La Eucaristía Fuente y Cumbre La Iglesia Sinodal (1050)

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LA EUCARISTÍA FUENTE Y CUMBRE (DE) LA IGLESIA SINODAL

Te recomiendo que hagas una pequeña introducción de los tres puntos y el objetivo de
este articulo.

1. La manifestación plena de Dios

Hablar de la manifestación plena de Dios (para tener mas argumentos creo que sería
bueno agregar o confrontar hebreos, 1, 1, manifestacios a los profetas y la plenitud en
Cristo), es hablar de Aquel Verbo que se hizo carne y vivió entre nosotros, y nosotros
hemos sido testigos de su gloria, gloria que recibimos del Padre, tal como lo enseña el
evangelista San Juan (cf. Jn 1,14). Después de la Ascensión del Señor, lo visible del
Redentor se transforma en sacramentos (ritos sagrados). Por ello, la Iglesia sostiene que
nosotros vemos una cosa y entendemos otra. Es decir, cuando celebramos la Eucaristía solo
vemos el pedazo de pan, pero la fe nos dice que en aquel pedazo de pan Cristo se hace
presente como alimento de vida eterna. (agregaría..Es decir, la Eucaristía requiere y
presupone fe fundado en la tradición oral y escrita)
La Iglesia (,) sacramento de salvación de Jesucristo para la humanidad, vive y celebra el
culto centrado en el Verbo encarnado, en virtud de la manifestación plena del Padre. En
este sentido, celebrar la santa misa según el Canon Romano y la Anáfora de San Juan
Crisóstomo, es celebrar la transformación de la Palabra divina en evento, en el cual
participan el Espíritu y la razón. Es entrar en dialogo (diálogo) con Aquel que es la
Palabra, el Verbo, y se dirige al hombre, y de él espera una respuesta favorable.
Así llegamos a la comprensión, de que la palabra humana (palabra humana??) se hace
Adoración, sacrificio y acción de gracias (Eucaristía). Y este “culto espiritual”
(cf. Rm 12,1) es el corazón por la que el pueblo de Dios, participa activa y conscientemente
en el misterio eucarístico, que alcanza la plenitud en la santa comunión. En este punto
podrias concluir, a manera de conclusión, que la manifestación plena de Dios nos invita a la
comunión eclesial, a la sinodalidad de la Iglesia. En el segundo punto empiezas explicando
lo sinodal como lo haces en el punto dos.

2. Porque (pregunta o respuesta) decimos que la eucaristía es fuente y cumbre la


Iglesia sinodal
El concilio vaticano II (Concilio Vaticano II) afirma que la Eucaristía es la “fuente y
cumbre de toda la vida cristiana”. En otras palabras, es la fuente y cumbre de toda la
acción misionera de la Iglesia.
Algunos rasgos fundamentales nos ayudan a comprender mejor esta acción misionera.
Por ejemplo, cuando la Iglesia se reúne para celebrar un sínodo ya sea de carácter universal
o regional, celebra la Eucaristía al comienzo y al final (solo al comienzo y final?? Acaso no
se celebra durante el sínodo?) en señalar (señal) de unidad y comunión, bajo un mismo
pensar y sentir guiados por la acción del Espíritu Santo, los domingos cuando la comunidad
se reúne entorno al altar alrededor del obispo (mejor alrededor del sacerdote in persona
cristi, puesto que no todos tienen la celebración con el obispo), es una comunidad
eucarística que no solo (sólo) celebra con la Iglesia universal, sino que también lo hace con
la Iglesia celestial, cuando la Iglesia celebra los sacramentos también lo hace en comunión
con toda la Iglesia, representada por la comunidad y el ministro que la preside y así
sucesivamente desarrolla su misión.
De (En) la Eucaristía participa el pueblo de Dios, en virtud del bautismo. El bautismo
nos introduce en la vida cristiana, nos hace hijos adoptivos de Dios, templo del Espíritu
Santo, pueblo sacerdotal, miembros del Único Cuerpo de Cristo, la Iglesia y nos prepara
para la misión. Por la recepción del sacramento de la confirmación se hace efectiva la
plenitud de la gracia bautismal. El bautizado, es fortalecido en la fe, corresponsable en la
misión de la Iglesia y sobre todo es obligado a dar testimonio no solo de palabra sino con el
testimonio de su vida en cualquier ambiente donde se encuentre: trabajo, política, familia,
sociedad, etc.
La Iglesia es un signo visible de la gracia y unión con Cristo en la Eucaristía ya que la
Eucaristía es indudablemente cristológica y eclesiológica. Por eso (,) se dice que la
Eucaristía es tanto el signo como el instrumento de la unión del pueblo de Dios con Dios y
entre sus personas. Pero (,) hay que dejar en claro que no sólo la Eucaristía tiene como
referente a la Iglesia, también los demás sacramentos son signos de la Iglesia.
En la vida sacramental de la Iglesia, la Eucaristía es signo visible de la comunión en y
con Cristo, y es constitutiva de la comunión eclesial porque toma parte del único pan que
nos transforma en el único Cuerpo de Cristo (cf. 1Co 10,16-17). La unidad del pan es tipo o
símbolo sacramental de la unidad del cuerpo eclesial. Este pan es sacramento de la Iglesia,
no sólo por el hecho de que pertenezca a la Iglesia, sino porque significa la Iglesia. Así
pues, no sólo la Iglesia está presente allí donde celebramos la Eucaristía, sino que también
la Iglesia está sacramentalizada, es decir, significada y presente en la Eucaristía.
El papa Francisco en su discurso conmemorativo del quincoagésimo aniversario de la
institución del Sínodo de los obispos subrayó que el “camino de la sinodalidad es el canimo
que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”. La sinodalidad es “como la dimensión
constitutiva de la Iglesia, de modo que lo que el Señor nos pide, en cierto sentido, ya está
todo contenido en la palabra sínodo”. El sínodo es una palabra muy antigua y venerada por
la Tradición de la Iglesia, cuyo significado está asociado con los contenidos más profundos
de la Revelación.
El término sínodo está compuesta por la preposición sýn “que indica compañía” y el
sustantivo hodós, que “indica el camino que recorren juntos los miembros del pueblo de
Dios”. En consecuencia, la sinodadalidad se refiere a la corresponsabilidad y a la
participación activa de todo el pueblo de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia.
Siguiendo el discurso inaugural, el papa Francisco señala que la sinodalidad nos ofrece el
marco interpretativo adecuado para comprender el ministerio jerárquico y que sobre la base
de la doctrina del sensus fidei fidelium todos los miembros de la Iglesia son sujetos activos
de la evangelización. Todo esto es el presupuesto indispensable de la puesta en acción de la
Iglesia sinodal, para un nuevo impulso misionero que involucre a todo el pueblo de Dios.
A modo de conclusión, podemos decir que allí donde la Iglesia vive y celebra la
Eucaristía no sólo comulga con la Iglesia universal, sino que hora (ora) por la unidad de los
cristianos, fortalece el espíritu misionero de todos sus miembros que participan de ella e
indica el camino que deben seguir los cristianos para alcanzar la salvación. Por eso (, ) la
Iglesia no se equivoca al decir que la Eucaristía es la cumbre de la iniciación cristiana y de
toda acción apostólica, porque presupone la pertenencia a la comunión de la Iglesia. Al
mismo tiempo ella es fuente, porque constituye el alimento para la vida y la misión de la
Iglesia.

3. De la teoría a la práctica, un constante desafío de la Iglesia milenaria.


Hoy por hoy, la sinodalidad es un tema que se ha puesto en boga dentro de la Iglesia.
Por tal razón muchos teólogos y canonistas de Latinoamérica, España e Italia (sólo lati,
España e Italia?) han debatido en la Fundación Pablo VI de cómo aterrizar la reforma
plantea (reforma planteada?, lo que el papa hizo fue traer al presente lo que en otrora se
hacía los sínodos locales a cargo del obispo.) por el pontificado de Francisco (solo por el
papa francisco?, antes desde el siglo III hasta el siglo IX era común los sínodos locales y
nacionales… revisar IV concilio de Toledo planteado por san isidro de Sevilla, 633).

Los mismos teólogos y canonistas han afirmado que la sinodalidad no es un ente extraño
y abstracto sino un proceso, un estilo, una realidad que consiste en “caminar juntos, pero de
verdad”. La sinodalidad forma parte de la especifica forma de vivir y obrar del pueblo de
Dios. En este sentido, afirma el profesor de la Pontificia Universidad Católica de Argentina,
Carlo María Galli que en virtud del “bautismo somos compañeros de camino del Señor,
llamados a ser sujetos activos en la convocación a la santidad y a la misión, porque
participamos del único sacerdocio de Cristo y Él nos enriquece con los carismas del
Espíritu Santo”.
Ahora bien, en teoría suena muy lindo todo lo que se ha dicho de la Eucarística y de la
sinodalidad, pero ¿cómo pasamos a la práctica? ¿Cómo encarnamos el Evangelio de Cristo
y todo aquello que desde el primer día del pontificado de Francisco viene transmitiéndonos
y buscando hacer realidad en todas las esferas de la Iglesia?
Algunas de estas propuestas nos ayudarían a aterrizar y a encarnar la Eucaristía y la
sinodalidad, en el servicio de la Iglesia.
En primer lugar (como voy a conocer si nadie me lo explica, (Hch 8,31:… creo que lo
primero es que el pueblo de Dios conozca y tenga una sana consciencia que Cristo esta
presente en la fracción del pan…. Después sigue el proceso de conversion). , debemos
entrar en el reconocimiento de un proceso de “conversión personal y comunitario” sin fecha
de caducidad sino más bien de orden perenne acorde al dinamismo espiritual del propio
Cristo. En segundo lugar, el Papa Francisco en su Exhortación apostólica Evangelii
gaudium insta a iniciar procesos, privilegiar acciones que generen nuevos dinamismos que
impliquen a muchas personas en tareas de la Iglesia.
Que la acción misionera no se reduzca en ayudar de vez en cuando en la limpieza de la
parroquia, hacer alguna actividad en nombre de la misma, cantar en las misas, pertenecer a
un grupo, etc. sino que en virtud de los sacramentos (bautismo, confirmación y Eucaristía)
asumamos como protagonistas nuestra responsabilidad en la edificación de la comunidad y
en la obra de la evangelización naturalmente según nuestro propio carisma y estilo.
En tercer lugar, tenemos que pasar de un modelo de Iglesia impositiva y referencial a un
modelo de Iglesia donde cada uno aporte lo que pueda aportar y lo que el otro no pueda
aportar (creo que suficiente decir .. donde cada uno aporte lo que pueda y tenga…. Esta
demás el otro no pueda aportar)). Es decir, el camino sinodal empieza cuando implicamos
al pueblo y lo escuchamos no solo (sólo) como simples receptores sino como agentes
activos con derecho a voz y voto. (derecho a voz y voto, suena muy político y hace ver que
en la Iglesia no hay voz ni voto…. Yo pondría … agentes activos comprometidos y
responsables con derechos y deberes que cooperen en la sinodalidad de la Iglesia.)
Por último, es necesario formar a nuestros laicos para que asuman su rol en los diversos
consejos que, a nivel parroquial, diocesano y universal, asesoren a los pastores en la toma
de decisiones.
En definitiva, la sinodalidad tiene el objetivo de “caminar juntos” en este mundo en el
que vivimos, un mundo solapado al que no le importa en absoluto, nada de Dios, culto,
Iglesia, etc., pero al que somos llamados a acompañar hasta el final de los tiempos.

Sería bueno hacer una pequeña conclusión destacando la importancia de tu tema.

Para que sea más científico y creible, tienes que poner citaciones bibliográficas ya sea de
citas textuales o parafraseadoas…
FUENTES.
1. SUSAN WOOD, El Sacramento del Orden, Barcelona 2007.
2. COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL , La sinodalidad en la vida y en la misión de
la Iglesia, 2018.
3. CONCILIO VATICANO II, “Lumen Gentium”.
4. CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA.
5. DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO CONMEMORACIÓN DEL 50
ANIVERSARIO DE LA INSTITUCIÓN DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS, en
http://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2015/october/documents/papa-
francesco_20151017_50-anniversario-sinodo.html (05.08.2019).
6. SÍNODO DE LOS OBISPOS XI ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA, La
Eucaristía: fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia, en
http://www.vatican.va/roman_curia/synod/documents/rc_synod_doc_20040528_lin
eamenta-xi-assembly_sp.html#_ftn1 (03.08.2019).

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