Nuestro Destino 21-30
Nuestro Destino 21-30
Nuestro Destino 21-30
adelantado. Hay sorpresas por delante que son parte tan real de su plan como las que ya
nos ha revelado.
2. ¿Cuáles son las razones para decir que toda la teología es a fin de cuentas escatología?
3. ¿Por qué condena la Biblia las prácticas del ocultismo, la astrología, adivinación y
otros intentos parecidos para predecir el futuro?
4. ¿Qué efectos surte en nuestra vida diaria una creencia lineal de la historia, y cómo se
compara esto con el efecto de una creencia cíclica?
8. ¿Cómo se relaciona el pacto de Dios con David a las promesas de la primera y segunda
venidas de Cristo?
11. La iglesia primitiva esperaba que Jesús viniera pronto, sin embargo, se dedicaron y
ocuparon en esparcir el evangelio. ¿En qué sentido podemos nosotros tener la misma
expectación al extender el evangelio hoy?
12. ¿Cuáles son algunas maneras en que podemos afectar las necesidades de nuestra
comunidad y nación, y al mismo tiempo fomentar entre la gente de hoy una esperanza viva
en el Dios de la esperanza?
1. Otto Nathan y Heinz Norden, eds., Einstein on Peace (Nueva York: Harper & Row, Publishers, 1980), 355-56.
2. Vea Guy Duty, Christ’s Coming and the World Church (Minneapolis: Bethany Fellowship, 1971), 119.
3. W. A. Whitehouse, «The Modern Discussion of Eschatology», en Eschatology, William Manson, G. W. H. Lampe, T. F.
Torrance, W. Al Whitehouse (Edinburgh, Escocia: Oliver & Boyd, 1953), 66-67, 77, 79, 89.
4. Eldin Villafañe, The Liberating Spirit (Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Co., 1993), 184.
5. James M. Childs, Jr., Christian Anthropology and Ethics (Filadelfia: Fortress Press, 1978), 126.
6. Alf Corell, Consummatum est: Eschatology and the Church in the Gospel of St. John, trad. Order of the Holy Paraclete, Whitby
(Londres: Society for Promotion of Christian Knowledge, 1958), 7
7. Dale Moody, The Hope of Glory (Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Co., 1964), 15.
8. Jürgen Moltman, Theology of Hope: On the Ground and the Implications of a Christian Eschatology, trad. Jams W. Leitch de la
5a ed. alemana (Nueva York: Harper & Row, Publishers, 1867), 16-17, reconoció esto, aunque en su teología separa la esperanza
de la historia y, junto con un lado del católico romano John Baptist Metz, inspiró una teología de la liberación tibial reino de
Dios como una metáfora y procura hacer cambios radicales políticos y sociales en el presente. Cf. Stanley F. Morton, ed.,
Systematic Theology (Springfield, Mo.: Gospel Publishing House, 1994), 617; Donald G. Blowesch, A Theology of World and Spirit
(Downers Grove, Ill.: InterVarsity Press, 1992), 106.
9. Thomas C. Oden, Life in the Spirit, vol. 3, Systematic Theology (San Francisco: Harper, HarperCollins Publications, 1992),
368, 371, 373.
10. Stephen Travis, The Jesus Hope (Downers Grove, Ill.: InterVarsity Press, 1992), 10.
11. Vea Oden, Life in the Spirit, 375.
12. G. C. Berkouwer, The Return of Christ, trad. James Van Oosterom (Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Co.,
1972), 11.
13. Ulrich E. Simon, The End Is Not Yet (Digswell Place, Welwyn, Inglaterra: James Nisbet & Co., 1964), 4.
14. Hans Schwarz, On the Way to the Future: A Christian View of Eschatology in the Light of Current Trends in Religion,
Philosophy, and Science, ed. rev. (Minneapolis: Augsburg Publishing House, 1979), 17.
15. Vea Swami Adiswarananda, «Hinduism», en How Di erent Religions View Death and Afterlife, ed. Christopher J. Johnson y
Marsha G. McGee (Philadelphia: Charles Press, Publishers, 1991), 159-62, 175.
16. Schwarz, On the Way to the Future, 25, cf. 125, 127, 158.
17. Zachary Hayes, What Are They Saying about the End of the World? (Nueva York: Paulist Press, 1983), 7. Él destaca que
Rudolf Bultmann usó la losofía de Martín Heidegger para interpretar los símbolos de la Biblia como místicos y para separar la
escatología completamente de la cronología, negando todo reino venidero. Mucho del pensamiento católico romano moderno ha
sido in uido en esta dirección al comparar R. Bultmann, J. Moltmann, W. Pannerberg, J. Jeremias, y O. Culmann. Vea Zachary
Hayes, Visions of the Future: A Study of Christian Eschatology (Wilmington, Del: Michael Glazier, 1985), 13.
18. Oscar Cullmann, Christ and Time, ed. rev., trad. Floyd W. Filson (Philadelphia: Westminster Press, 1964), 105.
19. La oración hebrea normalmente empieza con el verbo, pero se puede poner cualquier cosa primero por énfasis, como en
Génesis 1:1.
20. James B. Pritchard, ed., The Ancient Near East: An Anthology of Text and Pictures, vol. 1 (Princeton, N.J.: Princeton
University Press, 1973), 35.
21. A. J. Conyers, The Eclipse of Heaven: Rediscovering the Hope of a World Beyond (Downers Grove, Ill.: InterVarsity Press,
1992), 131.
22. Joseph Papin, ed., The Eschaton: A Community of Love (Villanova, Pa.: Villanova University Press, 1971), 59.
23. Neill Quinn Hamilton, The Holy Spirit and Eschatology in Paul, Scottish Journal of Theology Occasional Papers, no. 6
(Edinburg, Escocia: Oliver & Boyd, 1957), 35.
24. Esto fue cierto en el avivamiento de la calle Azusa en Los Angeles (1906–1908), tal como mi madre y sus padres lo
experimentaron. El Espíritu Santo creó en ellos un intenso deseo de ver pronto la venida de Jesús.
25. James R. Go , Jr., «Closing Out the Church Afe: Pentecostals Fave the Twenty- rst Century», Pneuma 14:1 (primavera
1992): 12
26. Esta es una profunda esperanza que liga «el destino de todos los gentiles [«naciones»] a la victoria del «gentil Jesús» (Isaías
42:1-4; Mateo 12:18,20-21). La palabra griega (elpis) siempre se halla en singular en la Biblia, nunca en plural; hay solo una
esperanza por la que puede vivir la humanidad. Paul Sevier Minear, The Christian Hope and the Second Coming (Philadelphia:
Westminster Press, 1954), 19, 23.
27. William J. Dalton, Aspects of New Testament Eschatology (Nedlands, Australia: University of Western Australia Press,
1968), 4.
28. T. V. Farris, Mighty to Save: A Study of Old Testament Soteriology (Nashville: Broadman Press, 1993), 72-73.
29. Dalton, Aspects of New Testament Eschatology, 5.
30. Simon, The End Is Not Yet, 14.
31. Obsérvense las tremendas ironías en las descripciones de la idolatría (Isaías 40:18-20; 44:9-20; Oseas 4:12; 13:2; Amós
5:26).
32. George Raymond Beasley-Murray, Jesus and the Future: An Examination of the Criticism of the Exchatological Discourse,
Mark 13 with Special Reference to the Little Apocalypse Theory (Londres: Macmillan & Co., 1954), 14-15.
33. Hebreos 9:28 da base para referirse al retorno de Cristo como la «Segunda Venida». Cf. Travis, The Jesus Hope, 51.
34. El «día» no se re ere a un período de veinticuatro horas sino más bien a un pe-ríodo de la actividad de Dios, dure cuanto
dure. Vea J. E. Fison, The Christian Hope: The Presence and the Parousia (Londres: Longsman, Green & Co., 1954), 94.
35. Edgar Young Mullins, The Christian Religion in Its Doctrinal Expression (Valley Forge, Pa.: Judson Press, 1917), 451.
36. Geerhardus Vos, The Pauline Eschatology (Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Co., 1972), 83.
37. Minear, Christian Hope, 28.
38. Ibid., 22, 26.
39. Jesús dio un nuevo signi cado a las frases «reino de Dios» y «reino de los cielos», que aparece solo rara vez en la literatura
judía (incluyendo los rollos sectarios del Mar Muerto) fuera de los Evangelios. La mayoría de las frases que Jesús usó en cone-
xión con el reino «no tienen paralelo (ni siquiera en lo secular) en el lenguaje de los contemporáneos de Jesús». Joachim
Jeremias, New Testament Theology, trad. John Bowden (Nueva York: Charles Scribners’s Sons, 1971), 32.
40. William David Kirkpatrick, «Christian Hope», Southwestern Journal of Theology, 36:2 (primavera 1994): 39.
41. Hendrikus Berkhof, Well-Founded Hope (Richmond, Va.: John Knox Press, 1969), 11.
42. Ibid., 19.
43. Esta no fue idea de Pedro. Pedro fue inspirado por el mismo Espíritu Santo que inspiró a Joel.
44. Vea R. P. D. Hanson, The Attractiveness of God: Essays in Christian Doctrine (Richmond, Va.: John Knox Press, 1973), 190-
91. El destaca que la frase «Segunda Venida no se usa en el Nuevo Testamento porque la primera venida era tan escatoló-gica que
la Segunda Venida no podía ser más que una consumación, antes que una introducción, de la escatología».
45. Conyers, The Eclipse of Heaven, 49.
46. Hubo un tiempo cuando evadía las oportunidades para enseñar y predicar sobre la profecía. Pensaba que sin que importe
lo que diga, lastimaría los sentimientos de alguien o lo haría pensar que estaba tratando de trastornar sus ideas y esperanzas.
47. Kirkpatrick, «Christian Hope», 33.
48. W. A. Whitehouse, «The Modern Discussion of Eschatology», 66.
49. Schwarz, On the Way to the Future, 25.
50. Thomas N. Finger, Christian Theology: An Eschatological Approach, vol. 1 (Nashville: Thomas Nelson Publishers, 1985),
145.
51. Vea Berkhof, Well-Founded Hope, 19.
52. Travis, The Jesus Hope, 2.
53. Finger, Christian Theology, 37, 102.
Capítulo 1
La muerte y el estado intermedio
Parte de la escatología trata de las últimas cosas en lo que respecta a nuestra vida
presente, y la cuestión de la muerte y lo que sucede en el estado intermedio, el estado entre
la muerte y el retorno de Cristo.1 Aunque la Biblia dice mucho en cuanto a la muerte, dice
comparativamente muy poco respecto al más allá. Se preocupa más en cuanto a cómo vivir
esta vida presente de una manera que agrade a Dios. Quiere que estemos listos para el
retorno de Cristo y las cosas gloriosas que siguen. Eso es más importante que los detalles de
las condiciones temporales que al presente caracterizan el más allá.2
VIDA Y MUERTE