Autoevaluacion Garantias Constitucionales
Autoevaluacion Garantias Constitucionales
Autoevaluacion Garantias Constitucionales
CONSTITUCIONALES
Juan Martínez
GARANTÍAS CONSTITUCIONALES
La Constitución de Cádiz.
La Constitución de 1824.
Manuel Crescencio García Rejón y Alcalá, conocido como Manuel Crescencio Rejón (1799-1849),
jurista y político mexicano (nacido novohispano), creador del juicio de amparo, nace en
Bolonchenticul, Yucatán, ahora Bolonchén de Rejón, Campeche. Hijo de Manuel García Rejón y
Doña Bernarda de Alcalá.
Corriente positivista Rousseau con el Contrato Social, John Locke, Voltaire y Montesquieu.
Se trata pues, de una nueva modalidad de contrato social que devuelva al hombre su estado
'natural' sin que por ello deba dejar de pertenecer a una comunidad. No es, como quiere Hobbes,
un contrato entre individuos, ni de los individuos con un gobernante, como propone Locke: es un
pacto de la comunidad con el individuo y del individuo con la comunidad. Cada uno de los
asociados se une a todos y a ninguno en particular.
Este pacto, crea la voluntad general que ni es arbitraria ni se confunde con las con la suma de las
voluntades egoístas de las voluntades individuales de los particulares. Entonces aparece el
concepto de soberanía, el soberano es la voluntad general, la cual es inalienable (no se delega, el
gobierno no es sino un ejecutor de la ley que emana de la voluntad general, y puede ser siempre
substituido), es indivisible (no hay división de poderes, como postulan Locke y Montesquieu.
Las fuentes próximas de Apatzingán, como bien las califica Luis González, fueron los elementos
constitucionales de don Ignacio Rayón, los Sentimientos de la Nación del Cura Morelos y el
Reglamento para la reunión del Congreso, expedido por el mismo Morelos el 11 de septiembre de
1813.
Los lineamientos generales del Acta Constitutiva de la Federación se adoptan por nuestra primera
Ley Fundamental, La Constitución Federal del 4 de octubre de 1824. Entre las más importantes
están:
Se comprenden diferentes garantías de seguridad jurídica en favor del gobernado, tales como la
prohibición de penas trascendentales, la de la confiscación de bienes; los juicios por comisión, la
aplicación retroactiva de las leyes; la abolición de los tormentos y la de legalidad para los actos de
detención y de registro de casas, papeles “u otros efectos de los habitantes de la República” (arts.
145 a 156).
8.- ¿EN QUE DOCUMENTO HISTÓRICO SE PLASMÓ POR PRIMERA VEZ LOS DERECHOS
DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO Y EN PAÍS TIENE SU ORIGEN?
La Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano (en francés: Déclaration des droits de
l'homme et du citoyen), aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente francesa el 26 de agosto
de 1789, es uno de los documentos fundamentales de la Revolución francesa (1789-1799) en
cuanto a definir los derechos personales y los de la comunidad, además de los universales.
Influenciada por la doctrina de los derechos naturales, los derechos del Hombre se entienden como
universales.
TITULO I, SECCION I, De los derechos del hombre. Art. 1. El pueblo mexicano reconoce, que los
derechos del hombre son la base y el objeto de las instituciones sociales. En consecuencia,
declara: que todas las leyes y todas las autoridades del país, deben respetar y sostener las
garantías que otorga la presente Constitución.
Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del extranjero que
entren al territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su libertad y la protección de las leyes.
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las
discapacidades, a condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las
preferencias, el estado civil.
11.- ¿EN CUÁL CONSTITUCIÓN SE PLASMAN POR PRIMERA VEZ LAS GARANTÍAS
SOCIALES?
Soberano: es quien tiene el poder de decisión, de dar leyes sin recibirlas de otro, es decir, aquel
que no está sujeto a leyes escritas, pero sí a la ley divina o natural.
Soberanía: Cuyo término deriva de la conjunción “super-omnia” o sea sobre-todo, es un atributo del
poder del Estado, de esa actuación suprema desarrollada por y dentro de la sociedad humana, que
supedita a todo lo que en ella existe, que subordina todos los demás poderes y actividades que se
desplieguen en su seno.
Autónomo: capaz de darse sus propias normas para regir su vida interior.
La palabra garantía tiene la raíz etimológica en el término anglosajón “warranty o “warrantie”, que
significa la acción de asegurar, proteger o salvaguardar.
a.-Garantías Sociales. - Conjunto de factores ideológicos, culturales o religiosos que pueden influir
en el legislador a fin de evitar la arbitrariedad, tales como la religión, las costumbres, las fuerzas
culturales y, en general, los elementos diversos que se dan en la dinámica de la sociedad.
Las identifica con los procedimientos o medios para asegurar el imperio de la ley fundamental
frente a las normas jurídicas secundarias, es decir, para garantizar el que una norma inferior se
ajuste a la norma superior que determina su creación o su contenido.
Estas garantías constituyen los medios generales que la técnica jurídica moderna ha desarrollado
con relación a la regularidad de los actos estatales en general. Las garantías son preventivas o
represivas, personales u objetivas
Las garantías represivas reaccionan contra el acto irregular una vez realizado, tienden a impedir la
reincidencia en el futuro, a reparar el daño que se ha causado, a hacerlo desaparecer y
eventualmente, a reemplazarlo por un acto regular.
Los dos elementos pueden naturalmente, estar unidos en una sola y misma medida de garantía.
b.- Las garantías objetivas, que tienen al mismo tiempo un carácter represivo acentuado, son la
nulidad o anulabilidad del acto irregular.
La nulidad significa que un acto que pretende ser acto jurídico y, en especial un acto estatal, no es
tal objetivamente porque es irregular, es decir, no responde a las condiciones que prescribe una
norma jurídica de grado superior.
Fix Zamudio sostiene que, “solo pueden estimarse como verdaderas garantías los medios jurídicos
de hacer efectivos los mandatos constitucionales, señalando que existen 2 especies de garantías:
las fundamentales y las de la Constitución, en donde las primeras engloban las individuales,
sociales e institucionales. Las segundas son los procesos establecidos por los artículos 103 y 107
(amparo), 105 (conflictos entre los Estados y la Federación o los Estados entre sí) y 111 (procesos
de responsabilidad del funcionario) que ya son normas estrictamente procesales, de carácter
represivo y reparador.
Son los vínculos que se entablan merced a una gama variada de causas entre dos o más sujetos
físicos o morales dentro de su condición de gobernados. Esas relaciones pueden ser de índole
privada o de carácter socioeconómico.
En el primer caso, cuando están previstas y reguladas por las normas jurídicas, el conjunto de
estas constituye lo que suele denominarse “Derecho privado”; y en el segundo, si las citadas
normas las imponen y rigen, su agrupamiento se integra en lo que se llama “Derecho Social”.
Descansan sobre una dualidad cualitativa subjetiva, es decir que surgen entre dos entidades
colocadas en distinto plano o posición, es decir, entre un Estado como persona jurídico-política y
sus órganos de autoridad, por un lado, y el gobernado por el otro. En dichas relaciones, la persona
moral estatal y sus autoridades desempeñan frente al gobernado la actividad soberana o de
gobierno, o sea actos autoritarios propiamente dichos, que tienen como atributos esenciales la
unilateralidad, la imperatividad y la coercitividad.
SUJETO ACTIVO: Es el gobernado, es decir, aquella persona en cuya esfera operen o vayan a
operar actos de autoridad, actos atribuibles a algún órgano estatal que sean de índole unilateral,
imperativa y coercitiva.
El gobernado titular de las garantías individuales tiene el goce y disfrute de éstas inmediata o
directamente frente a las autoridades estatales, y mediata e indirectamente frente al Estado, el cual
tiene que estar representado por aquellas, quienes, a su vez, están dotadas del ejercicio del poder
de imperio en su distinta esfera de competencia jurídica.
Es una autoridad dentro del poder público, este como elemento constitutivo del Estado; es decir:
SUJETO PASIVO. Desde el punto de vista del sujeto activo de la relación jurídica en que se revela
la garantía individual, ésta implica para dicho sujeto un derecho, esto es, una potestad jurídica que
hace valer obligatoriamente frente al Estado en forma mediata y de manera inmediata frente a sus
autoridades, surgiendo para el sujeto pasivo (autoridades y Estado) una obligación correlativa.
Siendo las prerrogativas fundamentales del hombre inherentes a su personalidad, lo que constituye
el objeto tutelado por las garantías individuales principalmente, el derecho que se establece por la
relación jurídica en que éstas se traducen consiste en una exigencia imperativa que el gobernado
reclama del sujeto pasivo de la aludida relación, en el sentido de que se le respete un mínimo de
actividad y de seguridad indispensables para el desarrollo de la personalidad humana.
En efecto, dicha potestad es un derecho, esto es, tiene el calificativo de jurídica, porque se impone
al Estado y a sus autoridades, o sea, porque estos sujetos pasivos de la relación están obligados a
respetar su contenido, el cual se constituye por las prerrogativas fundamentales del ser humano.
Dicha potestad prevalece contra la voluntad estatal expresada por conducto de las autoridades, la
cual debe acatar las exigencias.
La potestad de referencia es un derecho subjetivo, porque implica una facultad que la ley (en este
caso la Constitución) otorga al sujeto activo (gobernado) para reclamar del sujeto pasivo
(autoridades y Estado) determinadas exigencias a ciertas obligaciones.
La potestad es un derecho subjetivo público, porque se hace valer frente a un sujeto pasivo de esta
índole, como son las autoridades estatales y el Estado mismo.
El derecho subjetivo público no sólo es atribuible a los individuos o personas físicas, sino a todo
ente que se halle en la situación de gobernado.
Cuando se trata de derechos subjetivos derivados, su acusación proviene de un acto o de un
hecho jurídico previo y necesario, como sucede con los derechos que nacen de un contrato, de un
testamento, etc.
El derecho a favor del gobernado y la obligación correlativa a cargo de las autoridades, surgen de
la relación jurídica en que se traduce la garantía individual, existen unilateralmente, es decir, que
no hay derechos y obligaciones recíprocas por parte de los sujetos activo y pasivo del citado
vínculo. Así, el sujeto activo o gobernado sólo es titular de un derecho subjetivo público que
enfrenta a las autoridades en los niveles de gobierno que le corresponda mismo, sin que a su vez
esté obligado hacia el sujeto pasivo, es decir, el Estado y sus autoridades no tienen ningún
derecho, ninguna facultad de imperio frente al gobernado en la relación que implica la garantía
individual.
Este concepto se forma, según las explicaciones que preceden, mediante la concurrencia de los
siguientes elementos: -Relación jurídica de supra a subordinación entre el gobernado (sujeto
activo) y el estado y sus autoridades (sujetos pasivos). -Derecho público subjetivo que emana de
dicha relación a favor del gobernado (objeto). -Obligación correlativa a cargo del Estado y sus
autoridades, consistente en respetar el consabido derecho y en observar o cumplir las condiciones
de seguridad jurídica del mismo (objeto). Previsión y regulación de la citada relación por la Ley
Fundamental (fuente).
Principios constitucionales que rigen a las garantías individuales, siendo nuestra Constitución la
fuente de las garantías individuales, o sea el ordenamiento en el cual estas se consagran,
formando, por ende, parte de la Ley Fundamental, es lógico y evidente que están investidas de los
principios esenciales que caracterizan al cuerpo normativo supremo respecto de la legislación
secundaria. Por consiguiente, las garantías individuales participan del principio de supremacía
constitucional (consignado en el artículo 133 de la Ley Suprema), en cuanto que tienen prevalecía
sobre cualquier norma o ley secundaria que se les contraponga y primacía de aplicación sobre la
misma, por lo que las autoridades todas deben observarlas preferentemente a cualquier
disposición ordinaria.
Disponemos de dos criterios fundamentales: Uno por parte del punto de vista de la índole formal de
la obligación estatal que surge de la relación jurídica que implica la garantía individual, y otro que
toma en consideración el contenido mismo de los derechos públicos subjetivos que de la
mencionada relación se forman en beneficio del sujeto activo o gobernado. La obligación estatal
surge de la relación jurídica en que se traduce la garantía individual consiste desde el punto de
vista formal en un no hacer o abstención, o en un hacer positivo a favor del gobernado por parte de
las autoridades del Estado.
Dentro del primer grupo se incluyen las que se refieren a las libertades específicas del gobernado,
a la igualdad y a la propiedad; comprendiendo el segundo grupo las de seguridad jurídica, entre las
que destacan la de audiencia y la de legalidad.
El ombudsman es una persona encargada de investigar (de oficio o por denuncias de los
particulares o de sus instituciones) el desempeño del Consejo de Ministros en lo general, o a éstos
en lo particular.
Si aparece una irregularidad o un abuso, el ombudsman lo detecta, éste practica una investigación
cuyos resultados son informados al parlamento; si el investigador tiene además una sugerencia
que presentar a su superior, al Parlamento, le hace una recomendación. No puede ordenar
directamente nada directamente al ombudsman porque no tiene facultades ejecutivas, sino
solamente investigadoras. Cuando en México se traslada esta institución, se inspira en esos
precedentes. Textualmente así se reconoce en la Exposición de Motivos de las reformas
propuestas por Carlos Salinas de Gortari, presidente de la República, el 18 de noviembre de 1992.
II. Garantía de Audiencia. Una de las más importantes dentro de cualquier régimen jurídico, ya que
implica la principal defensa de que dispone todo gobernado frente a actos de poder público que
tiendan a privarlo sus más caros derechos y sus más preciados intereses, está consignada en el
art. 14:
“Nadie puede ser privado de la vida, de la libertad, de sus posesiones, propiedades o derechos,
sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las
formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al
hecho”.
III. Garantía de la exacta aplicación de la ley en materia penal. “En los juicios del orden criminal
queda prohibido imponer, por simple analogía y aún por mayoría de razón, pena alguna que no
esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito que se trate”.
Para que un hecho determinado se considerado como delito y como motivo de aplicación de un
pena a la luz de dicho precepto de la Constitución, es necesario que exista una ley que repute a
aquel como tal, o sea que haya una disposición legal para que se le atribuya una penalidad
correspondiente. Se violará entonces, el mencionado artículo de la ley suprema, cuando se
pretenda aplicar una sanción penal a un hecho que no esté legalmente considerado como delito en
los términos del artículo 7 del ordenamiento penal sustantivo o de los códigos penales de los
Estados. (Principio de nullum crimen, nulla pena sine lege).
IV. Garantías de legalidad en materia jurisdiccional civil. Cuarto párrafo establece: “En los juicios
del orden civil, la sentencia definitiva deberá ser conforme a la letra o a la interpretación jurídica de
la ley, a falta de ésta, se fundará en los principios generales del derecho”.
A diferencia de los juicios de orden penal, en los civiles previstos en el último párrafo del artículo
14, se está a la naturaleza diversa de estos juicios, ya que, en una controversia del orden privado,
en que aparece el enfrentamiento de intereses encontrados, el juez debe fallar en el caso de que
no exista norma aplicable al caso.
En los procesos penales, si no hay tipificación del delito o señalamiento de sanción, el juez debe
absolver al procesado y ponerlo en libertad. En los juicios del orden civil o mercantil, por el
contrario, la controversia debe ser resuelta aun cuando haya silencio de la ley para el caso
planteado.
Toda disposición legal tiene una vigencia determinada en cuanto al tiempo, desde que se crea
hasta que se deroga o abroga expresa o tácitamente por una nueva. Una disposición legal no debe
normar acontecimientos o estados producidos con anterioridad al instante en que adquiere fuerza
de regulación, ya que éstos quedan sujetos al imperio de la ley antigua.
Merlín, exponente de la teoría clásica, define a “derechos adquiridos” a los que han entrado en
nuestro patrimonio, que hacen parte de él y de los que pueden despojarnos aquellos de quienes
los adquirimos”.
I.- Cuando se alteren las condiciones requisitos o elementos de un acto, hecho o situación jurídica.
En este caso la ley nueva afecta a un algo jurídico realizado con anterioridad su vigencia,
afectación que puede operar directamente o bien mediante la regulación de algunos de sus
efectos.
II.- Cuando se alteren las condiciones, requisitos o elementos de validez de un acto, un hecho o
una situación jurídica. (forma, capacidad, ausencia de vicios del consentimiento).
III.- Cuando se afecten los derechos o las obligaciones producidos durante la vigencia de la ley
nueva, derivados de actos, hechos o situaciones jurídicas existentes con anterioridad a la misma,
siempre y cuando la autoridad que aplique dicha norma, para declarar procedentes o
improcedentes las causas legales de la afectación, deba recurrir a la apreciación de la causa del
objeto o materia afectada.
“La ley es retroactiva cuando vuelve al pasado para cambiar, modificar o suprimir los derechos
individualmente adquiridos ya, y según los tratadistas, los derechos que se deriven directamente de
un contrato son derechos adquiridos.
En la Constitución de 1857.
Paul Roubier en su obra del año 400 Les Conflicts des Lois dans le Temps (los conflictos de leyes
en el tiempo) contiene la afirmación del príncipe de que la ley nueva no tiene acción sobre el
pasado”. Al igual que con Justiniano en su obra legislativa se plasma el rechazo en aplicar una ley
que se mueva sobre hechos pasados. Dicha ley se plasma en el sentido de que no se deberá la
aplicación en perjuicio de alguna persona, sin embargo, si en su beneficio.
Fuero Juzgo es el código de la monarquía goda, que lleva este título, uno de los más célebres e
importantes documentos de la época que sucedió a la caída del poder romano y en sus preceptos
se reflejaba fielmente la sociedad para cuyas necesidades se dictaba y fue más adelantada que
ninguna otra. En este se contienen diversas disposiciones que establecían que las leyes solo
debían “comprender los pleitos o negocios futuros y no los que ya hubieren acaecido.
Dicho código legal forma un completa apología de los reyes godos de España, obra insigne y muy
superior al siglo que se realizó y una prueba irrefutable de que la sociedad para la que se redactó
era la más avanzada en el camino de la civilización.
En su origen se denominó este código con los siguientes nombres: "Código de las Leyes", "Libro
de las leyes", "Libro de los jueces", "Libro de los godos", En el siglo XIII adquirió el nombre de
Fuero Juzgo.
La garantía de audiencia, una de las más importantes dentro cualquier régimen jurídico, ya que
implica la principal defensa de que dispone todo gobernado frente a actos del poder público, que
tienden a privarlo de sus más caros derechos y sus más preciados intereses, está consignada en el
segundo párrafo de nuestro Art. 14 constitucional que ordena:
Análisis de la garantía de audiencia: “Nadie podrá ser privado de la vida, de la libertad o de sus
propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente
establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las
leyes expedidas con anterioridad al hecho”.
Como se puede advertir, la garantía de audiencia está contenida en una fórmula compleja e
integrada por cuatro garantías específicas de seguridad jurídica.
Hemos afirmado que la garantía de audiencia se compone, en los términos del Artículo 14
Constitucional, de cuatro garantías específicas.
12.- ¿CUÁLES CON LAS 4 GARANTÍAS ESPECIFICAS QUE CONTEMPLA LA GARANTÍA DE
AUDIENCIA?
I. que la privación se realice mediante juicio que concluya en una resolución que dirime una
controversia:
El juicio previo a la privación: juicio equivale a la idea de procedimiento, es decir de una secuela de
actos concatenados entre si afectos a un fin común que les proporciona unidad, de esto expuesto
se colige en que juicio es un procedimiento en el que se realice una función jurisdiccional tendiente,
como el termino lo indica a la dicción del derecho en un positivo y real conflicto jurídico.
II. que el juicio sea seguido ante tribunales previamente establecidos, por tribunal se entiende
cualquiera que realice una función materialmente jurisdiccional:
Ante tribunales establecidos: Ante una autoridad formal y materialmente jurisdiccional cuando su
actuación principal estribe en decir el derecho en los términos y pertenezca al poder judicial local, o
federal; Autoridades formales, aunque su índole formal sea administrativa, cuando el bien material
de la privación salga de una esfera particular para ingresar a otra esfera generalmente también
particular. (Juicios civiles y de trabajo).
III. que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento principalmente en el derecho de
defensa y en la facultad de aportar pruebas:
IV. que la privación se realice conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho:
Por tanto, es el sujeto cuyo estado jurídico personal es susceptible de ser total o parcialmente
objeto de actos de autoridad, cuyas notas esenciales, sine quibus non, son: la unilateralidad, la
imperatividad o impositividad y la coercitividad.
La vida, la libertad, la propiedad, la posesión y los derechos del gobernado. Nadie puede ser
privado de la vida, de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, es un punto muy
importante, ya que no por el hecho de haber cometido un delito, necesariamente se tiene que
hacer una privación, la privación se puede decir que es la consecuencia o el resultado de un acto
de autoridad y se traduce o puede consistir en una disminución de la esfera jurídica del gobernado,
tanto en un bien material e inmaterial, así al hablar de la imposición de tener un derecho.
Los bienes jurídicos tutelados por la garantía de audiencia como son: la vida, la libertad, la
posesión y los derechos del gobernado, la vida aunque es difícil definirla, es muy importante para
cada persona, y el individuo en particular, en cuanto a su libertad se hace referencia a la propiedad
de la voluntad que tenemos todos los seres humanos, o sea, el derecho real por excelencia, y es
de mucha importancia en la sociedad cumplir con todos estos aspectos, ya que considerando al
hombre como un ser bio-psico-social se va a desarrollar en la sociedad.
Se puede decir que el concepto vida, la libertad, la propiedad, la posesión y los derechos del
gobernado, es un bien jurídico tutelado por la garantía de audiencia.
La vida, la enciclopedia en carta define como "el término que se utiliza para englobar las
actividades características de todos los organismos, desde las algas unicelulares, hasta las plantas
y animales superiores como el hombre" o por lo que podemos decir que la vida humana traduce en
el estado existencial del sujeto, por lo que la garantía de audiencia se puede decir que tutela la
existencia misma del gobernado frente a actos de autoridad que pretendan hacer de ella un objeto
de privación.
La Libertad, está se preserva por la garantía de audiencia como una facultad genérica del
individuo, y se puede decir como una propiedad de la voluntad con fines vitales. Es por ello por lo
que todas las libertades públicas individuales, se establecen en nuestra constitución, y es
protegida.
La Propiedad, que es el derecho real por excelencia, está protegida por la garantía de audiencia,
ahora bien Ramón Sánchez dice "pueden ser la propiedad o casi todos los demás derechos reales
sobre bienes inmuebles con tal que sean enajenables o no sean estrictamente ligados a la persona
de su titular, por lo que son hipotecables, el dominio y el derecho romano de superficie", por lo que
las autoridades del Estado tiene prohibido por el art. 14 constitucional, privar a una persona de sus
bienes materia de su propiedad, si el acto de privación no está condicionado a las exigencia que
son elementales que configuran la garantía mencionada, de cuya naturaleza misma tiende que es
cualquier tipo de propiedad materia de la tutela que imparte, ya que a través del juicio de amparo
que se promueva por violación a esta garantía.
Los Derechos del gobernado, en la garantía de audiencia adquiere gran alcance tutelar en
beneficio del gobernado, la enciclopedia Grolier define derechos como "conjunto de leyes,
preceptos y reglas a que están sometidos los hombres en toda sociedad civil: en el privado, el que
regula las relaciones entre los particulares, planteadas en su propio nombre y beneficio".
17.- ¿QUÉ SE ENTIENDE POR FORMALIDADES PROCESALES?
1.- ¿CUÁLES SON LAS DIFERENCIAS ENTRE ACTO DE PRIVACIÓN Y ACTO DE MOLESTIA?
Acto de privación. Si la garantía de audiencia sólo es operante frente a actos de privación, es decir,
actos de autoridad que importen una merma o menoscabo a la esfera de la persona (disminución
de la misma) o una impedición para el ejercicio de un derecho. Acto de molestia, cuando no se
trate de actos de privación en sentido estricto ni de actos jurisdiccionales penales o civiles, sino de
actos de mera afectación de índole materialmente administrativa. Puede afectar alguno de los
siguientes bienes jurídicos comprendidos dentro de la esfera subjetiva de gobernado: a su misma
persona, a su familia, a su domicilio, a sus papeles o a sus posesiones.
Todo hecho delictivo cuya ejecución es sorprendida en el mismo momento de estarse realizando o
en el supuesto de que su autor sea perseguido inmediatamente después de cometerlo.
Distinguía con toda nitidez dos cuestiones jurídicas fundamentales diferentes: la legitimidad
llamada “competencia de origen” y la competencia de origen propiamente dicha de las autoridades.
Este artículo aporta los elementos para la defensa jurídica de los particulares frente al poder
público; los requisitos de legalidad, competencia, fundamentación, motivación y forma escrita se
establecen para todo acto de autoridad, constituyen una garantía en contra de un ejercicio ilegal,
arbitrario o inoportuno de las facultades de un servidor público.
El acto de señalar qué ley es aplicable al caso y cuales artículos de ella o ellas.
Motivar es exponer un razonamiento que asocie la hipótesis legal con la situación concreta materia
del procedimiento jurídico de cualquier rama del derecho (civil, penal, laboral, administrativo, fiscal)
que afecta al gobernado.
La facultad discrecional: se ostenta como el poder de apreciación que tiene la autoridad respecto
de un caso concreto para encuadrarlo dentro de la hipótesis normativa preexistente, cuyos
elementos integrantes debe necesariamente observar.
La orden de aprehensión es la que emana del poder judicial y se da a la autoridad policial para
hacerla efectiva contra algún ciudadano, que sea requerido por alguna investigación o por alguna
situación ya juzgada.
Una Orden de Presentación es notificada por el Actuario Judicial del Juzgado que conozca de la
causa, quien te cita para te presentes en el Juzgado de su adscripción en la fecha y hora
señaladas, bajo el apercibimiento legal para en caso de incomparecencia sin causa justa
comprobable se girara orden de aprehensión, en esta se puede hacer uso de la fuerza pública, así
como en las órdenes de arresto, pero tratándose de Orden de Presentación no se hace uso de la
fuerza pública.
R.- Sólo en casos urgentes, cuando se trate de delito grave así calificado por la ley y ante el riesgo
fundado de que el indiciado pueda sustraerse a la acción de la justicia, siempre y cuando no se
pueda ocurrir ante la autoridad judicial por razón de la hora, lugar o circunstancia, el Ministerio
Público podrá, bajo su responsabilidad, ordenar su detención, fundando y expresando los indicios
que motiven su proceder.
En casos de urgencia o flagrancia, el juez que reciba la consignación del detenido deberá
inmediatamente ratificar la detención o decretar la libertad con las reservas de ley. Ningún indiciado
podrá ser retenido por el Ministerio Público por más de cuarenta y ocho horas, plazo en que deberá
ordenarse su libertad o ponérsele a disposición de la autoridad judicial; este plazo podrá duplicarse
en aquellos casos que la ley prevea como delincuencia organizada. Todo abuso a lo anteriormente
dispuesto será sancionado por la ley penal.
En toda orden de cateo, que sólo la autoridad judicial podrá expedir y que será escrita, se
expresará el lugar que ha de inspeccionarse, la persona o personas que hayan de aprehenderse y
los objetos que se buscan, a lo que únicamente debe limitarse la diligencia, levantándose al
concluirla un acta circunstanciada, en presencia de dos testigos propuestos por el ocupante del
lugar cateado o en su ausencia o negativa, por la autoridad que practique la diligencia.
Sin embargo, se destacó que no en todos los casos de allanamiento del domicilio por parte de la
autoridad policial hay una investigación ministerial de un delito previamente cometido, en la que
existen datos del presunto responsable u objetos relacionados con el delito que se encuentren en
el domicilio particular.
En este caso de delito fragante, cuando la autoridad policial recibe información en el sentido de que
en un determinado domicilio se tiene, por ejemplo, secuestrado a un sujeto o se está cometiendo
una violación, la autoridad policial no necesitaría orden de cateo para introducirse en el domicilio en
el que se está ejecutando el delito.
Esto porque en ese caso, el propio artículo 16 constitucional expresamente permite a cualquier
particular, y con mayor razón a la autoridad, a detener al indiciado, además de que el estado como
diligencia.
ARTÍCULO 58.- Para decretar la práctica de un cateo, bastará la existencia de indicios o datos que
hagan presumir, fundadamente, que el inculpado a quien se trata de aprehender se encuentra en el
lugar en que deba efectuarse la diligencia o que se encuentran en él los objetos materia del delito,
el instrumento del mismo, libros, papeles u otros objetos que puedan servir para la comprobación
del delito o de la responsabilidad del inculpado.
ARTÍCULO 59.- Los cateos deberán practicarse entre las seis y las dieciocho horas, pero si
llegadas las dieciocho horas no se han terminado, podrán continuarse hasta su conclusión.
ARTÍCULO 60.- Cuando la urgencia del caso lo requiera, podrán practicarse los cateos a
cualquiera hora, debiendo expresarse esta circunstancia en el mandamiento judicial.
ARTÍCULO 61.- Si al practicarse un cateo resultare casualmente el descubrimiento de un delito
distinto del que lo haya motivado, se hará constar en el acta correspondiente, siempre que el delito
descubierto sea de los que se persiguen de oficio.
ARTÍCULO 63.- Al practicarse un cateo se recogerán los instrumentos y objetos del delito, así
como los libros, papeles o cualesquiera otras cosas que se encuentren, si fueren conducentes al
éxito de la investigación o estuvieren relacionados con el nuevo delito, en el caso previsto en el
artículo 61.
Se formará un inventario de los objetos que se recojan relacionados con el delito que motive el
cateo y, en su caso, otro por separado con los que se relacionen con el nuevo delito.
ARTÍCULO 64.- Si el inculpado estuviere presente, se le mostrarán los objetos recogidos para que
los reconozca y ponga en ellos su firma o rúbrica, si fueren susceptibles de ello, y si no supiere
firmar, sus huellas digitales. En caso contrario, se unirá a ellos una tira de papel que se sellará en
la juntura de los dos extremos y se invitará al inculpado a que firme o ponga sus huellas digitales.
En ambos casos se hará constar esta circunstancia, así como si no pudiere firmar o poner sus
huellas digitales, o se negare a ello.
14.- DIGA LOS REQUISITOS DE LA ORDEN DE CATEO MENCIONADOS POR BURGOA O.
(MENCIONE SI VARÍAN DE ACUERDO A SU ENTIDAD FEDERATIVA).
a) La primera garantía de seguridad jurídica que condiciona el acto de cateo estriba en que la
orden respectiva debe emanar de autoridad judicial en el sentido formal del concepto, es decir de
un órgano autoritario constitutivo del Poder Judicial, bien sea local o federal.
b) En cuanto a su forma, dicha orden debe constar por escrito, por lo que un cateo ordenado o
dictado verbalmente es violatorio de esta tercera parte del artículo 16.
c) L a orden de cateo nunca debe ser general, esto es, tener un objeto indeterminado de registro o
inspección, sino que debe versar sobre cosas concretamente señaladas en ella y practicarse en un
cierto lugar. Además, cuando la orden de cateo lleve aparejado un mandamiento de detección o
aprehensión, la constancia escrita relativa debe indicar expresamente la persona o personas que
han de ser objeto de estos dos últimos actos.
d) Por último, la tercera parte del articulo 16 contiene, ya no como meras garantías de seguridad
jurídica a que se debe condicionar el cateo, sino como obligación impuesta a las autoridades que lo
practican, el hecho de que, una vez concluida la diligencia respectiva, se levantara” un acta
circunstanciada”, en presencia de dos testigos propuestos por el ocupante del lugar cateado o en
ausencia o negativa por la autoridad que verifique aquella.
- Si existe un procedimiento judicial por la causa del delito de robo y se crea fundadamente que las
cosas robadas se encuentran depositadas en algún domicilio, se deberá expedir una orden de
cateo contra la voluntad de quien se encuentre presente o del dueño para poder inspeccionar si ahí
se encuentran los objetos robados.
- Si existe la presunción fundada de que en algún domicilio se encuentra una persona secuestrada,
previa denuncia, y bajo proceso judicial, se deberá ordenar orden de cateo para inspeccionar si en
el domicilio se encuentra la persona secuestrada.
- Si en el ejemplo anterior existe la presunción de que en algún domicilio se encuentra una persona
secuestrada pero el juez no ordena el cateo, porque no haya elementos suficientes para presumir
que se encuentren ahí las personas, no ordena el cateo, nadie puede ingresar al domicilio, pues
habría violación constitucional.
Verdadero.
Verdadero.
Verdadero.
Verdadero.
Falso.
Falso.
Falso.
H) F o V EL ARTÍCULO 4 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL SE REFIERE A LA LIBERTAD DEL
TRABAJO.
Verdadero.
Verdadero.
Verdadero.
Verdadero.
Falso.
Verdadero.
Falso.