Jimenez Yllahuaman Daniel Aldrin
Jimenez Yllahuaman Daniel Aldrin
Jimenez Yllahuaman Daniel Aldrin
AUTOR
Jiménez Yllahuamán, Daniel Aldrin
ASESORA
JURADO
Lima – Perú
2018
i
Pensamientos
Charles Darwin
Víctor Frankl
ii
Dedicatoria
iii
Agradecimientos
Asimismo, agradezco a mis padres Mario y Rosa, las personas más importantes de mi vida,
por el gran apoyo incondicional que me brindaron estando conmigo en los buenos y malos
momentos alentándome en cada uno de los pasos que daba, así como también a mi
hermana Dayse, quien ha sido un gran soporte familiar y emocional.
iv
Resiliencia en adolescentes y jóvenes en el programa de formación y empleo de la
fundación FORGE de Lima Norte, 2017
Resumen
v
Resilencie in adolescents and young people in the training and employment program of the
FORGE foundation of North Lima, 2017
Abstract
The objective of the study was to identify resilience levels in adolescents and young people
in the training and employment program of the FORGE Lima Norte Foundation. The sample
consisted of 156 participants among adolescents and young people of both sexes whose ages
fluctuate between 18 and 24 years old from the venues of Ventanilla, Comas and Los Olivos,
to whom the Wagnild and Young Resilience Scale was applied (ER), adapted to Peru by
Castilla (2014). The design was non-experimental type of descriptive nature. The results
showed that 62.4% of those evaluated are located in the high and medium level of resilience
whose factor with the highest level is equanimity. In relation to gender, women have a higher
level of resilience compared to men who only manage to excel in the perseverance factor.
No major differences are found with respect to the age group but with respect to the districts
under study; revealing that among the group of Ventanilla are those that possess the highest
level of resilience (51.8%), also finding the levels of resilience inversely proportional to the
socioeconomic levels of the districts under consideration.
vi
ÍNDICE
Portada i
Pensamientos ii
Dedicatoria iii
Agradecimientos iv
Resumen v
Abstract vi
Índice vii
Lista de tablas viii
Lista de figuras ix
Introducción x
CAPITULO I: Problema 13
vii
CAPÍTULO III: Método 64
3.1 Participantes 64
3.2 Técnicas e instrumentos de recolección de datos 67
3.3 Procedimientos 69
CAPITULO V: Discusión 81
Conclusiones 86
Recomendaciones 87
Referencias 88
Anexos 95
viii
Lista de tablas
Nº Pág.
ix
Lista de Figuras
Nº Pág.
x
Introducción
Esta investigación se centra en el contexto post escuela, una etapa crucial para los
adolescentes los cuales se tienen que enfrentar a una realidad social adversa que muchas
veces termina exponiéndolos en una situación de riesgo. El panorama que les espera a los
adolescentes de bajos recursos económicos después de haber finalizado la educación
secundaria no es muy alentador en nuestro país y carece de una política centrada en el
desarrollo juvenil.
Problemas tales como la baja calidad educativa, el gasto que implica las academias de
preparación, los problemas de inserción laboral juvenil y además la deserción en la
enseñanza superior conlleva a la conformación tres grupos de jóvenes, los que continúan sus
estudios superiores porque cuentan con los recursos y tendrán mejores oportunidades
laborales, los que ingresan al mercado laboral en condiciones precarias, y los desocupados
quienes no desean continuar estudiando y pertenecen a la población económicamente
inactiva. Tales problemas conforman factores de riesgo en los adolescentes y jóvenes e
intervienen en el proceso resiliente de cada sujeto.
Por lo todo lo mencionado, es oportuna una revisión del proceso de resiliencia en los
adolescentes y jóvenes en tal contexto, por el cual, el siguiente trabajo se propone dar cuenta
xi
de la construcción del concepto de resiliencia, entender las implicancias de su desarrollo,
tanto en la teoría como en la práctica y sus diferentes enfoques.
xii
CAPITULO I
Problema
13
y/o educativas. Muchas de las familias con bajos recursos económicos tienen
dificultad para pagar la mensualidad de una academia o una universidad particular y
los adolescentes o jóvenes deben buscar trabajo para dichos fines y además para
aportar en casa. De esta forma se enfrentan a la dificultad de poder encontrar un
trabajo en el cual se respeten sus derechos laborales y ofrezcan una remuneración
justa.
En el 2017, Germán Lora, socio del área laboral del estudio de abogados de
Lima, teniendo como referencia a los datos de la INEI en el 2016, afirmó que en los
últimos años en el Perú se ha ido incrementándose ligeramente la Población
Económicamente Inactiva (PEI), es decir, aquellos que no trabajan ni buscan trabajo.
La PEI asciende a 6.6 millones, frente a los 5.6 millones registrados en el 2011, un
incremento de 18.9% en el último quinquenio. Además agrega que 1.8 millones de
los que no estudian ni trabajan son jóvenes y 60% de ellos son mujeres que no buscan
trabajo, ni están prestando efectivamente servicio, principalmente por efectos de
“cargas familiares", explicó el experto.
14
Sin embargo, también se observa que existen muchos adolescentes o jóvenes
que no se ven involucrados en los problemas sociales mencionados anteriormente a
pesar de estar expuestos a las mismas circunstancias de adversidad o incluso peores
y por el contrario han podido salir airosos e inclusive con mayor experiencia y fuerza
para poder enfrentar situaciones parecidas. Estos jóvenes demuestran tener un nivel
de resiliencia elevado ya que cuentan con la capacidad de utilizar sus factores
protectores para desenvolverse en su contexto adverso sin mayores problemas.
15
1.2. Objetivos
Objetivo General
Objetivo Específicos
16
1.3. Justificación e importancia
Por otro lado, los resultados de esta investigación serán de gran utilidad para
las autoridades de la fundación donde se llevó a cabo el estudio, ya que servirá como
un medio de análisis dentro de las competencias y habilidades que posee su
población. De esta manera, ellos podrán implementar dentro de su programa recursos
para que los jóvenes puedan desarrollar la capacidad resiliente trabajando cada factor
de manera separada y afianzar más uno de sus objetivos principales; lograr
desarrollar las competencias personales o humanísticas de los jóvenes para
insertarlos en el mundo laboral de manera eficaz y eficiente.
17
Se ha considerado centrarse en las sedes de la fundación FORGE de Lima
Norte, ya que su población se encuentra distribuida en tres distritos de estrato social
bajo, las cuales son Ventanilla, Comas y Los Olivos. Sin embargo, cada una posee
características distintas. Ventanilla pertenece al nivel socioeconómico bajo marginal,
Comas al nivel bajo inferior y Los Olivos al nivel socioeconómico bajo, según señala
la Asociación Peruana de Empresas de Investigación de Mercados (APEIM, 2017) .
De esta manera se logra introducir la variable socioeconómica en la población de
adolescentes y jóvenes con bajos recursos económicos. Hellen Tipian Rodríguez, una
de las coordinadoras de las sedes de Lima Norte, refiere que percibe diferencias en
cuanto al comportamiento, el desempeño y la actitud entre cada grupo de las
diferentes sedes (H. Tipian, comunicación personal, 20 de octubre del 2017). De ello
la importancia de describir la resiliencia en los adolescentes y jóvenes según su
contexto local
18
CAPITULO II
Marco teórico
A nivel Nacional
19
Mais y Donayre (2016) en su investigación realizada en una población
adolescente en Lima norte, encontraron que existe una relación no significativa entre
la resiliencia y las habilidades sociales, además se muestra que la mayoría de los
adolescentes poseen un nivel promedio de resiliencia, así como de sus factores
personales Tanto en hombres como en las mujeres, es decir, el sexo no establece
diferencias. El estudio fue descriptivo correlacional y se utilizó el Inventario de
Factores Personales de Resiliencia de Salgado (2005) y la Lista de Chequeo de
Habilidades Sociales de Goldstein.
20
tenían estos adolescentes, lo cuales estuvieron conformados por 341 escolares de
Arequipa y 311 de Lima, siendo la muestra total 652 adolescentes de 9 a 11 años de
edad. Se efectuó un muestreo de tipo intencional y se usó el inventario de fuentes de
resiliencia, constituido y validado por Peña. Entre los principales resultados se halló
diferencias significativas en las fuentes de resiliencia entre los grupos de Varones y
Mujeres, siendo las mujeres que presentas mayores fuentes de resiliencia; por otro
lado, no se encontraron diferencias en los grupos de Lima y Arequipa.
Prado y Del Águila (2003) llevaron a cabo una investigación cuyo objetivo fue
determinar si existían diferencias significativas en las áreas de resiliencia respecto
del género y el nivel socioeconómico en adolescentes de 12 a 14 años, en tres
colegios de estratos diferentes. El diseño fue descriptivo comparativo, aplicando la
Escala de Resiliencia para Adolescentes (ERA). Con respecto al género se encontró
que no hay diferencias significativas, sin embargo se encontraron diferencias
significativas en el factor interacción destacando el género femenino. De igual forma,
no se encontraron diferencias significativas en las puntuaciones totales con respecto
a los niveles socioeconómicos, pero sí las hubo en los factores de interacción y
creatividad destacando al estrato bajo.
Bolaños y Jara (2016) realizaron un estudio con las variables de clima social
familiar y resiliencia, la muestra estuvo representada por 280 estudiantes del segundo
al quinto año de secundaria de ambos sexos. Se utilizó la Escala de Resiliencia de
Wagnild y Young (ER) como también la Escala de Clima social familiar (FES). El
estudio corresponde a un diseño no experimental de corte transversal, y de tipo
21
correlacional. Se encontró que el 42% de los adolescentes poseen un nivel medio
resiliencia, el 28% un nivel bajo y el 30% un nivel alto. Además se halló que existe
relación altamente significativa entre clima social familiar y resiliencia, indicando
que las familias que son capaces de proporcionar un adecuado clima social familiar
a los miembros de su sistema, también permiten el desarrollo de adecuados niveles
de resiliencia.
22
A nivel Internacional
Por otro lado, Villalta en el 2010 analiza la relación entre factores de resiliencia
y rendimiento académico en alumnos adolescentes de establecimientos educativos
ubicados en contextos de alta vulnerabilidad social. Se trata de un estudio
descriptivo-correlacional realizado con una población de 437 alumnos de Educación
Media de la Región Metropolitana de Chile. Se diseñó y aplicó un cuestionario para
determinar el nivel de calidad de vida y factores de riesgo de los adolescentes. La
resiliencia se midió con la escala SV-RES creada para población chilena. Los
resultados indican que la relación entre resiliencia y el rendimiento académico no es
significativa.
23
Díaz, Aride y Gallegos (2009) investigaron la relación entre la resiliencia y el
funcionamiento familiar en la cual utilizaron una muestra de 150 sujetos entre
mujeres y hombres mexicanos cuyas edades oscilan entre 27 y 53 años. Se utilizó la
Escala Breve de Enfrentamiento Resiliente para evaluar la resiliencia y la Escala de
Funcionamiento Familiar (1998). Los resultados muestran una mayor relación entre
el factor de resiliencia de orientación hacia el futuro con los factores de
funcionamiento familiar de: relación de pareja, comunicación, cohesión, tiempo
compartido y poder en ambos grupos de la muestra. Se determinó que la situación
económica de los sujetos genera diferencias entre los grupos los factores de
resiliencia.
24
2.2 Base teórica
2.2.1 Etimología
El término resiliencia procede del latín, de resilio (re salio), el cual significa
rebotar, volver a saltar, reanimarse. Para los físicos resiliencia es la característica
que tienen los metales o materiales duros para no deformarse ante presiones y
fuerzas externas; en las ciencias de la salud es la habilidad de resistir, demostrar
fuerza, endurecerse y no alterarse ante situaciones adversas y de crisis (Bolaños
y Jara, 2016).
2.2.2 Definición
25
Otros autores conciben a la resiliencia como una capacidad o habilidad
intrínseca del ser humano. Tal es el caso de Grotberg (1995), citado por Fraga
(2015), quien plantea la resiliencia como una capacidad del individuo que le
posibilita hacerle frente a los infortunios de la vida, superarlas y aprender a
partir de ello. Se refiere a ella también como parte del proceso evolutivo y
que puede ser aprendida y desarrollada desde la infancia.
26
y evolutiva. De lo dicho se desprende que uno puede ser resiliente ante un
hecho específico y no serlo ante otro; ser resiliente con algunas personas y no
con otras, en determinados contextos y no en otros.
27
2.2.3 Desarrollo histórico de la resiliencia
28
situaciones de riesgo, llegando a la conclusión de que la resiliencia se
caracteriza por una serie de procesos sociales e intrapsíquicos.
29
entiende como una cualidad que puede ser desarrollada en edades adultas, y
no como un proceso únicamente referido a la infancia. Todas las personas, a
lo largo de su vida, pueden encontrarse con situaciones traumáticas,
pudiéndolas superar e incluso, salir fortalecidas (Flores, 2008).
30
2.2.4 Modelos teóricos
31
El macrosistema, el cual enmarca a los demás, señala la relación
con los marcos ideológicos o culturales dentro de los cuales la persona
se desarrolla e influyen en su socialización como también en su estilo
de vida pudiendo influir además sobre los sistemas de menor nivel,
como son el micro, meso y ecosistema (Bronfenbrenner y Morris,
1998 en Ochaita y Espinosa, 2004). Véase los niveles en la Figura 1.
32
construcción de resiliencia. De esta forma, el todo constituye la
representación del hogar donde se desenvuelve la vida.
33
Figura 2. La casita de la resiliencia (Vanistendael, 1994; citado por
Rodríguez, 2009).
34
por Villalba, 2004). Según esta teoría, para hacer frente a las
adversidades, superarlas y salir fortalecido de ella, se toman factores
de resiliencia de cuatro fuentes, que se visualizan en las expresiones
verbales de los sujetos (niños, adolescentes o adultos) con
características resilientes:
35
d) Modelo del desafío de Wolin y Wolin
36
5. Creatividad: usar la imaginación y las diferentes formas de
expresión a través del arte. También se refiere a la capacidad de
generar nuevas hipótesis o soluciones ante las circunstancias y
pensar sobre los propios pensamientos.
6. Humor: encontrar la parte cómica, dentro de la tragedia. A
través del humor se pueden relativizar los problemas.
7. Moralidad: actuar en base a la propia conciencia, siendo capaz
de comprometerse con uno mismo y con los demás.
37
De modo similar a los pilares de modelo de mandalas propuestos
por Wolin y Wolin, Suárez en el 2001 plantea un modelo basado
también en pilares, pero orientado a la construcción de la resiliencia
comunitaria, ya que se sabe que es un aspecto que también contribuye
a la construcción de la resiliencia individual.
38
basada en las características personales de los ciudadanos que la
componen, sino en las condiciones sociales, en las relaciones de grupo
y en los aspectos culturales de cada sociedad en particular.
39
que se conoce y acepta sus limitaciones centrándose
mayormente en las aptitudes favorables.
40
capacidad innata que modera el efecto negativo del estrés dando como
resultado una adaptación satisfactoriamente tras una adversidad o
crisis de la vida (Masten, Best y Garmezy, 1991; citado en Ospina,
2007).
41
3. Enseñar habilidades para la vida: Esto implica conocerse a sí
mismo, las propias fortalezas, y utilizarlo para enfrentarse a las
adversidades o cambios que ocurren a lo largo de la vida.
4. Brindar afecto y apoyo: Tener en cuenta que el afecto no solo
proviene de la familia o amigos cercanos, sino también de
aquellas figuras importantes que sirven de referencia al
alumnado, incluso como modelos a seguir, y en los que
necesitan ver un apoyo sincero e incondicional, reflejando un
sincero interés hacia su problemática.
5. Establecer y transmitir expectativas elevadas: como afirmaba el
escritor británico Rudyard Kipling (1936), citado en López
(2015) “si encomiendas a un hombre más de lo que puede
hacer, lo hará. Si solamente le encomiendas lo que puede hacer,
no hará nada”. El punto es confiar y esperar que se podrá
conseguir lo mejor de la persona. En psicología existen teorías
que se refieren a aquel fenómeno como la de “profecía
autocumplida” o el “Efecto Pigmalión”
6. Brindar oportunidades de participación significativa: permitir y
fomentar la participación de los jóvenes en la toma de decisiones
de forma activa y creativa, sintiéndose de vital importancia para
el buen funcionamiento de la comunidad educativa.
42
2.2.5 Factores intervinientes en procesos resilientes
43
familias negligentes o disfuncionales y dentro de los protectores, la
perseverancia, fortaleza y experiencias pasadas exitosas (Acosta y
Sánchez, 2009).
44
Según Saavedra y Villalta (2008) se puede identificar
factores biológicos y los medioambientales dentro de los factores
de riesgo. Los primeros comprenderían, por ejemplo: los defectos
congénitos, bajo peso al nacer, falta de cuidado médico durante el
embarazo, ingestión de sustancias antes del nacimiento, entre otros.
Mientras que en los medioambientales se puede encontrar: la
pobreza, la discordia familiar, las enfermedades mentales presente
en alguno de los miembros de la familia, baja escolaridad de los
padres, negligencia paterna, entre otros.
45
- Autoestima: entendido como un sentido de autorrespeto, y
autoaceptación, está generalmente vinculado a una expectativa
de éxito en la vida y numerosos investigadores, lo destacan
como un factor de resiliencia (Grotberg, 2006)
46
- Creatividad: Este factor también es muy importante ya que,
mediante la creatividad, la persona resiliente puede idearse
muchas maneras de cómo resolver el conflicto, no tiene una
visión limitada de las cosas. La persona resiliente necesita
muchas veces reestructurar los objetivos e idearse planes
alternos y eso es lo que la creatividad brinda.
47
- Sociabilidad: El factor socialización es bastante influyente
en el contexto de la persona resiliente, se le asocia además
características como ser más alegres, extrovertidos y
joviales que el promedio. Es más sencillo para ellos hacer
nuevos amigos y disfrutan del compañerismo y de
compartir con los demás.
- Expresividad Emocional: La capacidad de expresar las
emociones de manera autentica y adecuada conlleva a
relaciones interpersonales más estables y sólidas, además
de ser considerado un factor importante en situaciones
estresantes. Las personas resilientes tienen la capacidad de
ser más cálidos en su comunicación y poder confiar sus
sentimientos a los demás.
- Empatía: esta habilidad social es percibida como una
respuesta afectiva que es congruente con el estado
afectivo del otro. Se considera que la empatía es una
condición importante para la competencia social y una de
las características principales de la resiliencia.
48
solo toman a la resiliencia como un proceso en interacción
otros niveles sino que también apunta a la construcción social
de este mismo.
49
intercambio de ideas con respecto a cuestiones de la
comunidad o localidad, fuentes de información a través
de delegados o líderes comunales; organizaciones de la
comunidad (barrio asociaciones, centros cívicos, etc.)
- Infraestructura Cívica: procesos y redes a través del cual,
las comunidades, toman decisiones y resuelven
problemas; participación en el proceso político; medidas
de calidad; número de comités comunitarios y consejos
centrados en la toma de decisiones sobre los problemas
de la comunidad; establecimiento de formas de
gobierno.
- Infraestructura Económica: Este factor es importante en
esta investigación por la problemática presentada en el
inicio. Concierne a altas tasas de empleo y con una buena
remuneración; disminución de la desigualdad de
ingresos; la igualdad de oportunidades bajo un criterio
de inclusión de género; precios asequibles de los
negocios y la representación del sector privado en la
comunidad.
50
mayores capacidades resilientes, ya sea por la posesión de recursos
materiales económicos y facilidades educativas o en base al
rendimiento académico. Sin embargo, éste de ninguna manera es
sinónimo de la mayor tenencia de tal habilidad. (Melillo y Suárez,
2001).
51
con las variables que él denomina proximales relacionadas a los
factores de riesgo.
52
psíquico de la amenaza de castración, el sujeto se escinde para
poder continuar la satisfacción de sus pulsiones por una parte,
mientras a otro nivel sufre la continua acción de la amenaza
recibida que sabe real y posible.
53
2.2.6.2. Resiliencia en el modelo Sistémico
54
No cabe duda sobre la influencia que tiene el medio ambiente
sobre la persona y viceversa además cabe reiterar que el proceso
resiliente no se limita a los procesos internos del sujeto. Es de gran
importancia el ambiente donde los seres humanos se desenvuelven
tanto como las variables cognitivas que están implicadas
(Bronfenbrenner 1979; citado en Torrico et al. 2002).
55
trauma en relación a la psicopatología, estableciendo que esta
última es la forma normal y genérica de reaccionar ante un
acontecimiento sumamente adverso. Con referente a ello la
psicología positiva distingue otras formas de conceptualizar el
trauma entendiéndolo desde un modelo más optimista.
56
Desde esta perspectiva se estudia la resiliencia desde la complejidad
de la interacción humana y se establece que el ser humano tiene un papel
activo en su desarrollo. De ello se desprende que no toda infancia con un
contexto desfavorable va a impedir al individuo que pueda adaptarse y
desarrollar su resiliencia. (Fraga, 2015).
57
obtener identidad y autonomía para poder consolidarse como
persona.
58
jóvenes a su paso. Por ello es necesario la promoción de esta
habilidad.
59
2.2.7.2. Resiliencia y juventud
60
juventud para explicar cómo los efectos negativos de los factores
de riesgo pueden ser modificados por otros factores. Los modelos
que describieron son los siguientes:
61
2.2.7.3. Factor género en la resiliencia
62
las áreas de insight, interacción y moralidad mientras que los
hombres puntuaron más alto en las áreas de independencia e
iniciativa.
63
CAPITULO III
Método
3.1 Participantes
Población
FORGE es una fundación sin fines de lucro que se dedica a facilitar el acceso
laboral de calidad a jóvenes con escasos recursos económicos en América Latina.
Esta organización de origen suizo, tiene sucursales en países como México,
Uruguay, Chile y Argentina. Aquí en el Perú, además de las sedes consideradas en
la investigación, cuenta con sedes en Surquillo y San Juan de Miraflores. El
principal objetivo de FORGE es formar a los jóvenes de forma técnica y
humanística para un mejor desenvolvimiento en el campo laboral.
Muestra
Criterio de inclusión
64
- Adolescentes y jóvenes de ambos sexos cuyas edades oscilen entre 18 y 24
años que es además lo establecido por la Fundación.
Criterios de exclusión
Características de la muestra
Tabla 1
Frecuencia de la muestra por sexo
Sexo f %
Hombres 71 48,6
Mujeres 75 51,4
65
La muestra está conformada por dos grupos etarios; adolescentes y jóvenes,
ambos grupos poseen igual número de sujetos tal y como se muestra en la tabla 2.
Tabla 2
Frecuencia de la muestra según el grupo etario
Grupo etario f %
Adolescentes 73 50,0
Jóvenes 73 50,0
Tabla 3
Frecuencia de la muestra según el distrito
Distrito f %
Ventanilla 56 38,4
Comas 54 37,0
66
3.2 Técnicas e instrumentos de recolección de datos
Los cuatro factores de la escala de resiliencia empleados por estos autores son:
67
- Perseverancia: Persistencia a pesar de los infortunios, tener muchas ansias de
logros y autodisciplina. La perseverancia es también realizar las acciones
cruciales para cumplir los objetivos trazados aun si surgen los problemas o
posean baja motivación
68
3.3 Procedimientos
Aspectos éticos
Limitaciones
69
Una de las limitaciones de este estudio fue la falta de recursos humanos, es
decir aplicadores para un proceso de recolección de datos más veloz y reducir de
esta manera el tiempo, costo de movilidad y lidiar con las fechas establecidas a
último momento. Otra limitación fue el no tener acceso a una gran parte de la
población de las sedes de Lima Norte ya que estas se encontraban en la fase de tutoría
y acompañamiento para la inserción laboral y por lo tanto no estaban distribuidos en
aulas ni poseían una asistencia continua; razón por la que no se pudo tener una
muestra más representativa.
70
CAPITULO IV
Resultados
Confiabilidad
Tabla 4
Análisis de fiabilidad de la Escala de Resiliencia ERA
N° de
Factores de resiliencia Alfa de Cronbach
elementos
Confianza y sentirse bien solos ,898 10
Perseverancia ,781 5
Ecuanimidad ,865 6
Aceptación e uno mismo ,825 4
Escala total ,959 25
71
Validez
Tabla 5
Factores r p
Confianza y sentirse bien solos ,972** ,000
Perseverancia ,926** ,000
Ecuanimidad ,942** ,000
Aceptación e uno mismo ,913** ,000
72
Tabla 6
Niveles de resiliencia N %
muy bajo 28 19,2
bajo 27 18,5
medio 36 24,7
alto 55 37,7
Total 146 100
Tabla 7
Niveles de resiliencia de acuerdo al género de los adolescentes y jóvenes
73
30
25
Participantes
20
muy bajo
15 bajo
10 medio
alto
5
0
Hombres Mujeres
Sexo
Con referente a los niveles de resiliencia según los dos grupos etarios
considerados en la investigación, en la Tabla 8, se observa que no hay grandes
diferencias en sus porcentajes, en ambos predomina el nivel alto. Sin embargo, los
adolescentes poseen un nivel medio de resiliencia (30,1%) más elevado que el de los
jóvenes (24%). Se puede observar que hay una mayor frecuencia en los niveles muy
bajo y bajo en los jóvenes (Ver figura 7)
Tabla 8
Niveles de resiliencia según el grupo etario de la muestra
74
30
25
Participantes
20
muy bajo
15 bajo
10 medio
alto
5
0
Adolescentes Jóvenes
Grupo etario
Los resultados que se obtienen en relación a los niveles de resiliencia según los
distritos de los jóvenes y adolescentes, revelan que el 51,8% del total de encuestados
en Ventanilla, poseen un alto nivel de resiliencia, los de Comas un 42,6% y los
pertenecientes a Los Olivos un 8,3%. Se observa la gran diferencia entre los
porcentajes del nivel “muy bajo” en Ventanilla (7,1%) y el de Los Olivos (44,4%)
(Ver Tabla 9).
Tabla 9
Niveles de resiliencia según los distritos de Lima Norte
75
En la figura 8, se puede apreciar gráficamente las diferencias que hay entre
los niveles de resiliencia según los distritos de las sedes Lima Norte. En el distrito
de Ventanilla, 29 personas poseen un alto nivel de resiliencia a comparación con
Los Olivos, el cual posee solo 3 participantes con un alto nivel de resiliencia.
Además se observa que este último posee el mayor número de sujetos con un nivel
muy bajo de resiliencia.
30
25
20
Participantes
muy bajo
15 bajo
medio
10
alto
5
0
Comas Los Olivos Ventanilla
Distritos
76
Tabla 10
Niveles de los factores de resiliencia en los jóvenes y adolescentes
Dimensiones Niveles n %
bajo 31 21,2
Confianza y sentirse 23,3
medio 34
bien solo
alto 25 17,1
bajo 24 16,4
alto 35 24,0
bajo 16 11,0
alto 90 61,6
bajo 23 15,8
Aceptación de uno 21,2
medio 31
mismo
alto 68 46,6
77
Tabla 11
Niveles de los factores de resiliencia según el sexo
78
Tabla 12
Niveles de los factores de resiliencia según el grupo etario
79
perseverancia y un 58,3% del mismo, en el factor confianza y sentirse bien solo (Ver
Tabla 13).
Tabla 13
Niveles de los factores de resiliencia según el distrito
80
CAPÍTULO V
Discusión
Respecto al objetivo general, el cual era identificar los niveles de resiliencia de los
adolescentes y jóvenes del programa de formación y empleo FORGE Lima Norte, se
encontró que el 37,7% de estos poseen un alto nivel de resiliencia concordando con lo
hallado por Aguirre (2008) quien encontró que solo el 35% de adolescentes de un centro
educativo de Lima poseen un nivel alto de resiliencia, del mismo modo Bolaños y Jara en el
2016, hallaron que solo el 30% de los estudiantes de secundaria poseen un nivel alto. A pesar
que la presente investigación difiere con las mencionadas en cuanto al contexto de
evaluación, nos muestran resultados similares a los que se han llevado a cabo en instituciones
educativas.
81
Otro objetivo fue describir los niveles de cada factor de resiliencia, con respecto a ello
se encontró que el factor con el nivel más elevado es el de “ecuanimidad” representando un
61,6%. Por otro lado, se halló también que un gran porcentaje de los encuestados posee un
nivel muy bajo en el factor “confianza y sentirse bien solo”. Dichos resultados se
contraponen a lo expuesto por Marquina (2016), quien encontró que el nivel alto de
Ecuanimidad” representa solamente al 4% de los evaluados mientras que el 80% poseen un
nivel bajo en el factor “confianza y sentirse bien solo”. El autor encuentra mayores
porcentajes en los niveles medio y bajo de todos los factores de resiliencia.
Se puede decir que el factor Ecuanimidad, referido a la perspectiva balanceada que los
participantes tienen de su vida y de sus experiencias sin mostrar desesperación ante la
adversidad, posee una mayor representatividad entre los factores ya que los participantes se
hallan en un periodo de preparación y éste les genere un clima de optimismo y tranquilidad.
Por otro lado, el factor “confianza y sentirse bien solo”, el cual implica creer en sí mismos,
tanto en las capacidades como en las limitaciones, además de la seguridad de poder enfrentar
los problemas de manera independiente, es el factor menos destacado probablemente por el
déficit de autoconfianza y autonomía que los padres en nuestra realidad pocas veces
promueven. Ángeles (2016) sostiene que es responsabilidad de los padres inculcar valores,
desarrollar aptitudes y promover un adecuado clima familia, ya que son piezas clave para
brindar el soporte necesario como factor protector de la resiliencia.
82
Con respecto a los niveles de los factores de resiliencia según el género, se halló que
el factor Ecuanimidad posee el nivel más alto en ambos sexos, 60,6% para los varones y
62,7% en las mujeres. Además, en la mayoría de factores las mujeres sobresalen por algunos
puntos porcentuales a excepción del factor Perseverancia, en el cual se encuentra que el
29,6% de los hombres poseen un nivel alto del factor perseverancia en contraste al 18,7% de
las mujeres. Dicho resultado coincide con lo expuesto por Bolaños y Jara en el 2016, quienes
hallaron que el factor perseverancia es más alto en los hombres sin embargo en los demás
factores, son las mujeres las que destacan.
También se trazó como objetivo identificar los niveles de resiliencia según el grupo
etario de los participantes y se encontró que en ambos grupos predomina el nivel alto con
porcentajes similares, 38,4% para los adolescentes y 40% en los jóvenes, no encontrándose
así mayores diferencias. Ello concuerda con lo encontrado por Ángeles en el 2016 y también
por Marquina en el mismo año, ambos investigadores concluyeron en sus trabajos que la
edad no establece diferencias con respecto al nivel de resiliencia que un individuo posea.
Con lo que respecta a los niveles de los factores de la resiliencia según estos dos
grupos, se encontró que los adolescentes son los que poseen niveles ligeramente más altos
en la mayoría de factores, siendo más destacados los factores ecuanimidad y perseverancia.
Por otro lado, se evidencia que un gran porcentaje de todos los adolescentes (31,5%) y
jóvenes (45,2%) poseen un nivel muy bajo en el factor confianza y sentirse bien solo, de esta
forma se corrobora lo encontrado por Bolaños y Jara en el 2016, quienes hallaron en una
muestra de adolescentes que los niveles más bajos entre los factores de resiliencia son los
del factor sentirse bien solo. Sin embargo, no se cumple lo planteado por Gómez (2010)
quien señala que los jóvenes poseen una autonomía más sólida, la habilidad para tener apoyo
de los demás y mayor autoconfianza.
Por lo anterior, se puede señalar que el factor edad es poco relevante para determinar
un nivel determinado de resiliencia ya que este puede también deberse a la interacción de
otros factores. Tal y como lo describe Fraga en el 2015, quien señala desde la perspectiva
evolutiva, que el ser humano tiene un papel activo en su desarrollo, sin embargo, ello
depende mucho del contexto donde el adolescente o joven se haya desarrollado.
83
Kent y Davis (2010) citado en López (2015) afirmaron que las características
intrapersonales no bastan por si solas para el desarrollo de la resiliencia, requieren la
intervención de los factores externos, específicamente el apoyo social. Tomando en cuenta
los conceptos de resiliencia como proceso social y la literatura sobre resiliencia comunitaria,
además de considerar la posible influencia que el factor socioeconómico pueda tener sobre
la resiliencia, en esta investigación se consideró comparar tres grupos provenientes de
distintos distritos de Lima aprovechando los centros operativos de FORGE Lima Norte.
Con respecto a este análisis cabe mencionar que la población en estudio posee escasos
recursos económicos, sin embargo, también existen diferencias socioeconómicas entre los
tres distritos de Lima Norte. Teniendo en cuenta características tales como: tipo de vivienda,
características del hogar, aspectos económicos, distribución de gastos, bienes y servicios
Ventanilla pertenece al nivel socioeconómico bajo marginal, Comas al nivel bajo inferior y
Los Olivos al nivel socioeconómico bajo, según señala la Asociación Peruana de Empresas
de Investigación de Mercados (APEIM) en el 2017.
Los resultados que se obtienen en relación a los niveles de resiliencia según los
distritos de los jóvenes y adolescentes, revelan que más de la mitad del total de encuestados
(51,7) en Ventanilla poseen un alto nivel de resiliencia, de igual forma, pero en menor
medida, el grupo de Comas con un 42,6%, sin embargo, también se halló que el 44,4% del
grupo de Los Olivos poseen un nivel muy bajo.
Dichos resultados difieren con lo planteado por Grotberg (2001) citado en Silva (2012)
quien afirma que la resiliencia no está relacionada con el nivel socioeconómico ya que tanto
los sujetos ricos como pobres, tendrían la misma posibilidad de desarrollar un
comportamiento resiliente. Del mismo modo, Silva (2012) afirma que las condiciones
socioeconómicas no son condicionantes para un bajo o alto nivel de resiliencia. Por otro
lado, también difiere con la investigación de Jadue (2004) citado en Silva (2012) en la cual
se concluye que una condición socioeconómica baja es uno de los principales factores de
riesgo que pueden enfrentar las familias no logrando fomentar la resiliencia en sus hijos. Sin
embargo, los resultados afianzan lo planteado por Fraga (2015) quien afirma que no toda
infancia con un contexto desfavorable va a impedir al individuo que pueda adaptarse y
desarrollar su resiliencia.
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En relación a los niveles de los factores de resiliencia según los distritos mencionados,
se obtiene que el factor con el nivel más elevado es el de ecuanimidad en todos los grupos,
destacando el grupo de Comas con un 72,2% y el de Ventanilla con un 67,9%. Por otro lado,
se halló que los evaluados del grupo de Los Olivos poseen un nivel muy bajo en todos sus
factores de resiliencia en especial en el factor perseverancia y confianza/sentirse bien solo.
Es decir, existen diferencias notables tanto en los niveles de la resiliencia como en la de sus
factores. De ello se desprende que el factor social y socioeconómico tuvo una participación
activa.
El grupo de Ventanilla demostró ser los que poseen mayores niveles de resiliencia a
pesar de enmarcarse en un contexto social desfavorable siendo considerado como un sector
socioeconómicamente marginal. En conclusión, en este objetivo se halló que los niveles de
resiliencia y de sus factores están inversamente relacionados a los niveles socioeconómicos
de los distritos en estudio. Dicho hallazgo coincide con lo que postulan Fergus y Zimmerman
en el 2005 citado en Becoña (2006) quienes realzan la importancia de la resiliencia como
mecanismo que se desarrolla después de haber estado expuesto al riesgo y haber afrontado
de manera exitosa la experiencia traumática. Es decir que un contexto desfavorable fomenta
la resiliencia. De la misma manera Cyrulnik (2006) destaca el papel constructivo de la
resiliencia que aparece como un mecanismo de resistencia a partir de las adversidades.
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Conclusiones
Con respecto a sus factores, se halló que el factor de resiliencia con el nivel
predominante es ecuanimidad con un 61,6%, seguido del factor aceptación de uno
mismo con un 46,6%. Por otro lado, el 59,6% presentan un nivel bajo y muy bajo en
el factor confianza y sentirse bien solo.
Según al sexo de los evaluados, las mujeres destacan con un 40% en el nivel alto de
resiliencia con respecto a los hombres quienes alcanzan un 35%. Se halló además
que las mujeres presentan mayores niveles en los factores de resiliencia a excepción
del factor perseverancia en el cual obtienen 19% en el nivel alto frente al 29,6% de
los hombres.
Se encontró que el 51,8% del grupo de Ventanilla poseen un nivel alto de resiliencia,
el grupo de Comas un 42,6%, mientras que solo un 8,3% poseen un nivel alto en el
grupo de Los Olivos. En cuanto a los factores, se destaca el factor ecuanimidad en
el grupo de Comas con un 72,2% en el nivel alto, mientras que Ventanilla destaca en
el factor perseverancia con un 35,7% en el mismo nivel.
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Recomendaciones
Utilizar ésta investigación, para una mayor concientización sobre la realidad laboral
y educativa que afecta a adolescentes y jóvenes con el objetivo de promover la
creación de proyectos beneficiosos para dicha población a través del Ministerio de
Trabajo y Promoción del Empleo u organismos afines.
Incentivar a las municipalidades de los distritos de Lima Norte por medio de sus
políticas educativas y de empleabilidad, a la realización de actividades que fomenten
capacidades resilientes en los adolescentes y jóvenes a través de las escuelas, centros
de salud u otros servicios públicos, disminuyendo así los factores de riesgo.
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94
Anexos
Instrucciones:
A continuación encontrará una serie de frases que te permitirán pensar acerca de su forma
de ser. Deseamos que conteste a cada una de las siguientes afirmaciones y marque la
respuesta con un aspa (X), que describa mejor cuál es su forma habitual de actuar y pensar.
Siendo las alternativas de respuesta:
Desacuerdo (D)
Acuerdo (A)
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CUESTIONARIO Y HOJA DE RESPUESTA
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