contribución. Naturalmente, todos los errores que permanezcan son míos.
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El grupo chané presenta varios problemas de clasificación que no podemos discutir aquí (véase Dietrich 2007,
págs. 10-11). Se trata de problemas que se refieren al origen de los chanés y a la clasificación de su dialecto.
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En los asentamientos de los guaraní chaqueños de la región de Tartagal (prov. de Salta) hemos observado
recientemente un grado alto de bilingüismo entre los jóvenes y, parcialmente, una falta de transmisión de la
lengua de padres a hijos.
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En cuanto a la convenciones ortográficas, adoptamos el uso, establecido hace más de veinte años, de marcar la
nasalidad mediante la diéresis (ä, ë, ï, ö, ü, ÿ), siendo <y> la vocal alta cerrada /ɨ/. No adoptamos grafías castellanas
como <j> por /h/ ni <y> por /j/ (véase Gustafson 1996), sino que marcamos /h/ por <h> y /j/ por <j>.
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No vamos a entrar en todas las variantes dialectales, ni en todos los detalles morfofonológicos. Bastará aquí
anotar que los prefijos mencionados corresponden al dialecto izoceño, más conservador. En los dialectos ava e
izoceño tenemos las formas 1S a-, 2S nde-/ne-, 3 o- (u- en simba y chané), 1PL.INCL ja-, 1 PL.EXCL ndo-/no-
(ndu-/nu- en simba y chané), 2 PL pe, distinguiéndose formas orales y, detrás de la barra, nasales. En todos los
dialectos hay ciertos verbos que se usan con prefijos personales incrementados mediante una -i-: ai-, rei-
/n(d)ei-, oi, jai-/ñai-, roi-/n(d)ui-, pei-. Parece que todos los verbos que piden este tipo de prefijos son
transitivos. El problema de saber si una -i- forma parte de un prefijo personal o si pertenece a la raíz verbal
puede ser difícil en el análisis morfológico de varios verbos fundamentales del guaraní chaqueño y de otras
lenguas guaraníes. Volveremos a la problemática más abajo para demostrar que, por ejemplo, la raíz de ai-ápo
[a’japo] ‘hacer’ no es *japo, como consta en todos los diccionarios del guaraní chaqueño y del guaraní
paraguayo, pero no en el del mbyá (véase Dooley 2006: 14-15). Del mismo modo, la raíz léxica de áike
‘entrar; entro, entré’ es ike, la de áiko ‘vivir; vivo, viví’ es iko, la de öime ‘hay, está, existe’ ïme (véase
también más abajo 2.4.1. y 2.4.4.). Con respecto al mismo fenómeno en el guaraní paraguayo cf. Krivoshein
de Canese & Acosta Alcaraz 2001: 82).
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El acento léxico está siempre en la penúltima sílaba. A consecuencia de esto ciertos monosílabos presentan
una reduplicación de su vocal para garantizar el acento llano en el contexto fónico. Así, por ejemplo, y 'agua'
puede volverse ýy, ñü 'campo' > ñüü. Del mismo modo, en un sintagma verbal o nominal, el acento pasa al
prefijo para evitar el acento agudo: a- + ï > äi ‘estuve, estoy’, forma monosilábica en el habla rápida, pero
bisilábica en el habla lenta. Dado que el acento no es distintivo en el guaraní chaqueño, no se marca en la
ortografía cuando recae en la penúltima sílaba. Se marca en casos ambiguos, por ejemplo, cuando hay varios
sufijos clíticos.
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Con referencia al guaraní paraguayo, esta distinción por primera vez fue descrita claramente por Manfred
Ringmacher, véase Ringmacher (1989: 59); véase también Dietrich (2010a: 14-17). Se encuentra, además, en
Dooley (2006: 26-27, 31-34), con referencia al mbyá.
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Algunas raíces no admiten morfema personal, ni siquiera de tercera persona (i-/h-). Pueden ser predicativas en su
forma invariable: mïchi ‘pequeño’, sïmbi ‘derecho’, tiï ‘(es) blanco’, túicha ‘(es) grande’, tyäro ‘vieja, anciana’; tuu
‘padre’ forma ché-ru ‘mi padre’, ndé-ru ‘tu padre’, túu ‘su padre’, pero no *i-tuu; túty ‘tío paterno’ acepta, por
ejemplo, che-túty ‘mi tío’, pero no *i-túty, che-ráy ‘mi hijo’, t-áy ‘su hijo’, pero no *i-táy; tynëe/tynÿe ‘lleno’, typy
‘hondo, profundo’, ýy ‘agua’, ywate ‘(es) alto’, ywÿi ‘bajo’. Por el otro lado, muchas formas con inicial h- pueden
ser predicativas – en el fondo siempre son predicativas – aunque se haya abandonado el uso de sus formas de
contigüidad, en r-, o de la no-relacionalidad, en t- (que, en algunos casos, existen todavía en otras lenguas tupí-
guaraníes: hëe ‘(es/está) sabroso, dulce, salado’, hüu ‘(es/está) negro’, hepy ‘(tiene su) precio, (es) caro’, howy ‘(es)
azul, verde’, hatangätu ‘(es) valiente, fuerte, firme’, haimbe ‘(es/está) filoso, afilado, áspero’, hajásy ‘(es/está) agrio,
fermentado’, heräkwa ‘(tiene) fama, (es) famoso’, etc.
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Este podría ser un indicio de su función, aunque algo lexicalizada, de complemento de objeto directo
pronominal. Pero puede tratarse también de una construcción nominal existencial: ‘Hay deseo con respecto a ti
(y esto) con respecto a la muchacha’. En este caso la expresión predicativa existencial pota sería determinada
por el pronombre de 2 S nde, y el sintagma nde pota sería determinado por kuñatäi: hay el deseo de ti (por
parte) de la muchacha’. Otra indicación de la frecuente neutralización de la distinción nombre/verbo.
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3. Coordinación de predicados
En el guaraní chaqueño hay dos tipos de coordinación, la coordinación de
lexemas y predicados mediante conjunciones coordinativas y la coordinación de
predicados mediante la yuxtaposición.
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El sentido de gch. hare podría explicarse a partir del guaraní clásico ha’e rire ‘(y ) después de esto’. Sea
mencionado de paso que es inexistente en todas estas lenguas una coordinación disyuntiva comparable a la
conjunción del castellano o. El tapiete usa ka pospuesto a la segunda oración para coordinarla con la primera (cf.
González (2005: 243-246) para estrategias de coordinación; Krivoshein de Canese & Acosta Alcaraz (2001: 150-
151); Cardoso (2008: 161). En mbyá se usan ha’e ‘y’ y guive ‘y también’ cf. Dooley (2006, II: 49, 51).
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No existe en el guaraní chaqueño el uso de la raíz -pa 'totalidad' en verbos y predicados nominales compuestos
para indicar que la acción se llevó a cabo o llegó a su perfección, cf. gpar ho-'a-pa 'terminó de caer', ho-u-pá-
ma 'ya lo comió todo', t-o-sẽ-mba! 'Salgan toditos!', i-pytũ-mbá-ma 'ya hace noche oscura' (cf. también el
ejemplo 70); para el mbyá cf. Dooley (2006: 135), para el kaiwá Cardoso (2008: 91). En guaraní chaqueño se
usa -tei, -tëi (véase la nota siguiente) como intensificador y como sufijo que indica 'frustración'. Esta última
categoría significa el hecho de que, a pesar de un gran esfuerzo, de un alto grado de intensidad, la acción
fracasó o no llegó al término deseado. 'Frustación' es una posibilidad de la existencia de la intensidad.
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El morfema frustrativo tiene dos alomorfos, uno nasal (-tëi) y otro oral (-téi). Sobre la categoría misma, cf.
Dietrich (2006). Con respecto al sufijo frustrativo del kaiwá, -rẽi, consúltese Cardoso (2008: 117).
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Desde el punto de vista de la gramática comparativa, cabe mencionar que el campo semántico de la
condicionalidad, tan importante en las lenguas europeas, no tiene una expresión propia en el guaraní
chaqueño, como tampoco en mbyá (cf. Dooley 2006: 119), ni en guaraní paraguayo (cf. Krivoshein de Canese
& Acosta Alcaraz 2001: 159), sino que está incluido en la expresión sea de la temporalidad (cf. 4.1.), sea de la
circunstancia general (cf. 4.2.). En kaiwá, la hipótesis irreal del castellano y de otras lenguas europeas (‘si
tuviera más dinero, compraría esta casa maravillosa’) no se distingue de la real. El ejemplo dado en Cardoso
(2008: 160) evidencia que la condicionalidad se puede entender a partir del razonamiento temporal
(adaptación ortográfica nuestra):
ja-reko rire yvy ja-vy’a-ve arã mo’ã
1PL.INCL-tener POST tierra 1PL.INCL-alegrarse-más FHIP FREM
‘después de tener la tierra, estaremos probablemente más felices’
‘si tuviéramos la tierra, estaríamos más felices’.
La traducción con la cláusula hipotética irreal es del castellano, no de la estructura del kaiwá.
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Sobre la distinción entre posposición y sufijo véase abajo, 4.3.
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Los ejemplos (61) a (66), como también muchos otros, evidencian que el guaraní chaqueño tipológicamente
no difiere de otras lenguas de la familia tupí-guaraní en lo que concierne al carácter altamente aglutinante que
las caracteriza. Sin entrar en una evaluación de los rasgos aislantes, polisintéticos y hasta flexivos, que
también se manifiestan, cabe señalar que, considerándose los prefijos y sufijos agregados muchas veces en
serie, son los rasgos aglutinantes los que llaman la atención. Es verdad, por otra parte, que en el ej. (49) el tipo
polisintético se superpone finalmente al aglutinante ya que el sintagma determinado por -kuri forma un
complejo grande que encierra el predicado en imperativo junto con el “vocativo” ‘¡mujeres mías!’
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La expresión castiza del español moderno, a nivel estilístico culto, sería, en este caso, una cláusula introducida por
que + subj.: ... se alegró de que su hijo pudiera ver. Las construcciones con que + subj. como completivas
circunstanciales dependientes de verbos afectivos se hicieron usuales a partir del Renacimiento, por influencia
italiana. Antes, en la Edad Media, las construcciones se parecían más a las del guaraní, en el sentido de que, en lugar
de la conjunción simplemente subordinativa que + subjuntivo, se usaban expresiones causales con porque o
temporales con cuando (se alegró cuando su hijo recuperó la vista). Para más detalles véase Dietrich (2008).
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5. Predicados nominalizados
La nominalización de predicados que, en otras lenguas tupí-guaraníes, sirve
para formar tanto oraciones completivas (cf. arriba 3.2.2.) como predicados
subordinados, se limita, en el guaraní chaqueño, a cláusulas que corresponden a
las oraciones relativas y las subordinadas adverbiales de finalidad en las lenguas
europeas, además a sintagmas nominales virtualmente complejos que indican el
lugar de un evento o el instrumento con se hace algo. Este último caso podría
considerarse como perteneciente al campo de la formación de palabras, pero, si
es así, se trata de un tipo de formación de palabras sintáctico ya que se
nominalizan predicados y no sólo conceptos léxicos. Trataremos aquí los tres
tipos de nominalización en parágrafos diferentes (5.1. a 5.3.).
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La forma -va es la del dialecto izoceño, mientras que los demás dialectos tienen alomorfos, en parte más
conservadores, -vae en ava, -va’e en chané, en parte también más modernos, -va y -ve en ava y simba: i-kýra-vae
‘el/la que tiene gordura, es gordo, -a’, ij-arakwáa-vae ‘el/la que tiene ciencia, es inteligente’, ñande-ýpy-vae ‘los que
son nuestro principio’, ‘nuestros antepasados’. Está claro que -va y -ve son formas reducidas de -vae.
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7. Conclusiones
El estudio de los mecanismos sintácticos básicos del guaraní chaqueño, de
las funciones sintácticas fundamentales de esta lengua y de las demás lenguas
guaraníes (tapiete, ava, kaiwá, gpar y mbyá), nos ha llevado a ver que,
generalmente, corresponden a las conocidas de las otras lenguas guaraníes y
tupí-guaraníes. Sólo en algunos casos se observa un comportamiento divergente
del guaraní chaqueño. Se trata, por ejemplo, del uso de hae como pronombre
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REFERENCIAS
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Chaco Guaraní. Guaraní y “Mawetí-Tupí-Guaraní”. Estudios históricos y
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CARDOSO, Valéria Faria. 2008. Aspectos morfossintáticos da língua Kaiowá
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http://libdigi.unicamp.br/ document/?code=vtls000431965.
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