Evaluacion Formtiva
Evaluacion Formtiva
Evaluacion Formtiva
La evaluación formativa en el ámbito educativo es desde hace mucho tiempo motivo de reflexión,
ya que cada vez que se escucha la palabra evaluación la asociamos a nuestra práctica
pedagógicas, sin embargo, la evaluación, aunque a veces nos seamos consciente, es parte de
nuestro día a día, pues siempre analizamos y valoramos las situaciones en que nos encontramos, y
actuamos en consecuencia.
Para dar un ejemplo, ante el contexto que estamos, no es imposible ir a la tienda a comprar una
prenda que necesito en este caso una casaca, entonces la compraré de manera virtual, pero para
ello tendré que establecer ciertos criterios que sea gruesa, de polar, con capucha, y así hago el
pedido. Cuando llegué tendré que evaluar en base a los criterios que establecí, así podré tomar la
decisión de quedarme con la prenda, devolverla, o retroalimentar al vendedor para que pueda
lograr proporcionarme la casaca deseada. La evaluación nos ayuda muchísimo para tomar buenas
decisiones.
La etapa preescolar es una de las más importantes en la educación de los niños y niñas de 0 a 5
años, pues durante la primera infancia aprenden a mayor velocidad. Por ello los aprendizajes
esperados en este en este nivel se centran en lograr que los niños y niñas cuestionen, descubran y
analicen los distintos elementos de su entorno natural y social. Siendo lo más importante su lograr
un desarrollo óptimo en los niños y niñas tanto en el ámbito cognitivo como emocional.
Partiendo de lo expuesto, las docentes de nivel inicial nos podemos realizar la siguiente pregunta:
¿Cómo alcanzar el desarrollo óptimo? Y para dar respuesta tenemos que:
Informales siempre sobre el propósito de cada tarea, para que sirve y lo que esperamos
que realice.
Pedir su opinión basada en pautas o rubricas del resultado deseado y generar preguntas
que los lleven a identificar su proceso de aprendizaje.
Promover que identifiquen los sentimientos que surgen al realizar determinadas tareas, lo
que les facilita y dificulta.
Entonces si nuestra centralidad esta puesta en los niños y niñas, se nos hará más fácil comprender
todos los conceptos, procesos y términos que plantea en enfoque formativo, llegando a la
reflexión que para evaluar debemos conocer; quiénes son los niños, en que comediones están los,
cuáles son sus interés y necesidades, si han tendí alguna experiencia educativa previa en qué
contexto están y cuáles son las expectativas de su familia.
Un aspecto base es reconocer que los niños y niñas tienen una enorme capacidad para aprender,
pero desde su propio ritmo de aprendizaje y posibilidades que tiene.
Otro aspecto importante es tener claridad en los aprendizajes que queremos promover, se sabe
que el marco del currículo nacional el propósito es que los niños y niñas desarrollen las
competencias.
Otro aspecto es poder establecer los criterios de evaluación, que serán los referentes que nos
permitirán determinar en que nivel o desarrollo del proceso se encuentran los niños y niñas para
valorar los que los niños saben y pueden hacer. Entonces surge la pregunta ¿Cómo podemos
establecer estos criterios?, para ello tenemos que tomar como referencia los estándares de
aprendizaje, porqué estos nos describen las cualidades y características para ver en qué nivel de
desarrollo se encuentran los niños y niñas en relación a las competencias. También estos criterios
tomando como referencia los estándares de aprendizaje nos permitirán reflexionar sobre la
evidencia.
Otros aspectos serian, lo instrumentos de evaluación, estos deben considerar más el proceso y no
el producto.
A partir del análisis, podemos concluir que la evaluación formativa en nivel inicial, es un proceso
que pierde sentido si no se tiene a los niños y niñas como el centro de todo, y para llevar una
evaluación desde el enfoque formativo correcto se den establecer criterios en base a los
estándares de aprendizaje para determinar el nivel de desarrollo de cada competencia.