Elaboración
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Elaboración
Una filosofía de educación nos dirigirá en la forma en que diseñamos nuestro programa de
educación cristiana. Pero aún necesitamos hacer decisiones sobre lo que enseñaremos y cómo
lo enseñaremos. A las declaraciones sobre lo que vamos a enseñar se les llama currículo. A las
declaraciones sobre la forma en que vamos a enseñar se les llama planes instruccionales.
Objetivos de aprendizaje
Currículo
Definición de currículo
En Estados Unidos la gente piensa en materiales impresos que se pueden comprar en alguna
tienda. Por currículo queremos decir la organización de las metas y las actividades de
aprendizaje que usamos en un evento de enseñanza y aprendizaje. Otros definen el currículo
como todo lo que ocurre en la preparación y en el ambiente de aprendizaje. Pensemos en
estos términos generales.
Hay cierta dinámica de un currículo o de todas las actividades del ambiente de aprendizaje. En
realidad son tres los currículos que están presentes en todo tiempo.
1. Explícito—Este es el currículo declarado, lo que la escuela se propone y anuncia acerca de
ella misma en su sílabo o en promoción. Todos los estudiantes están conscientes de ello. Con
frecuencia se asume que este es el único tipo de currículo. También y con frecuencia es en el
que más nos ocupamos.
2. Implícito—la cultura del medio ambiente educativo relaciona socialmente a los estudiantes
con sus valores. El currículo implícito es lo que enseña la escuela debido al tipo de lugar que es
(esctructura organizacional, reglas, edificios, métodos de enseñanza). Puede ser:
Ejemplo 1: Cuando está celebrando un estudio bíblico entre adolescentes, su currículo explícito
consiste en estudiar Juan 1. Tenemos un plan para estudiarlo. Pero el maestro también tiene el
currículo secreto de desear que los estudiantes se acerquen entre ellos y establezcan mejores
relaciones. El maestro no dice: “Quiero que nos relacionemos más”. Es intencional, pero no se
anuncia.
Ejemplo 2: El maestro quiere que los estudiantes aprenden a estudiar la Biblia por ellos
mismos. La meta no se declara, pero el maestro se la ha fijado y su método seleccionado le
ayuda a lograrla.
• No intencional, positivo,
Por ejemplo, los estudiantes de cierta escuela pueden aprender a ser puntuales o a no esperar
gratificación, sencillamente por las reglas de la escuela y los hábitos que se han establecido.
Por ejemplo, un maestro quizá se propuso infundirle el gusto por la clase de historia, pero
enseña el curso de forma tal que usted lo rechaza. Este tipo de transferencia negativa puede
ocurrir cuando los maestros adoptan métodos de enseñanza con los que les enseñaron y los
transfieren sin evaluación en el plano de la educación cristiana.
Ya nos hemos referido al hecho de que nuestros métodos hablan más alto que nuestras
palabras. Según mis métodos, usted puede aprender algo que no me propuse, lo cual es
bueno. Sin embargo, esos resultados no propuestos podrían también ser negativos. Cuando
hay discrepancia entre nuestros resultados no propuestos y los métodos que seleccionamos, el
resultado puede ser diferente de lo que nos propusimos.
3. Nulo
Este se refiere a lo que no nos propusimos enseñar. Puede incluir procesos intelectuales que
descuidamos o contenido o temas de áreas no incluidas en el currículo. Quizá decida no
enseñar algo acerca de cualquier otro punto de vista en teología aparte de mi propia tradición.
Estas decisiones impactan a nuestros estudiantes.
En nuestra asignación, el currículo explícito consiste en que escriba usted un plan de una
lección. El currículo secreto es que gane confianza en la enseñanza.
En cada aula tenemos un currículo explícito y otro secreto —propuesto o no. También está
presente un currículo nulo.
Si imprime todo el currículo y siempre imprime el pasaje bíblico de modo que los estudiantes
nunca recurran a la Biblia misma, nunca más la abrirán ni se familiarizarán con ella porque ya
tienen los pasajes a la mano. Puede ser conveniente, pero nunca van a aprender a usar la
Biblia. Con el uso de este método, les estamos enseñando algo que no nos hemos propuesto.
Estamos tratando de enseñar que estudien la Biblia y la conozcan, pero en realidad les
estamos enseñando que ni siquiera la necesitan —currículo secreto— y no les estamos
enseñando cómo usarla o encontrar versículos —currículo nulo. Este error se comete mucho
con niños y adolescentes. Cuando narra una historia bíblica a los niños, sosténgala de modo
que vean y comiencen a comprender la fuente de la historia. Piense en lo que están enseñando
por ese método. ¿Es lo que en realidad se propuso?
5. Los estudiantes necesitan interactuar unos con otros para aprendizaje efectivo.
Cuando hablamos del currículo en la iglesia local, nos referimos a conectar la vida con la
verdad bíblica. Lo mismo sucede en el caso de niños, jóvenes o adultos. Es mucho más que
simple conocimiento bíblico. Se debe enseñar conocimiento bíblico, pero sólo como un medio
para un fin.
¿Cuáles pasos podemos usar para que en una lección logremos este tipo
de conexión?
Estudiaremos cuatro diferentes planes o pasos. Al dar varios ejemplos, no quiero confundirlos.
Lo hacemos así porque ustedes deben escoger su propia manera de elaborar una lección.
1. Vida—Verdad—Verdad aplicada
En este modelo comenzamos con la vida. Luego exploramos fuentes de verdad que se
relacionan con esta situación.
Hacemos la pregunta: “¿Qué dice la Biblia sobre este tema?” Por ejemplo, la pureza sexual es
una de las necesidades de los adolescentes. Toda la cultura que les rodea e incluso muchos de
sus amigos practican la inmoralidad sexual. La tentación los acecha, pero deseamos que
practiquen la pureza sexual. Por ello decimos: “¿Qué dice la Biblia sobre todo esto?” Mucho.
Luego llevamos a los alumnos a examinar la Biblia sobre este tema. Por ejemplo, les decimos
que lean 1 Tesalonicenses 4. Después de estudiar este pasaje, llegamos al tercer paso de la
lección. ¿Cómo aplicamos esta verdad a nuestra vida? ¿Cómo ayudarnos mutuamente para
cumplir con este compromiso? En una clase de escuela dominical para adolescentes tocamos
este tema y, al final de la lección, dimos a los participantes un pedazo de tela blanca con un
pasaje de Hebreos inscrito en el que dice que hay que mantener puro el lecho matrimonial.
Específicamente escogimos ese material y el color para recordarles de una sábana blanca.
Todos los adolescentes colocaron aquel pedazo de tela blanca en su Biblia o en su bolso.
Algunos la colocaron en su tocador o cerca de un espejo de su recámara. De esta manera
tratamos de conectar la vida con la verdad bíblica.
2. Presente—Pasado—Presente/Futuro
Esta es simplemente otra forma de ver la misma cosa. ¿Qué nos está pasando en el presente?
¿Qué hay del pasado (la revelación de Dios, la tradición de la iglesia, nuestra propia
experiencia) que pueda ayudarnos a manejar esta situación en el presente? Aplicamos la
verdad al presente y la proyectamos a futuras situaciones que confrontaremos. Verá cómo se
hace la conexión.
3. Anzuelo/Libro/Ver/Tomar
El primer paso, anzuelo, es como el anzuelo de pesca. ¿Cómo captar la atención de los
alumnos? Tratamos de hablar acerca de algo en su vida que les interese o les preocupe.
Puedo iniciar un sermón hablando a los adolescentes acerca de héroes y sobre personas que
conocen. El siguiente paso es el Libro. ¿Qué dice la Biblia acerca de esta cosa en particular?
Es el estudio de las Escrituras sobre este tema o idea en particular. Muestre el ejemplo de
jóvenes de la Biblia que fueron ejemplares.
El tercer paso es Ver. Pesamos lo que hemos descrito sobre nuestra vida (Anzuelo) con lo que
dice la Biblia (Libro), y examinamos posibles aplicaciones de la verdad bíblica.
En mi sermón basado en un héroe, podría hablar sobre héroes míos que aún viven—incluso
adolescentes que marcan la diferencia en el mundo porque son cristianos. Así se inculca en su
mente la idea de adolescentes reales comunes que hacen cosas no muy comunes.
4. Vida—Verdad—Visión
Estos cuatro ejemplos tienen una dirección similar. Comenzamos con la vida, vemos la Palabra
de Dios y luego cambiamos nuestra vida. Y repetimos ese ciclo varias veces. Estamos
comenzando a desarrollar la forma en que podemos desarrollar más que el simple
conocimiento de la Palabra de Dios, una conexión entre la Palabra de Dios y nuestra vida. Al
comenzar a pensar en la forma en que usted enseña y la forma en que elabora sus lecciones,
¿tiene usted un plan? ¿Sabe cómo iniciar? ¿Tiene un plan sobre cómo comparar la Biblia y la
vida? ¿Tiene un plan de aplicación? Si puede grabarse bien en su mente este plan, logrará un
plan para elaborar currículo de manera que cada vez que se siente no tendrá que preguntarse
dónde comenzar. Necesitamos un plan con propósito, intencional, y a la vez que sea fácil para
que otros lo aprendan.
Actividad: Anzuelo
Nota para el maestro: En nuestro experimento de campo encontramos que les fue difícil a
los alumnos comprender el paso de vida inicial de la lección, o el “anzuelo”. Entendieron bien la
razón, pero no sabían cómo hacerlo. Cuando sus planes de lección tuvieron un primer paso de
vida inadecuado o “anzuelo”, su paso final (ver y tomar) también sufrió. Muestre lo que es el
anzuelo y lo que no es (vea abajo).
Explique cada uno de estos criterios y luego permita que los alumnos, en parejas, hagan la
actividad, determinando cuál es el anzuelo bueno o no.
El anzuelo provee información sobre la vida de sus estudiantes. El paso del Libro provee
principios bíblicos. El paso Ver, que puede ser tan sencillo como una pregunta, es como un
juego de básculas, que pesa o contrasta la verdad en nuestra vida con lo que se enseña en las
Escrituras y posibles aplicaciones. Si su paso de anzuelo fue sólo un truco de introducción sin
hacer pensar a los estudiantes sobre su vida y la descripción de la misma, no habrá nada que
pesar contra la Biblia y el resto de la lección será un fracaso. En seguida se explica lo que es el
anzuelo y lo que no es.
El anzuelo
Principios básicos
1. Este es un paso de la “vida”. Los estudiantes están describiendo su vida SOBRE EL TEMA
de la lección.
2. Los estudiantes deben estar ACTIVOS en pensamiento, descripción, etc.
4. “El interés conduce a la atención, pero la necesidad sentida conduce al esfuerzo” (Lois
LeBar).
6. Use lo que los estudiantes “enseñan” durante esta sección de la lección para dirigir el resto
de la lección.
Un anzuelo NO es
2. una mezcladora.
Ideas de anzuelo
Estudiaremos estas 11 ideas y ustedes darán sus reacciones o pensamientos sobre cada una.
Agreguemos unas dos o tres más ideas ahora que han estudiado la lista.
1. Cada estudiante selecciona de una lista un objeto que describe su vida respecto al tema de
la lección. Deberán compartir su respuesta con el grupo y dar sus razones. P. ej., una lección
sobre crecimiento en Cristo. Seleccione un animal de la siguiente lista: caracol, águila,
leopardo, pingüino, oso, etc. La persona podría decir: “Cuando se trata de crecer en Cristo, me
siento como un oso porque he estado invernando por un tiempo”. O “Cuando se trata de crecer
en Cristo, me siento como caracol porque mi adelanto va demasiado lento”.
3. Arte abstracto –haga una pintura o dibujo abstracto para mostrar cómo reacciona usted al
tema, entonces explíquelo al grupo
5. Un panel de discusión
6. Agrúpese en la respuesta –fije un anuncio en cada pared con una de las siguientes palabras:
“A veces, siempre, nunca, siempre”. Haga declaraciones y que la gente pase a “la pared” bajo
la respuesta que ha escogido. Comience con declaraciones no amenazantes y pase a las que
tocan el corazón mismo de la lección. Por ejemplo, en una lección sobre soledad. (1) Como o
bebo algo. (2) Falto a clases. (3) Obtengo las mejores calificaciones. (4) Era muy popular en la
escuela. (5) Se me dificulta hacer amigos. (6) Siento que tengo suficientes amigos. (7) Me
siento solo. (8) Creo que si fuera diferente, les caería bien a más personas. (9) Me siento
deprimido cuando me siento solo. (10) Me pregunto a quién le puedo confiar mis problemas.
(11) Me gusta estar solo.
7. Estudio de caso –dramatización (p. ej., una junta de la iglesia o un jurado, compuesto de
miembros de su clase, que debe decidir algo). Explore el criterio sobre el que basa su decisión.
9. Columna de consejo –Lea un problema que alguien ha enviado al columnista. Que cada
estudiante escriba el consejo que daría sobre el problema. Recójalos y léalos al grupo.
10. Entreviste a dos o tres alumnos sobre la forma en que manejarían la situación. Puede
enviar a los otros entrevistados al pasillo de modo que no oigan las respuestas el uno del otro.
11. Un paso hacia atrás –Que los estudiantes se pongan de pie al frente del salón. Deberán
guardar dos o tres metros de distancia detrás de ellos. Haga declaraciones como la del número
Repaso
A manera de repaso, consulte los objetivos de aprendizaje que incluimos al principio de esta
lección. ¿Puede usted ahora...
Hacia adelante
Asignación de tareas
¿Enseñó una lección de educación cristiana en esta semana o participó como alumno en una
experiencia de educación cristiana? ¿Cuál fue el punto central en la clase en la que participó
“activamente”? ¿Cómo se pudo haber mejorado esa experiencia?
Resumen final
Haga dos cañas de pescar imaginarias atando un anzuelo, o clip a alguna cuerda y una varita.
Pegue a la segunda un pescado de papel como si lo hubiera pescado. Sostenga la caña de
pescar de modo que la vean todos. Baje la caña de pescar hasta que no se vea detrás de su
escritorio y tome la otra con el pescado de papel, entonces levántela para que la vean todos.
El propósito de la caña de pescar es pescar. . . y sacar peces del agua. Cerciórese de que sus
anzuelos capten la atención de sus alumnos y sáquelos a las actividades de aprendizaje.