Caso B
Caso B
Caso B
2.1. Demanda:
El veinticinco de mayo de dos mil siete Doreide Flor de María Arauco Camargo, Abel Raimundo
Arauco Camargo y Jessica Midora Arauco Camargo acuden al órgano jurisdiccional
interponiendo demanda sobre Contradicción de Desheredación para que se declare la
Anulación del Testamento otorgado por Elena Camargo de Arauco ante el Cónsul General
Adscrito del Perú en Chicago, Estados Unidos de Norteamérica, mediante Escritura Pública
número 145 del veintiséis de octubre de dos mil seis, dirigiéndola contra sus hermanos Carlos
Teodoro, Rosario Elisa y Edgardo Pascual Arauco Camargo. Expone como fundamentos
principales de su petitorio lo siguiente:
b) La madre es una persona de la tercera edad con segundo año de secundaria de instrucción y
con falta de preparación para haber redactado el Testamento sub materia; c) En los años dos
mil dos y dos mil tres su madre recibe correos e mail de su hermana Rosario Elisa en los que
indispone a todos los hermanos, resultando paradójico que en la desheredación se incluya a
Rosella Jesús quien desde el año mil novecientos noventa y tres se fue a China a seguir
estudios de post grado y en mil novecientos noventa y seis empezó a radicar en Canadá, sin
tener contacto con la madre hasta el año dos mil cuando los padres viajan a Canadá para el
matrimonio de Rosella Jesús, y luego en el año dos mil dos cuando viene de visita por el estado
grave del padre y retorna nuevamente en julio de dos mil tres para el sepelio del padre,
volviendo luego a Canadá, situaciones que contradicen los hechos de maltratos que se retraen
a seis años atrás. Ello también sucede con su hermana Rocío Jesús, quien para su matrimonio
en el año dos mil tuvo a sus padres como padrinos y luego fue a radicar a los Estados Unidos
de Norteamérica, no teniendo contacto físico con su madre. Igual acontece con su hermano
Sigfredo Jesús, quien en el año dos mil dos bautiza a su hijo teniendo como padrinos a sus
padres, y quien desde el año mil novecientos ochenta y ocho radica en el extranjero. Con
respecto a María Elena, se tiene que en su matrimonio del quince de diciembre de dos mil dos
sus padres son sus padrinos y viajan a los Estados Unidos en abril de dos mil uno, teniendo
contacto con la madre en el año dos mil cinco cuando ésta viaja de turismo. Las relaciones
entre Abel Raymundo y su progenitora fueron correctas, habiendo trabajado en las oficinas de
la madre quien tenía negocios de cabinas de internet hasta septiembre de dos mil tres y luego
de dos meses de fallecido el padre, la madre cierra el negocio para radicar en Huancayo por su
estado depresivo y la influencia negativa de Rosario Elisa;
d) Los hermanos que radican en el Perú frente al descuido de Rosario Elisa, quien era la médico
de cabecera de sus padres, procedieron al cuidado de su padre hasta su muerte en el año dos
mil tres, por lo que es falso el trato injuriante y maltrato físico. Doreide Flor de María también
tuvo buenas relaciones con su madre, quien la acompañó para el cumpleaños de su hija
Gabriela;
e) Su madre tenía como lugar de residencia el Perú y no los Estados Unidos de Norteamérica,
en la casa de Rosario Elisa Arauco Camargo, como se indica en el Testamento. Luego de
fallecido el padre, la madre se va a Huancayo con Carlos Teodoro y luego realiza viajes a
México y los Estados Unidos de Norteamérica. El trámite de Sucesión Intestada lo realiza
Carlos Teodoro ante el Primer Juzgado de Paz Letrado de la Provincia de Huancayo de la Corte
Superior de Justicia de Junín -Expediente número 066-2004- fraguando documentos, lo que se
ha denunciado penalmente por falsedad ideológica mediante denuncia que se encuentra en
trámite;
f) Se contradice el punto tercero literal d) del Testamento, por cuanto la Empresa Transportes
Puma Sociedad Anónima no es propiedad de Elena Camargo Torres de Arauco, sino que es una
persona jurídica que tiene como socios a Teodoro Arauco Ospinal (fallecido), Elena Camargo
Torres de Arauco, Carlos Teodoro y Walter Arauco Camargo; y,
g) La anulación del Testamento se fundamenta en los Artículos 743° y 80 9° del Código Civil,
siendo que sus hermanos Carlos Teodoro, Rosario Elisa y Edgardo Pascual Arauco Camargo
mantuvieron malintencionadamente a la madre aislada de sus demás hijos, quien era una
persona de la tercera edad, enferma, cuya capacidad física y mental debe ser determinada con
su Historia Clínica, habiendo padecido de cáncer al estómago y de diarreas continuas, todo lo
cual determinó que firme el Testamento, no habiendo incurrido los recurrentes en casual de
desheredación atribuida en el mencionado documento público.
b) Una vez fallecido el padre, sus hermanos ordenaron a su madre que se repartan los bienes,
quien señaló que debía esperarse por cuanto ella también era beneficiaria de la herencia y que
adquirió los bienes con su trabajo, lo que fue discrepado por sus hermanos y acuerdan
despojarla del predio sito en el Jirón Los Aymaras número 217, segundo piso, Salamanca,
Distrito de Ate, siendo presionada por todos los herederos para que deje testamento, lo que
demuestra que las reuniones eran actos de pleno cinismo;
c) Una vez expulsada la madre de su vivienda pide a Carlos Teodoro que la lleve a Huancayo, a
quien también le pidió que tramite la Sucesión Intestada, para cuyo efecto la madre acompañó
los documentos de constitución de su negocio, de sus bienes que tenía y viéndose
resquebrajar su salud pide al Abogado de los demandados tramite la División y Partición de
bienes, iniciándose ante el Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Huancayo el proceso
sobre Inventario de Bienes, expediente número 2005-0390; y,
d) Como se demuestra con los escritos presentados por los accionantes en el proceso de
División y Partición, expediente número 2006-01601 seguido ante el Quinto Juzgado
Especializado en lo Civil de Huancayo, iniciado por Elena Camargo Torres de Arauco, una vez
admitida la demanda en el año dos mil seis todos los desheredados acuerdan revocar el poder
otorgado a Elena Doris Arauco Camargo.
Mediante Resolución número trece de fecha dieciséis de abril de dos mil nueve[1] se declaró la
rebeldía de la codemandada Rosario Elisa Arauco Camargo respecto del trámite de
contestación a la demanda. Por auto número quince del ocho de septiembre de dos mil
nueve[2] se incorpora al proceso a Walter Eduardo, Rocío Jesús, Sigfredo Jesús, Rosella Jesús,
María Elena, Sócrates Jesús y Elena Doris Arauco Camargo, en calidad de litisconsortes
necesarios activos[3], por ser todos ellos herederos forzosos de los causantes Teodoro Arauco
Ospinal y Elena Camargo Torres de Arauco.
Mediante Resolución número sesenta y uno de fecha cuatro de marzo de dos mil catorce, el
Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima declaró
infundadas las tachas de documentos formuladas por la parte demandada; infundadas las
tachas formuladas por la parte demandante; infundada la tacha al testigo Héctor Hidebrando
Ramos López; carente de objeto pronunciarse sobre la tacha contra el testigo Marco Antonio
Córdova Hospina; fundada la tacha contra los testigos Vilma Nely Ayala Carmona y Gisela
Isabel Guzmán Benavides e infundada la demanda en todos sus extremos. Se argumenta que:
i) La declaración del testigo Héctor Hildebrando Ramos López es de suma importancia, dado
que si bien no señala quiénes eran los hijos que causaban los maltratos a la causante Elena
Camargo Torres, ello no implica una negación de que hayan sido los hijos desheredados, por lo
que debe remitirse al texto del Testamento, donde la causante señala el nombre de los hijos
desheredados; ii) Se corroboran los hechos con el documento del seis de diciembre de dos mil
seis, por el que las hijas desheredadas Resella Jesús y Elena Doris Arauco Camargo reconocen
errores en la conducta para con su madre, así como el documento del día dos del mismo mes y
año, por el que Carlos Arauco Camargo se dirige a su hermano Sócrates Jesús indicando que la
causante ha sido víctima constante de agresiones, desprecio y falta de respeto; y, iii) De la
historia clínica no se acredita que la causante Elena Camargo de Arauco no haya actuado por
su propio derecho al momento de realizar su Testamento, y que las tomas fotográficas
acompañadas solo evidencian momentos vividos con la causante, que no desdicen la causal de
desheredación.
El trece de mayo de dos mil catorce[1] Walter Arauco Camargo ejercita su derecho
impugnatorio contra la sentencia de primera instancia, esgrimiendo sustancialmente los
siguientes agravios: i) La sentencia apelada otorga a los hechos una calificación contraria a los
principios razonabilidad y proporcionalidad jurídica, porque los datos probatorios con los que a
criterio del juzgador tienen por acreditada la causal de desheredación por maltrato e injuria,
carecen de relación con lo que la causante menciona en el Testamento; ii) No son pruebas
suficientes para acreditar la causal de desheredación el dicho de un testigo, que refiere haber
escuchado de la causante que estaba preocupada porque sus hijos la maltrataban, un
documento donde dos de sus hijas indican que no se comportaron de forma adecuada para
con su madre, una Carta Notarial no cursada por la causante, ni una transacción extrajudicial
sin valor legal ni probatorio; iii) La apelada incurre en motivación sustancialmente
incongruente, porque no resuelve las pretensiones de las partes de manera congruente con los
términos en que vienen planteadas, modificando el debate procesal, dejando incontestadas las
pretensiones con relación a la nulidad del testamento y desvía la decisión del cargo del debate
judicial, generando indefensión y sin respuesta razonada, motivada y congruente con las
pretensiones demandadas; iv) No se analiza sobre la capacidad de la testadora, sobre la
existencia de vicios en la manifestación de voluntad ni sobre los defectos de formalidad
esenciales para establecer si el testamento resulta nulo o válido. El agravio está constituido
por la mención del Juez a hechos intrascendentes a la Litis, que pasan a formar parte de su
motivación, dejando de lado los hechos que sí tienen relevancia para deslindar la nulidad
planteada e inaplica normas que el Código Civil prevé para establecer el valor de un
Testamento emitido por Escritura Pública, como es el caso de autos; y, v) En la lectura del
Testamento no se encuentran elementos que permitan afirmar sin duda alguna que fue
redactado por puño y letra por Cónsul como manda la ley, tampoco obra ninguna declaración
de la Cónsul con relación a haber leído cada cláusula del Testamento y haberle preguntado a la
testadora si se encuentra conforme.
También el trece de mayo de dos mil catorce, Abel Raimundo Arauco Camargo ejercita su
derecho a la instancia plural, bajo similares agravios de los expuestos por su hermano Walter
Arauco Camargo.
El litisconsorte necesario activo Walter Eduardo Arauco Camargo con fecha dos de octubre de
dos mil quince interpone Recurso de Casación contra la Sentencia de Vista, siendo declarado
procedente por este Tribunal Supremo mediante Resolución de fecha veintiséis de enero de
dos mil dieciséis, corriente de fojas sesenta a sesenta y tres del Cuaderno de su propósito, por
la causal de Infracción Normativa Material de los Artículos VII del Título Preliminar, 744° inciso
1) y 752° del Código Civil y de forma Excepcional Procesal del Artículo 139° incisos 3) y 5) de la
Constitución Política del Perú.
PRIMERO.- El Recurso de Casación tiene por fines la adecuada aplicación del derecho objetivo
al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia
de la República, conforme lo precisa el Artículo 384° del Código Procesal Civil. En materia de
casación es factible el control de las decisiones jurisdiccionales, con el propósito de determinar
si en ellas se han infringido o no las normas que garantizan el derecho al proceso regular,
teniendo en consideración que éste supone el cumplimiento de los principios y garantías que
regulan el proceso como instrumento judicial, precaviendo sobre todo el ejercicio del derecho
a la defensa de las partes en conflicto.
SEGUNDO.- Por causal de casación se entiende al motivo que la ley establece para la
procedencia del Recurso[1], debiendo sustentarse el mismo en aquellas previamente
señaladas en la ley, pudiendo por ende interponerse por infracción de la ley o por
quebrantamiento de la forma. Se consideran motivos de casación por infracción de la ley, la
violación en el fallo de leyes que debieron aplicarse al caso, así como la falta de congruencia de
lo decidido con las pretensiones formuladas por las partes y la falta de competencia. Los
motivos por quebrantamiento de la forma aluden a infracciones en el proceso[2], por lo que en
tal sentido si bien todas las causales suponen una violación de la ley, también lo es que éstas
pueden darse en la forma o en el fondo
QUINTO.- El debido proceso formal constituye una garantía constitucional que asegura que en
la tramitación de una causa se respeten determinados requisitos mínimos que, en general, se
considera que comprenden los siguientes criterios: a) Derecho a ser oportunamente
informado del proceso, a efectos de otorgar un tiempo razonable para preparar la defensa; b)
Derecho a ser juzgado por un Juez imparcial, esto es que no tenga interés en un determinado
resultado de la litis bajo su dirección; c) Derecho a la tramitación oral de la causa y a la defensa
de un profesional (publicidad del debate); d) Derecho a la prueba; e) Derecho a ser juzgado
sobre la base del mérito de lo actuado; y, f) Derecho al Juez legal. Aquel derecho continente es
fundamental y asiste a todos los sujetos que plantean pretensiones ante los órganos
resolutivos de conflictos.