Dogma Central

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Dogma central de la

biología molecular
Es un concepto que ilustra los mecanismos de transmisión y expresión
de la herencia genética tras el descubrimiento de la codificación de
ésta en la doble hélice del ADN. Esto nos propone que existe una
unidireccional dad en la expresión de la información contenida en los
genes de una célula, es decir, que el ADN se transcribe como ARN
mensajero y que éste se traduce como proteína, elemento que
finalmente realiza la acción celular. El dogma también postula que sólo
el ADN puede duplicarse y, por lo tanto, reproducirse y transmitir la
información genética a la descendencia. Francis Crick expresó el
dogma central por primera vez en 1958,1 y se replanteó en un artículo
de Nature publicado en 1970.

Líneas continuas representan al "dogma" original y al procesamiento general de la


información genética. Las líneas discontinuas corresponden a casos especiales
descubiertos en décadas recientes.
El dogma central de la biología molecular reza que el material genético
se transcribe en ARN para después traducirse en proteína.
Cómo funciona el dogma central de la Biología molecular?
Para quienes defendieron esta idea, el proceso se daba de la siguiente
manera:

Transferencia de la información genética


Los trabajos de Gregor Mendel, en 1865. Significaron un antecedente
de la herencia genética que permite la molécula de ADN, descubierta
entre 1868 y 1869 por Friedrich Miescher.

Conocer la estructura primaria del ADN, permitió conocer el proceso


de síntesis del mismo y la manera en que se codifica la información
genética.

Replicación del ADN


Es el mecanismo que permite al ADN duplicarse (es decir, sintetizar
una copia idéntica). De esta manera de una molécula de ADN única,
se obtienen dos o más "réplicas" de la primera y la última. Esta
duplicación del material genético se produce de acuerdo con un
mecanismo semiconservador, lo que indica que los dos polímeros
complementarios del ADN original, al separarse, sirven de molde cada
una para la síntesis de una nueva cadena complementaria de la
cadena molde, de forma que cada nueva doble hélice contiene una de
las cadenas del ADN original. Gracias a la complementación entre las
bases que forman la secuencia de cada una de las cadenas, el ADN
tiene la importante propiedad de reproducirse idénticamente lo que
Permite que la información genética se transmita de una célula madre
a las células hijas y es la base de la herencia del material genético.

La molécula de ADN se abre como una cremallera, por ruptura de los


puentes de hidrógeno entre las bases complementarias en puntos
determinados: los orígenes de replicación. Las proteínas iniciadoras
reconocen secuencias de nucleótidos específicas en esos puntos y
facilitan la fijación de otras proteínas que permitirán la separación de
las dos hebras de ADN formándose una horquilla de replicación. Un
gran número de enzimas y proteínas intervienen en el mecanismo
molecular de la replicación, formando el llamado complejo de
replicación o replisoma. Estas proteínas y enzimas son homólogas en
eucariotas y arqueas, pero difieren en bacterias.
Luego, el descubrimiento de la estructura secundaria del ADN permitió
modelar la estructura en doble hélice que es hoy tan conocida, pero
que fue toda una revelación en ese entonces.

Tal revelación, dio pie a la exploración de la replicación del ADN, un


proceso vital para la supervivencia celular que consiste en la división
por mitosis, y que requiere una replicación previa que permita
conservar material genético

En ese proceso intervienen proteínas como la ADN polimerasa, que


añade nucleótidos a la nueva cadena usando la original como molde.
Replicación de ADN. La doble hélice es desenrollada y cada hebra hace de
plantilla para la síntesis de la nueva cadena. El ADN polimerasa añade los
nucleótidos complementarios a los de la cadena original.
Transcripción del ADN
El descubrimiento y la descripción de este proceso vino a responder la
pregunta de cómo se relacionaban el ADN y las proteínas estando en
lugares distintos de las células.

La molécula intermedia que hacía posible esa relación, resultó ser el


ácido ribonucleico (ARN) maduro.

Específicamente la ARN polimerasa es la molécula que toma de molde


una de las cadenas del ADN, a partir de la cual forma una nueva
molécula de ARN. Esto ocurre siguiendo la complementariedad de
bases.
Es decir que se trata de un proceso en el que la información de una
sección de ADN se reproduce en una pieza de ARN mensajero (ARN)

La superación del Dogma


En los años 60 se había visto que algunos virus propiciaban que la
célula pudiera “retro transcribir” ARN a ADN.

Tal era el caso de la proteína Transcriptasa Inversa (RT), encargada


de usar el ARN del VIH de molde para sintetizar una doble cadena de
ADN pro viral para integrarla en el ADN celular.

Esta proteína se usa actualmente en laboratorios y les mereció el


Nobel de Medicina a Howard Temin, David Baltimore y Renato
Dulbecco en 1975.
Por otro lado, hay otros virus constituidos por ARN, capaces de
sintetizar una cadena de ARN a partir de la que ya poseen.

Otra posible causa de esta alteración puede encontrarse en defectos


de las secuencias reguladoras de los genes afectando la expresión de
la proteína y el proceso de transcripción de uno o varios genes.

Estos descubrimientos han sido la base de muchas investigaciones en


el campo de la biología molecular como las relacionadas con la
enfermedad del cáncer, las enfermedades neurodegenerativas o la
biología sintética.

En fin, el dogma central de la biología molecular fue un intento por


explicar cómo funciona el flujo de información genética en un
organismo.

Intento este que fue superado, luego de varios años de investigación


científica que permitió ofrecer una explicación más cercana a la
realidad.

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