Resumen Jan Kott - Shackespeare Nuestro Contemporaneo
Resumen Jan Kott - Shackespeare Nuestro Contemporaneo
Resumen Jan Kott - Shackespeare Nuestro Contemporaneo
Contiene un estremecedor estudio psicológico, una trama sangrienta, un duelo y una carnicería general.
En el castillo de Elsinor, todas las cortinas esconden a alguien. El miedo lo corroe todo: el matrimonio, el
amor y la amistad. Shackespeare tuvo que vivir experiencias infernales durante la rebelión y posterior ejecución de
Essex. Para comprender con tanta precisión el funcionamiento de El Gran Mecanismo. En la obra, todo está
contaminado por la política Reina el crimen, sin lugar para el amor (Romeo y Julieta). la locura es fingida para derrocar
al estado dentro de este orden, pero también es símbolo de la locura de la política cuaundo rechaza todos los
sentimientos. Esta me parece la mejor interpetación, la del Hamlet contaminado por la política, desprovisto de
iluusiones, sarcásrico, pasional y brutal. La fuerza está en la acción, no en la reflexión, y «ser» es vengar a su padre, y
«no ser» es renuncir a la acción. Hay muchas otras:
Para Hamlet, las circunstancias son impuestas y lo definen, pero no de forma inequívoca, siendo el heredero
de la corona que intenta vengarse. Hamlet las acepta y a la vez se revela contra ellas. Acepta el papel, y él mismo está
fuera de sus papel, situándose por encima de él.
En 1965, en Cracovia, Hamlet lee periódicos, gritaba que Dinamarca es una prisión. Se dedicaba a arreglar el
mundo, como un ideólogo rebelde que ardía en ganas de entrar en acción. En 1959 ya está lleno de dudsas, leyendo a
Sartre, Camus o Kafka. El último es más contemporáneo: Todo le empuja a la política. Intenta disociar teroría y praxis,
siendo libre interiormente, aunque sea inútil, y se compromete con hechos a cambio de obtener esa anhelada libertad de
pensamiento. Su interior está hambriento. A veces cree que es un existencialista, otras que es un marxista rebelde. Sabe
que la muerte convierte la vida en el destino.
Esta actitud del Hamlet contemporáneo implica la defensa de la libertad interior. Teme ser definido de forma
unidimensional, encasillado; pero debe actuar. Hamlet no es un tratado filosófico, ni moral ni psicológico. Es teatro y
contiene un argumento y unos personajes. Uno puede preguntarse si no es un drama político.
Fortimbras, uno de los dobles, Alter ego de Hamlet o medium, heredero al trono de Dinamarca, apenas
esbozado dos veces en escena. Hamlet es el drama sobre el poder y la herencia. No se puede ignorar el papel que
desempeña en la obrea, aunque sólo se esboza, y aparece apenas dos veces en escena. Tres interpretaciones posibles
sobre este personaje: representa el destino ciego, el sinsentido del mundo, o la victoria de la justicia. LA desici´no
corresponde al director.
Todos los personajes tenían susn propósitos. Hamlet es un drama sobre el poder y la herencia.
El Gran Mecanismo que actúa en Ricardo IIi está presente en Macbeth. Mata al legítimo soberano y luego
debe matar a los testigos del crimen y a aquellos que sospechan de él. Matar a todos los que suponen un riesgo. Al final
se mata a sí mismo, y recorre todos los peldaños de la gran escalera de la historia. Pero esta no aparece como el Gran
Mecanimo, sino en forma de pesadilla, es decir, como una metáfora y un abordaje filosófico diferentes de la lucha por el
poder y la corona.
El crimen es una desición, una elección o una obligación. Las personas son responsables de sus propios
crímenes. La historia es pegajosa y espesa, y todos se ahogan en barro y sangre. El Gran Mecanismo es abstracto en
Ricardo II, con sentencias de muertem mientras que en Macbeth es crimen y asesinato en el escenario histórico
concreto, sofocante y agobiante. Se trata sobre el asesinato, no sobre la ambición y el miedo, como se ha señalado.
Estos son desencadenados por aquel, por la sed de crimen, que es el eje, que inspira ambiciones, ideas y miedos, y
envenena el deseo. La suceción de crímenes no obedece a la lógica del Gran Mecanismo, sino a la pesadilla terrorífica
que no se detiene.
El sueño, es desterrado, pero también sumamente presente porque se habla de él. HA sido matado por
Macbeth, y ya nadie puede dormir en Escocia. ya no quedan sueños, sólo pesadillas.
Crimen, ideas y miedos insporados por el crimen lo inundan todo. Pesadilla, no sueño. Macbethm, Lady
Macbeth y Banquo no quieren descansar,porque el sueño devuelve a la realidad e impide olvidar. Todos están
deformados por el mismo temor, y todos los cuerpos están igual de atormentados. El de Macbeth es hermético y sin
escapatoria. Barro y alucinacones.
Lady Macbeth desempeña el papel de hombre. Le exige a Macbeth que cometa un asesinato, como prueba de
su virilidad, casi como un acto de amor. Siempre está presente el tema obsesivo. Ambos personajes arden de pasión el
uno por el otro, pero an sufrido una gran derrota erótica.
Ricardo III es consciente del Gran Mecanismo, my Macbeth es consciente de las pesadillas. Una obligación
y nuna necesidad interior, . Sólo existeel sueño de un crimen que ponga fin a todos los crímenes, que acabe con las
pesadillas y que induzca la liberación. Porque sólo hay algo más duro que el crimen mismo: la idea de que tras cometer
uno, ya no se puede escapar de él. Pesadilla. Pero quien no mata no es humano, porque el hombre es un animal que
mata, así como el perro mueve la cola y ladra.
Macbeth ha cruzado un umbral que, una vez cruzado, hace que todo sea más fácil: «todo es como un
juguete». La pesadilla no tiene fin. Ha matado al rey porque no podía aceptar su propio miedo a matar al rey Ha matado
para librarse de una pesadila, para ponerle fin, pero no se ha percatado que la pesadilla real era la incesante necesidad de
matar. Y no hay nada más horrible que eso, y no tiene fin. La noche que envuelve todo se cierra cada vez más. Ha
matado por miedo, y sigue haciéndolo por miedo.
Macbeth no es un personaje en el sentido en que se entendía en el SXIX. Lady Macbeth si. El fuego ha
arrasado todo en su interior, excepto el deseo de poder. Su interior está vacío, pero sigue consumiéndose. Se venga, y
carece de imaginación. Por eso, desde el principio, se acepta a sí misma sin reservas, y más tarde no puede huuir de sí
misma. Si tiene imaginación, por eso, se hace las mismas preguntas de Ricardo II. Macbeth, en cambio, se define a sí
mismo de forma negativa, no como quién es, sino como quién no es. Se sumerge en el mundo fuera de la nada; existe
sólo en potencia. Toma sus propias desiciones, pero después de cada una de estas se vuelve cada vez más extraño e
inquietanta para sí mismo. Utiliza para intentar definirse a sí mismo las fórmulas utilizadas por el existencialismo:
«Ser» es, para Macbeth, algo ambiguo, algo que tiene, al menos, dos significados; es una contradicción continua e
irritante entre la existencia y la esencia, entre el ser «para sí mismo» y el ser «en sí mismo».
«Nada existe más real que la nada». Al tener un mal sueño, somos y no somos al mismo tiempo, nosostros
mismos. si reconociéramos que somos nosotros mismos, tendríamos que aceptar que todos es una pesadilla, y que a la
noche no le sigue el día. Prefiere concebir su existencia como algo aparente. El mundo es para él una pesadilla. Para
Ricardo II «Ser» es conseguir la corona y martar a los que la ambicionan. Para Macbeth, «Ser» es huir, vivir en otro
mundo Aquel acepta la historia y su papel en ella (¿Lady Macbeth?).Este sueña con un mundo en donde los muertos
queden en tierra, y en donde se produzca ese último asesinato que acabe con la cadena. Pero estos regresan a la vida, y
la aparición en el banquete del epsectro del asesinado Banquo es una de las escenas más intrigantes. Es el único que lo
ve.
Macbeth no puede reconciliarse con un mundo en el que el asesinato exista. Esta es la lúgubre grandeza de
este personaje, y la verdadera tragedia. No quería aceptar la realidad, ni la irrevocable realidad de las pesadillas,
reconciliándose con su propio papel, que le resultaba extraño. Ahora ya lo sabe todo: el que no puede escapar de las
pesadillas, que ése es su destino y la suerte de los hombres, sus circunstancias. La muerte no cambia nada, que no puede
cambiar nada, que es igual de abrurda que la vida. Al darse cuenta de esto, pierde el miedo.
El señor de Cawdores mencionado apenas en las primeras escenas, porque había traicionado a Duncan y se
puso de parte del rey. Es capturado y condenado a muerte. Esto es necesario, y no casual, porque se compara su muerte
estoica, su fría indiferencia, estoica, ante la muerte, a Macbeth, que no cree en la dignidad del hombre, sino que ha
agotado todas las experiencias posibles. Lo único que queda es el desprecio. El concepto del hombre se ha hecho
añicos, y no queda nada. Al igual que El Rey Lear, no se produce una catarsis. No se siente culpable ni protesta. Solo
arrastra al vacío a cuantos vivos le sea posible, y esta es la consecuencia de la absurdidad del mundo, que no puede
hacer saltar por los aires del mundo, pero puede seguir matando hasta el final.
A comienzos del SXX se prdujo un cambio sustancial en el estudio de Shackespeare. Por primera vez se
empezó a interpretar la obra a traves del tiempo. Aquel viejo looc, que se arrancaba el pelo de su laga barba blanca, se
había convertido de pronto en un personaje ridículo. Tenía que ser trágico, pero no lo era. El personaje es ridículo, y la
tragedia ahora, está en el pecho de Lear y de Gloucester.
Lo grotesco esla vieja tragedia escrita de nuevo y en otro tono. Laa comedia surge cuando en un mundo
trágico, la tragedia está ausente. El teatro grotesco tiene lugar en un mundo tra´gico Tanto el héroe de la tragedia como
el actor de una obra grotesca serán vencidos por lo absolutol. La derrota del héroe de la tragedia es la confirmación y el
reconocimiento de lo absoluto. La víctima consagra al verdugo al convertirse él mismo en víctima.
Lo trágico y lo grotesco constituyen mundos her´meticos, de los que no hay escapatoria. En el mundo trágico,
esta situación forzosa vení impuesta por los dioses antiguos, el hado, el Dios cristiano, la naturaleza y la historia dotada
de sabiduría y necesidad.El hombre se situaba siepmre frente a estas fuerzas. En el mundo rotesco no hay absoluto que
permita justificar la derrota o que pueda asumir la responsabilidad. No está dotado de razón última; es, sencillamente, lo
más fuerte. Lo absoluto es absurdo Lo grotesco utiliza la idea de un mecanismo en funcionamiento que, unavez puesto
en marcha, no se puede detener. Mecanismos impersonales y hostiles sustituyen a estas viejas potencias. Este
mecanismo no es trascendental, sino una trampa absurda que el hombre se tiende a sí mismo y en la que ha caído.
El paisaje natural tiene una parte activa en la acción, y en la derrta del hombre, como en El Rey Lear. Sin
embargo, en el teatro grotesco moderno suele situar la acción en una civilización pura, con la naturaleza desaparecida,
encerrado en una habitación, con osas y objetos, que ahora simolizan el destino humano o las circunstancias del
hombre, cumpliendo la función que Shackespeare le asignaba al bosque, la tormenta o al eclipse del sol.
En el nuevo teatro, las situaciones trágicas se convierten en grotescas, cuando las alternativas son absurdas,
carentes de sentido o compreometedoras. El protagonista está obligado a jugar, a pesar de que el juego es imposible.
Lo asurdo no consiste en que los mecanismos del hombre sean más fuertes o inteligentes que él. Lo absurdo
consiste en que esos mecanismos crean una situación forzosa, que obligan a aprticipar en un juego en donde las
probabilidades de perder crecen sin cesar. Ni los cristianos ni los marxistas pueden aceptar intelectualmente que el
mundo acabe así. Un final como este sería una bufonada.
Como contra una máquina, uno está condenado a peerder, al igual que Edipo. La solución es no utilizar
ningún sistema, sino confiar en el azar. Entonces se equiparan las probabilidades de ganar entre la maquina y yo. La
áquina quería que jugara de forma racional. Se renuncia al lbre albedría y a la libertad de decisión. El héroe no es
trágico, sino un bufón. En este singular teatro, el escenario cambia con los actores, construyéndose y destruyéndose una
y otra vez. Los actores se equivocan, pero incluso sus errores están dentro del guión.
Lo grotesco se burla de o absoluto de la historia, del mismo modo que se ha burlado de lo absoluto de los
dioses, de la naturaleza y del destino. Esta operación la lleva a cabo con la aluda del «tonel de la risa», que es una de las
diversiones más poulares en los parques de atracciones. Quienes se mueven demasiado rápido o demasiado despacio
con respecto al tonel terminan cayéndose irremediablemente. Todos sus desesperados esfuerzos por mantenerse de pie
en el suelo movedizo son inútiles y se caen. cuanro más violentos se hacen sus gestos, más se agarran con uñas y
dientes a las paredes, más les cuesta levantarse y más riículos resultan.
Un motor, n elemento trascendente acciona el tonel. Incluso si no pudiesen escapar de esee barril inmanente.
El mecanismo social. El mundo trágico y el mundo grotesco tienen una estructura similar. Lo grotesco adopta los
esquemas dramaticos de la tragedia y formula las mismas preguntas fundamentales. Sólo se diferencian en las
respuestas que ofrecen. Esta disputa sobre la interpretación trágica y grotesca del destino del hombre es el reflejo del
conflicto permanete y siempre vivo entre dos filosofías y estilos de pensamiento: el irreconciliable antagonismo entre
sacerdotes y bufones. Entre la tragefdia y lo grotesco, el mismo conflicto en pro o en contra de la escatología, de la fe
en lo absoluto, de la esperanza en una solución definitiva de la contradicción entre el orden moral y el de la acción. La
tragedia es el teatro de los sacerdotes; olo grotesco, de los bufones.
Este conflicto entre dos filosofías y concepciones teatrales. En El Rey Lear, la «g´lida noce» a todos nos ha
de volver locos y nos trastornará.
En el episodio de Gloucester y de Edgard presentan una escena escrita para la pantomina. Edgard finge estar loco,
pero al hacerlo tiene que adopatar gestos de loco. Un paisaje completo aparece de la nada que rodea al supuesto
suicisio. Shackespeare puede crear paisajes sobre el escenario vacíol Ninguno de los paisajes que presenta son tan
mnuciosos, precisos y exactos como este. Denso. La pantomina crea un espacio escénico, desde la cumbre al pie del
acantilado. Shackespeare se sirve de todos los medios del teatro anti ilusionista para crear un paisaje de lo más realista y
cruel. La ilusion de un ciego. En él hay perspectiva, luz, personas, objetos y sonidos.
El silencio está lleno de sonidos, como el escenario vacío está ocupado por el acantilado. La escena del salto suicida
también es una pantomina. El escenario tiene que estar vacío. El suicidio, o más bien el símbolo del suicidio, debe
representarse en un escenario vacío. La pantomina es la representación de un símbolo.
En la obrea, elescenario debe estar vacío de principio a fin, y no hay nada, aparte de la Tierra Cruel. En la Tierra el
hombre hace su recorrido de la cuna a la tumb. El tema de El Rey Lear es la pregunta sobre el sentido de ese viaje, la
cuestión sobre la existencia o la inexistencia del cielo y del infierno.
Gloucester alcanza el fondo de la miseria humana, y su hijo también Sin embargo, la pantomina que los actores han
representado resulta grotesca. Tiene algo de circence. El ciego Gloucester resulta un payaso. Se ha representado una
payasada filosófica, la misma que encontramos en el teatro contemporáneo.
En Shackespeare, los bufones imitan a menudo los gestos de los reyes y de los héroes pero sólo en El Rey Lear vemos
las grandes escenas trágicas convertidas en bufonadas. No s´lo la pantomina de sucidio resulta grotesca. Tambiéon el
diálogo que la acompaña es cruel y bufón. El suicidio de Gloucester sólo tiene sentido si existen los dioses. Una proteta
contra un sfrimiento inmerecido y contra la injusticia del mundo. Esta protesta tiene un destinatario claro. Es
escatológica.
El tema de la obra es la desintegración y el desmoronamiento del mundo. Empieza con las obras históricas: con la
división del Estado y con la abdicación del monarca, y termina como ellas: con la proclamación de un nuevo rey. Hay
que madurar para la muerte: madurez y resignación. Est dodo. Sin absolutos. Lear y Gloucester son escatológicos
porque se aferran con desesperación a la idea del absoluto. Invocan a los dioses, creen e nla justicis, apelan a las leyes
de la naturaleza. Los han hechado del escenario, siguen siendo sus prisioneros. Sól el bufón está fuer: mira las
ideologías y las rechaza. No abandona a su ridículo y degradado rey, sino que le acompaña en su camino a la locura. No
es un racionalista ingenuo, sino que sabe muy bien que la única y verdadera locura consiste en creer en la racionalidad
de este mundo. El oden feudal es absurdo y sólo se puede describir mediante las categorías de lo absurdo: el mundo
patas para arriba.
Hamlet se refugia en la locura no sólo para despistar a sus delatores y engañar a Claudio. la locura era para él una
filosofía, una crítica de la razón pura, un gran y burlesco auste de cuentas, con un mundo que ha salido de su órbita. El
bufón adopta el mismo lenguae que Hamlet empleó en las escenas en las que fingía estar loco. Ya no queda más la
retórica y romana, del denacimiento, ni la fria indiferencia de Séneca.
El bufón se sirve de un sentido del humor absurdo, de la dialéctica y de la paradoja. Su lenguaje es el lenguaje de lo
grotesco actual. Muestra lo absurdo de lo evidente y lo absurdo de lo absoluto, a traves de una gran y universal reductio
ad absurdum.
Aparece en el escenario al empezar a caer Lear, y desaparaece al final del acto tercero. Ya no es necesario. Ha pasado
por la escuela de filosofía burlesca.