RAE - Lo Poético y La Vida - 16032021
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2. DATOS DE RESUMEN
2.1. Palabras clave: fenomenología, estética, imaginación, fantasía, esencia, subjetividad,
intuición, conciencia, espíritu, sentido.
2.2. Descripción: En la primera parte del libro titulada Fenomenología de la estética del
mundo o los tres mundos de Margarita, de la cual trata este RAE, el autor describe tres
ámbitos fenomenológicos: la actitud natural, la actitud eidética y la fenomenología
trascendental. Cada ámbito se desarrolla en cada movimiento en los que se divide el texto y
es ejemplificado con la vida de Margarita, de quien se sugiere un crecimiento y desarrollo
físico y espiritual en cuanto sus vivencias le permiten partir de la actitud natural hasta hallarse
en la fenomenología trascendental. En este tránsito, imaginación y fantasía se van
configurando y complejizando en la protagonista, permitiéndole al autor explicar, en los
términos de Edmund Husserl, el arte y la ciencia como productos de las cuestiones últimas y
eternas de la fenomenología trascendental.
2.3. Fuentes: El texto se apoya en las ideas de Husserl, especialmente las expresadas en:
Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica, La crisis de las
ciencias europeas y la fenomenología transcendental, y Lógica formal y lógica
trascendental.
2.4. Descripción puntual de contenidos: Al hablar de fenomenología se habla de la
experiencia subjetiva, y es en esta subjetividad donde la imaginación y la fantasía tienen
lugar. En el ensayo, estos dos conceptos, imaginación y fantasía, se observan desde tres
ámbitos fenomenológicos: la actitud natural, la actitud eidética y la fenomenología
trascendental, que a continuación se resumen.
2.4.1. Primer movimiento. Actitud natural: en este ámbito el sujeto construye un
conocimiento natural desde su experiencia, un conocimiento empírico, que es legítimo y
válido y que le permite sobrevivir en su medio. Se asume el mundo desde una conciencia
empírica. La imaginación aparece en esta actitud como una serie de percepciones intuitivas
del mundo, son resultado de la experiencia, y se recrean de forma estructurada y espontánea.
La imaginación no se aprende, simplemente está ahí. Por tanto, la actitud natural es un campo
abierto por la percepción empírica y la intuición imaginativa donde el mundo del sujeto es
un mundo práctico, aquí las cosas son asumidas meramente como cosas. Es a partir de esta
actitud se hacen posibles elaboraciones más complejas de la conciencia, que son
precisamente los dos ámbitos fenomenológicos siguientes.
2.4.2. Segundo movimiento. Actitud eidética: esta actitud fenomenológica es una actitud
para asumir el mundo en la que todas las cosas tienen aristas que van más allá de sus formas
físicas o naturales. Aquí la esencia se constituye una nueva dimensión de las cosas, esencia
que se va revelando a través de la corriente de vivencias del ser que le dicen que las cosas
son cosas, pero también algo más. Es por esta actitud fenomenológica, que implica una
dimensión de conciencia más allá de la empírica, que el ser intenciona o aprecia las cosas
según como estás se integran o se dan a su mundo de la experiencia. Por tanto, la conciencia
debe sufrir una transformación, una nueva manera de mirar desde la vivencia y experiencia,
dejando a un lado las nociones, ideas y consideraciones propias de la actitud natural
anteriormente descrita. Esto genera un residuo fenomenológico, una ganancia de lo esencial
de las cosas, ya que se pueden percibir en forma natural y en forma reflexiva.
El ser no solo percibe su alrededor, sino que descubre las relaciones que tiene con lo que le
rodea. Tiene una percepción eidética. Se siente parte de una realidad dinámica y universal
que nunca está quieta y en la que cada cosa guarda relaciones que van tejiendo un mundo al
que solo puede acceder a través de su intuición sensible y que se constituye en la región
espiritual del ser. Según el texto, hablar de lo espiritual es hablar de la subjetividad, es decir,
de la reconfiguración permanente entre el sentido de las cosas y del ser en sí mismo. Esto es
la existencia del hombre al ejercer conciencia sobre el sentido que tiene el mundo y que él
tiene en el mundo.
En la actitud eidética imaginación e intuición son dos caras interdependientes de un ismo
fenómeno. La actitud fenomenológica da una nueva forma de imaginación, la imaginación
eidética, que se constituye como ganancia de la imaginación empírica. En la imaginación
eidética lo que importa son las esencias de las cosas, cosas que puedes ya no existir, pero
cuya esencia ha quedado constituida en la conciencia y de su entretejer se generan nuevos
mundos en la conciencia del sujeto. Por un acto intuitivo del ser las esencias se hacen
presentes y reviven sensaciones, sentimientos, reacciones, y por la imaginación eidética el
hombre reconstruye su mundo, sus recuerdos y momentos en una temporalidad y espacialidad
propia, haciendo de la imaginación eidética una operación profunda y fundamental.
2.4.3. Tercer movimiento. Fenomenología trascendental: esta se da en un territorio hecho
de sensaciones y de horizontes o posibilidades infinitas de sentido, es decir, potencialidades
intuitivas que puede desarrollar la subjetividad. La fenomenología trascendental es la región
última del ser, absoluta del espíritu, territorio de la subjetividad. Aquí, la subjetividad tiene
una fuerza creadora y la conciencia se constituye como fundamento para la realidad; por
tanto, las esencias de las cosas, de la intuición trascendental, no tienen propiamente correlatos
en la realidad ni relación con hechos concretos o empíricos. En está dimensión la imaginación
es la fantasía. Y la fantasía es la extensión última y suprema de la imaginación, cuyo mundo
no necesita la validez del mundo empírico. Al superar el mundo empírico y el ámbito
eidético, la fantasía crea y da forma a nuevas maneras de aparecer el sentido.
En la fenomenología trascendental el mundo es una construcción espiritual del sujeto y es
también aquí donde, según Husserl, pueden hallarse las esencias absolutas. Es aquí donde
sucede el arte y la ciencia. Las fantasías se hacen comprensibles a través de la expresión
artística, o materialización, que las traduce. Las creaciones artísticas o científicas surgen de
la fantasía y se van formando como ideas que devienen en realidades tangibles o abstractas,
creando cada vez nuevas formas y nuevos mundos. Las esencias producidas por las fantasías
se pueden instaurar en la cultura, donde se vuelven categorías absolutas que dotan de sentido
al mundo y cuestionan al ser, se vuelven verdades eternas, como expresiones últimas y
perpetuas de la fenomenología trascendental.
3. CONCLUSIONES: La lectura del texto permite un primer acercamiento a la
fenomenología trascendental fundada por Edmund Husserl, de forma sencilla y ejemplificada
a través de las vivencias puntuales de la protagonista, acierto del autor especialmente para
quienes no están familiarizados con este movimiento filosófico. Se puede ver como la
pregunta por la manifestación de las cosas en la conciencia y la experiencia subjetiva del ser,
va transformándose y complejizándose en la medida en que intuición, imaginación y fantasía
se constituyen un recorrido para el ser, un paso a paso para llegar a las cuestiones últimas
que cuestionan y llenan de sentido su existir, es decir, que le van permitiendo conciencia de
sí mismo, de su mundo y de sí mismo en su mundo. Cuestiones que finalmente se
materializan o estructuran en las ideas plasmadas en la creación artística y la ciencia.