Capitul Ii Gestion Mantenimiento Parte I Estudiantes

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4RA CLASE.

GESTION HOSPITALARIA

GESTION DEL MANTENIMIENTO HOSPITALARIO

PROFESOR: MSc. JULIO LERAS


CAPITULO II
GESTION DEL MANTENIMIENTO

INTRODUCCION

En la actualidad un paciente puede estar conectado a una gran cantidad de


equipos de manera simultánea, varios de ellos pueden ser críticos, dependiendo su
funcionamiento en gran parte del diseño y del estado de las instalaciones eléctricas,
termo-mecánicas, sanitarias, gases medicinales, entre otros factores del
establecimiento de salud, se nos presenta un sistema bastante complejo.

A pesar de la tremenda responsabilidad que implica el adecuado funcionamiento


de las plataformas tecnológicas en los ámbitos hospitalarios, en Venezuela y en gran
parte de América Latina no existe aún la cultura sistémica de protocolizar el
desempeño del Mantenimiento Hospitalario bajo sistemas de gestión altamente
confiables y que brinden además respaldo legal ante la eventualidad de este tipo de
requerimiento a raíz de un accidente de origen tecnológico que cause daño a pacientes,
personal de salud o al ambiente.

Como está documentado en gran parte de la literatura acerca del mantenimiento


hospitalario a lo largo de todo el mundo, en ocasiones, la falla en el funcionamiento de
instalaciones y/o equipamiento biomédico ha causado el daño o la muerte de personas.
Como ejemplo de estos problemas que se presentan a diario en un establecimiento de
salud se tiene una instalación eléctrica inadecuada que origina un incendio, un
cardidesfibrilador que no descarga a la hora de asistir a una persona con infarto de
miocardio, un electrobisturí que produce dolorosas quemaduras al paciente, un equipo
de respaldo eléctrico que no funcionó y dejo a oscuras la sala quirúrgica en plena
cirugía, equipos de climatización que generan y distribuyen bacterias que incrementan
el riesgo de infección o enfermedad nosocomial, entre otros.

Luego, en el sector salud el mantenimiento de conservación de una edificación y


su contenido (inmuebles, equipos, instalaciones, herramientas entre otros), juega un
papel fundamental, a tal punto que este procedimiento operativo, es el que permite
garantizar la seguridad del paciente y del técnico en todo momento.
Ya es un concepto universal, el mantenimiento como el desarrollo de un
conjunto de técnicas y normas que están enfocadas a la preservación o conservación
de una edificación y su contenido (inmuebles, equipos, instalaciones, herramientas
entre otros), en condiciones de funcionamiento seguro, eficiente y económico,
previniendo daños o reparándolos cuando ya se hubieran producido, proporcionando
un mayor rendimiento de estos a través del tiempo.

En un inicio el mantenimiento era visto como una actividad correctiva que era
necesaria para solucionar y corregir las fallas que se presentaban en las instalaciones,
equipos y maquinas industriales, razón por las cuales la mayor parte de las veces están
actividades eran ejecutadas por los operarios. Hoy gracias al desarrollo tecnológico
se han implementado departamentos o áreas de mantenimiento capaces de encargarse
de la prevención de las fallas y garantizar una mayor disponibilidad de los equipos,
máquinas y sistemas encargados. El mantenimiento incluye las actividades y tareas
que están orientadas a:

Conservar en óptimas condiciones un bien, de acuerdo a sus especificaciones


técnicas, con el fin de que este preste un buen servicio.
Mantener en operación continua, confiable y económica un bien.
Preservar y alargar la vida útil de un bien, garantizando su adecuado
funcionamiento según los estándares establecidos.

La base de un buen mantenimiento preventivo y predictivo radica en el soporte


técnico bibliográfico del encargado del mismo. Por ello es recomendable el
desarrollo y mantención de manuales técnicos que apoyen a los operadores y
personal técnico de los departamentos responsables del mantenimiento de equipos
médicos. Instalaciones, herramientas entre otras actividades de desempeño del
Ingeniero en Biomédica.
1.1.– Definiciones

Algunos equipos médicos, en particular aquellos cuya salida de


energía se usa con fines terapéuticos (desfibriladores, unidades
electroquirúrgicas, estimuladores fisioterápicos, entre otros)
requieren calibración periódica.

Esto significa que los niveles de energía se deben medir y que si hay
discrepancia con respecto a los indicados es preciso realizar ajustes
hasta que el dispositivo funcione conforme a las especificaciones.
Los dispositivos con los que se realizan mediciones
(electrocardiógrafos, equipos de laboratorio, básculas con
estadímetro, espirómetros) también requieren calibración periódica
para asegurar su precisión según parámetros establecidos.

Situación en la que no se cumplen los requisitos de funcionamiento


o seguridad, en la que se produce una rotura, o ambas cosas. Un
desperfecto se corrige mediante la reparación, la calibración o
ambas.

Se refiere a las actividades programadas que son necesarias para asegurar


que un equipo funciona correctamente. Incluye las inspecciones de
funcionamiento y las inspecciones de seguridad. Estas actividades se
realizan junto con el mantenimiento preventivo, el mantenimiento
correctivo o la calibración, pero también se pueden realizar de manera
independiente, como actividad programada a intervalos definidos.
Todas las actividades programadas necesarias para garantizar que un
equipo médico funciona correctamente y está bien mantenido. Por lo tanto,
incluye inspección y mantenimiento preventivo.

Actividades ideadas para verificar el funcionamiento de un


dispositivo. En la prueba se compara el desempeño del dispositivo
con las especificaciones técnicas establecidas por el fabricante en el
manual de servicio o mantenimiento. Estas inspecciones no tienen la
finalidad de prolongar la vida útil del equipo, sino solamente evaluar
su estado actual. Algunas veces, a las inspecciones de
funcionamiento se las llama inspecciones de verificación del
funcionamiento.

Se realizan para asegurar que usar el dispositivo es seguro en


relación con sus componentes eléctricos y mecánicos. Las
inspecciones también pueden incluir verificaciones de radiación,
gases peligrosos o contaminantes químicos. Una vez realizadas las
inspecciones, los resultados se comparan con los valores
establecidos en la normativa nacional o regional y también con los
especificados por el fabricante. La frecuencia de las inspecciones
de seguridad puede ser diferente de la del mantenimiento
programado y las inspecciones del funcionamiento; habitualmente
se basan en requisitos de reglamentación.

Es la actividad técnica administrativa dirigida principalmente a


prevenir averías, a restablecer la infraestructura y la dotación
hospitalaria a su estado normal de funcionamiento, así como la
realización de actividades tendientes a mejorar el
funcionamiento de los equipos biomédicos, industriales u otros
que están al servicio de la salud.
Proceso para restaurar la integridad, la seguridad o el
funcionamiento de un dispositivo después de una avería. El
mantenimiento correctivo y el mantenimiento no programado
se consideran sinónimos de reparación. En este documento
estos términos se usan indistintamente.

Técnica para prever la frecuencia de avería de determinados


tipos de componentes sustituibles (baterías, válvulas, bombas,
sellos). El intervalo entre procedimientos de mantenimiento
se fija de modo de reemplazar los componentes antes de que
fallen y garantizar que el funcionamiento del equipo siga
siendo fiable. En el marco de la atención sanitaria esto se hace
principalmente en un centro de salud que posee una gran
cantidad de dispositivos médicos de un solo fabricante o de
un solo modelo.

Mantenimiento que se realiza para prolongar la vida útil del


dispositivo y prevenir desperfectos. El MP habitualmente se
programa a intervalos definidos e incluye tareas de mantenimiento
específicas como lubricación, limpieza (por ejemplo, de filtros) o
reemplazo de piezas que comúnmente se desgastan (por ejemplo,
cojinetes) o que tienen una vida útil limitada (por ejemplo, tubos).
Por lo general es el fabricante el que establece los procedimientos
e intervalos. Algunas veces se llama al mantenimiento preventivo
“mantenimiento planificado” o “mantenimiento programado”.

Terminología utilizada para describir un dispositivo. El uso de


nombres descriptivos universales tomados de una sola fuente
internacional reconocida * es fundamental para poder comparar
procedimientos y tiempos de inspección, tasas de desperfectos,
costo del servicio y otros datos importantes para la gestión de
equipos médicos, entre un centro de salud y otro. A pesar de que
los fabricantes ponen nombres particulares a los dispositivos, es
importante registrar el nombre de uso universal, como figura en
el sistema de nomenclatura (por ejemplo, nombre en la
nomenclatura: equipo de electrocirugía monopolar/bipolar;
nombre del proveedor: generador para electrocirugía; nombre
del proveedor para el modelo: Radiolase).
Dos sistemas de nomenclatura comúnmente utilizados son: Global
Medical Device Nomenclature (http//www.gmdnagency.com/) y
Universal Medical Device Nomenclature System
(https://www.ecri.org/Pages/default.aspx) .
Es el instrumento gerencial diseñado para proporcionar acciones
sistemáticas de trabajo al prestador del servicio de mantenimiento de
cada institución

Son todas las actividades dirigidas a la conservación de la


infraestructura existente, a fin de mantenerla en condiciones
normales de funcionamiento. Las actividades que
corresponden al mantenimiento de la infraestructura

Es UNA RED de procedimiento relacionados entre si, y


desarrollados de acuerdo a un conjunto de componentes,
destinados a lograr un objetivo particular, de acuerdo a un plan
estratégico previamente diseñado, debiendo tener la capacidad de
ajustarse a los cambios que se producen en el entorno
1.2 Generalidades
Para el Ingeniero en Biomédica visionar el rol que desempeña dentro de la
eficiencia de un establecimiento sanitario es determinante, siendo la organización y
planificación adecuada del proceso de desarrollo de la infraestructura física de los
servicios de salud es una tarea de primordial importancia, donde la planificación,
desarrollo, mantenimiento y conservación requieren de una cuidadosa atención.

Un aspecto importante a ser considerado para en la planificación e


implementación del mantenimiento, es el ciclo de vida de los bienes que forman parte
del centro de salud. El mantenimiento es, ante todo, la gerencia y administración de
recursos sobre bases sólidas de ingeniería y las decisiones técnicas deben ser
confiables y estar basadas en informaciones que faciliten un conocimiento real de los
problemas. Este ciclo de vida consta de las siguientes etapas:

•Etapa 1: se caracteriza por las fallas que se presentan debido a defectos de


fabricación e instalación. Para un centro hospitalario, esta etapa debe ser
cubierta con la garantía de la empresa proveedora o instaladora del servicio,
producto o proceso, o constructora de la edificación
Etapa 2: normalmente es el período donde el objeto de uso se trabaja sin
fallas, el caso de ocurrencia de una falla es ocasional.
• Etapa 3: se caracteriza por la presencia de fallas típicas vinculadas al tiempo
de operación del bien que ocasionan el desgaste de sus componentes.

En el cuadro1, se presenta una estimación de vida útil y porcentaje de costo en


función de la inversión inicial de los componentes de un establecimiento de salud.

Cuadro 1. Estimación de vida útil de los componentes hospitalarios


Componente Vida útil % en relación al costo de
la inversión inicial
Equipos móviles 5-8 5%
Equipos fijos 15 a 20 años 15%
Obra civil 40 a 50 años 30%
Instalaciones (sistemas sanitarios, 50%
eléctricos, electro-mecánicos y las 20 años
instalaciones de oxígeno, vacío y
gases medicinales
Fuente: programación, desarrollo y mantenimiento de los establecimientos de salud.
Publicación científica Nº 441. OPS
Bajo condiciones normales de uso todo equipo tiene un correcto estado de
operación, condicionado al ambiente y a los defectos de fabricación e instalación
considerados como aceptables. Todo defecto imputable al uso tiene asociado un
incremento en el nivel de desgaste, el cual determina las acciones de mantenimiento
que han de tomarse cuando se ha alcanzado el límite de deterioro.

Se hace énfasis que cada equipo, mobiliario o elementos de la infraestructura de


cualquier establecimiento de salud tiene un tiempo característico de
aprovechamiento y de funcionamiento, el cual deberá ser considerado al momento de
diseñar y desarrollar el programa de mantenimiento, así como del programa de
reposición de bienes.

El mantenimiento de cualquier tipo de establecimientos de salud es importante


debido a que contribuye a:
Realizar el correcto procedimiento e incrementar la confiabilidad de los
sistemas básicos de ingeniería, instalaciones y equipos del establecimiento de
salud a través de la realización de actividades de organización, dirección,
planeación, ejecución y control.
Implementar políticas, métodos y técnicas de conservación, con miras a
lograr una disminución en la incidencia de fallas imprevistas, así como
incrementar la productividad, confiabilidad, seguridad, eficiencia y eficacia del
recurso físico, garantizando las óptimas condiciones de bienestar para el
paciente
Mantener la calidad de la atención en salud, en concordancia con los
estándares y la normatividad vigente.
Conservar la infraestructura física, las instalaciones y los equipos en
condiciones operativas para no producir la interrupción del servicio.
Reducir la vulnerabilidad de los establecimientos de salud ante situaciones de
emergencias y desastres.
Disminuir los costos de operación del servicio.
Razón, por la cual el mantenimiento no es, en manera alguna, un fenómeno
estático. Por el contrario, y aunque parezca paradójico, es fundamentalmente un
concepto evolutivo. Mantener, desde el punto de vista técnico-económico, implica la
realización de todos los actos necesarios para que las instalaciones, equipos y los
grupos humanos (personal operativo), responsables de estas operaciones y de su
conservación, hagan lo posible, en forma permanente, la generación de bienes y
servicios en condiciones óptimas de economía o, por lo menos, en las mismas
condiciones relativas con que iniciaron su operación.

En la práctica de la medicina moderna el uso de equipos altamente complejos,


producto del desarrollo tecnológico, determina un gasto cada vez más creciente
imponiendo una gran inversión de capital que es necesario proteger mediante
adecuados sistemas de mantenimiento, incluyendo la capacitación del personal técnico
de operación y mantenimiento, normas de selección y adquisición de insumos, así
como la aplicación de técnicas modernas en la operación y conservación del
equipamiento médico hospitalario.

Si la formación de un capital aplicado a bienes de producción de servicios


médicos-asistenciales exige el uso intensivo de tecnología, de esfuerzo y experiencia,
el conservarlo requiere de elementos similares y de hecho el garantizar la capacidad
productiva del recurso físico en salud en la forma más eficiente y económica, equivale
a mantener o incrementar el capital invertido

Sin embargo, es más significante aunque la inversión económica en si es la


prestación de los servicios de salud a la población, propósito y misión de los
establecimientos de salud. Aún, no existe un patrón de comparación, en términos de
dinero, para compensar una incapacidad física o la perdida de una vida humana por
causa de la falla o mal funcionamiento de un equipo. Proteger una cuantiosa inversión
es importante, pero asegurar la asistencia médica adecuada, en el momento oportuno,
lo es mucho más. En la figura 1 se describe la relación y efecto que genera el
mantenimiento sobre la vida útil y capacidad operativa de la infraestructura física del
establecimiento de salud.
Figura 1. Efecto del mantenimiento en el rendimiento del servicio hospitalario

1.3. Tipos de mantenimiento


Es importante tener claro la clasificación de las distintas formas de
mantenimiento que se pueden ejecutar en un establecimiento de salud, y así no entrar
en confusiones, no semánticas, sino de tipo operativas, que pueden causar
inconvenientes no previstos.
La necesidad de tener una entidad interna responsable de encarar y concretar las
diversas acciones de conservar y mantener las instalaciones, equipos y máquinas, así
como los edificios, espacios abiertos, etc., se debe a que cualquier estructura necesita
ser atendida para que mantenga su estado lo más cercano posible a su estado inicial y,
de ser posible, mejorarlo aún más.
Todos los tipos de mantenimiento que se planifiquen dentro de un centro
hospitalario, tienen aspectos en común los cuales deben ser considerados, pues son la
esencia de tan importante actividad. El mantenimiento, cualquiera que sea, estará
relacionado con:

La economía, no solo aplicado al dinero, sino también referido otros valores


(el tiempo, los esfuerzos y recursos).
El desarrollo del personal, pues cada día más se exige a la fuerza efectiva
mayor eficiencia operática que se obtiene con entrenamiento y formación, aun y
cuando al inicio se mire como un gasto y no como una inversión
La calidad, en el sentido más amplio especialmente si se está hablando de
mantener el hospital en optimas condiciones de funcionamiento, donde los
servicios a los paciente no pueden suspenderse no postergarse
El orden como concepto, aplicado a la mejor forma de aprovechamiento del
tiempo y los espacios.

Para alcanzar las metas propuestas anteriormente, la Gerencia del Departamento


de Mantenimiento se debe organizar de manera que se alcancen los siguientes
aspectos:
Una infraestructura simple, con pocos niveles y agrupando actividades de
acuerdo a las diferentes especialidades de atención dentro de un hospital,
denominadas Unidades de Gestión o Grupos Funcionales homogéneos (GFH’s)
Una organización eficaz
Buena comunicación e información
Objetivos claros, mensurables y conocidos por todos
Pocos procedimientos, claramente escritos.
Personal sólidamente formado y permanentemente entrenado
El trabajo en equipo, con líderes responsables de resultados
Una gerencia que dirija y coordine acciones haciendo gestión con los
“clientes”.
Cuidado del tiempo, ordenando tareas en planes y programas
El control detallado de los costos
La observación de todas las normas, regulaciones y reglamentos
La aplicación de los principios del orden, la limpieza y la seguridad
El trabajo hecho con sentido de productividad y rendimiento
Tener presente siempre el factor calidad como el eje de referencia

Antes de entrar al desarrollo de los diferentes tipos de mantenimiento conviene


expresar que, si bien todas, o casi todas las acciones de mantenimiento concluyen
siendo correctivas, el sistema de mantenimiento propuesto debe ser un mantenimiento
programado, pues es el centro de todo el servicio; donde el departamento o Gerencia
de Mantenimiento, cuida el orden y el tiempo de cumplimiento de dicha planificación.
El orden, pues prestara atención a los requerimientos respetando prioridades, en
función solo de la importancia que tenga cada uno de los pedidos de servicios.

Es importante hacer énfasis que la palabra programa está ligada al concepto de


tiempo (¿Cuándo se va a hacer?, ¿Cuánto tiempo se tardara en hacer el trabajo?, ¿se
puede reducir ese lapso?). Todos los trabajos que se soliciten habrán de pasar por un
programa; desarrollándose en un orden prioritario cada uno de los trabajos incluidos
en el.
Considerando las formas de intervención en el mantenimiento, éste se puede
clasificar en:

1.3.1. Preventivo (MP (preventive maintenance)): es la verificación sistemática,


cíclica (periódica y programada, estacional), la inspección, y la corrección de
pequeñas deficiencias y desviaciones, para evaluar el estado de funcionamiento y
generar el respectivo reporte que permita identificar fallas para lograr que los
equipos, instalaciones y la infraestructura física estén en completa operación y en los
niveles óptimos de eficiencia. Este mantenimiento está orientado a la extensión de la
vida útil de los bienes de los establecimientos de salud, así como a las correcciones y
reparaciones menores. Este mantenimiento incluye:
Inspecciones (de funcionamiento y de seguridad), ajustes, reparaciones,
análisis, limpieza, correcto manejo del equipo, inspecciones sistemáticas, control
de los parámetros técnicos, lubricación, calibración detección y corrección de la
fallas iniciales antes de que ocurran los daños en la operación de los equipos o
instalaciones.

Este tipo de mantenimiento incluye el mantenimiento programado, es decir el


cambio de piezas o conjuntos al cumplirse determinadas horas de trabajo o haber
transcurrido determinado tiempo. Es útil debido a que aumenta la confiabilidad de los
equipos y prolongación de su vida útil, minimizando el tiempo perdido por fallas y
los costos por reparación, repuesto, etc. A su vez, permite organizar los diferentes
trabajos al saber con anticipación ¿qué día y por cuantas horas estar un equipo fuera de
servicio?

Entre las ventajas que genera este tipo de mantenimiento se tienen:


Descubre la falla en su fase inicial y permite la corrección de la misma en el
momento oportuno.
Aumenta la productividad y la confiabilidad en la operación de los bienes
generando mejores condiciones de seguridad.
Disminución del tiempo muerto debido a la interrupción del servicio, gracias
a la planificación en una fecha específica y programada, mejorando de manera
significativa la calidad en la atención.
Mayor duración de los equipos e instalaciones.
Menor costo de reparación.
Se logra el funcionamiento óptimo de los equipos y las instalaciones
Se logra mayor uniformidad en la carga de trabajo

“La aplicación de este tipo de mantenimiento requiere un grado de


organización y compromiso del establecimiento de salud y del personal. Una
mayor aplicación del mantenimiento preventivo dará como resultado una
decreciente utilización del mantenimiento correctivo”
Objetivos del mantenimiento preventivo
El mantenimiento preventivo tiene como objetivos:
La eficiencia operativa y la máxima utilización de los recursos disponibles en
los establecimientos de salud.
El cuidado adecuado de la infraestructura, instalaciones y equipos para evitar
la reparación o reemplazo costoso y no programado de éstos.
La eliminación de los riesgos para la vida y la propiedad.

Ciclo de planificación:
Comprende las etapas o fases de aplicación o desarrollo de este mantenimiento.
A continuación se describen las mismas:
• Inventario técnico: se consignan las características técnicas de los bienes de
los servicios de salud así como el acopio de la información de manuales,
guías, catálogos, planos y especificaciones. Este inventario se puede ordenar
en medios físicos (base de datos).
• Procedimientos: se elaboran las listas de los trabajos a ejecutarse en forma
rutinaria para cada bien, relacionando los códigos establecidos en el
inventario técnico con los símbolos que se utilizarán para el control de las
frecuencias del mantenimiento.
• Control de frecuencias: se indica la semana o época del año en la que se
realizarán los procedimientos de mantenimiento, para lo cual se requiere la
programación de los recursos necesarios.
• Registro de reparaciones: permite contar con datos confiables sobre los
tipos de reparaciones efectuadas, los insumos y repuestos utilizados, el costo
anual y acumulado del mantenimiento, y la factibilidad del reemplazo del
bien por causa del elevado costo de reparación.

Adicionalmente a estas cuatro fases se añaden la inspección y supervisión


trimestral, llamados “ciclos de inspección”, lo que facilita actualizar las frecuencias de
mantenimiento, y eventualmente los procedimientos.

Debido a la complejidad de las actividades del mantenimiento, se considera:


• Mantenimiento preventivo menor: comprende las actividades rutinarias,
entre las que se destacan: calibración, engrase, medición de la calidad de los
resultados que debe entregar el equipo; cambio o lavado de filtros,
verificación de la operación y otras.
• Mantenimiento preventivo mayor: comprende las actividades que se
realizan con mayores intervalos de tiempo (cada seis meses, anual o bianual
según el caso) y que requiere de rutinas más complejas de trabajo que en
algunos casos necesita cambiar piezas de los bienes.

1.3.2. Predictivo (MPr): es más una filosofía que un método de trabajo; se fundamenta
en descubrir una falla antes de que suceda para dar tiempo a corregirla sin perjuicio
para el servicio. Es la intervención que se realiza en los equipos que aparentemente se
encuentran en perfecto estado; sin embargo, cuando se miden o se evalúan con
algunas herramientas se comienza a detectar fallas. Para determinar el estado de los
equipos se usan instrumentos, aparatos o dispositivos especiales de diagnóstico y
pruebas no destructivas, como:
Sensor de vibraciones
Osciloscopio y detectores de ruidos.

A diferencia del MP, que debe aplicarse en conjunto, el MPr puede aplicarse
paso a paso, obteniéndose con ello las siguientes ventajas:
Se logra la sustitución de partes costosas, de una manera sistemática.
Se puede pronosticar el tiempo de vida que le resta a los rodamientos,
asilamiento eléctrico, recipientes, tuberías, elementos eléctricos, tanques,
bombas, motores, etc.
Se puede aplicar protocolos, lo que garantiza que el técnico siga los pasos
técnicamente seguros y eficaces diseñados para tal fin.
Se evita la suspensión de un servicio de atención de tipo clínico, de
diagnóstico o tratamiento debido a fallas imprevistas.
Reduce los tiempos de parada del equipo.
Facilita hacer el seguimiento de la evolución de un defecto, se sugiere
contar con un procedimiento que permita la verificación, tanto periódica
como de lo accidental, lo que puede ser usado en el mantenimiento
correctivo.
• Optimiza la gestión del personal de la unidad de mantenimiento.
• Permite conocer con exactitud el tiempo límite de actuación que no
implique el desarrollo de un fallo imprevisto.
• Facilita el análisis de las averías.

1.3.3. Correctivo (MC): es el conjunto de procedimientos utilizados para la reparación


o corrección de las fallas de un bien que presenta mal funcionamiento o inadecuado
rendimiento. Básicamente el MC consiste en corregir las fallas cuando se presentan, ya
sea por signos de deterioro del equipo o por la falla total. Es el sistema que se ha
empleado históricamente en las instituciones de salud, aplicado principalmente por la
falta de conocimiento en los beneficios obtenidos por el MP.

Este tipo de mantenimiento incluye las siguientes categorías:


a. Reparación: implica restaurar las condiciones de servicio de la
infraestructura, equipos y mobiliario mediante el arreglo o cambio de algunas
piezas o mecanismos sin que para ello se desarme completamente el equipo.
b. Reparación en el sitio de trabajo
c. Reconstrucción: se basa en el desarme, reparación y reposición de partes,
componentes o elementos del bien para dejarlos en iguales condiciones de
trabajo que los componentes o equipos nuevos.
d. Recuperación: es el proceso de restaurar piezas o equipos fuera de uso o
de rehacer elementos inservibles.
e. Modificación: es el cambio que se hace al diseño original para obtener
mayor seguridad o rendimiento. Normalmente las modificaciones que se
hacen para cambiar el uso original de un equipo son deficientes e inseguras,
por lo cual no se recomiendan.

La falta de implementación del mantenimiento correctivo en forma oportuna y


eficiente puede generar:
Pago de horas extras, no se controla la productividad, se interrumpe el
servicio o la producción, existe la necesidad de comprar todos los materiales
en un momento dado, etc.
Accidente inesperados
Desconfianza en la utilización de los bienes debido a los riesgos que se
pueden producir.
Tiempo indefinido del bien fuera de servicio, lo que afecta la producción
del establecimiento de salud.
Reducción del tiempo de vida útil de los bienes.
Incremento de la carga de trabajo para el personal de la unidad de
mantenimiento, que causan actividad intensa y lapsos sin trabajo.
Un mayor costo por las reparaciones que se tienen que realizar.

Evaluando las características e importancia de cada uno de los mantenimientos


definidos en el cuadro 2, se realiza una comparación a groso modo de las ventajas de
cada uno de los mantenimientos estudiados.

Cuadro 2. Comparación analítica de los tipos de mantenimiento


Preventivo Predictivo Correctivo

Revisión programada en base Detección de defectos y Reparación de un bien que se


a una planificación dada programación de reemplazo averió
antes de la avería

Procedimiento orientado a Permite prevenir las futuras Conjunto de las actividades


mantener un bien en óptimo fallas del bien y evitar llegar orientadas a restablecer la
funcionamiento al correctivo operación del bien.

Evita que falle un bien Está basado en las Responde a una falla
estadísticas imprevista urgente

Se basa en historial, manuales


y recomendaciones

En la figura 2, se presenta un ejemplo de planificación del mantenimiento


(flujograma de actividades), considerando las tareas de mantenimiento que se
detallan a continuación:
Tarea programada (planificada): incluye el servicio rutinario, la
rehabilitación y las tareas del mantenimiento preventivo programado.
• Tarea no programada: realizada en respuesta a la demanda de los usuarios, e
incluye las reparaciones por fallas y emergencia.

Figura 2. Flujograma de actividades de una planificación de mantenimiento


Fuente: Adaptado de Journal of Architectural Engineering. Diciembre. 1999.

Mantenimiento preventivo: orientado a mantener el establecimiento en su


máxima capacidad de funcionamiento mediante la inspección y reparación
rutinaria. Tiene como finalidad la identificación de pequeños problemas antes
que éstos se vuelvan grandes y de costosa reparación o reemplazo.
Mantenimiento rutinario (routine maintenance): incluye el mantenimiento
general de las áreas comunes para conservar la infraestructura y su contenido en
buenas condiciones. Forma parte del ámbito de trabajo habitual del personal. Se
realiza mientras el bien está en servicio.
Mantenimiento correctivo (corrective maintenance): consiste en la reparación
de la infraestructura y de la dotación del servicio debido al desgaste natural o
mantenimiento preventivo deficiente. Para los equipos, puede ser la reparación o
el reemplazo.
• Mantenimiento de servicio (service maintenance): se realiza a requerimiento
de los usuarios del servicio. Incluyen algunas acciones de emergencia para evitar
graves consecuencias.
• Mantenimiento diferido (deferred maintenance): se refiere a que en forma
ocasional el mantenimiento programado puede ser diferido para otra fecha,
debido a limitaciones presupuestales y disponibilidad de repuestos.

1.4. Mantenimiento de la infraestructura física del Servicio


Según la British Standard (Glosssary, 1984), el mantenimiento es la
combinación de las acciones orientadas a conservar o restaurar en condiciones
aceptables la edificación, lo cual incluye: limpieza, inspección, reparación y
reemplazo de los elementos dañados o deteriorados.

Se debe considerar que todas las edificaciones se deterioran en un cierto plazo


de tiempo debido a los efectos del clima, el uso y el desgaste de los elementos. Sin
embargo, este proceso inevitable puede ser controlado, y la vida física de los
establecimientos prolongada si se mantienen apropiadamente.

El mantenimiento de la infraestructura física está relacionado a factores físico–


funcionales. Los problemas pueden generarse por el diseño rígido de los ambientes,
inadecuada ubicación de los mismos y la disfuncional relación entre éstos y el
abastecimiento de los servicios básicos.

El mantenimiento de la infraestructura física del servicio tiene como objetivos:


Prolongar la vida útil de la infraestructura física.
Mejorar la capacidad operativa de los servicios.
Incrementar la seguridad del establecimiento ante los desastres.
Reducir las tasas de deterioro de las edificaciones.
Disminuir el costo de reparación y reemplazo.

Cuadro 3. Ciclo de vida útil


Elemento Años
Construcciones 25
Estructura de madera 15
Construcción con estructura de concreto 40
Construcción con estructura de acero 40
Cielo raso 8 a 12
Puertas 5
Selladores 5
Pintura y tapiz de pared 5
Reja interna y externa 15
Cobertura de techo 15
Paneles interiores 10
Proteccion de Rayos X
Fuente: American Hospital Association, 1998.

1.4.1. Infraestructura: Tipos de mantenimiento


El mantenimiento de la infraestructura de las edificaciones de salud incluye los
siguientes tipos:
a. Limpieza: tiene como objetivo retirar las impurezas de los elementos de la
edificación, las cuales pueden ser restos de naturaleza orgánica, inorgánica, y
derivadas de fenómenos físico-químicos. La acumulación y permanencia de
estas impurezas en las edificaciones pueden generar:
Abrasión, corrosión, adherencia, aislamiento y conductividad eléctrica, y
transmisibilidad biológica.

“La limpieza del establecimiento de salud es importante para mantener la


satisfacción de sus ocupantes, el atractivo de la planta física, y el valor de la
propiedad. Una limpieza adecuada requiere que la edificación esté
debidamente diseñada de tal manera que el acceso a las zonas a ser
limpiadas sea fácil, y que los componentes del mismo modo puedan ser
fácilmente limpiados. Por lo tanto el diseño funcional de la edificación y la
calidad de los materiales, son de gran importancia para facilitar las
actividades de limpieza.”

Los procedimientos de limpieza más comunes son:


• Manual: es la forma más sencilla de retirar las impurezas de las superficies e
incluye:
El sacudido para eliminar el polvo de las superficies
El cepillado para desprender las impurezas que se encuentran adheridas
a superficies pequeñas,
El barrido para eliminar las impurezas de los pisos, zócalos, contra-
zócalos y enchapes, y que puede ser complementado
El trapeado para una limpieza profunda utilizando algún tipo de
solución o agua.

• Mecánico: es el procedimiento recomendado para una limpieza a gran


escala e incluye:
 La filtración mediante el uso de un filtro que retiene las partículas de
mayor tamaño, un ejemplo de ello es la operación de aspirado,
 El cepillado mecánico, recomendado para la limpieza de grandes
superficies con restos de pintura y herrumbre, y
 El sopleteo que utiliza aire o agua disparada a gran velocidad con la
finalidad que llegue a los intersticios y hendiduras.

b. Inspección
Es la verificación, reconocimiento o comprobación del estado actual de la
infraestructura física e instalaciones de un establecimiento de salud. Esta actividad
debe estar adecuadamente programada, tomando en consideración las características
técnicas de la edificación.

Es necesario que se programe un número diferente de inspecciones por intervalo


de tiempo dependiendo de los diferentes tipos de elementos y bienes en los
establecimientos de salud. Las inspecciones son importantes debido a que reducen el
trabajo de reparaciones de emergencia, disminuyen los costos de reparación y
reemplazo, y contribuyen al ahorro de recursos al reducir las fallas en el
funcionamiento de las edificaciones.
Cuadro 4. Frecuencia de inspecciones recomendadas para edificaciones
Tipo de edificaciones Frecuencia de inspecciones
(número de días)
Hospitales y otros establecimientos de salud 90 -120
Centros de educación 120-180
Centros de alimentación 90-120
Bases militares 90-120
Edificaciones administrativas 120-180
Centros recreativos 90-180
Almacenes 180
Fuente: preventive maintenance for buildings and structures other family housing 1.

Las inspecciones programadas facilitan detectar en forma oportuna los defectos


comunes que se presentan principalmente en los elementos no estructurales de las
edificaciones de salud, entre los cuales se pueden señalar los más comunes:

Figura 3. Defectos comunes en la Infraestructura de establecimientos de salud


Fuente: Tomado de Building Maintainability(2020).

1
Preventive maintenance for buildings and structures other family housing. Technical manual Preventive
maintenance facilities Engineering building and structures. Department of the Army. Washington D.C,1979
c. Reparación y reemplazo
Como parte del proceso de inspección, se identificarán aquellos elementos de la
infraestructura física del servicio que requieren ser reparados o remplazados para
evitar potenciales fallas o problemas.

Pintura
Es un aspecto importante de la conservación de los elementos estructurales y no
estructurales de los establecimientos de salud, que debe considerar los tipos de
superficies a ser pintadas, las condiciones particulares de la edificación y la
exposición a la intemperie. Debe ser realizada con materiales de buena calidad.
Las pinturas se clasifican, generalmente por la naturaleza del vehículo o el
nombre del pigmento y pueden ser:
Pinturas plásticas: están compuestas por resina sintética (vinílica o
acrílica) emulsionada en agua. Son las más empleadas para pintar paredes.
Son pinturas de secado rápido, inodoras porque no utilizan solventes, se
presentan con acabado brillante, satinado o mate y son lavables.

Pinturas al temple: son pinturas para interiores de bajo costo, presentadas


en polvo o pasta, para diluirse en agua. Tienen buena adherencia en las
paredes de yeso, pero no son lavables y se ensucian fácilmente.

Esmaltes sintéticos: tienen como base resinas alquídicas y requieren de


solventes para su dilución y limpieza. Su tiempo de secado oscila entre 5 y 10
horas. Ofrecen un acabado duro, resistente y lavable. Se presentan con
acabado brillante para exteriores, y satinado o mate para interiores.
Pintura oleosintética: también está compuesta por resinas, pero se le
agrega una cierta cantidad de aceite, por lo general de linaza. Con un secado
lento que puede alcanzar las 10-15 horas, brindan un acabado de dureza y
brillo pobre. Su ventaja es que son lavables.
Barnices: son pinturas sintéticas transparentes, aplicables sobre madera.
Poseen un acabado satinado, brillante o mate. También pueden presentarse
con coloración, destinados a brindar un acabado similar a ciertas maderas,
como nogal, caoba, roble, castaño y otros. Algunas variedades poseen una
gran resistencia al desgaste, son los preferidos para parqué y otros elementos
muy expuestos. Cabe citar el barniz marino, una clase de pintura que da a la
madera un acabado extraordinario, resistencia y brillo que la protegerá al
máximo de raspones y ralladuras.
Al duco: son pinturas compuestas por suspensiones coloidales de éteres
celulósicos (nitrocelulosa o acetilcelulosa) en líquidos muy volátiles, a los
que se agregan substancias plastificantes, resinas y pigmentos, para darle
flexibilidad, brillo, adherencia, dureza y color.
Pinturas epóxicas: son un grupo de pinturas de alta resistencia a diferentes
ataques. Estas pinturas presentan gran resistencia química, sin que les afecten
los disolventes, aceites o grasas. Tienen gran resistencia al roce y tráfico
pesado. Excelente adherencia sobre cemento. Aunque presentan buena
resistencia a los agentes atmosféricos, su color puede llegar a amarillearse o
decolorarse debido al efecto de los rayos ultravioleta.
Imprimante: es una pasta a base de látex, que no es una pintura. Se utiliza
como fijador y sellador antes de aplicar la pintura, al secarse deja una capa
dura, lisa y resistente a la humedad. Se emplea sobre superficies naturales (sin
pintura previa), para evitar que el material absorba demasiado y favorecer así
la adherencia de la pintura. Este producto evita que la pintura se cuartee o
desconche y puede cubrir pequeñas imperfecciones o colores previos.

El responsable de la unidad de mantenimiento debe programar un exhaustivo


mantenimiento preventivo de los elementos estructurales y no estructurales,
especialmente de aquellos que están sometidos a la acción del clima o están en
riesgo ante el inminente inicio de la temporada de eventos naturales,
principalmente los de tipo hidro-meteorológicos que pudiesen causar daños en la
edificación.

1.4.2. Mantenimiento de los elementos estructurales


Los elementos estructurales son aquellas partes de la edificación que la mantiene
en pie. Incluyen cimientos, columnas, muros portantes, vigas y diafragmas (pisos y
techos diseñados para trasmitir fuerzas horizontales, como las de los sismos, a través
de las vigas y columnas hacia los cimientos).

El plan de mantenimiento de los elementos estructurales se establecerá en


concordancia con la base de cálculo y con la información generada durante la
ejecución de la obra, la cual facilitará la identificación de:
Los tipos de trabajos de mantenimiento a realizarse
El listado de los elementos que requieren un mantenimiento especial
El alcance, la realización y la periodicidad de los trabajos de conservación
y
El cronograma de inspecciones.

Las estructuras convencionales de los establecimientos de salud no requieren un


nivel de inspección superior al que se deriva de las inspecciones técnicas rutinarias de
otras edificaciones. Es recomendable que estas inspecciones se realicen al menos cada
10 años. Las acciones de mantenimiento se orientarán a proteger a la edificación de los
cambios de uso y sobrecargas en las estructuras, de la acción de los agentes químicos y
de la humedad que pudiesen provocar la corrosión de los elementos estructurales.

Como parte de la conservación, se recomienda que los muros, columnas y vigas


sean pintados con productos a base de resinas de caucho sintético, utilizando
diferentes colores según las normas de la institución y las actividades que se realizan
en los ambientes.
Cimentación
El mantenimiento de los cimientos es difícil de realizar por lo que es más
fácil prever problemas y prevenir su degeneración en la etapa de construcción;
incorporando medidas de protección, que tomen en cuenta los factores que
puedan modificar su durabilidad, siendo la humedad el principal elemento del
cual deben protegerse.

Los cimientos y muros de contención bajo el nivel del suelo deben estar
impermeabilizados, lo que debe realizarse durante el proceso constructivo; en
caso se realice en forma posterior será un procedimiento costoso. Las paredes
interiores del establecimiento bajo nivel del piso también deben tener una buena
barrera contra la humedad.

Se recomienda proteger las cimentaciones que dan hacia los exteriores,


mediante la construcción de veredas que las cuiden, especialmente de la
humedad. Estas veredas tendrán al menos treinta centímetros de ancho. Se debe
evitar la existencia de jardines junto a las edificaciones, y de existir estos, deben
tener veredas circundantes.

Columnas y muros portantes


Cada año se debe realizar una inspección visual para detectar la posible
aparición de grietas, fisuras, deformaciones, aparición de humedad y manchas
diversas; así como la erosión anormal y excesiva de paños aislados,
desconchados o descamaciones. Se recomienda que cada cinco años, un
personal especializado inspeccione los muros para detectar si se han producido
alteraciones por la acción de los agentes atmosféricos, fisuras por asentamientos
locales, erosión y pérdida de mortero en las juntas, y la aparición de humedad y
manchas diversas.

Juntas de dilatación
Se recomienda realizar una inspección de las juntas de dilatación por un personal
especializado, cada dos años. A los cinco años, se efectuará una inspección
visual para detectar fisuras y grietas; deformaciones, desconchados en el
revestimiento, señales de humedad y cualquier tipo de lesión en la estructura; así
como la renovación de los sellados deteriorados en las juntas de dilatación.

1.4.3. Mantenimiento de los elementos no estructurales


Los elementos no estructurales incluyen a los que están unidos a las partes
estructurales de la edificación: tabiques, ventanas, techos, puertas, cielos rasos y otros,
a los que también se les denomina componentes arquitectónicos. Además, están
incluidos otros elementos que cumplen funcionales esenciales como: calefacción, aire
acondicionado, instalaciones sanitarias, instalaciones eléctricas, sistema
electromecánico y gases medicinales a los cuales se les denomina instalaciones
especiales2.

1.4.3.1. Elementos arquitectónicos


a. Escaleras y ascensores
Una vez por año, las escaleras debe ser inspeccionadas para detectar la
existencia de fisuras o cualquier otro tipo de daño. Cada mes, se realizará la
limpieza de las barandas y pasamanos con un trapo seco o ligeramente
humedecido con agua y jabón neutro. No debe usarse ácidos, lejías o productos
abrasivos. Cada año, se inspeccionará la fijación de los soportes para identificar
la aparición de manchas de óxido procedentes de los anclajes. La pintura de
estos elementos se realizará cada dos años en climas muy agresivos; cada tres en
climas húmedos o cada cinco en climas secos. Se recomienda que se coloque
doble pasamanos para el uso de adultos mayores, niños y personas con
discapacidades físicas.

Las barandas y pasamanos no deben usarse como apoyo de andamios ni como


elementos destinados a la subida de muebles o cargas. En caso de observarse
riesgo de desprendimiento de algún elemento o la aparición de manchas de
óxido procedente de la corrosión de los anclajes, se deben reparar de inmediato.
Se debe evitar que las barandas y pasamanos sufran golpes o el vertido de

2
Los sistemas de vapor, calefacción y aire acondicionado se abordan en el capítulo 3, como parte de la dotación del
servicio.
ácidos, lejías, productos de limpieza y agua procedentes de las jardineras o de
los techos que puedan afectar los materiales constituyentes de las barandas y
pasamanos.

En el caso de los ascensores, el personal especializado debe realizar


periódicamente la limpieza del foso del recinto del ascensor, la comprobación
del funcionamiento del teléfono interior y el alumbrado además de la limpieza
del cuarto de máquinas.

b. Puertas y ventanas de madera


Se debe programar una inspección, al menos una vez al año, para identificar
las condiciones de solidez y detectar señales de deterioro de las capas de la
pintura. En caso se realicen reparaciones, previo a la pintura, se debe raspar las
superficie para dejarla lisa y libre de vestigios de suciedad, astillas y ralladuras.

Para una adecuada conservación, se deben evitar los golpes, roces y la


humedad la que produce cambios en el volumen, la forma y el aspecto de las
puertas de madera. La limpieza de las puertas y ventanas de madera se
recomienda realizar cada semana. Las puertas deben estar siempre protegidas
por algún tipo de pintura o barniz. En el caso que la madera se humedezca, se
debe secar en forma inmediata.

Como parte de su mantenimiento, cada año se deben revisar las bisagras,


engrasándolas cuando sea necesario. A los tres años, como mínimo se debe
realizar el barnizado o pintado de las puertas y ventanas. Se recomienda que se
usen manijas de paleta en las puertas de los establecimientos de salud para
facilitar su uso por el personal y pacientes.

Se deben tomar en consideración el uso de materiales apropiados a las


condiciones climáticas y ambientales donde se ubica el establecimiento de salud;
se recomienda utilizar barniz tipo marino para la carpintería de madera expuesta
a la intemperie. Las puertas y ventanas de madera pueden pintarse con barniz,
esmalte, al duco, base o sellador.
c. Puertas y ventanas metálicas
Durante la inspección, se pondrá especial atención a los marcos metálicos de
las puertas, ventanas y cercos de seguridad, los cuales deben estar bien pintados
para evitar su oxidación, especialmente en lugares cercanos al mar o que
presenten alta salinidad en el ambiente.

La limpieza de las puertas y ventanas metálicas se recomienda realizarse


cada semana, usando un trapo húmedo y soluciones jabonosas, cuando existan
manchas aisladas.

Cada año debe programarse la revisión y engrase de los engranajes; y a los


tres años efectuar el pintado de las puertas y ventanas, previo a ello, se debe
aplicar un tratamiento antioxidante, luego aplicar dos o más capas de pintura a
base de aceite. Los elementos de aluminio no requieren pintura pero deben
mantenerse limpios para evitar su decoloración y pérdida del anodizado.

Como parte de las medidas de conservación, se debe evitar el uso de


elementos abrasivos, disolventes, acetona, alcohol y otros productos que
pudiesen dañar los elementos y el cierre violento de las hojas de las puertas y
ventanas de metal.

d. Paredes y muros interiores


Se debe planificar la limpieza de estos elementos cada semana y el pintado
una vez por año. Durante la inspección de las paredes se buscará
desprendimientos de pintura, desplomes, destrucción parcial u vestigios de
humedad. Los muros interiores pueden pintarse con imprimante, temple,
esmalte, pintura epóxica y látex. Se recomienda empezar por el techo, siguiendo
a continuación por la pared por la que entra la luz natural (ventana) y finalizando
con el pintado de las puertas, zócalos y ventanas. Si se observa que la pared es
muy porosa o de reciente construcción, se recomienda aplicar el imprimante.

e. Paredes y muros exteriores


En la inspección, se buscará desprendimientos de pintura, desplomes,
destrucción parcial o vestigios de humedad. La limpieza de los muros exteriores
debe realizarse cada semana y el pintado al menos una vez por año. Los cercos o
muros perimetrales requieren una inspección por lo menos una vez por año y el
pintado de los elementos de ladrillo, metal y madera en formar regular. En el
pintado se puede utilizar imprimante, látex, esmalte o sellador. Se recomienda
no pintar cuando el tiempo es húmedo o lluvioso, o cuando hace mucho sol. En
caso de superficies ya pintadas es necesario limpiarlas previamente.

Es necesario realizar inspecciones periódicas de todas las juntas y aberturas


alrededor de las ventanas y puertas. Se deben efectuar las reparaciones de las
juntas deterioradas mediante la aplicación de una nueva capa de mortero y
realizar el masillado de las ventas para prevenir que las estructuras metálica y de
madera sufran daños.

Las mallas de alambre galvanizado que son usadas en los cercos perimetrales
requieren tratamiento anticorrosivo y pintura en forma periódica.

El pintado de las paredes y muros debe ser programado considerando las


características particulares de cada establecimiento de salud: tomando en cuenta
la localización geográfica, condiciones climatológicas (Frecuencias de lluvias),
el grado de deterioro de las superficies pintadas y la apariencia de la edificación.

f. Pisos
La inspección periódica puede facilitar la detección de hundimientos, el
deterioro por tránsito, humedad, ruptura por impacto o fugas, y deterioro por uso
de productos químicos, Se recomienda evitar la utilización de productos
abrasivos y objetos punzantes que pueden rayar, romper o deteriorar el
pavimento; así como la caída de objetos punzantes o de peso y las ralladuras
producidas por el giro de las puertas o el movimiento del mobiliario que no
tenga protección en los apoyos.

Los pisos cerámicos deben limpiarse periódicamente mediante lavado con


agua jabonosa y detergentes no abrasivos. La eliminación de las manchas por
existencia de humedad puede realizarse con lejía doméstica. Cada tres años, se
recomienda revisar los revestimientos con reposición de estos si fuese necesario;
y cada cinco años, la comprobación del estado y relleno de las juntas,
cubrejuntas y zócalos que requieran material de relleno y sellado.

g. Puertas resistentes al fuego


Se evitará el cierre violento de las hojas de las puertas. Para la limpieza de las
puertas se usará un trapo húmedo cuando existan manchas aisladas. Cada año, se
debe realizar la revisión y engrase de los engranajes y cierre de seguridad, y a
los tres años debe renovarse la pintura de las puertas, y la comprobación de la
inmovilidad del entramado y empanelado.

Un personal especializado debe realizar cada dos años, la revisión del estado
de los mecanismos, del líquido del freno retenedor y el estado de los elementos
del equipo automático, sustituyendo las piezas que estuviesen defectuosas.

h. Señalética
Las señales funcionales3 y de seguridad4 del establecimiento de salud deben
ser instaladas según las normas y estándares establecidos, procurando que éstas
sean fácilmente identificables y visibles para todos los usuarios del servicio. El
tamaño de las señales debe estar acorde con la distancia a las que deben ser
percibidas. Se recomienda evitar el uso de señales adhesivas o pintadas en las
paredes o muros, y columnas que rápidamente se deterioran o son cubiertas
durante el pintado periódico del establecimiento.

La inspección de la señalética debe incorporarse como parte del


mantenimiento preventivo programado. Si durante la inspección, se observase el
deterioro de los rótulos o paneles de señalización, deberán sustituirse por otros
de similares características. No se usarán productos abrasivos en su limpieza, ni
se colgarán elementos sobre las señales que impidan su perfecta visualización o
causen su deterioro.

3
Señales que establecen la identificación de las unidades, áreas y ambientes del establecimiento; así como
información de orientación al personal, pacientes y visitantes
4
Esta señales pueden ser de advertencia o precaución, emergencia, evacuación, obligación, prohibición y
protección contra incendios
i. Techos
Se deben realizar inspecciones periódicas de los techos al menos una vez por
año para identificar fisuras y rupturas, fugas y filtraciones originadas por la
expansión y contracción de las cubiertas y techos debido a las variaciones de
temperatura del ambiente. Se recomienda poner atención en las zonas alrededor
de las proyecciones, ductos de ventilación, aberturas para iluminación y otros.

En la inspección de los cielos rasos se debe buscar rastros de humedad,


depresiones, quebraduras, perfiles vencidos y daños por insectos. Se recomienda
que los cielos rasos estén pintados con imprimante, temple o esmalte. Se debe
programar la limpieza de estos elementos cada semana y el pintado una vez por
año. Se evitará someter a los techos de revestimiento de placas de escayola o de
yeso laminado, a una humedad relativa habitual superior al 70% o al salpicado
frecuente de agua. Cada año, se debe revisar el estado de conservación para
detectar desprendimientos del soporte base, anomalías o desperfectos.

Los falsos techos deben ser lisos, limpios, resistentes a la corrosión y al


fuego, teniendo cuidado con el uso apropiado de las rejillas de registro y otros
dispositivos que sino están adecuadamente instalados pueden dañar el material
de este tipo de cielos. Se debe verificar el estado de conservación de los
soportes; así como inspeccionar el estado de las instalaciones que corren a lo
largo de este tipo de techos, procurando identificar fugas u otro tipo de daños.

Para el caso de las chimeneas, se debe verificar en forma periódica la


estanqueidad de la instalación al humo. No se fijará a los conductos ningún tipo
de elemento. Se recomienda poner atención en los techos cercanos a las
chimeneas y ductos de ventilación.

Para el caso de las canaletas, se debe evitar la acumulación de sedimentos,


cuerpos extraños y vegetación, así como el vertido de productos químicos
agresivos. Anualmente, se planifica la limpieza de las canaletas o canalones y
las bajantes de aguas pluviales, y se comprobará su funcionamiento previo al
inicio del período de lluvias.
j. Vidrios
Se evitará la proximidad a fuentes de calor elevado, y el vertido de productos
cáusticos capaces de dañar al vidrio. Si se observa riesgo de desprendimiento de
alguna hoja o fragmento, se debe efectuar la reparación inmediata. Cada mes, se
debe limpiar la suciedad y el polvo con un ligero lavado de agua y el uso de
productos de limpieza no abrasivos ni alcalinos.

i. Zona de estacionamiento
Por lo menos una vez por año, se debe revisar y mantener las bocas de las
alcantarillas, desagües y colectores de agua pluviales cercanos a las vías de
circulación vehicular. En la pista donde estacionan los vehículos; se realizará la
reparación de las zonas resquebrajadas, rotas y en mal estado, así como la
señalización y demarcación de zonas de seguridad externa y estacionamiento.

1.4.3.2. Instalaciones
a. Instalaciones eléctricas
Son el conjunto de elementos conductores, de protección, control, medida y
salida para utilización de la energía eléctrica. Estas instalaciones incluyen:

Equipos de respaldo como los grupos electrógenos y UPS. Estos equipos se


consideran como equipos industriales de uso asistencial.
Acometida: es el conductor eléctrico que va desde el punto de suministro de la
red pública hasta el tablero general del establecimiento.
Tableros: incluye los generales, de distribución y de cargas especiales, los
cuales pueden estar empotrados o adosados.

Alimentadores eléctricos: son los conductores que van desde el tablero general
a los tableros de distribución.

Instalaciones eléctricas interiores: son el conjunto de circuitos eléctricos como


los tomacorrientes (enchufes), elementos de iluminación y cargas especiales.

Instalaciones eléctricas exteriores: corresponde al circuito de iluminación


externa, paneles, anuncios y otros elementos.
Pozo a tierra: son las instalaciones eléctricas que se utilizan en el suelo para
dispersar diferentes tipos de corrientes. Estos elementos tienen como objetivos:
Garantizar la integridad física del personal y de los bienes que operan con
equipos eléctricos.
Evitar voltajes peligrosos entre estructuras, equipos y el terreno en
condiciones normales o durante fallas de operación.
Dispersar las pequeñas corrientes provenientes de los equipos electrónicos.
Dispersar a tierra las corrientes de falla y las provenientes de
sobretensiones ocasionadas por rayos, descargas en líneas o contactos no
intencionales con la estructura metálica de un equipo eléctrico.

Pararrayos: son los elementos que protegen a las edificaciones frente a la caída
de los rayos atmosféricos.
Otros componentes como: seccionadores, interruptores termo magnéticos,
interruptores diferenciales y electrobombas. El mantenimiento de estas
instalaciones se orienta a asegurar el suministro continuo y óptimo de la energía
eléctrica a las unidades del establecimiento, así como la iluminación acorde a las
necesidades para la realización de las actividades asistenciales, administrativas
y formativas del establecimiento.

Cada mes, se recomienda realizar la limpieza y verificación del aislamiento


de las tuberías, cajas de derivación, múltiples salidas para equipos fijos y
móviles, tomacorrientes, luminarias y el alumbrado de emergencia; así como la
limpieza y verificación del buen funcionamiento de las llaves de interrupción e
interruptores magneto-térmicos. Adicionalmente, cada tres meses se debe
planificar la revisión y estado de los acumuladores de la luces de emergencia.

Cada año, cuando el terreno esté más seco y después de cada descarga
eléctrica, se debe efectuar la evaluación y diagnóstico en la comprobación de la
continuidad eléctrica y reparación de los defectos encontrados en los
dispositivos de la puesta a tierra. Posteriormente, a los dos años, se debe
comprobar la línea principal y derivada de tierra mediante la inspección visual
del estado de las conexiones y la continuidad de las líneas.
Cada dos años, las cajas de derivación requieren de una inspección visual del
estado del interruptor de corte y de los fusibles de protección, reparándose los
defectos encontrados; así como la revisión del estado de corrosión de la puerta
metálica de las cajas.

Cuadro 5. Requerimientos lumínicos en los establecimientos de salud


Área Mínimo lux 5 recomendado

Cuarto de esterilización 150 – 300


Servicio higiénico 100 – 150
Banco de sangre 200
Mortuorio 100
Cuarto de limpieza 150
Auditorio 300
Consultorio 300
Corredor (Pasillo) 150 – 300
Cubículo de tratamiento 100 – 150
Sala de partos 400
Sala de rayos X 20 – 100
Comedor 50
Cuarto de limpieza 150
Hall de entrada 200
Gimnasio para fisioterapia 300
Estación de enfermería (día) 300
Estación de enfermería (noche) 30-100
Cuarto de tratamiento 300

Fuente: WHO Regional Publications, Western Pacific Series Nº 22. District Health
Facilities. Guidelines for development and operations.

Se recomienda realizar la programación del encendido del generador


eléctrico (grupo electrógeno) por lo menos una vez por semana, así como
verificar permanentemente la dotación de reserva de combustible para asegurar
la operación ininterrumpida, por lo menos, durante 48 horas. Cada año, debe
realizarse la comprobación del funcionamiento del equipo por un personal
especializado.

En el caso de los pararrayos, cada año se realizará la comprobación del


cabezal, el amarre, los conectores y el tubo de protección del cable conductor,
así como la conexión a la toma de tierra. La resistencia de la toma de tierra no

5
Un lux es la iluminación producida por una candela (cd) o por una bujía decimal (bd) sobre una superficie de
1m2 que se encuentra a 1 metro de distancia. Tomar en cuenta que 1 watt equivale a 1,1 bd. Por ejemplo, un foco
de 100 watts equivale a 110 cd o bd.
debe sobrepasar 10Ω (ohmios). En forma periódica, se debe revisar la capacidad
de la subestación eléctrica.

b. Instalaciones sanitarias
Incluyen a las instalaciones de agua y desagüe. Las instalaciones de agua son el
conjunto de componentes que transportan el agua potable mediante tuberías (PVC,
fierro, galvanizado u otro) desde el inicio de la red de distribución o el medidor y la
válvula de flotador en el depósito de almacenamiento, o en el caso de existir depósito,
hasta los diferentes puntos de consumo en los ambientes del establecimiento.

Las instalaciones de agua incluyen:


Tuberías de agua fría y caliente
Cisterna
Válvula de control flotador
Tanque elevado
Sistemas de bombeo
Válvulas de diferentes tipos
Grifos
Lavatorios y duchas
Otros elementos que sirven para la conducción del agua potable

Las instalaciones de desagüe son aquellos componentes que recolectan las aguas
residuales (aguas jabonosas, grasas y negras) y las conducen a través de una red de
tuberías (fierro fundido y/o PVC) hasta las redes municipales.

El mantenimiento de las instalaciones sanitarias se realizará tomando en consideración


el tiempo de operación del establecimiento de salud. En caso se detecten problemas, se
reemplazarán las tuberías y accesorios dañados, defectuosos o corroídos. Si se
detectase una fuga se deberá cambiar la empaquetadura.
Cada año, se debe realizar la comprobación del buen funcionamiento de
apertura y cierre de las llaves y se debe proceder a la comprobación de fugas de
agua en los puntos de la red.
Cada dos años, un personal especializado realizará la revisión de la
instalación en general, la identificación de corrosión en las tuberías, y pruebas de
la estanqueidad y presión de funcionamiento.

A continuación, se describen las recomendaciones para el mantenimiento de


algunos de los elementos de las instalaciones sanitarias:
• Cisterna: cada mes se efectuará la revisión del funcionamiento de las válvulas,
y la limpieza de la estructura interna una vez al año.
• Tanque de agua: revisión del funcionamiento en forma mensual, y limpieza
interna cada año. Revisar que la tapa del tanque esté bien cerrada. En caso de
tanques elevados, se deberán verificar el estado de las estructuras.
• Redes de agua dura y blanda: inspección ocular para detectar filtraciones en
las tuberías y prueba de apertura y cierre de las válvulas. Cada año, se realizará
el pintado y señalización de las tuberías.
• Red de agua caliente: inspección ocular para detectar filtraciones en las
tuberías y prueba de apertura y cierre de las válvulas. Además, en forma
semestral se revisará el estado de conservación del aislamiento. Tomar en cuenta
que el lugar donde esté ubicado el calentador debe estar siempre ventilado.
• Red contra-incendio: inspección ocular para detectar filtraciones en las
tuberías y prueba de apertura y cierre de las válvulas. Cada seis meses, se
revisarán las mangueras, y una vez al año se pintarán las tuberías.
• Lavatorios y lavaderos: las griferías de agua y desagüe requieren de
verificación mensual del funcionamiento; cambio de empaquetaduras en forma
semestral; y cambio de grifería y trampas por lo menos una vez por año.
• Inodoros y botaderos clínicos: limpieza con productos químicos en forma
semanal, y cambios de componentes en forma semestral.
• Duchas: limpieza de la trampa de sumidero en forma mensual.

c. Instalaciones especiales
Las centrales de óxido nitroso, de vacío y oxígeno incluyen los siguientes
elementos que requieren los cuidados que a continuación se describen:
Compresores: limpieza diaria y prueba de comprensión.
Tanques: prueba de hermeticidad en forma mensual.
Válvulas: prueba de apertura y cierre en forma diaria.
Tuberías: prueba de estanqueidad en forma semestral.
Conexiones: verificación cada seis meses.
Manómetros: limpieza diaria y control en forma mensual.
Tablero de comando: verificación de carga diariamente, y la verificación
del instrumento de medida en forma mensual.
Filtros: cambio en forma anual.

Figura 6. Tuberías señalizadas en un establecimiento de salud

Los tanques o bombonas de gases medicinales se deben mantener siempre en posición


vertical y protegidas para evitar su desplazamiento en caso de sismo.
Las instalaciones de aire comprimido, requieren que se limpien los compresores y
manómetros. Se comprobará la apertura y cierre de las válvulas y verificará la carga
del tablero de comando diariamente.
Cada mes, se probará la compresión de los compresores, la hermeticidad del tanque
criogénico y redes de oxígeno, y se debe realizar la verificación del instrumento de
medida del tablero de comando. En forma semestral, de debe revisar las válvulas, y
por supuesto realizar las pruebas de estanqueidad de las tuberías y verificar las
conexiones.

1.5. Mantenimiento de la dotación del servicio


El mantenimiento es el proceso que integra un conjunto de procedimientos
técnicos y administrativos para conservar, mejorar, prevenir averías y reestablecer la
dotación del servicio a su estado normal de funcionamiento. La dotación del servicio
de salud incluye:
Equipos biomédicos: son aquellos que están destinados a ser usados en los seres
humanos con fines de prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación.
Equipos industriales de uso hospitalario: son los equipos vinculados con los
servicios de apoyo hospitalario.
Equipos de comunicaciones e informática: son los equipos que forman parte
del sistema de información y comunicación del establecimiento.
Mobiliario para uso administrativo y asistencial.

Los elementos que forman parte de la dotación del servicio, también se pueden
clasificar en las siguientes cuatro clases:
Clase I: equipo médico crítico, conectado directamente al paciente para
mantenerlo vivo o registrar sus funciones vitales; equipo de servicios básicos
críticos para el funcionamiento del establecimiento (centro quirúrgico, cuidados
intermedios e intensivos, neonatología, generadores eléctricos, otros).
Clase II: equipos secundarios de apoyo, que aunque no son críticos para la
atención de pacientes, representan una carga considerable de mantenimiento
(esterilización, cocina).
Clase III: equipo de servicios básicos y auxiliares (subestación eléctrica,
lavandería, casa de fuerza).
Clase IV: que tienen poco o ningún efecto sustancial sobre las operaciones
del establecimiento.

De acuerdo a Organización Panamericana de la Salud (OPS; 2012), se puede


establecer prioridades para el desarrollo de la gestión del mantenimiento de los
equipos médicos mediante la clasificación del sistema VEN (vital, esencial y no
esencial), esta clasificación considera el valor y complejidad del equipo, así como el
efecto en la prestación de los servicios de salud si el equipo está fuera de servicio.
Los equipos se clasifican en:
Vital: son ítems cruciales para la provisión de los servicios básicos en el
establecimiento de salud y deberían mantenerse funcionando todo el tiempo. Por
ejemplo: generadores eléctricos, luces de las salas de operaciones, equipos de
hemodiálisis y ventiladores mecánicos de las unidades de cuidados intensivos.
Esencial: son ítems importantes pero no absolutamente cruciales para la
provisión de los servicios básicos en el establecimiento de salud, y se puede
tolerar que estén un tiempo fuera de operación. Por ejemplo: equipo de succión y
compresor de equipo odontológico.
No Esencial: son aquellos ítems no cruciales para la provisión de servicio y
que es posible adaptarse si están fuera de operación. Por ejemplo: equipo
revelador de placas radiográficas.

Cabe mencionar que un mismo equipo puede tener diferentes clasificaciones


dependiendo de su ubicación. Por ejemplo un microscopio es considerado vital en el
laboratorio central pero no esencial en la consulta externa.

Por otra parte, los equipos biomédicos pueden clasificarse en los siguientes grupos:
De diagnóstico: los equipos de rayos X, los ecógrafos, los equipos de
medicina nuclear, los tomógrafos axiales computarizados, los equipos de
resonancia magnética nuclear, los ultrasonidos, los electrocardiógrafos, los
electroencefalógrafos, los capnografos, entre otros.
De tratamiento y mantenimiento de la vida: las máquinas de anestesia, los
ventiladores, respiradores, los monitores de signos vitales, los desfibriladores,
los marcapasos exteriores, las incubadoras, las bombas de infusión, los pulmones
artificiales, los purificadores de sangre, los inyectores de medios y de
medicamentos, los equipos de radioterapia y de terapia por radiaciones
ionizantes, los equipos de diálisis, diatermias, la unidad quirúrgica, y otros.
De rehabilitación: se consideran a los aparatos para terapia física, terapia
respiratoria, los nebulizadores, ente otros.
De prevención: pueden ser los mismos equipos de diagnóstico cuando son
utilizados para el diagnóstico precoz de patologías.
De análisis de laboratorio: los medidores de acidez o base, centrífugas,
balanzas, baños de maría, analizadores de química sanguínea, microscopios,
refrigeradores para banco de sangre y otros.

Los equipos biomédicos según el nivel de riesgo en la atención de los pacientes


o el manejo por parte del personal, se clasifican en:
Equipos de Muy Alto Riesgo: Son los dispositivos médicos destinados a
proteger o mantener la vida o para uso de importancia sustancial en la
prevención del deterioro de la salud humana, sujetos a controles especiales, o si
su uso presenta un riesgo potencial de enfermedad o lesión (Clase III).
Equipos de Alto Riesgo: son aquellos sujetos a controles especiales en el
diseño y fabricación para demostrar su seguridad y efectividad (Clase IIB).
Equipos de Moderado Riesgo: están sujetos a controles especiales en fase de
fabricación para demostrar seguridad y efectividad (Clase IIA).
Equipos de Bajo Riesgo: sujetos a controles generales, incluye los equipos no
destinados para proteger o mantener la vida o para uso de importancia especial
en la prevención del deterioro de la salud humana y que no representan un riesgo
potencial de enfermedad o lesión (Clase I).

Costos de operación de equipos biomédicos


El equipamiento biomédico tiene un significativo impacto en la determinación
de los requerimientos del diseño y construcción del establecimiento de salud, así como
en el programa de mantenimiento y renovación del servicio. El costo anual de
mantenimiento de los equipos puede estar entre el 2,5% y 5% del costo de inversión
inicial de los mismos, pudiendo llegar al 10% en casos de equipos de alta tecnología.

Los costos de operación y de adquisición de los equipos biomédicos son altos y


estos costos incluyen:
Costo de reparación: es el valor propiamente dicho de la reparación, siendo
el resultado del costo de la mano de obra y de las piezas de recambio.
Costo de parada: es el valor asociado a la pérdida de la oportunidad de
atención o interrupción del servicio, la pérdida del material fungible y materiales
asociados a la operación de equipo, y del traspaso de la función a otro equipo en
mejores condiciones.
Costo de renovación o actualización: incluye las actividades necesarias para
que el equipo continúe teniendo las características técnicas y cumplimiento de
las funciones para las cuales fue diseñado.
Por otra parte, los factores que comúnmente influyen en la pérdida de la operación de
los equipos son:
Compra de demasiado y sofisticado equipos, los cuales son subutilizados o
nunca son usados, por ausencia de técnicos capaces de instalarlos, darles
mantenimiento ó usarlos. Estimado de pérdida 20-40% del valor del equipo.
Reducción de vida útil del equipo por mala operación o falta de
mantenimiento. Afecta al 50-80% de la vida útil del mismo.
Compra adicional de accesorios, repuestos, para modificaciones a fin de
facilitar la instalación debido a una deficiente selección del equipo. Estimado
que afecta el 10-30% del valor del equipo.
La falta de estandarización, resulta en un incremento del costo de adquisición
de repuestos, o compras adicionales. Estimado que afecta al 30-50% del valor
del equipo.
Poco tiempo de operación por falta de mantenimiento preventivo,
inexperiencia en la reparación y falta de repuestos. Estimado que afecta al 25-
30% del equipamiento.
Cambio del modelo del equipo por cuenta del fabricante. Estimado en 10-
30% de costo para repuestos.

1.5. Descripción del Sistema de Mantenimiento

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