Sigal, Nora Lia - Freud, La Literatura y La Escritura

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 3

VII Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología

XXII Jornadas de Investigación XI Encuentro de Investigadores en Psicología del


MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires, Buenos
Aires, 2015.

Freud, la literatura y la
escritura.

Sigal, Nora Lia.

Cita:
Sigal, Nora Lia (2015). Freud, la literatura y la escritura. VII Congreso
Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XXII
Jornadas de Investigación XI Encuentro de Investigadores en Psicología
del MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires,
Buenos Aires.

Dirección estable: https://www.aacademica.org/000-015/845

Acta Académica es un proyecto académico sin fines de lucro enmarcado en la iniciativa de acceso
abierto. Acta Académica fue creado para facilitar a investigadores de todo el mundo el compartir su
producción académica. Para crear un perfil gratuitamente o acceder a otros trabajos visite:
https://www.aacademica.org.
FREUD, LA LITERATURA Y LA ESCRITURA
Sigal, Nora Lia
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina

RESUMEN la “defensa poética contra el recuerdo”, la cual se produciría exac-


La relación entre Freud y la literatura es muy temprana en sus in- tamente como en la neurosis, tendría el mismo estatuto.
vestigaciones. A partir de su camino literario llegaremos a sus con- Pocos años después en “Personajes psicopáticos en el escenario”
cepciones sobre la escritura (FREUD: 1905), planteará las distintas formas de goce en relación
con las múltiples formas de creación literaria. Así, en la poesía y la
Palabras clave danza se trataría de desahogar la sensibilidad, en la épica del goce
Freud, Literatura, Escritura heroico por el triunfo, en el drama se pondrían en escena las posi-
bilidades afectivas y en la tragedia de la complacencia masoquista
ABSTRACT del héroe, mientras que en la comedia se despertaría primero la
FREUD, LITERATURE AND WRITING inquietud y luego la calma. La obra artística se produce como re-
Freud´s relacionship with literature beguins early toghether wih his sultado del conflicto entre dos mociones contrapuestas: así como la
first investigations. We´ll start with his literary studies until we reach neurosis, se trataría de lucha entre opuestos.
his concepts about writing. En su análisis sobre: “El delirio y los sueños en la Gradiva de Jen-
sen” (FREUD: 1906), además de plantear que el personaje hace uso
Key words de la catarsis, deja planteada una cuestión que no modificará a lo
Freud, Literature, Writing largo de su producción teórica: “no nos son asequibles las fuentes
de la creación poética”. Sin embargo, en una nota al pie de 1912
dice: “ no sólo se trata de confirmar descubrimientos psicoanalíti-
INTRODUCCIóN cos sino también saber con que material de impresiones y recuer-
Los textos de Freud relacionados con la creación literaria abarcan dos ha plasmado el poeta su obra y por qué caminos y procesos ese
todo su recorrido teórico. Desde sus lecturas iniciales sobre los material fue llevado hasta la creación poética”. Parecería que en
personajes en el teatro a la creación literaria en relación con la algún momento creyó poder dar cuenta de este proceso. En 1913,
fantasía, pasando por algunos autores preferidos como Goethe o en “El motivo de la elección del cofre”, vuelve a esta primera idea,
Shakespeare. También su conceptualización sobre la literatura o su insiste en que no nos son asequibles estas fuentes de la creación.
interpretación se va modificando con el devenir de sus modificacio- Hasta aquí un primer momento, donde destacamos la teorización
nes en la teoría. acerca la defensa poética contra el recuerdo, el método catártico, el
Desde 1897, en la Carta a Fliess #71, donde incluye “Considera- conflicto entre placer y resistencia en las distintas obras, así como
ciones sobre Edipo Rey y Hamlet” hasta un prólogo que dedica a también la referencia a las formas y fuentes de la creación.
la obra de la princesa Bonaparte en 1933, el camino que recorre
Freud alrededor de la literatura es prolífico. Nos interesa marcar 2. A partir del texto “El creador literario y el fantaseo” (FREUD: 1907)
tres momentos diferenciados. podemos ubicar a la fantasía como concepto en Freud. Es el deseo
quien aporta la fuerza pulsionante a estas fantasías. Freud se pre-
1. Ubicamos un momento inicial de investigaciones de Freud coin- gunta dónde encuentra el creador tantas historias, lo cual es bien
cidente con sus primeras conceptualizaciones sobre la defensa. distinto a la posición anterior donde consideraraba inasequibles las
La carta 71 es parte de su análisis con Fliess. Aquí Edipo y Hamlet fuentes de la creación.
le sirven de modelo y ejemplo. Teoriza sobre la clínica a partir de En “Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci” (FREUD: 1910) nos
los clásicos. Así afirma: “un solo pensamiento de validez universal interesa destacar la sublimación como destino pulsional. Acá plan-
me ha sido dado. También en mí he hallado el enamoramiento de tea que los destinos de la pulsión de investigar serían la inhibición
la madre y los celos hacia el padre, y ahora lo considero un suceso (inhibición del pensar, neurosis), la compulsión a cavilar (propia de
universal de la temprana niñez… si esto es así, uno comprende la neurosis obsesiva) o la sublimación. Leonardo es un ejemplo pa-
el cautivador poder de Edipo Rey que desafía todas las objeciones radigmático de quien mudó la pasión en esfuerzo de saber, es decir,
que el intelecto eleva contra la premisa del oráculo y comprende sublimar. Además, retoma aquí el tema de la fantasía que planteaba
por que el posterior drama del destino debía fracasar miserable- en 1907: relata un recuerdo infantil único dentro de los escritos de
mente” (FREUD: 1897). El destino trágico de Edipo, dice Freud, nos Leonardo, el cual daría lugar a una fantasía formada más tarde:
conmueve porque podría haber sido el nuestro. Así también cuando “parece que ya de antes me estaba destinado ocuparme tanto del
se refiere a Hamlet, sobre quien pesa la tortura que le depara “el buitre (milano), pues me acude, como un tempranísimo recuerdo,
oscuro recuerdo de haber meditado la misma fechoría contra el que estando yo todavía en la cuna, un buitre (milano) descendió
padre por pasión hacia la madre, y trátese a cada hombre según se sobre mí, me abrió la boca con su cola y golpeó muchas veces con
merece y quien se libraría de ser azotado” (FREUD: 1897). esa cola suya contra mis labios”. Sabemos que no es indiferente
En una serie de cartas a Fliess ( desde la # 161 hasta la # 234) lo que un hombre crea recordar de su infancia. También en esta
plantea distintas consideraciones sobre “Die Richterin” (La juez) de línea de pensamientos Freud nos trae un único recuerdo infantil de
Conrad Ferdinand Meyer. Este era el autor preferido de Fliess, y Goethe plasmado en su autobiografía: “Poesía y Verdad”. En este
Freud realiza aquí aquello que nombra como “primera aplicación escrito, el autor refiere un solo episodio de su temprana niñez, del
circunstanciada del psicoanálisis” a una obra literaria. Plantea aquí momento del nacimiento de su hermano: jugando con otros niños

600
en la salita, arrojó todos los juguetes a la calle, luego los imple- Freud siempre subordinó la escritura frente a la palabra. Sin em-
mentos de cocina. Este hermano muere tempranamente y a partir bargo, arma sus modelos a partir de gráficos que nunca fueron
de esta muerte se inicia Goethe en la escritura (FREUD: 1917). Se sometidos a la palabra, volviendo enigmático aquello que se cree
enlazan aquí recuerdos infantiles, fantasía y posibilidad creativa. conocer bajo el nombre de escritura. Intenta representar lo psíquico
Este segundo momento freudiano, con la conceptualización del de- en un texto gráfico: plantea una aparato psíquico hecho de huellas,
seo, las fantasías, los recuerdos encubridores y la pulsión, permite donde hay neuronas que las retienen y otras que no las retienen.
ubicar una ganancia de placer formal en relación a la estética así Según Derrida, Freud, en cuanto a la escritura, sigue a Platón, con-
como alguna aproximación a la cuestión de la sublimación. siderando a la escritura como técnica auxiliar de la memoria. Para
complementar y asegurar la memoria aparece la escritura (ya sea
3. Planteamos un tercer momento donde Freud se cuestiona di- en papel, donde puede conservarse; en el pizarrón, donde se bo-
rectamente sobre le enigma de la creación a través de ejemplos rra y permite la recepción ilimitada; o en el bloc maravilloso, que
literarios. Aborda aquí textos de Shakespeare, Ibsen, Dostoievski, permite tanto la conservación permanente como la recepción ilimi-
Hoffman. tada)(DERRIDA: 1967, pág. 310). Esta escritura como auxiliar de la
Para hablar del carácter -planteándolo como investuduras libidi- memoria sería una contradicción frente a la escritura de las huellas
nales del ello que se consolidan mediante la identificación- utiliza en el aparato. Si la escritura es sólo auxiliar, no tendría sentido plan-
el caso de Ricardo III: ese rey tan alejado de la bella proporción, tear un modelo de aparato constituido por marcas, huellas. Derrida
deforme, inacabado, falto de todo donaire y por esa razón, resuelto rescata el concepto freudiano de huella y lo radicaliza, sacándolo
a actuar como villano. Es el ejemplo de “los de excepción”. También de la metafísica de la presencia. Plantea Derrida que la huella sería
se detiene Freud en “los que fracasan cuando triunfan” y lo ejempli- borrarse a sí mismo, borrarse su propia presencia: está constituida
fica con otro texto shakespeariano: Lady Macbeth, personaje que a por la amenaza de su desaparición irremediable, en realidad, de
causa del exceso de ambición, se derrumba tras alcanzar el triunfo. la desaparición de su desaparición. Entonces, la escritura no sería
También para ejemplificar esta cuestión toma a Rebeca, el perso- sólo auxiliar.
naje de Rosmersholm, de Ibsen, muchacha que por sentimiento Sostenemos que el camino desde la literatura hasta la escritura es
inconciente de culpa (la contradicción entre sentimiento e incon- una via regia, en el sentido que el primero conduce ineluctablemen-
ciente es freudiana) se niega a la felicidad. El tercer ejemplo freu- te al segundo. Empezamos por el relato, el cuento, la literatura y no
diano de tipo de carácter es el de los delincuentes por conciencia tenemos otra opción más que llegar al origen, a la letra escrita, a la
de culpa, siendo el asesino Raskólnikov su ejemplo (FREUD: 1916). grafía inscrita en un texto.
Freud conceptualiza la segunda tópica y sus ejemplos también son
literarios (aunque no sólo utiliza los literarios, no nos olvidemos de
los referentes clínicos de “Más allá del principio del placer”) BIBLIOGRAFÍA
Lo ominoso es la manera de abordar en este tercer momento freu- Derrida, J. (1967) “Freud y la escena de la escritura” en La escritura y
diano a la angustia. La visita a la estética se le hace imprescindi- la diferencia, 1ª edición, Barcelona: Anthropos, 1989. Traducción de
ble a Freud para dar cuenta en este momento del fenómeno de la Patricio Peñalver.
angustia. Así, “El hombre de la arena” de H.T.A. Hoffmann sirve de Freud, S. (1897) Cartas a Fliess, Obras Completas, Tomo I. Buenos Aires:
ejemplo para la compulsión de repetición relacionada con lo omi- Amorrortu Editores, 1986.
noso a la vez que para dar cuenta de la angustia de castración rela- Freud, S. (1905) Personajes psicopáticos en el escenario, Obras Completas,
cionada con el dañarse los ojos o perderlos. El efecto de lo ominoso Tomo VII. Buenos Aires: Amorrortu Editores, 1986.
aquí se plantea en relación a la presencia de dobles, el retorno de Freud, S. (1906) El delirio y los sueños en La Gradiva de Jensen, Obras
lo igual, el perderse, el borramiento de límites entre la fantasía y lo Completas, Tomo IX. Buenos Aires: Amorrortu Editores, 1986.
real, el animismo y el retorno de los muertos. También distingue con Freud, S. (1907) El creador literario y el fantaseo, Obras Completas, Tomo
precisión Freud entre lo ominoso leído y lo ominoso vivido: no son lo IX. Buenos Aires: Amorrortu Editores, 1986.
mismo la estética y el psicoanálisis. Freud, S. (1913) El motivo de la elección del cofre, Obras Completas, Tomo
XII. Buenos Aires: Amorrortu Editores, 1986.
LA ESCRITURA Freud, S. (1916): Algunos tipos de carácter dilucidados por el trabajo psi-
Hemos planteado tres momentos distintos con respecto a Freud y coanalítico, Obras Completas, Tomo XIV. Buenos Aires: Amorrortu Edi-
la literatura. Nos interesa marcar algunas cuestiones sobre aquello tores, 1986.
que no se puede ubicar como literatura. Nos referimos a la escritu- Freud, S. (1917) Un recuerdo de infancia en “Poesía y Verdad”, Obras Com-
ra. Freud ejemplificó con la literatura utilizándola para dar cuenta de pletas, Tomo XVII. Buenos Aires: Amorrortu Editores, 1986.
casos, pero en otra línea de pensamiento se sirvió de la escritura.
Por un lado dejó escritos sus casos, planteando su obligación hacia
la ciencia mediante el registro fiel, al estilo de un notario. Por otro
lado planteó la estructuración del delirio del Presidente Schreber
mediante la escritura.
Sin embargo, aquello que más nos interesa destacar con respecto
a la escritura es la constitución del aparato como aparato de mar-
cas, huellas de escritura (lo cual es posible a partir de plantear al
sueño como escritura jeroglífica). Así, la escritura pasa por distintos
esquemas: su primer esquema del aparato psíquico en la carta #
52, retomado en el capítulo VII de “La Interpretación de los sueños”
(1900), vuelto a ubicar en “Lo inconciente” (1914) y finalmente en
“El block maravilloso” (1925).

601

También podría gustarte