El documento define la evangelización como comunicar el mensaje divinamente inspirado del evangelio a través de palabras y poder del Espíritu Santo. La evangelización presenta a Jesucristo como Salvador para que los pecadores puedan confiar en Dios y servirle como Rey. Para ser una buena obra, la evangelización debe guiarse por la Palabra de Dios, tener como fin la gloria de Dios y el bienestar humano, y motivarse por el amor a Dios y a los hombres. La meta de la evangelización según Mateo 28:16-20 es hacer
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El documento define la evangelización como comunicar el mensaje divinamente inspirado del evangelio a través de palabras y poder del Espíritu Santo. La evangelización presenta a Jesucristo como Salvador para que los pecadores puedan confiar en Dios y servirle como Rey. Para ser una buena obra, la evangelización debe guiarse por la Palabra de Dios, tener como fin la gloria de Dios y el bienestar humano, y motivarse por el amor a Dios y a los hombres. La meta de la evangelización según Mateo 28:16-20 es hacer
El documento define la evangelización como comunicar el mensaje divinamente inspirado del evangelio a través de palabras y poder del Espíritu Santo. La evangelización presenta a Jesucristo como Salvador para que los pecadores puedan confiar en Dios y servirle como Rey. Para ser una buena obra, la evangelización debe guiarse por la Palabra de Dios, tener como fin la gloria de Dios y el bienestar humano, y motivarse por el amor a Dios y a los hombres. La meta de la evangelización según Mateo 28:16-20 es hacer
El documento define la evangelización como comunicar el mensaje divinamente inspirado del evangelio a través de palabras y poder del Espíritu Santo. La evangelización presenta a Jesucristo como Salvador para que los pecadores puedan confiar en Dios y servirle como Rey. Para ser una buena obra, la evangelización debe guiarse por la Palabra de Dios, tener como fin la gloria de Dios y el bienestar humano, y motivarse por el amor a Dios y a los hombres. La meta de la evangelización según Mateo 28:16-20 es hacer
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La evangelización: ¿Qué es?
La evangelización es la comunicación de un mensaje divinamente inspirado
que llamamos el evangelio. Es un mensaje definible en palabras, pero que debe ser comunicado en palabra y poder. “Pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre… 1 Tesalonicenses 1:5 La información es como Dios, nuestro Creador y Juez, en misericordia, hizo de Su Hijo un Salvador de los pecadores perfecto, capaz y voluntario. La invitación es el llamado de Dios a la humanidad de venir al Salvador en fe y arrepentimiento, y a encontrar perdón, vida y paz. La definición de lo que es evangelizar es la siguiente: “Presentar a Jesucristo a los hombres pecadores, para que puedan poner su confianza en Dios, recibiéndole como su Salvador y sirviéndole como su Rey en la comunión de su iglesia”. La evangelización es una buena obra Queremos considerar la evangelización como una buena obra, y debemos preguntar, ¿qué determina que una obra sea buena? Hay tres cosas que determinan si una obra es buena. Primero, una buena obra debe hacerse, guiada por una regla correcta, y en el caso de la evangelización la regla es la Palabra de Dios. Segundo, una buena obra debe tener un fin correcto en mente. Tercero, una buena obra debe tener un motivo correcto ¿Cuál es el motivo correcto en la evangelización teocéntrica? Hay dos motivos apropiados: 1. El amor a dios y la preocupación por Su gloria. 2. El amor al hombre y la preocupación por su bien. La meta de la evangelización como fue enseñada por nuestro Señor Mateo 28:16-20 Quisiera comenzar a examinar lo que comúnmente llaman “la Gran Comisión”. Este mandato o comisión aparece en los cuatro evangelios y el primer capítulo de Hechos. En cada lugar se presenta con palabras diferentes y ofreciéndonos un aspecto distinto del claro mandamiento. La meta de la evangelización posee tres partes distintas y claras, y no es prerrogativa nuestra dejar fuera ninguna de ellas.
Hacer discípulos La primera parte de la meta es “Id, y hacer discípulos” o “Id, y enseñad a todas las naciones”, procurando llevar a los hombres a una relación correcta con el Hijo de Dios. La definición usual dice: “un discípulo es un aprendiz”, pero esa no es la definición adecuada. Un discípulo, en el sentido bíblico es: 1. Un aprendiz de las enseñanzas. 2. Un seguidor del maestro. 3. Uno que busca conformarse al maestro y a sus enseñanzas. Ser un discípulo es más que dar un sí a Jesús o aprender unos cuantos lemas religiosos.
