El Sí de Las Niñas

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El sí de las niñas; Leandro Fernández de Moratín

 Literatura española del Siglo XVIII. Teatro neoclásico. Autor. Género literario. Tema. Argumento.
Recursos literarios. Estructura
 Pedro Castillo
 castellano
 España
 24 páginas



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Autor:

Poeta, dramaturgo y erudito, que nace en Madrid el 10 de marzo de 1.760. Fue hijo de
Nicolás Fernández de Moratín, el más famoso de todos los neoclásicos hispanos. De
carácter retraído y tímido, tal vez por su rostro picado de viruela, fue un profundo
observador, lo que junto con la sólida cultura recibida le permitió iniciarse y
expresarse en la poesía. Se enamoró de una joven, Paquita Muñoz, pero no se
decidió al matrimonio (a veces se cree que “el sí de las niñas” lo escribió por su
amor con Paquita).

Protegido por Cabarrús, Godoy, y Jovellanos, viajó por Europa, y concretamente por
Francia e Inglaterra.

Es muy compleja la personalidad de Moratín: inteligente, burlón, sensual y


desamorado por egoísmo. Contó con grandes enemigos pero al mismo tiempo con
amigos fieles. Fue afrancesado porque pensó que José Bonaparte podía traer la
modernización a España, a la que tanto amó. Atravesó momentos críticos y tuvo que
huir a Francia. A su vuelta, ve como triunfan sus comedias en escena, mientras
preparaba la edición completa de sus obras. Muere en un viaje que hizo a Francia,
en París, el 21 de julio de 1.828.

Obras:

Cultivó la poesía en dos vertientes principales: la satírica y la lírica. En la primera, es


notable su sátira contra los vicios introducidos en la poesía española, donde
propugna su permanente ideal neoclásico. Como lírico, es uno de los más notables
de aquel siglo. En sus versos, por debajo de la frialdad neoclásica, se perciben
latidos verdaderos y hondos. Destacan, entre sus poemas, los titulados “A Claudio”,
“A don Rodrigo Simón Laso”, “A Jovellanos”, “A los colegiales de San Clemente de
Bolonia”, “Elegía a las musas”, “La despedida”, etc., en los que denotaba una
dulzura sentimental nada neoclásica. Estos poemas fueron publicados cuando tenía
20 años, con corte clásico y con sello personal, melancólico, prerromántico.

Es el principal autor dramático de la escuela neoclásica española. Sólo escribió


cinco comedias, que se caracterizan por el total sometimiento a las reglas, por su
doble finalidad de deleite e instrucción moral, por la verosimilitud de sus
argumentos. No compuso tragedias, que juzgaba incompatibles con su carácter;
prefirió los temas ordinarios de la vida doméstica, para adoctrinar o satirizar. En el
teatro se inició con éxito aún mayor que en la poesía. Estrenó “El viejo y la niña”
(1.790) en la que planteó el problema de la felicidad matrimonial cuando los
cónyuges no se aman ni son de parecida edad. Tema semejante trató en la más
famosa de sus obras, “El sí de las niñas”, (1.806), uno de los mejores logros del
siglo XVIII, técnicamente perfecta, fina en el desarrollo de la psicología de los
personajes y en la lección moral y humana que se trasluce, de dignidad,
generosidad y grandeza de amor. En un orden más costumbrista están “La comedia
nueva” o “El café” (1.792) ridiculización de los malos literatos dramáticos; “El
barón” (1.803), donde defiende la libertad de la mujer para elegir marido, ya que en
aquella época abundaban los matrimonios impuestos por interés; y “La mojigata”
(1.804), contra la falsa religiosidad.

Por otro lado supero a Molière en las versiones que hizo de “La escuela de los
maridos” y “El médico a palos”. La gran valía de Fernández de Moratín como
comediógrafo está no sólo en la perfección estructural que dio a sus piezas, sino en
haber penetrado con anticipada lucidez en los males del siglo, ponderando los
sentimientos y afectos humanos con una intuición casi romántica, y la crítica
amable no quita por eso profundidad en los temas y conclusiones que propone.

Fue también autor de varios libros en prosa, como “Epistolario”, pero


concretamente “La derrota de los pedantes” (1.789) y “Orígenes del teatro español”
(publicación póstuma), fue en los que hizo gala de un depurado estilo, y más altura
literaria que sus contemporáneos. Evitó la pedante erudición y se manifestó irónico,
agudo y siempre entretenido. Aun cuando desde un punto de vista científico su
ensayo teatral y literario esté superado, esto no quita valor documental a la obra, e
incluso hay, dentro de la limitación previsible en una obra del siglo XVIII, valores
críticos aceptables.

Puede extrañar que, con sólo cinco comedias, Moratín fuese tan admirado en su
tiempo. Pero ello se explica por el contexto histórico. A mediados del siglo XVIII, el
teatro sufría una grave decadencia. Además de comedias del siglo anterior, se
representaban obras traducidas u obras nuevas de infames autores. El ambiente
escénico era lamentable. Frente a ello, los ilustrados propugnaban un teatro
razonable y sensato, ajustado a las normas clásicas y que abordara temas
españoles. Varios autores lo intentaron. Moratín acertó a lograrlo. Su éxito se
produjo entre minorías burguesas e instruidas; el público, en general, siguió
prefiriendo los espectáculos a que estaba acostumbrado. Moratín sigue interesando
hoy a la crítica, especialmente por “El sí de las niñas”, su máximo acierto, así como
por su atractivo estilo, claro, llano, “moderno”.

Resumen del argumento:

La acción se desarrolla en Alcalá De Henares, en una posada.

Doña Irene es la madre de Doña Francisca (a quien también se la llama Paquita), y


que la obliga a casarse con Don Diego, un señor que vive en Alcalá De Henares.
Doña Irene y Rita, una criada de Doña Irene, van a Guadalajara a por Doña Francisca,
que estudia interna en un colegio de monjas. Comienza la obra con su tardanza,
estando Don Diego y su amigo Simón, un poco preocupados por este retraso. Y es
que iban a visitarle y estar un tiempo allí, para que se conocieran mejor Don Diego y
Doña Francisca, y se iban muy de mañana de vuelta a Guadalajara. Pero Don Diego
no sabe que Doña Irene va a obligar a su hija Doña Francisca a casarse con él, y Don
Diego lo descubre esa misma noche. Don Carlos va a ver a Doña Francisca, los dos
enamorados, y viendo que no estaba en Guadalajara, la va a ver a Alcalá De
Henares, donde la encuentra en una posada. Don Carlos la conoció yendo hacia
Zaragoza, pero se paró en Guadalajara, y allí le invitaron al cumpleaños de Doña
Francisca, y así se enamoraron. Todas las noches iba Don Carlos a hablar con Doña
Francisca a Guadalajara. Recibió una carta de Doña Francisca diciendo que su
madre iba a obligarla a casarse con otro señor, Don Diego, que sin Don Carlos
saberlo, era su tío. Montó a caballo, y no la encontró en Guadalajara, así que fue a
Alcalá De Henares, donde la encontró. Allí, con la señal que tenían para hablar a
escondidas, que era dar tres palmadas, despertó a Don Diego y Simón, y vieron que
Doña Francisca y Rita estaban levantadas, y es que Don Carlos las echó una carta
por la ventana de la posada. La cogieron Don Diego y Simón y la leyeron, y se
enteraron de todo. Don Diego mandó a Simón que trajera a ese señor que echó la
carta, y se puso a hablar con él. Don Diego le pregunto que porqué le echaba la
carta, y él respondió que por que se había enamorado de ella. Más tarde sale Doña
Francisca y Rita y descubren a Don Carlos y Don Diego hablando y ellas disimulan
que no saben nada. Pero al final sale Doña Irene y le cuentan entre Don Diego y
Doña Francisca que ella no está enamorada de Don Diego, sino de Don Carlos. Así
que Doña Irene se enfada y la va a pegar, pero sale Don Carlos y la protege, y al final
Don Diego y Doña Irene se dan cuenta de que no podían obligar a Doña Francisca a
casarse con quien no quiere.

Género literario:

El género literario es el neoclasicismo.

Puede considerarse que el periodo neoclásico en literatura va desde mediados del


siglo hasta bien entrado el XIX. No produjo una literatura de gran calidad en general
y, en todo caso, no comparable a la del Siglo de Oro ni a la que se escribiría en el
XIX.

A la etapa crítica de la primera parte del siglo, en la que se intentó fomentar el buen
gusto y atacar las desviaciones y exageraciones posbarrocas, sucede otra de tipo
creativo. Comienzan a publicarse y a estrenarse obras dentro de las ideas
neoclásicas, procedentes del clasicismo francés del siglo XVII y de las obras
teóricas escritas en los últimos cincuenta años. Sin embargo, lo creativo sufrirá un
cierto retroceso: interesa más lo crítico y lo educativo. Se trata de instruir y educar
al hombre a través de la obra literaria, cualquiera que sea el género y la forma
empleados.

De esta forma, se escribe una poesía en la que no se expresan los sentimientos, o


sólo aparecen de forma muy suave, con un lenguaje sencillo y poco elaborado,
prosaico en muchas ocasiones (como prosaicos fueron también muchos de los
temas tratados). Una manifestación del carácter didáctico de buena parte de la
poesía neoclásica es el destacado lugar que ocupó la fábula de tipo moral o literario.
En el teatro, todavía son más claras las intenciones didácticas de los autores
neoclásicos; además de someterse rígidamente a las unidades dramáticas (acción,
lugar, tiempo), no se mezclan en absoluto los elementos cómicos y los trágicos. Sin
embargo, es en el género dramático donde se consiguen los principales logros
estéticos del neoclasicismo. La novela no es un género cultivado por los
neoclásicos; la prosa se dirige más al ensayo que a la ficción novelesca.

Género dramático:

El género dramático romántico por excelencia es el drama histórico, pero se


escribieron también tragedias románticas (herederas de las neoclásicas). Y junto a
estas obras se continuaron otras formas dramáticas, como los melodramas y las
comedias neoclásicas o las comedias de magia, cuyo éxito era enorme.

Tema:
El tema de esta obra corresponde con uno que se daba mucho en aquella época,
que era el casar a alguien con la persona la cual no quería, todavía esto se sigue
realizando en los países subdesarrollados. Sobre este tema yo creo que una
persona ha de tener una libertad física, casarse con quien se quiera y tener una
ideología libre.

Tras leerlo descubrí que el título guarda una relación con su contenido. El sí de las
niñas, aquí siempre Doña Francisca le dice a su madre lo que ella quiere oír, para no
enfadarla.

Recursos:

Aquí en este libro el recurso más utilizado es la ironía:

Figura de dicción en la que las palabras suelen trasmitir un significado contrario a


su sentido literal, entre el humor seco y el ligero sarcasmo, o, más sencillamente,
figura mediante la cual se dice lo que no se dice. Abundan los ejemplos coloquiales:
decir ¡qué bonito! para enfatizar una mala acción o un error. El escritor cubano
Virgilio Piñera recurre a la ironía, en su cuento La carne, donde los personajes, ante
la escasez de carne, deciden alimentarse cortando filetes de su propio cuerpo.

Personajes:

Son siete, un número normal para el teatro de aquella época, ya que no se usaban
demasiados personajes.

Personajes principales:

- Don Carlos: Un señor enamorado de Doña Francisca. La conoce cuando va a

Zaragoza, y se enamora perdidamente de ella, hasta tal punto que la ve

todas las noches. Y tienen una señal para hablar a escondidas, que es dar

tres palmadas. Es un soldado, y es el sobrino de Don Diego.

- Don Diego: Un señor anciano enamorado de Doña Francisca. Como el tiene

mucho dinero y la familia de Doña Francisca no tiene tanto, la madre de

ella la va a obligar a casarse con él. Es el tío de Don Carlos.

- Doña Francisca: Una joven que estudia interna en un colegio de Guadalajara, y

al principio de la obra va a recogerla su madre y Rita, una criada.

Personajes secundarios:

- Doña Irene: La madre de Doña Francisca, y que la obliga a casarse con Don

Diego.

- Simón: Amigo de Don Diego, muy parecido a un criado, pues siempre está al
lado suyo.

- Rita: Criada de Doña Irene, y que acompaña a ésta a por Doña Francisca al

principio de la obra.

- Calamocha: Señora de la posada.

Estructura:

Externa:

 La obra tiene tres actos, cada uno con un número indeterminado de escenas,
pero rodando sobre diez.

 Actos:

Primero se plantea la historia.

Segundo se desarrolla la historia.

Tercero se produce el desenlace de la historia.

Interna:

Se basa en las disposiciones de los siguientes sucesos en las distintas situaciones.


Produce determinados impactos emotivos en el espectador.

 Actos:

Primero, entran en escena los personajes principales para que los conozca el
espectador.

Segundo, diálogos continuos entre distintos personajes de la obra.

Tercero, aparece un nuevo personaje, don Carlos, muy importante en el final de la


obra.

Regla de las tres unidades:

 Unidad de Lugar: Si la cumple, puesto que la historia se desarrolla entera en


una posada de la ciudad de Alcalá De Henares.

 Unidad de Tiempo: Si la cumple, pues la historia se desarrolla en menos de


veinticuatro horas, pues empieza una tarde y acaba esa misma noche.

 Unidad de Acción: La cumple, pues sólo existe una historia que contar en el
libro. Es la del amor entre Don Carlos y Doña Francisca, que se quieren, pero no
pueden casarse.

En esta obra el ambiente no es importante ya que no se cambia de escenario,


siempre es el patio.

Opinión personal:
Esta obra escrita por Moratín esta aceptable para mi no fue una obra en la cual me
riese mucho, ni me pareciese muy entretenida, pero si la miras por otro lado puede
ser positiva, ya que critica una forma de actuar las personas muy indigna. Pero si
gracias a este tipo de obras esta ideología se viene abajo, bienvenida sea.

ANÁLISIS DE LA OBRA "EL SÍ DE LAS NIÑAS" DE


LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN.

I.E. “Sagrado Corazón de Jesús” Chota                  ÁREA: Comunicación                          3er  grado “B” “C”
y “E”

LEANDRO FERNÁNDEZ DE MORATÍN

“El sí de las niñas”

I.        BIOGRAFÍA.

                       Nació en Madrid  en 1760, de noble familia asturiana.


Su padre era el poeta, dramaturgo y abogado Nicolás Fernández de Moratín y su madre
Isidora Cabo Conde. Se crio en un ambiente donde eran frecuentes las discusiones
literarias, pues su padre Nicolás fue un hombre dedicado a las letras. A los cuatro años,
enfermó de viruela, lo que afectó su carácter, volviéndolo tímido. No cursó estudios
universitarios porque su padre estaba en contra, y comenzó a trabajar como oficial en
una joyería.

A los diecinueve años, en 1779, ya había conseguido el galardón de poesía al


concurso público convocado por la Academia. En 1782 ganaría el segundo premio con
su  Lección poética. En 1787, y gracias a la amistad de Jovellanos, emprende un viaje a
París en calidad de secretario del Conde de Cabarrús, entonces encargado de una misión
a París. La experiencia fue muy provechosa para el joven escritor. Vuelto a Madrid,
obtiene su primer gran éxito con la publicación de la sátira  “La derrota de los pedantes”.
El Conde de Florida blanca  le hace entonces la merced de un beneficio de trescientos
ducados, y Moratín se ordena de primera tonsura, requisito indispensable para poder
disfrutar del beneficio. A poco de llegar Godoy  al poder logró la protección del favorito,
que le ayudó a estrenar sus comedias y aumentó sus ingresos con otras sinecuras
eclesiásticas.

II.     ARGUMENTO:

La acción se desarrolla en Alcalá de Henares, en una posada.

Doña Irene es la madre de Doña Francisca (a quien también se la llama Paquita),


y que la obliga a casarse con Don Diego, un señor que vive en Alcalá De Henares. Doña
Irene y Rita, una criada de Doña Irene, van a Guadalajara a por Doña Francisca, que
estudia interna en un colegio de monjas. Comienza la obra con su tardanza, estando Don
Diego y su amigo Simón, un poco preocupados por este retraso. Y es que iban a visitarle y
estar un tiempo allí, para que se conocieran mejor Don Diego y Doña Francisca, y se iban
muy de mañana de vuelta a Guadalajara. Pero Don Diego no sabe que Doña Irene va a
obligar a su hija Doña Francisca a casarse con él, y Don Diego lo descubre esa misma
noche.

 Don Carlos va a ver a Doña Francisca, los dos enamorados, y viendo que no
estaba en Guadalajara, la va a ver a Alcalá De Henares, donde la encuentra en una
posada. Don Carlos la conoció yendo hacia Zaragoza, pero se paró en Guadalajara, y allí
le invitaron al cumpleaños de Doña Francisca, y así se enamoraron. Todas las noches iba
Don Carlos a hablar con Doña Francisca a Guadalajara. Recibió una carta de Doña
Francisca diciendo que su madre iba a obligarla a casarse con otro señor, Don Diego, que
sin Don Carlos saberlo, era su tío. Montó a caballo, y no la encontró en Guadalajara, así
que fue a Alcalá De Henares, donde la encontró. Allí, con la señal que tenían para hablar
a escondidas, que era dar tres palmadas, despertó a Don Diego y Simón, y vieron que
Doña Francisca y Rita estaban levantadas, y es que Don Carlos las echó una carta por la
ventana de la posada. La cogieron Don Diego y Simón y la leyeron, y se enteraron de
todo.

Don Diego mandó a Simón que trajera a ese señor que echó la carta, y se puso a
hablar con él. Don Diego le pregunto qué porqué le echaba la carta, y él respondió que
por que se había enamorado de ella. Más tarde sale Doña Francisca y Rita y descubren a
Don Carlos y Don Diego hablando y ellas disimulan que no saben nada. Pero al final sale
Doña Irene y le cuentan entre Don Diego y Doña Francisca que ella no está enamorada
de Don Diego, sino de Don Carlos. Así que Doña Irene se enfada y la va a pegar, pero sale
Don Carlos y la protege, y al final Don Diego y Doña Irene se dan cuenta de que no
podían obligar a Doña Francisca a casarse con quien no quiere.

III.   ESTRUCTURA Y ESTILO:
En contraste con la variedad y complejidad del teatro barroco, Leandro de
Fernández de Moratín se adhirió a la regla de las tres unidades: una única acción, un
solo escenario y un tiempo cronológico coherente en el desarrollo de la acción
dramática. El tiempo dramático se extiende desde el atardecer hasta el alba, lo cual tiene
una función simbólica, el anochecer coincide con la desolación de la joven pareja, y el
amanecer con la vuelta a la razón de Don Diego y la felicidad de los jóvenes. Durante la
Ilustración, la luz representaba la inteligencia. Para Moratín, el rol del teatro no era solo
deleite sino también instrucción moral. Además creía que debe imitar de modo verosímil
la realidad. Eso también se ve en el lenguaje de esta obra que es en prosa, realista y
apropiado para cada personaje. Este estilo de obra se conoce como "comedia
moratiniana".

IV.   TEMAS:

  El tema de esta obra corresponde con uno que se daba mucho en aquella época, que era el
casar a alguien con la persona la cual no quería, todavía esto se sigue realizando en los
países subdesarrollados. Sobre este tema yo creo que una persona ha de tener una
libertad física, casarse con quien se quiera y tener una ideología libre.

  Los matrimonios impuestos y desiguales: Este tema aparece en casi todas sus obras y era
un tema de actualidad en la época. Tiene un fin didáctico al mostrar las consecuencias
negativas de los matrimonios concertados por las familias frente al amor entre dos
jóvenes, lo cual es natural y racional.

  La educación: Los jóvenes están dispuestos a sacrificar o disimular su amor porque han
sido educados a obedecer y respetar la autoridad de los mayores, aun cuando va en
contra de los derechos básicos.

V.      PERSONAJES:

a)  Personajes principales:

      Don Carlos: Un señor enamorado de Doña Francisca. La conoce cuando va a  Zaragoza,


y se enamora perdidamente de ella, hasta tal punto que la ve   todas las noches. Y tienen
una señal para hablar a escondidas, que es dar   tres palmadas. Es un soldado, y es el
sobrino de Don Diego.

      Don Diego:  Un señor anciano enamorado de Doña Francisca. Como él tiene mucho
dinero y la familia de Doña Francisca no tiene tanto, la madre de   ella la va a obligar a
casarse con él. Es el tío de Don Carlos.

      Doña Francisca:  Una joven que estudia interna en un colegio de Guadalajara, y al


principio de la obra va a recogerla su madre y Rita, una criada.
b)  Personajes secundarios:

      Doña Irene: La madre de Doña Francisca, y que la obliga a casarse con Don Diego.

      Simón: Amigo de Don Diego, muy parecido a un criado, pues siempre está al lado suyo.

      Rita:  Criada de Doña Irene, y que acompaña a ésta a por Doña Francisca al  principio de
la obra.

      Calamocha: Señora de la posada.

VI.    GÉNERO LITERARIO: Género dramático.

VII.    CORRIENTE LITERARIA: El Neoclasicismo.

VIII.   ESPECIE LITERARIA: Drama.

IX.     CONCLUSIÓN:

El sí de las niñas es una obra teatral que expresa la realidad en la sociedad 


española a finales del siglo XVIII y a los comienzos del siglo XIX. En la obra, Leandro
Fernández de Moratín revela los vicios y errores comunes de los matrimonios
concertados y la  educación de los jóvenes. Por medio de los personajes de doña Paquita
y don  Carlos se demuestra el amor verdadero que existe fuera de los matrimonios
concertados. Sólo se  acepta tal unión por los padres autoritarios que abusan de tal
poder impuesto por Carlos III. La  misma sociedad les enseña a los hijos que
permanezcan callados antes de ofender a un familiar.  Por medio de doña Irene y don
Diego se revelan las ideas de los padres que querían tener la  autoridad sobre los
matrimonios de sus hijos.

Sin embargo, al final de la obra Moratín hace triunfar el derecho de elegir el


amor, y crítica el sistema de educación y las leyes matrimoniales que les enseñaba a los
jóvenes que respetaran a sus padres y que sacrificaran su felicidad por la de ellos
(Moratín 9). Moratín quiso instruirle a su audiencia como la verdad y la honestidad de
los jóvenes debe vencer al egoísta razonamiento de los padres (Almonte).

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