Administración Parenteral de Medicamentos PDF

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 5

ADMINISTRACIÓN PARENTERAL DE MEDICAMENTOS

Introducción
El término parenteral hace referencia a la vía de administración de los fármacos. Esto es, atravesando una o
más capas de la piel o de las membranas mucosas mediante una inyección. La vía parenteral es diariamente
empleada en atención primaria en multitud de situaciones. Son procedimientos invasivos, por lo que existe
mayor riesgo que los medicamentos administrados por otras vías. El profesional Enfermero, debe evaluar
cuidadosamente la respuesta del paciente y observar si aparecen efectos secundarios o reacciones alérgicas.
Es muy importante respetar las normas de Bioseguridad; así como los principios de asepsia médica y
quirúrgica

ANTECEDENTES:
El término parenteral hace referencia a la vía de administración de los fármacos mediante punción atravesando una
o más capas de la piel o de las membranas mucosas.
Desde la antigüedad se ha tenido la necesidad de aliviar el dolor y posteriormente de poder administrar
medicamentos por una vía que favorezca su absorción y eficacia. Se documenta que el primer médico en aplicar
soluciones por vía parenteral fue Pravas (1791-1853). Actualmente es un procedimiento diagnóstico y terapéutico,
clave dentro de la práctica de todo enfermero/a general.
Existen cuatro vías principales para la aplicación de inyecciones: intramuscular, intravenosa, subcutánea e
intradérmica.
 Inyectar: acción de introducir, bajo presión y por medio de un instrumento adecuado, un líquido en un órgano o
cavidad, en forma natural o accidental o bien intencionalmente con objetivo terapéutico.
 Inyección intramuscular: acción de inyectar una sustancia en un músculo.
 Inyección intravenosa: acción de inyectar una sustancia dentro de un vaso venoso.
 Inyección subcutánea: acción de inyectar una sustancia en el tejido adiposo que se encuentra por debajo de la piel.
 Inyección intradérmica: acción de inyectar una sustancia dentro de la dermis.
.
Vía Usos más comunes

- Prueba de Mantoux
- Pruebas cutáneas
Intradérmica - Anestésicos locales

- Insulinas
- Heparinas
- Vacunas
- Otros fármacos (salbutamol, adrenalina, escopolamina, analgésicos
Subcutánea opioides, antieméticos, benzodiacepinas, etc.)

- Vacunas
- Otros fármacos (analgésicos, antiinflamatorios, antibióticos,
Intramuscular neurolépticos, corticoides, etc.)

- Medicación urgente (naloxona, adrenalina, atropina, flumacenilo,


fisostigmina, glucosa hipertónica, etc.)
- Múltiples fármacos a diluir en suero
Intravenosa

Preparación del material necesario para la administración parenteral de los medicamentos


En general, es el siguiente: antiséptico, jeringas, agujas, gasas o algodón, guantes y, si la vía es la
intravenosa, se añadirán el equipo de perfusión, el torniquete y los sistemas de fijación. Todo el material
debe ser desechable y aquél que precise estar estéril debe de venir envasado adecuadamente.

El antiséptico más recomendable es el alcohol etílico al 70%. Su eficacia es del 90% si se deja dos minutos,
mientras que si se hace una friega rápida es del 75%. En caso de no disponer de alcohol se puede emplear la
povidona yodada, aunque siempre es mejor utilizar un antiséptico incoloro, ya que ello nos permitirá observar
con mayor facilidad cualquier posible complicación (eritemas, sangrado, etc.).

Las jeringas poseen tres partes: un cono para conectar la aguja, un cuerpo milimetrado con una lengüeta de
apoyo y un émbolo con otra lengüeta de apoyo. Una vez extraída la jeringuilla de su envase, debemos de
seguir conservando la esterilidad del cono y del émbolo (de este solo se debe de tocar la lengüeta a la hora de
manipularlo). Existen jeringas de diferentes capacidades: 1, 2, 5, 10, 20 y 50 ml respectivamente, siendo la
cantidad de fármaco que hemos de administrar la que determinará su capacidad. Las jeringuillas de 50 ml se
usan normalmente para las bombas de perfusión portátiles, careciendo entonces de cono.
Figura 1

Las agujas están formadas por un cono y por una parte metálica. Una vez extraídas del envase, se deben de
seguir conservando estériles tanto la parte metálica como la parte del cono de la aguja que conecta con el
cono de la jeringuilla. A la hora de preparar el material se debe de tener en cuenta que vamos a precisar dos
agujas: una para cargar el medicamento en la jeringuilla y otra para administrarlo. No se aconseja
administrar el fármaco con la misma aguja con la que se carga la medicación ya que:
 Al haber más manipulación es más probable que se pierda la esterilidad.
 Al realizar el procedimiento de carga la aguja se puede despuntar con lo que, si empleamos esa misma
aguja para administrar el medicamento, la técnica va a ser más dolorosa.
Si por alguna razón no disponemos de agujas de carga, usaremos para ello la de mayor calibre de las que
tengamos.
Con respecto a las partes de la aguja, es interesante remarcar los siguientes aspectos:

Figura 2

La parte metálica o cuerpo va a variar según la vía a emplear, de tal modo que para cada caso se debe de
utilizar un calibre, una longitud y un bisel adecuado:
 El calibre se refiere al diámetro de la aguja, el cual viene medido en “números G”: a mayor calibre,
menor “número G”.

 La longitud variará según el número de capas de tejido a atravesar: a mayor número de capas, mayor
longitud de la aguja. Nuestra elección también estará condicionada por el tipo de paciente a tratar:
adultos, lactantes, escolares, adultos con poca masa muscular, etc.

 El bisel nos habla del ángulo de la punta de la aguja, que es el que va a determinar el tipo de corte que
se producirá en el momento en el que se atraviese la piel o la mucosa. El bisel puede ser largo (la aguja
es más puntiaguda), medio o corto (la aguja es menos puntiaguda, con un ángulo de 45º).

El cono de la aguja puede ser de diferentes colores, pero éstos no vienen determinados internacionalmente,
sino por cada casa comercial. Aunque existe una cierta uniformidad entre las diferentes marcas (el cono de la
aguja intravenosa suele ser amarillo, el de la intramuscular de adultos suele ser verde, el de la intramuscular
de niños azul, etc.), a la hora de escoger la aguja no debemos fijarnos sólo en el color del cono, pues ello
puede inducir a error.
En la tabla 2 se reproduce un cuadro con los tipos de agujas más empleadas en la administración de los
tratamientos parenterales (el color del cono que se indica es el más frecuente, pero puede variar según la
casa comercial).

Tabla 2. Tipos de agujas más empleadas en la administración de los tratamientos parenterales


Vía Longitud Calibre Bisel Color del cono

25 - 26G (0'5
Intradérmica 9'5 -16 mm mm) Corto Transparente o naranja

24 - 27G (0'6
Subcutánea 16 - 22 mm mm) Medio Naranja
19 - 23G (0'8 Adultos: verde
Intramuscular 25 - 75 mm mm) Medio Niños: azul

Intravenosa 25 - 75 mm 16 - 21 (0'9 mm) Largo Amarillo

Aguja de carga 40 - 75 mm 14 -16G (1 mm) Medio Rosado

Preparación del medicamento a administrar


Antes de realizar cualquier procedimiento hay que lavarse las manos y enfundarse unos guantes que, salvo en
el caso de los accesos centrales, no es necesario que sean estériles. Por otro lado, a la hora de cargar
cualquier medicamento en una jeringuilla hay que tener en cuenta varios aspectos:

Consideraciones previas
Los medicamentos inyectables pueden encontrarse dentro de dos tipos de recipientes de cristal, las ampollas
o los viales:
 Las ampollas se caracterizan por tener un cuello largo que presenta una constricción en su base,
mientras que los viales tienen un cuello corto coronado por un tapón de plástico duro que está forrado
externamente por un metal.

 Las ampollas constituyen un sistema cerrado que, una vez roto el cuello, pasan a ser un sistema
abierto. Esto es: se puede aspirar el líquido fácilmente a través de la abertura que hemos creado.

 Los viales constituyen un sistema cerrado por lo que, para poder extraer sin dificultad su contenido, se
debe de inyectar previamente en su interior un volumen de aire igual al volumen de la sustancia que
albergan y que queremos extraer.

La medicación puede venir presentada para administrarla directamente o mezclándola previamente con un
disolvente. Así la encontraremos en forma líquida o como polvo, ya sea suelto o prensado. Cuando haya que
mezclar el fármaco con un disolvente trabajaremos con dos recipientes: uno que contiene el fármaco y otro
que contiene el disolvente. Por otro lado, debemos de tener en cuenta que:

 Hay que leer siempre las instrucciones. Así sabremos cómo se debe realizar la mezcla, la cantidad de
disolvente que se precisa, si se puede desechar o no parte de éste, cuál es su composición (a veces
pueden contener parte del principio activo o anestésico), etc.

 Los pasos para conseguir la mezcla son, por este orden: cargar el disolvente en la jeringuilla. Introducir
la cantidad de disolvente indicada en el recipiente que contiene el fármaco. Homogeneizar la solución si
es necesario (en muchos casos se homogeniza espontáneamente al mezclar ambos productos). Cargar
la solución nuevamente en la jeringuilla.

 Para conseguir una solución homogénea nunca agitaremos la mezcla pues, además de formarse espuma,
se pueden producir cambios que modifiquen su farmacodinámica. Lo que se debe hacer es rotar el
recipiente (normalmente es un vial) entre las palmas de las manos hasta homogeneizarla.

Figura 1
Figura 2

Instrucciones para cargar en una jeringuilla un medicamento inyectable a partir de una ampolla

 Coja la ampolla y golpee suavemente su parte superior con un dedo, así todo el contenido pasará a la
parte inferior del recipiente.

 Coloque una gasa pequeña alrededor del cuello de la ampolla con el fin de evitar un posible corte.

 Sujete la ampolla con la mano no dominante. Con los dedos pulgar e índice de la otra mano, rompa el
cuello de la ampolla en dirección opuesta a usted.

 Coja la jeringa que previamente había preparado con la aguja de carga e inserte ésta en el centro de la
boca de la ampolla. No permita que la punta o el cuerpo de la aguja toquen el borde de la ampolla. Si
ello sucede, deseche el material y reinicie el procedimiento.

 Incline ligeramente la ampolla y vaya aspirando el medicamento con la jeringa. Recuerde que para
movilizar el émbolo no debe apoyarse en éste, sino en las dos lengüetas que posee la jeringuilla: la del
propio émbolo y la del cuerpo.

 Una vez cargada toda la medicación, saque la aguja de la ampolla. Sostenga la jeringa con la aguja
apuntando hacia arriba para que el líquido se asiente en el fondo de la primera. Golpee la jeringa con un
dedo para favorecer que asciendan las burbujas de aire que se puedan haber aspirado. Tire levemente
del émbolo para que si queda algo de líquido en la aguja éste caiga al cuerpo de la jeringuilla. Ahora
empuje suavemente el émbolo hacia arriba para expulsar el aire, procurando que no se pierda nada del
líquido. Ya tiene la medicación cargada. Proceda ahora a cambiar la aguja de carga por la que vaya a
utilizar en el paciente. No se recomienda purgar la jeringuilla con esta última pues hay soluciones que,
al contacto con el metal, se cristalizan y obstruyen la aguja.

Instrucciones para cargar en una jeringuilla un medicamento inyectable a partir de un vial


 Conecte la aguja de carga a la jeringa elegida.
 Retire el protector de la aguja.
 Cargue la jeringa con un volumen de aire equivalente al volumen de sustancia que vaya a extraer.
 Retire la tapa metálica del vial y desinfecte la parte que queda expuesta con un antiséptico.
 Inserte la aguja por el centro del tapón (es más delgado y más fácil de penetrar) e inyecte el aire en el
vial sin dejar que el émbolo se retraiga. Procure que el bisel de la aguja quede por encima de la
medicación, sin introducirse en ella, pues así se evita la formación de burbujas y se facilita la extracción
posterior del líquido.
 Coja el vial con la mano no dominante a la vez que con la otra sujeta firmemente la jeringa y el émbolo.
 Invierta el vial. Mantenga la aguja en la misma posición: ahora, al haber invertido el vial, quedará
cubierta por el líquido (se previene la aspiración de aire).
 Permita que la presión positiva del aire introducido llene poco a poco la jeringa con el medicamento (la
presión impulsa el líquido hacia la jeringuilla y desplaza el émbolo). Tire un poco del émbolo si
es necesario.
 Desinserte la aguja del tapón del vial. A veces la presión existente en éste puede hacer que al realizar
esta maniobra salga algo de líquido y nos salpique. Para evitarlo, tenga la precaución de volver a
colocar el vial en su posición original (recuerde que para extraer la medicación lo había invertido).
 Si lo que ha extraído es la medicación, aquí ha acabado el procedimiento de carga. Si lo que ha extraído
es el disolvente y ahora tiene que introducirlo en el vial de la medicación, actúe siguiendo los pasos que
se han detallado hasta ahora. La única diferencia es que no tendrá que cargar la jeringuilla con aire,
pues ya la tiene cargada con el disolvente.
 Purgue la jeringuilla como ya se explicó anteriormente.
https://www.fisterra.com/ayuda-en-consulta/tecnicas-atencion-primaria/administracion-parenteral-
medicamentos-conceptos-generales/

ABRIR EL LINK Y VISUALIZAR EL PPT ADJUNTO


https://es.slideshare.net/carlaequinde/inyeccion-intradermica-final

MHW/mhw.

También podría gustarte