Barroco Genoves
Barroco Genoves
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La república de Génova era una rica república oligárquica, donde las autoridades
eran poderosos banqueros. En el Renacimiento, Génova no se había convertido en un
importante centro de arte, como si lo fueron Florencia, Ferrara, Roma, Rimini o
Venecia. Pero en el siglo XVII, Génova sí tuvo una escuela original de pintura,
llamada escuela genovesa, que se desarrolló a partir de los contactos con los
flamencos —estancias de Rubens (1621-1622 y 1626-1627) y de van Dyck (1621-1627)—.
El mejor pintor fue Bernardo Strozzi, llamado il Cappuccino, de gran importancia
también para Venecia. Giovanni Castiglione, llamado il Grecchetto, retomó un género
ya hecho famoso por Sinibaldo Scorza con pinturas de animales y naturalezas muertas
bajo la influencia flamenca y veneciana. Domenico Fiasella y Gioacchino Assereto se
unieron a los seguidores de Caravaggio, mientras que Valerio Castello fue más
ecléctico. Los pintores Domenico Piola y Gregorio de Ferrari trabajaron en los
programas de decoración de las iglesias y palacios de Génova.
En la primera mitad del siglo XVIII, Alessandro Magnasco dominó la pintura con su
extraña personalidad, su técnica nerviosa y su exagerado claroscuro; sus
distorsiones expresionistas crearon un mundo fantástico que recuerda a Salvator
Rosa, Marco Ricci y Francesco Guardi.
Índice
1 La génesis del barroco en Génova
2 Pintura barroca genovesa
2.1 Caravaggio y los caravaggistas en Génova
2.2 Domenico Fiasella
2.3 Bernardo Strozzi
2.4 Las grandes decoraciones al fresco
2.5 La pintura de género
2.6 El Settecento
3 Escultura barroca genovesa
3.1 Pierre Puget y Filippo Parodi
3.2 La segunda mitad del Seicento
4 Arquitectura barroca genovesa
4.1 Los encargos públicos
5 Notas
6 Bibliografía
7 Enlaces externos
La génesis del barroco en Génova
La difusión de este estilo que involucró a todas las artes, y que alcanzó sus
mejores y originales logros en el campo pictórico y escultórico, coincidió con un
período de extrema prosperidad de la República de Génova. La República estaba
dirigida en esos años por un régimen oligárquico, caracterizado la concentración de
la riqueza en manos de un reducido número de familias, familias que competían entre
ellas en la ostentación de su extraordinario poder económico. Lo hacían a través de
encargos de obras de arte individuales (como retratos pictóricos o escultóricos y
retablos), pero sobre todo en la construcción y decoración de edificios, en
particular de sus propios palacios urbanos residenciales o de sus villas
suburbanas, de las iglesias nobles, conventos y edificios religiosos que amparaban
con su patrocinio. También competían en la creación de excepcionales colecciones de
arte en las que reunieron cientos de piezas de los artistas más buscados en el
momento, principalmente italianos, holandeses y españoles. Ese pequeño número de
familias, verdaderas dinastías, estaban todos incluidos en la considerada lista de
los Rolli, con los Doria, Adorno, Balbi, Spinola, Grimaldi, Lomellini, Durazzo,
Pallavicini, Sauli, Negrone, Brignole-Sale, Giustiniani, Imperiale, Lercari,
Cattaneo, Centurione y pocas otras.
Peter Paul Rubens, Ritratto della Marchesa Brigida Spinola Doria, Washington,
Galería Nacional de Arte
En el campo pictórico, el barroco irrumpió en la escena genovesa con la estancia en
la ciudad de Peter Paul Rubens, datada entre 1604 y 1608. En Génova, el pintor
flamenco, un que ya había residido en Roma y que había estado en contacto con la
pintura de Caravaggio y de los Carracci, pintó algunas obras maestras,
especialmente el Ritratto equestre di Giovanni Carlo Doria (1606) (Galería Nacional
de Liguria en el Palazzo Spinola, Génova), el Ritratto della marchesa Brigida
Spinola Doria (1606) (Washington, National Gallery of Art) y La Circoncisione di
Gesù [La circuncisión de Jesús] (1604) (Iglesia del Gesù, Génova). Más tarde, en
1620, realizó otro retablo para el Gesù, los Miracoli di Sant’Ignazio di Loyola
[Milagros de San Ignacio de Loyola], que Rubens envió desde Amberes después del
regreso a su país.1Un estudiante de Rubens Antoon Van Dyck se quedó más tarde unos
años en la ciudad, en 1621 y de 1625 a 1627, cuando tuvo la oportunidad de realizar
los retratos de los representantes de las familias más ricas, celebrando su
posición social con magníficas composiciones atentas a las vestimentas y a la
ambientación. Entre los ejemplos más famosos se encuentran el Ritratto della
famiglia Lomellini (1623), el Ritratto di Elena Cattaneo (1623-1624) o el Ritratto
equestre di Anton Giulio Brignole-Sale (1627).
Ritratto equestre di Anton Giulio Brignole-Sale (1627), obra de Anthonis van Dyck
También los mejores autores del barroco lombardo, Giulio Cesare Procaccini o il
Cerano, il Morazzone, tuvieron relaciones intensas con la Superba y numerosas
pinturas suyas estuvieron presentes en las colecciones genovesas. Solamente la
colección de Giovan Carlo Doria (1576-1625) poseía más de noventa obras de
Procaccini,2 un pintor de origen emiliano cuyas obras se caracterizan por un
refinado cromatismo y una delicada sensibilidad emocional, y que tuvo una
influencia considerable en la pintura local. Una de sus principales obras maestras,
la colosal Ultima Cena, pintada en Génova en 1618 para el refectorio de los
hermanos menores de la Santissima Annunziata del Vastato, y que ahora está expuesta
en la contrafachada de la basílica, testimonia la profunda investigación de la
luminosidad y el extraordinario dinamismo y acentuada teatralidad de las figuras.3
El martirio de santa Úrsula (1610), una obra de Caravaggio que permaneció en Génova
hasta el siglo XIX
También la corriente naturalista del barroco, encabezada por Caravaggio, llegó
temprano a Génova. De Caravaggio está documentada una residencia genovesa en 1605,
de la que no se conocen con certeza obras, aunque se haya planteado la hipótesis de
que pintara el Ecce Homo del palazzo Bianco.4 Si fueron genoveses algunos de sus
principales patrocinadores, el banquero Ottavio Costa, el marqués Vincenzo
Giustiniani y Marcantonio Doria, quien encargó la Sant'Orsola (1610), un trabajo
extremo de Caravaggio que permaneció en Génova desde 1610 hasta el siglo XIX.5
También la primera versión, rechazada, de la Conversione di san Paolo de la capilla
Cerasi en Santa Maria del Popolo, desde principios de los años 1650, se mantuvo en
el palacio Balbi Senarega hasta finales del siglo XX.
Otro pintor que se inspiró en la pintura de Merisi fue Luigi Miradori (Génova, 1605
- Cremona, 1656) llamada el Genovesino. A diferencia de muchos de sus
contemporáneos, demostró ser un pintor excéntrico, escogiendo temas y
representaciones poco canónicas y muy personales, con mucha atención al vestuario
contemporáneo y a las escenas populares.8 Dejó Génova temprano para ir a Piacenza y
Cremona, donde se conservan sus principales obras maestras.
Domenico Fiasella
San Lazzaro implora la Vergine per la città di Sarzana, iglesia de San Lázaro en
Sarzana
Discesa dello spirito santo, Sestri Levante, iglesia de Santa María de Nazaret.
Los frescos realizados para los Balbi, el Salotto della Fama, en el palacio de
Giovanni Battista Balbi (actual Palazzo reale), y en las numerosas salas del
Palazzo Balbi Senarega, como el salón de honor con la Allegoria del Carro del Tempo
y la Galleria del Ratto di Persefone, constituirán la cima de su éxito. En
arquitecturas vertiginosas e ilusionistas, pintadas por el boloñés Andrea Seghizzi,
destacan los colores brillantes de las representaciones alegóricas emocionadas para
celebrar el prestigio y la fama de los patrones, a través de referencias a los
mitos y divinidades de la época clásica. Solo a través de fotografías se conoce su
obra maestra de inspiración sagrada, los frescos de la iglesia de Santa Maria in
Passione, ya que fueron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial.13
La pintura de género
El Settecento
La moda de las grandes decoraciones al fresco en las residencias y edificios
religiosos de la Liguria continuó en el siglo XVIII con la segunda generación de
pintores genoveses, asistidos por un gran grupo de artistas extranjeros.
De Bolonia llegó Marcantonio Franceschini (Bolonia, 1648 - Bolonia, 1729), un
pintor clasicista que contraponía una compostura formal y límpida con el entusiasmo
de los pintores locales. Las obras perdidas realizadas para el Palacio Ducal,
destruido por un incendio en 1777, siguen siendo ejemplos importantes de su arte
como la decoración de la bóveda de la iglesia de San Felipe Neri y en las Storie di
Diana del Palazzo di Stefano Pallavicino en la Strada Nuova. Boloñés fue también
Giacomo Antonio Boni (Bolonia, 1688 - 1766), autor de numerosas decoraciones de
iglesias y palacios, cuya rápida ejecución iba a menudo en detrimento de los
resultados cualitativos de las decoraciones, presentes en muchos de los Rolli
genoveses (palazzo Gio Battista Saluzzo, palazzo Durazzo, hoy real, palazzo De
Mari, Oratorio de san Filippo Neri).21
Pero fueron los descendientes de los tres grandes protagonistas del barroco
genovés, Piola, Parodi y De Ferrari, los que tendrán el papel de protagonistas.
Para nombrar los resultados más altos, Domenico Parodi dejó su obra maestra en la
galería del Palazzo reale, fusionando magistralmente arquitectura, pintura y
escultura en uno de los entornos más significativos del barroco italiano tardío.
Paolo Gerolamo Piola, un colaborador desde hacía mucho tiempo de su padre y como
este muy prolífico, dejó numerosos telas y decoraciones de frescos entre las que
destaca laVergine fra i Santi Domenico, Ignazio e Caterina de la Santa Maria
Assunta de Carignano y las decoraciones al fresco del Palazzo Sauli y de la iglesia
de Santa Marta. Lorenzo De Ferrari, autor de ambientes notables en el palazzo
Grimaldi de la Piazza S. Luca, y de la Galleria del Trionfo d'Amore en el palazzo
Spinola di Pellicceria, alcanzó su apogeo en la exuberancia decorativa de la
Galleria Dorata del Palazzo Carrega, con la Storie di Enea, donde, gracias también
a un inteligente juego de espejos, creó una de las decoraciones más originales de
la época.22
Llamado por los Spinola, llegó el florentino Sebastiano Galeotti, para quienes
realizó la decoración de frescos de la iglesia de la Maddalena y del palazzo
Spinola di Pellicceria, lleno de figuras escultóricas modeladas con un fuerte
claroscuro.
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Lista de pintores del barroco genovés
Escultura barroca genovesa
Domenico Parodi y Francesco Biggi, Romolo e Remo allattati dalla lupa (Palazzo
Rosso, Génova)
Pierre Puget y Filippo Parodi
Artículos principales: Pierre Puget y Filippo Parodi.
También en el campo escultórico fue la llegada de un artista extranjero la que
llevó las últimas innovaciones del barroco romano a Génova, estimulando así la
actualización de los artistas locales. En este caso, fue la estancia de uno de los
principales escultores del barroco francés, Pierre Puget (Marsella, 1620 -
Marsella, 1694) quien permaneció en Génova durante casi una década, desde 1661
hasta 1668, y que continuó manteniendo sus relaciones también en los años
siguientes.
Será el genovés Filippo Parodi (Génova, 1630 - Génova, 1702), quien había debutado
en los primeros años como tallador de muebles y estatuas de madera, el que recoja
el guante, a edad ya tardía y después de una estancia en Roma, realizando junto a
las dos obras maestras de Puget su Giovanni Battista. Más allá de la belleza del
desnudo, la virtud del tallador se revela en la precisa interpretación táctil de
los materiales, en las ramas, hojas, pieles y carne del santo.
Ercole con i pomi delle esperidi, de Filippo Parodi, Palazzo De Mari, Génova
Altare dell'Immacolata, de Pierre Puget, iglesia del Albergo dei Poveri, Génova
Algunos de esos grandes palacios han sido considerado por los críticos entre los
más importantes del panorama italiano.26 Entre ellos se recuerda el palazzo Doria
Tursi, que puede considerarse una combinación interesante de palacio y villa; de
hecho, el frente en la calle pública ofrece la imagen de un palacio típico de la
ciudad, mientras que el jardín interno, elevado y ópticamente separado de la red de
calles externa, crea una proporción más íntima. La configuración planimétrica del
vestíbulo, unida al jardín interno, más alto, por medio de una amplia escalera,
también denuncia la presencia de un movimiento en profundidad.27