Interpretación Del Acto Jurídico (20H)

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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

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LIMA – 2020
INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene la intención de desentrañar el sistema de


interpretación del acto jurídico adoptado por nuestro sistema jurídico. En los
sistemas jurídicos universales se reconocen dos grandes sistemas
interpretativos de los actos jurídicos; el sistema subjetivo de interpretación,
basado en la teoría de la voluntad, que considera que se debe indagar sobre la
voluntad real del agente y no detenerse en la declaración, y el sistema objetivo
de interpretación, fundado en la teoría de la declaración, para el cual lo que se
interpreta es la declaración y no la voluntad interna del agente. También
coexiste con estos dos sistemas un sistema mixto.

El nuestro ordenamiento legal, aparentemente estaría adoptando el sistema


objetivo de interpretación al señalar en el artículo 168º que al acto jurídico debe
ser interpretado de acuerdo con lo que se haya expresado en él; sin embargo
agrega que debe ser interpretado según el principio de la buena fe, con lo cual
también estaría aproximándose al sistema subjetivo de interpretación, ya que
se estaría buscando la voluntad real de los declarantes del acto jurídico.

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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

CAPÍTULO I

MARCO TEÓRICO

1.1. NOCIÓN

Interpretar un Acto Jurídico es establecer su verdadero sentido y alcance. La


teoría de la interpretación repara el defecto o duda de manifestación de la
voluntad efectiva del agente (en el acto unilateral), o voluntad común de las
partes (actos bilaterales).

Todo acto jurídico debe ser interpretado según el principio de la "BUENA FE",
es decir que la buena fe es la cláusula general de todos los contratos y que
estos se interpretan objetivamente. Según lo dicho por "Demolombe": "la buena
fe es el alma de las relaciones sociales", lo cual explica que la regla más
importante indique que los contratos deben entenderse de buena fe, lo que
significa lealtad en la concertación del acto, confianza en la palabra empeñada.

Si en un acto los términos son susceptibles de dos significados, debe


considerarse el más adecuado a la naturaleza del acto. (Art. 170 C.C.)

La doctrina mayoritaria las entiende como normas jurídicas llegándose a decir


que “es deber del juez adecuarse a los cánones hermenéuticos fijados por la
ley”. En un primer momento, un sector de la doctrina les negaba esta categoría,
y la entendida como “reglas lógicas” de las cuales el intérprete no podría
apartarse, inclusive, en el caso que no estuvieran codificadas”. Este problema
como se ha advertido agudamente “no parece motivo de existir”. En efecto,
“muchas son las reglas lógicas que el intérprete puede utilizar, solo a algunas
de ellas él debe adherirse y de las cuales no puede, en tanto se encuentran
codificadas, apartarse; de las primeras, son solo aquellas que se insertan en el
procedimiento lógico cognoscitivo y valorativo impuesto por las segundas las
que deben (no las que pueden) ser empleadas por el mismo.

La doctrina peruana, sostiene que son normas “imperativas y su omisión o


violación genera la correspondiente cuestión de responsabilidad”. La doctrina
italiana afirma, que “la interpretación del contrato es materia disponible por las
partes: estas pueden acordar que la cláusula de su contrato deba interpretarse
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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

según cierto significado, aunque la aplicación de las normas interpretativas


podría justificar un significado diverso. Por esto debe considerarse que, si las
partes litigantes aducen en causa la misma interpretación del contrato, el juez
no podrá desatenderla a favor de otra, considerada por él, más conforme a los
arts. 1362 y siguientes (del código civil italiano que, como veremos dentro de
poco, se refieren a las reglas de interpretación)”.

Según Juan Espinoza Espinoza, las normas de interpretación reguladas en el


código civil peruano tienen carácter imperativo. La ratio de estas es que se
establezca una relación jurídica justa y eficiente. ¿Cabria que se pacte, en
términos generales, interpretar asistemáticamente, en contra de la naturaleza y
el objeto del acto jurídico o en contra de adherente? La respuesta correcta es
negativa. Las normas prescritas en los arts. 168, 169, 170 y 1362 c.c. son un
contenido mínimo de reglas a las cuales deben someterse los particulares y los
operadores jurídicos. Sin embargo, ello no implica que, adicionalmente, las
partes (o quien manifieste su voluntad) establezcan otras reglas de
interpretación y, en tanto, no contravengan otras normas imperativas ni sean
contrarias al orden público o a las buenas costumbres (art. V T.P. c.c.), estas
son plenamente válidas y eficaces. Tal es el caso, por ejemplo, que las partes
acuerden, que, en caso de contradicción entre un contrato y un anexo del
mismo, prevalezca el primero. Mal haríamos en pensar que se trata de una
interpretación asistemática, por cuanto las partes, en ejercicio de la autonomía
privada, están decidiendo su propia jerarquía normativa, entendida esta última,
en el sentido de regla de conducta establecida entre los particulares (no como
mandato general con eficacia social).

1.2. DISCUSIÓN ACERCA SI LA INTERPRETACIÓN ES CUESTIÓN DE


HECHO O DE DERECHO

Esta distinción es importante para considerar la procedencia de un recurso de


inaplicabilidad de la ley, o de un recurso de casación que puede instaurarse en
el futuro, en el orden nacional.

Se trata de saber, si una sentencia que se interpreta, como inadecuada con


relación a ciertos actos jurídicos, es o no susceptible de recurso de casación.

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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

A primera vista, siendo el contrato, la ley de las partes, la interpretación de


ésta, da lugar a una cuestión de derecho y el recurso de casación se admite.
Pero en realidad, el contrato es sustancialmente distinto a la ley y considerarlo
fuente de derecho, es confundirlo todo, decía Savigny.

Con relación a los actos jurídicos y su interpretación se plantean diversos


problemas que pueden dividirse en dos categorías:

1º) La primera relacionada a la intensión, que origina el acto jurídico; ahí se


presentan múltiples cuestiones de hecho, que no dan materia de casación, ya
que depende libremente de la apreciación de los tribunales de instancia.

2º) Si establecida y admitida la intensión efectiva de las partes, la sentencia se


aparta de ella en razón de equidad u otra razón jurídica, el recurso de casación
se admite, para establecer si en función de ciertos hechos admitidos, ha
prevalecido la adecuada comprensión del ordenamiento jurídico. Es una
cuestión de derecho, porque se refiere a la apreciación de hechos realizados
por el magistrado de acuerdo al ordenamiento jurídico.

1.3. ELEMENTOS DE LOS ACTOS JURÍDICOS

Son elementos esenciales de los, es decir, aquellos factores de cuya


concurrencia resulta la misma existencia del acto:

 El objeto, el sujeto, y la forma.


 El objeto es la materia sobre la cual recae la voluntad del acto.
 El sujeto es el autor o de quien emana el acto
 La forma es la manera como se relaciona el sujeto con el objeto.
 La ausencia de alguno de estos elementos implica la inexistencia del
acto.

Sujeto del acto jurídico: capacidad. Para que el objeto jurídico deseado se
obtenga, la voluntad del sujeto debe estar calificada por la capacidad jurídica
de este.

La ley impide que el sujeto pueda realizar actos jurídicos por sí mismo antes de
la edad de 21 años para protegerlo de las repercusiones desfavorables que

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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

estos actos pueden acarrearle, que por razón de no poseer un discernimiento


afinado no pueda prever.

Objeto del acto jurídico: Disposición legal. La ley señala en el art. 953,
requisitos negativos con respecto a las cosas y hechos que no pueden ser
objeto de actos jurídicos. Las cosas que estén en el comercio o que por algún
motivo especial no se hubiesen prohibido que sean objeto de actos jurídicos
serán consideradas como tales...

En tal sentido la doctrina critica al codificador señalando que esta es una


afirmación vacía de contenido, pues la prohibición debe derivar de otra norma
particular que así lo disponga.

1.4. LA INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO EN EL CÓDIGO CIVIL


PERUANO

En la esencia del acto jurídico esta la voluntad jurídica. Los elementos


esenciales de la voluntad jurídica son el discernimiento, la intención, la libertad
y la exteriorizaron. La voluntad interna y su declaración constituye una unidad
denominada voluntad jurídica. Al derecho no le interesa la voluntad como
hecho psicológico no exteriorizado y por tanto, sin ninguna trascendencia
social.

El derecho, por ser regulador de conducta humana social, solamente se


preocupa de encausar la voluntad exteriorizada como acto social encaminado a
producir consecuencias jurídicas.

Con la interpretación del acto jurídico no se persigue reconstruir la voluntad real


que se reconozca en lo exteriorizado y no cada una de las intenciones
individuales.

La buena fe no admite que se haga prevalecer una indagación subjetiva que


puede conducir a sustituir la voluntad de las partes por una voluntad
ficticia producto de la apreciación conjetural del interprete, ni tampoco permite
la supremacía de la teoría objetiva que puede llevar a amparar el error, el dolo,
la usura, el abuso de la parte fuerte sobre la débil, sino que propicia una
averiguación intermedia entre esos dos extremos.
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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

La interpretación no tiene por objeto únicamente a la declaración, no se agota


en los estrechos límites de la declaración con la cual se crea el acto jurídico, no
se limita al análisis gramatical de las expresiones usadas por los declarantes,
sino que investiga y reconstruye la voluntad real, de alguna forma exteriorizada,
de las partes tomando en consideración sus comportamientos anteriores,
simultáneos o sucesivos.

Los contratos deben celebrarse, ejecutarse e interpretarse de buena fe y de


acuerdo con lo que, verosímilmente, las partes entendieron, o pudieron
entender obrando con cuidado y previsión. Para la interpretación se requiere:

 se tomara especialmente en cuenta la literalidad de los términos


utilizados, cuando proceda la interpretación restrictiva.

 En los otros casos se tomara especialmente en cuenta: la finalidad


económica del contrato, de acuerdo con lo que fue la intención común
de las partes al contratar; la intención de cada una de las partes al
contratar en cuanto la otra parte la hubiera conocido, u obrando con la
debida diligencia debido conocerla; el sentido que razonablemente
hubiera dado a la manifestación de cada una de las partes una persona
en la situación y de las condiciones de otra; los actos de cada parte
anteriores a la conclusión del contrato; la conducta de las partes
después de concluido el contrato; los usos y costumbres del lugar de
celebración del contrato.

 En los contratos predispuestos: las cláusulas especiales prevalecen


sobre las generales aunque estas no hayan sido canceladas; las
cláusulas incorporadas prevalecen sobre las preexistentes; las clausulas
ambiguas serán interpretadas contra el predisponerte.

Nuestro código civil adopta como principio general, rector, de interpretación el


sistema objetivo, lo que está bien, puesto que toda interpretación tiene que
empezar por el análisis de la declaración o declaraciones de voluntad con la
que se forma el acto jurídico, pero en modo alguno puede desdeñar el sistema
subjetivo como un principio subsidiario, porque la voluntad real del agente no

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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

solamente se evidencia con la declaración con la cual se forma el acto jurídico,


sino también con los comportamientos compatibles con tal declaración, sean
anteriores, o coetáneas o sucesivos, e inclusive con el silencio de las partes,
sus necesidades, sus posibilidades, el ambiente social en el cual se
desenvuelven. Si el código adoptara el criterio objetivista a ultranza, sin
ninguna atenuación, sería un pobre código puesto solamente al servicio de la
parte más fuerte, propiciaría la usura, la expoliación de la parte débil, el dolo.

1.5. CLASES DE INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

Autentica: o convencional, es la realizada por las mismas partes mediante un


acto jurídico sucesivo de fijación del significado del acto que han celebrado con
anterioridad.

Los actos bilaterales y plurilaterales son interpretados auténticamente con la


manifestación de voluntad de todos los que son partes en ellos. La
interpretación auténtica de los actos jurídicos unilaterales es realizada
mediante la manifestación unilateral de otorgante.

La interpretación auténtica de los actos de autonomía privada es realizada


mediante otro acto de autonomía privada, por lo que el intérprete puede
separarse de los criterios hermenéuticos legales, lo que no está permitido a los
magistrados y a los terceros.

Judicial: es realizado por los magistrados y arbitro de derecho, quienes en


última instancia deben fijar el contenido, sentido y alcance del acto jurídico con
estricta sujeción a los criterios interpretativos legales, con el fin de resolver el
conflicto de intereses sometido a su decisión.

La interpretación judicial es vinculatoria para las parte y par los terceros que
tengan intereses derivados del acto interpretado.

Interpretación doctrinal: es la realizada por terceros como una función de


asesoramiento. No tiene carácter vinculatorio para las partes ni para el
intérprete, aunque si puede tener influencia moral sobre terceros,
especialmente sobre los magistrados.

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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

a) Anteproyecto sustitutorio (1980) Este anteproyecto elaborado por los Ores.


Manuel de la Puente y Lavalle y Susana Zusman, contiene 5 reglas
interpretativas ubicadas en la Sección primera, De los Actos Jurídicos, Título
Cuarto (del artículo 19 al 23).

(1) El Principio Interpretativo de Base.- Las normas interpretativas contenidas


en el anteproyecto sigue los lineamientos teóricos elaborados por las Doctrinas
de la Responsabilidad y la Confianza. La Teoría de la Responsabilidad acepta
que la voluntad es creadora de los efectos jurídicos, pero admite que cuando
hay divergencia entre voluntad y declaración por negligencia del agente debe
valer la declaración. La teoría de la confianza acepta el valor de la declaración
sólo en los casos en que el receptor haya depositado su confianza. Las
consecuencias jurídicas de ambas teorías fluctúan, según los casos, entre
mantener la validez d del Acto Jurídico o impugnar su eficacia y reclamar
indemnización de los daños.

Los autores del anteproyecto estiman que a través de estas teorías intermedias
se realizan mejor los principios de seguridad jurídica, buena fe y equidad.
Además al aplicar estos criterios, se respeta a cada Institución en particular,
porque a cada una se le da un tratamiento distinto pero de acuerdo a su propia
naturaleza jurídica, aplicándose el remedio más adecuado. Se resuelven así,
en forma práctica los conflictos que se presentan cuando la declaración deja de
transmitir fielmente la voluntad.

Conviene resaltar, que los autores del Anteproyecto consideran que la voluntad
evidenciada del agente, es el principio interpretativo de base para iniciar el
proceso interpretativo; asimismo, establecen prioridad de las normas de 1
interpretación subjetivas (que buscan la voluntad del agente en concreto) por
sobre las objetivas (que buscan el significado objetivo de la declaración, la
voluntad en abstracto.

(2) Criterios y Principios Interpretativos

(2.1) La Voluntad Evidenciada del Agente (art. 19 del Anteproyecto): Es la


voluntad real del agente exteriorizada de algún modo en la declaración.

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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

Constituye el principio esencial en el proceso interpretativo porque señala la


orientación de la interpretación: precisar la voluntad declarada, que coincide
con la voluntad interna.

(2.2) Personalidad del Agente (art. 19 del Anteproyecto): Este criterio de


extensión amplia, comprende las cualidades personales del agente:
condiciones psíquicas, culturales, grado de instrucción, responsabilidad.

(2.3) Comportamiento Total del Agente (art. 19 del Anteproyecto): Es el criterio


que pone en relación la unidad del acto jurídico y el Hacer de las partes, el
intérprete examinará todo lo que las partes han hecho antes, durante y
después del acto jurídico porque de ese conjunto depende la significación del
acto.

(2.4) Unidad y Totalidad del Acto (art. 19 del Anteproyecto): Este principio
explica que el acto jurídico es un todo orgánico y unitario constituido por
interrelaciones de elementos singulares (tratos previos, formación y ejecución
del acto) e impide que a través de la interpretación se quiebre esta unidad.

(2.5) Criterio interdependiente (art. 20 del Anteproyecto) Y: Es el criterio de


coherencia lógica que se aplica en la interpretación sistemática: en un acto
jurídico constituido por cláusulas, éstas se encuentran en relación de
interdependencia. Para encontrar el sentido de una cláusula es necesario
examinar todas las demás, para atribuirle el sentido del conjunto. Sin embargo,
si no es posible armonizar una cláusula con las demás de manera evidente
será necesario sacrificarla.

(2.6) Conservación del Acto (art. 21 Anteproyecto): Este principio se relaciona


con la validez del Acto. Se presume que la voluntad del Agente es crear efectos
jurídica es decir producir una declaración útil. Se debe interpretar la declaración
en forma tal, que se logre que el Acto produzca efectos jurídicos. Se debe
mantener y conservar el acto optando por la validez.

(2.7) Licitud del Acto (art. 21 del Anteproyecto):

Los efectos jurídicos deben ser lícitos de lo contrario el Acto Jurídico es inválido
en consecuencia no puede conversarse el Acto si se falta a la Licitud.
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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

(2.8) Naturaleza y Finalidad del Acto (art. 22 del Anteproyecto): Este criterio se
orienta a corregir los efectos de la redacción defectuosa o del empleo impropio
del lenguaje. Se considera que el uso poco cuidadoso de las palabras puede
desnaturalizar el acto o su finalidad.

b) Proyecto (1981)

El Proyecto de la Comisión Reformadora 1981, elaborado por el Dr. León


Barandiarán contiene 08 reglas interpretativas ubicadas en el Libro 1, Título

IV, (del artículo 23 al 30).

(1) Principio Interpretativo de Base: Las reglas interpretativas del Proyecto


tienen una orientación ecléctica, en unos casos prevalece el criterio de la
voluntad y en otros el de la declaración.

Los dos criterios no se fusionan sino que se aplica cada uno por separado,
según los casos. Por ejemplo se aplica el criterio de la voluntad en los casos de
simulación que se atribuye valor al acto oculto sobre el aparente,
sobreponiéndose la voluntad real del agente sobre las palabras declaradas. En
los casos del tercero, se usa el criterio de la declaración y se prescinde de la
voluntad, se interpreta sólo lo que aparece en la declaración, así no coincida
con lo realmente querido.

La declaración y la voluntad son los principios de base que orientan la manera


de interpretar tal o cual Acto Jurídico, pero como no se aplican juntos, es la
naturaleza de determinados Actos Jurídicos la que impone la orientación que
seguirá la interpretación.

Se sigue una orientación objetiva en los contratos formales, en los generales,


en las declaraciones unilaterales con eficacia respecto a terceros (poderes, le·
tras, cheques); cuando la voluntad de las partes contraria a la buena fe y la
equidad. En estos casos se interpreta lo que expresa el documento
predominando el criterio de la declaración. Se sigue una orientación subjetiva
en los testamentos, en los cuales se toma en cuenta el criterio de la voluntad
real del agente.

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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

(2) Criterios y Principios Interpretativos:

(2.1) Intención Evidente del Agente y su comportamiento Total (art. 23 del


Proyecto) .- El criterio Intención Evidente, elaborado en base a la voluntad
declarada, se refiere a que la interpretación pretende llegar al conocimiento de
la verdadera intención, acreditable de algún modo racional; por ello se busca
en el comportamiento total del agente, en los hechos comprobables.

(2.2) Criterio Lógico de Coherencia (art. 24 del Proyecto).- Se considera que el


acto jurídico es integral, constituido por cláusulas sólidamente relacionadas
entre sí; en consecuencia, una cláusula no tiene un significado aislado del
conjunto de las cláusulas que integran el acto.

(2.3) Criterio de Extensión (art. 25 del Proyecto)

Cuando en una cláusula se indica un caso como ejemplo, éste se extiende a


todo el acto y no excluye los casos no expresados sobre el mismo.

(2.4) Principio de la Buena Fe y Criterio de los Usos

Admitidos (art. 27 del Proyecto) - El principio de la buena fe es "general", se


aplica a toda clase de Actos Jurídicos. Tiene un sentido objetivo porque valora
la conducta concreta del agente en relación a la que se debe observar en base
a los deberes y facultades, por ejemplo en un contrato las partes deben
observar una conducta de recíproca lealtad. Los usos admitidos no se aplican a
todos los Actos Jurídicos, sino según la realización de cada caso en particular.
Además se requiere que el declarante conozca los usos y quiera que su
voluntad se adecúe a ellos, aunque no lo diga expresamente. Sin embargo,
este criterio queda excluido si el agente expresa que tal uso no se debe aplicar
a su caso.

(2. 5) Principio de Conservación del Acto (art. 28 del Proyecto).- Se basa en


que todo acto tiende a producir determinados efectos, por ello, ante la duda se
interpreta a favor del acto.

(2.6) Criterio de la Naturaleza y Objeto del Acto

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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

(Art. 29 del Proyecto) - El intérprete, ante dos sentidos, elegirá aquél que
corresponde a la naturaleza y fin propios del acto.

(2. 7) Principio de Equidad a través de los criterios de menor onerosidad y


armonización equitativa de intereses (art. 30 del Proyecto).- La equidad decide,
ante la duda, a favor de quien recae el peso y la extensión de las obligaciones.
Así en el Acto gratuito se interpreta a favor del obligado en el sentido que le
sea menos gravoso. En el Acto oneroso la equidad aconseja equilibrar dos
intereses de ambas partes de manera que ninguna sufra ni disminución ni
incremento a su patrimonio.

Criterios Interpretativos

(3.1) Criterio de Expresión y Principio de Buena Fe

(El principio de la buena fe puede ser afrontado desde dos perspectivas: una
subjetiva en la cual se considera como la convicción interna que se está
actuando correctamente, con forme a derecho (llamada también buena fe
creencia); y otra objetiva, caracterizada por el comportamiento correcto del
sujeto que es percibido por la contraparte o por los demás (buena fe lealtad,
probidad, confianza o comportamiento). Si bien a nivel probatorio es evidente
que la buena fe objetiva acusa menos incertidumbre que la buena fe subjetiva,
es pertinente resaltar que no se trata propiamente de “dos clases distintas de
buena fe, sino más bien dos aspectos de un mismo concepto, ya que la
distinción solo tiene sentido desde el punto de vista de su diversa
instrumentación en el ordenamiento”. Por otro lado, la doctrina española
sostiene, “inicialmente, buena fe (bonafides) expresa la confianza o la
esperanza en una actuación correcta de otro. Se concreta en la lealtad en los
tratos y en la fidelidad en la palabra dada. Posee, sin embargo, una eficacia
mucho más amplia y significa un modelo de comportamiento, no formulado
legalmente y de imposible formulación legal, que vive en las creencias y en la
conciencia social y al que deben ajustarse los comportamientos individuales”.
Se advertido que existen tres vías de concreción del principio de la buena fe:

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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

a. Como un canon o criterio hermenéutico. Es importante tener en cuenta que


“la regla de la buena fe en la interpretación quiere ser una medida razonable de
lo justo, representando también un límite a la discrecionalidad del intérprete”.

b. Como un criterio de conducta conforme al cual deben ser cumplidas las


obligaciones en el ámbito de la relación contractual, la buena fe obliga a cada
una de las partes a comportarse “de manera tal de no perjudicar y más bien, de
salvaguardar el razonable interés de la contra parte, cuando ello no importe
ningún apreciable e injusto sacrificio a cargo suyo”.

c. Como un canon o criterio que debe someterse el ejercicio de los derechos


subjetivos. Cabe resaltar que mientras el art. 168 c.c. entiende al principio de la
buena fe en el primer sentido (a), el art. 1362 le da una doble connotación a
este principio: sea como criterio hermenéutico y como regla de conducta (a y
b). no debe olvidarse que, al ser de un alcance tan general el principio de
buena fe este se irradia a través de otro grupo de principios, como es el caso
del abuso del derecho, fraude a la ley, actos propios, entre otros. Otro sector de
la doctrina prefiere calificar estos principios como “extralimitaciones contrarias a
la buena fe”. Se afirma con razón, que “la buena fe obliga a la parte a la
coherencia de los propios comportamientos para no defraudar la confianza que
estos han generado a la contraparte: esta se funda en el antiguo precepto
venire contra factum proprium”. En efecto, el principio de los actos propios se
remonta a la máxima venire contra factum proprium non valet, vale repetir “que
a nadie ha de estar permitido ir en contra de sus propios actos”. Así, si una
persona ha creado una situación de este tipo tendrá que responder. Por ello “el
fundamento de este principio está muy estrechamente relacionado con la
doctrina que exige dar protección jurídica a la buena fe manifestada en la
confianza depositada en la apariencia”. Se ha afirmado que la teoría de los
actos propios puede ser incluida dentro de la fuente de las obligaciones.

El Anteproyecto de Ley de Reforma del Código Civil peruano, en la propuesta


relativa al Título Preliminar ya contempla este principio. La doctrina es unánime
al admitir que no cabe invocar el principio de los actos propios “cuando el acto
vinculante fuera un acto prohibido por ley”. Así, cuando se afirma que “la

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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

conducta anterior no es obstáculo para que el sujeto plantee la nulidad del acto,
cuando esta nulidad fue instituida por la ley para protegerlo de
aprovechamientos injustos”. Por ello, si, por ejemplo, unos contratos no son
válidos, por estar atacados de nulidad, no cabe aplicar la doctrina de los actos
propios, pues ella no establece una obligación de mantener actos jurídicos con
finalidad ilícita, sino de actuar coherentemente cuando se presentan
manifestaciones de voluntad validas; pero contradictorias entre sí. El principio
de los actos propios no puede amparar actos ilícitos. Un sector de la doctrina
de aquel país denuncia que “la inaplicabilidad de la doctrina de los actos
propios en el derecho civil peruano se justifica por que ya existen soluciones
jurídicas a los problemas relevantes que formula tal doctrina”.

NULIDAD DEL ACTO JURÍDICO

Una situación genérica de invalidez del acto jurídico, que provoca que una
norma, acto jurídico, acto administrativo o acto procesal deje de desplegar sus
efectos jurídicos, retrotrayéndose al momento de su celebración. Para que una
norma o acto sean nulos se requiere de una declaración de nulidad, expresa o
tácita y que el vicio que lo afecta sea coexistente a la celebración del mismo.

Tiene por fundamento, proteger intereses que resultan vulnerados por no


cumplirse las prescripciones legales al celebrarse un acto jurídico o dictarse
una norma. Acto administrativo o judicial.

Antes de que se produjera la declaración de nulidad, la norma o acto eran


eficaces. Por ello, la declaración de nulidad puede ser ex nunc (nulidad
irretroactiva, se conservan los efectos producidos antes de la declaración de
nulidad) o ex tunc (nulidad retroactiva, se revierten los efectos producidos con
anterioridad a la declaración de nulidad.

FORMA DEL ACTO JURIDICO

Artículo 143º.- Libertad de forma

Cuando la ley no designe una forma específica para un acto juridico, los
interesados pueden usar la que juzguen conveniente.

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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

Artículo 144º.- Forma ad probationem y ad solemnitatem

Cuando la ley impone una forma y no sanciona con nulidad su inobservancia,


constituye solo un medio de prueba de la existencia del acto.

CONFIRMACION DEL ACTO JURIDICO

Artículo 230º.- Confirmación explicita

Salvo el derecho de tercero, el acto anulable puede ser confirmado por la parte
a quien corresponda la acción de anulación mediante instrumento que
contenga la mención del acto que se quiere confirmar, la causal de anulabilidad
y la manifestación expresa de confirmarlo.

Artículo 231º.- Confirmación por ejecución total o parcial

El acto queda también confirmado si la parte a quien correspondía la acción de


anulación, conociendo la causal, lo hubiese ejecutado en forma total o parcial,
o si existen hechos que inequívocamente pongan de manifiesto la intención de
renunciar a la acción de anulabilidad.

Artículo 232º.- Formalidad de la confirmación

La forma del instrumento de confirmación debe tener iguales solemnidades a


las establecidas para la validez del acto que se confirma.

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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

ANALISIS

El acto jurídico es el instrumento conferido por el ordenamiento jurídico a los


particulares para dictar normas que regulen sus propios intereses.
Precisamente, la autonomía privada es la potestad que tienen los individuos
ara darse normas así mismos que regulen sus relaciones jurídicas; los
particulares tienen la potestad de constituir por sí y par si su propio
ordenamiento jurídico particular

Si el acto jurídico es la regulación de relaciones jurídicas privadas, es obvia la


exigencia de interpretarlo, la misma exigencia de interpretación de la norma
jurídica general y abstracta con la diferente del carácter particular y concreto de
la norma negociar. El objeto de la interpretación del acto jurídico es la
manifestación de voluntad.

El significado de las palabras y los signos utilizados como medio de expresión


puede variar según el contexto, según las circunstancias y según el particular
modo de expresarse de los individuos o de los particulares grupos sociales. Por
eso, puede suceder que la declaración negociar no tenga un significado
univoco, o que esa declaración sea entendida de modo diverso por el
declarante, por el destinatario de la declaración por los terceros eventualmente
interesados.

La interpretación de acto jurídico es la técnica dirigida al conocimiento del


contenido sentido y alcance del acto, o sea, de la regulación establecida por el
agente o agentes que lo crean. En otras palabras, se trata de determinar el
contenido de acto jurídico atribuyéndole su exacto que determine las
obligaciones y el derecho que de él se derivan.

La interpretación del acto jurídico puede presentar según los casos dificultades
mayores o menores, pero es siempre necesaria.

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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

La interpretación del ser humano y del lenguaje hace que la reproducción de la


voluntad mediante la declaración no esté libre de confusión y dudas, por lo que
la interpretación deviene en un quehacer necesario para aclarar las dudas y
establecer su significado. Es inexacta la máxima tradicional que afirma in claris
non fit interpretario, pues ya el decir que el tenor literal de un texto es tan
inequívoco que hace superflua toda interpretación, descansa sobre una
interpretación.

Así como la interpretación de la ley consiste en entender en solo su expresión


literal, sino sobre todo su espíritu, así también la interpretación del acto jurídico
(norma jurídica formal) se funda sobre la necesidad de establecer
reconstruyendo a través del análisis de las declaraciones de voluntad y
circunstancias que rodean a esta el sentido de la regulación de los intereses
privados

Las fuentes romanas contienen una serie de criterios de interpretación del acto
jurídico, enunciados por los juristas en ocasiones de pronunciar soluciones
para casos prácticos, criterios generales que fueron recogidos por el derecho
justinianeo, que ha elaborado en términos racionales una teoría de la
interpretación. El libro segundo del código civil contiene algunas de esas
normas de interpretación.

Los criterios interpretativos verán según que el acto sea unilateral en el cual la
valoración está limitada a las declaraciones de u solo sujeto, o bilateral o
plurilateral, en el que la investigación se orienta a la común intención de las
partes; son distintos en los actos onerosos respecto de los gratuitos; en los
actos inter vivos contrapuntos a los actos mortis causa.

Acerca del objeto de la interpretación la doctrina se encuentra dividida. Para


unos es la voluntad (interpretación subjetiva que tiene su forma en el código de
napoleón y en los que en él se inspiran), para otros es la declaración con la
cual se forma el acto jurídico (interpretación objetiva seguida por un sector de
la doctrina alemana). Existe también una teoría mixta de las dos anteriores
acogida, principalmente por el código italiano de 1942. Nuestro código expresa
que el acto jurídico es manifestación de voluntad (artículo 140).

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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

En la manifestación no solamente está comprendida la declaración de voluntad


con la cual se forma el acto jurídico, sino también elementos extra formación
del acto como son los comportamientos de las partes anteriores, coetáneos y
posteriores a la creación del acto.

CONCLUSIONES

- El Código Civil peruano de 1984 en su artículo 168, hace énfasis en que


el intérprete no estima el sentido del acto de otro modo que no sea “en lo
expresado” y solo “desde lo expresado”, por tanto, el individuo que lo
interpreta se reduce a un juicio objetivo y extrínseco, sobre el significado
del negocio.

- El Código Civil peruano defiende una concepción objetiva para el


análisis de lo que realmente quieren las partes, lo anterior dispuesto por
los artículos 140°, 141°, 168°, 1352°, 1361°, 1362°, 1373° y 1374° del
c.c., preceptos que configuran la declaración de la voluntad como fuente
principal de interpretación en la medida que obligan al interprete a
buscar la real intención de las partes.

- Se encuentra que la interpretación subjetiva y objetiva está inmersa bajo


algunos errores y para superar dichos errores creemos que la
interpretación debe orientarse a determinar el significado más correcto
del acto, considerando su función y eficacia como un instrumento de
autorregulación de interés privado.

- Podemos concluir que la interpretación del acto jurídico es una labor de


hermenéutica jurídica que está destinada a encontrar el verdadero
sentido y alcance de la manifestación de la voluntad, que se encuentra
dentro del acto jurídico.

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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

RECOMENDACIONES

- Se plantea mayor asesoría sobre términos básicos del derecho.

- Se recomienda charlas acerca del acto jurídico y de cómo se presenta


en la vida cotidiana.

- Se propone tratar de incluir en instituciones educativas del estado


talleres acerca de derecho y su importancia.

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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

BIBLIOGRAFÍA

- CÓDIGO CIVIL PERUANO.

- BORDA, GUILLERMO A. (TRATADO DE DERECHO CIVIL - PARTE


GENERAL - TOMO II.

- EL ABC DEL DERECHO CIVIL, EGACAL (ESCUELA DE


GRADUADOS), Edit. San Marcos; P.Pag.105 – 201.

- LOHMANN LUCA DE TENA, GUILLERMO, El negocio jurídico, segunda


edición, Grijley, Lima, 1994, pág. 253.

- VIDAL RAMIREZ, FERNANDO, El acto jurídico, cuarta edición, Gaceta


Jurídica, Lima, 1999, pág. 248.

- CASSELLA, MARIO, voz Negozio giuridico (interpretazione), en


Enciclopedia del Diritto, Vol. XXVIII, Giuffre, Milano, 1978, pág. 19.

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INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

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