ZALVAREZZA LEOPOLDO - Psicogeriatría
ZALVAREZZA LEOPOLDO - Psicogeriatría
ZALVAREZZA LEOPOLDO - Psicogeriatría
Para que el accionar de los que pretenden desarrollarse en ésta área sea efectivo y reparatorio, deberán empezar por
aceptar que ellos mismos son sujetos y que llevan dentro de si el proceso de envejecimiento.
El grado de conflicto y las conductas defensivas hacia los viejos, están determinados determinados por la historia personal
de los participantes (experiencias, fantasías y represiones sobre una ideología de la vejez)
Fines del 50, se dio inicio a una investigación sobre los aspectos sociales de la vejez.
Cummings y Henry (investigadores) postularon que: A medida que el sujeto envejece se produce una reducción de su
interés vital por las actividades y objetos que lo rodean, lo cual genera que se aparte socialmente. Se va sintiendo menos
comprometido emocionalmente.
Cumming y Herny, redefinen la noción de desapego como un simple proceso más que como una teoría del
envejecimiento óptimo.
Maddox (1973) comprueba que los viejos deben permanecer activos tanto tiempo como les fuera posible y que cuando ya
no le son posibles ciertas actividades deben buscarse sustitutos para ellas.
Galeno, decía “que el viejo tome baños de agua caliente y que beba vino y además que sea activo”
Las críticas a la teoría del desapego son muchas y provienen de campos diversos, por eso la argumentación no ha llegado a
estructurarse en una teoría homogénea que se la pueda contraponer íntegramente.
El secreto del buen envejecer estará dado por la capacidad que tenga el sujeto de acompañar estas inevitables
declinaciones, sin insistir en mantenerse joven a cualquier precio. “El que ha sido gran tenista en su juventud, en su vejez
jugará al golf, pero seguirá siendo deportista”.
La queja mayor que manifiestan los viejos es la pérdida de roles sociales y la dolencia más extendida en esta edad, esa la
depresión, cuyas causas, son la separación o la pérdida de los objetos reales o fantaseados, considerados necesarios para
satisfacer su deseo.
La idea entonces, consiste en tratar que los viejos se mantengan apegados a sus objetos y actividades la mayor cantidad del
tiempo posible y cuando no, tratar de encontrar sustitutos derivativos.
El término viejísimo define el conjunto de prejuicios, estereotipos y discriminaciones que se aplican a los viejos en
función de su edad.
Los prejuicios contra la vejez, son adquiridos durante la infancia y luego se van asentado y racionalizando:
Busse (1980), explica que durante la formación educativa, los niños ven en sus abuelos la pérdida de la vitalidad, un
declinar del vigor mental y del atractivo corporal
El Grupo de Psiquiatría enumeró en 1971, las razones de las actitudes negativas de los psiquiatras para tratar a las personas
viejas:
Un viejo frente a nosotros es como un espejo del tiempo y como todos sabemos el destino que la sociedad impone es la
vejez.
Para el terapeuta lo que representan los viejos es un objeto vivencial desconocido, no así los niños, adolescentes, etc., ya
que el médico no hay llegado a viejo, por lo que en su acercamiento a los viejos falta la vivencia personal
El resultado de estos prejuicios es que se establece una fuerte relación entre VIEJO = ENFERMO, que entraña un enorme
riesgo, pues pasa a comportarse como una profesía autopredictiva que termina por internalizarse aun en los destinatorios
de los prejuicios
La OMS (1946) señala que “es un estado de completa satisfacción física, mental, social y no solamente por la ausencia de
la enfermedad”.
La definición alternativa de la salud que plantea la OMS es mejor medirla en términos de función. Es decir, las cosas que
una persona vieja puede, o cree que puede hacer, son usualmente los indicadores del grado de salud tanto como de los
servicios que necesita
Uno de los mayores problemas que enfrenta el estudio de la gerontología y geriatría es la excesiva tendencia a la
generalización.
Son más homogéneas las conductas de los recién nacidos a la de los chicos que tienen entre los 0 a 6 años de edad.
No es una fase que pueda definirse sino que guarda diferentes significados para la gente según su edad, sexo, estatus, clase
social
Jacque (1966 - Psicoanalista, que estudia el desarrollo de la ansiedad) fue el primero en estudiarla, la sitúo entre los 35
años para adelante, pues la expectativa de vida al nacer era mucho menor de lo que es ahora.
Algunos sientes que es la época de la “Flor de la vida” mientras que para otros significa un “Nicho ecológico”
Es decir para gran parte de la gente de mediana edad, la vejez es la época de la auto realización y la gratificación, pero al
mismo tiempo, para toda la gente sin excepción, es también la época que marca el paso inexorable hacia la vejez.
La progresiva toma de conciencia del paso del tiempo con el consiguiente envejecimiento personal
Los cambios en los patrones vitales muestran que los hijos crecen, los padres envejecen y mueren y la sensación
de ser el próximo en la familia.
Características
Cambio de la percepción: Se comienza a pensar al tiempo de otra manera, se piensa más en relación a lo que falta vivir
que lo que ha pasado desde el nacimiento. Aparece además la consciencia de que el tiempo es finito.
Personalización de la muerte: Aparece la personalización de la muerte (se mueren parientes, amigos, etc) y esto hace que
se convierta en una posibilidad para sí mismo. Freud decía que desarrollábamos una tendencia a archivarla. En este sentido
se marca un rasgo importante de orden cultural en cuanto a la conducta. Los hombres se preocupan por morir, mientras
que las mujeres se preocupan por quedar viudas.
Los dos últimos rasgos intrapsíquicos mencionados, al instalarse la vejez tienden a perder importancia como un factor
preocupante, en tanto que el primero persiste y puede llegar a incrementarse.
Los estudios han mostrado que la mayor parte de la gente se ajusta y se adapta a la mediana edad, pero también aparecen
lo que son llamadas “las crisis de la mediana edad”
Butler (1982) y Ey (1969) describen las conductas más comunes que suelen presentarse en la mediana edad y que denotan
automáticamente que el proceso de un buen envejecer está perturbado.
Ey señala que el ser que envejece debe hacer un esfuerzo extra, porque al contrario de los niños o adultos, deben adaptarse
no solamente al medio, sino a su propia vejez.
La incapacidad de aceptar las nuevas condiciones (disminución de las capacidades intelectuales – envejecimiento físico o
disminución de la sexualidad) que impone el envejecimiento puede llevar a que aparezcan las siguientes situaciones:
La frustración libidinal puede llevar a la persona a sentirse inferior a los jóvenes, traduciéndose en un rechazo
global de todo lo relacionado con la juventud, mostrándose impaciente, crítico, agresivo y autoritario hacia las
generaciones menores.
La preocupación por los cambios corporales aparecerá en forma de trastornos hipcondriacos (depresión,
alcoholismo, ect)
El temor a los cambios del funcionamiento sexual, puede producir promiscuidad o bien situaciones rutinarias.