El documento presenta una homilía para el segundo domingo de Adviento. Resume el evangelio del día, que habla de Juan el Bautista y su preparación del camino para Jesús. Explica que Adviento es un tiempo de espera y preparación para la venida de Jesús. Señala que Jesús es el Hijo de Dios y es más importante que Juan. Propone actualizar este mensaje para nuestra sociedad, presentando a Jesús como más importante que cualquier otra cosa o persona. Finalmente, sugiere tres formas de prepararnos para conocer a Jesús a lo largo del Año Litú
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
50 vistas1 página
El documento presenta una homilía para el segundo domingo de Adviento. Resume el evangelio del día, que habla de Juan el Bautista y su preparación del camino para Jesús. Explica que Adviento es un tiempo de espera y preparación para la venida de Jesús. Señala que Jesús es el Hijo de Dios y es más importante que Juan. Propone actualizar este mensaje para nuestra sociedad, presentando a Jesús como más importante que cualquier otra cosa o persona. Finalmente, sugiere tres formas de prepararnos para conocer a Jesús a lo largo del Año Litú
El documento presenta una homilía para el segundo domingo de Adviento. Resume el evangelio del día, que habla de Juan el Bautista y su preparación del camino para Jesús. Explica que Adviento es un tiempo de espera y preparación para la venida de Jesús. Señala que Jesús es el Hijo de Dios y es más importante que Juan. Propone actualizar este mensaje para nuestra sociedad, presentando a Jesús como más importante que cualquier otra cosa o persona. Finalmente, sugiere tres formas de prepararnos para conocer a Jesús a lo largo del Año Litú
El documento presenta una homilía para el segundo domingo de Adviento. Resume el evangelio del día, que habla de Juan el Bautista y su preparación del camino para Jesús. Explica que Adviento es un tiempo de espera y preparación para la venida de Jesús. Señala que Jesús es el Hijo de Dios y es más importante que Juan. Propone actualizar este mensaje para nuestra sociedad, presentando a Jesús como más importante que cualquier otra cosa o persona. Finalmente, sugiere tres formas de prepararnos para conocer a Jesús a lo largo del Año Litú
Evangelio: Mc 1, 1-8 Éste es el principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. En el libro del profeta Isaías está escrito: He aquí que yo envío a mi mensajero delante de ti, a preparar tu camino. Voz del que clama en el desierto: “Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos”. En cumplimiento de esto, apareció en el desierto Juan el Bautista predicando un bautismo de arrepentimiento, para el perdón de los pecados. A él acudían de toda la comarca de Judea y muchos habitantes de Jerusalén; reconocían sus pecados y él los bautizaba en el Jordán. Juan usaba un vestido de pelo de camello, ceñido con un cinturón de cuero y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Proclamaba: “Ya viene detrás de mí uno que es más poderoso que yo, uno ante quien no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo”. Palabra del Señor HOMILÍA PRÓLOGO. Debemos animadamente dar la bienvenida a los feligreses que se reúnen con nosotros para encontrarnos con la Palabra en este segundo domingo de adviento. ¿Por qué no recordarles que nuestra santa madre Iglesia ha organizado el Año Litúrgico para que hagamos el intento de configurarnos con Jesús en los principales acontecimientos de su vida? Luego de recordarles este propósito de nuestra Iglesia, mostremos la alegría inmensa de que estemos juntos para este nuevo encuentro con la Palabra.
AÑO LITÚRGICO. Estamos en el primer Tiempo Litúrgico: Adviento. Adviento lleva a pensar en el advenimiento, en la preparación al nacimiento del “esperado”, del “mesías”, del “profeta”, del “Hijo del Hombre” y que, como toda venida, necesita una preparación. En este caso, la venida es de Jesús, que litúrgicamente lo celebraremos en la Navidad, es la preparación litúrgica para que celebremos el nacimiento de Jesús, su ingreso a nuestra historia, a nuestras vidas. En este sentido recordemos que, en el domingo anterior, el mensaje fue que hay que estar vigilantes. En definitiva, Adviento es espera y venida. Espera que incluye preparación de quienes esperamos el ingreso de Jesús, el Hijo de Dios en nuestra historia.
EXÉGESIS. “la exégesis histórico-crítica constituye una parte imprescindible de la comprensión católica de la Escritura”. DH 29 El evangelio de Marcos, de estilo parco, pobre de vocabulario, monótono y repetitivo -escribirá Shekel- destinado a los cristianos de segunda generación, conformados por paganos convertidos, pobres, en crisis y perseguidos (especialmente a los cristianos de Roma), les recomienda que estén alerta (domingo anterior), y ahora les presenta a Jesús, como el “Hijo de Dios” (1, 1) en quien ahora creen y que han sido bautizados ya no por Juan sino por Jesús y que no importan las situaciones difíciles, los sufrimientos; pues Marcos presenta a Jesús , a lo largo de su escrito, como el que va desmantelando las ideas preconcebida del Mesías y de Dios. Lo entenderán al final del evangelio, pero por ahora, Jesús es el Hijo de Dios, quien es más importante que Juan. Mensaje: Jesús es el Hijo de Dios, y es más importante que Juan el bautista.
HERMENÉUTICA “Es bastante apropiado que un homileta sepa poner en relación los textos de una celebración con los hechos y cuestiones de actualidad.” DH 7 Hermenéutica es actualizar el mensaje. Marcos presenta a Jesús como el Hijo de Dios a los cristianos de segunda generación que sufrían persecución, pobreza, en crisis y que tenían ideas dispersas del Mesías esperado por los judíos. Actualizar el mensaje sería, cómo presentar hoy a Jesús, el Hijo de Dios, en nuestra sociedad, que si bien no hay persecución a los seguidores de Jesús (en cercanía), sí hay pobreza, hay crisis a todo nivel, hay múltiples expectativas, existen otras formas de llegar a Dios, asoman hasta “ateos humanistas”, etc. ¿Cómo presentar hoy a Jesús? Como más importante que Juan, y más importante que un líder político, más importante que el último millonario, más que el mejor futbolista, más que las joyas y el dinero, más que la droga y el placer. Pero… ¿por qué? En respuesta hay que plantear la propuesta de Marcos, a lo largo de la vida de Jesús, se irá revelando cómo es el Hijo de Dios, y para ello hay que invitar a los feligreses a seguir domingo a domingo, acompañando a Jesús en su paulatina revelación.
SUGERENCIAS. Prepararnos desde ahora, en Adviento, para conocer a Jesús a lo largo del Año Litúrgico y para ello: 1. Generar en la familia la expectativa de conocer cómo se irá revelando Jesús a lo largo del año. 2. Proponer a la familia el asistir a las celebraciones dominicales 3. Invitar a generar la expectativa sobre Jesús entre los amigos y familiares.
EPÍLOGO. Para terminar, recordemos a nuestra comunidad que, Jesús es el Hijo de Dios, y es más importante que Juan el bautista y luego resumamos amablemente las sugerencias para vivir el mensaje dominical. Despidamos a nuestra comunidad llenándoles de la seguridad del amor de Dios y que solo dependemos de nuestras capacidades para mejorar.
