Analisis Pelicula Sueños
Analisis Pelicula Sueños
Analisis Pelicula Sueños
JORNADA: DIURNA
APRECIACION FILMICA
Sueños es una producción de 1990 la cual trata de mostrar al ser humano en toda
su dimensión antropológica y social e intenta mostrar las congojas del ser humano
en su intento de evolucionar o involucionar a mi forma de ver, también muestra la
penumbra de una sociedad estigmatizada por tecnología y consumismo,
ennegrecida por el poder absoluto de las armas y de la vanidad humana, Akira
Kurosawa nos restriega su crítica al mundo colapsado y en decadencia en el que
habitamos, pero también nos da la solución, volver al estado primitivo, sin
tecnologías, sin dependencia de otros, sin guerras. Akira Kurosawa intenta
mostrar a un ser humano concientizado con su interior, intenta mostrarle al ser
humano los errores que está cometiendo en el pasar de su vida terrenal, también
aborda temas como la metáfora que es la vida desde el punto de vista espiritual y
filosófico y algunas veces hasta surrealista, aborda el tema de la infancia desde su
perspectiva más primitiva esto combinado con sonidos y visiones trascendentales
interiores en el ser humano, abarca el arte y la muerte como caminos en la
salvación del hombre, como renovación de su alma y mas allá se interesa por los
desastres universales creados por el ser humano y los desarrollados por la
naturaleza a causa del mal trato que le da el homo sapiens (hombre).
Sueños consta de ocho historias independientes entre sí y narradas también de
forma independiente. Es posible entrever un orden cronológico en la ubicación de
las ocho historias, este hecho es el que nos permite establecer un paralelismo
entre la historia del mundo contemporáneo y el contenido del filme.
Para muchos se trata de la obra más metafórica de Kurosawa, hasta el punto de
tratarla como indescifrable y considerar que se trata de una serie de historias
inconexas que responden al capricho de su director. En este sentido debemos
aceptar que la obra significo una realización estética para Kurosawa, y en su
estructura podemos entrever la influencia del aikú, poesía de tres o cuatro líneas
japonesa, que convoca a la meditación, la abstracción y la reflexión, y es en ese
orden que quizás también deba contemplarse Sueños, primero como un mándala
que no se trata de comprender, luego permitiendo que llegue la nada y nos libere
de conceptos concretos, la abstracción, después de la cual poco a poco
sentiremos la comprensión. Y es que si bien la obra tiene un fuerte contenido
político y de crítica, este debe dilucidarse entre los pliegues de las metáforas de
Kurosawa, y para esto es conveniente contar con una noción clara de los
acontecimientos políticos y sociales que convirtieron al mundo en lo que es hoy.
Antes de pasar al análisis de cada uno de los sueños valga aclarar que la
traducción literal del japonés no es sueños, de hecho si uno es observador notara
que todas las historias tienen los mismos kanji de titulo, se trata de un término que
fue traducido como sueños, pero cuyo verdadero concepto es el de visión o
alucinación que se tiene en un estado entre la vigilia y el sueño, es por eso que en
la mayor parte de las historias los personajes pasan por un acontecimiento
generador que tiene que ver con esto, la fiebre, el delirium tremens, la muerte, etc.
En esta primera historia asistimos al encuentro del Japon con una realidad que le
es desconocida, un encuentro que requiere de un sacrificio.
Lo que vemos al empezar, es una casa tradicional japonesa, de la cual sale un
niño vestido a la usanza tradicional (una metáfora del Japón feudal y tradicional),
la madre lo conmina a no salir, es una ocasión excepcional, llueve ya hace sol, se
trata del encuentro de dos entes opuestos, en el que uno de los entes opaca al
otro, la lluvia al sol, símbolo del Japón, la ocasión excepcional climática, nos
refiere al encuentro entre oriente y occidente, el fin del aislamiento cultural
japonés.
La madre del niño le advierte que en días como esos, se casan los zorros, y no les
gusta que nadie los vea, debemos entender que un “zorro” en la mitología china y
japonesa es una especie de ente elemental, que habita las montañas y los
bosques, con la capacidad de cambiar de forma y conocedores de la magia, en
algunas versiones son portadores de la desgracia.
Pues bien, nuestro personaje ve lo que está prohibido, Japón tiene contacto con
algo, que Akira representa como algo hermoso, es cosa de ver la danza de los
zorros, pero que está prohibido por las estructuras tradicionales de autoridad (la
madre), cuando el niño regresa a su casa, ya los zorros han dado cuenta de su
transgresión, y debe quitarse la vida, pues es un encuentro que implica un
sacrificio, la única salida es buscar a los zorros, que “ viven detrás del arco iris” y
pedir su perdón.
La última escena, es este niño (Japón) que camina en un paisaje de ensueño que
le disminuye, rumbo al arco iris, a lo desconocido, a lo inmenso de un mundo
desconocido, donde deberá hacer valer su derecho a vivir.
La tormenta
Fujiyama en rojo