Revista Electrónica Educare 1409-4258 Universidad Nacional Costa Rica
Revista Electrónica Educare 1409-4258 Universidad Nacional Costa Rica
Revista Electrónica Educare 1409-4258 Universidad Nacional Costa Rica
E-ISSN: 1409-4258
educare@una.ac.cr
Universidad Nacional
Costa Rica
Abstract. The dominant development system with its neoliberal policies and market-centered
approaches con- tribute to aggravate the socio-environmental problems, under the context of the
globalization of the market. For that reason, the concern about the sustainable development of the
environment makes highly necessary the structuring of an environmental education that forms and
informs about this problem.
As a result, environmental education constitutes the educational process that deals with the relation
between the human being and his/her environment (natural and man-made) and with itself, as well as
the effects caused by this relation. In this way, environmental education must constitute an integral
process, which plays its role throughout the whole teaching and learning intertwinement. For this
reason it is necessary to establish an educational process that examines the relation of any topic or
human being activity, within an analysis of the importance or incidence on social life, as it is the
pedagogical part and its political essence.
1
Doctorado Agroecología (2003), Universidad de Córdoba, España. Maestría en Agroecología (2003), Universidad Internacional de Andalucía,
España. Licenciatura en Educación Ambiental (2000), Universidad Nacional, Costa Rica. Máster en Educación Ambiental (1998), IIE, Málaga,
España. Maestría en Historia (Énfasis en Arqueología) (1984), Universidad de Vorónezh, Rusia. Profesor Catedrático Universidad de Costa Rica y
Catedrático Universidad Nacional de Costa Rica. Ha participado en más de noventa congresos, seminarios nacionales e internacionales, ha sido
invitado a nueve países; ha publicado dos libros y más de 130 ponencias, ensayos y artículos en diversas revistas nacionales e internacionales.
Correo electrónico: rmartine@una.ac.cr
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Introducció
n
A escala planetaria, el ser humano está poniendo en peligro su vida a causa del modo en
que se desarrollan sus relaciones con el medio ambiente.
La sociedad es un mundo de grandes desequilibrios e injusticias, en la que riqueza y lujo
(de minorías) se codean con la pobreza y miseria más cruda (de mayorías), el proceso de
apropiación, producción y consumo, y el crecimiento explosivo poblacional agravan la
situación de la propia biosfera que está siendo degradada.
La globalización neoliberal estimula la polarización entre países y sectores ricos y
pobres, y acentúa, aún más, la brecha (económica, tecnológica, comercial, productiva) en los
ámbitos nacional e internacional. La complejidad que la globalización ha imprimido a las
relaciones entre los países y las personas, entre el Norte rico y el Sur empobrecido, y la actual
crisis ecológica hace urgente la tarea de explorar nuevas alternativas.
La actual crisis ecológica –provocada por el impacto de las actividades humanas
y el modelo de vida occidental– se unen a otros síntomas desestabilizadores, como son las
frac- turas económicas –con fuertes desigualdades mundiales en las condiciones de vida
de sus habitantes–, sociales –expresadas en exclusiones de distinto signo– y culturales –
xenofobia vinculada a la idea dominante de unas culturas sobre otras–. Aun en los espacios del
planeta donde no hay conflictos armados, aparecen múltiples indicadores de un cierto tipo de
guerra, una guerra del ser humano contra su entorno y contra sí mismo (Hernández, Ferriz,
Herrero, González, Morán, Brasero et.al., 2010).
Por eso, las formas de vivir, pensar, producir, valorar, utilizar, contaminar son el reflejo
histó- rico de un determinado nivel de desarrollo socio-histórico, con dinámica propia, el cual
es aprendi- do, compartido, transmitido socio-culturalmente, según las necesidades e intereses
del ser humano abarca todas las acciones humanas: modos de pensar, sistemas de valores y
símbolos, costumbres, religión, instituciones, organizaciones, economía, comercio e
intercambio, producción, educación, legislación, entre muchos otros aspectos de la acción
humana, por ende, de la creación de cultura. (Martínez, 2007b).
Los problemas ambientales se presentan tanto en el nivel nacional como en el
internacional, sin que se puedan resolver, a causa de que los intereses de pocos, están
antepuestos a las necesida- des de todos. Además, éstos se manifiestan de manera trascendente
y general, como por ejemplo: el deterioro de la capa de ozono, el efecto de invernadero, el
cambio climático, sin que sea tangible el problema para la población y sin la debida
participación activa y decisiva de la comunidad ante sus problemas.
El actual modelo de desarrollo dominante da prioridad a una economía insustentable e
injusta socialmente, que nos lleva a una crisis de vida en la ecoesfera. El deterioro socio-
ambiental debe replantear la vinculación de la sociedad con su entorno natural, mediante un
desarrollo sustentable, y reconocer la existencia de límites al desarrollo social, al crecimiento
económico (productivo) y a la explotación (abuso) de los ecosistemas, dado el estado actual de
la tecnología, la organización social y la capacidad de la biosfera para absorber los efectos de
las actividades humanas.
Por tanto, el deterioro ambiental se agudiza debido a la voracidad del sector privado
desregu- larizado (nacional y transnacional) y público (Ministerios, instituciones y gobierno)
por los recursos naturales como el agua, el suelo, la tierra, el bosque, los minerales, las
bellezas escénicas (Martínez,
2007a). El sector público se muestra incapaz y, todavía, en general, apoya al sector privado
voraz. Se acentúan los problemas ambientales y el gobierno no cuenta con mecanismos
eficientes de control, ordenamiento físico, jurídico y operativo para lograr un manejo
sustentable de estos recursos.
Hace décadas, el modelo de desarrollo actual manifiesta síntomas de degradación
y ha alcanzado tal magnitud, que escapa del control humano; así, por primera vez en la
historia de la humanidad, se pone en peligro la vida en el planeta, tal como se presenta en la
Tabla 1.
Tabla 1
Rasgos globales de la crisis social y ambiental
Educación y sociedad
101
Pero, el concepto de educación ambiental no es estático, evoluciona de forma paralela a
como lo hace la idea de medio ambiente y la percepción que se tiene. Hoy, las dimensiones
sociocultura- les, políticas y económicas son básicas para entender las relaciones que la
humanidad establece con su medio (Bedoy, 2000).
El objetivo general de la educación ambiental es que ésta como proceso educativo se
encuen- tra ampliamente ligada a las características políticas y económicas de las naciones. En
este sentido, la educación ambiental nace haciendo de la naturaleza un bien universal y no
manejable por los intereses particulares de nadie.
La educación ambiental debe ir dirigida a toda la humanidad debido a que es un
problema que incumbe a todos (Wood y Walton, 1990).
Su importancia consiste en lograr que los individuos y las colectividades
comprendan la naturaleza compleja del ambiente natural y del creado por el ser humano, que
sea resultado de la interacción de sus aspectos biológicos, físicos, sociales, económicos y
culturales; y adquieran los conocimientos, los valores, los comportamientos y las habilidades
prácticas para participar respon- sable y eficazmente en la prevención y la solución de los
problemas ambientales, y en la gestión relacionada con la calidad ambiental (Caduto, 1992).
La educación ambiental puede y debe ser un factor estratégico que incida en el modelo
de desarrollo establecido para reorientarlo hacia la sustentabilidad y la equidad. “Para
contribuir con eficacia a mejorar el ambiente, la acción de la educación debe vincularse con la
legislación, las polí- ticas, las medidas de control y las decisiones que los gobiernos adopten,
en relación con el ambiente humano” (UNESCO, 2004, s. p.).
Los objetivos de la educación ambiental, se deben basar en:
a) Considerar al ambiente, en forma integral, o sea, no sólo los aspectos naturales, sino
los tecnológicos, sociales, económicos, políticos, morales, culturales, históricos y
estéticos.
b) Asumir un enfoque transdisciplinario para el tratamiento ambiental, inspirado
en cada disciplina, para posibilitar una perspectiva equilibrada.
c) Tratar la temática ambiental desde lo particular a lo general tiene como finalidad que
los estudiantes se formen una idea de las condiciones ambientales de otras áreas, que
identifi- quen las condiciones que prevalecen en las distintas regiones geográficas y
políticas, además de que reflexionen sobre las dimensiones mundiales del problema
ambiental para que los sujetos sociales se involucren en los diferentes niveles de
participación y responsabilidad.
d) Promover el conocimiento, la habilidad para solucionar problemas, la
clasificación de valores, la investigación y la evaluación de situaciones, para
aprender sobre la propia comunidad.
e) Capacitar a los estudiantes para que desempeñen un papel en la planificación de sus
expe- riencias de aprendizaje y dejarles tomar decisiones y aceptar sus consecuencias.
La educación ambiental atañe a toda la sociedad, debe tener un enfoque amplio, para
potenciar un pensamiento crítico e innovador, que sea capaz de formar una opinión acerca de
los problemas socio-ambientales. Con la educación ambiental se pretende fomentar el
compromiso de contribuir al cambio social, cultural y económico, a partir del desarrollo de
valores, actitudes y habilidades que permitan a toda persona formarse criterios propios, asumir
su responsabilidad y desempeñar un papel constructivo (González Gaudiano, 2003).
Una educación ambiental alternativa necesita de una serie de técnicas, métodos, nuevos
enfoques teóricos y prácticos, para enfrentar la problemática desde una visión holística de la
realidad (ambiente), que permita ver la interconexión de sus dimensiones: culturales, políticas,
económicas, sociales, espiri- tuales, legales, éticas y naturales que vive la humanidad, y así
contribuir al mejoramiento y desarrollo de la calidad de vida, la recuperación, la conservación
y la protección del ambiente. Al final, la edu- cación ambiental debe proponer una alternativa
real o soluciones de desarrollo sustentable económica y ecológicamente, justa, mediante
cambios estructurales que conlleven a una sociedad acorde con el desarrollo y las necesidades
de la humanidad, según sus actuales conocimientos (Guzmán, 2003). La educación ambiental
crítica estimula la formación de sociedades socialmente justas y ecológicamente sustentables.
Sus principales retos para ser eficiente, pueden apreciarse en la Tabla 2.
Tabla 2
Principales retos de la educación ambiental
√ Consolidarse como una práctica social, ejercida con sus diversas modalidades de educación (formal, informal,
no formal y comunitaria).
√ Promover y recuperar valores de conservación, protección y respeto del ambiente.
√ Concienciar a quienes tienen la posibilidad de tomar decisiones que pueden detener o agravar la crisis
ambiental.
√ Generar procesos integradores, democráticos y transdisciplinarios para la planificación, ejecución de acciones y
su evaluación, tendientes a establecer relaciones armónicas con el ambiente.
√ Abrir espacios a la participación que hace posible que todas(os) sean interlocutoras(es), generadoras(es) e
intérpretes de la realidad que nos rodea.
√ Promover la búsqueda de energías y formas de producción limpias.
El conocimiento educativo oficial, convencional va desde una visión simple lineal acerca
del ambiente hasta otra, más compleja del mundo y una ideología basada en la explotación, el
dominio, los antagonismos, la competencia y el individualismo; mientras que la educación
ambiental supone una visión de mundo compleja e integral. Al respecto, en la Tabla 3 se
comparan el enfoque conven- cional y el enfoque sustentable, para demostrar la especificidad
de visión y la relación del mundo.
Tabla 3
Enfoque comparativo
Convencional Sustentable
Atomista: todo es la suma de las partes. Holista: las partes no pueden entenderse fuera de su totalidad, que es
distinta a la suma de sus partes.
Mecánico: los sistemas se mueven de un Sistémico: interacción de elementos en un contexto y condiciones
equilibro a otro. dadas, como evolutivo y predecible.
Universal: existen principios generales. Contextualizado: es contingente respecto a un gran número de
factores propios en el tiempo y espacio.
Monista: el conocimiento parcial puede Subjetivo: no pueden conocerse fuera de nuestras actividades y
integrarse en un todo. valores.
Singular: sólo existe un único elemento o Pluralista: sistemas complejos que se conocen, mediante pautas de
conocimiento. conocimientos alternativas, con singularidades de la realidad.
Lineal: el desarrollo avanza sumativo, sin Espiral, circular: el desarrollo vuelve a su punto de inicio, superando
mirar atrás. los obstáculos.
Monodisciplinario: fragmenta el Transdisciplinario: integra aportes diferentes y sistemas de
conocimiento de la realidad. conocimiento.
Esta progresión transciende las relaciones simples (un animal se come a otro) al
reconocimiento de relaciones complejas (redes tróficas, ciclos), así como la superación de una
visión del mundo egocéntrica (todo está en función de uno mismo), antropocéntrica (realidad
vista desde la óptica de lo humano) o bien, mercadocéntrica (realidad valorada desde el
mercado) y sociocéntrica (los hechos se analizan desde la perspectiva socio-cultural del
sujeto), ignorándose otras posibles perspectivas culturales (mediante una concepción
relativa), en la que el individuo o grupo podría adoptar distintas perspectivas y
considerar diversos aspectos de la realidad o el problema, hasta alcanzar la biocéntrica (el
centro de todo es la biosfera) o ecocéntrica (el centro es toda la naturaleza) (Sessano,
2006).
Conclusión
Referencias
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