Modelo Cognitivo Ansiedad

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Modelo Cognitivo de la Ansiedad (síntesis)

Preparado por prof. Francisco José Albornoz Guillén

El DSM presenta, bajo el título Trastornos de Ansiedad, el Trastorno de Pánico,


TOC, TEPT, TAG, entre otros. La razón de esta sub clasificación es porque en
todos esos cuadros la ansiedad es un componente central. Por tanto, este capítulo
se inicia con una síntesis explicativa del Modelo Cognitivo de Ansiedad.

Es necesario aclarar la diferencia entre el “miedo” y la “ansiedad”. El miedo es


una experiencia psicofisiológica primitiva, invasiva e intensa, que se genera ante la
percepción e interpretación de amenaza o peligro para la persona.

La ansiedad, como la define Clark & Beck (2012), es “un sistema de respuestas
complejo, cognitivo, afectivo, fisiológico y conductual (modo amenaza), que se
activa cuando se cree o se anticipa que ciertos eventos o circunstancias son
altamente aversivo porque son percibidos como impredecibles e incontrolables”.
Estas últimas características son cruciales para que la persona se sienta
amenazada y en peligro.

Este Modelo, propuesto por Clark y Beck está integrado por las variables y
procesos que describen y explica la naturaleza multifacética de la ansiedad.

1
Este modelo tiene como base el concepto de vulnerabilidad, definida por Beck:
“como la percepción que tiene una persona de sí misma como objeto de peligros
internos y externos sobre los que carece de control o éste es insuficiente para
proporcionarle una sensación de seguridad” (id).

Explicación del modelo:

El modelo esta subdividido en dos etapas: “Respuesta inmediata de miedo” y


“Estado de ansiedad”.

Respuesta inmediata de miedo: se describen los siguientes subprocesos:

Las situaciones o señales activantes, que pueden ser externas o internas, son los
disparadores de la ansiedad. Para que eso ocurra es necesario que dichos
disparadores estén relacionados con los contenidos centrales de las disfunciones
que afectan al paciente (ejem: sensaciones autonómicas en el Trastorno de
Pánico; situaciones de evaluación social en la Fobia Social; ciertas situaciones
específicas en el Estrés Post Traumático, etc).

El modo de orientación, segundo componente del modelo, es concebido como “un


conjunto de esquemas que brindan una evaluación inicial muy rápida,
preconciente y totalmente automática del estímulo” (Rodríguez, et al. 2011). En
otras palabras, es un tipo de evaluación relacionada más bien con la detección
perceptual de ciertas características, que proporcionan información relevante para
la persona. En el contexto del modelo de ansiedad, dicha información estará
sesgada hacia la información emocional negativa a partir del momento en que se
active el “modo primario de amenaza”

El Modo de activación primal de amenaza es el siguiente componente del modelo.


Beck lo define como: “el proceso de valorar o evaluar las señales internas y
externas como amenaza, peligro o daño potencial para los recursos personales
vitales o el propio bienestar”. Por su parte, Rodríguez, R. et. al, (2011) lo
conceptualiza como “una constelación de esquemas que tienden a ser rígidos,
inflexibles, automáticos, y que persiguen el objetivo evolutivo primario de
maximizar la seguridad y minimizar el peligro”. En definitiva, puede ser
considerado como el proceso central del modelo.

Esta evaluación activa es un sistema defensivo cognitivo, fisiológico, conductual y


afectivo, que se caracteriza por ser rápido, automático y muy eficiente. Se ha
desarrollado evolutivamente para proteger y garantizar la supervivencia del
organismo. La evaluación que lleva a cabo este proceso se traduce como la
“valoración primal de la amenaza”1.

1
Lo de “primario” está relacionado con la perspectiva evolutiva, es decir, debe entenderse como un
mecanismo biológico primitivo de conservación vital.

2
Como puede observarse en el gráfico 1, el “Modo de activación primal de
amenaza” esta interconectado con cuatro procesos que integran la respuesta
automática de la ansiedad. Ellos son: la activación autonómica; los sesgos y
errores en el procesamiento cognitivo; las respuestas defensivas e inhibitorias
inmediatas; y, los pensamientos e imágenes orientados hacia la amenaza. Por lo
tanto, las respuestas ansiosas tiene como mecanismo cognitivo de base aquellos
cuatro procesos.

Estado de Ansiedad

La respuesta automática de miedo gatilla, tras breve latencia, un proceso


secundario estratégico de mayor elaboración, reflexivo y orientado al problema. En
efecto, Clark y Beck precisan que esta es “una fase más lenta y elaborativa de
procesamiento que determina la persistencia o finalización del estado ansioso” 2
(2012:95). Más adelante, agregan que esta característica permite una
“reevaluación más consciente e intencionada de la situación amenazante” (id:
100), lo que permite que el sujeto pueda dar un sentido a su miedo y generar
respuestas más adecuadas para enfrentarlo.

En definitiva, el nucleo procesal de esta fase es el denominado “Revaloración


elaborativa secundaria“ y será responsable del mantenimiento, incremento o
inhibición, según el caso, del modo amenaza.

Comprende cinco subproceso o etapas de procesamiento. Ellos son: Evaluación


de los recursos de afrontamiento; Búsqueda de seguridad; Pensamiento en el
modo constructivo; Inicio de la preocupación; y, Reevaluación de la amenaza.

A continuación, se describirán brevemente estos subprocesos. Importa tener


presente que en ellos se debe focalizar el trabajo terapéutico de la ansiedad.

a) Evaluación de los recursos de afrontamiento:

La persona con trastorno de ansiedad sesga la evaluación de los propios recursos


de afrontamiento, traduciéndose en una percepción de insuficiencia de esos
recursos; en otras palabras, descalifica, minimiza o desconoce contar con dichos
recursos, redundando en la idea de carecer de ellos. Esto tiende a aumentar la
cognición de vulnerabilidad y, por lo tanto, a evaluar cualquier información como
reforzando las debilidades para enfrentar la situación.

De acuerdo a lo que señalan Beck y Clark, un objetivo importanete de la terapia


cognitiva es corregir “las evaluaciones y creencias maladptativas sobre la
vulnerabilidad, el riesgo y los recurso de afrontamiento personales asociados con
las preocupaciones ansiosas” (id:96).

2
Desde su correlato neuropsicológico el proceso secundario correspondería a la via “talámica-cortical” de
LeDeux (1999)

3
b) Búsqueda de seguridad:

Este es otro subproceso importante que está presente en esta fase. Al respecto
Beck y Clark señalan que “la ausencia de señales de seguridad fieables puede
dejar a la persona en un estado de ansiedad crónica y la presencia misma de la
ansiedad provocar una búsqueda más intensa de las señales de seguridad”
(id:97). Cuando la persona no encuentra estas “claves de seguridad” en lo
inmediato, todos “los esfuerzos de la persona ansiosa suelen ser inefectivos,
especialmente a largo plazo” (id:97). Esto se debería a la necesidad de que la
ansiedad sea reducida en lo inmediato, lo que no permite que la persona genere
estrategias a largo plazo; esto pareciera sustentarse en la idea irracional del tipo
“allá afuera hay peligros que no puedo resolver yo sola”. Por lo tanto, la persona
centra sus esfuerzos en obtener la seguridad inmediata lo que la hace confiar en
deficientes estrategias de búsque de seguridad.

La terapa cognitiva, según los autores, debe planterase como uno de sus objetivos
la eliminación de la búsqueda de seguridad.

c) Pensamiento del modo constructivo:

Es un tipo de pensamiento estratégico porque permite decisiones de


revalorización más realistas, y evaluaciones de mayor eficacia basadas en la
confianza de encontrar estrategias más adecuadas para enfrentar la amenaza
percibida; además de ser autoconciente permitiendo evaluar los propios
pensamientos (metacognición) El modo constructivo se adquiere, principalmente,
en el curso de experiencias vitales cuyas consecuancias son el desarrollo y
refuerzos de “actividades productivas destinas a aumentar (no proteger) los
recursos vitales del individuo” (Clark y Beck 2012:98).

Sin embargo, en personas con trastornos de ansiedad el modo de activación


primal activado se hace dominante en los procesos de información y tiende a
“bloquear el acceso a estrategias más elaborativas de reducción de la ansiedad
representadas en los esquemas constructivos” (id:98). Activado este proceso
inhibitorio a la persona se le hace dificil moverse dentro de un pensamiento
reflexivo y constructivo.

Por lo tanto, otro objetivo de la terapia cognitiva es desarrollar el pensamiento


constructivo a fin de que el paciente pueda disminuir los niveles de ansiedad y
crear las condiciones para generar estrategias de enfrentamiento a la amenaza
más realistas y duraderas.

d) Inicio de la preocupación

Los autores proponen que la ansiedad, en el modelo cognitivo, puede concebirse


en dos estados: el estado no-ansioso y el estado ansioso.

4
En los estados no-ansiosos la ansiedad alcanza, básicamente, un nivel de
“preocupación”. En este nivel la persona puede alcanzar niveles mínimos de
ansiedad que la moviliza a buscar soluciones realistas sobre la base de un
pensamiento reflexivo y constructivo. Esto ocurre cuando la persona no está
sesgada por la activación del modo amenaza y está conciente de contar con
recursos de afrontamiento exitosos.

En cambio, los individuos en estado ansioso las preocupaciones se traducen en


procesos disfuncionales, que generan un espiral de valoraciones ansiosas
consonante con el dominio del modo de activación primal de amenaza. Esto, como
se señaló enteriormente, boquea al pensamiento constructivo y cualquier forma de
solución adecuada, lo que conduce frecuentemente a un ciclo autoperpetuante de
intensificación del estado de ansiedad.

e) Revaloración de la amenaza

En los estados no-ansiosos, gracias a la posibiliad de recurrir al pensamiento de


modo constructivo, la persona puede llevar a cabo revaloraciones más
intenionadas y reflexivas de la amenaza. En estas condiciones, puede reducirse el
nivel de ansiedad “a medida que la persona asigna menor grado a la posibilidad y
a la gravedad de la amenaza” (id:100). También esto facilita el reconocimiento de
claves de seguridad en el contexto y una mejor reevaluación de las posibilidades
de afrontamiento, lo que reduce la sensación de vulnerabilidad.

En el caso del estado de trastornos de ansiedad, el dominio del modo amenaza


intensifica la percepción de amenaza, la persona pasa por alto signos reales de
seguridad y, consecuentemente, aumenta la sensación de vulnerabilidad. En este
sentido “los preceso cognitivos elaborativos secundarios son responsables de la
persistencia de la ansiedad” (id:100).

En síntesis, estos cinco subprocesos constituyen la representación cognitiva de la


amenaza y, en definitiva, de la ansiedad. En consecuencia, uno de los objetivos
prioritarios de la terapia es intervenir el modo de amenaza, buscando disminuir su
hipervalencia o neutralizar sus mecanismos de activación.

Clark y Beck ofrecen un cuadro comparativo de los procesos entre la ansiedad


anormal (estado de ansiedad) y la ansieda normal (estado de no-ansiedad). Este
cuadro se incluye, como material educativo, por su alto valor didáctico.

En la columna “Fase de procesamiento” pueden observarse los temas sobre los


que la terapia debe focalizarse; esto es, delimitan los principales objetivos
terapéuticos que deben considerarse en cada fase.

5
Cuadro reproducido desde el texto Terapia Cognitiva para Trastornos de Ansiedad, de D. Clark y
A. Beck, 2012

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