El Estado Constitucional y La Argumentación Jurídica
El Estado Constitucional y La Argumentación Jurídica
El Estado Constitucional y La Argumentación Jurídica
JURÍDICA
El ser humano desde sus propios orígenes y a lo largo de toda su historia ha tenido la
necesidad de organizarse en el ámbito público, con el propósito de poder alcanzar sus propios
propia en una acción común, aún en contra de cierto sector de la sociedad que ponga alguna
resistencia, llevando unidos los conceptos de dominación por parte de aquellos a los cuales se
dirigen los mandatos de poder y el de disciplina que implica la obediencia por parte de estos
tales como la polis de los griegos o la civitas de los romanos. De igual forma, durante los
diez siglos que median entre la caída del Imperio Romano de Occidente y el ocaso del de
Oriente, estuvieron vigentes algunas estructuras de índole pública que regulaban los órganos
No obstante lo antes dicho, a los efectos del presente trabajo se partirá de la organización
antes no existió, pues aquí entenderemos a este último como un mecanismo político y
jurídico para controlar el ejercicio de los poderes instaurados y como instrumento para el
Alfonso Ruiz Miguel dice que “los términos politeia y res publica significaron
respectivamente en las organizaciones políticas griega y romana de la antigüedad:
Pero esta idea de la Constitución de los antiguos dista mucho a la de los modernos,
situación que pone claramente de manifiesto el profesor Alfonso Ruiz Manero cuando sobre
este aspecto concreto nos dice expresamente que: “Los antiguos no tenían ninguna
«soberanía» que limitar ni, sobre todo, habían pensado jamás en la constitución como norma,
la norma que en tiempo moderno sería llamada a separar los poderes y a garantizar los
derechos”.
Este mismo autor admite que el comienzo de la generalización del término Estado debe
atribuírsele a Maquiavelo, nos dice que dicho término empieza a utilizarse en una concepción
similar a la actual durante “la primera mitad del siglo XIII, en la época de Tomás de Aquino,
como forma simplificada de ciertas plegarias de los monjes en agradecimiento por regalos de
los monarcas, en las que se comenzó rezando pro statu regni, por el estado o situación del
reino, hasta que se redujo a una plegaria pro statu” . En este orden de ideas podemos decir, en
definitiva, que la expresión «Estado» tal y como la entendemos en nuestros días, es producto
Ello hace posible mantener la idea del renacimiento de una mentalidad humanística, que
con el ocaso de la cultura clásica antigua se había mantenido apagado. Es aquí, en este
concentración del poder público, que en la anterior etapa histórica se encontraba difuminado
en cada feudo del reino. A partir de esta transformación institucional se percibe el fenómeno
consistente en que sea un solo ente el autorizado y capaz de crear la Ley o el Derecho y
encuentran los principios y valores que regirán a los nacientes Estados nacionales.
En resumen y de acuerdo a esta breve exposición del desarrollo de las nociones sobre el
a un Ordenamiento, es decir, aquellas que de algún modo delinean una determinada forma de
políticas, tiene que ver con la aparición del Estado moderno, que en su forma primigenia se
pensar y organizar la sociedad, tanto política como jurídicamente, en el entendido que esa
político de quienes gobiernan, sino en la creencia que el poder reside en el derecho natural
que poseen los individuos, situación que es inherente a su condición de ser humano.
Está demostrado, no sólo antropológica e históricamente, que el poder político -es decir el
poder estatal- al estar concentrado en una persona o en un grupo de personas, por lo general,
en su ejercicio es pernicioso, pues dada la naturaleza del ser humano, como regla general
tiende a cometer abusos en desmedro de la dignidad de la persona humana. Pues no se trata
de explicar que el poder debe pasar de las manos de una persona o de unas cuantas personas a
las manos de la mayoría de las personas, ya que ello no cambia la esencia de las cosas, sino
más bien se sigue manteniendo la lógica de la relación arbitraria del poder sobre los
gobernados, las minorías o para ser más explícito sobre la persona individual, como suele
Por tanto, aparece el argumento sólido donde se establece que el poder tiene que estar
sometido a los derechos fundamentales de las personas, es decir, el poder político debe
fundarse en el respeto de los derechos fundamentales, situación por la cual, éste debe tener
ciertos diques o controles para lograr tal propósito, hecho que se explica con la llamada teoría
que tiene de base ideológica a la persona y su dignidad; no es menos cierto que con ello no se
resuelve del todo el problema del abuso del poder, y poniéndonos de acuerdo con Ramírez,
Ricardo Velásquez que afirma “el establecimiento de órganos públicos o estatales con
la vez siendo cada uno freno y equilibrio de los otros, no llega a funcionar del todo bien, pues
algunos de los poderes, tanto el órgano ejecutivo como el órgano legislativo, sobre todo este
último, tiende a sobreponerse a los otros poderes y cometer abusos basados en leyes o
decisiones arbitrarias, que antes que poner énfasis en el contenido de las normas o decisiones,
más bien centra su atención en meras formalidades; de tal forma, que el principio de
legalidad se explica a través del principio de soberanía parlamentaria”. [ CITATION Vel13 \l
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expresa del órgano legislativo de someter a los otros poderes, incluso de afirmar su autoridad
sobre las personas individuales. Ante esta situación y otros hechos presentados, aparece el
Estado social de derecho, como modelo alternativo al Estado de derecho, el mismo que
reivindica los denominados derechos sociales, así como cuestiona la falta de eficacia de la
Constitución.
El Estado, visto como institución, debe intervenir en esferas como la salud, educación,
imperativa, el órgano legislativo sigue sometiendo a los demás órganos y sigue manteniendo
que pone énfasis en la participación activa de los ciudadanos y ciudadanas en los asuntos
sin embargo, no se logra del todo resolver demandas de carencias materiales y espirituales,
conviviendo con valores autocráticos que ponen al descubierto la fragilidad del sistema. La
carácter de nominal, en el sentido de ser un referente importante que proyecta valores, que
establece mecanismos de protección del ciudadano y ciudadana, pero no logra cuajar del
todo, es decir no se constituye en un instrumento para la acción de la vida cotidiana. Hoy nos
superando el principio de legalidad, así como la soberanía parlamentaría, nos habla del
La Constitución en este modelo adquiere fuerza normativa e imperativa frente a los órganos
explica en función a los valores y/o principios y derechos que proyecta la Constitución,
existiendo órganos autónomos para su defensa, así como para su respectiva interpretación. La
las tensiones que se pueden dar en el ámbito social, político, económico y jurídico.
II. Las consecuencias del constitucionalismo moderno
garantizando con ello los derechos de los ciudadanos. El hecho de que una
Constitución tenga como objetivo principal organizar las instituciones del Estado y
garantizar los derechos de los ciudadanos deja clara su vocación para convertirse en
Los derechos fundamentales aparecen como instrumentos que limitan la actuación del
constituyen en límites del poder, esto significa que el poder no puede transgredir esos
derechos y que su actuación tiene que estar precedida por estas figuras. Desde la
perspectiva que consideraba al Derecho como racionalizador del ejercicio del poder,
Las reglas son normas que ordenan algo definitivamente. Son mandatos definitivos.
condiciones. Por ello, son normas condicionadas. Sin embargo, las reglas pueden
absoluta de tortura. Lo decisivo es, entonces, que, si una regla tiene validez y es
consecuencia, las reglas son normas que siempre pueden cumplirse o incumplirse.
Por el contrario, los principios son normas que ordenan que algo sea realizado en
las reglas y los principios resulta del hecho de que el carácter de los principios tiene
posibilidades jurídicas.