El documento describe las diferentes promesas que realizan los masones durante la ceremonia de iniciación en el primer grado. Estas incluyen promesas previas de discreción y sinceridad, una promesa interior realizada con los ojos vendados frente al altar, y una promesa definitiva de ratificación luego de recibir la luz masónica. Cada promesa genera obligaciones como guardar secretos, no revelarlos, amar a los hermanos, socorrerlos según sus capacidades, y acatar las autoridades de la orden masónica.
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El documento describe las diferentes promesas que realizan los masones durante la ceremonia de iniciación en el primer grado. Estas incluyen promesas previas de discreción y sinceridad, una promesa interior realizada con los ojos vendados frente al altar, y una promesa definitiva de ratificación luego de recibir la luz masónica. Cada promesa genera obligaciones como guardar secretos, no revelarlos, amar a los hermanos, socorrerlos según sus capacidades, y acatar las autoridades de la orden masónica.
El documento describe las diferentes promesas que realizan los masones durante la ceremonia de iniciación en el primer grado. Estas incluyen promesas previas de discreción y sinceridad, una promesa interior realizada con los ojos vendados frente al altar, y una promesa definitiva de ratificación luego de recibir la luz masónica. Cada promesa genera obligaciones como guardar secretos, no revelarlos, amar a los hermanos, socorrerlos según sus capacidades, y acatar las autoridades de la orden masónica.
El documento describe las diferentes promesas que realizan los masones durante la ceremonia de iniciación en el primer grado. Estas incluyen promesas previas de discreción y sinceridad, una promesa interior realizada con los ojos vendados frente al altar, y una promesa definitiva de ratificación luego de recibir la luz masónica. Cada promesa genera obligaciones como guardar secretos, no revelarlos, amar a los hermanos, socorrerlos según sus capacidades, y acatar las autoridades de la orden masónica.
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LA PROMESA DE HONOR
La promesa de honor que realizamos momentos antes de ser consagrados y
constituidos como AApr.·. MMas.·. nos une indisolublemente a la Orden a la que deseábamos ingresar y esa unión es tan fuerte que, para nosotros los iniciados, es imposible volver atrás y dejar de pertenecer a ella, aunque se permanezca en sueños durante años.- Es de tanto valor que se la asimila a un documento, como se lo manifiesta el Ven.·. Maest.·. al nuevo Apr.·. luego de archivarse masonicamente el testamento que redactó en el Gab.·. de Refl..·.. Eso nos está demostrando que para los MMas.·. la palabra dada en ciertas condiciones nos obliga de la misma forma que un documento que otorguemos y firmemos en el medio profano.- Siguiendo esta analogía, a los efectos de la exposición del tema, pasaremos a detallar cuales son las obligaciones que nacen con la promesa de honor, prestada y ratificada ante el Ara de los Juramentos y que responsabilidad nos puede caber en caso de incumplimiento, para lo cual, analizar el texto del Ritual de Prim.·. Grado es imprescindible.- La primera conclusión que sacamos de su lectura es que no hay una sola promesa sino varias.- Tenemos las promesas que llamaré “previas”; que podría calificar como de “admisibilidad” del neófito; una promesa de honor, que se realiza con los ojos vendados; que denominaré “interior” y la ratificación o “definitiva” que se hace luego de haber visto la Luz Masónica. Veremos, seguidamente, cada una de ellas.- PROMESA DE ADMISIBILIDAD. En realidad, se trata de dos promesas y ambas están referidas a aspectos preliminares a la ceremonia de iniciación, pero que la condicionan, a tal punto, que si no se obtienen se debería suspenderla.- Lo primero que se le pide al neófito que prometa es que no revelará jamás a nadie lo que oyere o viere; aun en caso de no ser admitido; y la segunda promesa es que contestará con sinceridad todas las preguntas que se le han de formular durante la ceremonia.- Es así, que contando con la discreción del neófito al cual se le enseñó, colocándosele la punta de una espada sobre su pecho que no debe ser indiscreto; con sus promesas de honor de no revelar los secretos que se le van a confiar y de ser absolutamente sincero al responder a las preguntas que se le formulen, es que comenzará la ceremonia de iniciación en la cual se le darán las primeras lecciones del Arte Real que es el que practicamos los Masones.- PROMESA INTERIOR Denominamos de esa forma, a los efectos de este estudio, a la que prestamos frente al Ara, teniendo los ojos vendados, sosteniendo con nuestra mano izquierda un Compás, que apoya una de sus puntas en el pecho, sobre el corazón, mientras tenemos apoyada la derecha sobre una Escuadra, que se halla sobre el Libro de la Les Sagrada o Moral ubicada sobre el Ara.- Ya antes, se le leyó el texto de la promesa, que ahora el Ven.·. Maest.·. reitera para que el neófito la repita frase a frase. De esa forma se presta la llamada “promesa interior”.Explicaré seguidamente porque la denomino de esa forma.- Le doy esa denominación porque, al estar el neófito con sus ojos vendados, no se halla totalmente en contacto con el mundo exterior, está mirando hacia su mundo interior, especulando en él al escuchar las frases que debe ir repitiendo y asimilándolas en su real contenido.- No sabe donde está ni quienes son las personas que lo rodean.- La punta del Compás que se dirige hacia la Bóveda Celeste actúa como una especie de “antena”para captar las fuerzas que vienen del espacio infinito y luego circulan por nuestro cuerpo para descargar por la mano derecha que se apoya sobre la Escuadra colocada sobre el Libro de la Ley Sagrada o Moral, en el Ara, mientras va repitiendo las frases de la promesa.- En esas condiciones, ésta tiene un hondo contenido y está dirigida al ser interior del neófito. Prometemos voluntariamente por nuestro honor, de forma libre y espontánea, a solas con nosotros mismos y será en nuestra conciencia que quedarán fijadas las obligaciones que contraemos.- Solamente el G.·.A.·.D.·.U.·. podrá saber si se presta por convicción o por llenar la fórmula, pero no puede caber ninguna duda de que en ese momento, no están actuando sobre la voluntad del neófito elementos exteriores que lo condicionen u obliguen a hacerlo.- RATIFICACIÓN O “PROMESA DEFINITIVA” Es la que se realiza acto seguido de haber recibido la Luz Masónica en la ceremonia de iniciación.- En ese momento se le requiere al neófito que manifieste, cuando se halla en la plenitud de sus sentidos, si se ratifica en la promesa que prestó cuando no veía.- Ahora puede ver las cosas y las personas que lo rodean, los elementos simbólicos que conforman el Templo y apreciar en toda su dimensión el ámbito en que fue introducido con los ojos vendados.- Si así lo siente, se ratificará en la promesa antes prestada, colocándose nuevamente frente al Ara y formando un todo con ella al mantener el Compás colocado con una de sus puntas apoyada sobre su corazón y la otra apuntando al cielo mientras que su mano derecha descansa sobre la Escuadra colocada sobre el Libro de la Ley Sagrada o Moral.- De esa forma explicita el compromiso “interior”, ratificándolo frente a los MMas.·. que lo escuchan y que antes le han comunicado, al apuntarle con sus espadas al corazón, que están dispuestos a defenderlo si es fiel a la Orden o a castigarlo en caso contrario.-. Esas promesas le aparejan al recién iniciado una serie de obligaciones. Para completar este trabajo, pasaré a examinar cuáles son, las que a mi juicio, asumimos en ese acto. Esto debe complementarse con la lectura del Ritual de Iniciación, a fin de facilitar la comprensión de lo que expongo.- OBLIGACIÓN DE GUARDAR SECRETOS.- Se halla contenida en la primera parte de la promesa y se refiere tanto a los secretos que se le confiaron durante la ceremonia como a los que se le van a ir revelando en el futuro, a medida que vaya recorriendo el camino iniciático, en este Grado como en los subsiguientes.- Esta obligación esta referida a la custodia de los arcanos de la Orden, para preservarlos y transmitirlos a quienes corresponda y en las oportunidades debidas. El nuevo iniciado, pasa a ser uno más de los custodias de las tradiciones masónicas que por siglos se han ido comunicando hasta llegar al presente y que deberán serles transmitida a los que nos sigan en la práctica del Arte Real.- OBLIGACIÓN DE NO REVELAR LOS SECRETOS MASÓNICOS.- Esta parte de la promesa hace referencia a la prohibición de comunicar esos secretos por obras, escritos o palabras a personas ajenas a la Orden. Solo se les pueden comunicar a otra persona cuando se tiene la certeza de que se trata de un Mas.·. reconocido, o se haga en Logia, donde presumiblemente todos lo son, o con autorización e instrucciones de sus legítimos Jefes en la Orden Masónica, en casos excepcionales, obviamente cuando sea necesario hacerlos conocer a profanos o a HH.·. de grados inferiores.- OBLIGACIÓN DE AMAR A SUS HERMANOS.- Aunque parezca un poco chocante decir que se asume esta obligación; puesto que los sentimientos no se disponen sino que nacen espontáneamente; se desprende del texto que lo que se promete es asumir la obligación interior de disponer su corazón para amar al prójimo y adoptar conductas que estén acordes con esa disposición. El respeto y la tolerancia para con los HH.·.hace que el sentimiento de amor vaya surgiendo en nuestro interior a medida que los vamos conociendo y tratando, tanto en el medio profano como en el Taller.- Nadie puede amar a otro si no dispone su corazón y su mente para lograr esos fines.- Si no nos imponemos como una obligación interior el adecuar nuestras conductas para lograrlo, nunca seremos fraternos ni llegaremos a prodigar y recibir el amor fraternal, que es la sabia de nuestra Orden.- OBLIGACIÓN DE SOCORRER A LOS HERMANOS.- Como dice el texto de la promesa, esa obligación está limitada y debe cumplirse “según mis facultades me lo permitan”.Creo que queda claro que los MMas.·., a diferencia de los integrantes de otras instituciones, no debemos llegar a extremos como puede ser el despojarnos de todos los bienes materiales que poseamos para ayudar a los demás, porque no se limita a ese terreno lo que un Mas.·. puede hacer por otro o por un ser humano cualquiera.- El Mas.·. puede ayudar con lo que tiene, con lo que sabe o con lo que es.- En el primer caso, puede dar parte de su patrimonio; en el segundo, aportarle al que los necesite sus conocimientos y finalmente, si nada de eso tiene para dar, pura y simplemente puede brindarle afecto y apoyo espiritual a un semejante. En cualquiera de esas formas, estará cumpliendo con la obligación asumida.- OBLIGACIÓN DE ACATAMIENTO Y OBEDIENCIA.- Esta obligación que asumimos desde el comienzo de nuestra vida masónica es de suma importancia para el futuro.- La organización de la Masonería; de la Logia a la que ingresamos;; las relaciones con nuestros HH.·. y nuestros derechos y obligaciones están establecidos expresamente en los Estatutos Civiles, la Constitución, Leyes y Decretos, que son las normas a que se hace referencia en la Promesa de Honor.- Nuestra Orden se rige por los principios democráticos para elegir sus autoridades y gobernarse, pero, no debemos caer en el error de profanizar esos conceptos y pretender trasladar prácticas que aprendimos en los ámbitos políticos, burocráticos o empresariales a una institución iniciática y jerárquica como es la nuestra.- Desde que somos iniciados, pasamos a formar parte de una Obediencia. Al prestar esta promesa de honor, estamos asumiendo la obligación de acatar las órdenes que emanen de nuestras legítimas autoridades y de los textos que se mencionan en ella; de cumplirlas sin menoscabo y discusión, porque de otra manera, dicho acatamiento sería meramente formal e insuficiente a los fines de mantener la regularidad en las relaciones de mando de la Orden.- OBLIGACIÓN DE ACEPTAR LAS SANCIONES.- Esta última obligación es la consecuencia necesaria de haber asumido todas las anteriores y solo cobrará relevancia en caso de que faltemos, en todo o en parte, a nuestra promesa. Es una consecuencia lógica del hecho de que integramos una Obediencia y por ello, sujetos a responsabilidad en caso de que nuestra conducta se aparte de los preceptos que la regulan.- En cuanto a las penas que en ella se mencionan y que dieron lugar a especulaciones, por parte de los tradicionales enemigos de la Mas.·., achacándonos la práctica de aplicar penas sangrientas o bárbaras, no son otras que las indicadas en la Constitución de la Gran Logia y sólo nos pueden ser aplicadas por los Tribunales Masónicos que ella misma prevé y luego y luego de un proceso realizado con las garantías correspondientes.- Mis HH.·., concluyo este trabajo que no pretende ser más que una elaboración tendiente a expresar mis ideas sobre este tema, lo cual realizo con la esperanza de que les pueda servir como un complemento de los conocimientos que cada uno de ustedes haya adquirido o como un acicate para que os aboquéis al estudio del Ritual y podáis llegar a otras conclusiones, que pueden ser tan válidas o más que estas.- El enriquecimiento de la sabiduría de la Orden es tarea de todos y cada trabajo que realizamos es una piedra más que ponemos en la edificación del Gran Templo del Saber Masónico, obra en la que estamos empeñados todos y que resultará más perfecta si es realizada por verdaderos obreros del Arte Real.-