La Construcción Del Personaje
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Resumen
Este trabajo ocupa la construcción del personaje cinematográfico desde una perspectiva
enfocada en la identidad del autor que es el director de cine, concretamente, en el caso de
Martin Scorsese. La muestra del análisis la compondrá el protagonista de cada una de las
siguientes películas: Taxi driver (70s), Toro salvaje (80s), Uno de los nuestros (90s), Infiltrados
(2000s), y El lobo de Wall Street (2010s).
A lo largo del estudio se tendrán en cuenta elementos fundamentales de la construc-
ción del personaje en el ámbito de la narrativa cinematográfica, tales como psicología, rasgos
antiheroicos, temas fundamentales a los que aluden los protagonistas (a modo de ejemplo:
familia, matrimonio, muerte), y viaje interior a lo largo del relato. Todo ello sobre el personaje
protagonista de cada película para, en último lugar, determinar qué tipo de personaje pre-
domina en la muestra: personajes “comunes”, “estandartes”, o “catalizadores” (Taborda-
Hernández, 2014).
La investigación pretende mostrar qué relación guardan los personajes analizados entre
sí con el fin de determinar la posibilidad de un retrato del personaje “Scorsesiano”, aquel que
pudiera ser considerado como la seña de identidad de Martin Scorsese como autor en su
filmografía.
1. Introducción
Mitry (1989) hablaba del creador esencial como autor de la película, aquel que
construye la materia visual; pero esta definición aborda una discusión anticuada de la
autoría cinematográfica que ya no genera debate. En cambio, recordando las propues-
tas teóricas que surgieron en Francia entre los 50 y 60 del siglo XX, y los postulados
de la teoría del autor, es factible considerar otro paradigma de autor contemporáneo,
ajeno a corrientes y movimientos, centrado en la personalidad como expresión, y
fundamentado en las relaciones entre experiencias y obras: las relaciones entre moti-
vos personales (ideas, visión y experiencias propias del autor) y el universo diegético
de la historia escenifican la presencia del autor en la película, haciendo palpable el uso
personal del lenguaje cinematográfico.
En definitiva, un autor cinematográfico compone una película mediante su iden-
tidad, esto es, su pasado, sus experiencias, su punto de vista, y en general, su universo
que se ve representado en un leguaje diferenciado de otros. Woody Allen, Luis Bu-
ñuel, Pedro Almodóvar… son ejemplos de ello, y aunque se suele decir que el autor
cinematográfico es quien escribe y dirige la película, Scorsese no siente que esto deba
ser así. Scorsese es un cineasta fundamentalmente pasional, para el que la cámara
supone algo así como una prolongación de su yo, un yo inquieto, necesitado de mo-
vimiento… (Alberich, 1999, p.12) y que incluso llega a implicarse de manera diegéti-
ca.1
Teniendo en cuenta que por fechas de iniciación pertenece al “nuevo Holly-
wood” de principios de los años 70 del pasado siglo, es preciso enmarcarle en el ám-
bito de lo posmoderno, del cual se destacan varias características aportadas por
Aguirre (2014): alusiones a otras obras (intertextualidad), autorreferencialidad, mez-
cla de estilos, la ironía con fines subversivos, y la nostalgia por el pasado. Pertenece a
lo que el autor presenta como New American Cinema o Hollywood Renaissance, fase
previa al nuevo Hollywood y que converge con una serie de ideas propias de la pos-
modernidad:
«El arte posmodernista tiende a caracterizarse por una narrativa disruptiva, una visión
negra y pesimista de la condición humana, una representación masiva e injustificada
de la violencia, la muerte del héroe y, en general, un énfasis desproporcionado en la
técnica por encima del contenido, que es precisamente la característica principal del
high-concept film, paradigma del nuevo Hollywood.» (Aguirre, 2014, pp. 657-658)
Nos encontramos, pues, ante una reconfiguración del sueño americano de la época,
que toma cariz crítico, crudo, permeable con respecto al clima político, económico y
social en el que se inscribe. (Aguirre, 2014, p. 668).
Y junto al compromiso social añadimos el que el autor tiene consigo mismo: su
identidad es una referencia consciente e inconsciente, y encuentra su eco en la auto-
rreferencialidad, en mayor o menor medida. Requena (2007) describe el cine postclá-
1Señala Cécéreu Lagos (2004) que cuando Scorsese aparece en sus películas lo hace formando parte
del testimonio que está contando.
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sico como aquel en que la subjetividad reina en sus relatos: hay una identificación
total del espectador con lo que ve, con el espectáculo del horror. Y ese horror, tan
indisociable del ser humano, es natural, e incluso necesario, en sus manifestaciones
artísticas. No es casual que Scorsese se haya interesado en gran parte de su filmogra-
fía por personajes castigados y autodestructivos, pues también ha vivido etapas de
problemas con las drogas, algo, por otra parte, muy presente en su generación. Así lo
observamos gracias a Biskind (2004) 2, y así podemos explicarnos la presencia de
tantos personajes perturbados por los excesos a lo largo de su filmografía, eso sí, tra-
tados desde distintos puntos de partida.3
1.2 Identidad
El concepto de identidad es sumamente complejo. La segunda acepción de la palabra
en el Diccionario de la RAE es: Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una
colectividad que los caracterizan frente a los demás. (2014, 23ª edición). Pero un
término tan profundo requiere recabar más en él; para Bauman (2008), Identidad
significa destacar: ser diferente y único en virtud de esa diferencia, por lo que la
búsqueda de la identidad no puede sino dividir y separar. (p. 10). Y añade que, a
pesar de que la identidad se busca “en soledad”, hay quien procura reunir en comuni-
dades a aquellos que presentan las mismas inquietudes, compartiendo así miedos e
inseguridades. Así se logrará la identificación entre las personas, y por ende, entre las
personas y sus creaciones, ya sean propias o ajenas, pues como dice Appiah (2007),
[…] la identificación se caracteriza por contar con una fuerte dimensión narrativa.
(p. 119)
En el cine de Scorsese encontramos las motivaciones sociales, históricas y religiosas
que tanto le han marcado, y que por ende, conecta sus películas entre sí, y así, encon-
tramos los conflictos sobre fe, clanes (y clases) sociales, la ciudad…4 Incluso en pelí-
culas que apuntaban ajenas a él, encargos en los que logró embutir su estilo, su hacer. 5
La marca de autoría tiene mucho que ver con la individualidad, con lo personal, y con
la identificación sobre ambas, pues cada artista posee un bagaje único en cuya obra
explora y explota. Linda Seger (2000) indica que el guionista trabaja a raíz de su vi-
vencia, cosa que aporta individualidad, y que implica, consciente o inconscientemen-
te, una identificación con lo que está contando. Ello es extrapolable, en este caso, y
conociendo la implicación de Scorsese con sus guionistas, a sus películas. De ahí que
2
Biskind señala los problemas de Scorsese con las drogas durante varias etapas de su vida, que coinci-
de con la gestación de varias de sus obras más famosas.
3 Alberich (1999) alude al carácter poliédrico de la problemática que trata Scorsese (p. 10).
4 Sotinel (2007) hace un repaso a la obra de Scorsese, donde señala a grandes rasgos la implicación del
ción profesional (al principio), o contentar a productores para ir más holgado en la siguiente película.
Relaciona esta dinámica con la frase “un film para mí, un film para el sistema” que él mismo dice en el
documental Martin Scorsese: A Personal Journey through American movies (pp. 22-23).
LA CONSTRUCCIÓN DEL PERSONAJE COMO IDENTIDAD DE AUTOR … 653
imprima una forma concreta de violencia, como indica Cécéreu Lagos (2004), llena
de contradicciones en sus ejecutantes (los personajes) al enfrentar en su interior el
bien y el mal. (p. 65) En su filmografía abundan las figuras antiheroicas, aquellas que
mejor muestran las miserias humanas, y con lo que, pensamos, el director mejor se
identifica al haberse criado en Little Italy, lugar conflictivo de tipos duros, tiroteos, y
donde el poder residía en la Iglesia y en los criminales. (Thompson; Christie, 1999, p.
31).
La identidad de Martin Scorsese es inabarcable, así como la de cualquier ser
humano; únicamente podemos acotar el término para detectar aquellas constantes
entre los protagonistas de sus películas. Así es como nos aproximaremos a su firma, y
así obtendremos, quizás, algunas de las claves que comparten algunos “fragmentos”
de su filmografía, rica y variada, pero con elementos comunes.6
1.3. Personajes
Reputados autores han arrojado luz sobre el personaje: Syd Field, Linda Seger, Ro-
bert Mckee, Christopher Vogler… Señalaremos fragmentos de la definición de “per-
sonaje” en el Diccionario Técnico Akal de cine:
«Cualquiera de las personas ficticias que aparecen en una película, incluyendo héroes,
heroínas, villanos, papeles de reparto y papeles con o sin diálogo. (…) el cine nor-
malmente se limita a retratar a un personaje mediante su forma de hablar, su aspecto
y sus acciones; (…) los personajes cinematográficos se observan en relación con la
realidad física que los rodea. (…) la cámara puede concentrarse en ciertos aspectos de
la conducta, en determinados gestos y expresiones faciales; puede mostrar al persona-
je desde diferentes distancias y ángulos, y, con ayuda del montaje, puede orquestar
una serie de perspectivas para crear una figura compleja. Tanto el intérprete como la
cámara nos hacen conscientes de los pensamientos, de los sentimientos y de la perso-
nalidad más íntima del personaje.» (Konigsberg, 2004, p. 407)
Este acercamiento al personaje en el cine deja posos de una idea un tanto “superfi-
cial”, pero el personaje cinematográfico posee muchas más implicaciones, como la
misma idea aristotélica de la imitación7, pues al fin y al cabo, son un reflejo de nues-
tro mundo cotidiano (en mayor o menor medida), lo cual enlaza con la concepción de
Caminos (2007) del personaje como la máscara que vemos de la persona. (p. 23)
Castets (2007) señala la costumbre de dividir al personaje entre su apariencia fí-
sica y la biográfica (con las consiguientes consecuencias psicológicas que esto conlle-
va) para dotar de tridimensionalidad y veracidad a la historia (p. 53) e incide en que
utilizamos la comunicación para transmitir información, y para ordenar el caos (p.
6 García Ruiz (2010) indica que incluso en una película como La edad de la inocencia (1993) Scorsese
aborda el tema de la presión social sobre el individuo, cosa que ya hizo en otras películas anteriores de
distinto género y naturaleza.
7 Aristóteles afirma en Poética (2013) que la imitación es algo propio del hombre, ya que aprende
54). Syd Field (1994) identifica al personaje con la acción, cosa indiscutible (incluso
la inacción es acción) porque sin acción no habrá conflicto, y por ende, decisiones,
que “respondan o no a subtramas, se convierten en el eje central que sujeta al persona-
je a la estructura narrativa.” (Caminos, 2007, pp. 44-45). El llamado “paradigma” de
Field (1994; 1995) expone, de hecho, esas situaciones clave que sustentan las accio-
nes que guían al personaje (o personajes, ya que cada nudo de la trama afecta a la
historia), así como los modelos de forja que autores como Campbell (2014), Vogler
(2002) y Sánchez-Escalonilla (2002) proponen para el héroe, y para el héroe y el
antihéroe en Gil Ruiz (2014). Hay, en resumen, una coincidencia general en que el
personaje debe superar diversas situaciones para avanzar en el relato.
Las historias llegan a formar parte de “nuestra” historia personal. No obstante,
en este trabajo se postula precisamente el proceso inverso, al acercarnos al personaje
como testimonio identitario de su autor, en este caso, director Martin Scorsese. Tarea
compleja, pues el tipo de acercamiento que hace sobre sus personajes, citando a Al-
berich (1999), nunca es el mismo. (p. 11)
2. Objetivos
Analizar el cine de Marin Scorsese para determinar sus marcas de autoría en la cons-
trucción de los personajes; analizar modelos antiheroicos propios del cine de Scorse-
se; determinar la convergencia entre los personajes analizados para extraer un retrato
del “personaje scorsesiano”; categorizar a los personajes en el cine de Martin Scorse-
se utilizando herramientas del análisis narrativo.
3. Metodología
Las películas serán visionadas para después realizar un análisis narrativo sobre el
protagonista de cada una. El modelo propuesto es el siguiente:
El personaje como persona planteado por Casetti & Di Chio (1991) va relacio-
nado con el perfil psicológico expuesto por Seger (2000), sería asumirlo como una
persona con un perfil intelectual, emocional y actitudinal, por tanto psicológico, visto
como una persona real y como una unidad psicológica que determinan su manera de
ser y hacer.
Taxi driver
Travis Bickle trabaja como taxista en las tórridas noches neoyorkinas. Ante la soledad
y el rechazo que siente, decidirá poner fin al mal que aqueja las calles, solidarizándose
especialmente con una niña que ejerce la prostitución.
1) Características del personaje:
Travis ronda los 30 años y trabaja como taxista de Nueva York. Al padecer de in-
somnio, solicita trabajar en turno de noche, hecho que le termina de trastornar, al
ponerse en contacto con los males que asolan la ciudad.
Su relación con la sociedad es problemática. Reina la incomprensión: intenta
conquistar a Betsy, pero ésta le rechaza por no saber socializarse de manera normal.
Las mujeres pasan a ser un agente negativo en su mente, y ello deriva en una aliena-
ción mayor de la sociedad, a la que se compromete a corregir mediante la violencia.
Su excusa para matar es Iris, la persona por la que se preocupa y que se empeña en
salvar.
Es reflexivo e introvertido. Cuando decide emprender el contacto con Betsy,
aunque parece impulsivo, se percibe una estrategia de conquista preparada; pero este
temperamento es evidente en la manera en que se prepara para castigar a los males de
la sociedad: se prepara física y psicológicamente para ser el justiciero que nadie ha
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pedido, pero que él considera primordial. Adquiere armas y fabrica mecanismos que
las camuflan y mejoran en efectividad. Asesina a un delincuente en una tienda, cam-
bia de imagen e incluso planea un atentado (fallido) contra el Senador Palantine, y
culmina su venganza social sobre los proxenetas que custodian a Iris.
Si bien Travis porta un conflicto existencial importante (seguramente derivado de
Vietnam), tiene una conciencia muy consolidada de sí mismo y del papel que quiere
desempeñar en la narración. Él mismo lo cuenta a través de las cartas que escribe a
sus padres, así como de sus pensamientos más profundos. Es el dueño de sus actos,
que salen de él mismo, de su necesidad de mejorar el mundo. Matar está justificado
por la mala conducta de los demás; por eso no titubea en matar aun cuando Iris le pide
que no lo haga.
2) Modelo narrativo del personaje según su función en el relato:
Travis es el protagonista omnipresente de la narración; todo se ajusta a su punto de
vista. Es un justiciero autodeterminado por el contexto social, por ese malestar reinan-
te en las noches de Nueva York. Es un personaje activo, él mismo se propone metas
que alcanza mediante su propio código: se entrena, compra armas, mata personas… y
asegura el bienestar de Iris. Es un personaje autónomo, no depende de nadie; su sole-
dad es el punto de partida para su acción antiheroica. Es el sujeto de la acción, cuyo
objeto es una sociedad utópica. Su destinador es él mismo, y el destinatario, la socie-
dad, encarnada en Iris. El Mago es un ayudante (escucha sus diatribas mentales), y los
proxenetas son oponentes (siendo Sport el principal). Todo ello se alinea con una
focalización interna fija, al darnos Travis acceso a su particular manera de ver el
mundo durante la película.
Al comienzo de la película es un personaje con metas tradicionales: trabajo, sa-
lud y amor; pero al fallarle el amor y la salud (ésta por el insomnio), todo se viene
abajo, de ahí que se transforme en una máquina de matar inmisericorde.
3) Psicología del personaje.
Travis es un personaje redondo: accedemos a su punto de vista personal de la socie-
dad mediante sus pensamientos y escritos. A su vez es dinámico, puesto que lleva a
cabo su empeño entrenándose física y psicológicamente para culminar su meta.
Pertenece (predominantemente) al tipo cerebral introvertido: cerebral porque
analiza las situaciones de manera metódica y racional, e introvertido por su incapaci-
dad empática. Su transformación se refiere a un arco radical que afecta a la estabili-
dad, pues aunque en la película comienza con un modo de vida y una concepción de
la realidad estables, entrando incluso en la categoría de “sentimental” al volcarse (ex-
cesivamente) en enamorar a Betsy, su rechazo da pie a una soledad que le llena de
inquietudes peligrosas, terminando con un perfil cerebral introvertido. Travis empeora
en su ser hacia una forma primitiva de realizarse como persona: desea destacar me-
diante sus proezas contra lo que él considera pernicioso: se convierte en juez y verdu-
go.
LA CONSTRUCCIÓN DEL PERSONAJE COMO IDENTIDAD DE AUTOR … 659
entregando a los mafiosos de los que estaba rodeado; no se plantea la ética o moral de
sus acciones mientras no tengan consecuencias negativas para su estatus (no le impor-
tan los asesinatos de Jimmy a los cómplices del robo a la Luftansa porque no le in-
cumben); la religión forma parte del constructo social de la película, teniendo forma
testimonial a través de su crucifijo, y su matrimonio con una mujer judía; la música
ilustra la vida del personaje mediante éxitos musicales de los años a los que la narra-
ción hace referencia, interactuando en ocasiones con la propia diégesis del relato; el
crimen aparece a lo largo de toda la película, al ser la base del estilo de vida de
Henry.
Gimme Shelter de los Rolling Stones y declara su filosofía de vida: “Nadie te da na-
da, tienes que cogerlo”. El director lo muestra a contraluz o en penumbra, fumando
como una celebridad. A continuación lo describe en su trabajo, extorsionando a los
pequeños empresarios a cambio de protección. Es un hombre de 50 años, mafioso
desde su niñez, que empieza a controlar el negocio -en el presente de la narración
lleva veinte años de experiencia en el control del sur de Boston como único jefe de
mafia irlandesa-, es educado e impone respeto y miedo, de carácter agresivo y violen-
to, asesino histriónico y en ocasiones hasta con aires cómicos.
A continuación sucede el primer encuentro de un niño Collin Sullivan (Damon)
con quien será su benefactor. Recurso recurrente en el cine del director, marca de la
casa, el jefe mafioso surge como la figura paterna del niño, en este caso huérfano, y le
dice que si alguna necesita algo que vaya a verlo y va. Lo alecciona sobre la religión y
vuelve a soltar su filosofía de vida y la contundente frase que determina la ambición
que caracteriza al personaje: “Si decides lo que quieres ser, puedes serlo”. Inmedia-
tamente la imagen de Sullivan pequeño se convierte en adulto sobre la frase que se
escucha: “Este es mi chico”, estudia, entrena y se gradúa en la policía, en este prólogo
cargado de elipsis que define la película. Paralelamente en el tiempo narrativo vemos
a Costigan (Di Carpio) en el mismo entrenamiento de la policía. Los dos, Sullivan y
Costigan, coinciden casualmente en la entrevista para entrar al cuerpo especial de
policía, el primero por méritos y porque ha aprobado el examen de inspector; el se-
gundo directamente por buena calificación y méritos en la academia. Sullivan entrará
directamente al cuerpo como rata de Costello y tendrá un ascenso vertiginoso. Costi-
gan será discriminado por su pasado y le ofrecerán el puesto de infiltrado en la banda
de Costello. Quiere ser policía, anhelo que le es negado, los jefes le dicen que podrá
ser lo que sea menos policía. Le piden que “ya has fingido ser un Costigan del Sur de
Boston. Vuelve hacerlo, pero ahora por nosotros”. Costigan es muy inteligente pero
perturbado por su pasado aunque de carácter tranquilo pero de procesiones internas,
parece una bomba a punto de explotar. La búsqueda de identidad es en cierta forma la
base del personaje, cuando la encuentra y decide recuperarla le es imposible.
A los 17:49 minutos, Costigan entra en la cárcel y comienza la película con el tí-
tulo en pantalla: The Departed, con música de inspiración irlandesa.
2) Modelo narrativo del personaje según su función en el relato
La función del personaje en esta película es poco habitual en el director. A pesar de
que Costigan es el personaje como rol que más influencia tiene en el relato, la figura
del infiltrado va dando saltos de un personaje a otro, formando el triángulo recurrente
en Scorsese pero está vez entre personajes enfrentados. La acción más importante que
determina la función en el relato de los tres personajes, es cuando se descubre que hay
un topo en la banda de Costello al mismo tiempo que se descubre que hay otro en la
policía, y Costigan descubre que Costello es topo del FBI. La clave como punto de
giro más importante es el sobre con los nombres y números de la seguridad social que
Billy rastrea y que luego descubre al final en el escritorio de Sullivan. De igual forma,
cada uno tiene su función como actante en una especie de paradigma del infiltrado
LA CONSTRUCCIÓN DEL PERSONAJE COMO IDENTIDAD DE AUTOR … 665
que se apoyan y conforman el centro del relato recurrente en su filmografía, está plan-
teado con personajes antagónicos enfrentados desde el principio.
El Lobo de Wall Street (The wolf of Wall Street, 2013)
Es la historia de Jordan Belfort y del sueño americano por excelencia, donde la posi-
bilidad de hacerse millonario jugando en la misma frontera de la legalidad conforman
el eje central de la historia de este hombre. Basada en hechos reales adaptados al esti-
lo particular de Scorsese, el mundo de Wall Street, o mejor dicho, el submundo de las
acciones basura vendidas como valiosas, constituye la representación del país de las
oportunidades y de una sociedad que intenta salir airosa en un juego de estafas y
trampas.
Stratton Oakmont Incorporate figura como productora de la película seguida-
mente se ve lo que parece un anuncio publicitario de la compañía donde se resaltan
los valores de estabilidad, integridad y orgullo. A continuación un grupo de hombres
de mediana edad en traje y corbata, exaltados, lanzan a un enano vestido de aviador
sobre una diana, mientras un hombre que parece el jefe ofrece 25 mil dólares a quien
dé en el centro. La imagen se congela y Jordan Belfort se presenta hablando en prime-
ra persona contando la historia de su vida y su ascenso a lo más alto del negocio de
Wall Street.
1) Características del personaje
Jordan cuenta que es ex miembro de la clase media, criado por dos contadores en un
apartamentito en Queens, y que el día que cumplió 26 años ganó 49 millones de dóla-
res. En una muestra de alarde muestra sus riquezas y poder, a su mujer como la reina,
sus propiedades, incluyendo un yate de 52 metros, seguidamente aparece en pantalla
esnifando cocaína desde el culo de una prostituta mientras dice que es un degenerado,
bebe como un cosaco y se tira putas 5 o 6 veces por semana, le encantan las drogas y
el dinero, de los dos es profundamente adicto. Lleva una vida de excesos y desenfreno
constantes. Su relación con la sociedad está a mitad de camino entre lo legal y el deli-
to, exprime las posibilidades que le permite el sistema estadounidense y así se vuele
millonario.
2) Modelo narrativo del personaje según su función en el relato
Es de temperamento agresivo pero no violento, su filosofía de vida lo hace ser ambi-
cioso ya que su único objetivo es hacerse millonario y en función de eso trabaja. Gra-
cias a esto, su carácter es reflexivo, calculador y profundamente embaucador. Es un
hombre emprendedor con valores éticos y morales muy bajos. Que dentro de su pro-
ceso mental entiende que la omisión de información constituye su mayor insignia
hasta tal punto que a veces cree que no engaña a nadie.
Su función en el relato esta determinada desde el inicio cuando visto cumplido
su sueño de ser un broker de Wall Street, el mismo día que obtiene la licencia ocurre
el famoso Lunes Negro de 1987 que desplomó la bolsa y le hizo perder su trabajo. El
día que comienza a trabajar, con 22 años, conoce a su mentor Mark Hanna quien le
enseña lo necesario para sobrevivir que luego aplicaría en su ascenso al mundo de las
finanzas basura, luego del desplome se queda sin trabajo y descubre las hojas rosas
LA CONSTRUCCIÓN DEL PERSONAJE COMO IDENTIDAD DE AUTOR … 667
que tiene una comisión de venta del 50% y cuando vende el primer grupo de acciones
por cinco mil dólares comienza su ascenso y también es el punto de inflexión del
personaje.
Como rol es un personaje activo, es un líder que genera confianza y devoción.
Sus colaboradores lo adoran porque los ha hecho ricos. Es autónomo y dueño de su
destino. Es el sujeto de la narración, la película es la historia de su vida. Su objeto es
el dinero y mientras más tiene más quiere. Aunque la figura del agente Denham del
FBI aparece como su oponente principal, es él mismo su mayor oponente por la codi-
cia y el desenfreno con las drogas y alcohol lo hace tomar decisiones erradas. Sus
ayudantes son sus secuaces-compañeros de trabajo sobre todo Donnie Azoff y el
Steve Madden, socios y directivos de la empresa. Nuevamente el director acompaña a
la figura del protagonista con dos ayudantes de peso formando el triángulo de perso-
najes. También la figura del padre, aunque de corta participación, surge en ocasiones
como una especie de conciencia moral a la que Jordan no presta atención.
La focalización es interna como en casi todas sus películas y más en este modelo
estructural tan característico del director donde una historia circular es contada por el
protagonista que se convierte en una especie de biografía. Asimismo, la identidad de
Jordan Belfort no se transforma, más bien se afianza, es un ambicioso que quiere ser
millonario y en el camino no puede evitar convertirse en drogodependiente y delin-
cuente. Incluso es su decadencia, dando cursos de autoayuda para vender sigue siendo
el mismo, solo que con menos dinero.
3) Psicología del personaje
Como persona es un personaje redondo que cuenta su propia historia, dinámico al
mismo tiempo, con mucha iniciativa, inteligente con un alto poder de persuasión, esta
última es estudiada y meditada, que le permite tener un gran poder sobre empleados y
clientes. Es una persona sociable y con actitud positiva y triunfadora.
Su transformación es circular ya que durante todo el metraje evoluciona hasta
convertirse en una especie de mafioso de Wall Street y cuando la justicia lo persigue y
lo acorrala, intenta salir airoso y al ver que no puede decide seguir su camino. Des-
pués de negociar con el FBI, de romper el pacto, de ir preso, de traicionar a sus ami-
gos, sigue su vida como formador-motivador comercial pero sigue siendo el mismo
hombre que se hizo millonario en cuatro años. La secuencia final cuando intenta ex-
plicarle al publico como vender un bolígrafo refleja de alguna manera que lo volverá
a intentar, que no se rinde.
4) Motivaciones del personaje y sus valores éticos
La motivación más fuerte y presente en el personaje es la ambición y el deseo de
triunfo, gracias a su habilidad y astucia se hace millonario obteniendo un gran reco-
nocimiento entre sus empleados que lo idolatran. Al carecer de moral y ética no le
importa lo que se diga de él; en el fondo desearía ser reconocido por Wall Street, pero
ese deseo le es negado, convirtiéndose en un outsider influyente y poderoso. Su te-
mor es ser tildado de delincuente, siente piedad por Donnie cuando tiene que delatar-
le llevando micrófono, y tiene creencias religiosas, al ver como señal divina la
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explosión del avión que les iba a rescatar tras el naufragio de su barco. El crimen
aparece de forma transversal a lo largo de su actividad financiera.
tipo de focalización y el perfil psicológico es similar en esencia, con las variantes que
pueden determinar cada historia. Responden a la ambición y al deseo de superación a
toda costa sin importar pasar por encima de la justicia, aspectos que también confor-
man las motivaciones más fuertes de los personajes. Aunque formalmente son muy
similares, presentan ciertos rasgos que los diferencian entre sí, pequeños aspectos de
rasgos mentales y de perfil psicológico, aunque son los aspectos comunes los más
determinantes y resaltantes. Todos poseen un rasgo característico del antihéroe, y es
que resultan destructivos y autodestructivos, por muy justificadas que estén sus accio-
nes.
con una sensación de vacío profundo al final de Infiltrados (2006), cuando el prota-
gonista no tiene la posibilidad de redención, de limpiar (y recuperar) su identidad.
No obstante cabe añadir que, a pesar de ese final “positivo”, ninguno deja de ser
un antihéroe alienado pese a su aprendizaje vital: Travis Bickle ve consolidado su
punto de vista violento, Jake La Motta termina solo en el mundo y apartado del de-
porte y la familia, Henry Hill lamenta terminar siendo una persona normal carente de
poder sobre los demás, el agente Sullivan muere obsesionado con recuperar su identi-
dad al margen de todo lo sucedido, y Jordan Belfort ni pierde el tono de arrogancia ni
aun cuando es encerrado en prisión, ni deja de hacer lo que mejor se le da una vez
cumple condena: vender, y enseñar a vender.
5. Conclusiones
Este trabajo muestra que los protagonistas de las películas analizadas son reflejo del
director desde sus respectivas películas. El análisis narrativo ha servido para conectar
no sólo a los personajes entre sí, sino también a éstos con el creador cinematográfico:
en primer lugar, el “personaje Scorsesiano” es en este caso un antihéroe traumatizado
por el pasado, obsesionado por el éxito y el reconocimiento social. Si bien no todos
muestran una inclinación religiosa concreta, la idea de la redención, la piedad y el
temor les ronda, aunque psicológicamente ninguno logre redimirse, al pensar de la
misma manera en todo momento: el éxito es la meta más importante en la vida, y ese
éxito vendrá de la mano del reconocimiento social. Son activos, autónomos, muestran
sus facetas más reveladoras al espectador, y son conscientes de las consecuencias de
sus actos.
Respecto de las conexiones de los personajes con el director, queda clara la im-
plicación del mismo precisamente por la conexión Scorsesiana entre ellos: Scorsese
impregna sus películas con un estilo, una marca, una repetición de figuras (en este
caso en el marco del personaje) que posibilita el acceso a la esencia narrativa de su
autoría.
Para finalizar, a modo de discusión, cabe señalar que la música como valor pre-
sente en el personaje no ha ofrecido ningún resultado concluyente más allá de lo evi-
dente: Scorsese utiliza la música para ilustrar, en muchos casos, el momento histórico
que vive el personaje (en Uno de los nuestros es algo palpable).
Por otra parte, debemos incluir en la discusión la imposibilidad de abordar la en-
tera personalidad de un autor como ser humano, si bien este trabajo arroja luces en las
relaciones entre el autor y su obra. Los autores conciben esta línea de investigación de
gran utilidad para profundizar en los posibles vínculos entre autores y elementos de
sus narraciones.
LA CONSTRUCCIÓN DEL PERSONAJE COMO IDENTIDAD DE AUTOR … 671
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