ESTUDIO EXEGÉTICO Mujer Jorobada 2
ESTUDIO EXEGÉTICO Mujer Jorobada 2
ESTUDIO EXEGÉTICO Mujer Jorobada 2
Lucas 13:10-17
Introducción
- La doble mención de la larga duración de la enfermedad (18 años) es indicio de una
excesiva carga, debido quizá a la gravedad del mal, la pobreza de la mujer o la impotencia de la
medicina de la época frente a este problema.
- Jesús actúa sin que la encorvada se lo haya solicitado. Si bien el jefe de la sinagoga
interpreta que la mujer vino en busca de curación, es Jesús quien toma la iniciativa.
- Es por demás llamativo el título que Jesús otorga a la mujer: “Hija de Abrahán”.
- El texto concluye con un aplauso popular otorgado a Jesús. Este contento contrasta con
la hipocresía y la dureza del jefe de la sinagoga.
Repaso exegético
14 seis días para trabajar, 14 Jesús curó en sábado
17 por las palabras 17 por las obras maravillosas
Jesús toma la iniciativa de la curación. El texto realza la soberanía de su acción y sus palabras,
que transmiten varios contenidos a la vez: sanidad, dignidad, defensa. Es de destacarse que el
proceso incluye el llamado de la mujer (se sobreentiende, a que se pare en un lugar visible,
quizá en el centro de la reunión, o adelante, a la vista de todos y todas); y la transmisión de la
certeza de la curación aún antes de la imposición de las manos. Todo ello otorga importancia y
dignidad a una persona que no gozaba de “plenitud cúltica y religiosa”; y que además de su
marginación como mujer, cargaba el estigma sociorreligioso de su dolencia física.
Una vez curada la encorvada, comienza un nuevo programa de lucha. Consiste en la defensa
de la dignidad humana de esta mujer concreta (con una comparación superada con los
animales), el establecimiento de su valor religioso (con la referencia a la filiación
abrahamítica), y la referencia a su condición de criatura de Dios (merecedora de la liberación
de la enfermedad impuesta por Satanás). Finalmente, el texto establece el valor social de la
mujer mediante la indicación de la alegría del pueblo. Jesús desarrolla todo este programa
ante el reproche crudo del jefe de la sinagoga, cuyas palabras apenas pueden disimular su
enojo por la infracción sabática.
Con este énfasis el texto indica que Jesús restaura y recrea el pueblo de Dios, liberando de sus
males a personas enfermas, impedidas, excluidas, pecadoras, marginadas, pobres y oprimidas.
(Se trata del único texto que habla de una Hija de Abrahán. Véase aún Lc 19:9, donde Zaqueo
también es llamado Hijo de Abrahán). El jefe de la sinagoga y con él, todos los hipócritas que
impiden esta liberación, prolongan la opresión satánica que ata y oprime.
Al mismo tiempo, Jesús establece que las obligaciones del amor son superiores a toda ley. El
ser humano y la integridad de su vida valen más que cualquier prescripción sabática. La
defensa de las personas oprimidas por los males y por el legalismo pertenece plenamente al
proceso de liberación.
Lamentablemente, sucede con frecuencia que cierta parte de las reflexiones y discusiones de
los diversos grupos de trabajo de las Iglesias reflejan pugnas por el manejo del poder, en lugar
de manifestar una ardiente preocupación por la misión de la Iglesia, la evangelización, el
servicio al prójimo que sufre. Esto tiene un curioso paralelo en el legalismo opresor de aquel
jefe de la sinagoga de Lc 13:10-17, que prefirió encuadrar la situación de la mujer encorvada
en el marco férreo de las prescripciones y de su propia hipocresía, en vez de dejarse desafiar
positivamente por un ser humano sufriente, la urgencia de ayuda concreta y la restitución de
la integridad de la vida y su dignidad.
Este texto bíblico tiene carácter paradigmático. La gran cantidad de elementos (la larga
duración del mal, la iniciativa de Jesús, el extenso reproche del jefe de la sinagoga, la
elaborada respuesta de Jesús con sus preguntas retóricas) es evidencia de que el autor “quiere
darnos mucho más” que sólo la descripción de un milagro más. Exhibe un panorama amplio de
opresiones físicas, legalistas, sociales y religiosas que pesaban sobre aquella mujer y que
guardan interesantes similitudes con otras tantas problemáticas que pesan hoy sobre muchas
personas.
2. ¿Dónde y cómo queda disminuida la vida en nuestro entorno? ¿Dónde y cómo se rebaja
la dignidad de los seres humanos, criaturas de Dios?
3. Ante todas estas situaciones, Jesús nos desafía a seguir sus pasos y a comprometernos
enteramente con la restitución de la vida y la dignidad de nuestras hermanas y nuestros
hermanos.