Exposicion - TEORIA DE DESARROLLO ECONOMICO

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UNIVERSIDAD SAN PEDRO

FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y ADMINISTRATIVAS

EAP. ECONOMÍA Y NEGOCIOS INTERNACIONALES

CURSO:

TEORÍA DEL DESARROLLO ECONÓ MICO

PROFESOR:
DR. LUZ AMELIA, DOMINGUEZ DIAZ

INTEGRANTES:
 AQUIJE MEDRANO KATHERINE
 OTERO CASTAÑ EDA VIVIANA

CHIMBOTE – PERU
2020
ENFOQUE CLASICO Y ENFOQUE KEYNESIANO

I. Enfoque clásico

La teoría clásica consiste esencialmente en la aplicación del «laissez faire» (quiere decir
«Dejar hacer» sin interferencia del gobierno). En esta visión, los ciclos económicos son
procesos naturales de ajustes que no quieren ninguna acción por parte del
gobierno[ CITATION Apo13 \l 3082 ]

Los primeros desarrollos teóricos del comercio internacional los podemos encontrar en
Adam Smith y David Ricardo, el primero con la llamada teoría de la ventaja absoluta y
el segundo con la ventaja comparativa. En el primer caso es evidente que, en ausencia
de costos de transporte, el comercio internacional genera ganancias a ambos países,
en el segundo caso, se plantea que, si un país tiene desventaja absoluta en la
producción de ambos bienes, aun así es posible obtener ganancias derivadas del
comercio internacional.[ CITATION Iba16 \l 3082 ]

Los enfoques tradicionales o clásicos

Se consideraba que la demanda estaba dada, que los mercados internos enfrentaban
una estructura de mercado de competencia perfecta y que existía perfecta movilidad
interna de factores productivos. Sin embargo, poco o nada se dice del papel que
juegan las preferencias de los consumidores. En una economía de mercado, éstos
últimos son parte determinante del proceso productivo, pues la satisfacción de su
demanda es lo que da lugar precisamente al intercambio de mercancías. Por ello es
que es pertinente considerar las preferencias en cualquier modelo teórico de comercio
internacional.[ CITATION Iba16 \l 3082 ]

El modelo clásico es simple, pero poderoso, que permite entender las razones del
comercio internacional, se pueden incorporar fácilmente las curvas de indiferencia en
este modelo teórico para incorporar tanto a la producción como al consumo.

El modelo Internacional, se caracteriza por la poca regulación del comercio. Aporta


como ventaja que cada país puede especializarse en la producción de bienes en los
que tiene una ventaja absoluta. [ CITATION EAL18 \l 3082 ]

Sin embargo, son contados los autores que lo hacen.

 Autores
Estos autores consideran a las preferencias encarnadas en las curvas de indiferencia
social. Después de la presentación del modelo clásico, es decir, se esperan para
incorporarlas hasta que entra en escena el modelo Hecksel-Ollin, a partir de ahí las
preferencias de los consumidores son determinantes para la deducción de las curvas
de demanda-oferta internacionales de importaciones y exportaciones.

Paul Krugman en su texto clásico sobre Economía Internacional dedica algunas páginas
a las ventajas absoluta y comparativa. La forma en la que lo hace no es diferente del
enfoque de otros autores, hay en su presentación dos grandes ausencias: los costos de
transporte y las preferencias de los consumidores.

Robert J. Carbaugh desarrolla un enfoque enteramente paralelo al de Krugman:


enunciamiento de las teorías y algunos desarrollos gráficos que dan lugar a la Frontera
de posibilidades de Producción de cada país, donde se muestran los beneficios del
comercio internacional. En este caso, también, las dos grandes ausencias se
mantienen.

Dennis R. Appleyard, también muestra el desplazamiento de la frontera de


posibilidades de producción motivadas por el comercio y las potenciales ganancias de
éste.

Salvatore Dominick ofrece en su primer libro un desarrollo por demás sintético de


ambas teorías, en la segunda obra hace lo mismo de un modo más desarrollado y
didáctico, pero en ambos trabajos las ausencias se mantienen: costos de transporte y
preferencias

R o b e r t C . F e e n s t r a / A l a n M . T a y l o r sí incorporan las preferencias de los


consumidores en su modelo clásico. Es uno de los pocos que lo hace y con ello
consigue, de un modo elegante y simple, tener en una sola gráfica a los dos
componentes de la oferta y la demanda. Sin embargo, Feenstra sigue omitiendo a los
costos de transporte, o en todo caso, asume que son de cero, razón por la que el
comercio internacional sigue siendo conveniente para ambos países, tanto en la
situación de la ventaja absoluta como en la de ventaja comparativa.

Bengochea incorpora las preferencias en su modelación teórica, en estos términos la


exposición y resultados no son muy diferentes de los obtenidos por Feenstra. De hecho,
su estructura tiene la misma ventaja de simplicidad y poder explicativo, pero carece de
costos de transporte.

Berumen igualmente incorpora la frontera de posibilidades de producción así como las


curvas de indiferencia, y con ello muestra las ganancias derivadas del comercio
internacional. Nuevamente no muestra el efecto del transporte y asume que el
intercambio se lleva a cabo puesto que la demanda está dada.

En las siguientes secciones se elaborarán algunas extensiones de esta forma de


modelación teórica. En primer lugar, se propondrá que la Frontera de Posibilidades
de Producción (FPP), se puede utilizar en un esquema de Equilibrio General en el
consumo para una economía cerrada. Bajo este enfoque, en un modelo de dos países,
cada país alcanza su óptimo social produciendo ambos bienes. Sin embargo, al
momento de tener intercambio comercial se tiene el efecto equivalente al de un
incremento en la FPP interna y con ello un mayor bienestar social. Un avance adicional
es mostrar esta estructura a través de una caja o diagrama de Edgeworth que permite
observar las ganancias del Comercio Internacional de ambos países.

1. Los modelos clásicos: ventaja absoluta y comparativa

Cuando se habla del modelo clásico en realidad nos referimos a por lo menos dos
vertientes de la escuela económica clásica: la ventaja absoluta de Adam Smith y la
comparativa de David Ricardo. En los tiempos que ellos desarrollaron sus teorías no
estaban en boga las nociones de curvas de indiferencia mucho menos las curvas de
indiferencia sociales. Razón por las que no se mencionan en sus textos

La ventaja absoluta

Es la capacidad de una persona, empresa o país para producir un bien, teniendo que
usar menos factores de producción que otro.

En otras palabras, la ventaja absoluta nos dice que unos países mejor que otros en la
producción de un bien o servicio. Ofrece mayor calidad a un menor coste. Al tener
mejores recursos tales como tecnología, tiempo, capital o mejor factor humano, puede
producirse algo con más eficiencia. Esto hace que pueda emplearse esta medición a la
hora de establecer comparaciones entre distintos productores.

Ejemplo:

Supongamos que tenemos a dos países: A y B. Cada uno tiene las siguientes

funciones de producción para los bienes X y Y:

País A:

X=30 L; Y= 20 L

Por simplicidad supondremos que L=100

País B:

X=20 L; Y= 30 L; L=100

A partir de lo anterior es posible deducir que la máxima cantidad que el país A puede
producir de X es 3,000 unidades, mientras que la máxima cantidad posible de Y es de
2,000. Análogamente, las máximas cantidades que el país B puede producir de X, Y
son: X=2,000 y Y=3,000. Las Fronteras de Posibilidades de Producción (FPP) se muestra
a continuación:
El autor, como
Feenstra, dan un paso más, al incorporar las curvas de indiferencia en su modelo. De
esta forma, cada país tiene sus propias curvas de indiferencia sociales, lo que le
permite llegar a un óptimo social. Esto se muestra en las siguientes gráficas, donde se
han agregado las curvas de indiferencia sociales para cada país (CISa, y CISb):

Esta función de utilidad tiene la característica de hacer que las preferencias sean
homotéticas y que sean perfectamente agregables. En la vida real existen condiciones muy
restrictivas para que las preferencias sean agregables.

Hasta aquí en realidad no hemos llegado más allá de lo que plantea Feenstra y Taylor,
Bengochea y Berumen. Antes de realizar cualquier avance adicional, conviene analizar lo que
ocurre al interior de cada país en términos de las curvas de indiferencia de los dos individuos
que conforman a cada país.

2. La ventaja comparativa:
Es uno de los fundamentos básicos del comercio internacional. Asume como decisivos los
costes relativos de producción y no los absolutos. En otras palabras, los países producen
bienes que les supone un coste relativo más bajo respecto al resto del mundo
Ejemplo:

En el caso a la mano es necesario modificar los parámetros de la productividad anteriores.


De modo tal que se muestre que un país presenta ventaja absoluta en la producción de
ambos bienes, pero que uno de ellos presenta ventaja comparativa en la producción de uno
de ellos. Supongamos que ahora las condiciones técnicas de producción de cada país son:

País A:

X=30 L; Y= 25 L

L=100

País B:

X=18 L; Y= 20 L; L=100

En este caso el país A tiene ventaja absoluta en la producción de ambos bienes, no obstante,
el país B tiene ventaja comparativa en la producción de Y, mientras que el A la presenta en la
producción de X. Bajo el enfoque ricardiano, existen bases para el comercio internacional. En
ausencia de costos de transporte, las FPP’s quedarían como sigue:

En este ejemplo, omitiremos los pasos señalados en la sección de la ventaja absoluta,


toda vez que todo es totalmente análogo. Brincaremos directamente al caso de
equilibrio general entre dos países con intercambio en la caja de Edgeworth
La diferencia en productividades tiene un efecto inmediato en el tamaño de la caja de
Edgeworth internacional: su tamaño se reduce, esto se muestra en la región superior
sombreada, misma que debe eliminarse del análisis. En el presente caso, se reduce la
producción del bien Y para tener una producción máxima posible de 2 000. La región
sombreada en gris oscuro es la región donde es técnicamente factible tener
intercambio

Conclusión

En este artículo se ha revisado la teoría clásica del comercio internacional, tanto desde
el enfoque de Adam Smith como el de David Ricardo. En ambos casos se plantearon
FPP hipotéticas que determinan el tamaño de la caja de Edgeworth internacional y la
posibilidad técnica de realizar intercambio comercial entre países. La incorporación de
preferencias determina el espacio donde ambos países ganarían una vez incorporadas
las preferencias de la población.
En el caso de la ventaja absoluta, y bajo el supuesto de que ambos países tienen
aproximadamente el mismo tamaño, lo que se concluye es que ambos ganan con el
comercio. Las cosas empiezan a cambiar con la ventaja comparativa, pues una menor
productividad de uno de los países se refleja en una caja de Edgeworth doméstica más
pequeña que la del que presenta ventaja absoluta en ambos bienes. Pero aun cuando
es técnicamente posible que ambos países

II. ENFOQUE KEYNESIANO

ORIGEN DEL KEYNESIANISMO:

Hacia principios de los años 30 del siglo pasado el mundo entraba en una crisis muy
profunda, los niveles de desempleo y marginación se extendieron por la debacle
conocida como la “Gran Depresión” que, iniciada en Estados Unidos, se dilató a todo el
mundo capitalista. Por aquel entonces reinaba en el mundo académico económico las
teorías de los denominados clásicos, expresión que Karl Marx usó para envolver las
ideas de economistas como Adam Smith y David Ricardo; a los que Keynes sumará los
nombres de John S. Mill, Francis Edgeworth, Alfred Marshall y Arthur Pigou.

Los pensadores clásicos suponían pleno empleo para todos los factores de la
producción, si bien hay momentos de la vida económica en que esto no sucede así,
afirmaban que hay una clara tendencia a su cumplimiento. Si la economía demora en
llegar a su equilibrio, esto sucede por la existencia de intervenciones por parte del
gobierno o de poderes monopólicos que impiden el correcto funcionamiento de la
competencia. Sólo admitían la existencia de paro voluntario, es decir, los individuos
que deciden por propia voluntad no ofrecer sus servicios en el mercado laboral al
salario vigente; y paro friccional, que incluye los individuos que cambian de trabajo y al
hacerlo transcurre un tiempo desde el cese de la última ocupación hasta el comienzo
de la nueva.

Entonces la teoría clásica intentaba explicar cómo asignar los recursos productivos, el


desempleo no era un problema a resolver y como los mercados son autorregulables,
los niveles de desempleo pronto serían reducidos por las mismas fuerzas que operan
en el mercado, evitando así un gran desempleo. Estos economistas pronto caen en
descrédito puesto que se hace casi imposible sostener dichas teorías ante la
abrumadora realidad de la crisis de 1929.

Es en este contexto donde aparece en la escena de la teoría keynesiana. Keynes fue un


economista inglés que impuso una nueva forma de pensar la economía capitalista
instaurando un marco teórico que traería aparejadas renovadas políticas. Realmente
nació un paradigma diferente que dominó la escena político-económica desde el fin de
la Segunda Guerra Mundial y hasta principios de los 70, período que algunos llaman “la
edad de oro del capitalismo”, pues la economía global experimentó un crecimiento sin
precedentes en la historia.

La obra cumbre de Keynes editada en 1936 titulada "Teoría general de la ocupación, el


interés y el dinero"; constituye la esencia de su contribución a la teoría económica en
general y es donde a partir de la cual, junto con otros estudios previos, se conforma lo
que hoy conocemos como la macroeconomía. Resaltaba el término “general” por
entender que las ideas clásicas sólo eran aplicables a un caso particular y ésta dejaba
de lado todo un cúmulo de situaciones que necesitaban ser explicadas. Con ella ataca
principalmente el supuesto de pleno empleo, intentando demostrar que el capitalismo
se desarrolla en condiciones fluctuantes de la actividad económica y que dicho pleno
empleo es sólo un caso específico. Además, la teoría es general porque apunta a
explicar el funcionamiento del sistema económico en su totalidad y no analizar sólo el
ámbito de un mercado como lo hacía hasta entonces la teoría clásica.

¿Qué es el keynesianismo?

El Keynesianismo es una de las teorías económicas más conocidas, su principal


característica es que apoya el intervencionismo como mejor manera para salir de una
crisis. su carrera en estudiar los agregados económicos y los ciclos económicos.

Esta disciplina económica produjo una auténtica “revolución keynesiana”, que aparcó


los pensamientos económicos clásicos, basados en el liberalismo y en el laissez faire. El
keynesianismo prometía una solución para el mayor enemigo del capitalismo, los ciclos
económicos.
Keynes creía que la principal causa de las crisis es la baja demanda, derivada de las
bajas expectativas de los consumidores. Propuso el intervencionismo como
mecanismo para estimular la demanda y regular la economía en momentos de
depresión. Keynes estudió los problemas agregados de la economía, como el paro, la
inversión, el consumo, la producción y el ahorro de un país.

¿En qué consiste el enfoque keynesiano?

El keynesianismo se basa en el intervencionismo del Estado, defendiendo la política


económica como la mejor herramienta para salir de una crisis económica.  Su política
económica consiste en aumentar el gasto público para estimular la demanda
agregada y así aumentar la producción, la inversión y el empleo.

El objetivo de la ciencia económica es estudiar la asignación de recursos. Hasta


entonces la mayoría de los economistas se habían centrado en la escasez de recursos.
Keynes, por el contrario, se centró en el exceso de recursos. Años antes, Karl Marx ya
había dicho que “la crisis es el resultado de la imposibilidad de vender”. Keynes se
preguntó cómo era posible que habiendo demasiados recursos hubiera crisis. ¿Cuál fue
su solución para que no hubiera exceso de recursos?, estimular la demanda para que
se consuman esos recursos sobrantes.

El desempleo es uno de los principales problemas de las crisis, Keynes argumentó que
el paro no existe debido a la escasez de recursos, sino por la escasez de demanda, que
provoca que no se consuma los suficiente como para tener que producir una cantidad
de bienes que de trabajo a todos. Dicho de otra manera, el problema del paro es la
falta de demanda y no la falta de recursos.

El desempleo surge además por la rigidez de los salarios a la baja. Al bajar los precios
aumenta el poder adquisitivo de los trabajadores, pero, por otro lado, resultan
demasiado caros para las empresas, que comienzan a despedir, provocando paro. Al
haber menos empleados en una economía, baja el consumo agregado y por tanto,
bajan de nuevo los precios, dirigiendo la economía a un círculo vicioso, del que, según
el keynesianismo, solo se puede salir estimulando la demanda, para generar el proceso
inverso y aumentar el consumo, los precios y el empleo.

Qué plantea el keynesianismo:

Aunque la fórmula esencial del keynesianismo fue publicada en 1936, los postulados


de su autor ya se habían aplicado desde finales de los años 20 del siglo pasado. Dicha
fórmula se expresó de la siguiente manera:

           
                        PIB:  C+I+G+X-M
 

Los valores que intervienen en la fórmula corresponden a:

             PBI: Producto Interno Bruto de un país.

             C: Consumo

I: Inversión

G: Gasto Público de un país

X: Exportaciones

M: Importaciones

Valga la pena añadir que lo que se conoce como PIB es en realidad el cálculo del total
de actividades productivas de un país, el cual se calcula exclusivamente de manera
interna y teniendo en cuenta el número de habitantes de ese territorio.

Crisis de la Teoría Keynesiana y contribución neo-keynesiana

Hacia principios de la década del 70 el mundo experimentó una nueva crisis conocida
como estanflación, es decir estancamiento del producto conjuntamente con inflación
de precios, que puso en tela de juicio e hizo caer en descreimiento al paradigma de la
teoría keynesiana. Las ideas de política del gran economista del 30 resultaban en un
embrollo frente al gran problema económico mundial, llegando muchos a culpar de tal
crisis a las políticas inspiradas en las propuestas formuladas por Keynes.

Se entendía, siguiendo el modelo keynesiano, que un exceso de demanda efectiva


podía provocar inflación y una demanda efectiva deficiente el desempleo, pero no era
considerada la posibilidad de ocurrencia de ambos problemas a la vez

Esto dio lugar, por un lado, al surgimiento a nuevas teorías que atacaban los
postulados keynesianos y, por otro, a principios de los años 80 una nueva generación
de economistas hiciera una revisión de las ideas keynesianas originarias, sobre todo en
el Instituto Tecnológico de Masachusset (MIT) y en la universidad de Harvard, los que
pasaron a denominarse neo-keynesianos.

Entre sus ideas podemos destacar: Las explicaciones de fondo de las causas por las
cuales ocurre la rigidez de precios introduciendo la competencia imperfecta en los
mercados, por una parte. Y por otra la enumeración de más factores que originan el
ciclo económico como la existencia de fallos de mercado, fricciones nominales en la
demanda o rigideces reales en los precios, además de reconocer que las oscilaciones
en la oferta monetaria provocan fluctuaciones y generan ciclos, de forma que el dinero
no es neutral.
¿Cuál fue el principal aporte del keynesianismo?

El gran aporte de Keynes en este sentido fue abogar por una salida concreta a la crisis
económica que se presentó en 1929 a nivel mundial, y que a partir de ese momento se
convirtió en una receta aplicada por muchos países.

Ante los altísimos niveles de desempleo registrados en Estados Unidos y en buena


parte de las potencias europeas, Keynes propuso aumentar el gasto público para que,
a su vez, aumentara el empleo y se consiguiera un punto de equilibrio.

Más tarde, esta teoría fue duramente criticada por un grupo de economistas de la
línea del libre mercado, para quienes la solución radicaba fundamentalmente en
eliminar los salarios mínimos y flexibilizar las condiciones de contratación: De este
modo, muchos empresarios se animarían a contratar más personal.

El keynesianismo ha derivado en algo que ahora se conoce como neokeynesianismo, es


decir, una adaptación de los postulados de Keynes en el contexto actual. Prueba de
ello es que prestigiosos economistas trabajan hoy día en esta línea, entre ellos el
economista Paul Krugman, galardonado con el Premio Nobel de Economía en 2008.

2020, ¿vuelve el keynesianismo?

Y entonces, a principios de este año, comenzaron a llegar de China, el país más


poblado del mundo, noticias preocupantes sobre la propagación de un virus hasta
entonces desconocido.

Desde ese momento, la infección se ha ido extendiendo de forma rápida y sostenida,


en la medida en que la globalización no solo ha integrado los mercados financieros,
sino que nos coloca en cuestión de horas en la otra punta del mundo.

El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud estableció que el brote


de COVID-19 había adquirido la condición de pandemia. Las cifras de fallecidos en
países como Italia o España alcanzan cotas trágicamente altas, y los contagios se
multiplican por todos los países del mundo, amenazando con el colapso de los servicios
sanitarios públicos. El impacto social de la crisis en países con peores redes sanitarias
públicas puede ser catastrófico. El shock económico y social en los próximos meses se
antoja dantesco.
Frente a esta situación extraordinaria, la intervención de los gobiernos y la inyección
masiva de liquidez en la economía emergen como la única receta posible.

En este caso, el consenso es generalizado entre todos los economistas y


representantes institucionales, por muy liberales ortodoxos que sean. Se reconoce de
forma indisimulada que las políticas de tipo keynesiano serán necesarias para revertir
la situación económica, pero no se atreven a dar un paso más, a asumir que las teorías
económicas zombis que se han aplicado desde los años ochenta han generado
inestabilidad, desigualdad y una tendencia cada vez más frecuente a la aparición de
ciclos económicos contractivos, incluso si la crisis actual no se corresponde con
elementos tradicionales vinculados al ciclo económico.
Esta coyuntura es crítica y merece la aplicación de medidas extraordinarias,
adquiriendo incluso la categoría de “economía de guerra”. Se plantean medidas como
la re estatalización de industrias estratégicas o la intervención de centros sanitarios
privados, a los que, por otra parte, en los últimos años se han derivado
transferencias en detrimento del sistema sanitario público. Muchos criterios que
sustentaban ideológicamente el funcionamiento infalible de los mercados y la sociedad
propietarita, vuelven a ponerse en duda a la hora de atajar una crisis estructural de
envergadura.

De nuevo, el neoliberalismo puede haberse quedado sin argumentos teóricos para


revertir la situación crítica que se aproxima. Así como la inflación descontrolada y el
déficit público de la década de 1970 golpeó al keynesianismo, el COVID-19 puede
golpear las teorías económicas zombis, especialmente en lo que se refiere a reconocer
que, para asegurar el bienestar de las mayorías, es esencial la intervención del sector
público.

Si al keynesianismo lo suprimió intelectualmente la inflación, el movimiento neoliberal


podría sufrir la misma suerte a causa de este virus

CONCLUSIONES:

El keynesianismo se basa en estimular la demanda para provocar un aumento del


consumo y el empleo en momentos de crisis. ¿Y cómo se estimula la demanda?
Mediante políticas monetarias y fiscales. Keynes fue partidario de utilizar las políticas
fiscales. Aunque a finales del siglo XX, las deudas de los países occidentales
comenzaron a crecer de tal manera que los keynesianistas pasaron a recomendar las
políticas monetarias como mecanismo para estimular la demanda.

REFERENCIAS:

 Aponte Mejia, I. (11 de 10 de 2013). slideshare. Obtenido de slideshare:


https://es.slideshare.net/20ivxn91/clasico-vs-keynesiano

 Ibarra Zavala, D. (03 de 2016). researchgate. Obtenido de researchgate:


https://www.researchgate.net/publication/299401313_Critica_a_la_Teoria_Cla
sica_del_Comercio_Internacional_un_enfoque_de_equilibrio_general_entre_p
ais_grande_y_pais_pequeno

 https://obsbusiness.school/int/blog-investigacion/finanzas/keynesianismo-
origen-y-caracteristicas-de-la-formula

 https://economipedia.com/definiciones/keynesianismo.html

 Dillard, D. (1962) “La Teoría Económica de John Maynard Keynes.” Traducción


Editorial Aguilar. Madrid.
 Keynes, J. M. (1930) “Tratado del dinero.” Ediciones Aosta. Madrid. 1996

 Keynes, J. M. (1936) “Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero.”


Traducción Fondo de Cultura Económica. México. 1943

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