TEMA 1 - ¡Ánimo! Soy Yo. No Temáis

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TEMA 1 – ¡Ánimo! Soy yo.

No temáis

Antes de iniciar es importante que leas las siguientes instrucciones:

- Lo que se quiere con este material es que puedas meditar en casa el


Evangelio antes de participar en la reunión que tendremos.
- Procura ubicar un momento del día en el que puedas sentarte con
tranquilidad a hacer este ejercicio. También que encuentres un espacio
dentro de casa o en algún otro lugar en donde puedas concentrarte, que
no te distraigas.
- Recuerda que a través de este ejercicio Dios mismo es quien te va
hablar al corazón, ¡Vas a escuchar la voz de Dios en tu interior! Por
tanto prepárate interiormente, déjale hablar.

Para iniciar

Hagamos una pausa ¡Detente!:

- Toma conciencia de lo que vas a hacer: vas a escuchar a Dios, Dios te


va a hablar. Puedes cerrar por un momento tus ojos y permanecer en
silencio.
- Puedes hacer una oración pidiendo que sea el Espíritu Santo quien te
dirija en ese momento.
- Vuelve a la pausa, detente a escuchar.

Ahora lee el Evangelio

Ahora vas a leer con devoción y reverencia el Evangelio:

- No es un libro cualquiera, ¡es la Palabra de Dios!


- Léelo muy despacio, no tengas ninguna prisa. Lo importante es que
captes lo que intenta decirte.
- Si lo lees despacio, muchas palabras de Jesús que has escuchado
tantas veces de forma rutinaria empezarán a tocar tu corazón.
- En esta lectura fíjate sobre todo en Jesús. Capta bien qué es lo que dice
y qué es lo que hace. Graba en tu corazón sus palabras y su estilo de
vida. De él aprende a vivir.

Si estás listo, lee con el corazón el texto del Evangelio.


Mateo 14,24-33

La barca, que estaba ya muy lejos de la orilla, era sacudida por


las olas, porque el viento era contrario. Al final ya de la noche,
Jesús se acercó a ellos caminando sobre el lago. Los discípulos,
al verlo caminar sobre el lago, se asustaron y decían:

—Es un fantasma.

Y se pusieron a gritar de miedo. Pero Jesús les dijo enseguida:

— ¡Ánimo! Soy yo, no temáis.

Pedro le respondió:

—Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre las


aguas.

Jesús le dijo:

—Ven.

Pedro saltó de la barca y, andando sobre las aguas, iba hacia


Jesús. Pero, al ver la violencia del viento, se asustó y, como
empezaba a hundirse, gritó:

— ¡Señor, sálvame!

Jesús le tendió la mano, lo agarró y le dijo:

— ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?

Subieron a la barca, y el viento se calmó. Y los que estaban en


ella se postraron ante Jesús, diciendo:

—Verdaderamente eres Hijo de Dios.


Después de leer el Evangelio

Una vez que has terminado de leer el Evangelio, vas a profundizar en el


mensaje que contiene:

- Puedes volver a leerlo cuantas veces sea necesario, esos sí, léelo
despacio y con calma.
- Puedes responder estas preguntas en alguna hoja o cuaderno, para que
luego compartas tu experiencia en la reunión.

Ahora vamos a responder algunas preguntas con las que vamos a prepararnos
para la reunión:

1. Situación de la barca de los discípulos. El Evangelio la describe con tres


rasgos. ¿Los puedes señalar?, ¿te recuerda esa «barca de los
discípulos» a la Iglesia actual?, ¿por qué?

2. La crisis de los discípulos. ¿Por qué se turban exactamente?, ¿te


impresiona su grito: «Es un fantasma»?, ¿has pensado alguna vez que
todo esto de la fe podría ser un engaño?, ¿conoces a personas que
sienten algo parecido?

3. Las palabras de Jesús. Jesús les dice tres cosas. ¿Las puedes
comentar?, ¿has experimentado tú alguna vez a Jesús infundiéndote
ánimo y liberándote del miedo y la angustia?
4. La fe de Pedro. ¿Qué piensas de su oración?, ¿se puede hablar a Jesús
sin saber si te está escuchando realmente alguien? ¿has orado tú así
alguna vez?

5. Contempla a Pedro entre las olas: ¿Sientes que la fe es muchas veces


caminar «sobre las aguas», apoyándote sólo en la llamada de Jesús?

6. La crisis de Pedro. ¿Por qué comienza a hundirse?, ¿qué hace antes de


hundirse del todo?, ¿qué piensas de su grito?, ¿le entiendes a Pedro?

7. La reacción de Jesús. ¿Cómo reacciona? ¿Qué es lo que más te


conmueve? ¿Jesús es para ti una mano tendida que te agarra en los
momentos de crisis?

Para finalizar

Da gracias a Dios por este momento, concluye con una oración. Responde a la
Palabra de Dios que has recibido.

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