Profanes: Orientation Lacanienne III, 8. Illuminations
Profanes: Orientation Lacanienne III, 8. Illuminations
Profanes: Orientation Lacanienne III, 8. Illuminations
Illuminations
profanes
, 2.005-2.006
Clase 9. Lustgewinn
Presenta el Seminario XVI de Lacan, enmarcado en la época que fue dictado. Lacan extrae el
plus de goce, haciendo pasar la plusvalía marxista al psicoanálisis, del que dirá su nombre
freudiano, Lustgewinn. Así aborda Lacan lo que hay en el origen mismo del sujeto, el goce, por
el intercambio nunca exacto del saber como precio de la renuncia al goce, del que se trata en
El Malestar en la Cultura, el saber como mercancía que genera un plus acorde a la
construcción freudiana de la libido y las zonas erógenas. Aparece el Je, precursor del parlêtre,
como partenaire-symptôme. El Seminario intenta la captura del goce en la permutación de
cuatro elementos que constituirán los discursos, armadura significante que fracasa ante el
fondo informe del goce y desfallece con el manejo de los nudos. Se impone el goce frente al
deseo como pivote de la enseñanza de Lacan, definiendo al deseo como la desinencia del decir
y al goce como desinencia del ser. Consultar citas del S-16 en anexo.
El Seminario confronta al Je, inconsciente impronunciable, con el Otro inconsistente,
ahondando en la estructura del corte significante que define lugares donde vendrán a
inscribirse las funciones vitales, predestinados antes de ser ocupados: la mirada y la voz en
función de objetos pequeños a. El Nombre del Padre está evocado en el Seminario a través de
la Apuesta de Pascal, donde se juega a cara o cruz. Tratándose de dar sentido a lo real, todo el
reino del sentido es conquistado por el Nombre del Padre, dirá Lacan, y lo que está en juego es
si hay o no una zona simbólica, limítrofe al no-sentido, hiancia entre el cuerpo y su goce que el
significante crea o agrava, haciendo que, valgan lo que valgan, sean las condiciones del
discurso las que nos comanden.
Clase 11. Los medios de producción del capitalismo sirven a la renuncia al placer
Sale el Seminario XVI, donde aparece el plus de gozar de la mano de la plusvalía marxista,
homólogo, y el objeto pequeño a, elemento contable de unidad suplementaria sobre el
trasfondo del goce. En la apuesta de Pascal, je esta enjeu, por el infinito, un solo jugador en
una sola mano que trata de si juego o no, en una travesía donde no hay concatenación
significante sin efecto de pérdida. Confrontado el goce al significante, se renuncia y emerge un
suplemento, plus de gozar, funcionamiento de la moral moderna propia de la época del
capitalismo, opuesta a la relación al goce en antigüedad, por lo que Lacan cambia en el
capítulo XIX, el artículo “el”, por “un”, un orden simbólico, ordenamiento, contabilidad y no una
ley, finalizando el fantasma del poder igual al saber, inscribiendo la disyunción de lo moderno,
donde el saber ha tomado un incremento desmesurado con relación a los efectos de poder.
Así diagnostica Lacan el malestar en la cultura como el desarrollo de un poder indomable, sin
amo, frenesí de nuestra ciencia al servicio de la pulsión acéfala. Gran A, es en-forme de
pequeño a, desaparece el referente S de A tachado, pequeño a es diferente al significante de la
falta, pues con el goce, la falla significante, ni se maneja ni encapsula, el agujero es en-forme.
En tiempos de disyunción del saber-poder, hay conjunción del saber-goce, y como señala
Lacan en el capítulo XX, agalma del Seminario, “no puedo explicar el sujeto más que bajo la
forma en que hemos aprendido en la práctica analítica, cernido de una extrañeza particular”,
marca topológica de lo que se trata en los objetos pequeños a. Lo correlativo de S1 es pequeño
a, a mano para representar al sujeto. Hace la génesis de los cuatro objetos pequeños a, del
rasgo al en-forme, un proceso de transformación en el que aparecen uno detrás de otro.
Clase 17. Ser el amo, ser la mujer, posiciones adecuadas al hombre y la mujer
El uso impropio de la palabra clínica, dirá JAM es emparejarla con la palabra teoría. En el S-
XVI va pareja a estructura, que opera, dirige, tiene acción lógica con coordenadas de la
práctica. Tras esto Lacan reformula las posiciones neuróticas, poniendo en paralelo la histeria y
la obsesión. El sujeto surge en un primer tiempo, de la relación indecible al goce, luego, al
recibir ese medio, el significante, es golpeado por una relación que desarrollándose a partir de
ahí, va a tomar forma como Autre. Hay rapport primitivo al goce, y génesis de la relación al
Autre, cambiando lo escrito en el Seminario XI, y en “Posición del inconsciente”. La inserción
significante en lo indecible del goce, produce un saber con fórmula formatriz de repetición. El
rapport primitivo al goce es el lugar del traumatismo, troumatisme, definición del sujeto del
goce, representado por objeto pequeño a, marca de lo que se disipó, y regresa siempre al
sujeto.
El goce como punto infinito que nada permite alcanzar, lo lleva a construir su clínica por
imposibilidades, siendo las posiciones neuróticas coartadas de insuficiencia, de no llego, fuera
de lo real. La histeria y la neurosis obsesiva, la posición masculina y femenina, se articulan a
partir del imposible del no hay relación sexual, y las fórmulas de la sexuación, en las que
plantea Lacan las posiciones adecuadas para cada uno de los sexos, con descaro de decir, la
posición conveniente al hombre: ser el amo, versión amable del padre, y para la histérica y
posición femenina: ser la mujer. Retoma la clínica el acto psicoanalítico, poniendo el acento en
la implicación de la transferencia a partir de la repetición. Termina, citando las reflexiones de
Lacan en el C-22, sobre la posición paramasoquista del analista: callarse aísla la función de la
voz, no ver, la mirada, y no escuchar, las demandas orales y anales.
Clase 18. El cuerpo vacío de goce de la histérica
El S-16 es par del S-17, así como el S-14 del S-15, entre ellos escribe Lacan “La proposición
del 67, sobre el psicoanalista de la Escuela”, determinante del pase. El estatuto del pequeño a,
pasa a la sombra con el fantasma, entrando en primer plano sus relaciones con gran Autre, que
JAM designa como “savoir jouissance”, vector del S-16, que presenta una posición tajante de la
repetición. Ni el sujeto, ni el fantasma, son pivots tras la introducción de pequeño a como plus
de gozar, lo que requiere una redefinición del gran A, de la que Lacan, nos da un recorrido:
de… función de lugar de la verdad, lugar del código, tesoro de los significantes, batería
significante necesariamente completa,
S(A)
sujeto supuesto saber, a… un gran Autre florido cuya topología es una estructura de la que no
se puede dar, más que la matriz de una repetición indefinida.
El S-16 y S-17, presenta la histeria no como complacencia somática, sino negación del cuerpo,
de la asunción de un rol sexual. Ella ni negocia, ni trata con el Autre, ni reconoce, ni paga la
deuda, no respeta ceremonias, ambages, ni derroteros que visten y velan la impotencia,
destapando el cartón piedra del amo, elevando la castración al Nombre del Padre simbólico. El
goce infinitizado de la histérica del S-16, responde al comentario enigmático de “Subversión del
sujeto”, sin la prohibición, padre impotente del S-17, como amo castrado. El goce inaccesible
del S-16 lo despeja Lacan en el S-17 distinguiendo el amo de su lugar, donde sitúa al analista
como pequeño a, no sin afinidad con el masoquismo, dirá el S-16. El cuerpo vaciado de goce,
es el Autre, y también pequeño a, pérdida, que el plus de gozar repara. Los goces de la
histérica culminarán en las fórmulas de la sexuación de Encore.