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Derecho Comercial I-2019, UNMSM. MEG.

http://www4.congreso.gob.pe/comisiones/1998/r_codigos/codigo31.htm

COMISIÓN ESPECIAL ENCARGADA DE ELABORAR EL ANTEPROYECTO DEL CÓDIGO DE


COMERCIO (LEY Nº26595)

LEY MARCO DEL EMPRESARIADO

Anteproyecto y exposición de motivos

EL MARCO LEGAL DE LA COMISION

Por ley 26595, se creó la Comisión Especial encargada de elaborar el proyecto


del Código de Comercio, integrada con representantes del Poder Legislativo y
diversas instituciones como son la Cámara de Comercio de Lima, Facultades de
Derecho, Apemipe, Conasev, Indecopi, Ministerio de Justicia, entre otros.

Posteriormente, por Ley 26751, se amplió el plazo para la elaboración del Código
de comercio, en un término de trescientos sesenticinco días.

Asimismo, por Ley 26936 del 28 de marzo de 1998, nuevamente se prorroga el


plazo para la elaboración del Código de comercio, en razón de que si bien la
Comisión había avanzado su trabajo en un ochenta por ciento, las
subcomisiones se encontraban trabajando paralelamente proyectos de ley
complementarios a la reforma.

LA REFORMA DEL CÓDIGO DE COMERCIO EN EL MARCO DE UNA


REVISION INTEGRAL DEL DERECHO PRIVADO

La Comisión Reformadora del Código de comercio considera que la presente es


una ocasión propicia para realizar una revisión y concordancia de diversas
normas del derecho privado, particularmente al realizarse en simultáneo los
trabajos de la comisión encargada de estudiar las enmiendas del Código civil y
nuestra comisión. A su vez, se pretende que los trabajos ya concluidos de la
Comisión que reformó la Ley General de Sociedades, sean perfectamente
concordantes con los criterios de la presente reforma y que lo mismo ocurra con
los trabajos sobre la Ley de Títulos Valores.

En lo relativo al Código de comercio, la Comisión apunta a restituir la


característica original del derecho mercantil, en su distinción subjetiva del
derecho civil. En efecto, el derecho mercantil surgió históricamente como el
derecho de los comerciantes, estableciendo reglas propias a la actividad de
éstos e inclusive una jurisdicción especial y privativa.

La codificación napoleónica, al mantener un tratamiento dual en el Código civil y


en el Código de comercio, optó por una visión objetiva, introduciendo la noción
de acto de comercio y sometiendo a las reglas del derecho mercantil a todo acto
que se definiera como tal, independientemente de quien lo realizara.
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El primer Código de comercio peruano, promulgado en 1853 fue reflejo del


Código Español de 1829, que llevaba un criterio subjetivista. En cambio, nuestro
Código de comercio del año 1902, reflejo del Código Español del año 1885, y
éste a su vez heredero del Código francés, estaba impregnado de un sistema
objetivo.

Durante el presente siglo, los códigos de comercio en el mundo han sufrido


procesos diversos:

a. Los suizos y los italianos han optado por la unificación. Los primeros
dictaron el Código Unico de las Obligaciones Civiles y Mercantiles. Los
segundos, llevaron el derecho mercantil al Código civil, en el que incluso
legislaron a la empresa en el denominado libro del Trabajo.
b. En la mayor parte de países europeos y latinoamericanos, el derecho
mercantil ha ido decodificándose y en sustitución de un único Código se
han dictado leyes diversas para normar las sociedades, los títulos valores,
el mercado de valores, la propiedad industrial, etc.
c. Colombia y Honduras, entre los países latinoamericanos, han mantenido
el criterio de la codificación, optando por Códigos de Comercio, que sin
embargo, superan la noción del comerciante y pasan a normar la
empresa.

En lo que concierne a nuestro país, en los 96 años que tiene de vigente el Código
de comercio, son muchos los cambios que ha sufrido, además de las
modificaciones introducidas por la Ley de sociedades mercantiles, la Ley de
Títulos valores, la Ley de Registro fiscal de ventas a plazos, la Ley Procesal de
quiebras, normas que a su vez han sido modificadas por otras leyes. De igual
forma el Código civil de 1984, el Código procesal civil y la Ley general de
instituciones bancarias, financieras y de seguros han derogado artículos del
Código de comercio.

Frente a estas modificaciones y a la actual situación que vive el país dentro de


una economía de libre mercado, es preciso encontrar un marco jurídico
adecuado, siendo este el objetivo principal de dicho reemplazo.

El proyecto de LEY MARCO DEL EMPRESARIADO que sustituirá al Código de


comercio elimina toda disposición relativa al acto de comercio y a las
disposiciones generales sobre contratos de comercio que contiene el Código
vigente. La Comisión se inclina por profundizar el proceso de unificación de las
obligaciones civiles y mercantiles que inició el Código civil de 1984 al derogar las
disposiciones relativas a los contratos de compraventa, permuta, depósito, fianza
y al incorporar un conjunto de disposiciones de carácter mercantil en los libros de
acto jurídico, obligaciones y contratos. Dicho proceso debe completarse. La
Comisión propone que el Código civil, en proceso de revisión constituya la norma
de remisión para todos los asuntos no contemplados en los contratos. Se
exceptúan de este tratamiento unitario, aunque no del carácter supletorio de las
normas civiles, los contratos bancarios, de transporte marítimo, terrestre y
aeronáutico, el contrato de seguros y algunos otros típicos regidos por leyes
especiales.
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El intérprete, no tendrá en el futuro que preguntarse sobre la naturaleza civil o


mercantil del contrato, pues en defecto de pacto habrá de recurrir al Código civil
para resolver la materia que corresponda. Naturalmente, abogamos porque el
Código civil continúe recogiendo instituciones de origen mercantil y procurando
liberalizar sus disposiciones garantizando la autonomía de voluntad de las
partes. Finalmente, es de destacar en esta materia, que la Comisión considera
que deben mantenerse como contratos atípicos o innominados un conjunto de
contratos modernos, cuya riqueza radica precisamente en la flexibilidad, por no
existir normas de orden público que los rijan.

La LEY MARCO DEL EMPRESARIADO, que presentamos se sustenta en una


base distinta a la asumida en la elaboración del Código de comercio de 1902. El
nuevo eje de la vida económica es la empresa. Su tratamiento ha sido más propio
del mundo de la economía o de la administración. El derecho la encuentra en la
realidad y la trata en forma dispersa. Estimamos que ha llegado el momento que
la legislación peruana, aluda en forma armónica y cohesionada a este centro de
imputación fundamental en la economía moderna.

La LEY MARCO DEL EMPRESARIADO, constituye una norma general, que


regula el funcionamiento de las personas naturales y jurídicas que realizan una
actividad empresarial. Para efectos de esta ley, es indiferente si los titulares de
una empresa sean personas jurídicas con o sin fines de lucro. Si una asociación
o una fundación realizan actividad empresarial para servir a su fin benéfico o
altruista, en lo que concierne a su actividad empresarial se rigen por la LEY
MARCO DEL EMPRESARIADO. En todo lo demás, están sometidas al Código
civil. Lo mismo ocurre, con todas las formas de organización posibles de existir
en un país que reconoce el pluralismo económico.

De lo expresado en el párrafo anterior se desprende que se respetarán las leyes


especializadas, siendo la presente una ley marco.

La empresa es definida como " una organización económica destinada a la


producción o comercialización de bienes o a la prestación de servicios".

A lo largo de nuestro trabajo los integrantes de la Comisión hemos querido


pensar genuinamente en la realidad empresarial peruana, caracterizada por la
proliferación de unidades económicas pequeñas o medianas. Creemos que el
gran capital no sólo es bienvenido sino necesario en un país sin ahorro interno
suficiente y urgido de inversión de riesgo y de lenta recuperación. Empero, la
vida económica de nuestro país y particularmente las posibilidades de empleo,
se sustentan en el dinamismo de la pequeña y mediana empresa, en la que
hemos fundamentalmente hemos pensado al concebir novedosas instituciones.
Hemos creído también que la noción de empresa y actividad empresarial deben
extenderse a todos los ámbitos de la vida económica, incluyendo áreas en las
que, hace algún tiempo la noción empresarial se rechazaba por prejuicios
ideológicos. Hay que fomentar la actividad empresarial en el agro, en la
artesanía, en la cultura, en el deporte. Sin perder la orientación humanista, la
empresa ingresa también a la educación y a la salud. Toda reforma tiene una
orientación valorativa y principista. Propugnamos un país en el que la empresa
y el ímpetu empresarial sean asumidos como actitudes sociales.
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DEFINICIONES

El proyecto contiene inicialmente una serie de definiciones que permite a los


operadores del derecho y público en general acceder a las nuevas instituciones
y conceptos que se regulan en el Proyecto de Ley.

TÍTULO PRELIMINAR

El Título Preliminar recoge una serie de principios contenidos en la Constitución


Política del Estado así como, en forma dispersa, en diversas normas
especializadas.

Como se ha indicado anteriormente, lo que pretende esta Ley, es reunir los


criterios comunes a todas las modalidades empresariales, de tal manera que
sean aplicables a cualquier persona natural o jurídica que realice actividad
empresarial, sin importar la modalidad empresarial adoptada.

En parte los artículos del Título Preliminar del Anteproyecto constituyen normas
principistas de desarrollo constitucional.

Ley Marco del Empresariado

Se establece que la norma constituye la ley marco del sistema empresarial,


congregando con esto los distintos principios generales contenidos en otras
leyes especializadas, que en algunos casos ha llevado a que regulando la misma
materia sean disimiles entre sí.

Economía Social de Mercado

El artículo II, en concordancia con el artículo 58° de la Constitución, establece


que la actividad empresarial se lleva en una economía social de mercado,
sustentándose en los principios de libre competencia, libertad empresarial y libre
acceso a la actividad económica..

Libre Competencia

El artículo III explica los alcances de la libre competencia dejando en claro que
los precios resultan de la oferta y la demanda, con la excepción de las tarifas por
servicios públicos que, si bien pueden fijarse administrativamente, deben ser
autorizadas por ley del Congreso de la República.

Libertad Empresarial

Si bien la libertad empresarial ha sido interpretada por el órgano jurisdiccional en


diversas ejecutorias, la Comisión considera necesario establecer ciertos
lineamientos sobre el particular. El artículo IV fija el derecho de las personas a
organizarse individual o colectivamente, elegir la modalidad empresarial que
mejor le parezca, estructurar su empresa y llevar a cabo cualquier actividad
empresarial permitida por ley.
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Buena Fe y Posición de Dominio

Constituyendo una de las reglas básicas para intervenir en el mercado la buena


fe, se señala que el empresario actúa en éste de buena fe. Asimismo,
habiéndose establecido el principio de la oferta y la demanda y a fin de evitar la
desnaturalización de dicho principio, se establece que se reprimirá el abuso de
la posición de dominio en el mercado.

Fuentes del Derecho Empresarial

El artículo VI sobre fuentes del derecho empresarial ha establecido la prevalencia


de los usos y costumbres en materia empresarial sobre cualquier otra fuente de
derecho, excepto la Constitución y la ley. El propósito de la norma es fortalecer
la vigencia de los usos y costumbres en las relaciones empresariales.

Métodos Alternativos de Solución de Conflictos

Constituyendo la autocomposición el método ideal para la solución de los


conflictos, se ha recogido como principio rector de la actividad empresarial el
empleo de métodos alternativos de solución de conflictos.

LIBRO I: DE LA EMPRESA

Se considera a la empresa el centro de interés del proyecto y se le define como


la organización económica dedicada a la producción o comercialización de
bienes o a la prestación de servicios.

A este respecto es necesario señalar que no se ha considerado incluir dentro del


concepto de empresa la afirmación de que dicha organización económica, que
conlleva una actividad económica, tiene fin de lucro, por cuanto pueden existir
actividades empresariales que no persigan tal fin. Por ejemplo, una cooperativa
de servicios realiza actividad económica y empresarial, pero no persigue
finalidad lucrativa; una asociación puede ingresar al campo empresarial, pero el
propósito que motiva su actividad no es el de percibir rédito a favor de los
asociados, sino cumplir con la finalidad social que motivó su creación.

En los casos comentados, habrá empresa, pero no existirá fin lucrativo.

Fondo Empresarial

La empresa como organización económica está relacionada con la existencia del


fondo empresarial y la actividad del empresario.

El proyecto considera al fondo empresarial como el conjunto de elementos


organizados por una o más personas naturales o jurídicas, destinado a la
producción o comercialización de bienes o a la prestación de servicios.
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El concepto de fondo empresarial es el denominado en otras legislaciones como


hacienda mercantil (Italia), fondo de comercio (Francia) y establecimiento
(España).

Es de destacar que al definir el fondo empresarial a partir de un conjunto


de elementos, la norma pretende incorporar no sólo bienes sino derechos y
relaciones jurídicas, necesarios para poder realizar determinada actividad
empresarial.

Estimamos que la regulación integral del fondo empresarial como un bien


complejo de mayor valor que el de los bienes que lo conforman aporta,
fundamentalmente al empresario pequeño y mediano, un conjunto susceptible
de negociación o de garantía y, hasta en su día de negociación en el mercado
de valores. Las experiencias todavía iniciales en materia de titulación de activos
apuntan en esa dirección. Por ahora, quisiéramos que el titular de un taller o el
comerciante en un mercado supiera que su fondo empresarial le da un conjunto
de ventajas; que su inscripción le permite la limitación de responsabilidad y que
en él tiene un conjunto patrimonial susceptible de ofrecer en garantía en busca
de financiamiento.

Registro del Fondo Empresarial

El proyecto faculta al titular a registrar el fondo empresarial. Como fluye


claramente del artículo 2º dicha inscripción es facultativa. Es de destacar sin
embargo que, la intención del legislador es conferir autonomía al fondo surgido
del acto de afectación patrimonial. La novedad y a su vez la ventaja del registro
es la posibilidad que dicha autonomía permita al titular invocar el beneficio de
excusión y la responsabilidad limitada.

De otro lado y en protección a los derechos de terceros, el proyecto propone que


en el supuesto de producirse la reducción del valor asignado al fondo
empresarial, se cumplan las formalidades de publicación que contempla el
artículo 6º y se conceda al acreedor derecho de oposición si su crédito no está
suficientemente garantizado.

Nótese que, el acto de afectación patrimonial se limita a establecer un valor


global de los elementos del fondo, razón por la cual, la única circunstancia que
justifica formalidades a cumplir es la reducción de dicho valor. La transferencia
de algunos bienes del fondo y su sustitución por otros bienes, incluido el dinero,
no conlleva formalidad alguna.

Operaciones sobre fondos empresariales

El proyecto garantiza la mayor libertad y amplitud en relación con los actos y


contratos susceptibles de celebrarse respecto de fondos empresariales. La única
formalidad que para ellos se exige es que dichos actos consten por escrito y
tratándose de actos que incluyan elementos registrables, escritura pública. El
proyecto, establece una regla especial respecto de las prohibiciones de transferir
el fondo empresarial y de los contratos preparatorios, flexibilizando las normas
vigentes en el Código civil, lo que favorece el tráfico mercantil.
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Transferencia del Fondo Empresarial

Las disposiciones del título en mención reemplazan a las obsoletas normas


sobre traspaso de negocios contenidas en la Ley 2259. Como lo hace la
legislación comparada, el proyecto regula aspectos vinculados a la veracidad de
los elementos transferidos y su valor; la publicidad; la transferencia de
obligaciones y acreencias; la sucesión en los contratos. Todas las normas
admiten pacto en contrario, lo que redunda en la tesis antes expuesta de
favorecer la autonomía de la voluntad. El proyecto admite el pacto de no-
concurrencia por un plazo determinado o determinable.

Arrendamiento del Fondo Empresarial

Las normas que se contemplan resultan aplicables a todo acto de cesión


temporal del fondo empresarial. A diferencia de la legislación civil, se admite que
el plazo de duración sea libremente determinado por las partes; se regulan los
actos de disposición que el arrendatario puede practicar respecto de los
elementos del fondo; la publicidad del contrato; el uso de los signos distintivos
así como la sucesión en los contratos.

Hipoteca del Fondo Empresarial

En lo referente a la Hipoteca del Fondo Empresarial, se le da un tratamiento


similar al del Código civil, es decir, se considera como un derecho real de
garantía para el cumplimiento de las obligaciones que asuma su titular.

Asimismo, se establecen condiciones para la validez de la Hipoteca del Fondo


Empresarial; así como disposiciones de carácter procesal para que el acreedor
hipotecario pueda realizar su derecho de crédito.

La novedad se introduce en los pactos que pueden integrar la hipoteca. El


proyecto contempla la posibilidad que se puedan pactar y registrar la designación
de un interventor; la administración temporal en caso de incumplimiento y la
adjudicación directa por parte del acreedor. Se contempla igualmente la
ejecución judicial o extrajudicial de la hipoteca.

LIBRO II DEL EMPRESARIO

En el Libro II del proyecto se regula al empresario como titular de la empresa. La


ley admite que la titularidad corresponda a una persona natural o jurídica. En
este último caso, adoptando la posición casi unánime de la doctrina se le otorga
a la persona jurídica, como sujeto de derecho que es, la calidad de empresario.

Es importante poner énfasis en el distingo que la doctrina mercantil ha efectuado


desde hace varias décadas entre empresario y empresa y específicamente entre
sociedad y empresa. Si tuviéramos que partir de una explicación coloquial
diríamos que la empresa es el negocio y el empresario el titular o quien lo
conduce. Si A es dueño de una botica. La botica es la empresa y A es el
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empresario. Si ocurriera que A es una sociedad, la regla es la misma: la botica


es el negocio y A Sociedad Anónima es el empresario.

La empresa constituye un conjunto de "elementos" organizados. En tal virtud, es


objeto de derecho y no sujeto de derecho. Es el empresario el que, en su
condición de sujeto de derecho, crea, modifica, regula o extingue relaciones
jurídicas. Lo que sí es evidente es que, en la actividad empresarial participan
más sujetos de los que le dieron inicio, por ejemplo como accionistas al constituir
la sociedad anónima titular de la empresa. Los trabajadores y la administración
son parte de la empresa y no de la sociedad.

Al estudiarse las diversas formas de transferencia del fondo empresarial, puede


advertirse el contenido de la diferenciación que la ley propone:

a. Si A vende a B su fondo empresarial: un nuevo empresario sustituye a


otro en la conducción de la misma empresa.
b. Si los accionistas de una sociedad venden sus acciones: la misma
sociedad (o sea, el miSmo empresario) sigue conduciendo la empresa.
Cambian los accionistas, pero empresario y empresa no varían.
c. Si se produce una fusión una nueva sociedad sustituye a otras o una
absorbe a la otra: En tal caso, un nuevo empresario conduce las mismas
empresas o el absorbente, agrega a su patrimonio la empresa
preexistente de diferente titular.
d. Si se produce una escisión, normalmente una empresa pasa a convertirse
en dos y a tener dos titulares distintos. Decimos normalmente, pues podría
ocurrir el caso que uno de los bloques patrimoniales no constituya
propiamente una empresa.

El proyecto, recogiendo la realidad nacional reconoce como empresario a quien


en nombre propio realiza actividad, de hecho, o a través de algunas de las formas
permitidas por ley. La actividad empresarial se presume en ciertas circunstancias
expresamente contempladas en el artículo 41.

Persona Natural que actúa como Empresario

Las normas contenidas en los artículos 42 al 50 reemplazarán a las vigentes


normas sobre el comerciante. Debe precisarse que estas disposiciones
establecen reglas peculiares respecto de las normas del Código civil. La lógica
que las inspira es la de favorecer la actividad empresarial.

El proyecto innova en materia de capacidad, permitiendo la actividad empresarial


de los adolescentes (entre 12 y 18 años de edad), siguiendo la orientación del
código de los niños y adolescentes. Pero, además, se adelanta a los criterios
que inspirarán la reforma del Código civil en relación al régimen de asistencia
que permite la actuación de sujetos de capacidad restringida que no están
privados de discernimiento. Estas disposiciones pueden ser de gran utilidad para
el desarrollo de la actividad empresarial por personas que sufren algún tipo de
discapacidad pero que tienen pleno discernimiento.
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Se contemplan un conjunto de disposiciones respecto de la actuación


empresarial de los cónyuges. A diferencia del Código de comercio de 1902, la
norma presume la facultad para el ejercicio de la actividad empresarial de ambos
cónyuges. El conjunto de disposiciones que se proponen buscan resolver dos
problemas que derivan de dicha presunción: qué bienes responden de las
obligaciones derivadas de la actividad empresarial y qué actos pueden ser
efectuados sin el necesario concurso de ambos cónyuges.

De la Persona Jurídica que actúa como Empresario

Como ya se ha indicado al inicio, el proyecto consagra expresamente la


condición de empresario de cualquier persona jurídica, tenga ésta finalidad
lucrativa o no. Se deja expresa constancia que, constituida la persona jurídica,
ésta tiene la calidad de empresario.

Empresa Individual de Responsabilidad Limitada

El proyecto regula la denominada Empresa Individual de Responsabilidad


Limitada. Con relación a la figura hoy existente, se admite la titularidad por una
persona jurídica.

LIBRO III: CONTRATOS DE COLABORACION EMPRESARIAL

El Libro III contempla los contratos de colaboración empresarial. El tratamiento


de los contratos asociativos ha sido variado en el tiempo. Inicialmente, la
asociación fue recogida en el Código civil de 1936, luego, la Ley de Sociedades
Mercantiles se ocupó de la asociación en participación, criterio mantenido en la
vigente Ley General de Sociedades. En diálogo con sus integrantes, se convino
en el proceso de reforma de la acotada ley que los contratos asociativos se
derivarían a la LEY MARCO DEL EMPRESARIADO. La razón es una: lo que la
legislación mercantil busca, más que aludir al contrato es contemplar una nueva
forma de organización empresarial, permanente o temporal.

Por ello estimamos, que sin desnaturalizar y sin romper la armonía de la Ley
general de sociedades, el Libro V que los regula debe ser trasladado a esta ley,
permitiendo la contratación entre cualquier empresario, sin importar la forma
organizativa que adopte. Nótese que por ende, podrán formar asociaciones o
consorcios, todas las personas naturales o jurídicas que quieran realizar o
realicen actividad empresarial.

Los contratos de colaboración o de gestión de intereses ajenos, como los


denomina la doctrina, son considerados como un instrumento jurídico de
cooperación en los que las partes intervinientes asumen obligaciones de hacer.

Podemos distinguir los contratos de Colaboración empresarial de acuerdo al


objetivo que buscan. Son contratos de actividad o de medios aquellos, cuyo
objetivo es la realización de la actividad de manera oportuna para que quede
consumado dicho contrato y se pueda retribuir al colaborador,
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independientemente de si la actividad ha alcanzado el resultado esperado. Son


contratos de resultado, aquellos en los que se toma en cuenta el resultado de la
gestión realizada.

Siguiendo el precedente de la Ley General de Sociedades que como se ha


indicado, se traslada en la parte pertinente, se regulan los contratos de
Asociación en Participación y el Consorcio.

En relación con el Contrato de Asociación en Participación, podemos anotar que:


"Es aquel, mediante el cual un empresario, denominado asociante concede a
uno o más asociados, una participación en el resultado o en las utilidades de uno
o varios negocios del asociante, a cambio de una determinada prestación".

La LEY MARCO DEL EMPRESARIADO, mantiene el Contrato de Asociación en


Participación como en La Ley General de Sociedades, pero denomina al
asociante, empresario; haciendo referencia que se aplica a cualquier tipo de
empresa, debido a su naturaleza de norma genérica. Una modificación adicional
consiste en denominar como prestación a aquello que el asociado entrega al
empresario, a fin de evitar confusiones con la expresión contribución que recoge
el derecho tributario.

Respecto al Contrato de Consorcio, La LEY MARCO DEL EMPRESARIADO, lo


define como: "El contrato por el cual dos o más personas se asocian para
participar en forma activa y directa en un determinado negocio con el propósito
de obtener un beneficio económico, manteniendo cada una su propia autonomía.

Corresponde a cada miembro del consorcio realizar las actividades propias del
consorcio que se le encargan y aquéllas a que se ha comprometido. Al hacerlo
debe coordinar con los otros miembros del consorcio conforme a los
procedimientos y mecanismos previstos en el contrato"

El proyecto regula adicionalmente la figura del Contrato de Riesgo Compartido,


que recoge fundamentalmente de la legislación minera y que se extiende a
cualquier actividad empresarial. La característica diferenciada de este contrato
respecto de las otras figuras es la limitación de la responsabilidad a los aportes
comprometidos.

LIBRO IV: DE LA CONTABILIDAD

El Libro IV se refiere a la contabilidad del empresario. En el país siempre fue


obligatorio llevar Libros y Registros Contables en general, incluyendo a los micro
y pequeños Empresarios. En este último caso, en virtud de normas tributarias,
se establecieron pequeñas limitaciones e inclusive excepciones.

La interrupción tácita de llevar libros y registros para los casos de los micro y
pequeños Empresarios se produjo a partir del 1º de enero de 1994, en que
prevaleciendo siempre las normas tributarias, debido a su especialidad, por
Decreto Legislativo No 777 ( 31.12.93), Ley del Régimen Único Simplificado
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(RUS) y su reglamento D.S No 74-95-EF (21.04.95), Artículo 13º , se exceptuó


de la obligación de llevar libros contables a los Empresarios afectos al régimen
simplificado, situación que para fines tributarios se mantendría en normas
especiales tributarias..

Obviamente, no sólo para efectos fiscales los pequeños Empresarios se obligan


a llevar Libros de Ingresos y Gastos y otros optativos, sino más bien por la
ventaja de desarrollar más rápidamente las diversas actividades económicas que
realizan sin restricción alguna y dentro de la formalidad.

Obligatoriedad de llevar Contabilidad Organizada

El primer artículo de este Libro tiene por finalidad precisar y señalar la obligación
de todo ordenado Empresario a llevar Libros y Registros Contables, en razón de
ser una necesidad importante de autocontrol interno, disciplina que les permitirá
conocer la situación real de su negocio y asimismo podrá cumplir con la sociedad
y el Estado.

El hecho de llevar en Libros y Registros en forma simple o compleja con la


documentación correspondiente es inherente a la función que cumple todo
hombre de negocios.

La obligación de los Empresarios a llevar Libros y registros Contables de acuerdo


a la forma de organización Empresarial y de conformidad a lo que la ley
disponga, es por naturaleza y esencia resultante de la seguridad de las cuentas
de los estados financieros.

Clasificación de Libros y Registros

Desde un punto de vista técnico-contable, los Libros y registros se clasifican en


principales y auxiliares. Sin embargo, no existe norma que precise que se debe
entender por dicha clasificación.

De manera general, los Libros Principales son aquellos que se utilizan para
registrar todas las operaciones que realizan los Empresarios o para centralizar
las operaciones asentadas analíticamente en los Libros Auxiliares; mientras que
los Libros Auxiliares son aquellos que se utilizan para registrar de modo analítico
o detallado las distintas operaciones que realiza el Empresario. Los Libros
Auxiliares facilitan el Registro analítico que se realizan en los Libros Principales,
permitiendo contar con una adecuada división y especialización en el trabajo.

Así se propone considerar como principales a aquellos en los que se registra el


resumen de todas las operaciones propias de la actividad, mientras que son
auxiliares cuando detallan algunos de los conceptos consignados en los
"principales."

Por ejemplo: el Libro Mayor se considera como Libro Principal por que contiene
todas las operaciones del Empresario; si se deseara ver la composición del rubro
Ventas podemos apreciarla en el Registro de Ventas, que vendría a ser un
Registro Auxiliar.
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Corresponderá a cada Empresario, de acuerdo a la magnitud de sus


operaciones, determinar cuales libros son principales y auxiliares, por cuanto
para un Empresario un registro puede ser considerado "principal", mientras que,
para otro, ese mismo registro puede ser un "auxiliar".

Por ejemplo, el Libro "Caja" puede ser "auxiliar" del Libro Mayor, que vendría a
ser "principal", mientras que para un Empresario "Caja" puede ser un Libro
Principal.

Por lo expuesto, se sugiere que se defina de manera general, lo que se entiende


por libros principales y auxiliares, para que cada Empresario determine su
clasificación, de acuerdo a la actividad Empresarial que desarrolle.

En concordancia con lo señalado en el Proyecto se presentan los Libros y


Registros a manera de ilustración, más no sería conveniente que se clasifique
de manera taxativa, por cuanto corresponderá a cada Empresario determinar la
clasificación en Principal o Auxiliar.

Se enumera de manera expresa los Libros Inventarios y Balances, Diario, Mayor,


Caja, por cuanto la única referencia a ellos las encontramos en el Código de
Comercio, aún vigente.

El concepto de Otros Libros y Registros, comprenderá al resto de Libros y


Registros que son exigidos por normas legales expresas, tales como Registros
de Ventas, Registro de Compras, Planillas, Actas, etc.

Intervención de Contadores

El Contador encargado de llevar Los Libros y Registros Contables de los


Empresarios, debe ser un profesional calificado, sea Contador Público o
Mercantil.

La propuesta inicial era que los contadores tenían que llevar sus libros de
acuerdo con los lineamientos contenidos en el Código de Ética Profesional. Esto
propuesta no se aprobó, debido a que en el caso de los Contadores mercantiles
no se cuenta con un Código de Ética Profesional.

Legalización de Libros y Registros

Para la redacción del artículo, se tomó en cuenta que la Administración


Tributaria, acepta fiscalizaciones en disquetes, solamente para el caso de
Registro de Compras, Previo a eso se presenta una declaración jurada de parte
del representante legal, señalando que la información que contiene el diskette
es la misma que consta en sus Libros.

Los Libros y Registros Contables deben ser llevados en orden, por lo que se
mantiene en parte el texto del artículo 36º del Código de Comercio, en este nuevo
artículo se incorpora la foliación simple o doble, se agrega la posibilidad de
legalización por otros funcionarios que señale la ley, obligando a estos a llevar
un registro de legalización de apertura de libros.
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La Comisión acordó enumerar los datos que debe contener la constancia de


legalización a fin de facilitar la labor de fiscalización por parte de la autoridad
administrativa tributaria y de control por parte de las personas autorizadas a
efectuar dichas legalizaciones.

Oportunidad de la Legalización

El artículo referido a la oportunidad de la legalización de Los Libros y Registros


Contables, obedece al deseo de la Comisión de preservar la seguridad jurídica
respecto de las operaciones que serán anotadas en ellos, incluso para quienes
utilicen sistemas de contabilidad computarizados mediante hojas sueltas.

Aunque en un principio hubo propuestas que pretendían un tratamiento general


de legalización previa, aplicando una excepción de legalización posterior, en el
caso que las hojas sueltas legalizadas del sistema de contabilidad
computarizada se hubieran agotado y no se contara con más hojas, se acordó
que era preferible la seguridad jurídica que representaba la legalización antes
del registro de operaciones, en la medida que las excepciones con el tiempo se
podrían convertir en regla, desnaturalizando lo que la norma buscaba.

Fiscalización de la Autoridad Administrativa Tributaria

En concordancia con el artículo 2º numeral 10º tercer párrafo de la Constitución


Política las autoridades administrativas competentes pueden efectuar
inspecciones o fiscalizaciones al domicilio fiscal del Empresario con el fin de
comprobar que llevan cuentas claras y precisas de sus actividades, y no están
incurriendo en evasiones tributarias, arancelarias etc., pero necesariamente,
para poder trasladarlos o incautarlos deben hacerlo con mandato judicial.

El anteproyecto ha adoptado una posición similar a la contenida en la precitada


norma constitucional.

Reserva y Exhibición de Libros y Registros

Respecto a la Reserva, se mantiene el concepto del Código de Comercio vigente


por cuanto en los Libros, correspondencia y demás documentos de los
Empresarios constan no sólo las operaciones, sino también las estrategias
comerciales, económicas y financieras, por lo que sería perjudicial si se revelaran
o difundieran a instancia de cualquier persona. Por esta razón es que sólo es
permitido hacerlo cuando el Empresario se encuentra en estado de liquidación,
sucesión universal o quiebra.

Con respecto, a la Exhibición, los artículos 260º y 293º del Código Procesal Civil
permite que se solicite la exhibición de documentos de personas jurídicas y
comerciantes, pero siempre y cuando tengan relación necesaria con el solicitante
y con el proceso.

Conservación de Libros y Registros Contables


Derecho Comercial I-2019, UNMSM. MEG.

La historia económica como auxiliar de la historia del país está en constante


formación, su conocimiento profundo requiere contar con fuentes escritas para
no caer en meras especulaciones y errores.

DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS

El Proyecto define su orientación hacia la simplificación en el ingreso a la


actividad económica. De un lado, se expresa que los empresarios iniciarán su
actividad empresarial al obtener su identificación tributaria. De otro, se ordena al
Ministerio de Justicia dictar las disposiciones necesarias para la unificación de
los registros del Estado. El proyecto preconiza el paso administrativo único y la
asignación de un código único tributario y mercantil. Creemos que, esta
unificación, así como los incentivos del registro del fondo empresarial, son dos
contribuciones a la formalización en nuestro país.

Viene el texto del Anteproyecto…

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