Generalidades de Anatomía

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UNIVERSIDAD TECNOLÓGIA DE SANTIAGO

UTESA
ESCUELA DE MEDICINA

Estudiantes
Diana Leonor Valdez 2-17-5311
Pamelin Mendez 2-16-5634
Carol Moreta 2-17-4568
Marielba Romano 2-18-4728
Ambar Maria Vargas Cabrera 1-19-3836
Nayeli Carolina Peña 2-18-4472
Tema
Huesos de la cara
Asignatura
Laboratorio de Anatomía
Sección
Med-175-006
Profesora
Maribel Nova Rosa
Hueso palatino

El hueso palatino es una lámina ósea delgada e irregular, situada posteriormente al


maxilar. Su forma puede compararse con la de un ángulo diedro recto. Este hueso se
compone de una lámina horizontal y una lámina perpendicular, que se unen en ángulo
recto siguiendo una arista de dirección anteroposterior.
Lámina horizontal: cuadrilátera, presenta dos caras y cuatro bordes.

 Cara superior o cara nasal es lisa y cóncava transversalmente, y completa


posteriormente el suelo de las cavidades nasales.
 Cara inferior o cara palatina corresponde al paladar duro. Es rugosa y está
excavada lateralmente por un canal oblicuo anterior y medialmente, que
continúa el conducto palatino mayor.
 El borde lateral corresponde a la línea de unión de las láminas horizontal y
perpendicular. En él se observa una escotadura que limita, con la parte
correspondiente del maxilar, el orificio inferior del conducto palatino mayor.
 El borde medial, grueso y rugoso, forma en el suelo de las cavidades nasales, con
el del lado opuesto, una cresta que continúa la cresta nasal de las apófisis
palatinas del maxilar.
 El borde anterior, biselado a expensas de su cara inferior, se apoya sobre el
borde posterior de la apófisis palatina del maxilar.
 El borde posterior es liso y cóncavo posteriormente. Sirve de inserción al paladar
blando. El ángulo posteromedial, al unirse con el homólogo opuesto, forma la
espina nasal posterior.
Lámina perpendicular (lámina vertical): esta parte del hueso palatino es irregularmente
rectangular, más alta que ancha y aplanada de lateral a medial. Presenta dos caras y
cuatro bordes.

 Cara maxilar: se describen tres zonas: a) anterior, rugosa, se articula con la


tuberosidad del maxilar, formando el surco palatino mayor; b) posterior, rugosa,
se articula con la apófisis (proceso) pterigoides; c) entre ambas zonas existe una
superficie lisa, no articular, que en el cráneo completo forma la pared medial de
la fosa pterigopalatina.
 Cara nasal: presenta dos crestas de dirección anteroposterior: la cresta
etmoidal, que se articula con el cornete nasal medio y la cresta de la concha
[cresta turbinal], que lo hace con el cornete inferior. Ambas crestas limitan una
superficie lisa: la pared lateral del meato medio; la superficie que se halla por
debajo de la cresta de la concha, forma la pared del meato inferior.
 Borde anterior: delgado, que se superpone a la tuberosidad del maxilar.
Partiendo del borde anterior, se ve una lámina que se dirige hacia adelante y
contribuye a cerrar la parte posterior del hiato maxilar.
 Borde posterior: es delgado y se articula con la apófisis (proceso) pterigoides.
 Borde inferior: está unido al borde lateral de la lámina horizontal; de esta unión
emerge hacia abajo y atrás una saliente ósea, la apófisis (proceso) piramidal del
palatino. En la parte anterior del borde inferior se abren los conductos palatinos
menores.
 Borde superior: presenta en su parte media la escotadura (incisura)
esfenopalatina, limitada adelante por la apófisis (proceso) orbitaria y atrás por
la apófisis (proceso) esfenoidal. El cuerpo del esfenoides cierra la escotadura
(incisura) esfenopalatina y así se forma el foramen esfenopalatino, que da paso
al nervio y a los vasos esfenopalatinos y comunica la fosa pterigopalatina con la
cavidad nasal.
Apófisis (proceso) piramidal: se ubica en el espacio que queda en la parte inferior del
borde anterior de la apófisis (proceso) pterigoides.
Apófisis (proceso) orbitaria: está unida al resto del hueso por un istmo óseo estrecho,
cuya cara medial presenta la cresta etmoidal. La cara lateral de la apófisis (proceso) tiene
dos superficies: la anterior, horizontal, constituye la parte posterior del piso de la órbita,
mientras que la lateral contribuye a formar la fosa pterigopalatina. En la cara medial
existen superficies articulares: la anterior para el maxilar, la posterior para el esfenoides
y la intermedia para las masas laterales del hueso etmoides.
Apófisis (proceso) esfenoidal: más pequeña que la precedente, se dirige medialmente
hacia atrás y arriba. Su cara superolateral se aplica contra la base de la apófisis (proceso)
pterigoides, formando la parte superior del surco palatino mayor, para los vasos y
nervios del mismo nombre. Su cara inferior contribuye a formar el techo de la cavidad
nasal.

Cornete inferior nasal


La concha nasal (cornete) inferior es una lámina ósea incurvada, alargada de anterior a
posterior y fijada a la pared lateral de las cavidades nasales por uno de sus bordes,
quedando libre en la cavidad nasal en todo el resto de su extensión.
Se distinguen en ella dos caras, una medial y otra lateral, y dos bordes, uno superior o
articular y otro inferior o libre; ambos bordes se unen entre sí en las extremidades
afiladas del hueso.

Cara medial: es convexa y está orientada hacia el tabique de las cavidades nasales. Es
lisa superiormente y desigual y rugosa inferiormente, una cresta anteroposterior separa
la parte lisa de la rugosa.
Cara lateral: es cóncava y limita medialmente el meato nasal inferior.

Borde inferior: libre y convexo de anterior a posterior, es rugoso y grueso.


Borde superior o articular: es convexo en su sentido anteroposterior.
De anterior a posterior presenta:
Una parte anterior delgada y rugosa que se articula en la cresta de la concha del maxilar.
La apófisis lagrimal, saliente laminar cóncava lateralmente, forma la parte inferior del
conducto nasolagrimal que se articula en el borde inferior del lagrimal y con la parte
inferior de los labios del surco lagrimal del maxilar; se desprende de la parte más alta
del borde superior de la concha nasal.
La apófisis maxilar, una lámina triangular que nace por su base del borde superior de la
concha nasal, en toda la anchura del hiato maxilar; desde allí desciende y cierra toda la
parte del hiato inferior al borde superior de la concha nasal; la apófisis maxilar se articula
con el labio sinusal que forma inferiormente el hiato maxilar; mas anteriormente, su
borde posterior se une a la apófisis maxilar del palatino.
La apófisis etmoidal que es plana y delgada, se alza verticalmente sobre el borde
superior del hueso y está orientada hacia la parte media del hiato maxilar; se articula
con la extremidad inferior de la apófisis unciforme del etmoides y una parte rugosa en
relación con la cresta conchal del palatino.

Huesos nasales (huesos propios de la nariz)

Se sitúan a ambos lados de la línea media, entre las apófisis frontales del maxilar e
inmediatamente inferiores al borde nasal del hueso frontal. Cada hueso nasal es una
lámina ósea cuadrilátera, aplanada de anterior a posterior, más ancha y menos gruesa
inferior que superiormente. Este hueso está casi enteramente formado por tejido óseo
compacto. Sólo en su extremo superior se encuentra un poco de tejido óseo esponjoso.
El hueso nasal se desarrolla en el tejido conjuntivo que rodea la cápsula nasal a partir de
un único centro de osificación que aparece en el tercer mes de vida intrauterina.

Presenta dos caras y cuatro bordes:


Caras:
La cara anterior: es convexa en sentido transversal. En sentido vertical es cóncava
superiormente y convexa inferiormente. Esta cara presenta, en su parte media, el
orificio de un conducto que se abre en la cara posterior.
La cara posterior: está recubierta superiormente de asperezas por medio de las cuales
el hueso nasal se une a la espina nasal del hueso frontal. En el resto de su extensión esta
cara es cóncava y lisa, y está cruzada en toda su longitud por un estrecho surco,
denominado surco etmoidal, por el cual pasa el ramo nasal externo del nervio etmoidal
anterior.

Bordes:
El borde superior: es dentado y se articula con el borde nasal del hueso frontal,
medialmente a la apófisis frontal del maxilar.
El borde inferior: tiene continuidad con el cartílago lateral de la nariz. Presenta, frente
al extremo inferior del surco etmoidal, una escotadura por la que pasan los ramos
nasales laterales del nervio etmoidal anterior.
El borde lateral: se articula con la apófisis frontal del maxilar.
El borde medial: grueso y rugoso, se articula con la espina nasal del frontal, con la lámina
perpendicular del etmoides y con el hueso nasal del lado opuesto.

Vómer
Es un hueso impar y central que presenta dos caras y cuatro bordes. Sus caras presentan
surcos de los vasos y nervios. El vómer se articula con: 1) Con el borde superior del pico
del hueso esfenoides.; 2) Con la cresta del hueso palatino. ; 3) Con la cresta nasal
del hueso maxilar superior; 4) Con la parte posteroinferior de la lámina perpendicular
del hueso etmoides; 5) Con el cartílago septal.

Bastante irregularmente planas, las dos caras del vómer están directamente cubiertas
por la membrana pituitaria. Presentan algunos surcos, más o menos marcados según los
sujetos, en los cuales se alojan vasos y nervios. Uno de estos surcos más largo y
ordinariamente más pronunciado que los otros llamado surco vomeriano, se dirige
oblicuamente de arriba abajo y de atrás a delante y en él se aloja el nervio nasopalatino.
El vómer se articula con seis huesos:

 Por posterosuperior con el esfenoides


 Por anterosuperior con la lámina perpendicular del etmoides
 Por posteroinferior con los dos palatinos
 Por anteroinferior con los dos Maxilares Superiores
El borde superior presenta las dos alas del vómer, abiertas en ángulo diedro, formando
un canal orientado de adelante hacia atrás y de arriba hacia abajo que se articula con la
cresta esfenoidal. Esta cresta alcanza el fondo del canal, y se forma el conducto
vomerorrostral, por el que pasa una arteriola que irriga el cuerpo del esfenoides y el
tabique nasal.
El borde inferior es delgado, penetra entre crestas nasales de las laminas horizontales
de los huesos palatinos, a nivel de la sutura palatina media y más hacia adelante, entre
las apófisis palatinas de los maxilares.
Contiene un borde anterior el cual se articula con la lámina perpendicular del etmoides
y el cartílago del tabique nasal.
El borde posterior es delgado y cortante, constituye al borde medial de la parte posterior
de ambas cavidades nasales, separando ambas coanas.

En una trama conjuntiva embrionaria, a partir del 3er mes de vida intrauterina, se
generan dos láminas que comienzan a soldarse desde abajo hacia arriba. Ambas láminas
paralelas forman en su parte superior un canal; pueden apreciarse entre el 6to y 7mo
mes de vida intrauterina.

Cigomático
Es un hueso par, corto y compacto, situado en la parte más externa de la cara, en forma
cuadrilátera que forma el pómulo de la cara y parte de la órbita y presentan un saliente
o proceso cigomático que se une hacia atrás con el proceso cigomático del hueso
temporal. Se articulan con el temporal, el maxilar, esfenoides y el frontal. Son
responsables de las prominencias de las mejillas por debajo y a los lados de los ojos.
Estos huesos también ayudan a formar las paredes laterales y el suelo de las órbitas
(ojo). Cada hueso tiene un proceso "temporal", que se extiende por la parte posterior
para sumarse al proceso cigomático del hueso temporal. Juntos, estos procesos forman
un "arco cigomático". La prominencia lisa entre las cejas se le llama "glabela".
Se localiza en la parte superior y lateral de la cara por fuera del maxilar. Tiene forma
cuadrilátera o romboidea y constituye la parte esquelética de la mejilla.

El hueso cigomático (HC), también conocido como hueso pómulo, hueso malar, hueso
yugal o hueso de la mejilla, presenta dos caras, cuatro bordes y cuatro ángulos. Se
encuentra en la parte superior de la cara determinando su límite lateral. Durante su
desarrollo se describen tres puntos de osificación visibles al final del segundo mes de
vida intrauterina y completamente unidos al quinto. Este hueso se halla compuesto
principalmente por tejido óseo muy duro y compacto.
Las funciones del HC son: formar cavidades comunes de cráneo y cara (fosa temporal y
órbita), permitir la inserción muscular (músculos; temporal, masetero, cigomático
mayor, cigomático menor), permitir la inserción aponeurótica (fascia temporal),
constituir parte de los pilares y arcos de refuerzo de cráneo y cara (pilar fronto-
cigomático y arco cigomático-temporal), distribuir fuerzas biomecánicas ejercidas
durante la masticación y por último, permitir el paso del nervio cigomático y sus dos
ramas terminales a través del conducto cigomático, hacia las regiones geniana y
temporal.
De los cuatro márgenes descritos en el HC, el posterosuperior presenta una forma
sigmoidea característica. Esta forma está determinada por la presencia de una
prominencia ósea ubicada algo por debajo de la sutura fronto-cigomática. Esta
estructura prominente se denomina tubérculo marginal (TM); su presencia, altura y
extensión son muy variables, es fácilmente palpable a través de la piel y tendría por
función permitir la inserción de parte del margen anterior de la fascia temporal.
El hueso cigomático está situado en la parte superior y lateral de la cara, lateral al
maxilar. Es cuadrilátero y aplanado de lateral a medial. Se reconocen por consiguiente
dos caras, cuatro bordes y cuatro ángulos:
Caras:

 Cara lateral o cutánea: convexa y lisa, presenta el agujero cigomaticofacial del


conducto temporocigomático. Sirve de inserción a los músculos cigomáticos.
 Cara medial: comprende dos segmentos: anterior o articular, triangular o
rugoso, por el cual el hueso cigomático se une al vértice truncado de la apófisis
cigomática del maxilar y un segmento posterior o temporal liso y cóncavo
transversalmente, en relación con la fosa temporal superior y con la fosa
infratemporal.
Bordes:

 Borde anterosuperior u orbitario: es cóncavo medial y superiormente y forma


la parte inferior y lateral de reborde orbitario. De este borde nace una apófisis
laminar, la apófisis frontal. Esta
apófisis, de forma cuadrilátera, es
aplanada de lateral a medial. Su cara
medial es cóncava, forma parte de las
paredes lateral e inferior de la órbita y
presenta el orificio de entrada del
conducto temporocigomático. Su cara
lateral es convexa y pertenece a la fosa
temporal, cerca de su borde anterior se
observa el agujero cigomáticoorbitario.
El borde posterior de la apófisis
orbitaria se articula de superior a inferior con el frontal, el ala mayor del
esfenoides y el maxilar. Entre estos dos últimos huesos, el borde posterior de la
apófisis presenta un corto segmento libre que corresponde a la extremidad
anterior de la fisura orbitaria inferior.

 Borde posterosuperior o temporal: el borde posteroposterior del hueso


cigomático, sinuoso y contorneado en forma de “S”, sirve de inserción a la fascia
temporal.

 Borde anteroinferior o maxilar: coincide con el borde anterior del vértice


truncado de la apófisis cigomática del maxilar.
 Borde posteroinferior o masetero: es grueso, rugoso y sirve de inserción al
músculo masetero.
Ángulos:
El ángulo superior es dentado y se articula con la apófisis cigomática del frontal. El
ángulo inferior y el ángulo anterior corresponden a los ángulos inferior y anterior del
vértice truncado de la apófisis cigomática del maxilar. El ángulo posterior está tallado en
bisel a expensas del borde superior. Es dentado y se articula con la extremidad anterior
de la apófisis cigomática del temporal.
Arquitectura y conformación interna:
El hueso cigomático está formado por tejido compacto en la periferia y por tejido
esponjoso en el centro.
Osificación:
El hueso cigomático se desarrolla a partir de un solo centro de osificación en el tejido
membranoso.

Mandíbula (Maxila inferior)


Es un hueso simétrico, impar y mediano. Situado en la parte inferior de la cara. Tiene un
cuerpo cóncavo hacia atrás, semejante a una herradura, y sus extremos se dirigen
verticalmente hacia arriba, formando con él un cuerpo casi recto. Se distinguen tres
partes: una parte media, el cuerpo, y dos partes laterales, las ramas (ramas
ascendentes), que se alzan en los extremos posteriores del cuerpo.
Cuerpo
Presenta una cara anterior convexa, una cara posterior cóncava, un borde superior o
alveolar y un borde inferior libre.

 Cara externa: en la región anterior, en la línea mediana, presenta una cresta


vertical, resultado de la soldadura de ambas mitades del hueso: la sínfisis
mandibular. Por debajo de ésta se encuentra la protuberancia mentoniana.
Lateralmente y hacia atrás, a la altura de la implantación del 2o premolar, se halla
el foramen mantoniano, por donde emergen el nervio y los vasos mentonianos.
Casi a mitad de distancia entre el arco alveolar y la base de la mandíbula, a ambos
lados de la protuberancia
mentoniana, emerge la
línea oblicua. En su
comienzo sigue paralela a la
base del hueso, para
dirigirse luego hacia arriba
y atrás; atraviesa en
diagonal esta cara y se
continúa con el borde
anterior de la rama. En esta línea rugosa se insertan los músculos: depresor del
labio inferior y depresor del ángulo de la boca. En esta área comprendida por
encima de la línea oblicua y por debajo del arco alveolar, se observan salientes
verticales que correspondes a las eminencias alveolares; entre estas salientes
existen surcos que correspondes a los tabiques interalveolares.
 Cara posterior: hacia adelante presenta un suco vertical que corresponde a la
sínfisis mandibular. En su parte inferior se observan salientes de inserción, las
espinas mentonianas (geni), en número de cuatro, dos superiores, que dan
inserción a los músculos genioglosos, y dos inferiores, donde se insertan los
músculos genihioides. Próximo a la línea mediana se encuentran el origen de la
línea milohioidea, que asciende en forma oblicua hacia atrás, pasando por
debajo del ultimo molar, hacia la cara medial de la rama. En esta línea se inserta
el músculo milohioideo, y en su parte posterior, el músculo constrictor superior
de la faringe. Esta línea milohioidea divide a esta cara en dos partes: una superior
(bucal), que presenta, a cada lado de las espinas mentonianas, la fosita
sublingual. En ella se aloja el extremo anterior de la glándula sublingual. En la
porción situada por debajo de la línea milohioidea se observa una depresión en
la cual se aloja la glándula submandibular: la fosita submandibular. Existe,
además, un surco subyacente a la línea milohioidea, el surco milohioideo,
impreso por el nervio milohioideo.
 Borde superior o alveolar: es el arco alveolar y recibe a las raíces dentarias. Los
alvéolos son simples adelante y más complejos hacia atrás, donde están
formados por varias cavidades, separadas por los tabiques interradiculares,
puentes óseos donde se insertan ligamentos dentarios.
 Borde inferior libre: es redondeado. Cerca de la línea mediana se observa la fosa
digástrica, en la cual se inserta el vientre anterior del músculo digástrico. Hacia
atrás, este borde puede presentar una escotadura para el pasaje de la arteria
facial.
Rama de la mandíbula (ramas ascendentes)
Las ramas de la mandíbula son rectangulares y alargadas de superior a inferior, y
presentan dos caras, una lateral y otra medial, y cuatro bordes.

 Cara lateral: presenta rugosidades producidas por la inserción del músculo


masetero, más acentuadas en el ángulo de la mandíbula, el que puede
presentarse proyectando hacia afuera y arriba por la atracción del músculo
mencionado.
 Cara medial: en la parte media de esta cara se observa una saliente aguda: la
língula de la mandíbula (espina de Spix). Por detrás de esta língula se encuentra
el foramen mandíbular, por donde penetran el nervio y los vasos alveolares
inferiores. De la parte posteroinferior de este foramen parte el surco
milohioideo. Por detrás de este, en la proximidad del ángulo de la mandíbula, la
presencia de rugosidades importantes denota la firmeza de las inserciones del
músculo pterigoideo medial.
 Borde anterior: es oblicuo de arriba hacia abajo y de atrás hacia adelante. Agudo
arriba, se ensancha cada vez más hacia abajo, formando una depresión entre sus
bordes. La vertiente medial se dirige hacia el bode superior del cuerpo y la lateral
se continúa con la línea oblicua.
 Borde posterior: es liso y redondeado; corresponde a la glándula parótida.
 Borde superior: presenta, de adelante hacia atrás, tres accidentes importantes:
la apófisis coronoides, que da inserción al musculo temporal; la escotadura
mandibular, cóncava hacia arriba, que establece una comunicación entre la
región maseterina en sentido lateral y la fosa infrantemporal en sentido medial;
la apófisis condilar, eminencia articular achatada en sentido anteroposterior y
proyectada medialmente en relación con el borde de la rama. En el extremo de
esta última se encuentra el cóndilo de la mandíbula, que a su vez está unido a la
rama de la mandíbula por el cuello, en el cual se inserta, medialmente, el
músculo pteigoideo lateral.
 Borde inferior: se continúa sin línea de demarcación con el borde inferior del
cuerpo. Forma un ángulo muy marcado con el borde posterior; es el ángulo de
la mandíbula, muy saliente, también llamado gonión.
La apófisis condilar es una eminencia oblonga cuyo eje mayor se dirige de lateral a
medial y de anterior a posterior. Sobresale más en la cara medial que en la cara lateral
de la rama de la mandíbula. En ella se aprecia una cara superior en lomo de burro, la
cabeza de la mandíbula o cóndilo de la mandíbula, cuyas vertientes anterior y posterior
se articulan con el hueso temporal. La vertiente posterior tiene continuidad
inferiormente con una superficie triangular, cuyo vértice inferior se confunde con el
extremo superior del borde posterior de la rama mandibular.
La apófisis condilar presenta además, en la mayor parte de los casos, inferiormente a su
extremo lateral, una pequeña rugosidad determinada por la inserción del ligamento
lateral de la articulación temporomandibular.
La apófisis condilar está adherida a la rama mandibular por una parte estrecha, el cuello
de la mandíbula. Éste está excavado medial y anteriormente por una fosita rugosa en la
cual se inserta el músculo pterigoideo lateral. Sobre la cara medial del cuello de la
mandíbula se aprecia un saliente, el pilar medial de la apófisis condilar, que está
formado por el labio medial de la fosita de inserción del músculo pterigoideo lateral y
se prolonga inferior y anteriormente hasta las proximidades de la língula mandibular.
La apófisis coronoides es triangular. Su cara lateral es lisa; su cara medial presenta la
cresta temporal ya descrita. Su borde anterior tiene continuidad con el labio lateral del
borde anterior de la rama mandibular. Su borde posterior, cóncavo posteriormente,
limita anteriormente la escotadura mandibular. Su base se continúa con el hueso. Su
vértice superior es romo. La apófisis coronoides da inserción al músculo temporal. La
escotadura mandibular esancha, profunda y cóncava superiormente; comunica las
regiones maseterina y cigomática, y da paso a los vasos y nervios maseterinos.
Bibliografía
Latarjet. Ruíz Liard. Anatomía Humana. 4a edición. 2007. Tomo I. Editorial Médica
Panamericana. Huesos de la cara. Pág: 88-93.
Rouviere. Delmas. Anatomía humana. Descriptiva, Topografica y Funcional. 11va
edición. Tomo 1. Cabeza y Cuello. 2006. Elsevier Masson. Pag. 103, 105, 106, 107, 113.
Anatomía. Huesos de la Cara (Malar Cornete Inferior Palatino Huesos Propios de la
Nariz Vómer). Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=BENSw9ymHic
Dolopedia. Hueso vómer. Recuperado de: https://dolopedia.com/articulo/hueso-
vomer#.YB_pKehKjIU

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