Electiva Unidad III

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL


¨RAFAEL MARÍA BARALT¨
VICERRECTORADO ACADÉMICO
PROGRAMA EDUCACIÓN
MENCIÓN: INTEGRAL

ENFERMEDADES BIOPSICOSOCIALES
CATEDRA: ELECTIVA I

ELABORADO POR:

GOTERA EDWARD
GOTERA JAQUELINE
HERAS THAIS
HERAS TIBISAY

PROF.: NORBERTO GONZALEZ

SANTA RITA, JULIO DE 2021


ESQUEMA

1.- Enfermedades Biopsicosociales (Estrés).


2.- Definición de Estrés.
3.- Tipos de Estrés.
4.- Niveles de Estrés.
5.- Causas y consecuencias del Estrés.
6.- Control del Estrés.
INTRODUCCIÓN

El estrés es el mecanismo por el cual nos preparamos para


reaccionar ante situaciones nuevas, de gran exigencia o peligrosas. Se debe
a la liberación de hormonas específica, como la adrenalina o el cortisol, que
son las que activan el cerebro para que esté más alerta, tensan los músculos
y aumentan la frecuencia cardiaca, entre otros efectos.
Cierto nivel de estrés no es malo, de hecho, es beneficioso porque
nos ayuda a adaptarnos a las circunstancias: todo el mundo conoce esa
sensación de cosquilleo cuando empieza un nuevo curso, un trabajo, un
nuevo reto… Este mecanismo también nos ayuda a reaccionar mejor cuando
estamos ante una emergencia, por ejemplo, cuando vemos un accidente por
la calle y acudimos a socorrer.
El problema viene cuando esa situación se prolonga en el tiempo y el
estrés no es solo una reacción puntual, sino que se vuelve crónico. Si los
problemas en el trabajo no terminan nunca, si el nuevo curso es demasiado
exigente, o si ocurre un problema familiar que parece que no tiene solución
(por ejemplo, cuando un allegado enferma), entonces nos instalamos en el
estrés constante que ya no proporciona nada bueno. Vamos en esta
investigación aprender un poco más sobre esta enfermedad que día a día es
más evidente en las vidas de los seres humanos.
DESARROLLO

1.- ENFERMEDADES BIOPSICOSOCIALES (ESTRÉS).

El uso del término estrés se ha popularizado sin que la mayoría de


las personas tengan claro en qué consiste el mismo. Al revisar la amplia
literatura sobre el tema, se encuentran multitud de definiciones, algunas de
las cuales lo abordan indistintamente desde la perspectiva del estrés como
estímulo, como respuesta o como consecuencia. Sin entrar a polemizar
teóricamente sobre su definición, por no constituir objeto del presente
trabajo, se aborda el estrés como: la respuesta adaptativa del organismo
ante los diversos estresores, (Hans Selye, 1936).
Alternativamente para precisar conceptos, se utiliza el término
"respuesta de estrés" al referirse a la respuesta inespecífica del organismo a
cualquier demanda, y el término de "estresor" o "situación estresante"
referida al estímulo o situación que provoca una respuesta de estrés.
En la actualidad han cobrado auge las teorías interaccionistas del
estrés que plantean que la respuesta de estrés es el resultado de la
interacción entre las características de la persona y las demandas del medio.
Se considera que una persona está en una situación estresante o bajo un
estresor cuando ha de hacer frente a situaciones que conllevan demandas
conductuales que le resulta difícil poner en práctica o satisfacer. Es decir
depende tanto de las demandas del medio como de sus propios recursos
para enfrentarse a él (Lazarus y Folkman, 1984), o avanzando un poco más,
de las discrepancias entre las demandas del medio externo o interno, y la
manera en que el sujeto percibe que puede dar respuesta a esas demandas
( Folkman, 1984).
La respuesta de estrés es una respuesta automática del organismo a
cualquier cambio ambiental, externo o interno, mediante la cual se prepara
para hacer frente a las posibles demandas que se generan como
consecuencia de la nueva situación, (Labrador, 1992). Por tanto, ello no es
algo "malo" en sí mismo, al contrario; facilita el disponer de recursos para
enfrentarse a situaciones que se suponen excepcionales.
Estas respuestas favorecen la percepción de la situación y sus
demandas, procesamiento más rápido y potente de la información disponible,
posibilitan mejor búsqueda de soluciones y la selección de conductas
adecuadas para hacer frente a las demandas de la situación, preparan al
organismo para actuar de forma más rápida y vigorosa. Dado que se activan
gran cantidad de recursos (incluye aumento en el nivel de activación
fisiológica, cognitiva y conductual); supone un desgaste importante para el
organismo. Si éste es episódico no habrá problemas, pues el organismo
tiene capacidad para recuperarse, si se repiten con excesiva frecuencia,
intensidad o duración, pueden producir la aparición de trastornos
psicofisiológicos.

2.- DEFINICIÓN DE ESTRÉS.

El primer problema teórico referido al estrés es la ambigüedad del


concepto (Hombrados, 1997) ante la cual los investigadores han planteado
diversas propuestas. Según Cox y McKay, citados por Zarco y Ardid (1998),
se puede hablar de cuatro categorías principales de tendencias para definir
el estrés.
En primer lugar, este término se utiliza para designar la situación que
desencadena una experiencia o vivencia. Se hace hincapié en los estímulos
del entorno y en las características del ambiente como los principales
causantes de las respuestas de tensión emitidas por el individuo. En
segundo lugar, el estudio del estrés se concentra en la atención de la
persona, considerando que el término se refiere a las respuestas fisiológicas,
psicológicas y de comportamiento que experimenta la persona ante
determinadas situaciones que desencadenan tensión.
En tercer lugar, hay un nuevo enfoque que plantea un análisis
diferencial en el surgimiento de la experiencia de estrés. Se refiere al
conjunto de definiciones que se centran en la percepción del individuo,
concebida como la variable a través de la cual la persona interpreta y modula
el carácter estresante o no de una determinada situación.
La cuarta categoría de conceptualizaciones comprende las
definiciones que comprenden al estrés como la transacción entre el individuo
y el ambiente, considerando esta interacción como un proceso dinámico y
recíproco. Desde este punto de vista, se matiza y amplía el concepto de
estrés dado en las definiciones anteriores, pues se tiene en cuenta la
retroalimentación que el individuo ofrece al ambiente. Por tanto, una vez que
la persona percibe o valora una situación como estresante, emite, en función
de las estrategias de que disponga, una respuesta de enfrentamiento a tal
situación. En este último contexto para Schuler (1980), citado por Robbins
(1994), el estrés es una condición dinámica por la que un individuo enfrenta
una oportunidad o restricción o exigencia con la que desea, y cuyo resultado
percibe que es incierto pero importante.
Por su parte, Mikhail (1981) define al estrés como un estado
psicológico y fisiológico que se presenta cuando ciertas características del
entorno retan a una persona y producen un desequilibrio, real o percibido,
entre lo que se le pide y la capacidad para ajustarse a ello, situación que
deriva de una respuesta indefinida.
Invancevich y Matteson (1980) señalan al estrés como una respuesta
de adaptación, mediatizada por la características y/o procesos psicológicos
del individuo, que es la resultante de alguna acción, situación o suceso
externo que plantea exigencias físicas o fisiológicas especiales a una
persona. En esta definición se sintetizan tres dimensiones interrelacionadas:
1) demandas ambientales, 2) una respuesta de adaptación influida por 3)
diferencias individuales.
Hans Selye (1974), considerado el padre del concepto moderno de
estrés, puso relieve de que los sucesos, tanto positivos como negativos,
pueden desencadenar una respuesta idéntica de tensión que puede resultar
beneficiosa o nociva. Observó también lo siguiente: 1) el estrés no se reduce
a una simple tensión nerviosa, 2) el estrés puede tener consecuencias
positivas, el estrés no es algo que necesariamente hay que evitar y 4) la
completa ausencia de estrés es equivalente a la muerte. Estas
observaciones ponen de manifiesto que el estrés es inevitable.
Por otra parte Selye (1976) señala al estrés como un proceso que
tiene diferentes etapas. En situaciones tensas las personas pasan primero
por una etapa de alarma, luego por una de resistencia y finalmente, cuando
han consumido todos sus recursos, sienten agotamiento. En la etapa de
alarma las personas se enfrentan a un tensor o elemento causante de estrés,
es decir, a un aspecto de la situación que hace que suba la adrenalina y
aumente la angustia. Si el tensor persiste, las personas tratan de responder a
él en la etapa de resistencia. Podrían atacar al tensor de forma directa o
usarlo para llenarse de energía y conseguir mayor productividad o
creatividad. Si los tensores persisten y producen daños fisiológicos se
presentará el agotamiento
Para Gordon (1997), las reacciones fisiológicas y psicológicas ante la
situación estresante pueden minar la satisfacción, la creatividad y la
productividad de una persona. Estos cambios de conducta, de modo
retroalimentativo, pueden aumentar el nivel de estrés de la persona, lo cual
llevará a mayor disminución de su eficacia.
Por último, Lee y Achforth (1993) indican que el agotamiento produce
una serie de consecuencias de orden físico, emocional, interpersonal, de
actitud y conductual. Se ha visto que el agotamiento emocional que va ligado
a este tipo de situación se asocia con un menor compromiso profesional por
parte de los empleados, así como la intención de abandonar la organización
en la que trabajan.
Siendo el estrés una situación inevitable, las empresas deberían
adoptar políticas preventivas para reducir el efecto de los agentes
estresantes que actúan sobre el personal. Para este propósito, es necesario
establecer que dichos agentes prevalecen en el contexto organizacional.

3.- TIPOS DE ESTRÉS.

El manejo del estrés puede resultar complicado y confuso porque


existen diferentes tipos de estrés: estrés agudo, estrés agudo episódico y
estrés crónico. Cada uno cuenta con sus propias características, síntomas,
duración y enfoques de tratamiento. Analicemos cada uno de ellos.

Estrés agudo.

El estrés agudo es la forma de estrés más común. Surge de las


exigencias y presiones del pasado reciente y las exigencias y presiones
anticipadas del futuro cercano. El estrés agudo es emocionante y fascinante
en pequeñas dosis, pero cuando es demasiado resulta agotador. Una bajada
rápida por una pendiente de esquí difícil, por ejemplo, es estimulante
temprano por la mañana. La misma bajada al final del día resulta agotadora y
desgastante. Esquiar más allá de sus límites puede derivar en caídas y
fracturas de huesos. Del mismo modo, exagerar con el estrés a corto plazo
puede derivar en agonía psicológica, dolores de cabeza tensiónales,
malestar estomacal y otros síntomas.
Afortunadamente, la mayoría de las personas reconocen los
síntomas de estrés agudo. Es una lista de lo que ha ido mal en sus vidas: el
accidente automovilístico que abolló el parachoques, la pérdida de un
contrato importante, un plazo de entrega que deben cumplir, los problemas
ocasionales de su hijo en la escuela, y demás. Dado que es a corto plazo, el
estrés agudo no tiene tiempo suficiente para causar los daños importantes
asociados con el estrés a largo plazo. Los síntomas más comunes son:
Agonía emocional: una combinación de enojo o irritabilidad, ansiedad
y depresión, las tres emociones del estrés. Problemas musculares que
incluyen dolores de cabeza tensos, dolor de espalda, dolor en la mandíbula y
las tensiones musculares que derivan en desgarro muscular y problemas en
tendones y ligamentos; Problemas estomacales e intestinales como acidez,
flatulencia, diarrea, estreñimiento y síndrome de intestino irritable;
Sobreexcitación pasajera que deriva en elevación de la presión sanguínea,
ritmo cardíaco acelerado, transpiración de las palmas de las manos,
palpitaciones, mareos, migrañas, manos o pies fríos, dificultad para respirar,
y dolor en el pecho. El estrés agudo puede presentarse en la vida de
cualquiera, y es muy tratable y manejable.

Estrés agudo episódico.

Por otra parte, están aquellas personas que tienen estrés agudo con
frecuencia, cuyas vidas son tan desordenadas que son estudios de caos y
crisis. Siempre están apuradas, pero siempre llegan tarde. Si algo puede salir
mal, les sale mal. Asumen muchas responsabilidades, tienen demasiadas
cosas entre manos y no pueden organizar la cantidad de exigencias
autoimpuestas ni las presiones que reclaman su atención. Parecen estar
perpetuamente en las garras del estrés agudo.
Es común que las personas con reacciones de estrés agudo estén
demasiado agitadas, tengan mal carácter, sean irritables, ansiosas y estén
tensas. Suelen describirse como personas con "mucha energía nerviosa".
Siempre apuradas, tienden a ser cortantes y a veces su irritabilidad se
transmite como hostilidad. Las relaciones interpersonales se deterioran con
rapidez cuando otros responden con hostilidad real. El trabajo se vuelve un
lugar muy estresante para ellas.
La personalidad "Tipo A" propensa a los problemas cardíacos
descrita por los cardiólogos Meter Friedman y Ray Rosenman, es similar a
un caso extremo de estrés agudo episódico. Las personas con personalidad
Tipo A tienen un "impulso de competencia excesivo, agresividad, impaciencia
y un sentido agobiador de la urgencia". Además, existe una forma de
hostilidad sin razón aparente, pero bien racionalizada, y casi siempre una
inseguridad profundamente arraigada. Dichas características de personalidad
parecerían crear episodios frecuentes de estrés agudo para las
personalidades Tipo A. Friedman y Rosenman descubrieron que es más
probable que las personalidades Tipo A desarrollen enfermedades
coronarias que las personalidades Tipo B, que muestran un patrón de
conducta opuesto.
Otra forma de estrés agudo episódico surge de la preocupación
incesante. Los "doña o don angustias" ven el desastre a la vuelta de la
esquina y prevén con pesimismo una catástrofe en cada situación. El mundo
es un lugar peligroso, poco gratificante y punitivo en donde lo peor siempre
está por suceder. Los que ven todo mal también tienden a agitarse
demasiado y a estar tensos, pero están más ansiosos y deprimidos que
enojados y hostiles.
Los síntomas del estrés agudo episódico son los síntomas de una
sobre agitación prolongada: dolores de cabeza tensos y persistentes,
migrañas, hipertensión, dolor en el pecho y enfermedad cardíaca. Tratar el
estrés agudo episódico requiere la intervención en varios niveles, que por lo
general requiere ayuda profesional, la cual puede tomar varios meses.
A menudo, el estilo de vida y los rasgos de personalidad están tan
arraigados y son habituales en estas personas que no ven nada malo en la
forma cómo conducen sus vidas. Culpan a otras personas y hechos externos
de sus males. Con frecuencia, ven su estilo de vida, sus patrones de
interacción con los demás y sus formas de percibir el mundo como parte
integral de lo que son y lo que hacen. Estas personas pueden ser
sumamente resistentes al cambio. Sólo la promesa de alivio del dolor y
malestar de sus síntomas puede mantenerlas en tratamiento y encaminadas
en su programa de recuperación.

Estrés crónico.

Si bien el estrés agudo puede ser emocionante y fascinante, el estrés


crónico no lo es. Este es el estrés agotador que desgasta a las personas día
tras día, año tras año. El estrés crónico destruye al cuerpo, la mente y la
vida. Hace estragos mediante el desgaste a largo plazo. Es el estrés de la
pobreza, las familias disfuncionales, de verse atrapados en un matrimonio
infeliz o en un empleo o carrera que se detesta.El estrés crónico surge
cuando una persona nunca ve una salida a una situación deprimente. Es el
estrés de las exigencias y presiones implacables durante períodos
aparentemente interminables. Sin esperanzas, la persona abandona la
búsqueda de soluciones.
Algunos tipos de estrés crónico provienen de experiencias
traumáticas de la niñez que se interiorizaron y se mantienen dolorosas y
presentes constantemente. Algunas experiencias afectan profundamente la
personalidad. Se genera una visión del mundo, o un sistema de creencias,
que provoca un estrés interminable para la persona (por ejemplo, el mundo
es un lugar amenazante, las personas descubrirán que finge lo que no es,
debe ser perfecto todo el tiempo). Cuando la personalidad o las convicciones
y creencias profundamente arraigadas deben reformularse, la recuperación
exige el autoexamen activo, a menudo con ayuda de un profesional.
El peor aspecto del estrés crónico es que las personas se
acostumbran a él, se olvidan que está allí. Las personas toman conciencia de
inmediato del estrés agudo porque es nuevo; ignoran al estrés crónico
porque es algo viejo, familiar y a veces hasta casi resulta cómodo.
El estrés crónico mata a través del suicidio, la violencia, el ataque al
corazón, la apoplejía e incluso el cáncer. Las personas se desgastan hasta
llegar a una crisis nerviosa final y fatal. Debido a que los recursos físicos y
mentales se ven consumidos por el desgaste a largo plazo, los síntomas de
estrés crónico son difíciles de tratar y pueden requerir tratamiento médico y
de conducta y manejo del estrés.

4.- NIVELES DE ESTRÉS.

El estrés, desde que se manifiesta hasta que alcanza su más alto


nivel va atravesando una serie de etapas, durante las cuales se puede
detener el trastorno que genera o bien permitir que siga desarrollándose
hasta llegar a las peores consecuencias. Melgosa (2004), explica que el
individuo al enfrentar el estrés pasa por tres etapas:
Fase de alarma: Según Melgosa (2004), constituye el aviso de la
presencia de un agente estresor, seguida por la fase de resistencia, que es
cuando la presencia del estrés supera la primera. Percibida la circunstancia
que genera estrés, puede enfrentarse y resolverse satisfactoriamente,
entonces el estrés no llega a concretarse; pero cuando se hace lo contrario,
la fase de alarma tiende a prolongarse mermando su capacidad de respuesta
y la persona termina por llegar a la fase de agotamiento, dándose una
disminución progresiva en el organismo, que conduce a un estado de
deterioro que se caracteriza por la presencia de depresión, fatiga y ansiedad,
síntomas que pueden aparecer de manera simultánea o individual.
Fase de resistencia: Supone la fase de adaptación a la situación
estresante. En ella se desarrollan un conjunto de procesos fisiológicos,
cognitivos, emocionales y comportamentales destinados a "negociar" la
situación de estrés de la manera menos lesiva para la persona. Si finalmente
se produce una adaptación, esta no está exenta de costos, p.e. disminución
de la resistencia general del organismo, disminución del rendimiento de la
persona, menor tolerancia a la frustración o presencia de trastornos
fisiológicos más o menos permanentes y también de carácter psicosomático.
Fase de agotamiento: Si la fase de resistencia fracasa, es decir, si
los mecanismos de adaptación ambiental no resultan eficientes se entra en la
fase de agotamiento donde los trastornos fisiológicos, psicológicos o
psicosociales tienden a ser crónicos o irreversibles.

5.- CAUSAS Y CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS.

El estrés es una de las condiciones de salud más comunes en la


sociedad actual. Se trata de la respuesta natural que genera nuestro
organismo cuando se encuentra ante una situación de tensión, por lo que la
reacción es de alerta y de adrenalina. Pero aunque sea una respuesta
orgánica, lo cierto es que si vivimos con un estado de tensión muy alto, este
el estrés puede conllevarnos a problemas en nuestra salud.
Vamos a centrarnos en las causas y consecuencias del estrés para
que, así, puedas conocer los factores desencadenantes y los problemas que
puede causar en nuestro bienestar. Es importante apostar por una vida
tranquila y sin demasiado estrés, para poder disfrutar de una óptima salud
física y mental.
Causas del estrés más comunes

Según Lahey (1999), para la mayoría de las personas son obvias las
fuentes del estrés porque ocasionan una desorganización importante en la
vida, pero hay otras que no son tan evidentes. Siguiendo los planteamientos
de este autor, a continuación se presentan las causas del estrés por
considerarse esto un aspecto importante para comprenderlo y afrontarlo:
Estrés laboral. Tener demasiada responsabilidad en el trabajo, tener
una rutina con demasiada presión o no saber delegar son factores que
producen estrés. Si este es tu caso, lo mejor es que reorganices tu rutina,
que aprendas a priorizar y, en caso de no saber hacerlo, contactar con tu
superior para que te ayude a aliviarte de carga de trabajo.
Estrés en la escuela. Los niños y niñas también pueden vivir periodos
de estrés en el ámbito educativo, sobre todo, en la secundaria, bachillerato o
en la universidad. La acumulación de asignaturas, trabajos o deberes puede
hacer que la persona se sienta superada y no pueda afrontar la carga. Lo
mejor es aprender a organizar mejor el tiempo y a optimizar los ratos de
trabajo.
Problemas económicos. En la sociedad capitalista que vivimos, el
dinero es muy importante. Y hace varios años que vivimos en una crisis de la
que cuesta salir, por tanto, el tema económico y financiero es también una de
las principales causas de estrés en nuestra sociedad.
Episodios de tristeza o depresión. Las personas con trastornos
psicológicos como la tristeza o depresión pueden sentir estrés en sus vidas,
ya que no llevan la vida que les gustaría llevar, pero tampoco tienen fuerza
para reconducirla. En estos casos, lo más recomendado es acudir a un
profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra, para que se
lleve a cabo un tratamiento adaptado a las circunstancias del paciente.
Problemas familiares. La familia también puede convertirse en un
foco de estrés para una persona. La falta de corresponsabilidad en la
crianza, problemas en la pareja o falta de conciliación familiar y laboral
suelen ser detonantes para la salud de una persona.
Frustración: Se produce como consecuencia de la incapacidad de
satisfacer un impulso. Cuando las frustraciones son graves o cuando se
prolongan en el tiempo pueden ser una causa de estrés muy importante.
Conflicto: Se llama así al estado en el que dos o más impulsos no
pueden ser satisfechos porque interfieren entre sí. En el campo de la
psicología, se emplean los términos atracción y evitación para hacer
referencia al conflicto. En este sentido, se afirma que las personas son
atraídas por las cosas que quieren y evitan las que no. En base a esto, se
distinguen cuatro tipos de conflictos:
 Conflictos de atracción-atracción: El individuo debe escoger entre
dos objetivos positivos de aproximadamente el mismo valor. El
hecho de tener que elegir entre dos opciones que resultan
igualmente atractivas y positivas es un motivo de estrés.
 Conflictos de evitación- evitación: Conflicto en el cual el individuo
debe escoger entre dos resultados igualmente negativos.
 Conflictos de atracción-evitación: Se refiere al conflicto en el que
conseguir un objetivo positivo lleva consigo resultados negativos.
A medida que se aproxima la ocurrencia de los resultados
positivos y negativos en el tiempo o en el espacio, la fuerza
relativa de los impulsos de atracción y evitación se modifica. El
resultado final de un conflicto de este tipo depende de muchos
factores sobre todo de la fuerza relativa de los dos impulsos.
 Conflictos de atracción-evitación múltiples: En este tipo de
conflicto se requiere que el individuo escoja entre alternativas,
cada una de las cuales tiene a su vez consecuencias negativas y
positivas.
Presión: El término presión se emplea para hacer referencia al estrés
que resulta de la amenaza de acontecimientos negativos. La presión que
surge como consecuencia de evitar los acontecimientos negativos puede
causar a veces más estrés que los acontecimientos en sí.
Acontecimientos vitales: Se refiere a acontecimientos
psicológicamente significativos que suceden en la vida de una persona, por
ejemplo, un divorcio, un nacimiento o un cambio de empleo. Son
acontecimientos que requieren una capacidad de adaptación y habilidad para
afrontarlos tanto si son negativos como si son positivos.
En este sentido, Lazarus (1982; c.p. Lahey, 1999) señala que no
debe pasar desapercibido el estrés que generan los pequeños
acontecimientos de la vida diaria, ya que hechos aparentemente
insignificantes como una multa, llegar tarde, perder las llaves, entre otros,
pueden afectar la mente y el cuerpo.
Situaciones del entorno: Cada día se evidencia más el hecho de que
los aspectos del entorno pueden causar estrés. Es probable que las fuentes
ambientales del estrés no tengan la misma fuerza de otros factores que
provocan estrés, sin embargo parecen contribuir al nivel de estrés en su
conjunto.

Consecuencias del estrés

Ahora que ya conocemos las causas, vamos a detenernos en las


principales consecuencias del estrés, ya que es una condición que puede
afectar sobremanera nuestro estado de salud, tanto a nivel físico como
psicológico. Debatamos estos en los diferentes ámbitos que rodean a la
persona.
Ámbito Familiar

 Alteraciones generales en la dinámica familiar.


 Malas relaciones con otros familiares.
 Alteraciones en la relación con los hijos, que puede repercutir en
su desarrollo afectivo y social. 
 Alteraciones en la relación de pareja, que pueden llegar a
ocasionar incluso la ruptura de la misma.
 Trastornos en la economía familiar.

Ámbito Social

 Pérdida de interés en la colaboración ciudadana y actos sociales.


 Alejamiento de los amigos, compañeros, etc., por el aislamiento
personal. 
 Aumento considerable de accidentes de tráfico debido a los
cambios de comportamiento, por aumento de consumo de
alcohol, barbitúricos, o bien por alteraciones en el ámbito
emocional. 
 Sobrecarga en los servicios de atención primaria y urgencias por
los síntomas que produce la situación de estrés y por los gastos
económicos sanitarios que genera un diagnóstico certero.

Ámbito Laboral

 Absentismo.
 Clima organizacional pobre.
 Rotación de personal.
 Insatisfacción en el trabajo.
 Mal humor y descontento.
 Baja laboral por enfermedad, prolongada más de lo necesario.
 Deterioro de las relaciones con los jefes y compañeros por
discusiones, malos modos, menos paciencia.
 Incumplimiento del horario laboral (salir antes del trabajo, llegar
tarde).
 Disminución del rendimiento en el trabajo.
 Mayor riesgo de accidente laboral.
 Agobiar a los compañeros con problemas personales.

Ámbito Personal

 Aumento en el riesgo de accidentes laborales.


 Incapacidad para tomar decisiones, olvidos frecuentes,
hipersensibilidad a la crítica y bloqueo mental, incapacidad para
concentrarse.
 Peligro de automedicación.
 Aumento en el consumo de fármacos, como analgésicos,
hipnóticos para dormir, para paliar los síntomas derivados del
estrés.
 Alteraciones por cambios en el comportamiento:  
 En la alimentación (obesidad o anorexia).
 Aumento del consumo de alcohol (alteraciones hepáticas y de
conducta).
 Aumento del consumo de tabaco (trastornos pulmonares).
 Alteraciones psicológicas y orgánicas, tales como: depresión,
problemas sociales, tristeza, apatía, angustia, vergüenza,
tensión, melancolía, aburrimiento, frustración, mal humor,
amenaza, fatiga, irritabilidad, soledad, culpabilidad, ansiedad,
agresión, nerviosismo, poca autoestima, excitabilidad, risa
nerviosa, conducta impulsiva, pérdida de apetito, drogadicción,
temblor, habla afectada, excesiva ingestión de alimentos,
inquietud, sequedad de la boca, nudo en la garganta dilatación
de las pupilas, elevación de niveles de glucosa sanguíneos,
entumecimiento de las extremidades, incremento del ritmo
cardiaco, incremento de la presión sanguínea, escalofríos,
aumento de catecolaminas y corticoesteroides, dificultad para
respirar, exudación, escozor en las extremidades.

6.- CONTROL DEL ESTRÉS.

El tratamiento del estrés puede enfocarse desde dos puntos de vista,


el psicológico y el médico.

Aspectos psicológicos del tratamiento

Desde el punto de vista psicológico, podemos abordar el tratamiento


en sus aspectos corporal, cognitivo y del comportamiento:
TIPO DE CARACTERÍSTICAS
TERAPIA
Corporal Intenta contrarrestar las reacciones fisiológicas del estrés.
Las más utilizadas son las técnicas de relajación, que
tienen como objetivo que la persona sea capaz de
contener sus propias reacciones, mediante la contracción
y relajación muscular y el control de la respiración en un
ambiente tranquilo.
Otras técnicas utilizadas son la meditación trascendente,
el yoga o el budismo zen.

Se basa en la utilización de una serie de procedimientos


tendentes a modificar la conducta del individuo.
Los más importantes son:
 Sustituir pensamientos negativos y exagerados por
otros más positivos y menos excesivos.
 Enseñar a manejar las situaciones de estrés (se
Cognitiva explica cómo afectan y  cuáles deben ser las
respuestas adecuadas).
 Ayudar a afrontar la situación de conflicto para que
el paciente intente solucionarla y pueda enfrentarse
en lo sucesivo a otro tipo de situaciones, lo que
además incrementa su confianza en sí mismo.

De modificación Enseña a reservar tiempo para el descanso físico y para


del realizar algún tipo de actividad fuera del trabajo.
comportamiento

Tratamiento médico

Desde una perspectiva general, hay que adoptar unas medidas


higiénico-dietéticas adecuadas que pueden atenuar los efectos negativos del
estrés y que acompañen al tratamiento médico propiamente dicho, en el que
se utilizarán fármacos específicos.

TIPO DE CARACTERÍSTICAS
TERAPIA
Higiénico-  Dormir las horas necesarias: al menos 7-8 diarias.
dietética  Llevar una dieta equilibrada en la que se pueda
comer de todo, aunque evitando algunos alimentos
que pueden potenciar la respuesta del estrés, como
la cafeína y el alcohol, algunos quesos, fiambres,
yogures, etc.
 Realizar algún tipo de ejercicio físico con
regularidad, pues mejora el bienestar personal tanto
físico como psíquico y tiene un efecto neutralizante
del estrés. No debe practicarse con carácter
competitivo, porque esto supondría añadir un motivo
más a la situación de estrés.
Con los fármacos se intenta que desaparezcan los
síntomas físicos y psicológicos producidos por el estrés.
Farmacológica Los medicamentos más utilizados en el tratamiento del
estrés son ansiolíticos, que suprimen la ansiedad, y
antidepresivos, en caso de que exista depresión.
REFLEXION FINAL

El estrés es el resultado de la adaptación de nuestro cuerpo y de


nuestro espíritu al cambio que exige un esfuerzo físico, psicológico y
emocional. Aun los acontecimientos positivos pueden generar un cierto grado
de estrés cuando requieren cambios y adaptaciones. El cambio en sí mismo
no es una novedad. De hecho, constituye el pilar de la evolución de la
humanidad. La innovación consiste precisamente en el ritmo sin precedentes
en que se producen los cambios y que inevitablemente repercute en forma
significativa sobre la sociedad, la cual no está preparada para enfrentar
semejantes cambios en esta secuencia y, por lo tanto, se encuentra
entonces a menudo desarmada.
El cambio está en todos lados. Afecta profundamente la tecnología,
la ciencia, la medicina, las condiciones de trabajo y las estructuras de las
empresas, los valores y las costumbres de la sociedad, la filosofía y aún la
religión. En realidad, la única constante que sigue persistiendo es,
precisamente, el "cambio". Como vivimos en la era del cambio, no debe
sorprender que el Siglo XX se denomine "el siglo del estrés", lo cual exige
una adaptación sin precedentes, tanto por parte de la generación mayor
como de la joven.
Han pasado más de dos mil años; el filósofo griego Pitágoras definía
a la adaptación como el "don de la excelencia humana". Nunca antes el
hombre debió desarrollar este talento tan intensamente como en la
actualidad y es probable que deba superarse aun en el curso de las próximas
décadas. Este tema fue muy interesante, los conocimientos nuevos
adquiridos acerca del estrés realmente los aplicaremos a nuestras vida diaria
los tratamientos que se llevan a cabo cuando uno está estresado, también eh
aprendido como evitar el estrés y lo que es más importante ayudar a las
personas estresadas por cualquier motivo a salir adelante.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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m
 http://www.geocities.com/portalnatural/soluciones/estres2.htm
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 http://www.igerontologico.com/salud/escuela/estres.htm
 http://www.ergonomia.cl/bv/en0001.html
 http://www.ideasapiens.com/portal/Consejos/20conjs_%20evitar_
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 http://www.psycologia.com/articulos/ar-gonro01_1.htm
 http://www.iespana.es/FUNCICLOPEDIA/articulos/articu2003/articu10
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 http://www.teachhealth.com/spanish.html
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 http://www.medspain.com/n3_feb99/stress.htm
 http://www.psicologia-
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