Comparto 'VANGUARDISMO' Con Usted
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Proviene del vocablo francés “avant-garde”, término de origen militar y político, que reflejaba el
espíritu de lucha, de combate y de confrontación que el nuevo arte del siglo oponía frente al
llamado arte decimonónico (Siglo XIX) o académico.
VANGUARDIA ESTÉTICA
Se llama vanguardias artísticas a los movimientos rupturistas de las artes plásticas que surgieron a
partir del siglo XX, y que tuvieron como objetivo expresar los nuevos tiempos por medio de la
innovación del lenguaje pictórico y/o escultórico. Entre ellos podemos mencionar al cubismo, al
futurismo, al dadaísmo, al abstraccionismo (con sus diferentes corrientes) y al surrealismo.
En el siglo XX surgió una inmensa variedad de movimientos artísticos. Muchos de ellos han sido
clasificados como vanguardias, ya sean artísticas o literarias, mientras que otros no, como el “art
decó”, por ejemplo.
Exploración de elementos lúdicos: Si la función del arte estaba cambiando, los artistas se
encontraron a sus anchas para introducir no solo la clave del humor en sus obras, que en
algunos casos del pasado puede registrarse aunque sea marginalmente. También
desarrollan una percepción lúdica del arte, ya sea a través de la complicidad del
espectador, ya sea a través de su participación o intervención directa.
Movimientos con cierta articulación grupal: A diferencia del arte occidental que, hasta
mediados del siglo XVIII, respondía a tradiciones acrisoladas en el tiempo, las vanguardias
eran movimientos, es decir, grupos organizados con vocación expresa de promover un
determinado estilo y/o punto de vista.
Por ello, las vanguardias podían tener carácter interdisciplinario, pues buscaban expresar
por todos los medios y disciplinas posibles sus contenidos programáticos.
Andrea Imaginario
Especialista en Artes, Literatura Comparada e Historia
En el siglo XX surgió una inmensa variedad de movimientos artísticos. Muchos de ellos han sido
clasificados como vanguardias, ya sean artísticas o literarias, mientras que otros no, como el art
decó, por ejemplo.
Pablo Picasso: Guitarra y
violín. c. 1912. Cubismo. Óleo sobre lienzo. 65,5 x 54,3 cm. Museo Hermitage, San Petesburgo.
Kazimir
Malevich: Composición suprematista. 1916. Suprematismo (abstraccionismo geométrico). Óleo
sobre lienzo. 88,5 x 71 cm. Colección privada.
la percepción de que no había nada que pudiera superar a los maestros del pasado,
el agotamiento del programa iconográfico y, por último,
Piet
Mondrian: Composición nº 10. 1942. Neoplasticismo. Óleo sobre lienzo. 79,5 x 73. Colección
privada.
En las artes plásticas, algunas vanguardias llevaron esto a tal extremo que eliminaron de plano
cualquier referencia a los temas o cualquier tentación de “significación” para que pudieran
apreciarse valorativamente elementos como las líneas, los puntos o las formas geométricas. De allí
la renuncia a titular muchas obras. Por ejemplo, las composiciones numeradas de Piet Mondrian.
En la literatura, esto se expresó, entre otras formas, en una disociación entre signo y el referente,
lo que permitiría la valoración estética del lenguaje como realidad autónoma, fuera de cualquier
obligación significante.
Joan
Miró: Paisaje catalán. 1924. Surrealismo. Óleo sobre lienzo. 64,8 x 100,3 cm. Museo de Arte
Moderno, Nueva York.
Todos estos elementos se conjugan para proclamar la originalidad como elemento característico
de las vanguardias. Cada una de ellas procuró constituir un lenguaje propio, original, marcado por
la novedad.
El afán por la originalidad exige a las vanguardias la proclamación de la máxima libertad creadora.
Si el arte de la academia buscaba de los artistas la asimilación de unas convenciones mínimas en
cuanto al manejo de los elementos plásticos y al concepto del arte, las vanguardias fueron
expresión de un anhelo de libertad individual y, por lo tanto, derivaron en lenguajes particulares,
no convencionales. Esto señalaba la absoluta independencia del encargo y, en consecuencia, la
máxima libertad personal en la expresión artística.
Vea también:
Vanguardias artísticas.
Movimientos de vanguardia.
Espíritu de provocación
Marcel
Duchamp: L.H.O.O.Q. 1919. Dadaísmo. Ready made. 19,7 x 12,4 cm. Centro Pompidou, París.
La libertad creadora de las vanguardias es también, y especialmente, una provocación. Los
movimientos vanguardistas pretenden conmocionar el status quo, el orden establecido en el
mundo de las artes, al que con frecuencia consideran gastado, agotado o inerte.
Guillaume
Apollinaire: Caligrama del poema del 9 de enero de 1915. Publicado en el libro Caligramas, de
1918. Poesía.
Si la función del arte estaba cambiando, los artistas se encontraron a sus anchas para introducir no
solo la clave del humor en sus obras, que en algunos casos del pasado puede registrarse aunque
sea marginalmente. También desarrollan una percepción lúdica del arte, ya sea a través de la
complicidad del espectador, ya sea a través de su participación o intervención directa.
A diferencia del arte occidental que, hasta mediados del siglo XVIII, respondía a tradiciones
acrisoladas en el tiempo, las vanguardias eran movimientos, es decir, grupos organizados con
vocación expresa de promover un determinado estilo y/o punto de vista. Por ello, las vanguardias
podían tener carácter interdisciplinario, pues buscaban expresar por todos los medios y disciplinas
posibles sus contenidos programáticos.
PROMULGACIÓN DE MANIFIESTOS
Con frecuencia las vanguardias nacían con la publicación de un manifiesto o eran acompañadas
por uno. Este resumía un programa estético y, no pocas veces, ideológico.
Por ello, muchas veces las vanguardias establecieron una relación de dependencia entre la
expresión artística y la palabra, es decir, una subordinación de la obra a la explicación o
justificación que la contextualizaba. Algunos ejemplos de manifiestos vanguardistas son:
Manifiesto neoplasticista (De Stijl), escrito por Theo Van Doesburg, Piet Mondrian, Bart an
der Leck, J.J.P. Oud (1917)
No es extraño que la mayor parte de los movimientos vanguardistas tomaran partido por alguna
tendencia política, de derecha o de izquierda, particularmente las vanguardias históricas.
En general, los artistas de vanguardia se inclinaban hacia la izquierda. El ejemplo más conocido es,
quizá, el de Pablo Picasso, militante del partido comunista francés. La única vanguardia
declaradamente derechista fue el futurismo.
Ya que las vanguardias se articulan como movimientos de ruptura con las tradiciones o escuelas
artísticas, comprenderlas en todo su sentido pasa, necesariamente, por conocer la historia del arte
o la literatura según corresponda. Solo así se puede comprender, por ejemplo, la importancia de
movimientos como el cubismo, la abstracción geométrica o el arte pop.
Las vanguardias se levantan en contra de la tradición pictórica, sea que se trate del academicismo,
o sea que se trate de una ruptura con la vanguardia inmediatamente anterior. Al mismo tiempo, la
correcta interpretación de las vanguardias con frecuencia está subordinada a los manifiestos.
Espíritu libertario
Espíritu de provocación
Carácter conceptual
Breve duración