ALMACIGOS
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PREPARACIÓN DE ALMÁCIGOS
INTRODUCCIÓN
La productividad de una planta estará predeterminada por el proceso de desarrollo que ésta haya
seguido durante su germinación y crecimiento inicial, y es por esta razón la importancia del almácigo o
semillero. La mayoría de hortalizas se siembran inicialmente en un lugar adecuado denominado
almácigo o semillero, donde permanecerán un determinado tiempo, es decir hasta alcanzar un tamaño
suficiente para luego ser transplantadas al lugar definitivo, donde completarán su crecimiento y
desarrollo.
Generalmente se hacen almácigos de aquellos cultivos de difícil germinación y que requieren mayores
cuidados por tener semillas muy pequeñas como el caso de lechuga, apio, etc. También se realiza
almácigo para aquellas semillas de variedades híbridas y que son relativamente caras.
Por otro lado, la siembra de algunas hortalizas puede realizarse directamente en las áreas destinas para
su cultivo como en el caso de la zanahoria, rabanito, espinaca, etc.
Semilla
De una semilla certificada se puede esperar que el producto corresponda a las características
especificadas en su envase y que aseguren el porcentaje de germinación indicado. La viabilidad que
pueda mantener una semilla está determinada básicamente por las condiciones de almacenamiento de
ésta, para lo cual se recomienda cerrar herméticamente el envase para evitar la absorción de humedad y
el ataque de patógenos como bacterias, hongos o polillas.
Las semillas empleadas para el cultivo hidropónico son las mismas que se utilizan para el cultivo en el
suelo, por lo que generalmente están tratadas con algún tipo de fungicida. Algunas experiencias
sugieren enjuagar o remojar previamente las semillas antes de la siembra para facilitar su germinación.
Además, se deberá procurar sembrar semillas de tamaño uniforme.
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Condiciones de la Siembra
Los sustratos más usados son arena de río o cantera, cuarzo y piedra pómez. La principal ventaja de
estos materiales es su continua reutilización.
El sustrato se coloca en recipientes de madera (cajas para embalar fruta), plásticos (tinas, bandejas),
poliestireno expandido u otros. La principal característica del recipiente es que éste debe tener orificios
de drenaje, ya sea directamente en el recipiente cuando son unidades pequeñas o mangueras o tubos
para unidades grandes. Esto para facilitar la salida de los excesos de agua que se aplican durante el
riego.
La cantidad de sustrato requerida para el almácigo dependerá del tamaño del recipiente; en recipientes
individuales se sugiere tener una altura mínima de 5 cm de sustrato.
• Forma de la Siembra
Generalmente, la siembra se realiza en línea, es decir, se colocan las semillas una detrás de otra de
acuerdo al distanciamiento del cultivo. Aunque en espacios pequeños o recipientes individuales se
recomienda distribuir homogéneamente las semillas y cubrirlas con una fina capa de sustrato. La
ventaja de estos tipos de siembra es que permiten obtener un alto número de plántulas, pero con la
desventaja que éstas compiten principalmente por la luz, observándose alargamiento de tallos, no
apropiados para el transplante. Otra característica de este tipo de siembra es que el transplante se
realiza a raíz desnuda, lo que provoca daños del sistema radicular, por lo que se recomienda tener
mucho cuidado durante el transplante.
La siembra en bandejas permite individualizar las plántulas y seleccionarlas mejor. El tamaño de las
bandejas para almácigos varía de acuerdo al tipo de cultivo.
• Profundidad de la siembra
La profundidad de la siembra es primordial en el caso de semillas muy pequeñas, por lo que se sugiere
sembrarlas casi superficialmente. Generalmente, la profundidad con que se siembra una semilla no
debe ser el doble del tamaño de ésta. Sobretodo para evitar que la germinación tarde más tiempo del
requerido de acuerdo al tipo de cultivo.
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• Temperatura
Cada cultivo tiene una temperatura óptima de germinación. En algunos casos germinan bien en un
rango relativamente amplio de temperaturas, y son aquellos que se pueden sembrar durante todo el año.
El cultivo hidropónico al aire libre se realiza de acuerdo a la época de siembra del cultivo similar a
como se lleva a cabo en el campo.
Algunas hortalizas pueden cultivarse fuera de estación con el desarrollo de variedades de semillas que
resisten temperaturas no usuales para su crecimiento y desarrollo (por ejemplo, variedades de lechuga
de verano, variedades de pimientos de invierno) o resistente a enfermedades. Estas variedades de
semillas se suelen importar de regiones con climas extremos y su costo es relativamente elevado.
• Humedad
Básicamente, se refiere a la humedad del sustrato. Una humedad estable es imprescindible para una
buena germinación y posterior crecimiento de la plántula. El riego hay que hacerlo con pulverizadores
o aspersores para no desplazar las semillas ni doblar los débiles tallos. Hay que evitar excesos de
humedad que provocarían pudrición. Un descuido en el riego puede provocar en unas horas un daño
irreversible en las plántulas.
Los riegos se realizan solo con agua hasta la obtención de las plántulas con sus primeras hojas
verdaderas. Posteriormente, se dará inicio a un programa de riego ya sea manual o automático con una
solución nutritiva.
• Luz
Algunas semillas necesitan luz para germinar, como las lechugas, pero otras al contrario con luz
germinan mal. De todas formas, en el caso de semillas que requieren oscuridad o son neutras, al
principio pueden colocarse en un lugar oscuro. En cuanto se inicia la germinación y aparecen las
primeras hojas o cotiledones todas necesitan luz. Si la luz es insuficiente las plántulas crecen débiles y
se alargan los tallos (etilolación) y si es excesiva se pueden quemar con los rayos directos del sol. Por
eso, una buena luz natural indirecta es la mejor.
Se recomienda que las áreas destinadas para los almácigos o semilleros estén protegidas de la radiación
solar directa y se empleen mallas sombreadoras que permiten la reducir la cantidad de luz solar y la
temperatura principalmente durante el verano.
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4. Sembrar las semillas dejándolas caer una por una en las líneas o surcos trazados.
6. Regar diariamente o las veces que sea necesario solo con agua para mantener húmedo el sustrato,
hasta la germinación y emergencia de las plántulas.
7. Cuando hayan aparecido las primeras hojas verdaderas se inicia el riego con media concentración
de solución nutritiva “Solución Hidropónica La Molina” (2.5 ml de Solución Concentrada A y 1.0
ml de Solución Concentrada B por litro de agua) durante unos 5 a 7 días y luego proseguir con el
riego con la concentración completa de solución nutritiva (5.0 ml de Solución Concentrada A y 2.0
ml de Solución Concentrada B por litro de agua).
8. El transplante se realiza cuando las plántulas tienen tres a cuatro hojas verdaderas o cuando lleguen
a medir entre 5.0 a 8.0 8 de altura al sistema hidropónico de su elección. Por ejemplo: las plántulas
de lechuga se transplantan a dos semanas después de la siembra al sistema de raíz flotante. Las
plántulas de acelga se transplantan a las tres semanas a contenedores con sustrato y las plántulas de
tomate se transplantan a los 30 días mangas de polietileno rellenas de sustrato o a bolsas con
sustrato.
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SIEMBRA DE HORTALIZAS