Arbol de Las Tres Raices
Arbol de Las Tres Raices
Arbol de Las Tres Raices
Esta teoría fue desarrollada por un grupo de militares venezolanos que crearon en los años
ochenta un movimiento clandestino revolucionario y bolivariano, con el objetivo de liberar
al pueblo venezolano de la desigualdad, la pobreza y la dominación oligárquica.
Hugo Chávez, su principal líder, ha señalado que el carácter bolivariano del proceso
revolucionario es “una necesidad imperiosa para todos los venezolanos, para todos los
latinoamericanos y los caribeños fundamentalmente. Rebuscar atrás, en las llaves o en las
raíces de nuestra propia existencia, la fórmula para salir de este terrible laberinto en que
estamos todos… Así estamos los venezolanos hoy, tenemos que mirar el pasado para tratar
de desentrañar los misterios del futuro, de resolver las fórmulas para solucionar el gran
drama venezolano de hoy”.
El proyecto revolucionario que estos tres hombres gestaron, con el concurso del resto de
libertadores y el pueblo en armas, no ha logrado consolidarse hasta ahora. Por ello, sus
ideales, junto con los del resto de los Libertadores, tienen un encuentro pendiente con la
victoria. Hoy, los poderes creadores del pueblo y el compromiso del gobierno
revolucionario avanzan juntos hacia su definitiva concreción. A continuación, se analizan
los aspectos centrales del pensamiento de estos tres venezolanos inmortales, que hoy toma
vida de la mano de la Revolución Bolivariana del Siglo XXI.
Pensamiento Robinsoniano.
Simón Rodríguez el Sócrates de Caracas con sus ideales y propuestas sobre sistemas de
gobierno, política y educación nos enseña el valor de interesarnos por nuestro pueblo y
sobre todo en la educación que es campo que nos compete. Como educadores cada día se
pretende alcanzar la excelencia, aprender de los errores y reformar lo establecido en las
leyes.
Simón Rodríguez intentaba en esa época colonial mejorar la estructura política, que el
hombre se incorporara a la sociedad logrando ser competente, educado con valores bien
fundados para impulsar al cambio de un país y convertirlo en una República libre e
independiente, una educación popular libre de prejuicios y centrada en nuestras propias
necesidades, sin copiar los sistemas de gobierno del Norte ni Europa, solo buscando nuestro
bienestar e intereses ya que nuestra cultura y costumbre son distintas a otros países.
Rodríguez por ser un excelente maestro conocía a fondo como dirigir correctamente una
escuela y nadie mejor que él podía presentar un discurso sobre la educación, era de esperar
que su propuesta recibiera todo el apoyo de sus colegas.
Tenemos mucho que aprender de Simón Rodríguez para el diseño de políticas y prácticas
revolucionarias en educación. Para lograr este aprendizaje se requiere de una lectura radical
de sus escritos, es por eso que debemos ahondar en las ideas y pensamientos de nuestro
maestro Simón Rodríguez, el ejemplo a seguir de todo Unerserrista.
Seremos sus discípulos si seguimos de continuo sus pasos y apoyamos sus propuesta para
crear una educación optima y fuerte con buenos cimientos, cuando buscamos ser un país
desarrollado e independiente, donde la tecnología, la ciencia, y todo lo moderno nos
impulsan a conseguir un futuro mejor y más solido para nuestras futuras generaciones.
Simón Bolívar
Simón Bolívar es la raíz principal del árbol de las tres raíces. Sus gestas de revolucionario
visionario y sus conquistas políticas constituyen uno de los grandes legados de la historia
latinoamericana y universal. En él se conjugan todas las virtudes del auténtico
revolucionario: el gran militar y estratega, el líder inigualable, el pensador social y el
estadista.
Además de ser el gran líder de la independencia, Bolívar nos lega su poderoso pensamiento
revolucionario, que ha sido la base ideológica fundamental del movimiento. Hoy, adaptado
a las circunstancias actuales, guía al pueblo venezolano en la senda de la revolución
bolivariana. A su vez, su ideario convoca también a los pueblos de América Latina a luchar
juntos por nuestra segunda independencia y por una integración solidaria, para hacer
realidad sus sueños, que son también los nuestros.
“Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande Nación del Mundo,
menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria”.
Simón Bolívar
Ya en 1812, señalaba en el Manifiesto de Cartagena: “Yo soy del sentir y del pensar que
mientras no centralicemos nuestros gobiernos americanos, nuestros enemigos obtendrán
las ventajas más completas; seremos envueltos indefectiblemente en los horrores de las
disensiones civiles y conquistados vilipendiosamente por ese puñado de bandidos que
infectan nuestras comarcas”.
Además de retratar la opresión del imperio español y las oligarquías apátridas, analizó con
gran agudeza el peligro que provenía de los intereses de otras naciones y grupos de poder.
En concreto, anticipó el voraz y criminal imperialismo del Norte, al afirmar en 1829:
“Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de
miseria en nombre de la libertad”.
La unidad para hacer frente a los peligros que amenazaban a las nacientes Repúblicas;
La adopción de pactos de protección y defensa mutuas como mecanismos para garantizar
que ninguna nación extraña se inmiscuyese en los asuntos internos de las nuevas
Repúblicas; y
Bolívar revolucionario
“El sistema de gobierno más perfecto es el que produce la mayor suma de felicidad posible,
la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política”
Simón Bolívar
Finalizada la guerra, trató de aplicar en la Gran Colombia sus ideas libertarias. Entre otras
cosas, decretó la libertad de los esclavos y esclavas, así como también la devolución de sus
tierras a los pueblos indígenas; instituyó la educación gratuita y creó hospitales. Sin
embargo, sus ideas chocaron con los intereses de las clases oligárquicas y la nueva
aristocracia militar y terrateniente, que se oponían a cambios de fondo en las estructuras
heredadas del imperio español.
Sus enemigos le llamaban el “caudillo de los descamisados”, “monstruo del género huma-
no”, “tirano libertador de esclavos”. Mientras tanto, defendían un modelo parlamentario
excluyente que chocaba frontalmente con el proyecto revolucionario del Libertador y con el
sueño de libertad e igualdad de las mayorías oprimidas.
Cuando regresa del Perú, después de cinco años de victorias y tras haber expulsado
definitivamente al imperio español de tierras sudamericanas, Bolívar se indigna ante el
espectáculo de miseria que todavía ofrece el pueblo oprimido. Le escribe a Santander: “No
se cómo todavía no se levantaron todos estos pueblos y soldados al concluir que sus males
no vienen de la guerra, sino de leyes absurdas”. Santander, que era vicepresidente de
Colombia, lo acusa de querer provocar
“una guerra interior en que ganen los que nada tienen, que siempre son muchos, y que
perdamos los que tenemos, que somos pocos”. Queda así sellada la naturaleza del conflicto.
El Bolívar libertario, en defensa de la justicia y la igual- dad, se enfrenta a los generales
que defienden los intereses de las oligarquías.
Ezequiel Zamora
Ezequiel Zamora retomó la bandera de Bolívar treinta años después de la muerte del
Libertador, enfrentándose con la oligarquía que truncó el sueño bolivariano. Conocido
como el general del pueblo soberano, su pensamiento y acción represen- tan la última raíz
del árbol de las tres raíces.
“Cuando Dios hizo el mundo repartió en común el agua, el sol, la tierra, ¿por- qué entonces
los godos se han apoderado de las mejores tierras, bosques y aguas, que son propiedad del
pueblo?”
Ezequiel Zamora
La Guerra Federal
“…como sabemos que ustedes están defendiendo la misma causa que nosotros, tienen un
denodado patriotismo y deseo de sacar a la patria de la salvaje y brutal dominación…
diremos con orgullo y Bizarría: Viva la libertad, viva el pueblo soberano, elección popular,
horror a la oligarquía, tierra y hombres libres.”
Ezequiel Zamora
Bajo la consigna de “La Federación es el gobierno de los libres”, los federales convocaron
en 1959 al pueblo a “sacar la patria de la salvaje y brutal dominación en que la tienen los
oligarcas”. Tanto el pueblo campesino, desposeído y explotado, como la nueva masa de
desempleados, se incorporaron masivamente a la lucha.
Comandante Chávez: A la crisis hay que hacerle frente con firmeza ideológica
y política
25 septiembre, 2015