Sigal, Nora Lia - Freud, La Literatura y La Escritura
Sigal, Nora Lia - Freud, La Literatura y La Escritura
Sigal, Nora Lia - Freud, La Literatura y La Escritura
Freud, la literatura y la
escritura.
Cita:
Sigal, Nora Lia (2015). Freud, la literatura y la escritura. VII Congreso
Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XXII
Jornadas de Investigación XI Encuentro de Investigadores en Psicología
del MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires,
Buenos Aires.
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FREUD, LA LITERATURA Y LA ESCRITURA
Sigal, Nora Lia
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
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en la salita, arrojó todos los juguetes a la calle, luego los imple- Freud siempre subordinó la escritura frente a la palabra. Sin em-
mentos de cocina. Este hermano muere tempranamente y a partir bargo, arma sus modelos a partir de gráficos que nunca fueron
de esta muerte se inicia Goethe en la escritura (FREUD: 1917). Se sometidos a la palabra, volviendo enigmático aquello que se cree
enlazan aquí recuerdos infantiles, fantasía y posibilidad creativa. conocer bajo el nombre de escritura. Intenta representar lo psíquico
Este segundo momento freudiano, con la conceptualización del de- en un texto gráfico: plantea una aparato psíquico hecho de huellas,
seo, las fantasías, los recuerdos encubridores y la pulsión, permite donde hay neuronas que las retienen y otras que no las retienen.
ubicar una ganancia de placer formal en relación a la estética así Según Derrida, Freud, en cuanto a la escritura, sigue a Platón, con-
como alguna aproximación a la cuestión de la sublimación. siderando a la escritura como técnica auxiliar de la memoria. Para
complementar y asegurar la memoria aparece la escritura (ya sea
3. Planteamos un tercer momento donde Freud se cuestiona di- en papel, donde puede conservarse; en el pizarrón, donde se bo-
rectamente sobre le enigma de la creación a través de ejemplos rra y permite la recepción ilimitada; o en el bloc maravilloso, que
literarios. Aborda aquí textos de Shakespeare, Ibsen, Dostoievski, permite tanto la conservación permanente como la recepción ilimi-
Hoffman. tada)(DERRIDA: 1967, pág. 310). Esta escritura como auxiliar de la
Para hablar del carácter -planteándolo como investuduras libidi- memoria sería una contradicción frente a la escritura de las huellas
nales del ello que se consolidan mediante la identificación- utiliza en el aparato. Si la escritura es sólo auxiliar, no tendría sentido plan-
el caso de Ricardo III: ese rey tan alejado de la bella proporción, tear un modelo de aparato constituido por marcas, huellas. Derrida
deforme, inacabado, falto de todo donaire y por esa razón, resuelto rescata el concepto freudiano de huella y lo radicaliza, sacándolo
a actuar como villano. Es el ejemplo de “los de excepción”. También de la metafísica de la presencia. Plantea Derrida que la huella sería
se detiene Freud en “los que fracasan cuando triunfan” y lo ejempli- borrarse a sí mismo, borrarse su propia presencia: está constituida
fica con otro texto shakespeariano: Lady Macbeth, personaje que a por la amenaza de su desaparición irremediable, en realidad, de
causa del exceso de ambición, se derrumba tras alcanzar el triunfo. la desaparición de su desaparición. Entonces, la escritura no sería
También para ejemplificar esta cuestión toma a Rebeca, el perso- sólo auxiliar.
naje de Rosmersholm, de Ibsen, muchacha que por sentimiento Sostenemos que el camino desde la literatura hasta la escritura es
inconciente de culpa (la contradicción entre sentimiento e incon- una via regia, en el sentido que el primero conduce ineluctablemen-
ciente es freudiana) se niega a la felicidad. El tercer ejemplo freu- te al segundo. Empezamos por el relato, el cuento, la literatura y no
diano de tipo de carácter es el de los delincuentes por conciencia tenemos otra opción más que llegar al origen, a la letra escrita, a la
de culpa, siendo el asesino Raskólnikov su ejemplo (FREUD: 1916). grafía inscrita en un texto.
Freud conceptualiza la segunda tópica y sus ejemplos también son
literarios (aunque no sólo utiliza los literarios, no nos olvidemos de
los referentes clínicos de “Más allá del principio del placer”) BIBLIOGRAFÍA
Lo ominoso es la manera de abordar en este tercer momento freu- Derrida, J. (1967) “Freud y la escena de la escritura” en La escritura y
diano a la angustia. La visita a la estética se le hace imprescindi- la diferencia, 1ª edición, Barcelona: Anthropos, 1989. Traducción de
ble a Freud para dar cuenta en este momento del fenómeno de la Patricio Peñalver.
angustia. Así, “El hombre de la arena” de H.T.A. Hoffmann sirve de Freud, S. (1897) Cartas a Fliess, Obras Completas, Tomo I. Buenos Aires:
ejemplo para la compulsión de repetición relacionada con lo omi- Amorrortu Editores, 1986.
noso a la vez que para dar cuenta de la angustia de castración rela- Freud, S. (1905) Personajes psicopáticos en el escenario, Obras Completas,
cionada con el dañarse los ojos o perderlos. El efecto de lo ominoso Tomo VII. Buenos Aires: Amorrortu Editores, 1986.
aquí se plantea en relación a la presencia de dobles, el retorno de Freud, S. (1906) El delirio y los sueños en La Gradiva de Jensen, Obras
lo igual, el perderse, el borramiento de límites entre la fantasía y lo Completas, Tomo IX. Buenos Aires: Amorrortu Editores, 1986.
real, el animismo y el retorno de los muertos. También distingue con Freud, S. (1907) El creador literario y el fantaseo, Obras Completas, Tomo
precisión Freud entre lo ominoso leído y lo ominoso vivido: no son lo IX. Buenos Aires: Amorrortu Editores, 1986.
mismo la estética y el psicoanálisis. Freud, S. (1913) El motivo de la elección del cofre, Obras Completas, Tomo
XII. Buenos Aires: Amorrortu Editores, 1986.
LA ESCRITURA Freud, S. (1916): Algunos tipos de carácter dilucidados por el trabajo psi-
Hemos planteado tres momentos distintos con respecto a Freud y coanalítico, Obras Completas, Tomo XIV. Buenos Aires: Amorrortu Edi-
la literatura. Nos interesa marcar algunas cuestiones sobre aquello tores, 1986.
que no se puede ubicar como literatura. Nos referimos a la escritu- Freud, S. (1917) Un recuerdo de infancia en “Poesía y Verdad”, Obras Com-
ra. Freud ejemplificó con la literatura utilizándola para dar cuenta de pletas, Tomo XVII. Buenos Aires: Amorrortu Editores, 1986.
casos, pero en otra línea de pensamiento se sirvió de la escritura.
Por un lado dejó escritos sus casos, planteando su obligación hacia
la ciencia mediante el registro fiel, al estilo de un notario. Por otro
lado planteó la estructuración del delirio del Presidente Schreber
mediante la escritura.
Sin embargo, aquello que más nos interesa destacar con respecto
a la escritura es la constitución del aparato como aparato de mar-
cas, huellas de escritura (lo cual es posible a partir de plantear al
sueño como escritura jeroglífica). Así, la escritura pasa por distintos
esquemas: su primer esquema del aparato psíquico en la carta #
52, retomado en el capítulo VII de “La Interpretación de los sueños”
(1900), vuelto a ubicar en “Lo inconciente” (1914) y finalmente en
“El block maravilloso” (1925).
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