Introducción A La Pragmática. Xavier Frías

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Xavier Frías Conde

INTRODUCCIÓN A LA PRAGMÁTICA
2001

© Xavier Frías Conde, 2001


© Ianua. Revista Philologica Romanica, 2001. http://www.romaniaminor.net/ianua/
ISSN: 1616-413X
Xavier Frías Conde

I PARTE: FUNDAMENTOS TEÓRICOS

1. INTRODUCCIÓN

1. La pragmática es uno de los campos de estudio de la lengua que se ha desarrollado


durante los últimos decenios del siglo XX. Precisamente por eso, es aún bastante
desconocido. Sí es una disciplina lingüística, pero su campo de estudio también se dirige a
otros ámbitos extralingüísticos cuya influencia en la comprensión es fundamental. Así, por
ejemplo, sabemos que una pregunta como:

(1) ¿Me puedes pasar la sal?


no es tal pregunta, sino una forma cortés de pedir a alguien que nos haga un favor. La
pragmática influye, sin duda, en la forma de construir oraciones, por lo que los elementos
extralingüísticos desempeñan un papel importante dentro de lo lingüístico. Otro caso, por
ejemplo, es el de la ironía. ¿Podemos acaso dar forma gramatical a la ironía? ¿Cómo
reconocemos una oración irónica frente a otra que no lo es? Por el contexto, pero
nuevamente tenemos como referente un elemento extralingüístico.

2. Sin embargo, la pragmática no se limita a los aspectos anteriores tan solo, sino que hay
bastantes otros que forman parte de su ámbito de estudio.
Una definición de la pragmática puede ser la que se refiere a esta disciplina lingüística
como aquella que trata del lenguaje asociado a su uso y a la acción en que ocurre.
Los elementos pragmáticos principales que veremos son:

- Los enunciados como unidad de estudio


- Contexto y proformas
- Subjetividad y objetividad
- Actos del lenguaje
- Condiciones de verdad y la presuposición
- Las implicaturas y las explicaturas
- Las representaciones enunciativas

2. LOS TIPOS DE SIGNIFICADO

3. El significado que podemos percibir en una oración puede ser interpretado a dos
niveles.
En el primero, el significado convencional, hay un significado literal de un enunciado,
que será estudiado por la semántica.
En el segundo, el significado del hablante, hay un significado distinto del que se
percibe superficialmente, es intencional y depende del acto en el que se produzca el acto
de la palabra, dado por el contexto.
Cada uno de estos significados se manifiesta según ciertas unidades lingüísticas, cuyo
análisis es distinto según la especialidad lingüística que las aborde.

4. La frase se refiere a un nivel de combinación de formas; por lo tanto, es una unidad


válida en distintos ámbitos lingüísticos. La 2frase es un fenómeno constante y estable que
provee el significado, que se construye según las reglas de la sintaxis, atendiendo a los
Introducción a la pragmática

criterios de la gramaticalidad.
La proposición se refiere al nivel semántico, donde un proceso va acompañado de una
serie de valencias alrededor de un proceso (verbo). Así, la frase El perro come salchichas
se representa:
come

el perro salchichas

Finalmente, el enunciado es un concepto más propio de la pragmática, que tiene que


ver con una situación enunciativa y está anclado a una unidad contextual. Puesto que es la
unidad que más nos interesa, nos extenderemos en ella para definirla más ampliamente.

5. El enunciado es un fenómeno variable ligado a la actividad del lenguaje en situación de


un <yo-aquí-ahora>. Está vinculado a un contexto y posee significado dependiendo de la
comprensión y la interpretación. Así, el enunciado puede ser una oración completa o
simplemente una frase, pero ha de estar perfectamente contextualizada. Obsérvese en

(2a) Yo, no
que sería incomprensible sin vincularlo a un contexto concreto, como en:

(2b) [Un niño le pregunta a otro:


A: ¿Tienes hermanos?
Y el niño en cuestión responde:
B: Yo, no].

Fuera de dicho contexto es incomprensible. Por tanto, es necesario que el emisor tenga
muy presente su situación espacio-temporal, a los coenunciadores a los que se dirige y al
mensaje que quiere transmitir.
Los enunciados, según mencionamos antes, no son siempre oraciones sintácticamente
perfectas, sino que pueden ser frases como:

(3) Las chocolatinas... ¡Ni loco!

Los enunciados pragmáticos pueden saltarse los criterios de gramaticalidad en lo


relativo a la construcción sintáctica. En la pragmática se procurará buscar los fenómenos
generalizables, equivalente a los universales del lenguaje de la tradición chomskiana.
A la pragmática le interesa el para qué se hace uso de un determinado enunciado
dentro de un determinado contexto.

3. CONTEXTO, MARCOS DE REFERENCIA Y DEIXIS

3.1. Contexto

6. El concepto de contexto, en la lingüística tradicional, no tuvo demasiada importancia,


pero dentro de la pragmática cobra una relevancia especial, puesto que gracias a él
podemos comprender infinidad de enunciados que de otra manera serían incomprensibles.
El contexto es definible como las circunstancias de la realidad en las que se desarrolla
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un enunciado.

7. Se pueden distinguir distintos tipos de contexto:

(a) Contexto social: aquel que es propio de un grupo social y sólo se comprende dentro de dicho
grupo:

(4a) En Asturias se llama "culín" a un vaso de sidra. Por tanto, en dicha región es normal
ofrecer a un amigo o visitante un "culín":

Fuera de este contexto, alguien podía ignorar qué es un culín. Dentro de este tipo de
contexto podríamos incluir elementos como las palabras tabú y los eufemismos.

(b) Contexto situacional: aquel que pertenece a un <aquí- ahora> que saben el emisor y
el receptor. En una conversación telefónica, si sólo oímos a uno de los locutores, no
entenderemos buena parte de la conversación cuando captemos elementos como: sí; claro;
no lo sé; cuando quieras; depende; ella, etc.

(4b) [A y B están junto a la puerta abierta] A: ¿Puedes cerrar la puerta?

(c) Contexto lingüístico: se lo conoce también con el nombre de cotexto, y se refiere


al material que precede o sigue a un enunciado. Se encuentra en expresiones del tipo la
verdad es que...; francamente, etc.

3.2. Los marcos de referencia


8. Los enunciados se interpretan dentro de un marco metacomunicativo. Se trata de todas
las fórmulas de tipo social que se expresan con expresiones lingüísticas más o menos
estereotipadas. Los marcos, además, generan expectativas o presuposiciones.
Así, como estructuras estereotipadas que son, se refieren a situaciones y conceptos que
nos permiten relacionar unos conceptos con otros. Como ejemplo, cuando uno hace un
regalo, por norma social debe quitar importancia a lo que regala, mientras que quien lo
recibe debe ponderarlo. En ambos casos, existen más o menos fórmulas estereotipadas.
Es importante, dentro de los marcos de referencia, que digamos en cada ocasión lo
que se espera de nosotros. Si no es así, nos saltamos los códigos sociales.

3.3. Proformas y deixis

9. Además, el contexto aparece como un elemento gramatical. Así, podemos considerar


una huella del contexto en la oración términos como eso, allí, luego, etc. Se trata de las
proformas, palabras de distintas categorías gramaticales que hacen referencia a un
contexto. He aquí algunos ejemplos:

(5) a. No me digas eso


b. Lo dejó allí sin dar explicaciones
c. Espero que lo compren ellos.
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Introducción a la pragmática

Las palabras marcadas en negrita en los ejemplos anteriores son proformas. Muchas
veces estas palabras –especialmente los deícticos tienen una misión de enlace entre
distintos enunciados (de manera que entraríamos en el campo de la sintaxis de textos). Las
proformas son, como dijimos, las huellas del contexto y sin el conocimiento de este, no
tiene ningún sentido.

10. Un tipo de proformas muy habituales son los deícticos. Se trata de elementos
gramaticales (fundamentalmente pronombres y adverbios) que tienen referencias
espaciales y temporales. En castellano hay tres niveles espacio- temporales, tal como se ve
en las siguientes series:

este aquí

ese ahí

aquel allí
Ciertos autores incluyen dentro de la deixis los tiempos verbales. Es importante
distinguir dentro de los deícticos dos tipos según el uso que se haga de ellos dentro del
enunciado.

11. En primer lugar, están la anáfora, donde el pronombre aparece en segundo lugar,
después del elemento al que hace referencia:

(6) Juan vive en Barcelona. Allí tiene la casa y el negocio.

12. En segundo lugar está la catáfora, donde el deíctico aparece antes que el elemento
referencial al que se refiere:

(7) Este es mi hermano. Se llama Juan.

4. PRAGMÁTICA Y GRAMÁTICA

13. Uno de los usos fundamentales de la pragmática es el de explicar el porqué de


determinadas construcciones semántico-sintácticas que de otra manera no se
comprenderían. En este apartado vamos a referirnos a tres casos concretos que se entienden
desde la pragmática y no desde la gramática.

14. La topicalización, muchas veces definida como una expresión de énfasis. En una
pareja de oraciones como:

(8) a. No tenemos café


b. Café no tenemos

gramaticalmente no hay diferencia, tan sólo cambia el orden de los elementos, pero la
estructura semántico-sintáctica es la misma. Para entender la diferencia entre ambos
enunciados, habremos, pues, de recurrir a la pragmática para comprender por qué la
estructura de ambas oraciones es distinta, siendo la primera no marcada (orden natural) y
marcada la segunda (orden forzado). Para explicar 8b necesitaríamos un contexto, donde
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probablemente nos encontremos con que este enunciado es parte de un diálogo, que
completado sería:

(9) [Un hombre llega a una taberna en un pueblo, después de haber


estado conduciendo muchas horas]

A: ¿Tienen café aquí?


B: Café no tenemos.

Nuevamente, el contexto nos ayuda a explicar ciertas construcciones.

15. El uso verbal puede, en muchos casos, explicarse también por la pragmática y no
por la semántica o la sintaxis. Así, podemos encontrarnos con:

(10) [Un hombre encuentra sus llaves después de un rato cuando creía
haberlas perdido]
A: Mira dónde estaban

Desde un punto de vista gramatical no tiene mucho sentido el uso de un tiempo de


pasado en un contexto de presente (el hombre encuentra ahora sus llaves).
Desde un punto de vista pragmático, el pasado indica una reacción a una situación
presente. Hay un desplazamiento del punto de vista, anulándose los tiempos
gramaticales, puesto que el hablante enfoca la acción como no- pasado.

16. También los condicionantes socioculturales se explican desde la pragmática. Dos


enunciados que tienen el mismo valor lógico no se usan, sin embargo, en los mismos
casos (contextos sociales), como ocurre con:

(11) a. Tú eres Pedro, ¿verdad?


b. Usted es Pedro, ¿verdad?

Existe la diferencia morfosintáctica de que 11a es segunda persona del singular y 11b
es segunda persona de cortesía, por tanto, tercera persona del singular desde el punto de
vista de la desinencia verbal. Pero desde un punto de vista lógico -como indicábamos
antes-, ambas oraciones son iguales (significan lo mismo).
Para explicar la diferencia entre ambos enunciados, recurrimos, por tanto, a la
pragmática, que nos muestra que hay distintas codificaciones de la información en lo
relativo a los interlocutores. En este caso, la elección de tú o usted está regida por una
serie de formalismos socioculturales, marcos de referencia concretos.

5. SUBJETIVIDAD Y OBJETIVIDAD

17. Para Émile Benveniste, la lengua está generada por actividades discursivas. De este
modo, Benveniste reinterpreta la dicotomía de Saussure entre lengua y habla como
discurso y relato.
El discurso tiene mucho que ver con la situación de enunciación subjetiva y la
deixis, con abundancia de la primera y segunda personas. Junto a estos elementos,
ciertos tiempos verbales (como el presente)6tienen mayor tendencia a ser utilizados en el
discurso. Se trata, por tanto, de un uso del lenguaje en el que predomina lo subjetivo y
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lo oral.
El relato (relato histórico en Benveniste) no tiene presente la situación de
enunciación (el contexto, en otras palabras), donde el enunciador actúa como si los
acontecimientos se narrasen por sí mismos. Hay predominio de los tiempos de pasado y
de las terceras personas; su uso más generalizado es en el lenguaje escrito y predomina
lo objetivo.
De todos modos, no conviene identificar el discurso con el lenguaje oral y el relato
con el lenguaje escrito. Pese a que en la mayoría de los casos es así, lo objetivo puede
aparecer en el discurso y éste puede realizarse como lengua oral.

6. LOS ACTOS DEL HABLA

18. Este es un concepto propuesto por uno de los fundadores de la pragmática, John
Langshaw Austin en 1962 y desarrollado posteriormente por John R. Searle en 1969,
ambos filósofos del lenguaje.
Los actos del habla se refieren a los momentos en los que los enunciados se producen
en el acto comunicativo, dentro de un contexto dado, es decir, los tipos de enunciados
que existen.

19. Según eso, podemos distinguir:

1. Actos asertivos o constativos: describen un hecho por medio de un enunciado


asertivo (que puede ser afirmativo o negativo).

(12) a. Está amaneciendo.


b. No hace calor.

2. Actos performativos: se refieren al hecho de que decir es hacer. El emisor asume


un rol dentro del acto de lenguaje, por lo que lo subjetivo adquiere un valor especial,
entrando elementos extralingüísticos dentro del enunciado. Aquí podemos distinguir
distintos subtipos; sólo citaremos algunos, aunque podríamos encontrar más:

2.1. Actos institucionalizados, el emisor adquiere un poder social del que hace uso:

(13) a. Yo te bautizo en el nombre del Padre...


b. Yo los declaro marido y mujer
c. Queda inaugurada esta asamblea

2.2. Actos de afirmación, se realza un hecho:

(14) Insisto en que es un mentiroso

2.3. Promesas

(15) Te prometo que iré

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2.4. Expresión de deseos

(16) a. Me encantaría poder acompañarte


b. Ojalá te pudieras quedar

2.5. Prohibiciones

(17) a. No puedes abrir la ventana


b. No abras la ventana, ¿quieres?

2.6. Peticiones

(18) a. ¿Me puedes dejar el libro?


b. Déjame el libro, por favor

2.7. Invitaciones

(19) a. Ven con nosotros al cine.


b. ¿Por qué no vienes al cine?
c. ¿Quieres venir al cine con nosotros?

7. LAS FUERZAS QUE INTERVIENEN EN LOS ACTOS

20. Según Austin, estos actos del habla llevan asociados dos conceptos, que él llamó el
significado (lo que dicen las palabras) y la fuerza (lo que hacen las palabras: afirmar,
jurar, pedir, ordenar...). Todo esto se produce en tres actos o fuerzas en conjunción, que
son las que dan lugar a cualquier acto del habla: la locutoria (el significado), la
ilocutoria (la fuerza) y la perlocutoria (la influencia).

7.1. Las fuerzas

21. La fuerza locutoria es el nivel semántico-sintáctico, donde las reglas gramaticales


se presentan normalmente.

22. La fuerza ilocutoria es el nivel inmediatamente superior, por el que la fuerza


locutoria adquiere una carga de información que hará que el enunciado pueda adquirir
valores de declaración, promesa, prohibición, etc.

23. Finalmente, la fuerza perlocutoria es la que produce una respuesta en el receptor a


partir de un enunciado. Así tenemos:

(20) [La ventana está abierta y hace bastante frío]


A: ¡Qué frío hace!
[Entonces B se levanta y cierra la ventana]

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Introducción a la pragmática

La fuerza perlocutoria es la que produce el efecto de que B se levante y cierre la


ventana, porque comprende que ese es el deseo de A. Pretende provocar un efecto sobre
el interlocutor (sorprenderlo, convencerlo, asustarlo...). Es importante destacar que no
siempre se identifica esta última fuerza.

24. Estas fuerzas se forman a partir de reglas semánticas constitutivas, especialmente la


perlocutoria. Por ejemplo, para pedir favores existen fórmulas diferentes como: sería
tan amable de..., le importaría..., etc.
Además, es necesario que se den determinadas condiciones:

1.- Las que hacen posible la comunicación (vgr. hablar inteligiblemente).

2.- Las de contenido proposicional (que el acto de la emisión, por ejemplo, se refiera a un acto
futuro del oyente).

3.- Que el oyente sea capaz de hacer lo que se le pide.

4.- La sinceridad.

25. Para Searle, hay correlación entre la forma lingüística y los actos del habla, lo cual
es bastante lógico. Podemos representar un par de casos con el siguiente esquema:

Forma lingüística Acto del habla

Forma declarativa Afirmación

Forma interrogativa Pregunta

Esto es válido siempre que el lenguaje se use literalmente:

(21) No sabes hablar inglés


Aquí, la forma lingüística es una forma negativa y el acto lingüístico es una
negación, acto asertivo, sin ningún significado posterior. Pero si hacemos un uso
indirecto, entonces las cosas cambian. Obsérvese el mismo ejemplo anterior en un
contexto como el que indicamos en 21':

(21') [Dos amigas que están en una cafetería al aire libre ven acercarse
a un turista. Este se dirige a ellas en inglés para preguntarles algo. A
siempre había dicho que ella sabía mucho inglés, pero al oír la pregunta
se queda callada. B comprende entonces que lo que su amiga le había
dicho era mentira]
B: Qué bien hablas inglés, ¿eh?

En primer lugar, podemos captar la ironía. En segundo lugar, una forma exclamativa
está siendo utilizada para expresar una negación. Lo que realmente quiere decir B en 21'
es lo que dice en 21.
Según Searle, en estos casos se perciben dos actos:

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1. El literal: admiración de lo bien que habla inglés.


2. El no literal: negación de saber hablar inglés.

El oyente interpreta como verdadero acto del habla el segundo, el no literal. Dicho de
otro modo, lo ilocucionario se impone a lo locucionario.

7.2. Los significados: el significado intencional


26. Ya hablamos anteriormente de los significados, distinguimos entre lo que se dice
realmente y lo que se pretende decir. Pero este es un punto algo más amplio. Nos
centraremos en los actos de habla indirectos (lo ilocucionario y perlocucionario) cuya
interpretación (inferencia) depende de la actitud del hablante. Es necesario partir de la
diferencia entre:

1. Lo que se dice realmente lo que se diga está sujeto a las con-


diciones de que se pruebe que es verdad o
no: Aquí hace frío (puede ser verdad o no,
pero no pretendemos que se cierre una
ventana).
2. Lo que queremos decir tiene una fuerza pragmática y es la
pragmática la que permita interpretar la
fuerza: Hace frío (y como estoy en una
habitación con la ventana abierta, pido a
una persona que cierre la ventana).

3. Lo que decimos sin querer queda fuera de la lingüística, pero no


es algo ajeno a la pragmática. Es más
propio de la psicolingüística (se incluyen
los lapsus linguae). Tal vez se quería decir:
Tengo un gripazo que no me tengo y este
frío me perjudica

El significado que no se dice pero se infiere de un enunciado es una implicatura.

8. LAS CONDICIONES DE VERDAD Y DE PRESUPOSICIÓN

27. Uno de los elementos que más preocupa a la pragmática es averiguar si un


enunciado es verdadero o falso, herencia del pensamiento logicista. Una oración es
verdadera cuando el enunciado se adapta a un cuadro de la realidad.

(22) El rey de Francia está calvo

Esta oración sería falsa porque hoy no hay rey en Francia. Pero podemos crear un
cuadro de realidad, donde presuponemos que lo que afirmamos existe realmente, como
en:
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Introducción a la pragmática

(23) Mi primo toca el piano en la academia

donde existe la presuposición:

(23') Mi primo ya sabía tocar el piano antes.

Por tanto, muchas veces enunciamos hechos presuponiendo otros anteriores. Veamos
más ejemplos, donde (') [prima] es la presuposición:

(24) Ha amanecido mojado


(24') Esta noche ha llovido

(25) Cuando llegues, llámame


(25') Vas a llegar

28. Por tanto, lo presupuesto es algo implícito. Así pues, lo implícito se define como
aquello que se dice sin decir, o bien, lo que ya se sabe sin necesidad de ser dicho.
La teoría de lo implícito fue desarrollada sobre todo por Ducrot, que la clasificó de la
siguiente manera, donde lo implícito puede ser lógico o enunciativo:

Implicaciones: desde el punto de vista de las realidades del mundo,


cuando digo: Se me han olvidado las llaves, implica que no llevo las
llaves conmigo.
Lógico
Metarreglas: se trata de la ley de la existencia. Si digo: Tengo un
gorila en el armario, sabemos que no se puede tratar de un animal de
verdad, sino de un peluche.

Presuposiciones: se presupone que ya antes ocurría lo enunciado


actualmente, como en: El perro sigue ladrando; presupone que ya
antes ladraba.
Enunciativo
Sobrentendidos: aquello que no se dice porque ya es sabido de
antemano, como en: A Pedro no le disgustan los regalices, nos da por
sobreentendido que sí le gustan.

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Las presuposiciones son innegables, pero sí se puede negar haber dicho un


sobreentendido.

9. LAS IMPLICATURAS

29. La implicatura es un tipo de implicación pragmática. Se define como un significado


adicional que se infiere del enunciado. Veamos por ejemplo:

(26) [A y B están hablando de C, que es una persona conflictiva, que


siempre se busca problemas donde va por culpa de su carácter violento]
A: ¿Qué tal le va a C en el instituto?
B: Bien, bien... Todavía no lo han echado una semana a casa.

En este caso, la implicatura es que debido al carácter de C, se infiere que acabará en la calle
expulsado, pero eso no se dice.

9.1. Las máximas de Grice

30. Ya hemos visto que todo enunciado tiene una finalidad comunicativa. Para H. Paul
Grice en todo enunciado se dan una serie de principios de cooperación, que son como
principios que regulan el acto comunicativo y que no pueden ser violados por los
participantes en dicho acto.

Tales principios se manifiestan como máximas, conocidas en la pragmática como


máximas de Grice. Son cuatro.

1. Máxima de cantidad. Proveemos la cantidad de información necesaria, ni más ni


menos. Ante la pregunta: ¿Hay alguna panadería cerca?, se espera una respuesta
parecida a: Sí, hay una a doscientos metros de aquí. No es esperable otro tipo de
informaciones como Es una panadería fundada en 1987, su propietario se llama
Joaquín, tuvo algún problemilla con Hacienda...
2. Máxima de cualidad. Diremos tan sólo aquello que consideremos que es
verdad. No añadiremos nada de lo que no tengamos pruebas de su veracidad.

3. Máxima de pertinencia. Hablaremos siguiendo un tema, sin saltar de tema en


tema sin profundizar mínimamente en ninguno. En otras palabras, hablar de lo
que viene al caso.

4. Máxima de manera. Procuremos ser claros y precisos en nuestros enunciados.


Evitemos la ambigüedad y seamos metódicos.

9.2. Tratamiento de las máximas

31. Puede ocurrir que haya distintos comportamientos del emisor respecto a las
máximas anteriores. Grice propone los siguientes casos:
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Introducción a la pragmática

1. Obediencia a los máximos


Necesitan menos cálculos por parte del oyente. Se entiende que hay total
colaboración por parte del oyente ante una implicatura que hace el hablante.

(26) [Dos jugadores de tenis coinciden en el vestuario. A se percata de


que su raqueta está a punto de romperse]
A: Vaya, mi raqueta se está descomponiendo...
B: Yo tengo la mía de repuesto en mi taquilla.

Se está atendiendo a la máxima de cooperación. La implicatura es: “yo tengo una


raqueta de más y te la puedo prestar”.

2. Violación aparente de una máxima


En ocasiones parece que el hablante se salta alguna de las máximas. La implicatura
parece que se salta la máxima de dar la mayor cantidad posible de información,
pero de hecho lo que se está haciendo es atender a la máxima de colaboración.

(27) [En una reunión de negocios, el director de mercadotecnia de una


empresa tiene la obligación de presentar un producto a un cliente
potencial, pero él mismo no está seguro de que sea un buen producto]
A: Este nuevo champú es barato y tiene un envase muy atractivo...
[Sin embargo no dice si el champú es bueno o no]

3. Choque entre máximas


Es la situación en que por no saber una información requerida, el emisor da una
información aproximada, violando la máxima de la cantidad para no violar la de la
cualidad que le pide que sea cooperativo.

(28) [A pregunta a B por una dirección. B no la sabe]


A: ¿Sabe dónde está la calle X?
B: Está por aquí cerca, en esa dirección seguramente.

4. Violación de una máxima de forma ostentosa


Es la típica reacción de alguien que quiere mostrar su enojo.

(29) [En un taller mecánico, el cliente A no para de preguntar al


mecánico B cuando le tendrá listo el coche. Finalmente, el mecánico,
harto de oír tanto tiempo la misma pregunta, le responde]
A: Bueno, ¿tardará mucho con eso?
B: [irónico] Tranquilo, cuando estas tuercas me hayan destrozado los
dedos, cuando me haya tragado todo el aceite que gotea y cuando me
haya clavado toda esa chapa, hombre...

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10. LAS OPERACIONES ENUNCIATIVAS

32. Según Culioli, la actividad del lenguaje tienen tres operaciones principales,
llamadas operaciones enunciativas. Estas tres operaciones son:

1. Representaciones: cada noción está relacionada con representaciones mentales;


tienen, por tanto, un valor cognitivo.

2. Referenciación: hay un envío a objetos del mundo, exteriores a la enunciación.

3. Regulación: se da un ajuste entre los enunciados; se explica como coenunciación.


33. La construcción de un enunciado se producirá según tres etapas:

1. Noción y dominio nocional:

Una noción es un haz de propiedades físico-culturales (por ejemplo la humanidad)


a partir de la cual se construirá una clase de ocurrencia llamada dominio nocional.
Una ocurrencia se percibe ora de un modo cuantitativo (vgr. un humano entre los
otros), ora cualitativo (se representa gradualmente: no humano < humanoide <
humano).

La primera etapa de un enunciado consiste en construir una relación entre dos


nociones, como: <yo - ver - humano>.

2. Relación predicativa.
Elección del tema y el rema de la relación predicativa. Según eso, el que una u otra
parte del enunciado ocupe la parte temática depende de las intenciones
comunicativas del emisor.

3. Producción efectiva del enunciado


En este nivel es donde aparecen las marcas de determinación, de tiempo, de aspecto
y de modalidad. El enunciador podrá elegir entre validar o no validar la relación
predicativa contenida en el enunciado.

11. LA TEORÍA DE LA PERTINENCIA

11.1. El concepto de pertinencia

34. Se trata de las teorías de Sperber y Wilson, que dentro de la pragmática se


preocuparon del concepto de pertinencia. La pertenencia se entiende como aquello que
viene al caso decir. Tal principio explica todos los actos lingüísticos sin excepción.
Todo acto lingüístico intencional tiene garantías de relevancia.

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Introducción a la pragmática

La relevancia es un mecanismo que pone en relación lo dicho y lo transmitido por


implicación y al mismo tiempo la relación entre lo transmitido y lo interpretado por el
oyente.

Para Sperber y Wilson, cuando se quiera interpretar un enunciado hay que realizar dos
operaciones:

1. descodificación de los códigos lingüísticos


2. inferencia de lo implicado en lo dicho.

Según ya vimos en §25, puede haber un significado no literal, con lo cual se cumplen
las dos condiciones arriba indicadas, mientras que si el significado es sólo literal,
entonces solo se realiza la primera operación.
El principio de la pertinencia es cognoscitivo y, por tanto, universal. Con él, la
cooperación se da por entendida. En su funcionamiento intervienen algunos de los
elementos que ya hemos estudiado anteriormente, sobre todo el contexto (§§ 6 y 7) y la
inferencia (§26).
Veamos un ejemplo:

(30) A: Me he quedado sin gas.


(31) B: A mí no me fían en la tienda.

Aparentemente B se salta el principio de relevancia; A está hablando de gas, pero B


sale con que no le fían. En realidad no se viola el principio en cuestión. A construye un
contexto que B más o menos se esperaba al ver que no hay gas. A saca la implicatura de
que B no va a comprar porque no tiene dinero y en la tienda ya no le fían porque debe
bastante dinero.
El contexto, por tanto, está compuesto por un conjunto de premisas, en el que se
encuentran, entre otros, los conocimientos que A tiene de B.

11.2. Las explicaturas

35. Ya vimos anteriormente (§26) lo relativo a los significados y también las fuerzas.
En la teoría de la relevancia se utilizan dichos principios del siguiente modo:

Niveles del significado

1 significado convencional de la oración


↓ explicatura ↓
2 lo dicho realmente
↓ implicatura ↓
3 lo comunicado

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El tercer nivel resulta por la confluencia de los procesos de descodificación e inferencia.

36. Las explicaturas tienen mucho que ver con los deícticos (§10); en realidad, los
deícticos son un caso de explicatura. Ciertas palabras necesitan un contexto para dejar
de ser ambiguas. Así, el uso de usted frente a tú implica que el emisor quiere mantener
una distancia frente al oyente.

Obsérvese este diálogo:

(32) [Por teléfono]


A:¿Diga?
B: Soy yo.
A: ¡Ah, hola!

Para desambiguar yo, el oyente utiliza el timbre de voz.


Otro tipo de explicaturas son aquellas en que el valor real (el significado intencional)
de un enunciado se debe entender de un modo convencional. Por ejemplo:

(33) [En las rebajas]


A: Estos pantalones son majos. ¿Qué cuestan?
B: Esos son algo más caros...

La interpretación de esos son algo más caros sería:

1 "Esos son algo más caros"


↓ explicatura ↓
2 "Esos son bastante más caros"
↓ implicatura ↓
3 "Usted no tiene dinero para comprárselos"

Una explicatura no implica un implicatura ni viceversa.

12. LAS METÁFORAS

37. Las metáforas, en principio elemento propio del lenguaje literario, especialmente
de la poesía, son constantes en el lenguaje coloquial. Forman parte de lo que se conoce
como lenguaje aproximativo (en inglés loose talk).
Las metáforas se utilizan cuando la verdad literal puede ser inapropiada por las
razones que sean, lo mismo que el lenguaje aproximado.

38. Ejemplos de lenguaje aproximado se dan cuando la verdad literal puede resultar
incomprendida. Así, por ejemplo:

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Introducción a la pragmática

(34) [Entre dos personas que se acaban de conocer] A: Y


usted, ¿en qué trabaja?
B: Soy oficinista

(35') [En la declaración de Hacienda] C: Y


usted, ¿en que trabaja?
B: Soy administrativo de clase B, especialista en gestión informática

La razón de dos respuestas distintas por parte de una misma persona, B, se debe a que
en el primer caso A no comprende exactamente a qué se dedica B, mientras que tal
información exacta –se trata de un funcionario de Hacienda– es necesaria en el segundo
contexto con C.

39. Con las metáforas acontece algo parecido. Muchas metáforas ya están
lexicalizadas, como cuando una persona dice a otra: Eres un monstruo para los
negocios, donde "monstruo" tiene ya el significado de "persona especialmente hábil"
que puede incluso aparecer en el diccionario.

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Xavier Frías Conde

II. PARTE: FUNCIONES PRAGMÁTICAS

1. FUNCIONES INFORMATIVAS

40. Hasta ahora hemos conocido la estructura sintáctica de la oración (sujeto, verbo,
objeto...), la semántica (agente, proceso, etc.), pero existe un tercer nivel que convive
con los anteriores, al que ya hicimos referencia más arriba (cfr. §13-16).
Por tanto, obsérvese:

(35) a.

El niño se compra los comics en el quiosco


sujeto verbo objeto obj. circ.
directo locativo
agente proceso meta locativo
tema rema

b.

los comics los compra el niño en el quiosco


meta verbo sujeto obj. circ.
locativo
objeto proceso agente locativo
directo
tema rema

La pregunta primera que se nos ocurre es: ¿significan lo mismo (37a) y (37b)? La
respuesta es sí, aunque la estructura sintáctico-semántica varíe ligeramente en ambos
casos. Sin embargo, no informan igual. Se trata de un elemento que tiene una
explicación más psicológica que lingüística: el orden de los elementos indica a qué
partes del mensaje el hablante concede mayor importancia. Por tanto, ni desde la
sintaxis ni desde la semántica podemos, en la mayoría de los casos, explicar el orden de
un enunciado. Para eso habremos de recurrir a la pragmática.
Que la oración (37a) tenga un orden distinto de (37b) responde a una distinta
estructuración de la información por parte del hablante. A ello haremos referencia a
continuación.

2. LA ESTRUCTURA INFORMATIVA DE LA ORACIÓN: TEMA Y REMA

41. A la hora de componer cualquier enunciado, el hablante organiza la información


nueva y la información conocida de su interlocutor. La parte novedosa siempre está,
mientras que la parte conocida puede o no aparecer.
La parte nueva es lo que llamamos rema (según otras denominaciones: aporte),
mientras que la parte conocida –en mayor o menor medida– es el tema (también
llamado soporte).
Todo enunciado está organizado según una pregunta inicial, ya sea ésta real o
hipotética. Tal pregunta es la que organiza18la información dentro de la oración, como
vemos a continuación (nótese que el tema va entre paréntesis porque en preguntas reales
Introducción a la pragmática

probablemente no se citaría).

(36) a. ¿Qué pasa?

(que) Juan viene de Barcelona


Tema Rema

b. ¿Quién viene de Barcelona

(De Barcelona) viene Juan


Tema Rema

c. ¿De dónde viene Juan?

(Juan viene) de Barcelona


Tema Rema

Ya indicamos anteriormente que las tres oraciones significan lo mismo, pero no


informan de la misma manera. La organización de los enunciados es un proceso
psicológico del que, normalmente, el hablante no es consciente.

El hecho de que una oración sea sintáctica y semánticamente correcta no implica que
pragmáticamente lo sea. Si no respetamos las reglas pragmáticas, la oración suena extraña.
Ante la pregunta: ¿Quién te arregló el coche? podemos suponer una res- puesta: el
mecánico. Esta respuesta es un rema. ¿Cómo se organiza la estructura informativa en un
enunciado que contenga esta respuesta?

(37) ¿Quién te arregló el coche?


a.

el coche lo arregló el mecánico


Tema Rema

b.

# el mecánico me arregló el coche


Tema Rema

La respuesta (39b) no se adecua a la pregunta. Es, por tanto, pragmáticamente


incorrecta.

42. El orden en que se plantean los enunciados, en circunstancias normales, es el de


Tema + Rema. No obstante, en determinados casos, el orden en Rema + Tema. Tal
ocurre en las preguntas y en las oraciones focalizadas..

43. Para distinguir el tema del rema hay que recurrir a una serie de pruebas. No es que
sea un sistema infalible, pero puede ayudar a distinguir el tema del rema.

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Xavier Frías Conde

a. Negación: No X, sino Y: la parte que admite esta construcción es el rema.

(38) A: ¿Quién rompió la mesa?


B: No fue Pedro, sino Miguel.

b. Orden de palabras: en castellano, a diferencia del francés o el inglés, el orden


de palabras no viene dado por reglas semanto-sintáctica, sino por una función
informativa. Y además:

(39) a. P: ¿Qué hace Juan?


R: [Juan]T [toca el piano]R

b. P: ¿Qué toca Juan?


R: [Juan toca]T [el piano]R

c. P: ¿Quién toca el piano?


R.: [El piano]T [lo toca Juan]R

c. Pausa: entre el tema y el rema se podría introducir una brevísima pausa.

d. Elipse: en verdaderas respuestas (es decir, cuando hay una pregunta real pre-
via), el tema suele ser elidido. Obsérvese en el ejemplo (38) como el tema
puede ser elidido perfectamente.

No obstante, cuando no hay pregunta, es muy difícil establecer cuál es el tema y cuál
es el rema. En tal caso, lo más frecuente es que el primer elemento de la oración
(sintácticamente un sintagma, semánticamente un rol) sea el tema:

(40)

este perro se pasa el día ladrando


la gente de este barrio es toda muy sencilla
entra a raudales
el aire
Tema Rema

Para Halliday, cuando el tema y el sujeto coinciden, el tema es marcado. Cuando otro
elemento que no es el sujeto va en primer lugar, se trata de focalizaciones, algo que
veremos a continuación.

3. EL FOCO

45. Junto con los dos elementos que conforman las funciones pragmáticas, hay otro que
puede aparecer o no. Se trata del foco (también llamado relieve), el cual, puede
coincidir con el tema o el rema, según veremos.
El foco sirve para realzar o enfatizar una parte del enunciado, haciendo que el
receptor se fije en ella. Cuando un elemento de la oración está realzado decimos que
está focalizado.
20
Introducción a la pragmática

46. Para focalizar una oración existen distintos procedimientos en castellano. Estos son
los principales:

a) modificar el orden natural de los elementos de la oración: se trata de marcar


una oración no marcada. Este procedimiento recibe el nombre de tematización
por ciertos autores. De este modo, sería una oración no marcada y no
focalizada:

(41) a. [El río]T [se llevó el puente]R (P: ¿Qué se llevó el río?)

En cambio, será focalizada cuando cambia el orden normal y también si un


elemento recibe un acento de intensidad más fuerte

b. [El puente] T-Foco [se llevó el río]


c. [El 'RÍO]R-Foco [se llevó el puente]T.

Obsérvese como en (41c) el rema va delante del tema, es el elemento


nuevo. La diferencia entre éste y (41a) es:

(42)
a.
El río se llevó el puente
Tema Rema

b.
El RÍO se llevó el puente
Rema Tema
Foco

La pasivización es otra forma de focalizar. No es lo más frecuente en las


lenguas románicas, aunque sí en otras, como el inglés.

b) A través de recursos léxicos: Hay una serie de piezas que tienen siempre
un valor focalizador. Normalmente producen que una oración se convierta
en exclamativa. Estos son algunos ejemplos de focalización de este tipo:

(43)
¡Qué casa tan bonita te has comprado!
¡Cómo come ese niño!
¡Buena película habéis visto!
¡Vaya golpe que os han dado!
Rema Tema
Foco

c) Acento de insistencia: ya lo citamos anterioremente. Normalmente se usa


para indicar que un elemento, y no otro, es el indicado. En tal caso, el
elemento acentuado <realzado> puede ir en cualquier posición dentro de la
oración.

21
Xavier Frías Conde

(46)
a. Mi EQUIPO –y no el tuyo– conquistó la liga.
b. Mi equipo CONQUISTÓ –no le regalaron– la liga
c. Mi equipo conquistó la LIGA –que no la copa.

d) Estructuras ecuacionales (estructuras copulativas enfáticas): Es un pro-


cedimiento que permite focalizar un elemento separándolo del resto de la
oración gracias a una construcción copulativa y una cláusula de relativo.
Por tanto, es imprescindible que aparezca el verbo ser y también una cláu-
sula de relativo.

(47) a. Un pan quemado es lo que has traído


b. Lo que has traído es un pan quemado
c. Es un pan quemado lo que has traído

Como se puede apreciar, la oración no focalizada sería Has traído un pan


quemado. Hemos focalizado el objeto y para eso la estructura ecuacional
admite tres posibilidades: A es B (47a), B es A (47b) y Es AB (47c).

e) Estructuras equandicionales: son bastante semejantes a las anteriores. En


este caso se inserta una cláusula condicional que es la que focaliza mien-
tras que la cláusula principal es copulativa:

[si...]C2 [es...]C1

Para la oración Compré un libro a Miguel tenemos estas posibilidades:

(48)a. Si algo compré a Miguel fue un libro


b. Si alguien compró un libro a Miguel [ese] fui yo
c. Si algo hice a Miguel fue comprarle un libro.

f) Estructuras neutras con lo: También sirve para realzar:

(49) Los niños son traviesos  Lo traviesos que son los niños.

(50) María es muy afortunada  Lo afortunada que es María

g) Focalizadores léxicos: Se colocan delante del sintagma y no tienen valor


sintáctico. Se trata de incluso, hasta, ni siquiera.

47. En conclusión, el foco siempre cae sobre el rema, pero no todos los remas son
focos. El foco puede hacer que el rema vaya en posición inicial, pero también en las
preguntas el interrogativo, colocado al inicio de la oración, tiene valor remático.

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Introducción a la pragmática

4. EL TÓPICO (O MARCO O CIRCUNSTANTE)

48. Este es el último elemento que aparece en el esquema pragmático. A diferencia


del tema-rema, el tópico está ausente muchas veces.
Sirve para ubicar un enunciado en un contexto, tal como se aprecia en los ejemplos
de abajo. Frente al tópico, hay otro elemento que engloba al tema-rema como una
unidad superior a la que se llama comentario.
Por tanto, cualquier enunciado puede tener una de estas estructuras (recuérdese que
el tópico es una función que no tiene por qué ir rellenada):

(51)

Enunciado
Comentario
Tópico
Tema Rema
Respecto al festival, (aquello) fue una batalla campal
Entonces María, (ella) acaba este año la carrera
En la estación mis primos dejaron la maleta en consigna
Hacia el verano, mis padres se van de crucero

49. Las características del tópico son: que es separable, que es opcional y que es
referencial.

a. Separable: aunque normalmente va delante del comentario, puede ir colocado casi


en cualquier posición dentro de la oración, con lo cual es, ade- más, movible:

(52): a. En verano, mi hermana se va a Palma.


b. Mi hermana, en verano, se va a Palma.
c. Mi hermana se va a Palma en verano.

b. Opcional: el hecho de omitir el tópico elimina una parte de la información de la


oración, pero no invalida semánticamente esta. Puede comprobarse con cualquiera
de los ejemplos anteriores.

c. Referencial: esta característica puede o no cumplirse. Un referente es un elemento que


marca la presencia del tópico dentro de la oración. Normalmente se trata de una anáfora,
gramaticalmente una proforma.

(53) A tu hermano, ¿quién lo ha visto?

(54) En París, yo viví algún tiempo allí.

Pero puede no haber referente

(55) En cuanto a las matemáticas, soy un genio del cálculo.

(56) Con este calor, sólo me apetece dormir.

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Xavier Frías Conde

El referente, por otro lado, puede ser de dos tipos: con índice funcional o sin índice
funcional.

 Tiene índice funcional cuando aparece un referente en el lugar que ocuparía


el tópico si estuviese en el comentario:

(57) Laura, no me acuerdo mucho de ella.

(58) Juan, estuve con él ayer.

 No tiene índice funcional cuando el tópico no deja ninguna señal en el lugar


que debería ocupar en el comentario:

(57') De Laura, no me acuerdo mucho. (58')

Con Juan, estuve ayer.

BIBLIOGRAFÍA

ESCANDELL VIDAL, M. V. (1999): Introducción a la pragmática. Barcelona: Ariel


GUTIÉRREZ ORDOÑEZ, S. (1997): Temas, remas, focos y comentarios, Madrid: Arco
Libros.
HALLIDAY, M.A.K. (19942): A Functional Grammar, London: Arnold REYES,
G. (1998): El abecé de la pragmática, Madrid: Arco Libros.

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