Cuestionario de Preguntas

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TEMA 1

Breve historia de los Derechos Humanos

El desarrollo de los derechos humanos comienza en los pensadores griegos y


romanos, pero fue Tomas de Aquino quien desarrolló la teoría del “derecho natural”.

Posteriormente, en los siglos XVII y XVIII, los filósofos de la Ilustración, como por
ejemplo, Jean Jacques Rosseau, John Locke y el barón de Montesquiu, desarrollaron
teorías sobre el derecho natural que proviniesen del uso de la razón y elaboraron,
basándose en derechos individuales de las personas. Durante la Revolución Francesa
se realizo la “Declaración de los Derechos del Hombre y del ciudadano”, la cual
aseguraba los derechos de libertad, igualdad y afirmaban el principio de soberanía
popular.

Durante el siglo XX, apareció la idea de que los derechos deberían ser consagrados
en artículos del derecho internacional. En este siglo poco a poco surgieron regímenes
totalitarios que vulneraban los derechos humanos. Fue cuando surgió la necesidad de
una protección internacional de los derechos humanos.

Por ello el 24 de octubre de 1945, representantes de 50 países se reunieron en San


Francisco, y redactaron la carta de Naciones Unidas, la cual dio origen a la ONU, con
el objetivo de “preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra, a
reafinar la fe en los derechos fundamentales del hombre, a promover el progreso
social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de a libertad”

Poco tiempo después, los delegados de cada Estado en la ONU, aprobaron el texto de
“Declaración Universal de Derechos Humanos”, el 10 de diciembre de 1948. Dicha
declaración hizo capaz la internacionalización de los derechos humanos, y tuvo en
cuenta que los derechos son esenciales para la dignidad del hombre, sin distinción de
raza, sexo, idioma o religión de las personas.

Posteriormente, la ONU aprobó diferentes documentos que de los derechos humanos,


la Declaración de los derechos del niño en 1959, la Declaración sobre la eliminación
de la discriminación contra la mujer en 1967, el Pacto internacional de derechos
civiles, políticos y el pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales
en 1966, entre otros.

Ahora bien, según la evolución histórica de los derechos humanos, éstos se pueden
clasificar así:

Derechos Humanos de la Primera Generación, el fin primordial de estos derechos


es la protección de los derechos civiles y públicos, entre los que se encuentran, los
derechos de seguridad, la integridad física y moral de la persona y los derechos
políticos, como los derechos a la ciudadanía y el de participación a la democracia.
Estos derechos se consagraron inicialmente en la “Declaración universal de los
derechos del hombre y del ciudadano”.
Derechos Humanos de la Segunda Generación, en esta generación se reclamaron
los derechos económicos, sociales y culturales, concretamente, el derecho a la
propiedad, el acceso a los bienes materiales, los derechos familiares, la salud, la
educación, la cultura y los derechos laborales. Estos derechos se consagraron en la
“Declaración americana de los derechos y deberes del hombre”, y en la “Declaración
universal de los derechos humanos”.
Derechos Humanos de la Tercera Generación, los derechos de esta etapa, se
denominan derechos colectivos de la humanidad o derechos de las nuevas
generaciones que se refieren a ámbitos como el consumo, el medio ambiente, el
patrimonio de la humanidad, entre otros.

En el año 539 a. C., los ejércitos de Ciro el Grande, el primer rey de la Persia antigua,
conquistaron la ciudad de Babilonia. Pero sus siguientes acciones fueron las que
marcaron un avance significante para el Hombre. Liberó a los esclavos, declaró que
todas las personas tenían el derecho a escoger su propia religión y estableció la
igualdad racial. Éstos y otros decretos fueron grabados en un cilindro de barro cocido
en lenguaje acadio con escritura cuneiforme.
Conocido hoy como el Cilindro de Ciro, este documento antiguo ha sido reconocido en
la actualidad como el primer documento de los derechos humanos en el mundo. Está
traducido en los seis idiomas oficiales de las Naciones Unidas y sus disposiciones son
análogas a los primeros cuatro artículos de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos.

La Difusión de los Derechos Humanos

Desde Babilonia, la idea de los derechos humanos se difundió rápidamente por la


India, Grecia y por último a Roma. Ahí nació el concepto de “ley natural”, en la
observación del hecho de que las personas tendían a seguir, en el transcurso de la
vida, ciertas leyes que no estaban escritas, y la ley romana se basaba en ideas
racionales derivadas de la naturaleza de las cosas.

Los documentos que afirman los derechos individuales, como la Carta Magna (1215),
la Petición del Derecho (1628), la Constitución de Estados Unidos (1787), la
Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y de los Ciudadanos (1789), y la
Carta de Derechos de Estados Unidos (1791) son los precursores escritos de muchos
de los documentos de los derechos humanos de la actualida

La Carta Magna 

(La Carta Magna, o "Gran Carta", firmada por el Rey de Inglaterra en 1215, fue un
punto de inflexión en los derechos humanos.)

Podría decirse que la Carta Magna o la “Gran Carta”, fue la influencia primitiva más
significativa en el extenso proceso histórico que condujo a la ley constitucional actual
en el mundo de habla inglesa.
En 1215, después de que el rey Juan de Inglaterra violara un número de leyes y
tradiciones antiguas con que se había gobernado Inglaterra, sus súbditos lo forzaron a
firmar la Carta Magna, la cual enumera lo que después vino a ser considerado como
los derechos humanos. Entre ellos estaba el derecho de la iglesia a estar libre de la
intervención del gobierno, los derechos de todos los ciudadanos libres a poseer y
heredar propiedades y que se les protegiera de impuestos excesivos. Estableció el
derecho de las viudas que poseían propiedades para decidir no volver a casarse, y
establece principios de garantías legales e igualdad ante la ley. También contenía
disposiciones que prohibían el soborno y la mala conducta de los funcionarios.

Considerada ampliamente como uno de los documentos legales más importantes en el


desarrollo de la democracia moderna, la Carta Magna fue un punto de cambio crucial
en la lucha para establecer la libertad.
La Petición del Derecho (1628) 

(En 1628 el Parlamento Inglés envió esta declaración de libertades civiles al


Rey Carlos I.)

El siguiente hito reconocido en el desarrollo de los derechos humanos fue la Petición


del Derecho, elaborada en 1628 por el Parlamento Inglés y enviada a Carlos I como
una declaración de libertades civiles. El rechazo del Parlamento para financiar la
impopular política externa del rey, causó que su gobierno exigiera prestamos forzosos
y que tuvieran que acuartelar las tropas en las casas de los súbditos como una medida
económica. El arresto y encarcelamiento arbitrarios por oponerse a estas políticas,
produjo en el Parlamento una hostilidad violenta hacia Carlos y George Villiers, el
primer duque de Buckingham. La Petición del Derecho, iniciada por Sir Edward Coke,
se basó en estatutos y documentos oficiales anteriores y hace valer cuatro principios:
(1) No se podrá recaudar ningún impuesto sin el consentimiento del Parlamento, (2)
No se puede encarcelar a ningún súbdito sin una causa probada (reafirmación del
derecho de habeas corpus, del latín, "que tengas el cuerpo”, derecho que determinaba
un plazo límite para resolver si se arresta a un detenido), (3) A ningún soldado se le
puede acuartelar con los ciudadanos, y (4) No puede usarse la ley marcial en tiempos
de paz.

La Declaración de Independencia de Estados Unidos (1776)

(En 1776, Thomas Jefferson, escribió la Declaración de Independencia Americana.)

El 4 de julio de 1776, el Congreso de Estados Unidos aprobó la Declaración de


Independencia. Su autor principal, Thomas Jefferson, escribió la Declaración como
una explicación formal de por qué el Congreso había votado el 2 de julio para declarar
la Independencia respecto a Gran Bretaña, más de un año después del estallido de la
Guerra de la Revolución de Estados Unidos, y cómo la declaración anunciaba que las
trece Colonias Americanas ya no eran parte del Imperio Británico. El Congreso publicó
la Declaración de Independencia de varias formas. Inicialmente se publicó como un
impreso en gran formato que fue distribuido ampliamente y leído al público.

Filosóficamente, la declaración hace énfasis en dos temas: derechos individuales y el


derecho de revolución. Estas ideas llegaron a ser ampliamente aceptadas por los
estadounidenses y también influenció en particular a la Revolución Francesa.

La Constitución de Estados Unidos de América (1787) y la Carta


de Derechos (1791)
(La Carta de Derechos de la Constitución de EE.UU. protege las libertades básicas de
los ciudadanos de Estados Unidos).

Escrita en el verano de 1787 en Filadelfia, la Constitución de Estados Unidos de


América es la ley fundamental del sistema federal estadounidense y es el documento
histórico del mundo occidental. Es la constitución nacional escrita más antigua en uso
y define los organismos principales del gobierno y sus jurisdicciones, y los derechos
básicos de los ciudadanos.

Las primeras diez enmiendas a la Constitución (la Carta de Derechos), entraron en


vigor el 15 de diciembre de 1791, limitando los poderes del gobierno federal de
Estados Unidos y protegiendo los derechos de todos los ciudadanos, residentes y
visitantes en territorio estadounidense.

La Carta de Derechos protege la libertad de expresión, la libertad religiosa, el derecho


de tener y portar armas, el derecho de reunirse y la libertad de petición. También
prohíbe la búsqueda e incautación irrazonable, el castigo cruel e inusual y la
autoincriminación obligada. Entre las protecciones legales que brinda, la Declaración
de Derechos le prohíbe al Congreso pasar ninguna ley respecto al establecimiento de
religión y le prohíbe al gobierno federal privar a cualquier persona de la vida, libertad o
propiedad sin el debido proceso legal. En casos criminales federales se requiere de
una acusación por un gran jurado, por cualquier delito capital, o crimen reprobable,
garantiza un juicio público rápido con un jurado imparcial en el distrito en el cual
ocurrió el crimen y prohíbe el doble enjuiciamiento.

La Declaración de los Derechos del Hombre y de los Ciudadanos en 1789

En 1789, el pueblo de Francia causó la abolición de una monarquía absoluta y creó la


plataforma para el establecimiento de la primera República Francesa. Sólo seis
semanas después del ataque súbito a la Bastilla, y apenas tres semanas después de
la abolición del feudalismo, la Asamblea Nacional Constituyente adoptó la Declaración
de los Derechos del Hombre y de los Ciudadanos (en francés: La Déclaration des
Droits de l’Homme et du Citoyen) como el primer paso para escribir la constitución de
la Republica de Francia.

La Declaración proclama que a todos los ciudadanos se les deben garantizar los
derechos de “libertad de propiedad, seguridad y resistencia a la opresión”. Argumenta
que la necesidad de la ley se deriva del hecho de que “…el ejercicio de los derechos
naturales de cada hombre, tiene sólo aquellos límites que aseguran a los demás
miembros de la misma sociedad el goce de estos mismos derechos”. Por lo tanto, la
Declaración ve a la ley como “una expresión de la voluntad general”, destinada a
promocionar esta equidad de derechos y prohibir “sólo acciones dañinas para la
sociedad”.

La Primera Convención de Ginebra (1864)

(El documento original de la primera Convención de Ginebra en 1864 promovió el


cuidado de los heridos de guerra).

En 1864, dieciséis países europeos y varios países de América asistieron a una


conferencia en Ginebra, por la invitación del Consejo Federal Suizo, y por la iniciativa
de la Comisión de Ginebra. La conferencia diplomática se llevó a cabo con el propósito
de adoptar un convenio para el tratamiento de soldados heridos en combate.
Los principios más importantes establecidos en la Convención y mantenidos por las
últimas Convenciones de Ginebra estipulan la obligación de proveer atención médica
sin discriminación a personal militar herido o enfermo y de respetar el transporte y el
equipo del personal médico con el signo distintivo de la cruz roja sobre fondo blanco.

Las Naciones Unidas (1945) 

(Cincuenta naciones se reunieron en San Francisco en 1945 y fundaron la


Organización de las Naciones Unidas para proteger y promocionar la paz).

La Segunda Guerra Mundial se había librado violentamente de 1939 a 1945, y al


aproximarse el fin, las ciudades de toda Europa y Asia yacían en ruinas humeantes.
Millones de personas murieron, millones más quedaron sin hogar o morían de hambre.
Las fuerzas rusas se acercaban, rodeando los restos de la resistencia alemana en la
bombardeada capital de Alemania, Berlín. En el Pacífico, los infantes de Marina de
Estados Unidos todavía estaban luchando con las fuerzas japonesas atrincheradas en
islas como Okinawa.
En abril de 1945, delegados de cincuenta naciones se reunieron en San Francisco,
llenos de optimismo y esperanza. La meta de la Conferencia de las Naciones Unidas
sobre Organización Internacional era crear un organismo internacional para promover
la paz y evitar guerras futuras. Los ideales de la organización se establecieron en el
preámbulo al Acta Constitutiva que propusieron: “Nosotros, la gente de las Naciones
Unidas, estamos decididos a proteger a las generaciones venideras del azote de la
guerra, la cual dos veces en nuestra vida ha producido un sufrimiento incalculable a la
humanidad”.

El Acta Constitutiva de la nueva organización de las Naciones Unidas entró en


vigencia el 24 de octubre de 1945, fecha que se celebra cada año como Día de las
Naciones Unidas.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) 

(La Declaración Universal de los Derechos Humanos ha inspirado a muchas otras


leyes sobre los derechos humanos y a tratados por todo el mundo).

Para 1948, la nueva Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas se


había apoderado de la atención del mundo. Bajo la presidencia dinámica de Eleanor
Roosevelt (viuda del presidente Franklin Roosevelt, defensora de los derechos
humanos por derecho propio y delegada de Estados Unidos ante la ONU), la Comisión
se dispuso a redactar el documento que se convirtió en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos. Roosevelt, a quien se atribuyó la inspiración del documento, se
refirió a la Declaración como la Carta Magna internacional para toda la humanidad.
Fue adoptada por las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948.
En su preámbulo y en el Artículo 1, la Declaración proclama, sin lugar a
equivocaciones, los derechos inherentes a todos los seres humanos: “La ignorancia y
el desprecio de los derechos humanos han resultado en actos de barbarie ultrajantes
para la conciencia de la humanidad, y la llegada de un mundo donde los seres
humanos gocen de libertad de expresión y creencia y sean libres del miedo y la
miseria se ha proclamado como la más alta aspiración de la gente común... Todos los
seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.

Los países miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a trabajar juntos


para promover los 30 Artículos de los derechos humanos que, por primera vez en la
historia, se habían reunido y sistematizado en un solo documento. En consecuencia,
muchos de estos derechos, en diferentes formas, en la actualidad son parte de las
leyes constitucionales de las naciones democráticas.

CONCEPTO

Perrogativas que conforme al derecho I internacional, tiene todo individuo frente a los
órganos del Poder Estado para preservar su DIGNIDAD como ser humano, y cuya
función es excluir la interferencia del Estado en aéreas especificas de la vida
individual, o asegurar la prestación de determinados servicios para satisfacer sus
necesidades básicas, y que reflejan las exigencias fundamentales que cada ser
humano puede formular a la sociedad de que forma parte

APROXIMACIONES CONCEPTUALES

Los derechos humanos son un conjunto de facultades e instituciones que, en cada


momento histórico, concretan las exigencias de la dignidad, la libertad y la igualdad
humanas, las cuales deben ser reconocidas positivamente por los ordenamientos
jurídicos a nivel nacional e internacional.
Los derechos humanos son una pieza clave en todo lo jurídico y juegan un papel
fundamental en la teoría y en la práctica. La forma de vida de los hombres depende en
gran medida de la presencia de los derechos humanos, ya que hablan de la
ordenación justa de la sociedad y expresan la ética pública de la colectividad. Por otra
parte, los derechos humanos son los valores básicos del ordenamiento jurídico, cuya
plasmación en normas positivas es requisito de la justicia de las leyes.
Concepto de los Derechos Humanos
Sobre la determinación de lo que se engloba bajo el concepto de "Derechos
Humanos", no existe uniformidad en la doctrina correspondiente a su estudio, no falta
quien aún hoy en día, defina los derechos humanos como aquellos que pertenecen al
hombre como tal. Según el Profesor Polo esta tautología ha sido justificada desde
Cicerón hasta Hegel con base en la supuesta evidencia de una naturaleza común a
todos los hombres.
En primer lugar, se presenta la problemática de conceptualizar lo que se ha de
entender por "Derechos Humanos" pues este término es utilizado, en numerosas
ocasiones, con imprecisión puesto que podría parecer sinónimo de otros conceptos
como derechos naturales, derechos innatos a la persona, derechos subjetivos
públicos, garantías individuales, principios generales del derecho o derechos
fundamentales. En general, cuando se pronuncia el nombre "derechos humanos", se
pretende designar a unos poderes o facultades que deben serle reconocidos a todos y
cada uno de los miembros de la especie humana por exigencia de su propia
humanidad.
Es indiscutible que los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres
humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen
nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los
mismos derechos humanos, sin discriminación alguna, se trata de derechos que caben
a todo ser humano por el hecho de serlo. Estos derechos son y están
interrelacionados, interdependientes e indivisibles. Los derechos humanos universales
están a menudo contemplados en la ley y garantizados por ella, esto es, por el
Derecho objetivo, a través de los tratados, el derecho internacional consuetudinario,
los principios generales y otras fuentes del derecho internacional. El derecho
internacional de los derechos humanos establece las obligaciones que tienen los
gobiernos de tomar medidas en determinadas situaciones, o de abstenerse de actuar
de determinada forma en otras, a fin de promover y proteger los derechos humanos y
las libertades fundamentales de los individuos o grupos. Los derechos humanos
incluyen tanto derechos como obligaciones. Los Estados asumen las obligaciones y
los deberes, en virtud del derecho internacional, de respetar, proteger y realizar los
derechos humanos. La obligación de respetarlos significa que los Estados deben
abstenerse de interferir en el disfrute de los derechos humanos, o de limitarlos. La
obligación de protegerlos exige que los Estados impidan los abusos de los derechos
humanos contra individuos y grupos. La obligación de realizarlos significa que los
Estados deben adoptar medidas positivas para facilitar el disfrute de los derechos
humanos básicos. En el plano individual, así como debemos hacer respetar nuestros
derechos humanos, también debemos respetar los derechos humanos de los demás.
Es importante diferenciar y no confundir los derechos humanos con los derechos
constitucionales o derechos fundamentales, término con el que, a menudo, se
confunden. Aunque generalmente los derechos humanos se suelen recoger dentro de
los derechos constitucionales, no siempre coinciden.
Son derechos fundamentales los derechos subjetivos reconocidos y protegidos por
la Constitución, entendida ésta como Ley Fundamental o norma suprema del
ordenamiento jurídico. La doctrina entiende que los derechos fundamentales serían,
simple y llanamente los derechos constitucionales, esto es los derechos reconocidos y
garantizados por una Constitución normativa, capaces, por ello, de vincular al
legislador, y estarían dotados por lo común de una tutela jurisdiccional reforzada,
actuando como garantías frente al legislador. La relación entre ambos conceptos,
DERECHOS HUMANOS - DERECHOS NATURALES - DERECHOS MORALES
La expresión "DERECHOS HUMANOS" es hoy un lugar común del discurso público,
no sólo en el ámbito del debate político, sino también en el terreno de las reuniones
científicas, las actividades culturales, los movimientos sociales o las acciones de
proselitismo religioso (DE CASTRO), teniendo en la actualidad un significado ambiguo
y variable según los intereses y preferencias de quien los invoca.
A los tres años de la creación de la Organización de las Naciones Unidas sus
miembros consideraron necesario un reconocimiento universal y específico de estos
derechos, de tal forma que en su Asamblea General, celebrada en París el 10 de
diciembre de 1948, se aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos, que
hoy es el texto fundamental en esta materia.
La proclamación de esta Declaración se hizo en los términos siguientes: Todos los
seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están
de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Los Derechos Humanos son reconocidos por primera vez sin distinción alguna de raza,
color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional
o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición en la Declaración.
Su carácter innovador no se limitó a su mera proclamación, sino que incluyó el
compromiso de promover el respeto universal a los Derechos Humanos y a la
efectividad de tales derechos confiriendo para este fin una serie de atribuciones a la
ONU y exigiendo a todos los Estados miembros que publicasen y divulgasen el texto
de la Declaración Universal de Derechos Humanos, de forma que ésta fuese
distribuida, leída y comentada en los centros de enseñanza, sin distinción fundada en
la condición política de los países o de los territorios. Los Derechos Humanos
quedaron definidos internacionalmente como un ideal común por el que todos los
pueblos y naciones deben esforzarse a fin de que tanto los individuos como las
instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la
enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren por
medidas progresivas de carácter nacional e internacional su reconocimiento y
aplicación universales y efectivos, tanto en los pueblos de los Estados miembros como
entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción .
La Declaración Universal de los Derechos Humanos es la pieza fundamental en la
historia de estos derechos que fue redactada por representantes de procedencias
legales y culturales de todo el mundo y proclamada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III) del 10 de diciembre de 1948, en París,
como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse.
Mediante esta Declaración, los Estados se comprometieron a asegurar que todos los
seres humanos, ricos y pobres, fuertes y débiles, hombres y mujeres, de todas las
razas y religiones, son tratados de manera igualitaria.
Pero antes de haber quedado clara la definición de "derechos humanos", ha sucedido
que con la generalización del uso del término "derechos humanos", éste se ha
convertido en un nombre realmente ambiguo y multívoco al que no es posible asignar
un significado uniforme y preciso. Parece que, en general, cuando se pronuncia el
nombre "derechos humanos" se pretende designar a aquel conjunto de facultades o
poderes que le corresponden a cada uno de los miembros de la especie humana en
razón de su propia humanidad.
Para De Castro, los actuales derechos humanos conservan la inspiración básica que
animó a la doctrina clásica de los derechos que tienen todos los hombres como
dotación originaria de su propia naturaleza. Son entendidos también , por tanto, como
facultades o poderes de actuación individual que poseen naturalmente todos los
ciudadanos por el solo hecho de ser hombres, como derechos subjetivos originarios
que constituyen un muro de contención frente a cualquier posible intromisión arbitraria
de los gobernantes. Lo que verdaderamente importa es salvaguardar el principio de
que la consistencia y vigor de los derechos fundamentales así como la protección que
les otorgan las declaraciones que los proclaman son previos y superiores a las mismas
de forma tal que puede entenderse que los derechos poseen también una juridicidad
originaria.
En la mayoría de los supuestos, cuando se pronuncia el nombre "derechos humanos"
se hace con la pretensión de resaltar que se está hablando de aquellos derechos cuyo
reconocimiento y protección no puede depender de la arbitraria decisión del
gobernante de turno y este ha de ser, para De Castro, el contenido significativo mínimo
que, con toda su inevitable vaguedad e imprecisión, hemos de asumir como
representativo de la comprensión que tiene la mayoría de los hombres que claman hoy
por su reconocimiento y respeto.
El término "DERECHOS NATURALES", típico de la primera fase de la historia de los
derechos humanos, intentaba proclamar el principio de que los individuos tienen unos
derechos que son inherentes a su propia naturaleza humana y que, por consiguiente,
preceden a la existencia misma de las organizaciones sociales.
El derecho natural es aquel derecho que nace y se funda en la naturaleza humana,
establecido, por tanto, por el orden natural, sin intervención humana, que dictan a los
hombres lo que es bueno y equitativo a través de su conciencia para  poder cumplir la
exigencia de un orden jurídico justo, no debiendo su origen a la voluntad normativa de
ninguna autoridad humana, como si ocurre con el derecho positivo. Podríamos definir
los derechos naturales como aquel conjunto de preceptos que se imponen al derecho
positivo y que éste tiene el deber de respetar por ser aquellos inherentes a la
naturaleza de la persona sin que hayan sido establecidos para
cada tiempo y comunidad social sino que han surgido de la naturaleza humano y por lo
tanto perviven en el tiempo, no dependientes de la voluntad del legislador que
representa la voluntad social en un momento y lugar determinados,
siendo impuestos los derechos naturales por su propia naturaleza.
El término "derechos naturales" está vinculado a la concepción iusnaturalista clásica
de los derechos humanos, de modo que, en la actualidad, su uso es notoriamente
restringido, salvo en determinados ámbitos bastante localizados [11]
Para DE CASTRO, la visión de los derechos humanos como derechos naturales
condiciona su caracterización en el sentido de que:
- Son derechos que, por ser inherentes a su propia naturaleza humana, corresponden
a todos los individuos con anterioridad a la existencia misma de las organizaciones
sociales de las que esos individuos son miembros, pues el hombre los tiene antes de
adquirir la condición de ciudadano por el hecho de ser hombre.
- Tienen en sí mismos fuerza y carácter jurídico propio en cuanto reflejo o proyección
de la Ley o Derecho Natural objetivo.
- Su existencia no está sujeta a las decisiones del poder político pues los ciudadanos
son sujetos de los mismos aun cuando ese poder político y soberano niegue su
existencia.
- Tienen una originaria preeminencia o supremacía jurídico-política sobre la voluntad y
el Derecho del soberano actuando como límite de su acción y como referencia de la
legitimidad del ejercicio de su poder.
Son derechos innatos y, por lo tanto, su proclamación es un mero acto de
reconocimiento de su existencia e importancia, nunca es una declaración constitutiva
de los derechos.
Con respecto a los DERECHOS MORALES, entendiendo éstos como la conciencia del
ser humano y el respeto a su ser, en la actualidad tienen aplicación en el campo
patrimonial del Derecho y principalmente en el de los derechos de autor al hacer
referencia a que es el único, primigenio y perpetuo titular por estar unido al autor de
una obra en forma inalienable, imprescriptible, irrenunciable e inembargable,
haciéndose extensivo a los herederos. Los derechos morales se refieren a la esfera
más vinculada a la personalidad del autor frente a los patrimoniales que se refieren a
sus intereses económicos. A través de los mismos se protege la identidad y reputación
del autor. A tenor de la vigente legislación española [13]los estos derechos son
irrenunciables e inalienables.
La más reciente expresión de "derechos morales" pretende configurar a los derechos
humanos como prerrogativas que corresponden a los individuos por exigencia de
ciertos valores morales, tales como la dignidad personal, y que, en consecuencia,
deben ser reconocidos por el Derecho (DE CASTRO).
La expresión "derechos morales" intenta destacar varios aspectos o matices de
gran interés para la teoría de los derechos humanos. En primer lugar, que la raíz o
fundamento de los derechos básicos de la persona está en el campo de
los valores morales. En segundo lugar, que al tener una validez que no depende de la
regulación jurídica, mantienen una evidente superioridad y precedencia lógica y
deontológica sobre esa regulación. En tercer lugar, que refuerzan la idea de que los
derechos básicos de las personas son pretensiones morales que llevan en si mismas
la exigencia de ser incorporadas a los ordenamientos jurídicos positivos.
DERECHOS HUMANOS - DERECHOS FUNDAMENTALES
La expresión "derechos fundamentales" ha sido utilizada con frecuencia como
sinónimo de "derechos naturales" y también de "derechos humanos". Se hace precisa
la conceptualización del término de modo que solo se utilice el nombre "derechos
fundamentales" cuando se quiere mencionar a aquellos derechos básicos de la
persona que han sido expresamente reconocidos en las leyes fundamentales del
Estado reservando el nombre de "derechos humanos" para designar a todos aquellos
derechos qe pueden ser afirmados como pertenecientes al sujeto en razón de su
pertenencia a la categoría de persona (DE CASTRO). Los derechos fundamentales
son considerados como aquellos derechos subjetivos reconocidos y garantizados por
una Constitución normativa, que gozan de un contenido indisponible para todos los
poderes públicos, incluido el legislador. Son fundamentales, por tanto, aquellos
derechos eventualmente ya reconocidos previamente por el ordenamiento jurídico, que
la comunidad política en el momento constituyente considera tan importantes como
para excluir la posibilidad de que las leyes ordinarias aprobadas por los poderes
constituidos, puedan menoscabar su contenido esencial.[16] Estos derechos
fundamentales ofrecen al particular la posibilidad de acudir a los tribunales para
proteger sus intereses, pero , además, a los derechos fundamentales se les suele
atribuir una tutela jurisdiccional reforzada que consiste en el amparo ordinario ante los
jueces y tribunales ordinarios y el amparo constitucional o extraordinario ante el
Tribunal Constitucional.
No existe un criterio universal para determinar qué derechos son esos que
necesariamente han de ser fundamentales para que nos encontremos ante una
verdadera Constitución: serán derechos fundamentales los que estén reconocidos con
ese carácter en el correspondiente ordenamiento constitucional positivo; y, por tanto,
cada ordenamiento determina el alcance y las garantías concretas de los derechos
que protege.
DERECHOS HUMANOS- DERECHOS SUBJETIVOS
Los derechos subjetivos se caracterizan por ser facultades que tienen las personas a
efecto de ejercer ciertas prerrogativas otorgadas por el poder público. En este sentido,
ser titular de un derecho subjetivo lleva implícito un poder de actuación a efectos de
ejercerlo. Generalmente, los órganos de gobierno de los países, recogen los
principales derechos que deben ser reconocidos a la sociedad, los cuales se
identifican en gran medida con los derechos humanos, por lo que éstos pueden ser
ejercitados a través de los mecanismos existentes para el disfrute de los derechos
subjetivos y reclamados ante las autoridades correspondientes.[18]
Los derechos subjetivos están vinculados al derecho positivo pues dependen de la
vigencia del mismo para su existencia, además del requisito de ser creados
formalmente mediante los órganos de gobierno que tienen la facultad para ello.
Para ser titular de un derecho subjetivo es necesario que se cumplan determinados
requisitos establecidos por el ordenamiento jurídico. Con todo, para ser poseedor de
derechos humanos basta con pertenecer a la especie humana, esto es, ser "humano"
Aquí es donde se observa (FERNANDO BARZOTO) el límite de la ciencia del derecho
que no trata con el ser humano como tal, sino que con un papel jurídico: el acreedor, el
propietario, el ciudadano, el asegurado..., no es Juan o María como persona humana
que es titular de derechos, sino Juan o María en su papel de propietario, acreedor....
[19]
Todo derecho subjetivo supone, por tanto, la existencia de un titular, es decir, de un
sujeto cuyos intereses son protegidos por el derecho y que está en condiciones de
ejercer las facultades que el derecho le reconoce
DERECHOS HUMANOS - DERECHOS SUBJETIVOS PÚBLICOS
Los derechos públicos subjetivos se presentan como ámbitos de libertad individual que
gozan de una regulación explicita en el ordenamiento jurídico y que disponen de
mecanismos para su defensa. El nombre de "derechos públicos subjetivos" manifiesta
(DE CASTRO) una vinculación muy estrecha con las circunstancias que enmarcaban
el reconocimiento y el disfrute de los derechos humanos en las postrimerías del siglo
XIX, bajo el dominio doctrinal absoluto del modelo del Estado liberal de Derecho:
posiciones o ámbitos de libre actuación jurídica que el ordenamiento estatal reconoce
a sus ciudadanos con objeto de garantizar la autonomía de su participación en el
campo de la vida social. En consecuencia, para De Castro, se trata de posiciones
subjetivas jurídicamente fuertes al estar amparadas por una regulación explícita del
ordenamiento estatal y por los correspondientes mecanismos jurisdiccionales de
defensa. Y ese es el sentido técnico que se pone habitualmente de manifiesto cuando
se intenta precisar la naturaleza jurídica de los derechos humanos diciendo que son
derechos públicos subjetivos
DERECHOS HUMANOS - LIBERTADES PÚBLICAS -
La expresión "libertades públicas" fue originariamente, incorporada al ámbito de los
derechos humanos por la doctrina francesa del derecho público a comienzos del siglo
XX y responde a la concepción de los derechos humanos como espacios de libertad
individual que el respectivo ordenamiento jurídico pone al abrigo de las intromisiones
de la organización estatal. Posteriormente extendió su presencia hasta el Derecho
constitucional francés de mediados de siglo, entrando también a formar parte de
alguna constitución de otros estados, como la española de 1978 que la incorporó en la
Sección 1ª del Capítulo Segundo de su Título I.
No existe uniformidad en cuanto al alcance designativo que le corresponde, pues para
unos autores es una expresión del todo equivalente a la de derechos del hombre y del
ciudadano, para otros es sólo una designación parcialmente concurrente con esos
derechos, de modo que es solamente aplicable a algunos de ellos.[20] Para DE
CASTRO, el significado de la expresión "libertades públicas" que ha tenido
históricamente y el que se le asigna de manera habitual en la actualidad le hacen
especialmente apto para designar a aquellos derechos qe institucionalizan la
existencia de espacios jurídicos en los que los sujetos privados disponen de plena
autonomía frente a la iniciativa de la acción estatal, reforzando , por consiguiente, la
explicación de que los derechos humanos desde la óptica del Estado liberal de
Derecho, como espacios de libertad individual que el propio ordenamiento jurídico
pone al abrigo de las posibles intromisiones de la organización estatal.
Resulta evidente que la conceptualización del término "derechos humanos" no
resuelve por si misma los muchos problemas teóricos que se plantean dentro de la
teoría general de los derechos humanos, sin embargo contribuye a la clarificación de
los mismos dado que ordena y clarifica su estudio y comprensión. Se ha demostrado
que el reconocimiento jurídico de los derechos humanos está resultando una labor
realmente complicada dada la diversidad de culturas en la sociedad actual. Una
primera identificación de los derechos humanos nos permitirá adentrarnos en el
interesante mundo de los derechos que son inherentes al ser humano y que han sido
denominados con la expresión "derechos humanos. La diferenciación conceptual del
término "derechos humanos" nos permitirá determinar la efectividad de los mismos y
su régimen de tutela en una sociedad sometida a un constante proceso de
transformación permitiendo tanto a los operadores del Derecho como a los ciudadanos
la asimilación de la magnitud de los mismos
DOCUMENTOS HISTORICOS

Estas declaraciones y constituciones son redactadas para evitar o acabar con la


concentración de poder, que lamentablemente da lugar a conductas abusivas y a
grandes represiones hacía los ciudadanos, perturbando el libre desarrollo de la
dignidad y personalidad de estos individuos.

BREVE ANÁLISIS DE LOS TEXTOS PROPUESTOS:

DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA DE ESTADOS UNIDOS (1776)

Es el primer documento histórico donde se reconocen los derechos humanos más


fundamentales, estableciendo que todos los hombres son creados de forma igualitaria,
que son dotados por su creador de ciertos derechos inalienables, siendo estos: “El
derecho a la vida, a la libertad y a la felicidad”.

Fue creada debido al sometimiento que sufrían las colonias estadounidenses a manos
de la tiranía del Rey de Gran-Bretaña y a la vulneración sufrida de los derechos
naturales de los individuos hasta ese momento. Se establecen las causas que
provocan la separación de estas colonias de la corona británica. Necesitando un
cambio de Gobierno que garantice la felicidad y seguridad de los ciudadanos.
Reclaman su libertad e independencia. El 4 de julio de 1776 finalmente se aprobó en el
Congreso de Estados Unidos ésta Declaración de Independencia. Ésta declaración
sirvió de base a la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789.

DECLARACIÓN DE DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO (1789) 

Ésta declaración marcó el fin del Antiguo Régimen y creó una nueva era, dando lugar
a las bases de la primera República Francesa. Su redacción es propiciada por la
ignorancia y desprecio que  reciben los derechos del hombre hasta ese momento. Por
ello, se reconoció y declaró los derechos naturales e imprescriptibles de los hombres,
garantizando a todos los ciudadanos los derechos de “libertad de propiedad, seguridad
y resistencia a la opresión”. Define los derechos personales y colectivos como
universales. Se reconoció la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y la justicia.
Aparece también el principio de la separación de poderes. La Asamblea Nacional
Constituyente estableció ésta Declaración como fundamento para redactar la
Constitución de la República de Francia de 1791. Tenemos que resaltar que ésta
declaración no se refiere a la condición de las mujeres. Hubo que esperar al año 1791
donde Olympe de Gouges, proclamó la Declaración de los Derechos de la Mujer y la
Ciudadana dando lugar a las mujeres en la historia de los derechos humanos.

DECLARACIÓN DE DERECHOS DE LA MUJER Y DE LA CIUDADANA (OLYMPE


DE GOUGES, 1791) 

Es el primer documento donde una mujer reclama la igualdad de derechos con los
hombres.

En pleno estallido de la Revolución Francesa, Olympe de Gouges publicó la


Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, reivindicando que la
Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano excluían a las mujeres. Por
ello, reclamó la igualdad de derechos y la equiparación jurídica y legal de las mujeres
respecto con los varones. Propugna valores como la justicia y la igualdad para las
mujeres que habían sido ignorados y olvidados para éstas. Reclamaba la participación
en la ley, el acceso a los poderes públicos y el voto para las mujeres, entre otras
cosas. Lamentablemente este documento no tuvo un valor oficial ya que fue
presentada a la Asamblea Nacional Francesa para ser refrendada y no se logró.
Aunque las revolucionarias francesas protestaron enviando cartas a la Asamblea,
estas también fueron ignoradas.

El nombre verdadero de la autora era Marie Gouze Gouges y es considerada como


una de las precursoras del feminismo. La escritora y heroica francesa marca un
momento de gran importancia en la lucha de la igualdad de la mujer. Se atreve a
proponer cambios radicales para su época, con una mirada crítica de la realidad social
y de la desigualdad existente. Fue guillotinada por sus enemigos finalmente. Y antes
de morir dijo lo siguiente: “Si las mujeres somos capaces para subir a la guillotina, ¿por
qué no podemos subir a las tribunas públicas?” (Olympia de Gouges al pie del
cadalso).

Esta mujer es relevante en la historia de las mujeres y de gran influencia para las
demás líderes feministas posteriores.

DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA DE HAITÍ (1804)

La historia que dio lugar a la Declaración de Independencia de Haití del año 1804,
comienza años antes. Desde finales del siglo XVII, la zona occidental de la Isla de
Santo Domingo (La Española) está en manos francesas. Después de un siglo, el
cultivo de caña de azúcar y de café convierte a Haití en una de las colonias más
prósperas del Caribe, debido a la gran demanda de los recién independizados Estados
Unidos. Para hacer frente a ésta gran demanda, los propietarios dependen de la mano
de obra esclava que era suministrada por los mercaderes de la metrópoli. Haití sufría
gran falta de autonomía política y económica, como también los mulatos recibían la
exclusión de los centros de decisión. Todos estos sucesos entre otros, van gestando
un conflicto social y racial que estallará tras la Revolución Francesa. A raíz de la
Revolución Francesa los esclavos también desean reivindicar sus derechos,
reivindicando la igualdad para ellos. Es lamentable que los franceses consideraban a
los esclavos como bienes muebles y patrimonio de los dueños. No eran considerados
como seres humanos dotados de derechos. Por ello, en 1791 estalla la rebelión.
Incendiaron las cabañas, aniquilaron a sus amos, no aceptaron las invasiones
españolas. Los antiguos esclavos, mediante una dura lucha formaron sus propias
direcciones y proyectos políticos y militares. Finalmente, expulsaron a los españoles e
ingleses, Francia acepto la abolición de la esclavitud. El líder de la rebelión fue
Toussaint L’ouverture, todo parecía que se encaminaba a la autonomía política de la
isla mediante un proceso amistoso con Francia. Pero Napoleón Bonaparte en 1801
envió a un poderoso ejército que pretendía restablecer el régimen esclavista. Los
franceses arrestaron a L’ouverture y lo deportaron a Francia, allí murió en la cárcel. Se
produjo entonces la última fase de la revolución, la más radical, donde la población se
unió para expulsar a los invasores y defender la libertad tan duramente conseguida y
ahora sí, proclamar la independencia de Francia.

En el año 1803, después de asaltos de guerrillas y epidemias de fiebre amarilla, el


ejército francés se vio obligado a rendirse ante el nuevo jefe rebelde, este era Jean-
Jacques Dessalines, y salir de la isla con ayuda de la flota británica. Se proclamó la
independencia, mediante la Declaración de Independencia de Haití, los vencedores
cambiaron el antiguo nombre colonial de Saint Domingue, y llamaron al nuevo Estado
con su actual denominación. El documento consta de 8 páginas escritas en francés y
certifica la independencia de este territorio, en la fecha del 1 de Enero de 1804.
Dessalines proclamó la independencia en un discurso y, posteriormente, mandó a
imprimir el texto. El texto ésta dirigido a la población y muestra los sentimientos y la
lucha que dio lugar al reconocimiento de la libertad de este territorio. La Revolución
Haitiana fue la única rebelión de esclavos que triunfa en toda la historia de la
humanidad, la única que logró formar un Estado nacional propio, y la primera en lograr
la independencia en lo que es hoy América Latina. Es la primera nación moderna que
es gobernada por negros.

CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1812

La Constitución de Cádiz, es la primera de la historia española. Aprobada el 19 de


Marzo de 1812. Es conocida también con el nombre de la Pepa. Es la respuesta a las
intenciones de invasión de Napoleón. Redactada en plena Guerra de la Independencia
y con gran influencia francesa.

El documento enlaza las Leyes tradicionales de la Monarquía española incorporando


al mismo tiempo, principios del liberalismo democrático, como la soberanía nacional y
la separación de poderes. No incorporó una tabla de derechos y libertades, aunque sí
que recogió algunos derechos dispersos a lo largo de su articulado, como son: la
libertad personal o el derecho de propiedad. El texto proclama a España como un
Estado confesional y no reconoció la libertad religiosa. El Parlamento quedaba en
manos de las clases acomodadas, puesto que para formar parte de él era necesario
una renta anual elevada. El documento tuvo una corta vigencia. Fernando VII la
derogó en 1814 tras su vuelta a España, instaurando una monarquía absoluta.
Posteriormente, tuvo vigencia durante el Trienio liberal. Fue muy importante, puesto
que tuvo gran influencia fuera de España, tanto en América, en las constituciones de
las viejas colonias españolas al independizarse, como en Europa.

DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS (1948, ONU) 

Las Naciones Unidas nacen después de la Segunda Guerra Mundial, el 24 de Octubre


de 1945. Su propósito es evitar futuros conflictos internacionales. La Comisión de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas, fue la que se encargó de la Declaración
Universal de Derechos Humanos bajo la presidencia de Eleanor Roosevelt y miembros
de 18 países. La Carta fue redactada por el canadiense John Peters Humphrey y
revisada después por el francés René Cassin. Está inspirada en el texto de la
Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789. Afirma valores como
la dignidad, que ha de ser libre de discriminación, desigualdad o distinciones de
cualquier índole, la dignidad humana es universal, igual e inalienable. Este documento
está formada por 30 derechos universales, es el fundamento de la libertad, de la
justicia y de la paz en todo el mundo. Promueve la dignidad de las personas y la
igualdad entre hombres y mujeres. El 10 de Diciembre de 1948 la Asamblea General
de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de Derechos
Humanos.

Es la base para que todos los pueblos y naciones, tanto los individuos como las
instituciones, se inspiren en ella, promoviéndola, mediante la enseñanza y la
educación, generando el respeto a estos derechos y libertades, reconociéndolos y
garantizándolos, mediante medidas progresivas de carácter nacional e internacional,
disponen de una aplicación universal y efectiva, tanto entre los pueblos de los Estados
Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.
Es el documento más traducido del mundo y sigue evolucionando reafirmando la fe en
los derechos fundamentales en la dignidad y el valor de la persona.

ARTÍCULOS 14-29 DE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA (1978) 

La Constitución española actual es el fruto de un proceso de transición política que


representó el cambio de un sistema autoritario a un sistema democrático de Estado.
Fue aprobada por las Cortes Generales el 31 de octubre de 1978, fue ratificada por el
pueblo español en referéndum de 6 de diciembre de 1978 y sancionada por el Rey
ante las Cortes el 27 de diciembre del mismo año. Las características más
significativas de nuestra Constitución son: es escrita, el texto tiene una extensión
considerable, la rigidez de los mecanismos de reforma con los que consta, el origen
popular reflejado en la aprobación por referéndum y el gran consenso político en la
tramitación.

La Constitución es la norma suprema fundamental de nuestro ordenamiento jurídico.


En ella se establecen los derechos y los deberes de los ciudadanos, aparece la
división de los poderes del Estado (legislativo, ejecutivo y judicial) y se concretan y
organizan las instituciones de estos poderes (Cortes, Gobierno, Tribunales). Establece
los principios de convivencia de la comunidad.

Nos centraremos en la parte dogmática de nuestra Constitución, es decir, en nuestros


derechos fundamentales, concretamente en los (arts 14-29) que están ubicados en la
Sección 1 “De los derechos fundamentales y de las libertades públicas”, del Capítulo 2
“Derechos y Libertades”, en el Título 1. ¿Qué son los derechos fundamentales? Son
los elementos necesarios e imprescindibles en los sistemas democráticos, actúan
como límite jurídico de los poderes públicos. El art. 14 hace referencia a la igualdad,
fundamento básico en una sociedad. los art. 14+ 15-29 son el núcleo de los derechos
fundamentales puesto que gozan de unas garantías especiales como son:

-garantías generales de los derechos constitucionales: Vinculación de los poderes


públicos, eficacia directa, indisponibilidad para el legislador, contenido esencial (art.
53.1 CE)

-garantías específicas:

 disponen de reforma agravada (art. 168 CE)


 regulación por ley orgánica (art. 53.1CE+ 81.1 CE)
 disponen de procedimiento preferente y sumario (art. 53.2 CE)
 además de recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional (art.53.2 CE)
Por todo esto, nos damos cuenta que los artículos de la Sección 1 gozan de un plus de
fundamentalidad, tienen mayor protección que los demás derechos de nuestra
Constitución.

RELACIONES, COINCIDENCIAS, DIVERGENCIAS Y CAMBIOS DE ESTILO ENTRE


LOS DISTINTOS TEXTOS COMENTADOS ANTERIORMENTE

Todas tienen en relación que defienden los intereses de los seres humanos, puesto
que las constituciones recogen derechos y libertades de estos y las declaraciones de
independencia desean una autonomía, libertad e igualdad para toda la ciudadanía de
sus territorios. Anteriormente y en algunos países, también actualmente, estos
intereses han sido ignorados, olvidados o incluso despreciados. Esto ha generado
siempre revoluciones, corrupciones y guerras entre distintos territorios, grupos, fuerzas
políticas, etc.

Todas las declaraciones tanto de independencia como de derechos o constituciones


son oficiales menos la Declaración de Mujeres y Ciudadanas de Olympe de Geuges.
Esto es debido a la sociedad machista que se vivía en esos tiempos, impidiendo el
avance de las mujeres, puesto que si éstas reivindicaban sus derechos eran
reprimidas o ejecutadas. Ya desde los tiempos de los griegos y romanos la mujer tenía
un lugar inferior al hombre.

En la Declaración de los Derechos del Hombre, son titulares de los derechos los
varones y, en la Declaración de Derechos de la Mujer, únicamente las mujeres.

Ya en la Declaración de Derechos Humanos se reconoce la igualdad entre mujeres y


hombres, exactamente entre todos los seres humanos, con independencia de la raza,
color, sexo, idioma, religión o ideología política que tengan. Ya que la igualdad es el
progreso, la evolución de las sociedades.

Respecto a las dos Constituciones españolas y sobre el índice de derechos que


contiene cada uno de los textos, los más amplios están recogidos en la Constitución
española de 1978. La Constitución Española de 1812 dispone de derechos dispersos
en el articulado, mientras que en la de 1978 aparece una declaración ordenada
aunque hay algunos derechos más también a lo largo del articulado. En ambas
constituciones, tanto en la de 1812, como en la de 1978 son titulares los ciudadanos
españoles, aunque con las escasas excepciones de los extranjeros en el caso de la
Constitución de 1978.

Tenemos que resaltar también que la Declaración de Independencia de Haití, tanto


como la Declaración de Independencia de Estados Unidos no disponen ni de
preámbulo, ni de artículos. El primero es un texto que declara la independencia, el fin
de la esclavitud y la libertad para los ciudadanos de ese territorio. El segundo declara
también la independencia de las colonias estadounidenses del Reino de Gran Bretaña
y así acabar con el abuso de poder. Reconociendo principios básicos como la libertad
e igualdad.

En algunos de los textos que hemos estudiado, hemos podido encontrar algunos
derechos políticos, estos son los relacionados con la participación política y aparecen
en la Constitución de 1978, como por ejemplo el artículo 23 y 29 CE. En la Declaración
Universal de Derechos Humanos, el artículo 21. Respecto a los derechos civiles,
aparece en la Constitución de 1812 el derecho de propiedad, en la Constitución de
1978, a lo largo del Título I, el de nacionalidad, el derecho a la intimidad, el derecho a
la libertad, etc. En la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano, en el
artículo 11, se reconoce el derecho a escribir e imprimir libremente, la libertad de
pensamiento en la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana (art. 11). El
artículo 6 de la DUDH reconoce la personalidad jurídica como derecho.

Podemos observar derechos sociales en la Constitución de 1812 como el derecho de


los españoles a la enseñanza primaria pública y obligatoria, aunque en la de 1978 se
enumeran más que en la anterior, como el derecho a una vivienda digna, derecho a la
educación, derecho a la sanidad, etc. En la DUDH  aparecen (del art. 22 al 27). La
base de los derechos sociales de ésta declaración, es el artículo 22, donde se
reconoce que, como miembro de la sociedad, toda persona tiene derecho a la
seguridad social y a la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales
“indispensables” a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.

Los derechos liberales los podemos encontrar en todos los textos, en cuanto que éstos
orientan el progreso de la sociedad, mayor libertad para la ciudadanía. Como en la
DUDH que recoge libertades, como la libertad personal, libertad de religión, propiedad,
de pensamiento y expresión. También en  nuestra actual Constitución, recoge también
la libertad de expresión, ideológica, libre desarrollo de la personalidad, etc.

Hay que decir que tanto en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en la


Constitución de 1978, que son declaraciones de derechos humanos modernas,
podemos distinguir derechos más desarrollados que en las anteriores declaraciones,
como son derechos relativos a la existencia de la persona y los relativos a su
protección y seguridad, a la vida política, social y jurídica de la misma, y los derechos
de contenido económico y social.

Referente a las garantías para los individuos, la Constitución de 1812 que fue
impulsora de algunas como la inviolabilidad del domicilio, la dignificación del trato de
los prisioneros y la abolición de la tortura, aunque éstas no están previstas literalmente
en el texto constitucional. En la Constitución de 1978 tenemos reflejadas las garantías
en el art. 53 como anteriormente hemos citado, disponemos tanto de genéricas como
de específicas, aunque las específicas no son para todos los derechos y también hay
algún derecho a lo largo de la constitución que establece sus propias garantías.

También en la Declaración Universal de Derechos Humanos se han recogido unas


garantías y seguridad para los seres humanos anteriormente imaginables. No sólo
pide a las naciones garantizar estos derechos, sino que también se lo pide a los
individuos y a las instituciones, que mediante el respeto, promuevan y garanticen los
derechos humanos, sentando así la base de unas obligaciones que no sólo se aplican
a los Estados, sino también a los agentes no estatales, incluidas las empresas
privadas. Estas garantías han sido recogidas por el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, como el artículo 5 de ambos Pactos que recoge la disposición final de la
Declaración Universal en la que se formulan las garantías que impiden cualquier
destrucción o restricción ilegítima de las libertades y derechos fundamentales. A lo
largo del tiempo, de cada texto, podemos comprobar como el poder en manos siempre
de unos pocos, va debilitándose, dando lugar a una delimitación de poder para los
ciudadanos. Se ha ido evolucionando de años anteriores a posteriores, en temas de
igualdad, como es el caso de las mujeres, se han ido equiparando al hombre respecto
a derechos en éstas constituciones, también en temas raciales, pese a que todavía se
den discriminaciones. Los seres humanos han ganado en libertad, aunque
lamentablemente todavía quede esclavitud encubierta. La Declaración Universal de
Derechos Humanos ha de velar por nosotros, pero también nosotros por ella.

 CONCLUSIONES
La evolución de la historia de los derechos humanos ha sido un gran avance aunque
no haya sido nada fácil. Se les ha otorgado reconocimiento, garantías y protección
antes imaginables. Debía ser así, puesto que todo individuo tiene estos derechos por
el simple hecho de su condición de ser humano. “Todo empezó mucho tiempo atrás,
antes no existían los derechos humanos, era cuestión de pertenecer al grupo con
poder o sino no disponías de ningún tipo de protección, pero entonces “Ciro el Grande”
quiso cambiar todo esto, anunciando la libertad de los esclavos y la libertad de religión.
Documentaron sus palabras en una tablilla de arcilla, es conocida como “el Cilindro de
Ciro” y así nacieron los derechos humanos. Esto sólo fue el inició de más de mil años
de lucha hasta llegar a los derechos humanos reconocidos hoy en día.” Aunque
debemos matizar, que estos derechos, en la teoría si se reconocen pero en la práctica
no se reconocen en todos los países. Ya que muchos derechos se vulneran
constantemente día a día, se vulnera la igualdad, la libertad, la vida, entre muchos
más. Es lamentable afirmar esto, cuando nuestros antecesores han luchado miles de
años para lograr el reconocimiento de esos derechos. No son simplemente palabras
en una página, son partes de nosotros, inherentes, imprescriptibles, fundamentales
para nuestra persona. Se ha de intentar acabar con la tortura, pobreza o
discriminación, hemos de avanzar, evolucionar y llegar a consolidar una sociedad
moderna donde se respete la raza, el sexo, la religión de cualquier persona. Vivir el día
a día, sin obstaculizar la vida de los demás, seguir una conducta fundamentada en
respeto y e igualdad. Somos nosotros los que hemos de evolucionar y no simplemente
los textos.

DOCUMENTOS AMERICANOS

La Declaración Universal de Derechos Humanos

La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un documento que marca un


hito en la historia de los derechos humanos. Elaborada por representantes de todas
las regiones del mundo con diferentes antecedentes jurídicos y culturales, la
Declaración fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en
París, el 10 de diciembre de 1948 en su Resolución 217 A (III), como un ideal común
para todos los pueblos y naciones. La Declaración establece, por primera vez, los
derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el mundo entero y ha
sido traducida en más de 500 idiomas. 

Preámbulo

Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el


reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de
todos los miembros de la familia humana;

Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han


originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se
ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un
mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la
libertad de palabra y de la libertad de creencias;

Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de
Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la
rebelión contra la tiranía y la opresión;

Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre


las naciones;

Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su
fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona
humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y se han declarado
resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un
concepto más amplio de la libertad;

Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en


cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y
efectivo a los derechos y libertades fundamentales del hombre, y

Considerando que una concepción común de estos derechos y libertades es de la


mayor importancia para el pleno cumplimiento de dicho compromiso;

LA ASAMBLEA GENERAL proclama la presente DECLARACIÓN UNIVERSAL DE


DERECHOS HUMANOS como ideal común por el que todos los pueblos y naciones
deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose
constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto
a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter
nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto
entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados
bajo su jurisdicción. 

Artículo 1
 
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados
como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los
otros.

Artículo 2
 
Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración,
sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de
cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición
política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una
persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo
administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de
soberanía.

Artículo 3
 
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Artículo 4.
 
Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de
esclavos están prohibidas en todas sus formas.
Artículo 5
 
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Artículo 6
 
Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su
personalidad jurídica.

Artículo 7
 
Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la
ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja
esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.

Artículo 8
 
Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la constitución o por la ley.

Artículo 9
 
Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.

Artículo 10
 
Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída
públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la
determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier
acusación contra ella en materia penal.

Artículo 11
 
1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que
se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no
fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá
pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito.

Artículo 12
 
Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio
o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene
derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.
Artículo 13
 
1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el
territorio de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar
a su país.

Artículo 14
 
1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de
él, en cualquier país.
2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada
por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones
Unidas.

Artículo 15
 
1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de
nacionalidad.

Artículo 16
 
1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción
alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y
disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en
caso de disolución del matrimonio.
2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse
el matrimonio.
3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la
protección de la sociedad y del Estado.

Artículo 17
 
1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.

Artículo 18
 
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión;
este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la
libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en
público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.
Artículo 19
 
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho
incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir
informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier
medio de expresión.

Artículo 20
 
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas.
2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.

Artículo 21
 
1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o
por medio de representantes libremente escogidos.
2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las
funciones públicas de su país.
3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se
expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente,
por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que
garantice la libertad del voto.

Artículo 22
 
Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a
obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta
de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos
económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de
su personalidad.

Artículo 23
 
1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a
condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el
desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo
igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y
satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la
dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros
medios de protección social.
4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de
sus intereses.
Artículo 24

Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación
razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.

Artículo 25.

1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a
su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda,
la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los
seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de
pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su
voluntad.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales.
Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual
protección social.

Artículo 26
1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al
menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción
elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser
generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de
los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el
fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales;
favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos
los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las
Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de
darse a sus hijos.

Artículo 27
 
1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la
comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los
beneficios que de él resulten.
2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales
que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de
que sea autora.
Artículo 28

Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el


que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente
efectivos.

Artículo 29
 
1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede
desarrollar libre y plenamente su personalidad.
2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona
estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de
asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y
de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar
general en una sociedad democrática.
3. Estos derechos y libertades no podrán, en ningún caso, ser ejercidos en oposición a
los propósitos y principios de las Naciones Unidas.

Artículo 30
 
Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho
alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar
actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y
libertades proclamados en esta Declaración.

Contenido de la Declaración Universal de Derechos Humanos

La Declaración Universal de Derechos Humanos  es el “estándar común a ser


alcanzado por todos los pueblos y naciones”.
La Declaración Universal de Derechos Humanos establece que “la maternidad y la
infancia tienen derechos a cuidados especiales y asistencia” y describe la familia como
“la unidad grupal natural y fundamental de la sociedad”.
Aunque los niños son rara vez mencionados en este texto, es de todas maneras un
documento significativo y su impacto en todos los seres humanos, incluyendo los
niños, es lo que hace a esta Declaración tan importante. De hecho, los derechos del
niño se basan en los derechos humanos.
La Declaración de los Derechos del Niño de 1959 remarcó esta naturaleza única de la
infancia y, por lo tanto, de la aplicación de los derechos concernientes específicamente
a la infancia.

DOCUMENTOS AMERICANOS

DOCUMENTOS BÁSICOS EN MATERIA DE


DERECHOS HUMANOS EN EL SISTEMA INTERAMERICANO
 
INTRODUCCIÓN
 
En esta compilación se recogen los principales instrumentos del sistema
interamericano de protección de los derechos humanos.  Su objetivo es servir de guía
para usuarios y usuarias del sistema.  Aquí se encuentran las distintas declaraciones,
convenciones y protocolos de las cuales se derivan los mandatos y funciones de los
órganos del sistema -la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la
CIDH”, “la Comisión” o “la Comisión Interamericana”) y la Corte Interamericana de
Derechos Humanos (en adelante “la CorteIDH”, “la Corte” o “la Corte Interamericana”)-
así como las obligaciones de los Estados Miembros de la Organización de los Estados
Americanos (en adelante “la OEA” o “la Organización”) en materia de derechos humanos.
 
Los Documentos Básicos incluyen la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre (en adelante “la Declaración Americana”) y la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (en adelante “la Convención Americana”).
Seguidamente se incluye la convención interamericana en materia de tortura, los
protocolos adicionales a la Convención Americana en materia de derechos económicos,
sociales y culturales y pena de muerte, y las convenciones sobre la violencia contra la
mujer, la desaparición forzada de personas, y la discriminación contra las personas con
discapacidad; así como una lista de los Estados de la OEA que son signatarios de dichos
tratados, y el estado actual de dichas ratificaciones. Asimismo, se incluyen la Carta de la
OEA y la Carta Democrática Interamericana; así como la Declaración de Principios sobre
Libertad de Expresión y los Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las
Personas Privadas de Libertad en las Américas. A continuación se incluyen los Estatutos
y Reglamentos de la Comisión y de la Corte Interamericanas. Finalmente, se anexa el
formulario para presentar peticiones individuales ante la Comisión. Esta edición de
los Documentos Básicos está actualizada al 30 de junio de 2010.
               
En esta sección introductoria a los documentos básicos se presenta información
relacionada con los antecedentes históricos y la evolución del sistema de protección y
promoción de los derechos humanos de la región; una breve explicación de los
principales instrumentos interamericanos en esta materia; y una reseña que describe la
creación y evolución de la Comisión y de la Corte, así como una explicación de la función
y composición de dichos órganos.
 
I.       LA OEA Y LA EVOLUCIÓN DEL SISTEMA INTERAMERICANO DE
DERECHOS HUMANOS
 
La OEA es una organización internacional creada por los Estados del continente
americana con el fin de lograr un orden de paz y justicia, fomentar su solidaridad y
defender su soberanía, su integridad territorial y su independencia (Artículo 1 de la Carta
de la OEA.
Desde su creación, los Estados americanos han adoptado una serie de
instrumentos internacionales que se han convertido en la base normativa de un sistema
regional de promoción y protección de los derechos humanos, al reconocer estos
derechos, establecer obligaciones tendientes a su promoción y protección, y crear
órganos destinados a velar por su observancia.
 
Este sistema se inició formalmente con la aprobación de la Declaración Americana
de los Derechos y Deberes del Hombre en la Novena Conferencia Internacional
Americana celebrada en Bogotá en 1948, en el marco de la cual también se adoptó la
propia Carta de la OEA (en adelante “la Carta”) que proclama los "derechos
fundamentales de la persona humana" como uno de los principios en que se funda la
Organización
 
La Carta fue reformada en 1967 en la Tercera Conferencia Interamericana
Extraordinaria celebrada en Buenos Aires y en 1985 mediante el "Protocolo de
Cartagena de Indias", suscrito durante el decimocuarto período extraordinario de
sesiones de la Asamblea General de la Organización.  El Protocolo de Washington
(1992) introdujo modificaciones adicionales que disponen que uno de los propósitos
fundamentales de la OEA es promover, mediante la acción cooperativa, el desarrollo
económico, social y cultural de los Estados Miembros y ayudar a erradicar la pobreza
extrema en el Hemisferio. 

               
El pleno respeto a los derechos humanos aparece en diversas secciones de la
Carta, reafirmando la importancia que los Estados miembros le otorgan.  De conformidad
con ese instrumento, "el sentido genuino de la solidaridad americana y de la buena
vecindad no puede ser otro que el de consolidar en este Continente, dentro del marco de
las instituciones democráticas, un régimen de libertad individual y de justicia social,
fundado en el respeto de los derechos esenciales del hombre". La Carta establece a la
CIDH como un órgano principal de la OEA, que tiene como función promover la
observancia y la defensa de los derechos humanos y servir como órgano consultivo de la
OEA en dicha materia.
 
II.      LOS INSTRUMENTOS REGIONALES DE PROTECCIÓN Y PROMOCIÓN
DE DERECHOS HUMANOS
               
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre
Adopción: 2 de mayo de 1948
               
La Declaración Americana es el primer instrumento internacional de derechos
humanos de carácter general. Aproximadamente ocho meses después de su adopción,
la Organización de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de Derechos
Humanos. La Declaración Americana establece que "los derechos esenciales del hombre
no nacen del hecho de ser nacional de determinado Estado sino que tienen como
fundamento los atributos de la persona humana".  Por lo tanto, los Estados americanos
reconocen que cuando el Estado legisla en esta materia, no crea o concede derechos
sino que reconoce derechos que existen independientemente de la formación del Estado.
Tanto la Comisión como la Corte han establecido que a pesar de haber sido adoptada
como una declaración y no como un tratado, en la actualidad la Declaración Americana
constituye una fuente de obligaciones internacionales para los Estados miembros de la
OEA
 
La Convención Americana sobre Derechos Humanos (“Pacto de San José
de Costa Rica”)
Adopción: 22 de noviembre de 1969. Entrada en vigor: 18 de julio de 1978
                 
Los antecedentes de la Convención Americana se remontan a la Conferencia
Interamericana celebrada en México en 1945, la cual encomendó al Comité Jurídico
Interamericano la preparación de un proyecto de Declaración.  Dicha idea fue retomada
en la Quinta Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores que se reunió
en Santiago de Chile en agosto de 1959 y decidió impulsar la preparación de una
convención de derechos humanos. El proyecto original de Convención fue elaborado por
el Consejo Interamericano de Jurisconsultos, fue sometido al Consejo de la OEA y sujeto
a comentarios por parte de los Estados y de la Comisión Interamericana.  En 1967 la
Comisión presentó un nuevo proyecto de Convención.  A fin de analizar los diferentes
proyectos, la OEA convocó a una Conferencia Especializada Interamericana sobre
Derechos Humanos, la cual se reunió en San José de Costa Rica del 7 al 22 de
noviembre de 1969.  La entrada en vigor de la Convención Americana en 1978 permitió
incrementar la efectividad de la Comisión, establecer una Corte Interamericana de
Derechos Humanos y modificar la naturaleza jurídica de los instrumentos en los que se
basa la estructura institucional.
 
En su primera parte, la Convención Americana establece los deberes de los
Estados y los derechos protegidos por dicho tratado. En su segunda parte, la Convención
Americana establece los medios de protección: la CIDH y la CorteIDH, a los que declara
órganos competentes "para conocer de los asuntos relacionados con el cumplimiento de
los compromisos contraídos por los Estados partes de la Convención". Al 30 de junio de
2010, 24 Estados Miembros de la OEA son parte de la Convención Americana
 
La Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura
Adopción: 9 de diciembre de 1985. Entrada en vigor: 28 de febrero de 1987
               
En 1985, dentro del marco de la Asamblea General donde se aprobaron
enmiendas a la Carta de la OEA mediante el Protocolo de Cartagena de Indias, los
Estados miembros adoptaron y abrieron a la firma la Convención Interamericana para
Prevenir y Sancionar la Tortura. Esta Convención incluye una detallada definición de la
tortura así como de la responsabilidad por la comisión de este delito.  Los Estados partes
no sólo se comprometen a castigar severamente a los perpetradores de la tortura sino
que además se obligan a adoptar medidas para prevenir y sancionar cualquier otro trato
cruel, inhumano o degradante dentro de sus respectivas jurisdicciones.  Conforme a los
términos de este tratado, las personas acusadas de cometer tortura no podrán evadir la
acción de la justicia mediante la fuga al territorio de otro Estado parte. 
 
El Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos
Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
(Protocolo de San Salvador)
Adopción: 17 de noviembre de 1988. Entrada en vigor: 16 de noviembre de
1999
 
El Artículo 77 de la Convención Americana permite la adopción de protocolos con
la finalidad de incluir progresivamente en el régimen de protección otros derechos y
libertades. El Protocolo de San Salvador constituye el instrumento adicional a la
Convención Americana en derechos económicos, sociales y culturales. El texto del
Protocolo de San Salvador se basa en un borrador preparado por la CIDH.
 
Al ratificar este Protocolo, los Estados partes "se comprometen a adoptar las
medidas necesarias... hasta el máximo de los recursos disponibles y tomando en cuenta
su grado de desarrollo, a fin de lograr progresivamente, y de conformidad con la
legislación interna, la plena efectividad de los derechos que se reconocen en el presente
Protocolo".    El Artículo 19 del Protocolo, establece los medios de protección, incluida la
posibilidad de presentar peticiones individuales por violaciones a los Artículos 8 en su
inciso a y 13 relativos al derecho a la libertad sindical y a la educación, respectivamente.
 
El Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a
la Abolición de la Pena de Muerte
Adopción: 8 de junio de 1990. Entrada en vigor: 28 de agosto de 1991
 
Los esfuerzos concertados para incluir la abolición absoluta de la pena capital en
la Convención Americana no tuvieron éxito en el contexto de la adopción de este
instrumento en 1969.  El Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos
Humanos relativo a la Abolición de la Pena de Muerte fue aprobado en el XX Período
Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la OEA.  Una vez ratificado por los
Estados partes en la Convención Americana, este Protocolo asegurará la abolición de la
pena de muerte a nivel hemisférico.
 
La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer (“Convención de Belém do Pará”)
Adopción: 9 de junio de 1994. Entrada en vigor: 5 de marzo de 1995
 
La Asamblea General de la OEA aprobó este tratado durante su XXIV Período
Ordinario de Sesiones celebrado en Belém do Pará, Brasil. Este instrumento define en
forma detallada las formas de violencia contra la mujer, incluyendo la violencia física,
sexual y psicológica basada en su género, ya sea que ocurra en el ámbito público o
privado, y establece que toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, además
de todos los derechos humanos consagrados por los instrumentos regionales e
internacionales. Asimismo, dispone que el derecho de toda mujer a una vida libre de
violencia incluye, entre otros, su derecho a una vida libre de discriminación. Los Estados
partes de este instrumento acuerdan condenar todas las formas de violencia contra la
mujer e investigar, enjuiciar y sancionar tales actos de violencia con la debida diligencia,
en razón de lo cual deberán adoptar tanto políticas como medidas específicas orientadas
a prevenirlos, sancionarlos y erradicarlos.
 
La Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas
Adopción: 9 de junio de 1994. Entrada en vigor: 28 de marzo de 1996
 
Durante su XXIV sesión ordinaria celebrada en Belém do Pará, Brasil, la
Asamblea General de la OEA aprobó esta convención. Este instrumento es el primero a
nivel internacional en referirse específicamente a esta forma compleja de violación a los
derechos humanos.  Los Estados partes se comprometen en este Tratado no sólo a
abstenerse de practicar, permitir o tolerar la desaparición forzada sino también a
sancionar a los autores, cómplices y encubridores de este delito, dentro de sus
respectivas jurisdicciones.  Los Estados se comprometen a adoptar las medidas
legislativas necesarias para tipificar la desaparición forzada como delito y a cooperar
entre sí para contribuir a prevenir, sancionar y erradicar este crimen.  Este Tratado
asimismo incluye al delito de desaparición forzada entre aquellos que justifican la
extradición, de modo de evitar que personas acusadas de este crimen evadan la acción
de la justicia huyendo al territorio de otro Estado parte. Además reconoce la facultad de
la Comisión de adoptar medidas cautelares en casos de desapariciones forzadas.
 
La Convención Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra las Personas con Discapacidad
Adopción: 7 de junio de 1999. Entrada en vigor: 14 de septiembre de 2001
 
                En su XXIX Período Ordinario de Sesiones celebrado en Ciudad de
Guatemala, la Asamblea General de la OEA adoptó este tratado. Este instrumento tiene
por objetivos la prevención y eliminación de todas las formas de discriminación contra las
personas con discapacidad, así como propiciar la plena integración de estas personas a
la sociedad.  El mecanismo de seguimiento de los compromisos adquiridos en dicha
Convención descansará sobre un Comité para la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra las Personas con Discapacidad, integrado por un/a representante
designado/a por cada Estado parte. 
 
La Carta Democrática Interamericana
Adopción: 11 de septiembre de 2001
 
Esta Carta, aprobada por Asamblea General Extraordinaria de la OEA, reafirma
que la promoción y protección de los derechos humanos es condición fundamental para
la existencia de una sociedad democrática, y que la democracia es indispensable para el
ejercicio efectivo de las libertades fundamentales y los derechos humanos, en su carácter
universal, indivisible e interdependiente. La Carta Democrática Interamericana establece
en su Artículo 8 que cualquier persona que considere violados sus derechos humanos
puede presentar denuncias o peticiones ante el sistema interamericano de promoción y
protección de los derechos humanos.
 
La Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión
Adoptada por la CIDH en su 108º Período Ordinario de Sesiones celebrado
del 2 al 20 de octubre de 2000
 
Luego de un amplio debate con diversas organizaciones de la sociedad civil, la
Comisión aprobó esta declaración propuesta por la Relatoría Especial de la CIDH para
la Libertad de Expresión, que había sido recientemente creada. Esta declaración
incluye principios vinculados con la protección al derecho a la libertad de expresión, a
la luz de la interpretación del Artículo 13 de la Convención Americana, y los estándares
internacionales e incluye los siguientes principios: el derecho de buscar, recibir y
difundir información y opiniones libremente; el derecho de toda persona a acceder a la
información sobre sí misma o sus bienes en forma expedita y no onerosa, ya sea que
se encuentre en registros públicos o privados; la estipulación de que la censura previa,
la interferencia o presión directa o indirecta que restrinja el derecho de libertad de
expresión deben estar prohibidas por ley; y aquellos principios vinculados a la
preservación de la pluralidad y diversidad de los medios de comunicación; entre otros.
 
Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas Privadas
de Libertad en las Américas
Adoptados por la CIDH en su 131º Período Ordinario de Sesiones celebrado
del 3 al 14 de marzo de 2008
 
Este documento establece una serie de principios relativos a las personas
sometidas a un régimen de “privación de libertad”. En dicho instrumento se indica que
privación de libertad es “cualquier forma de detención, encarcelamiento,
institucionalización, o custodia de una persona, por razones de asistencia humanitaria,
tratamiento, tutela, protección, o por delitos e infracciones a la ley, ordenada por o bajo el
control de facto de una autoridad judicial o administrativa o cualquier otra autoridad, ya
sea en una institución pública o privada, en la cual no pueda disponer de su libertad
ambulatoria”. En este sentido, la definición abarca no sólo a aquellas personas privadas
de libertad por delitos o incumplimiento a la ley, sino también a las personas que están
bajo la custodia y la responsabilidad de otras instituciones, donde se restrinja su libertad
ambulatoria. Entre los principios indicados en este instrumento, se encuentran aquellos
de carácter general (trato humano, igualdad y no-discriminación, debido proceso legal,
entre otros), aquellos relacionados con las condiciones de detención de las personas
privadas de libertad (salud, alimentación, agua potable, albergue, condiciones de higiene
y vestido, medidas contra el hacinamiento, contacto con el mundo exterior, trabajo y
educación, entre otros) y, por último, los principios relativos a los sistemas de privación
de libertad.
 
III.            LOS ÓRGANOS DEL SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS
HUMANOS
 
A.             La Comisión Interamericana de Derechos Humanos
 
1.             Antecedentes y evolución
 
La Quinta Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores celebrada
en Santiago de Chile en 1959 adoptó importantes resoluciones relativas al desarrollo y
fortalecimiento del sistema interamericano de derechos humanos.  La Declaración de
Santiago proclama que “la armonía entre las Repúblicas americanas sólo puede ser
efectiva en tanto el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales y
el ejercicio de la democracia representativa sean una realidad en el ámbito interno de
cada una de ellas" y declara que "los gobiernos de los Estados americanos deben
mantener un régimen de libertad individual y de justicia social fundado en el respeto de
los derechos fundamentales de la persona humana]
 
Una resolución emanada de esta Quinta Reunión de Consulta de Ministros de
Relaciones Exteriores fue aquella referida a Derechos Humanos, en la cual se declara
que dados los progresos alcanzados en materia de derechos humanos después de once
años de proclamada la Declaración Americana y los avances que paralelamente se
experimentaron en el seno de la Organización de las Naciones Unidas y del Consejo de
Europa "se halla preparado el ambiente en el Hemisferio para que se celebre una
convención". Asimismo, esta resolución toma en consideración que en diversos
instrumentos de la OEA se ha consagrado y repetido que la libertad, la justicia y la paz
tienen como base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e
inalienables de la persona humana. Esta resolución considera "indispensable que tales
derechos sean protegidos por un régimen jurídico a fin de que el hombre no se vea
compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión".  Con tal
propósito, en dicha resolución se encomienda al Consejo Interamericano de
Jurisconsultos la elaboración de un "proyecto de Convención sobre derechos humanos y
el proyecto o proyectos de convención sobre la creación de una Corte Interamericana de
Protección de los Derechos Humanos y de otros órganos adecuados para la tutela y
observancia de los mismos.
 
Es así como mediante dicha resolución, la Quinta Reunión de Consulta de
Ministros de Relaciones Exteriores celebrada en 1959 dispuso:
 
Crear una Comisión Interamericana de Derechos Humanos que se
compondrá de siete miembros, elegidos a título personal de ternas
presentadas por los gobiernos, por el Consejo de la Organización de los
Estados Americanos, encargada de promover el respeto de tales derechos,
la cual será organizada por el mismo Consejo y tendrá las atribuciones
específicas que éste le señale.
 
 El Consejo de la Organización aprobó el Estatuto de la Comisión el 25 de mayo
de 1960 y eligió a sus primeros miembros el 29 de junio de ese mismo año. En 1961 la
CIDH comenzó a realizar visitas a varios países para observar in situ la situación de
derechos humanos. En enero de 1962, durante la Octava Reunión de Consulta,
celebrada en Punta del Este, en Uruguay, los Ministros de Relaciones Exteriores
consideraron que "no obstante los nobles y perseverantes esfuerzos cumplidos por dicha
Comisión en el ejercicio de su mandato, la insuficiencia de sus facultades y atribuciones
consignadas en su Estatuto" había dificultado la misión que se le había encomendado.
Por este motivo, en dicha oportunidad los Ministros de Relaciones Exteriores
recomendaron al Consejo de la OEA la reforma del Estatuto de la CIDH con el objetivo
de ampliar y fortalecer sus atribuciones y facultades de manera que le permitiera llevar a
cabo eficazmente la tarea de promoción del respeto a los derechos humanos en el
Hemisferio].
 
La Comisión se rigió por su Estatuto original hasta que en noviembre de 1965 la
Segunda Conferencia Interamericana Extraordinaria celebrada en Río de Janeiro, Brasil,
resolvió modificarlo, finalmente ampliándose las funciones y facultades de la Comisión,
en los siguientes términos:
               
Resolución XXII
Ampliación de las Facultades de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos
La Segunda Conferencia Interamericana Extraordinaria,  
 
RESUELVE: 
(…)
 
3. Autorizar a la Comisión para que examine las comunicaciones que le
sean dirigidas y cualquier información disponible, para que se dirija al
gobierno de cualquiera de los estados americanos con el fin de obtener las
informaciones que considere pertinentes y para que les formule
recomendaciones, cuando lo considere apropiado, con el fin de hacer más
efectiva la observancia de los derechos humanos fundamentales.
 
4. Solicitar de la Comisión que rinda un informe anual a la Conferencia
Interamericana o a la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones
Exteriores que incluya una exposición sobre el progreso alcanzado en la
consecución de los objetivos señalados por la Declaración Americana.  Tal
informe deberá contener una relación sobre los campos en los cuales han
de tomarse medidas para dar mayor vigencia a los derechos humanos
conforme lo prescribe la citada Declaración, y formulara las observaciones
que la Comisión considere apropiadas respecto de las comunicaciones que
haya recibido y sobre cualquiera otra información que la Comisión tenga a
su alcance
 
La CIDH se constituyó en un órgano principal de la OEA con la primera reforma de
la Carta de la OEA, que se materializó con la adopción del Protocolo de Buenos Aires
suscrito en 1967. La Carta de la OEA indica que mientras entrara en vigor la Convención
Americana, se le asignaba a la CIDH la función de velar por la observancia de dichos
derechos (Artículo 145). La reforma de la Carta, que entró en vigor en 1970, establece en
su Artículo 106 que:
 
Habrá una Comisión Interamericana de Derechos Humanos que tendrá,
como función principal, la de promover la observancia y la defensa de los
derechos humanos y de servir como órgano consultivo de la Organización
en esta materia.
 
Una convención interamericana sobre derechos humanos determinará la
estructura, competencia y procedimiento de dicha Comisión, así como los
de los otros órganos encargados de esa materia.
 
El Estatuto que rige actualmente el funcionamiento de la Comisión fue aprobado
en el Noveno Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la OEA (La Paz,
Bolivia, 1979).  El Estatuto refleja las importantes innovaciones introducidas por la
Convención Americana con relación a la Comisión.  Así, es la Comisión Interamericana y
no las y los Comisionados/as, la que representa a todos los Estados miembros de la
OEA.  La jerarquía institucional de sus miembros/as corresponde actualmente a la
jerarquía a la que fue elevada la Comisión (Artículo 53 de la Carta).  Los/as siete
miembros/as que la integran son elegidos/as por la Asamblea General por un período de
cuatro años (Artículo 3) y no por el Consejo de la Organización, como se preveía en el
Estatuto anterior.  Cabe destacar que la función de llenar las vacantes que se
presentaren corresponde, de acuerdo al Artículo 11, al Consejo Permanente de la OEA. 
 
2.             Composición de la CIDH
 
La CIDH está integrada por siete personas elegidos/as a título personal por la
Asamblea General de la Organización y deben ser personas de alta autoridad moral y
reconocida versación en materia de derechos humanos.  La duración de su mandato es
de cuatro años, renovables por un único período adicional. La directiva de la Comisión
está compuesta por un cargo de Presidente/a, Primer/a Vicepresidente/a y Segundo/a
Vicepresidente/a, con un mandato de un año, pudiendo ser respectivamente
reelegidos/as una sola vez en cada período de cuatro años.
 
3.             Funciones de la CIDH
 
La CIDH tiene la función principal de promover la observancia y la defensa de los
derechos humanos en las Américas. El Estatuto de la CIDH establece en sus Artículos
18, 19 y 20 las funciones y las atribuciones de dicho organismo, distinguiendo claramente
sus atribuciones respecto de los Estados partes en la Convención Americana de aquellas
referidas a los Estados miembros de la Organización que no son partes en la Convención
Americana.  Respecto a estos últimos, la competencia de la Comisión se basa en las
disposiciones de la Carta de la OEA y la práctica de la CIDH.  Por su parte, la
competencia de la Comisión con relación a los Estados partes en la Convención
Americana emana de dicho instrumento.
 
En cumplimiento de su mandato, la Comisión:
 
a)       Recibe, analiza e investiga peticiones individuales en que se alegan
violaciones de derechos humanos, tanto respecto de Estados Miembros de
la OEA que han ratificado la Convención Americana, como de aquellos
Estados que aún no la han ratificadas
 
b)       Observa la situación general de los derechos humanos en los Estados
Miembros y publica informes especiales sobre la situación existente en
determinado Estado miembro, cuando lo considera apropiado.
 
c)       Realiza visitas in loco a los países para llevar a cabo análisis en
profundidad de la situación general y/o para investigar una situación
específica.  En general, estas visitas dan lugar a la preparación de un
informe sobre la situación de los derechos humanos que sea observada, el
cual es publicado y presentado ante el Consejo Permanente y la Asamblea
General de la OEA.
 
d)       Estimula la conciencia pública respecto de los derechos humanos en las
Américas.  A tales efectos, la Comisión lleva a cabo y publica informes
sobre temas específicos; tales como, las medidas que deben adoptarse
para garantizar un mayor acceso a la justicia; los efectos que tienen los
conflictos armados internos en ciertos grupos;  la situación de derechos
humanos de niños y niñas, de las mujeres, de las y los trabajadores/as
migrantes y sus familias, de las personas privadas de libertad, de las y los
defensores/as de derechos humanos, de los pueblos indígenas, de las
personas afrodescendientes y de las personas privadas de libertad; sobre
la libertad de expresión; la seguridad ciudadana y el terrorismo y su
relación con los derechos humanos; entre otros.
 
e)       Organiza y celebra visitas, conferencias, seminarios y reuniones con
representantes de gobiernos, instituciones académicas, entidades no
gubernamentales y otros, con el objetivo principal de divulgar información y
fomentar el conocimiento amplio de la labor del sistema interamericano de
derechos humanos.
 
f)        Recomienda a los Estados Miembros de la OEA la adopción de medidas
que contribuyan a la protección de los derechos humanos en los países del
Hemisferio.
 
g)       Solicita a los Estados Miembros que adopten “medidas cautelares”, de
conformidad con lo dispuesto en el Artículo 25 de su Reglamento, para
prevenir daños irreparables a los derechos humanos en casos graves y
urgentes.  Asimismo, de conformidad con lo dispuesto en el Artículo 63.2
de la Convención Americana, puede solicitar que la Corte Interamericana
disponga la adopción de “medidas provisionales” en casos de extrema
gravedad y urgencia para evitar daños irreparables a las personas, aunque
el caso aún no haya sido presentado ante la Corte.
 
h)       Presenta casos ante la Corte Interamericana y comparece ante la misma
durante la tramitación y consideración de los casos.
 
i)        Solicita opiniones consultivas a la Corte Interamericana, de conformidad
con lo dispuesto en el Artículo 64 de la Convención Americana.
 
j)        Recibe y examina comunicaciones en las que un Estado parte alegue que
otro Estado parte ha incurrido en violaciones de los derechos humanos
reconocidos en la Convención Americana, de conformidad con el Artículo
45 de dicho instrumento.  
 
                Para el cumplimiento de sus funciones, la CIDH cuenta con el apoyo legal y
administrativo de su Secretaría Ejecutiva. De conformidad con el Artículo 13 del
Reglamento de la CIDH, la Secretaría Ejecutiva prepara los proyectos de informes,
resoluciones, estudios y otros trabajos que le encomiende la Comisión o el/la
Presidente/a. Asimismo, la Secretaría Ejecutiva recibe y da trámite a la correspondencia
y las peticiones y comunicaciones dirigidas a la Comisión.
 
                4.             El Reglamento de la CIDH
 
            Tanto la Convención Americana como el Estatuto de la CIDH la facultan para
adoptar su propio Reglamento. La Comisión Interamericana aprobó el Reglamento
actualmente vigente durante el 137° Período Ordinario de Sesiones, celebrado del 28 de
octubre al 13 de noviembre de 2009; y entró en vigor el 31 de diciembre de 2009. El
Reglamento actual consta de 80 Artículos y está dividido en cuatro títulos.
 
El Título I del Reglamento hace referencia a la organización de la CIDH y consta
de cinco capítulos que contienen las normas sobre la naturaleza y composición de la
Comisión, sus miembros, la directiva, la Secretaría Ejecutiva y el funcionamiento de la
CIDH. El Título II consta de seis capítulos, los cuales establecen las disposiciones
generales aplicables al procedimiento ante la CIDH; a las peticiones referentes a los
Estados partes en la Convención Americana; a las peticiones referentes a los Estados
que no son partes en la Convención Americana; a las observaciones in loco conducidas
por la Comisión; al informe anual y a otros informes; y a la celebración de audiencias
sobre peticiones o casos y aquéllas de carácter general. El Título III del Reglamento se
refiere a las relaciones de la Comisión con la Corte.  El Capítulo I define lo referente a
delegados, asesores, testigos y expertos, y el Capítulo II regula el procedimiento a seguir
cuando la CIDH decide llevar un caso ante la Corte, de conformidad con el Artículo 61 de
la Convención Americana. Por último, el Título IV establece las disposiciones finales
referentes a la interpretación del Reglamento, su modificación y entrada en vigor.
               
                En relación con la aprobación de este último Reglamento, y los importantes
cambios que se introdujeron, la CIDH destacó que:
 
El objetivo central de estas reformas es avanzar en el fortalecimiento del
sistema interamericano a través del afianzamiento de la participación de las
víctimas, de las garantías al equilibrio procesal y de la publicidad y la
transparencia, así como de la adopción de ajustes necesarios tras la
reforma realizada en 2001, entre otros. Esta reforma aborda aspectos
relacionados con cuatro ejes esenciales del sistema de protección de los
derechos humanos: el mecanismo de medidas cautelares, el trámite de
peticiones y casos, el envío de casos a la jurisdicción de la Corte
Interamericana, y las audiencias sobre situación de los derechos humanos
en los Estados miembros
 
Esta reciente reforma reglamentaria está complementada con las modificaciones
introducidas al Reglamento de la Corte, cuyo texto actual entró en vigor el 1 de enero de
2010, y con la resolución del Consejo Permanente de la OEA que adopta el Reglamento
para el funcionamiento del Fondo de Asistencia Legal del Sistema Interamericano de
Derechos Humanos, con el objetivo de brindar apoyo financiero a las víctimas de
violaciones de derechos humanos en la región que ayude a sufragar los gastos
relacionados con la tramitación de peticiones y casos ante la Comisión y la Corte
Interamericanas.
 
                B.             La Corte Interamericana de Derechos Humanos
 
                1.             Antecedentes y evolución
 
                En la Novena Conferencia Internacional Americana (Bogotá, Colombia, 1948)
se adoptó la Resolución XXXI denominada "Corte Interamericana para Proteger los
Derechos del Hombre", en la que se consideró que la protección de esos derechos debía
“ser garantizada por un órgano jurídico, como quiera que no hay derecho propiamente
asegurado sin el amparo de un tribunal competente".  La Quinta Reunión de Consulta de
Ministros de Relaciones Exteriores (1959), que como se dijo creó la CIDH, en la parte
primera de la resolución sobre "Derechos Humanos", encomendó al Consejo
Interamericano de Jurisconsultos la elaboración de un proyecto sobre la creación de una
"Corte Interamericana de los Derechos Humanos" y otros órganos adecuados para la
tutela y observancia de tales derechos[14]. Finalmente, la Convención Americana sobre
Derechos Humanos creó la Corte Interamericana de Derechos Humanos en 1969; sin
embargo, el tribunal no pudo establecerse y organizarse hasta que entró en vigor dicho
tratado.
 
Los Estados partes en la Convención Americana eligieron a los primeros siete
jueces de la Corte durante el Séptimo Período Extraordinario de Sesiones de la
Asamblea General de la OEA, celebrado en mayo de 1979.  La Corte fue instalada
oficialmente en su sede en San José, Costa Rica, el 3 de septiembre de 1979, y su
Estatuto aprobado por la Asamblea General de la OEA celebrada en La Paz, Bolivia en
octubre de 1979, mediante Resolución No. 448. En el curso de su Tercer Período de
Sesiones, llevado a cabo del 30 de julio al 9 de agosto de 1980, la Corte completó los
trabajos sobre el Acuerdo Sede concertado con Costa Rica.  En dicho acuerdo, ratificado
por el Gobierno de Costa Rica, se estipulan las inmunidades y los privilegios de la Corte,
sus jueces/zas y su personal, así como de las personas que comparezcan ante ella.
 
                2.             Composición de la Corte
 
La Corte Interamericana está integrada por siete jueces/zas, elegidos/as a título
personal de entre juristas de la más alta autoridad moral, de reconocida competencia
en materia de derechos humanos, que reúnan las condiciones requeridas para el
ejercicio de las más elevadas funciones judiciales, conforme a la ley del Estado del
cual sean nacionales o del Estado que les postule como candidatos/as. Los/as
jueces/zas de la Corte son electos/as para un mandato de seis años y sólo pueden ser
reelectos/as una vez. La Corte elige a su Presidente/a y Vicepresidente/a, por un
período de dos años, quienes podrán ser reelectos/as.
 
                3.             Funciones de la Corte
 
De conformidad con el Artículo 1º del Estatuto de la Corte, ésta es una institución
judicial autónoma cuyo objetivo es la aplicación e interpretación de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos. Para el cumplimiento de dicho objetivo, la Corte
tiene dos funciones: una función jurisdiccional, la cual se rige por las disposiciones de los
Artículos 61, 62 y 63 de la Convención Americana y una función consultiva, la cual se
rige por las disposiciones establecidas en el Artículo 64 de la Convención Americana.  En
lo que a la función jurisdiccional se refiere, sólo la Comisión y los Estados partes en la
Convención Americana que hubieren reconocido la competencia de la Corte están
autorizados para someter a su decisión un caso relativo a la interpretación o aplicación
de la Convención Americana a condición de que se haya agotado el procedimiento que
debe tener lugar ante la Comisión y que se encuentra previsto en los Artículos 48 a 50 de
dicho instrumento.  Para que pueda presentarse ante la Corte un caso contra un Estado
parte, éste debe reconocer la competencia de dicho órgano.  La declaración de
reconocimiento de la competencia de la Corte puede ser hecha en forma incondicional
para todos los casos o bien, bajo condición de reciprocidad, por un tiempo determinado o
para un caso específico. Al 30 de junio de 2010, 21 Estados partes de la Convención
Americana han reconocido la competencia contenciosa de la Corte.
 
                En cuanto a la función consultiva de la Corte, la Convención Americana prevé
en su Artículo 64 que cualquier Estado miembro de la Organización puede consultar a la
Corte acerca de la interpretación de la Convención Americana o de otros tratados
concernientes a la protección de los derechos humanos en los Estados americanos. Este
derecho de consulta se hace extensivo, en lo que a cada uno les compete, a los órganos
enumerados en el Artículo 53 de la Carta de la OEA.  La Corte puede también, a solicitud
de cualquier Estado miembro de la Organización, emitir opinión acerca de la
compatibilidad entre cualquiera de sus leyes internas y los tratados concernientes a la
protección de los derechos humanos en los Estados americanos, de conformidad con el
Artículo 64 de la Convención Americana.
 
                4.             El Reglamento de la Corte
 
                La Corte Interamericana aprobó su primer Reglamento en julio de 1980.  Esta
norma se encontraba basada en el Reglamento entonces vigente para la Corte Europea
de Derechos Humanos, inspirado en el Reglamento de la Corte Internacional de Justicia
(CIJ).  Ante la necesidad de agilizar su procedimiento, la Corte aprobó un segundo
Reglamento en 1991, el cual entró en vigor el 1° de agosto de ese mismo año.  Cinco
años después, el 16 de septiembre de 1996, la Corte adoptó su tercer Reglamento, el
cual entró en vigor el 1° de enero de 1997.  La principal modificación se encuentra
plasmada en el entonces Artículo 23 el cual otorgó a las y los representantes de las
víctimas o de sus familiares la facultad de presentar, en forma autónoma, sus propios
argumentos y pruebas en la etapa de reparaciones del proceso.  Dicha reforma, que
entró en vigor el 1° de junio de 2001, introduce una serie de medidas destinadas a
otorgar a las presuntas víctimas, sus familiares o sus representantes debidamente
acreditados, la participación directa en todas las etapas del proceso iniciado mediante la
presentación de una demanda ante el Tribunal. Este Reglamento fue posteriormente
reformado por el Tribunal el 24 de noviembre de 2000 en su LXI Período Ordinario de
Sesiones, celebrado del 20 de noviembre al 4 de diciembre de 2003, y en su LXXXII
Período Ordinario de Sesiones, celebrado del 19 al 31 de enero de 2009.
 
La reforma más reciente al Reglamento de la Corte fue aprobada el LXXXV
Período Ordinario de Sesiones celebrado del 16 al 28 de noviembre de 2009, y entró en
vigor el 1 de enero de 2010. El principal aspecto de esta reforma del Reglamento de la
Corte son las modificaciones introducidas en relación con el papel de la Comisión y de
las y los representantes de las víctimas en el proceso ante la Corte. En sus disposiciones
transitorias, el Reglamento de la Corte establece que (1) los casos contenciosos que se
hubiesen sometido a la Corte antes del 1 de enero de 2010 se continuarán tramitando,
hasta que se emita sentencia, conforme al Reglamento anterior; (2) respecto de los
casos que se remitan a la Corte, y cuyo informe aprobado por la Comisión de
conformidad con el Artículo 50 de la Convención Americana hubiera sido adoptado antes
del 1 de enero de 2010, el sometimiento del caso ante la Corte, se rige de conformidad
con los Artículos 33 y 34 del Reglamento anterior.
 
EXPOSICIONES SABADO 06-10-2018

GRUPO 1 (LOS DERECHOS HUMANOS EN LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA,


NORMAS CONSTITUCIONALES VENEZOLANAS, LA LEY ORGANICA DE
AMAPARO SOBRE DERECHOS Y GARANTIAS CONSTITUCIONALES)

1.- JESUS LOPEZ

2.- CARLOS MARQUINO

3.- NICANOR BLONDELL

4.- DEISY GALANTON

GRUPO 2 (DERECHOS HUMANOS, Y PRINCIPIOS RECTORES DEL CODIGO


ORGANICO PROCESAL PENAL, EL ESTATUTO DE ROMA, DELITOS DE LESA
HUMANIDAD)

1.- MARIAM CARREÑO

2.- VICTORIA GUEVARA

3.- ANNOIRIS HERNANDEZ

4.- ANGELICA ACOSTA

5.- MIGDALIA CALVO

6.- JOSE MARTINEZ


EXPOSICIONES SABADO 13-10-2018

GRUPO 3 (CLASIFICACION DE LOS DELITOS DE LESA HUMANIDAD, PRINCIPIOS GENERALES


DEL DERECHO PENAL, Y LA CORTE PENAL INTERNACIONAL)

1.- WILLIAN RODRIGUEZ

2.- MIGUEL CABEZA

3.- DANIEL RAMIREZ

4.- ROXY RONDON

5.- JONAS EL JURDE

6.- MARIA GABRIELA MARVAL

GRUPO 4 (ANALISIS DE LAS DISPOCISIONES MAS RESALTANTES DE LA CORTE PENAL


INTERNACIONAL, ELEMENTOS DE LOS CRIMINES, REGLAS DEL PROCEDIMIENTO Y LA
PRUEBA)

1.- HECTOR GARCIA

2.- DUNNIA SALAZAR

3.- VICTOR VALESILLOS

4.- ROBINSON GUERRA

5.- RICHARD JIMENEZ

6.- MIRLET SALAZAR

GRUPO 5 (BREVE HISTORIA DE LOS DERECHOS HUMANOS, CONCEPTO, APROXIMACIONES


CONCEPTUALES, DOCUMENTOS HISTORICOS, DOCUMENTOS AMERICANOS, DOCUMENTOS
UNIVERSALES)

1.- HECTOR GARCIA

2.- DUNNIA SALAZAR

3.- VICTOR VALESILLOS

4.- ROBINSON GUERRA

5.- RICHARD JIMENEZ

6.- MIRLET SALAZAR


Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales:

El 22 de Enero de 1988, entró en vigencia la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos


y Garantías Constitucionales. Antes de analizar en profundidad este texto legal es bueno hacer
algunas consideraciones sobre un punto que nos parece interesante resaltar como lo es el
carácter de "Ley Orgánica", podemos decir en este orden de ideas, que las leyes orgánicas
desarrollan o están para desarrollar directamente a las normas Constitucionales, en una
escala vertical encontramos a las leyes orgánicas en el grado más alto, por debajo de la
Constitución. El constituyentista quiso crear una categoría especial de leyes, una especie de
"SUPRA LEY o "SUPER LEY que estuviera por encima de las otras leyes ordinarias y esto en
razón de que dichas leyes orgánicas desarrollan principios expresamente establecidos en la
Constitución Nacional. Haciendo una comparación quizás un poco impropia desde el punto de
vista técnico jurídico, pero que nos parece muy gráfica, podríamos decir, que una ley orgánica
es a la Constitución lo que un Reglamento de aplicación es a una ley.
Uno de los aspectos más importantes de la Ley que reglamenta el Amparo en nuestro país es
el criterio de que el Amparo no solo es una acción para proteger derechos Constitucionales,
sino que, el amparo es un derecho fundamental, tal como lo consagra la misma Constitución.
Nuestra Constitución, entonces, entiende y esto se refleja en la Ley, que el Amparo es una
garantía sustantiva y fundamental y no una mera acción de carácter adjetivo. Al decir del Dr.
Brewer Carías: "La Ley Orgánica de Amparo al regular y consagrar la acción de amparo, ha
reconocido expresamente que el ejercicio del derecho de amparo no se agota ni se contrae
exclusivamente a dicho medio procesal, sino que puede ejercerse también a través de otras
acciones o recursos establecidos en el ordenamiento jurídico. Quedó así definitivamente
resuelta la discusión doctrinal sobre si el amparo que consagre la Constitución es en si mismo
un derecho fundamental o si sólo es una garantía adjetiva de los derechos fundamentales. La
Ley opta por la primera posición, pues si bien regula la acción de amparo como un medio
adjetivo autónomo de protección de los derechos fundamentales, sin embargo establece
expresamente que el derecho de amparo de dichos derechos puede ejercerse, también,
mediante otras vías procesales consagradas en el ordenamiento jurídico.

CONCEPTO DE AMPARO

Podemos definir al Amparo Constitucional como una institución creada por el constituyente
para garantizar a todos los habitantes de la República el goce y ejercicio de sus derechos y
garantías contempladas en nuestra Constitución.
Otros conceptos de Amparo:
Según Ignacio Burgoa: "Es un medio de control de la Constitucionalidad, ejercitada por
Órganos jurisdiccionales en vía de acción que tiende a proteger al quejoso o apreciado en
particular”.
Según el Dr. Alirio Abreu Burelli: es "el medio efectivo de hacer respetar los derechos y
Garantías no solo mencionadas en la Constitución, sino todas las que son inherentes a la
persona humana entre todo acto arbitrario carente de legitimidad que sea cometido por los
particulares o entre todo abuso de autoridad o desviación de poder proveniente de algún
funcionario u organismo público".
Encontramos en el Diccionario de Derecho Usual de G. Cabanellas una definición de
Recursos de Amparo de esta manera: "Para defensa de las garantías individuales, cuando
hubiere sido ineficaz la reclamación ante otras autoridades. En esencia, constituye la
ampliación del recurso de habeas corpus a todos los derechos, no sólo el de la libertad
individual, entre los concedidos en los pueblos donde existe auténtico progreso jurídico, con
respecto de la personalidad y sociedad judicial".

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