Resumen Sentencia Del Lunes
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CONTESTACION DE LA DEMANDA
el IDU admitió parcialmente algunos de los hechos y negó otros, por cuanto
destacó que en el pliego de condiciones IDU-LP-DTM-028-2006 se advirtió de
manera expresa que la intervención de los segmentos viales que formaban parte
de la fase I, anexo 11, podían ser modificados por esa entidad y resaltó que en
dicho pliego de condiciones se encontraba prevista la posibilidad de que el
contratista tuviera que actualizar los estudios y diseños en el curso del contrato
PRIMERA INSTANCIA
Concluyó que bajo las reglas anteriores no se podía configurar para el contratista
ningún imprevisto por los cambios en la intervención de las vías; precisó que la
variación de cantidades de obra fue una circunstancia que afrontó el IDU
adicionando el presupuesto y acordando las modificaciones al contrato, como
consecuencia directa de las estipulaciones del pliego de condiciones de la
licitación pública.
RECURSO DE APELACION
CONSIDERACIONES
1. Jurisdicción y competencia
Las controversias planteadas en el presente proceso se generaron en desarrollo
del Contrato No. 127 de 2006, celebrado entre una entidad pública, esto es, el
Instituto de Desarrollo Urbano – IDU y el Consorcio Desarrollo Urbano, contrato
regido por las normas del Estatuto de Contratación Estatal contenido en la Ley 80
expedida en 1993.
Por otra parte, la demanda se presentó en vigencia de la Ley 1437 de 2011
(CPACA), lo que reafirma la jurisdicción y competencia para conocer del presente
asunto, teniendo en cuenta que el artículo 104 del CPACA, aplicable a los
procesos que se presentaron a partir de 2 de julio de 2012, prescribe que la
Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo se encuentra instituida para juzgar
las controversias y litigios originados en los contratos.
Bajo esa disposición, el manejo presupuestal se hizo más flexible, pero a la vez,
más exigente, desde la perspectiva de la cuantificación de posibles imprevistos o
cambios en las condiciones del contrato.
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- La exigencia de obrar de acuerdo con el principio de planeación se predica
en la formación del contrato y, de la misma forma, en la negociación de sus
modificaciones y adiciones.
- Dentro del marco de la colaboración que compete al contratista se
encuentra igualmente sometido a respetar el principio de planeación, es
decir, el contratista tiene la carga de analizar la suficiencia y consistencia de
los estudios previos y de los precios presupuestados, en orden a definir su
participación en la licitación y el contenido de su oferta; se entiende que es
una carga, en el sentido de que el contratista no podrá desconocer los
términos y condiciones que aceptó y mucho menos aquellos que negoció
con la entidad pública
Es común que el contratista sea el encargado de elaborar los análisis de precios
en forma consistente con los costos, en el caso de proponer las adiciones y
modificaciones al contrato, de manera que, en ese evento, como conocedor de la
contratación en curso, se le exige definir con suficiencia los requerimientos de
plazo y valor, por ello, respecto del contratista, se predica
Debe advertirse que las fallas en la planeación del contrato pueden o no generar
un incumplimiento, como, por ejemplo, frente a la insuficiencia de recursos para
atender oportunamente los pagos.
Frente a las condiciones de equilibrio económico, se le impone al contratista la
fuerza vinculante de sus negociaciones, especialmente cuando estuvo a su cargo
la debida planeación de los montos y plazos requeridos para terminar la obra o
gestión contratada, de manera que no podrá alegar posteriormente el hecho
imprevisto que ya había ocurrido cuando impulsó los requerimientos y los nuevos
análisis de precios, para modificar el contrato.
Por último, en relación con la carga de la prueba, resulta útil reiterar que el método
más adecuado para establecer y probar el desequilibrio económico debe partir de
la identificación de la ecuación financiera de equilibrio contractual sobre la cual se
estructuró el contrato y tiene que pasar por la comprobación de causas que se
invocan y demostrar el efecto económico real sobre la ejecución del contrato.
5. El caso concreto
- 5.1. Análisis del pliego de condiciones
El pliego de condiciones de la licitación pública IDM-LP-DTM-028 de 2006
estableció los presupuestos oficiales para cada grupo de obras y determinó la
evaluación de propuestas con base en los índices representativos que debían ser
ofrecidos con referencia a los respectivos presupuestos, dentro de un rango
predeterminado, de manera que resulta cierto que el IDU definía completamente
los precios, a lo cual se agrega que la competencia para la adjudicación no se
centraba en el menor precio.
Sin embargo, en el pliego de condiciones se dejó establecido con claridad que,
para la formación de los precios, los valores unitarios y globales definidos en los
anexos del pliego de condiciones contemplaban todos los costos directos y los
costos indirectos en que podía incurrir el contratista, tal como se observó en el
punto 2.2.9 del aludido pliego, así: (se transcribe de forma literal):
el IDU dejó constancia de la metodología que siguió para clasificar las vías en
cuatro tipos de intervención: verde, amarillo, naranja y rojo (se transcribe de forma
literal):
“Para determinar el tipo de intervención que requiere cada uno de los segmentos
objeto del Programa, se llevó a cabo el levantamiento de fallas por parte de los
ingenieros de la STPE y de acuerdo a este diagnóstico, se le asignó el tipo de
intervención requerido. Con base en el tipo de intervención requerido, se calculó el
presupuesto indicativo que permite tener un orden de magnitud sobre las obras
que se ejecutarán, tal como se puede observar en la tabla No. 1.
En dicha metodología de cálculo el IDU explicó que se trataba de un presupuesto
indicativo y que se ajustaría, previa verificación por parte del contratista de la
condición estructural y superficial de los corredores “que será el insumo principal
para calcular el insumo definitivo de las obras.
Siendo este el contenido del pliego de condiciones, resulta cierto que el contratista
conoció que los precios comprendían todas las actividades que fueran requeridas
para la respectiva intervención y que aceptó el método bajo el cual podrían variar
los tramos asignados, el alcance de las labores y la base para liquidar el pago de
las prestaciones contractuales.
Por otra parte, se reafirma, como lo señaló la sentencia de primera instancia, que
el IDU advirtió que los segmentos viales se habían definido de conformidad con
los requerimientos de las localidades, pero que podría priorizar e introducir
cambios en las vías objeto de intervención, lo cual se hizo dentro de la misma
localidad, de manera que, de acuerdo con el acervo probatorio, se concluye que la
modificación de los tramos no constituyó un cambio sorpresivo ni arbitrario frente
al contratista.
Por ello, si el contratista resolvió presentar la propuesta, lo hizo bajo conocimiento
de esos términos y condiciones, bajo su determinación y comunicación explícita,
resulta ahora improcedente sacar avante los argumentos acerca de la falla en la
planeación contractual por parte del IDU o el supuesto desequilibrio económico a
cargo de la entidad estatal.
- 5.2. Análisis de las modificaciones contractuales
a diferencia de lo que afirma el apelante, que los contratos adicionales No. 1 de 19
de octubre de 2007, por valor de $4.730’230.621 y No. 2 de 29 de diciembre de
2007, por valor de $2.673’546.827, sí tuvieron dentro de sus consideraciones
económicas, respectivamente, la necesidad de atender el mantenimiento de
nuevos segmentos del “listado adicional” y la “mayor meta física, de acuerdo con
el diagnostico (sic) y presupuesto realizado por el contratista.
“Conclusión
“Fundamentos de la Solicitud
“Solicitud
Por ello, sobre la referida solicitud se concluye que existió un acuerdo entre el IDU
y el consorcio para concluir las actividades pendientes y adicionar los nuevos
tramos de Usaquén dentro del mismo contrato, todo lo cual se estableció mediante
una tercera adición, ésta por el valor de $500’000.000, suscrita el 13 de noviembre
de 2008.
En realidad, las pruebas permiten afirmar que el IDU no varió sorpresivamente los
tramos viales objeto del contrato ni le impuso al contratista las modificaciones
contractuales, mediante las cuales, al inicio y, también, en las postrimerías del
contrato, decidieron ingresar nuevos tramos rojos para su ejecución.
De la misma forma, en el adicional de plazo No. 4, suscrito el 7 de abril de 2009,
se hizo constar que el contratista solicitó ampliación de un mes, para superar los
inconvenientes en el suministro de agregados pétreos a cargo del IDU y para
culminar el programa de espacio público en Usaquén, momento en el cual no
solicitó nuevos recursos, ni eran procedentes, dado que ya había negociado el
valor de las modificaciones para la terminación de las obras realizadas, de
acuerdo con el adicional No. 3.
Por otra parte, no se puede dejar de registrar que el contratista obtuvo
modificaciones financieras para aliviar sus cargas económicas, toda vez que en el
otrosí No. 5 suscrito el 31 de diciembre de 2007, se reformó la cláusula cuarta,
aumentando el porcentaje de anticipo inicialmente pactado, del 20% al 30% del
valor de la obra, de acuerdo con la solicitud CDU-0666-07 que presentó el
representante del contratista al IDU el 28 de octubre de 2007.
- 5.3. Análisis del dictamen
Abierta la audiencia de pruebas, el dictamen se presentó el 8 de septiembre de
2015 y las partes solicitaron las aclaraciones correspondientes; se fijó un plazo
adicional para atender dichas solicitudes, que fueron contestadas por el perito
mediante escrito radicado el 23 de septiembre de 2015.
En la audiencia de pruebas celebrada el 7 de octubre de 2015 la apoderada del
IDU presentó una objeción grave en cuanto a los gastos administrativos; en la
sentencia de primera instancia se consideró que no procedía tal objeción, sin
perjuicio de apreciar la prueba en lo que fuera pertinente.
no permite concluir sobre el desequilibrio económico del contrato.
- 5.3.1. Ítems que no fueron objeto de consideraciones específicas en la
sentencia de primera instancia
Se agrega que, en relación con el precio del cemento gris, el perito conceptuó que
el contratista pagó en promedio un valor de $332,09 por kilogramo, frente a $347
por kilogramo que constituyó el precio promedio ofrecido al IDU, de manera que
observó una reducción del 4.32% frente a los precios de la oferta, la cual indica un
resultado favorable al contratista en la ejecución de la referida cuenta
Al igual que en el ítem anterior, en las preguntas acerca del acarreo adicional de
escombros, el perito indicó que “no es factible establecer los mayores costos en
que incurrió el consorcio”, a la vez que advirtió que varios ítems de los análisis de
precios del IDU incluyeron el retiro y disposición de escombros, si bien no contó
con la información disponible para realizar las mediciones solicitadas.