Modelo Denver
Modelo Denver
Modelo Denver
El Modelo DENVER tiene un curriculum que sirve como herramienta para desarrollar los
objetivos y revisar los progresos del niño. Lo dominios cubiertos por el curriculum son la
comunicación receptiva, la comunicación expresiva, interacción social, habilidades
de imitación, habilidades cognitivas, habilidades de juego, habilidades motoras
finas, habilidades motoras gruesas, conducta independiente y atención conjunta.
• Curriculum evolutivo. Un curriculum evolutivo dividido en siete áreas, en las
que se evaluaban las habilidades de cada niño/a para que la programación se
enfoque sobre las habilidades emergentes en esas áreas, consistente con el
principio de Vygotzky (1980) de la zona de desarrollo proximal.
En este modelo las sesiones se llevan a cabo en el hogar en torno a 5-10 horas a la semana
con intervenciones individuales. El terapeuta trabaja individualmente con el niño sesiones
de 1 hora, una o dos veces al día, entre 2 y 5 días a la semana. Las sesiones individuales
siguen una estructura típica. Las sesiones comienzan y terminan con una rutina de saludo
durante la cual el niño hace la transición al espacio de la terapia, canta una canción,
cambia sus ropas (por ejemplo, se quita los zapatos y los pone en la canasta). Las
actividades dentro de cada sesión alternan entre rutinas con objetos y rutinas sensorio
sociales. El terapeuta maximiza la motivación y la atención variando las actividades entre
la mesa y el piso, entre actividades tranquilas y episodios activos. Las transiciones entre
las actividades responden a las necesidades del niño de tener un cambio y son sacados de
una maneara pensada u organizada que promueva la independencia del niño, su
motivación y la elección a través de la transición. Durante una transición, los niños se
mueven hacia una actividad interesante, en lugar de ser llevados o dirigidos a un lugar a
solamente esperar que se les presente una actividad.
Episodios de enseñanza
Rutinas sensorio-sociales
El Modelo Denver tiene un curriculum que lleva una secuencia del desarrollo y
sirve como una herramienta para desarrollar los objetivos y monitorear los progresos
del niño. Las revisiones incluyen ítems al curriculum para dirigir las necesidades de
niños muy pequeños y añadir ítems en niveles más avanzados del desarrollo del lenguaje.
Los siguientes dominios, enseñados a 4 niveles del desarrollo, son cubiertos por
el curriculum: comunicación receptiva, comunicación expresiva, interacción
social, habilidades de imitación, habilidades cognitivas, habilidades de juego,
habilidades motoras finas, habilidades motoras gruesas, conducta
independiente y atención conjunta. La habilidad se considera lograda cuando es
ejecutada espontáneamente, la generaliza a través de múltiples escenarios y personas
o demuestra la habilidad con independencia.
El lenguaje involucra símbolos. Niños con Trastorno del Espectro del Autismo pueden
no entender que un objeto puede no usarse para representar otro y pueden
necesitar instrucciones en representaciones simbólicas. En el curriculum cognitivo,
a los niños se les enseñan varias relaciones entre los objetos, personas y sus
representaciones a través del matching y actividades de clasificación sobre un largo
número de dimensiones. Se les enseña que los objetos y las características de los
objetos (por ejemplo, color, tamaño, textura, etc.) pueden representarse a través de
imágenes, dibujos, símbolos visuales y palabras escritas.
Los psicólogos estipulan el criterio en los objetivos del tratamiento que se requieren
para el niño demostrar la conducta con fluidez en una serie de oportunidades, a través de
situaciones, o a través delas personas. La fluidez se muestra cuando una habilidad es
dominada. Los supervisores enseñan los objetivos funcionales aplicados a situaciones de
la vida diaria.
Uno de los grandes retos al enseñar a niños con Trastorno del Espectro del Autismo
es evitar el contar solamente con sus fuertes habilidades de asociación para
desarrollar fuertes asociaciones entre antecedentes muy específicos y las conductas, en
lugar de enseñar cuidadosamente para asegurar que las nuevas habilidades (eslabones
entre antecedente –conducta) sean adquiridas en respuesta a un rango típico de modelos
y eventos. Nosotros queremos un aprendizaje que represente cambios y un desarrollo
de las “estructuras profundas”, subrayando esquemas conceptuales o cognitivos, más
que la simple asociación a un rango muy estrecho de antecedentes , materiales y
eventos. El Modelo Denver realiza estas metas de varias maneras:
Niños pequeños con TEA a menudo presentan una variedad de conductas desafiantes que
pueden ocurrir a través de situaciones, eventos y pueden ser muy frustrantes para
los padres, cuidadores, educadores y terapeutas. Los déficits profundos del Trastorno
del Espectro del Autismo limitan la habilidad del niño para entender y participar en
interacciones sociales, comunicarse con otros, desarrollar nuevas habilidades, y
acomodarse al ambiente; por lo tanto proveen las condiciones ideales para el desarrollo
de conductas indeseadas. Estas conductas a menudo se desarrollan porque son la manera
más eficiente y efectiva que el niño ha encontrado para comunicar sus deseos y
necesidades, dado el repertorio limitado de habilidades del niño. En la evaluación de
las conductas indeseadas y la planeación de las intervenciones, la evaluación
funcional y el análisis permiten al equipo determinar cuál es la meta del niño y
así diseñar planes de enseñanza para apoyar maneras más convencionales y efectivas
para que los niños expresen sus necesidades y lograr sus metas.
Un primer paso importante en el manejo de conductas desafiantes es incrementar
la frecuencia de interacciones positivas no contingentes entre el adulto y el niño. Aunque
esta estrategia ha sido el foco principal del tratamiento de niños oposicionistas (Borkley
1987), es consistente con nuestro modelo dados los reportes de conductas de
desafío que muestran los niños con Trastorno del Espectro Autista y la frecuente
dificultad reportada por los padres para tener momentos placenteros con su niño. Estos
períodos dan experiencias positivas importantes para los padres y los niños, y pueden
dar la energía emocional necesaria para los padres llevar a cabo la intervención.
El foco del Modelo Denver es asistir al niño para que desarrolle un sistema de
comunicación funcional, habilidades adaptativas y herramientas para interactuar con su
medio ambiente con más efectividad. La enseñanza específica de nuevas habilidades es
un abordaje proactivo y preventivo para coartar el desarrollo de conductas negativas
a través de las situaciones cuando el niño aprende a comunicar sus deseos y necesidades,
y para generalizar estas nuevas habilidades en una variedad de ambientes.
A pesar del uso de abordajes preactivos, pueden seguir presentes problemas de
conducta. En estos casos la evaluación funcional a menudo incluye entrevistas con
los padres y/o otros cuidadores, así como con los maestros y otros terapeutas.
La observación directa de las conductas también se usa para determinar hipótesis acerca
de las funciones de las conductas.
Los resultados de la evaluación funcional determina las estrategias de intervención
apropiadas a la hipótesis de la función de la conducta. Las estrategias son variadas y se
enfocan en la construcción y apoyo de conductas positivas incluyendo la enseñanza de
conductas reemplazantes y adaptaciones (manipulación a los antecedentes) con un uso
mínimo de las consecuencias negativas. Los apoyos a las conductas positivas (Koegel y
Koegel 1995) proveen un marco para nuestras intervenciones, y el estrategias que
manejan conductas preocupantes a corto plazo, así como la prevención a largo plazo.
Empleo de apoyos visuales
Las estrategias naturalistas son fundamentales en el Modelo Denver. Los niños con
Trastorno del Espectro del Autismo muestran menos problemas de conducta y
responden más rápidamente a la intervención conductual cuando están motivados a
aprender. El entrenamiento en respuestas pivote (PRT) está diseñada para mantener
la motivación utilizando varias estrategias que son parte de nuestro abordaje de
intervención. Durante las sesiones, el niño es animado a esforzarse por “compartir” el
control sobre la interacción escogiendo los materiales o las actividades. El niño también
toma turnos en las actividades con el terapeuta. Para aumentar la motivación, el
terapeuta salpica tareas ya aprendidas (adquisición) y refuerza los intentos del niño
para dar una respuesta al terapeuta. Por ejemplo, el terapeuta puede sostener una pelota
y esperar que el niño diga “pelota”, pero el niño es reforzado por decir “p” para reforzar
aproximaciones sucesivas. Materiales de la vida real y reforzadores intrínsecos son
utilizados para promover la motivación y la generalización. Finalmente, como se
señaló anteriormente, hay una relación directa entre respuesta –reforzador en los
ensayos durante la enseñanza para mejorar la generalización de la respuesta adquirida.
Al igual que sucede con otras herramientas de evaluación que contemplan una amplia
gama de habilidades, el objetivo consiste en evaluar los niveles actuales de habilidad del
niño, más que en aplicar la herramienta. Al final de la evaluación, el encargado de
realizarla debería haber identificado las habilidades de cada ámbito que definen las
habilidades más maduras del niño así como las que todavía son demasiado difíciles para
él.
Por lo tanto, el evaluador necesita definir cuál es el conjunto actual de habilidades del
niño y cuáles con las siguientes más avanzadas que todavía no forman parte habitual de
su repertorio.
Como con otros tests del desarrollo, su objetivo consiste en determinar los niveles inferior
y superior del niño y, concretamente, identificar el intervalo en el que los aciertos
empiezan a ser intentos no logrados dentro de cada ámbito. Esa será el área de objetivo a
trabajar.
Puntuación
Cuando el evaluador se haya hecho una buena idea de repertorio de habilidades del niño,
y la lista de verificación del currículo refleje con claridad el nivel actual de habilidades
con un grupo de L, L/N y N en cada ámbito, la evaluación se considerará completa, y será
el momento de redactar los objetivos de enseñanza.
Fuente (además de las mencionadas): Modelo Denver de Atención temprana para niños
pequeños con autismo: estimulación del lenguaje, aprendizaje y motivación social.
Geraldine Dawson y Sally Rogers.