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El concepto de falo en la obra de Lacan desde el Seminario 3 al 5 //

The concept of phallus in Lacan’s work, from Seminar 3 to 5 // Por Miriam: Bruk, Karina Cuomo y Hernán Pasicel

El concepto de falo en la
obra de Lacan desde el
Seminario 3 al 5
The concept of phallus in Lacan’s
work, from Seminar 3 to 5
Por Miriam Bruk, Karina Cuomo y Hernán Pasicel

RESUMEN SUMMARY
Lacan toma el concepto de falo desa- Lacan takes the concept of phallus de-
rrollado por Freud y lo relee a la luz de veloped by Freud and does a new lec-
las discusiones con los post-freudia- ture from the discussions with post-
nos. Este trabajo de relectura se desa- Freudians. This new lecturing takes
rrolla en gran parte de su obra. place within the major part of his work.
El objetivo de nuestro trabajo es loca- The aim of this work is to localize the
lizar en ese recorrido las transforma- transformations undertaken by the
ciones de dicho concepto entre los Se- phallus concept within seminars 3 to 5.
minarios 3 y 5. Distinguiremos espe- We will distinguish specially the phal-
cialmente la teorización del falo como lus’ theorization as an imaginary object
objeto imaginario de la castración y of castration and as a symbolic object
objeto simbólico de la Privación de la of the privation of the notion of phallic
noción de significación fálica y signifi- meaning and phallic signifier.
cante fálico.
Key words: Phallus - Privation - Cas-
Palabras clave: Falo - Privación - tration - Phallic signifier - Phallic mean-
Castración - Significación fálica - Sig- ing
nificante fálico

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El concepto de falo en la obra de Lacan desde el Seminario 3 al 5 //
The concept of phallus in Lacan’s work, from Seminar 3 to 5 // Por Miriam: Bruk, Karina Cuomo y Hernán Pasicel

“Si el análisis se organiza en función del la estructura de la pregunta. Es decir,


deseo, el falo es el cursor del análisis…” una conceptualización que implica un
Umerez, Osvaldo, 2004. vínculo estructural de las neurosis con
las funciones del lenguaje. Retoma el
caso Dora y localiza el texto de la pre-
INTRODUCCIÓN gunta de la histérica en términos de
Vamos a encontrar en El Seminario 3 “¿Qué es ser una mujer?” (Lacan,
y en particular las clases XIII y XXV, en 1981, p. 250) lo cual reenvía al com-
las que vemos abordar en sus inicios plejo de Edipo para profundizar la dia-
las conceptualizaciones sobre el falo, léctica de lo imaginario y lo simbólico.
lo que será una constante en los desa- En el recorrido que hacen el varón y la
rrollos de los primeros Seminarios: la mujer por el Edipo, Freud nunca dejó
discusión de Lacan con los trabajos de referir una disimetría fundamental
psicoanalíticos posteriores a Freud. (el complejo de castración introduce a
Frente a un psicoanálisis que ubica en uno al Edipo mientras que produce el
el centro de la teorización y la clínica a sepultamiento en el otro). Lacan se pre-
las relaciones de objeto, caracteriza- gunta ahora a qué se debe esta disime-
das fundamentalmente por las relacio- tría, poniendo en entredicho el papel
nes duales madre-hijo, la dialéctica absolutamente determinante de la
frustración-agresión-regresión, el nar- cuestión anatómica. No duda en afir-
cisismo y la fantasía (en su exclusivo mar que la disimetría se sitúa en el nivel
aspecto imaginario), Lacan recuperará simbólico, que a nivel significante.
el rol central, pivote, de lo que él con- Plantea que no hay, en sentido estric-
sidera la perspectiva auténticamente to, simbolización del sexo de la mujer
freudiana: aquella que ubica como en cuanto tal. Lo imaginario sólo pro-
central al eje padre-falo-castración y a porciona una ausencia donde en otro
las funciones de la palabra. lado hay un símbolo prevalente.
En estas clases quedarán planteados “Es la prevalencia de la Gestalt fálica
y esbozados algunos temas ligados al la que, en la realización del complejo
falo que serán desarrollados en los edípico, fuerza a la mujer a tomar el
Seminarios 4 y 5. Tanto como discu- rodeo de la identificación al padre, y a
sión con los planteos posfreudianos seguir por ende durante un tiempo los
como también el comienzo de una ela- mismos caminos que el varón. El ac-
boración propia de Lacan, incluso co- ceso de la mujer al complejo de Edipo,
mo un modo de resolver los impases su identificación imaginaria, se hace
freudianos respecto al tema. pasando por el padre, exactamente al
igual que el varón, debido a la preva-
El Seminario 3. Las Psicosis lencia de la forma imaginaria del falo,
(1955-1856) pero en tanto que a su vez ésta está
El falo, la pregunta histérica y tomada como el elemento simbólico
el meteoro central del Edipo” (Lacan, 1981, p.
Clase XIII - ¿Qué es una mujer?” 251).
En esta clase Lacan está articulando “Si tanto para la hembra como para el
el concepto de neurosis en relación a varón el complejo de castración ad-

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quiere un valor- pivote en la realiza- constituya, es necesario que haya un
ción del Edipo, es muy precisamente tercer elemento: el falo.
en función del padre, porque el falo es El niño no advierte de entrada esa re-
un símbolo que no tiene correspon- lación de la madre al falo. Se da cuen-
diente ni equivalente. Lo que está en ta de ello cuando empieza a ubicar
juego es una disimetría en el signifi- que él no satura toda la exigencia de
cante. Esta disimetría significante de- falo de la madre, que ella desea más
termina las vías por donde pasará el allá de él.
complejo de Edipo. Ambas vías llevan Es porque el falo se pasea, está en
por el mismo sendero: el sendero de la otro lado, pero no es un meteoro, sino
castración” (Lacan, 1981, p. 251). que se encuentra del lado del padre
Entonces: como portador, que se instaura el te-
a) El complejo de castración tiene un mor a la pérdida de falo del lado del
valor pivote en la realización del Edipo. niño; y la reivindicación, la Privación,
Tanto para el hombre como para la la nostalgia del lado de la madre.
mujer. “Ahora bien, si en torno la falta imagi-
b) Lo que está en juego en el comple- naria del falo se establecen intercam-
jo de castración es una disimetría a ni- bios afectivos, imaginarios, entre ma-
vel de la estructura significante. dre e hijo, lo que la convierte en el ele-
c) Que en esta estructura significante mento esencial en la coaptación inter-
existe un símbolo, el falo, que se espe- subjetiva, el padre, en la dialéctica
cifica por no tener correspondiente ni freudiana, tiene el suyo, eso es todo,
equivalente. Como dirá más adelante, ni lo cambia, ni lo dona. No hay ningu-
es un significante impar. na circulación. La única función del pa-
El eje falo-castración es el sendero por dre en el trío es representar el porta-
donde los caminos del hombre y la dor, el que detenta el falo. El padre en
mujer deben pasar en vías de la nor- tanto padre tiene el falo: y más nada”
mativización. (Lacan, 1981, p. 454).
“En otros términos, es aquello que de-
Clase XXV. be existir en la dialéctica imaginaria,
“El falo y el meteoro” para que el falo sea otra cosa que un
Lacan introduce al falo como un ele- meteoro” (Lacan, 1981, p. 454).
mento tercero en la dialéctica madre
-hijo que, gracias a la intervención de El Seminario 4. La relación de
su portador (el padre), permite su ins- objeto (1956-1957)
cripción en la estructura como algo El falo en su dimensión imagi-
distinto a un meteoro1, es decir a algo naria y simbólica.
distinto a una mera apariencia, pre- a) La función imaginaria del falo
sente, pero insituable. En la época en que Lacan dicta El Se-
Establece una diferencia entre el jue- minario 4, el término “la relación de
go imaginario de falicización recíproca objeto” se encontraba en pleno auge,
entre madre e hijo y la existencia del los analistas post-freudianos basa-
falo como elemento significante. ban el progreso del análisis en una
Para que el deseo de la madre se rectificación de la relación del sujeto

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con el objeto. de Freud se ha olvidado la noción de


Pone a prueba esa noción y para ello Castración y ha pasado a primer plano
rastrea los aportes que Freud hizo so- la noción de Frustración, el esfuerzo
bre el tema concluyendo que: “La no- de Lacan será ordenar las tres catego-
ción de relación de objeto es imposible rías de la falta de objeto que se usa-
entenderla, incluso ejercerla, si no se ban indiscriminadamente.
introduce el falo como uno de sus ele- Define las tres operaciones: Castra-
mentos… tercero” (Lacan, 1994, p. 30). ción, Frustración, Privación, las llama
Para Lacan la primera crítica a la rela- las tres formas de la falta de objeto, y
ción sujeto-objeto, entendida como aclara: “No son en absoluto tres cosas
dual, comienza por el falo. No hay na- equivalentes. Hay que distinguirlas”
da en el desarrollo del sujeto que indi- (Lacan, 1994, p. 138).
que el libre acceso del hombre a la Para ello construye una matriz de do-
mujer. ble entrada, que implica una combina-
Freud hizo una distinción entre el pene toria. Por un lado, articula las tres for-
como órgano real del cuerpo del falo mas de la falta de objeto con los tres
en su función imaginaria, por lo tanto registros: Imaginario, Simbólico y
no son lo mismo; decía que el varonci- Real. Y por otro, a cada una de las tres
to se ocupa del pene con gran interés formas de la falta de objeto, articula-
narcisista y lo inviste con elevados das a los tres registros, los combina
montos libidinales. con tres elementos: acción, objeto y
El falo es el pene investido narcisisti- agente.
camente que se representa como el Ubica a la Frustración en el centro del
falo tumescente, erecto. Es la imagen cuadro porque la considera una no-
erecta del pene. Es un objeto imagina- ción central, ya que instaura el orden
rio que se puede representar en el Simbólico, lo cual implica la inscripción
cuerpo y que Lacan escribe con la le- de la falta.
tra phi minúscula, Ψ. La Frustración es del orden de una le-
Porque la relación no es de objeto, si- sión, de un perjuicio imaginario, es por
no sujeto-falta de objeto, hay objetos esencia del dominio de la reivindica-
sustitutos que no son el falo, sino que ción, concierne a algo que se desea y
pueden tomar el valor de falo, objetos no se tiene, pero se desea sin referen-
investidos narcisisticamente (niño, he- cia alguna a la posibilidad de satisfac-
ces, pene, dinero…). ción o adquisición. La Frustración es
del dominio de las exigencias desen-
b) La falta de objeto como elemento frenadas y sin ley.
central de la dialéctica intersubjeti- Lacan sitúa que desde el origen hay
va. Formalización de los modos de dos vertientes: la frustración de goce y
la falta. Papel del falo en cada una la frustración de amor.
La crítica a la relación de objeto lo lle- La frustración de goce implica la pérdi-
va a Lacan a la noción central de falta da de la armonía sujeto-objeto. La en-
de objeto, siendo ésta el motor de las trada del orden simbólico altera la con-
relaciones del sujeto con el mundo. naturalidad con el objeto y hace que
A partir de diagnosticar que después se instaure la función del objeto perdi-

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do, de ahora en más todos los objetos ubicado en una dimensión en la que
pasan a ser sustitutos del objeto perdi- tiene existencia desde una premisa
do, llevan la marca de lo que no son. simbólica. El falo simbólico es el obje-
El agente simbólico, la madre, introdu- to simbólico de un agujero en lo real.
ce el orden simbólico. Si la mujer desea el falo es porque no
La frustración de amor implica la trans- lo tiene, y si no lo tiene es en la medida
formación de la madre en una poten- en que lo hemos simbolizado, es por-
cia real, ya no importa la especificidad que está privada.
del objeto sino que el Otro responda o Podemos decir que el falo simbólico
no al llamado. Correlativamente el ob- no es representable, es una entidad
jeto que era real deviene don simbóli- simbólica que nos sirve para ubicar
co, una marca de la buena o mala vo- desde allí “quién lo tiene” y “quién no
luntad de dicha potencia, indiferentes lo tiene”, y fundamentalmente la di-
desde el plano de la necesidad. mensión de un más allá de lo imagina-
En la vertiente de la frustración de rio como constituyente. Nuevamente
amor el Otro surge en determinado para Lacan la función simbólica tiene
momento herido en su potencia. Esta un valor determinante del campo ima-
herida responde por un lado a la impo- ginario.
sibilidad estructural del Otro de res- La Privación es una operación que ins-
ponder a la Demanda. Y por el otro, cribe la Castración en el Otro.
por la falta que se sitúa mas allá de la La Castración es una operación sim-
Demanda, falta idéntica a su deseo, al bólica que sostiene una prohibición, y
secreto de su ir y venir. recae sobre un objeto imaginario, el Ψ.
La falta que se esboza en el Otro ma- El padre es el que en el Otro introduce
terno es decisiva para el sujeto porque la Ley, y con ello introduce a nivel de
lo introduce en la dialéctica fálica. Es la falta de objeto la dimensión del pac-
decir, es en el campo del amor donde to de la ley, en particular la ley de pro-
se revela la función del falo. Es el de- hibición del incesto.
seo del Otro el que constituye la pri- La Castración permite trascender la
mera realidad del niño. operación de la Frustración porque a
Lacan empieza a ubicar cuál es la re- nivel del objeto, del falo, introduce la
lación entre el amor y el falo, entre la posibilidad de tomarlo (al varón) o darlo
demanda y el deseo. (a una mujer), según lo autorice la ley.
La frustración implica el orden del De este modo el falo imaginario fun-
amor y la demanda. ciona marcado por lo Simbólico. Para
La Castración, a través de la falta que que el pene devenga falo tiene que es-
introduce el falo, abre toda la perspec- tar marcado por la ley, es decir, el su-
tiva del deseo, pero pasando por la im- jeto tuvo que atravesar la Castración.
posibilidad del Otro de la demanda de
responder a todo. c) Falo y deseo. Esquema del velo
En la Privación no se trata de una falta Lacan va a tomar al fetiche y al fetichis-
real, de un pene que la mujer debería mo como línea conductora para plan-
tener anatómicamente, sino que se tear algunas precisiones en torno a sus
trata del falo simbólico, porque está reflexiones sobre el objeto, especial-

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mente en la articulación de su tesis de na otra es la función de una cortina,


que “lo que se ama en el objeto es lo cualquiera que sea. La cortina cobra
que le falta” y “sólo se da lo que no se su valor, su ser y su consistencia, pre-
tiene” (Lacan, 1994, p. 153). Esto supo- cisamente porque sobre ella se pro-
ne, en todo intercambio simbólico, la yecta y se imagina la ausencia” (La-
permanencia de un más allá del objeto can, 1994, p. 157).
como un elemento fundante.
El fetiche, como símbolo, va a estar Esquema fundamental:
referido a algo distinto que al falo real,
se trata de “un falo simbólico que se
presenta en el intercambio como una
ausencia que funciona en cuanto tal”
Sujeto Objeto Nada
(Lacan, 1994, p. 154).
La problemática del fetiche va a estar
situada, no tanto en el plano de la
Cortina
aprehensión de la realidad, sino en el
plano de los intercambios simbólicos.
Por lo tanto es el falo en su función
simbólica, es decir, en tanto ordena y “He aquí el sujeto, el objeto y ese más
simboliza la diferencia de los sexos. allá que es nada, o bien el símbolo, o
Lacan propone que nos detengamos el falo en cuanto que le falta a la mujer.
en esa “posición de interposición” por Pero una vez colocada la cortina, so-
la cual lo que se ama en el objeto de bre ella algo puede ocupar entonces el
amor es algo que está más allá de lo lugar de la falta y ser también propia-
que se presenta. Lo que se presenta mente el soporte del amor, pero en
es el objeto, y lo que se ama en el ob- cuanto no es precisamente el punto
jeto es lo que le falta. donde se prende el deseo. En cierto
“Este algo no es nada, sin lugar a du- modo, el deseo aparece aquí como
das, sino que tiene la propiedad de es- metáfora del amor, pero lo que lo cau-
tar ahí simbólicamente. Como es sím- tiva, o sea el objeto se muestra como
bolo, no sólo puede sino que debe ser ilusorio y valorado como ilusorio” (La-
esa nada” (Lacan, 1994, p. 157). can, 1994, p. 158).
Lo que puede materializar esta relación “Aquí está la estructura, en la relación
de interposición por la cual aquello a lo con el más allá y con el velo. Sobre el
que se apunta está más allá de lo que velo puede imaginarse, es decir instau-
se presenta, es el velo, la cortina. rarse como captura imaginaria y lugar
El velo, la cortina delante de algo, es del deseo, la relación con un más allá,
lo que se interpone entre el sujeto y el fundamental en toda instauración de la
objeto, y plantea la función del más relación simbólica. Se trata del descen-
allá. Puede decirse incluso que al es- so al plano imaginario del ritmo ternario
tar presente la cortina, lo que se en- sujeto-objeto-más allá, fundamental en
cuentra más allá como falta tiende a la relación simbólica. Dicho de otra ma-
realizarse como imagen. “Sobre el ve- nera, en la función del velo se trata de
lo se proyecta la imagen. Ésta y ningu- la proyección de la posición intermedia

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del objeto” (Lacan, 1994, p. 159). Segunda parte: La Indisociabilidad
Nuestro interés en incluir el esquema del Complejo de Edipo y el Comple-
del velo en este recorrido es doble. jo de Castración
Uno porque el esquema del velo per- Lacan está discutiendo con la tenden-
mite formalizar la dialéctica entre el fa- cia del psicoanálisis de la época que
lo como objeto imaginario y el falo co- priorizaba las relaciones de la madre
mo objeto simbólico mostrando la di- con el niño como relaciones duales en
mensión de artificio propia del deseo términos de satisfacción/frustración.
humano. El otro es este rasgo que en- Esto es entender al sujeto en el plano
contramos en cada momento de su solamente imaginario o fantasmático.
obra en que Lacan trabaja el funciona- En este Seminario está construyendo
miento del falo en el deseo, su presen- el grafo del deseo, y en el grafo 2 hace
cia velada. entrar en juego al sujeto barrado, atra-
vesado por la cadena significante.
El Seminario 5. Las formaciones Ya en El Seminario 4 había introducido
del inconsciente (1957-1958) el objeto metonímico, el objeto del de-
La significación fálica y el signi- seo que se desliza metonímicamente
ficante falo. El falo en relación en la cadena.
al deseo y la demanda. A esta altura del Seminario, Lacan co-
Primera parte: Del Significante mienza a construir el esquema Rho
Este es un Seminario cuyo tema prin- para ello vamos a tomar “De una cues-
cipal es el significante, donde trabaja tión preliminar a todo tratamiento posi-
las leyes de producción de significa- ble de la psicosis” (Lacan, 1966).
ción en la cadena significante, metáfo- En la clase “De la imagen al Signifi-
ra y metonimia, según las leyes del cante” de El Seminario 5 afirma que la
proceso primario en Freud, condensa- primer realidad de un sujeto, es el de-
ción y desplazamiento. seo materno, la primer posición res-
Se trata de dar cuenta cómo desde el pecto del Otro materno es ser objeto
principio en las relaciones del sujeto de deseo, ser deseado por ella. Así
con el mundo, lo simbólico preexiste. empieza a introducir un Otro barrado,
Así el sujeto mítico de la necesidad, atravesado por un deseo inconsciente.
queda perdido por el encuentro con la Podemos leer aquí que el deseo es el
cadena significante “el significante en- deseo del Otro.
tra efectivamente en juego en lo real Plantea que la cristalización del moi
humano como una realidad original” permite al niño identificarse al lugar de
(Lacan, 1998, p. 230). objeto de deseo materno, es decir, el
Esto mismo lo llevará a Lacan a plan- falo materno como objeto imaginario
tearse qué hay de lo que no puede ar- que podría completar al Otro. Esta es
ticularse en la cadena. la función del falo en la relación triádi-
Hasta el Complejo de Edipo será ca. De este lugar el niño debe salir y lo
transformado en una estructura Signi- hace por la intervención del padre. “…
ficante: La Metáfora Paterna. del puro principio simbólico represen-
tado por el Nombre del Padre” (Lacan,
1998, 235).

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“De una cuestión preliminar a todo to de deseo de la madre, el padre se


tratamiento posible de la psicosis” encuentra velado.
(1957-1958) En el segundo tiempo el padre se re-
Este texto fue escrito por Lacan entre vela en la operación de la Privación y
diciembre de 1957 y enero de 1958. la madre aparece determinada por
En las clases de la época de El Semi- una ley, más allá de ella.
nario 5 donde presenta los dos trián- En el tercer tiempo, que es el que per-
gulos, simbólico e imaginario, que es- mite la “solución típica” del Complejo
tructuran el esquema Rho. de Edipo, donde hay un padre que do-
Allí articula la Metáfora paterna y su- na a futuro, ya no en el orden del ser,
perpone el esquema L: Saa’A, al trián- sino en el del tener. Tendrá “sus títulos
gulo edípico, Madre, Padre, Niño. El en reserva”.
padre, es un Significante especial que Siguiendo con el escrito, en el punto 7
debe articularse en el Otro. del apartado III, dice: “Esta función
Lacan introduce el cuarto término, el imaginaria del falo Freud la develó
Sujeto, al ternario Simbólico, N (niño pues como pivote del proceso simbó-
deseado) queda en el lugar de I. Pero lico que lleva a su perfección en los
como el Sujeto es inefable, solo puede dos sexos el cuestionamiento del sexo
entrar en la partida, por medio de un por el complejo de castración” (Lacan,
set de imágenes seleccionadas. Dos 1966, p. 537).
son tomadas de la experiencia del es- Es decir que el falo imaginario es clave
pejo (m - i), y la tercera del propio cuer- en la operatoria del complejo de cas-
po: el falo. tración que culmina en la posición
El sujeto se va a identificar con el falo, sexuada. El falo imaginario es el que
tercer término del ternario imaginario. define el primer tiempo, el niño identi-
Así tenemos en la cumbre del ternario ficado como objeto imaginario del de-
imaginario: el falo; y en la cumbre del seo materno. Pero en el tercer tiempo,
ternario simbólico: el Padre, el Signifi- la función imaginaria del falo, refiere a
cante Paterno. El esquema demuestra la significación fálica (es un imaginario
que entre ambos hay una relación me- más elaborado, por así decir), es la
tafórica. La posición de P en lo Simbó- significación evocada, velada. Por eso
lico determina si el falo tiene una fun- en la metáfora paterna está, en la se-
ción en lo Imaginario, e introduce el gunda parte, el falo imaginario, bajo la
más allá de la madre. barra. Critica que se haya reducido al
Es decir que a la pregunta acerca de falo a la función de objeto parcial. El
qué quiere la madre, puede haber otra falo funciona veladamente.
respuesta que no sea solamente iden- “La significación del falo, hemos dicho,
tificarse al falo. debe evocarse en lo imaginario del su-
En El Seminario 5 en “Los tres tiempos jeto por la metáfora paterna” (Lacan,
del Edipo” Lacan trabaja de qué mane- 1966, p. 538).
ra se produce esta relación metafórica Por lo tanto, el producto de la operato-
Padre/falo. ria de la metáfora paterna, es una sig-
En el primer tiempo, el sujeto se en- nificación fálica, cuyo estatuto, es ima-
cuentra identificado al falo, como obje- ginario.

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La metáfora paterna supone la pre- no hay Otro del Otro. Se trata del de-
sencia del significante del Nombre del seo sexual. El deseo de reconocimien-
Padre en el Otro. to queda subsumido en la lógica de la
El Nombre del Padre sustituye al sig- demanda, tampoco hay metalenguaje
nificante primordial Deseo de la Ma- (el Otro ya no es garante de la ver-
dre, si este significante no está en el dad).
Otro, no hay efecto metafórico y habrá
un agujero a nivel de la significación Tercera parte: El Falo como Signifi-
fálica. cante del deseo
En el esquema R escribe el falo imagi- Hay dos escritos que tomamos como
nario (imagen fálica a la que se identi- referencia del falo como significante:
fica), y dice que el Sujeto está bajo el “La dirección de la cura y los principios
significante Falo (la cursiva es nues- de su poder” (Lacan, 1966) y “La sig-
tra). Es decir, que el significante opera nificación del falo” (Lacan, 1966).
aunque no se lo escriba. En estos escritos critica a quienes
Mientras que en el esquema I, que rea- confunden el deseo del Otro con las
liza para pensar el caso Schreber, es- figuras imaginarias del falo, lo que in-
cribe falo simbólico sub-0, allí donde el duce a plantear al falo como objeto co-
Nombre del Padre es llamado, no pue- mestible, o anal, es decir, las formas
de más que responder un agujero que pregenitales del objeto.
por la carencia del efecto metafórico En la clase XVIII de El Seminario 5,
provocará el correspondiente agujero “Las Máscaras del Síntoma” (Lacan,
en el lugar de la significación fálica. 1998) dice que el deseo ocupa un lu-
Lacan dice que a Schreber le falta el gar central en el descubrimiento freu-
soporte del falo, para que la realidad diano, siempre aparece aludido en
tenga espesor, extensión, y esto no sueños, lapsus, síntomas, está vincu-
ocurre por la no inscripción del Nom- lado a su apariencia, su máscara.
bre del Padre. Siempre es reprimido, rechazado, ex-
Así distingue Lacan dos cambios fun- cluido, deseo de nada. Nada que lo
damentales en el Otro, introducidos satisfaga. El deseo es insatisfacción.
por dos significantes primordiales: “De Pone de manifiesto que la unidad del
la misma manera definimos el signifi- yo es ilusoria.
cante paterno como el significante Para hablar del deseo toma al síntoma
que, en el lugar del Otro, plantea y au- como la máscara con que se reviste el
toriza el juego de los significantes, hay enigma del deseo, que se presenta
otro significante privilegiado cuyo bajo una forma cerrada.
efecto es instituir en el Otro lo siguien- “Todo sucede como si, al tratarse del
te, que cambia su naturaleza - por eso, deseo inconsciente, nos encontramos
en la tercera línea, el símbolo del Otro frente a un mecanismo, una Spaltung
está tachado-” (Lacan, 1966, p. 325). necesaria, por la que el deseo, que
El Nombre del Padre introduce el Otro desde hace tiempo suponíamos
en el Otro. alienado en una relación muy especial
El significante Φ tacha al Otro, cambia con el otro, se presenta aquí como
la naturaleza del Otro, introduce que marcado, no solo por la necesidad de

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esta mediación del otro sino también “...lo que está vivo de ese ser en lo ur-
con la marca de un significante espe- verdrangt encuentra su significante
cial escogido, que resulta ser en este por recibir la marca de la Verdrangung
caso la vía obligada a la que ha de del falo (gracias a lo cual el incons-
mantenerse pegada en su progreso, ciente es lenguaje)” (Lacan, 1966, p.
por decirlo así, la fuerza vital, en este 672).
caso del deseo” (Lacan, 1998, p. 336). La elevación implica desaparición. Es
Se trata del significante falo, el deseo signo de la latencia de lo significable.
es de aquello que en el Otro designa Funciona velado desde el momento
otro deseo. que es elevado a la función signifi-
No es posible reducirlo a significantes, cante.
está articulado pero no es articulable. El falo antes de ser significante es sig-
La demanda es lo articulado articula- no, indica la represión primaria, que
ble y a nosotros nos interesa no sólo afecta a lo significable.
su distancia, su Spaltung, sino su vín- También implica la pérdida de la natu-
culo. Esta diferencia entre demanda y ralidad y en lo que a deseo sexual se
deseo, es abordable desde la noción refiere, el falo será signo de deseo en
de significante. Esto se refleja en el relación al Otro. Como lazo entre los
grafo completo. sexos funcionara como razón, como
El significante es lo que los otros no común medida de la división armóni-
son, vale por su posición en la cadena, ca, sin resto, a diferencia de lo que es-
se articulan a otros produciendo signi- tablece en El Seminario 10.
ficaciones, sin referentes. Puede bo- La represión secundaria, se produce
rrarse, anularse, ser tachado, es revo- luego de operar la fase fálica, es la re-
cable. Sólo aquello que se puede ba- presión del falo.
rrar es significante. Cualquier cosa, Lo viviente, el ser vivo, padece la re-
imaginaria o real cuando la anulamos, presión primaria. El falo padece la re-
la hacemos significante. presión secundaria.
Toma el término Aufhebung, (conser- Por lo tanto, el falo no es agente de la
vación con cambio), implica anulación represión, sino es significante de los
y elevación a la dignidad significante efectos de la represión, es decir del
(una potencia superior). producto del pasaje de la necesidad
En el fantasma de “Pegan a un niño” por la demanda. Se podría pensar ya
ubicamos al falo como barra, como en el significante falo como el signifi-
marca significante, como lo que tacha cante del deseo, y también del goce,
al sujeto y lo condena a una división como lo trabaja en “Subversión del Su-
estructural. A partir de la incidencia de jeto y dialéctica del deseo” (Lacan,
este significante quedará ubicado en 1966).
el intervalo, en el entre-dos del campo “El Falo ocupa un lugar en la econo-
del deseo. El sujeto se encuentra en el mía del desarrollo del sujeto y es so-
más allá de la demanda. porte indispensable de la construcción
El significante falo le permite a Lacan subjetiva como eje del complejo de
abrir al segundo piso del grafo. castración y penisneid” (Lacan, 1966,
En “La significación del falo” dice que p. 354).

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Es por la vía del Otro, de la castración del propio cuerpo, barrado, elevado a
del Otro, que el complejo de castra- la categoría de significante, y esto sólo
ción puede operar para el Sujeto, es sucede si en el Otro, como vimos en el
decir ante la evidencia de que el Otro Rho, está inscripto el Nombre del Pa-
materno no tiene el falo. Así es posible dre, “es de la ley introducida por el pa-
la salida del Edipo y la asunción según dre que depende su porvenir” (Lacan,
el tipo sexual femenino o masculino. 1966, p. 673).
Para la niña se tratará de identificarse “Pues es el significante destinado a
latente y secretamente al falo como destinado a designar en su conjunto
signo de lo deseado, significante del los efectos del significado, en cuanto
deseo del Otro; el niño hace que lo tie- el significante los condiciona por su
ne por una serie de procuraciones a presencia de significante” (Lacan,
través de las insignias del padre. 1966, p. 670).
Define al amor como, dar lo que no se
tiene a quien no lo es. “La dirección de la dirección de la
“El falo se esclarece por su función. El cura y los principios de su poder”
falo en la doctrina freudiana no es una (Lacan, 1966)
fantasía, si hay que entender por ello En el capítulo V: “Hay que tomar el de-
un efecto imaginario. No es tampoco seo a la letra” (Lacan, 1966, p. 601)
como tal un objeto (parcial, interno, Lacan dice que para leer el deseo, hay
bueno, malo, etc.)… Menos aún un ór- que leer La interpretación de los sue-
gano, pene o clítoris, que simboliza” ños, que es donde Freud leyó el de-
(Lacan, 1966, p. 669). seo. Deseo diferenciado de anhelo.
Puede funcionar como cualquiera de El sueño de la bella carnicera, es un
ellos, lo importante es que el falo es un sueño que Freud ordena, como el de-
significante, es el significante del de- seo de tener un deseo insatisfecho.
seo, indica el deseo del Otro y funcio- Hay que distinguir dos remitencias:
na veladamente. 1. Un deseo de deseo (el deseo de te-
Una vez que el sujeto se confronta con ner un deseo insatisfecho, significa-
la castración del Otro, con la barra en do por su deseo de caviar: el deseo
el Otro, también él se barra. de caviar es su significante)
Entonces, de dónde surge el signifi- 2. Un deseo sustituido a un deseo (el
cante de aquello que en el Otro no tie- deseo de salmón ahumado -de la
ne nombre. Aquí empieza a marcarse amiga- por el de caviar -de la pa-
lo especial de este significante falo. ciente- significante/significante en lo
“Puede decirse que ese significante es cual Freud motiva la identificación
escogido como lo más sobresaliente histérica)
de lo que puede captarse en lo real de El texto del sueño: “Quiero dar una co-
la copulación sexual, a la vez que co- mida, pero no dispongo sino de un po-
mo el más simbólico…”. “Puede decir- co de salmón ahumado. Pienso en sa-
se también que es por su turgencia la lir a comprar lo necesario, pero recuer-
imagen del flujo vital en cuanto pasa a do que es domingo y que las tiendas
la generación” (Lacan, 1966, p. 669). están cerradas. Intento luego telefo-
Es decir, hay un imaginario material near a algunos proveedores, pero el

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El concepto de falo en la obra de Lacan desde el Seminario 3 al 5 //
The concept of phallus in Lacan’s work, from Seminar 3 to 5 // Por Miriam: Bruk, Karina Cuomo y Hernán Pasicel

teléfono no funciona. De este modo “Hacer que se vuelva a encontrar allí


tengo que renunciar al deseo de dar como deseante, es lo inverso de ha-
una comida” (Lacan, 1966, p. 601). cerlo reconocerse allí como sujeto”
En este texto Freud resume los meca- (Lacan, 1966, p. 603).
nismos del inconsciente: condensa- Por lo tanto hay dos posiciones: una
ción y desplazamiento, dando cuenta como deseante, otra como objeto.
de la relación al deseo. El sujeto está tomado por la cadena
Lacan nos recuerda las leyes que se significante que es del Otro. El deseo
articulan en la cadena significante: no hace más que sujetar, le abre la vía
1. la sustitución de un término por otro al deseo del Otro.
para producir el efecto de la metáfora. El sujeto no es un deseante porque no
2. la combinación de un término con otro es agente del deseo. En todo caso re-
para producir el efecto metonímico. cibe al deseo. Hay deseo antes que
Aquí salmón ahumado -objeto de de- sujeto. El deseo lo va a constituir, le
seo de la amiga- sustituye a caviar - viene del Otro.
significante del deseo de la paciente. El sujeto como deseante es falta en
Nos propone el sueño como metáfora ser. El deseo es la metonimia de esa
del deseo. La metáfora es un efecto de falta en ser. Esto sí se puede recono-
sentido positivo, de paso de sentido cer, la falta en ser.
del deseo. “No se cura uno porque rememora...
La paciente le ha pedido a su marido Rememora uno porque se cura” (La-
que no satisfaga este deseo. El deseo can, 1966, p. 604).
está significado como insatisfecho, por El deseo de la bella carnicera es el de-
el significante caviar. seo de una mujer colmada y no quiere
En la medida en que el significante lo serlo. Su marido, el carnicero es al-
simboliza como inaccesible, pero en el guien que la satisface. Ella quiere ca-
momento en que se desliza como de- viar, pero que no se lo den. Deseo de
seo de caviar, deseo de caviar es su tener un deseo insatisfecho.
metonimia. Metonimia de la carencia El sueño se produce por la demanda
de ser. de una amiga, a la cual se identifica
A Freud lo que le interesa es la puesta (identificación histérica) en ese deseo
en forma significante. El texto del sue- insatisfecho por el salmón (salmón/ca-
ño es un texto sagrado. Le interesa en viar - significante del deseo).
el sueño su elaboración, su estructura En su casa se cena bien y su marido
de lenguaje como articula Ferdinand siempre habla bien de ella. Flaca, no
de Saussure más adelante. le gustará a su marido a quien le gus-
¿Dónde lo descubrió? “En un flujo sig- tan las redondeces.
nificante cuyo misterio consiste en que Ella hará del deseo de su amiga, el
el sujeto no sabe siquiera dónde fingir fracaso de su demanda. El teléfono no
que es su organizador” (Lacan 1966, funciona y no va a engordarla para
p. 603). que le guste a su marido.
El sujeto no puede organizar eso co- Lacan distingue en este caso, deman-
mo perteneciéndole, o sea, es una da, deseo y anhelo.
sorpresa, un mensaje para él mismo.

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Pide: amor seo. El falo es su marca.
Desea: caviar Tanto en El Seminario 5, como en “La
Quiere: que no se lo den. Significación del Falo”, Lacan caracte-
riza la tríada Necesidad, Demanda y
El deseo se produce más allá de la de- deseo.
manda, por la articulación de la nece- La particularidad de la necesidad, des-
sidad. La demanda es incondicional y viada, anulada por la demanda, apare-
el deseo se presenta como condición ce como retoño en el deseo.
absoluta. La marca del significante es- La incondicionalidad de la Demanda
tá inscripta en el hombre en tanto que plantea al Otro como presente o au-
habla. sente, dando o no su presencia y el
Como lo plantea en “La Significación objeto vale como don de amor. “Toda
del Falo” el falo como signo indica la demanda es demanda de amor”.
latencia, la represión primaria que La condición absoluta del deseo pone
afecta a lo significable por la acción del en juego el deseo como residuo del
significante. Signo de la represión que pasaje de la necesidad por la deman-
sufre lo significable en el nivel de la da, esta característica anula la dimen-
necesidad. sión del Otro, no importa si dice si o
“La libra de carne que paga la vida pa- no. Condición absoluta respecto del
ra hacer de él el significante de los sig- Otro, es el margen, el resultado de la
nificantes, como tal imposible de ser sustracción de la necesidad, respecto
restituido al cuerpo imaginario; el falo de la demanda de amor.
perdido de Osiris embalsamado” (La- Por eso el deseo sexual se presenta
can, 1966, p. 609). para el sujeto como un campo proble-
La dirección de la cura se orienta a la mático, en dos planos: en el de la ne-
confesión del deseo del sujeto y la re- cesidad y la demanda de amor.
sistencia a esta confesión es su in- Para ello el Otro entra en juego en re-
compatibilidad con la palabra. lación al deseo sexual como instru-
El deseo solo puede captarse a la le- mento del deseo, el Otro funciona co-
tra. En las redes de la letra y el falo es mo objeto del deseo, “no todo es redu-
ese significante impar. cible al lenguaje” (Lacan, 1966, p.
“El significante impar: ese falo cuya re- 391). Otro modo de leer que “el deseo
cepción o cuyo don son para el neuró- es el deseo del Otro”.
tico igualmente imposibles, ya sea que En el escrito, Lacan dice “…el sujeto lo
se sepa que el otro no lo tiene o bien mismo que el A, para cada uno de los
que lo tiene, porque en los dos casos participantes en la relación, no pueden
su deseo está en otra parte: es el de bastarse con ser sujetos de la necesi-
serlo y es preciso que el hombre mas- dad, ni objetos del amor, sino que de-
culino o femenino acepte tenerlo y no be ocupar el lugar de la causa del de-
tenerlo, a partir del descubrimiento seo” (Lacan, 1966, p. 671). Todavía no
que no lo es” (Lacan, 1966, p. 622). lo podemos leer como a la altura de El
Aquí se inscribe la escisión, la spal- Seminario 10, pero en el campo del
tung del sujeto, la barra, la noble bas- deseo como deseo del Otro, el sujeto
tardía, donde se articulan logos y de- es ante todo, objeto. El lugar donde el

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The concept of phallus in Lacan’s work, from Seminar 3 to 5 // Por Miriam: Bruk, Karina Cuomo y Hernán Pasicel

sujeto busca articular su deseo, en los homóloga al eje i(a)---m de la relación


objetos, reencuentra ese deseo como con la imagen del otro como constitu-
deseo del Otro. tiva del yo, donde el Otro de la deman-
da debe sancionar para que la identifi-
$◊a---------d cación imaginaria sea posible.
En el piso superior, encontramos el eje
La Histeria busca su deseo en el enig- $◊a---d, eje equivalente al anterior, lo
ma del deseo del Otro, se identifica al podemos articular a un imaginario hu-
objeto del deseo del Otro. mano una vez que operó el .Φ
La Neurosis Obsesiva, como le apunta “El fantasma lo definiremos, si les pa-
al deseo como tal, niega al Otro como rece, como lo imaginario capturado en
deseante (agresión), niega el lugar cierto uso significante” (Lacan, 1998,
donde se articula su deseo, lo pierde, p. 417).
padece que se esfume su deseo y Cuando hablamos de fantasma hay
cuando puede realizar, o es impotente que resaltar su aspecto de guión, de
o duda. escena, de historia. Es algo que se ar-
La característica del deseo, la condi- ticula en una escenificación en la que
ción absoluta, se juega en el terreno el sujeto se pone en juego él mismo.
de la demanda y aparece algo con lo Se caracteriza por su articulación,
que se obsesiona (la cajita del peque- puede permanecer latente, incons-
ño obsesivo). ciente, pero siempre organizado. La
El deseo sexual debe encontrar su lu- función significante le proporciona su
gar, entre el llamado a una satisfac- consistencia y su insistencia.
ción de la necesidad y la demanda de Hasta aquí tenemos en el fantasma un
amor. sujeto en relación a sus objetos de de-
El deseo entre el significante y el sig- seo, al otro como objeto del deseo.
nificado. A esta fórmula le va a dar tantas vuel-
“…la Φ en el más allá de la demanda tas, como a la manera de pensar el
- debido a la necesidad estructural de falo en los siguientes Seminario, hasta
que algo se superponga al conjunto de llegar a formular en El Seminario 10 el
los significantes para hacer de él un objeto a como causa del deseo.
significado, es decir , lo que habitual- Hay que pensar en otra acepción del
mente ponemos debajo de la barra de objeto. El objeto de la pulsión, donde
nuestra articulación S mayúscula so- se pone en juego la satisfacción pul-
bre s minúscula. Aquí, en primer lugar, sional, se trata de los objetos anal,
el significado es un a significar” (La- oral, genital. No son objetos naturales.
can, 1998, p. 401). El objeto oral, es el demandado al
“El falo es aquel significante particular Otro. El objeto anal es el demandado
que, en el cuerpo de los significantes, por el Otro. El estilo, el modo en que el
está especializado en designar el con- sujeto articula su demanda actual, nos
junto de los efectos del significante, en permite reconocer determinada rela-
cuanto tales, sobre el significado” (La- ción con estos objetos.
can, 1998, p. 401). Está a la vista que se trata de objetos
El fantasma lo sitúa en una relación simbólicos porque se articulan a la de-

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manda, demanda inconsciente, lo sim- ”De lo que se trata en el falo es de algo
bólico en tanto inaccesible al sujeto. que se articula en el plano del lengua-
La fórmula de la pulsión es el sujeto en je y se sitúa, por lo tanto, en el plano
relación a su propia demanda. del Otro. Es el significante del deseo
Lacan critica la superposición del cam- en tanto que el deseo se articula como
po del deseo a la demanda y ese es el deseo del Otro” (Lacan, 1998, p. 387).
origen de la desviación del Psicoaná- El falo es un significante privilegiado,
lisis como el acceso a las relaciones paradójico, distinto a los otros signifi-
genitales adultas, como si en el campo cantes. Designa otro nivel del Otro,
de lo sexual pudiese haber pacto, es que en el segundo piso del grafo es el
decir hacer del deseo, demanda. significante del A barrado. De hecho el
El nombre del padre es en el Otro el significante falo, en el grafo no está es-
significante de la ley: “Les he dicho crito, funciona veladamente y esa es
que, en el interior del sistema signifi- su forma de operar en el campo del
cante, el Nombre del Padre tiene la deseo.
función de significar el conjunto del “Lo esencial de lo que les he plantea-
sistema significante, de autorizarlo a do al describirles la función del falo es
existir, de dictar su ley, les diré que fre- que es aquel significante que marca lo
cuentemente, en el sistema significan- que el Otro desea, en cuanto él mis-
te, hemos de considerar que el falo en- mo, como Otro real, Otro humano - for-
tra en juego a partir del momento en ma parte de su economía estar marca-
que el sujeto tiene que simbolizar, en do por el significante…” (Lacan, 1998,
el significante, el significado en cuanto p. 374).
tal, quiero decir la significación” ( La- “En otros términos, el sujeto reconoce-
can, 1998, p. 248). rá su deseo tachado, su propio deseo
El nombre del padre y la significación insatisfecho, en la medida en que el
fálica: el nombre del padre como el deseo del Otro esta tachado” (Lacan,
que permite la distinción entre código 1958, p. 375).
y mensaje. Entonces, si pensamos el El falo designa el más allá de la de-
Nombre del padre como el punto de manda. Designa al deseo en su dife-
almohadillado que posibilita dicha dife- rencia con la demanda. El estatuto de
rencia, nos encontramos en el piso de “signo”, que también tiene el signifi-
la demanda. El punto necesario para cante fálico, es porque designa algo.
la duplicación del grafo es el Falo Sim- Siendo que los significantes en gene-
bólico. ral no significan nada, salvo que estén
“El nombre del padre eleva a la cate- encadenados. El falo es un significan-
goría simbólica el objeto de deseo de te impar, entonces, no hace cadena.
la madre” (Lacan, 1998, p. 234).
El falo como significante del deseo es
esa marca que designa el deseo del
Otro. Esto implica un cambio de natu-
raleza del Otro que no sólo es la sede
del código sino que deviene él también
sujeto deseante.

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The concept of phallus in Lacan’s work, from Seminar 3 to 5 // Por Miriam: Bruk, Karina Cuomo y Hernán Pasicel

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS RESEÑA CURRICULAR DEL AUTOR


DE SAUSSURE, F. (1945), Curso de Lingüística Bruk Miriam
General, Losada. Licenciada en Psicología. Universidad de Buenos
LACAN, J. (1956-1957), El Seminario 4. La rela- Aires. Ex - Concurrente del Hospital Santojanni.
ción de objeto, Paidós, Buenos Aires, 1994. Docente en la Cátedra Psicoanálisis Escuela
LACAN, J (957-1958), El Seminario 5. Las forma- Francesa II. U.B.A. Docente del Seminario “El
ciones del inconsciente, Paidós, Buenos Aires, concepto de falo en la obra de Lacan”, realizado
1999. por Extensión Universitaria en la Facultad de Psi-
cología de la U.B.A.
LACAN, J. (1966), “De una cuestión preliminar a
todo tratamiento posible de la psicosis”. En Es- E-Mail: miriambruk@yahoo.com
critos 2, pp. 513-556, Siglo XXI, Buenos Aires,
1987. Cuomo Karina
LACAN, J. (1966), “La dirección de la cura y los Licenciada en Psicología. Universidad de Buenos
principios de su poder”. En Escritos 2, pp. 565- Aires. Ex - Concurrente del Hospital de Agudos
626, Siglo XXI, Buenos Aires, 1987. “Dr. Teodoro Alvarez”. Docente en la Cátedra Psi-
LACAN, J. (1966), “La significación del falo”. En coanálisis Escuela Francesa Cátedra II U.B.A.
Escritos 2, pp. 665-675, Siglo XXI, Buenos Aires, Docente del Seminario “El concepto de falo en la
1987. obra de Lacan”, realizado por Extensión Univer-
UMEREZ, O. (2004), Clase desgrabada del curso sitaria en la Facultad de Psicología de la U.B.A.
“La intervención y la interpretación en la dirección E-Mail: karinacuomo@hotmail.com
de la cura” A.M.A.
Pasicel Hernán
NOTAS Licenciado en Psicología. Universidad del Salva-
1
El término “meteoro” proviene del griego meteo- dor. Ex - Residente del H.I.G.A Paroissien. Do-
ron, que significa fenómeno en el cielo. Se emplea cente en la Cátedra Psicoanálisis Escuela Fran-
para describir el destello luminoso producido por cesa II. U.B.A. Docente del Seminario “El concep-
la caída de la materia que existe en el sistema to de falo en la obra de Lacan”, realizado por
solar sobre la atmósfera terrestre lo que da lugar Extensión Universitaria en la Facultad de Psico-
a una incandescencia temporal resultado de la logía de la U.B.A.
fricción atmosférica. E-Mail: hernanpasicel@yahoo.com.ar

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