Epilepsia
Epilepsia
Epilepsia
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¿ Qué es la Epilepsia ?
Diagnóstico
Historia Clínica
Para elaborarla, el médico requiere una descripción detallada de los episodios que
pueden corresponder a crisis epilépticas. La descripción debe ser hecha por un
testigo ocular de las crisis, al igual que la frecuencia e intervalos máximos y
mínimos sin ataques.
En todo paciente con indicios de algún tipo de epilepsia, el médico debe hacer un
examen físico completo, incluyendo un examen neurológico detallado; solicitará
exámenes de sangre, orina y otras pruebas de laboratorio, que tienen por objeto
establecer si las crisis obedecen a una causa que pueda ser corregida.
¿Qué es el electroencefalograma?
Tratamiento
Síntomas
Si bien hemos mencionado los tipos de crisis más habituales, existen otras
manifestaciones menos frecuentes que deben ser evaluadas por el especialista.
Además, una persona puede presentar más de un tipo de crisis.
Los distintos signos de alarma que advierten que se está produciendo un ataque
epiléptico pueden ser los siguientes:
Convulsiones.
Fiebre.
La forma mas típica, conocida también como gran mal es con movimientos de las
4 extremidades tipo sacudidas, se pierde la conciencia y el control de los
esfínteres, dura segundos o algunos minutos, cuando persiste se llama estado
epiléptico.
Otras formas son las conocidas como ausencias frecuentes en niños. Los
síntomas de una crisis pueden ser muy variados y repetimos, no siempre se altera
el estado de alerta del paciente.
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Etiología
Problemas de desarrollo.
Complicaciones de diabetes.
Desequilibrios electrolíticos.
Deficiencias nutricionales.
Lesión cerebral.
Pueden afectar a cualquier edad, pero es más común después de los 30 años.
Infecciones.
absceso cerebral.
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Emociones fuertes.
Ejercicio intenso.
Fiebre.
Menstruación.
Alcohol.
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Diagnóstico
Glucosa en sangre.
Los exámenes para determinar la causa y localización del problema pueden incluir
procedimientos tales como:
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Pronóstico
La epilepsia puede ser una condición crónica, de por vida. En algunos casos, sin
embargo, la necesidad de medicamentos se puede reducir e incluso eliminar con
el tiempo. Algunos tipos de epilepsia infantil se resuelven o mejoran con la edad.
Un período de cuatro años sin convulsiones puede indicar la posibilidad de reducir
o suspender los medicamentos.
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Complicaciones
Dificultad de aprendizaje.
Bienvenidos!
Las personas con epilepsia tienen un riesgo de muerte tres veces más alto que las
que no padecen crisis.
La epilepsia afecta a personas de todas las edades, pero inicia antes de los 20
años en las tres cuartas partes de los casos; su inadecuado control puede
conducir a daño cerebral permanente y a trastornos del aprendizaje.
Muchas personas con epilepsia y sus médicos erróneamente piensan que las
crisis no pueden controlarse completamente y que deben aprender a "vivir con
ellas", sin embargo, un mejor tratamiento para la epilepsia podría lograr un control
total y permitir a más gente desarrollar dignamente sus potenciales, con los
consecuentes beneficios para ellos mismos y para la comunidad
Los recursos para la investigación en epilepsia son menores que los destinados a
muchas otras enfermedades menos comunes o impactantes.
Que las personas con epilepsia tengan acceso uniforme a programas organizados
de atención médica en las diferentes Instituciones de Salud del país y se
incrementen los recursos para la investigación clínica y básica en epilepsia.
Que las personas con epilepsia y sus familiares estén suficientemente informados
acerca de los diferentes aspectos de su padecimeiento.
Que los médicos de primer contacto, especialistas troncales y de las
neurociencias, así como los trabajadores de la salud en general, reciban un
entrenamiento mejor en la atención de la epilepsia.
Otras especies animales pueden presentar crisis y gracias a ello ha sido posible
desarrollar modelos experimentales de epilepsia utilizando diversas substancias
aplicadas por la sangre o localmente para crear focos de descarga epiléptica en
animales de experimentación. Un modelo muy interesante es el llamado "kindling",
el cual fue logrado fortuitamente en animales de laboratorio a los que aplicando
estímulos eléctricos subumbrales (por abajo del nivel en que pueden provocar una
reacción) repetitivos se les provocaban crisis con el mismo estímulo subumbral
después de varios días y finalmente ya sin el estímulo las crisis continuaban
(Goddard, l967). Estos modelos han permitido entender mejor el fenómeno
epiléptico aunque no del todo todavía, y también han aportado en el ensayo de
nuevos medicamentos antiepilépticos.
Alrededor del 75% de los epilépticos inician el problema en las dos primeras
décadas de la vida, lo cual es explicable porque el cerebro inmaduro tiene más
facilidad para producir descargas anormales y conforme el individuo aumenta en
edad, la frecuencia de las crisis disminuye.
Una selección de estos testimonios, que permite entender mejor los sentimientos
de todas estas personas, se presenta a continuación.
"El médico no sólo tiene que ver con detectar el origen y manifestación de las
crisis y el manejo efectivo de medicamentos para controlarlas. Debe resolver
muchas de las dificultades médicas y otros tantos problemas emocionales. El
paciente con epilepsia desearía estar libre de crisis, ser como cualquier otro en
cuanto a tener actividades independientes y poder controlar su propio destino
pero, desafortunadamente, no puede lograrlo a causa de la epilepsia. Los
pacientes no sólo esperan que los médicos den lo mejor de sí para manejar el
padecimiento; requieren algo más. Ante la ausencia del éxito terapéutico, su
expectativa y necesidad es confiar en que el médico estará ahí para apoyarlos."
"La epilepsia es una condición con manifestaciones que cambian constantemente.
Los mismos expertos pueden tener dificultades al clasificar ciertos tipo de crisis,
epilepsias y síndromes epilépticos. Por eso no sorprende el hecho de que muchos
médicos y otros trabajadores en el cuidado de la salud tengan un entendimiento
limitado de las crisis y una vista simplificada de la epilepsia.
Con todo, este problema es menor desde la perspectiva de los pacientes, quienes
se interesan más en que el doctor comprenda cómo sienten lo que están
experimentando. Muchos médicos fallan en invertir suficiente tiempo con sus
pacientes de manera que éstos últimos puedan manifestar libremente sus
sentimientos, experiencias y dudas. Temas que pueden resultar triviales para los
médicos resultan de gran importancia para los pacientes. La relación doctor-
paciente es exitosa terapéuticamente cuando el médico es consciente, abierto de
mente y se toma el tiempo necesario para escuchar y responder adecuadamente
las preguntas y preocupaciones del paciente.
"Riendo, mi querida Lourdes giraba la cuerda para sus sobrinas y sobrinos. Las
rosas de su padre se abrían con la luz del sol, y los niños se divertían en el pasto
del jardín.
Más tarde, las ausencias se convirtieron en desmayos. Sin ningún aviso, Lourdes
caía al suelo y se despertaba confundida. Mi hijo, Miguel, vio como su madrastra.
se caía en la cocina. Al despertarse, Lourdes no lo reconocía ni a él ni a mí. Nos
miraba vagamente pero no nos hablaba. Su confusión preocupaba a Miguel más
que su caída súbita al suelo, pero también observaba que me sentaba con ella.
Miguel también se sentó con ella y la reconfortó hasta que nos reconociera y
pudiera hablarnos. Aprendió a estar calmado y, años después, esto le ayudaría
cuando su abuela, en compañía de sus nietos, tuvo un ataque cardiaco masivo -
Miguel llamó a la ambulancia él solo, reconfortó a su abuela durante la espera, y
dio la descripción completa a los paramédicos de lo que sucedió -.
Cuando las crisis aparecen los dos nos sentimos desamparados e inútiles. Los
desmayos vienen sin advertencia. Hasta pasar por la cocina resulta peligroso. Ver
la cara de Lourdes con raspones me llena de enojo y culpa.
Pero el mayor impacto que las crisis de Lourdes tuvieron en mí como médico fue
el incremento de mi atención en el desamparo y enojo que esposas y otros
miembros de familia sienten hacia la enfermedad. Actualmente, cuando el esposo
o esposa de un paciente llega gritando al área clínica queriendo saber porque
nadie logró desaparecer la crisis de su pareja ayer , puedo ahogar mi propio enojo
y coincidir con la persona molesta. Nueve de cada diez ocasiones tenemos éxito
en forjar una asociación efectiva para enfrentar al verdadero enemigo 'la
electricidad chispeante sin control en el cerebro que ocasiona las crisis'.
Como miembro de familia sigo aprendiendo las mismas lecciones una y otra vez:
Somos seres frágiles hechos de agua de mar aferrándonos a un esqueleto de cal.
Los ritmos de la marea tiran de nosotros a nivel celular, y sólo el latido del corazón
nos separa de la morgue. Cada día que vivimos es un tesoro, y cada día vivido
con la gente que amamos es un tesoro invaluable.'
Cuando discuto la naturaleza de las crisis con mis pacientes jóvenes, procuro
utilizar analogías apropiadas con su edad para ayudarles a comprender como un
'corto circuito' puede desencadenar una crisis y cómo el cerebro se mantiene
intacto después del evento."
Gloria, de 42 años, tiene un largo historial de crisis parciales complejas. Tiene tres
hijos, vive con su madre, la señora R. de 65 años, y su padre, que es
discapacitado. Sin embargo, la señora R. es reconocida como quien aporta el
sustento y cuida de estas tres generaciones. Para lograrlo trabaja medio tiempo,
en complemento con el escaso apoyo gubernamental de la pensión que recibe.
La señora V. tiene 60 años y cuida de su hija adulta con retraso mental moderado,
y diagnosticada desde niña con síndrome de Lennox-Gastaut (condición rara,
grave, definido por la triada de crisis de: difícil control, retardo mental y un EEG
característico (espiga-onda lenta). La hija continúa teniendo crisis y está confinada
a una silla de ruedas. Durante nuestra primera entrevista pregunté toda la
información médica de rigor referente a la hija de la señora V. Posteriormente le
pregunté de ella misma - su salud, sus sentimientos, y los planes de respaldo que
tenía para el cuidado de su hija en el caso que ella presentara alguna enfermedad
menor-. Me miró detenidamente y con lágrimas en los ojos dijo: 'Nadie me había
preguntado nada como esto'.
Para mí lo más impactante es cómo estos padres han sido llamados para salir
adelante con sus hijos padeciendo enfermedades crónicas por periodos tan largos.
Seguramente esperan enfrentar lo más duro en el cuidado de sus hijos cuando
éstos son jóvenes pero, lo que no suelen considerar es que, con dicha actitud, sus
responsabilidades continuarán intensamente durante toda la vida de sus hijos. En
la medida que estos padres tengan cada vez mayor edad, su propio desarrollo
quedará 'en espera' debido a su constante insistencia en la crianza del hijo o hija
como si fuera un niño eterno. Sus necesidades personales de crecer y seguir
adelante no serán satisfechas , y los conflictos de desarrollo serán dejados sin
solución.
Mi respeto para este tipo de padres crece en cada visita, aunque mis miedos por
ellos también. No sólo se han dedicado al cuidado de sus hijos sino que en
algunos casos continúan, por más de 40 años, llevando la carga. Reconozco que
he sido impresionado por su devoción bajo circunstancias que son más difíciles de
lo que cualquiera pudiera tolerar.
Pero, ¿qué he aprendido trabajando con estos pacientes? Personalmente, me
siento constantemente agradecido con ellos por enseñarme la fuerza de su
espíritu humano. Su amor, creatividad, y habilidad para resolver problemas
insuperables son fuente de inspiración. Más aún, trabajar con estas familias me ha
ayudado a enfocar mi cuidado no sólo en la familia como unidad, también en cada
miembro individualmente. Mis responsabilidades de ejercicio son para ayudar a
gente con epilepsia, pero, en estos casos, actualmente también llevo registro de
los padres. Llego a conocerlos lo suficientemente bien como para entender sus
sentimientos, miedos y preocupaciones. Dado que tienden a ser algo negligentes
respecto a su propia salud, nos tomamos un tiempo para discutir comportamientos
saludables. Los aliento a hacerse revisiones regulares.