Los Profetas Intérpretes de La Historia

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tancia que los tres sinópticos (Mc 4, 12 Y par.

), Juan (12, intenta conducir a su pueblo y hacerle caminar, no es el


40), así como los Hechos (28, 26-27), lo recogen y ven en término injurioso de «demoníaco» el que tiene que apli-
él una luminosa e indispensable explicación de las peri- carse, sino más bien aquella otra fórmula tan querida a la
pecias con que tropieza la predicación de la palabra. tradición bíblica de «caminos insondables», mucho me-
Para poder comprenderlo, este texto tiene que ser nos inadecuada que la anterior.
leído en ese conjunto de Isaías que va del v. 9 al 13. Se En todo caso, los cristianos que leen estas frases de
percibe entonces que la incredulidad y el castigo que ésta Isaías a la luz del evangelio, y más concretamente de la
lleva consigo no son más que un momento de la historia resurrección de Jesús, no pueden menos de descubrir en
de las relaciones entre Dios y su pueblo. El verdadero ellas, en una discreta filigrana, un esbozo del proyecto
término de esta historia es la constitución de un pueblo, último de Dios: conducir a la humanidad a la vida a
cuya santidad habrá de responder a la del Dios Santo. través de la muerte y más allá de ella. En este único y
El profeta desempeña una función en esa historia; verdadero misterio es donde realmente se resuelven todas
provocando la incredulidad con su palabra, abre al las oscuridades de la biblia.
mismo tiempo el camino que conduce al término bus- No es la forma con que los profetas hablan de Dios lo
cado por Dios. Así, pues, su tarea lejana consiste en que resulta incomprensible... , tan incomprensible que
acompañar al pueblo hacia la vida, algo que es imposible haya podido sugerir alguien la expresión de «demo-
realizar más que cumpliendo con su tarea más inmediata: níaco>1. Es Dios mismo el que resulta inaccesible a nues-
provocar la explosión de la incredulidad que llevará al tro espíritu; Dios y el camino por el que quiere salvar al
pueblo a la muerte, paso necesario para la vida. hombre. Si ese camino es impenetrable, es que en él se
Si hay que encontrar un calificativo que convenga a refleja, necesariamente, el misterio de Dios que lo ha
este itinerario por el que Yavé, a través del profeta, trazado.

(Monloubou, L., Los profetas del Antiguo Testamento (CB 43), Estella, Verbo Divino, 1987, 46-49)

3. Los profetas, intérpretes de la historia


Los profetas no se recluyen en la historia como en un montón de armas, unos frutos maduros, un terremoto ...
campo cerrado; saben mirar hacia otra parte y no dejan Más tarde, Oseas va a buscar en el pasado, en el
de hacerlo. Sin embargo, la historia sigue siendo el lugar comportamiento de Jacob y en su astucia (12, 3-5) o en
privilegiado de su contemplación. Es allí donde les gusta su sumisión a los deseos de la mujer (12, 13-15), la
ver actuando a Dios: «El es el que actuaba», repite de explicación de las costumbres mentirosas y voluptuosas
diversas formas el discípulo de Isaías (ls 41, 4; 42, 16-24; de sus contemporáneos (véase también Is 43, 27).
43, 1.2.10-13.15-17; 44, 23-24; 45, 7; etc.). Y también Pero hay sobre todo dos profetas que destacan como
en la historia es donde ven al hombre respondiendo a las los teóricos, más penetrantes que los demás, del signifi-
propuestas divinas o rechazándolas. cado de la historia.
Amós es el primero que se complace en hacer brotar Isaías, el profeta marcado primitivamente ,por la in-
de la neblina del presente los signos de una acción de vestigación sapienciat edifica a partir de la reflexión que
Dios ya comenzada; las cinco visiones (Am 7-9) muestran realizan los sabios una teología de la historia. Ezequiel,
cómo el profeta percibe el significado de unos aconteci- imbuido en las categorías cultuales, ve en la historia algo
mientos que los demás habrían considerado como insig- así como una inmensa liturgia, como la grandiosa teofa-
nificantes: una invasión de langostas, una sequía, un nía en que se da maravillosamente a «conocen, y «Teco-
nacer» ese Dios a quien nadie «conoce» (Os 4, 6), a miento de unos planes útiles. Así, pues, Isaías conoce,
quien nadie «ve» (ls 6, 1), a no ser en el culto. como los demás escritores bíblicos, la actividad consejera
de los hombres; conoce «consejeros»; en él, el participio
es una palabra técnica, conocida, apreciada y utilizada
(3, 3; 9, 5; 19, 11). Sin embargo, es la actividad consejera
ISAIAS de Dios la que le fascina. Le gusta mirar a Dios elabo-
rando un plan y dedicándose eficazmente a realizarlo.
Para él, la historia forma un todo homogéneo, en El drama de su predicación es que existen planes
donde se une estrechamente (8, 23b) el pasado, «el día humanos y un plan de Dios; que los primeros se mues-
de Madián» (9, 3), el presente, la invasión siro-efraimita tran radicalmente opuestos al segundo y por tanto son
(7, 1-6) Y la incredulidad de Acaz (7, 10-12), Y el futuro, completamente inconsistentes. Yeso es lo que hay que
el Enmanuel (7, 14-25). decir y predicar a todos; invitar a sus contemporáneos a
Este conjunto, esta globalidad, son regidos por Dios, que abandonen esos planes ridículos a los que prestan
que los orienta según su «plan», su «proyecto», su «con- tanta atención, para que dirijan sus miradas hacia el
sejo». designio, el único eficaz, de Dios.
La noción de «plan» divino estaba ya implícitamente ¡Esfuerzo baldío! Las gentes no prestan ninguna aten-
contenida en ciertas declaraciones de Amós. Por no citar ción al plan de Yavé (5, 12); bromean con él, convenci-
más que un ejemplo, la fórmula que marca varios párra- dos de que no puede tener resultado alguno (5, 19). Sin
fos de los c. 1-2: «No me arrepentiré», es un índice embargo, es ese plan, y sólo ése, el que los dirige y los
suficiente de ello. Pero con Isaías es con quien esta orienta irresistiblemente hacia el castigo que merece su
noción se hace preponderante. incredulidad (5, 24).
El vocabulario que lo expresa es abundante; pueden Pues bien, es tal la ceguera de los oyentes de Isaías
contarse hasta 7 verbos y 3 sustantivos para señalar el que, aunque ya ha comenzado ese castigo, cuando ya ha
dominio de Yavé sobre la historia. Baste citar tres o empezado a realizarse el plan de Yavé, claramente anun-
cuatro textos en que se menciona especialmente este ciado, los israelitas no perciben su verdadero sentido (9,
tema: 5, 12.19; 10, 7.12.14.24-27; c. 28-29. 12) Y se precipitan hacia soluciones ridículas en vez de
Entre todos estos términos, fijémonos en tres, aparen- «mirar» hacia aquel que dirige todas las cosas (22, 11).
temente más importantes que los demás (j. Fichtner, También es interesante el uso que hace Isaías de un
Jahwes Plan in der Botschaft des Jesaya, en CoUes Weis- segundo término que significa «la obra». Este término
heit. Stuttgart 1965, 27-43). designa habitualmente las actividades de los hombres;
El verbo «aconsejar» (yaac), dar un consejo, se utiliza también alude a veces a los actos de Dios, concretamente
sobre todo a propósito de los consejos que se dan los a sus intervenciones en la historia (jue 2, 10; Ex 34, 10;
hombres (25m 15, 17). El participio presente, «el acon- Dt 11, 7; etc.). Este sentido teologal no es frecuente y no
sejante», es decir, «el consejero», se usa frecuentemente se le encuentra en los profetas. Es precisamente en Isaías
a propósito del rey, del juez, del sabio. Yavé es a veces el en donde se trata sobre todo de «la obra divina» (5,
sujeto de ese verbo, pero este hecho es raro (Sal 16, 7) Y 12.19). Dios va a llevar a cabo una obra «en el monte
no se da nunca en los profetas. Sión y en Jerusalén», una obra en contradicción con los
En la lengua de Isaías, este verbo y el nombre deri- planes de Senaquerib el asirio (10, 12), «una obra extraña
vado designan la actividad consejera que tiende a la y misteriosa» (28, 21), cuya presencia «en medio de él»
elaboración de un plan: plan de acción política, guerrera, sabrá finalmente «ven> Jacob (29, 23 ; aunque este versí-
etc. (ls 28, 29; 29, 15). El espíritu de consejo (11, 2) es el culo debe ser tardío). Estas mismas consideraciones pue-
que hace al buen consejero, el que favorece el estableci- den hacerse a propósito de un sinónimo de «obra», es

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decir, tarea. Este término, que aparece utilizado antes de conocerels (reconocerels, comprenderels) que yo Yave»
Isaías en el sentido de «obra, acción divina», y que sólo (que Yavé soy yo, que yo soy realmente aquel que define
se usará dos veces después de él, se encuentra en vanas mi nombre, Yavé, es deCir «el Señor»)
ocasiones en sus discursos (28, 21 29, 29, 14) La utllizaclon de esta formula en el libro de EzeqUiel
Con esta palabra, el mensaje de Isaías se presenta es muy instructiva, al estudiarla de cerca, se descubre
como la proclamación de un plan de DIos sobre la cómo EzeqUiel, aquel sacerdote, hiJo del sacerdote Buzl
hlstona de su época DIos conduce esa hlstorra, que es su (Ez 1, 3), aquel hombre apegado a los valores del culto
obra El profeta tiene la miSión de anunciar al pueblo el del que era por herenCia serVidor, se da cuenta, y lo dice
plan que ha formado y que inspira la obra que realiza El muy alto, de que en la hlstona se lleva a cabo un
profeta tomÓ conOCimiento de ese plan cuando fue en- resultado IdéntiCO al de la acción cultual, cuyo lugar
viado en misión (6, 9-13) Y se dedica luego a anunciarlo, prrvileglado y exclUSIVO era el santuarro
a hacerlo comprender Es verdad que EzeqUiel pertenece a esa generación de
Realmente ese plan resulta «extraño, mIsteriOso» Sin sacerdotes que el destierro ha alejado del lugar que daba
embargo, por sorprendente que sea, puede compren- sentido a su Vida, el mismo sabe que ese lugar va a ser
derse, y entonces es cuando resulta «ddmlrable» (28, 29) destrUido El templo, cuya Imagen proyecta él en el
Pero, como hemos ViStO, el pueblo tiene sus propiOS futuro, segUirá Siendo el centro de la Vida del pueblo de
consejeros que también han elaborado planes, yesos DIOS, pero no por ello deja EzeqUiel de buscar un eqUi-
planes humanos están en oposICión radical con los de valente, o al menos cierto eqUivalente Y es precisamente
Yavé ¿Cómo podrá la representación del porvenir cer- en la historia donde descubre lo que ya habla encontrado
cano, que se hace Isalas y que no puede menos de hasta entonces en el santuarro
hacerse, resultar menos lúgubre que las palabras que En el lugar santo, durante la aCCión cultual se Invoca
resonaron en sus oídos en el momento de su vocaCIón (6, el nombre de DIos (Gn 12, 8; Ot 20, 28, 10, Jr 7, 10, 32,
11-13)7 De todas formas, el profeta está seguro de ello. la 34), la comunidad sobre la que se ha Invocado el nombre
obra de DIos se llevará a cabo Esa obra, dolorosa como de DIOS y cada uno de sus miembros sobre los que se ha
puede ser el trato que el labrador, ese alumno de Yavé, proclamado ese santo nombre (Jr 15, 16, 25, 29, Am 9,
Inflige a la tierra antes de tratarla con canño (28, 23-29), 12, Is 43, 7, 63, 19, On 9, 18-19) se encuentran Situados
esa obra de Yavé pasa por la devastaClon, por la aniqUi- en relaCión con DIOS Relaclon de conOCimiento, dice
lación, por la muerte, pero alcanza su último término Oseas (4, 6), de conOCimiento exclUSIVO, concreta Amós
más allá Más allá de la devastación, más allá de la (3, 2), lo cual supone una relaCión preferenCial, muy
anlquilaClon, más allá de la muerte misma es donde tiene estrecha, estableCida entre DIOS y su pueblo Esta relaCión
que brotar la Vida Tal era precisamente el sentido del es tan estrecha que permite el diálogo y supone una
último verslculo en la vIsión IniCial (6, 13) aSistenCia mutua « Tu nombre ha Sido Invocado sobre
Esa es la hlstona según Isalas, ese es según él el nosotros No nos abandones, Señor, DIOS nuestro» Ur 14,
mlsterro que contiene Su VISlon, eVidentemente trágica, 9)
es por fortuna, aunque de una forma muy discreta, una Pues bien, EzeqUiel ve prodUCirse ahora el mismo
vIsión alentadora por el gozoso anunCio meSiániCO que conOCimiento, ve establecerse una relaclon Idéntica, no
contiene ya solamente en el proceso cultual, SinO en el desarrollo
de la hlstona Es allí, afirma, donde se da el «conOCI-
EZEQUIEL mIento de Yave»
¿QUien realiza este conOCimiento y cuál es su objeto?
Su doctnna sobre la hlstona está más espeCialmente Un rápido reCOrrido de EzeqUiel (confirmado por una
contenida en la fórmula un tanto compleja «Entonces Ojeada sobre sus concordanCias) demuestra que judá y los

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hijos de Israel son los beneficiarios privilegiados, pero sin En los discursos que lanza contra los pastores de
exclusividad, de este conocimiento de Yavé que se capta Israel, el profeta llega a evocar los tiempos en que Dios
en su historia. librará a su pueblo de todas las opresiones que lo aplas-
Es sobre todo a su propia costa como los israelitas tan. Ese gesto liberador será igualmente significativo: el
conocen quién es Yavé. Perciben ese señorío de Dios, pueblo reconocerá en él la actividad de su Señor (34,
exigente y severo, en el castigo que han merecido con sus 27.30; 39, 28). La patria, después del destierro, quedará
faltas (5, 13; 6, 14; 7, 4.9.27; etc.). De esta manera, la cubierta por una población numerosa y sus ciudades
casa de Israel tendrá la revelación del Señor cuando vea serán repobladas; este será el resultado y por tanto el
los cadáveres de los idólatras, tendidos, golpeados, alre- signo de una intervención divina (36, 11.38). La vuelta a
dedor de los ídolos, de los altares, de los bosques de los la vida del pueblo, tan descarnada como un montón de
altozanos (6, 14). Jerusalén, los nobles, el rey, los podero- huesos calcinados, adquirirá este mismo significado (37,
sos se hundirán bajo el castigo que caerá sobre su con- 6.13.14), así como la aniquilación de Gag, el último
ducta y en el que verán la manifestación del Señor. Los enemigo (39, 22).
profetas mentirosos realizarán ese mismo descubrimiento Israel no será el único que disfrutará de lo que hay
a través de su propio castigo (13, 9.14). que llamar sin duda una teofanía. Deslumbradas por la
liberación inesperada y por el inexplicable retorno a la
Los ejemplos de este tipo de reflexión son numerosos;
vida de un pueblo al que todos creían, demasiado pronto,
se trata desde luego de una pieza maestra del pensa-
irremediablemente perdido, las naciones reconocerán la
miento de Ezequiel. Pero este pensamiento no se detiene
marca sorprendente de un Dios, verdadero Señor de
aquí: no solamente para Israel es esa historia tan severa
todas las cosas; también ellas «conocerán a Yavé» (17,
una revelación del Señor exigente. El pensamiento del
24; 36, 23.36; 37, 28; 39, 7).
profeta es muy amplio; abarca a todas las naciones;
Pero iqué es entonces lo que ese Dios revela sobre sí
llegará incluso a los límites del universo, un universo
mismo en la historia y por la historia?
humano y hasta cósmico. «Todos los árboles del campo
Lo que revela ya ha sido sugerido: hace saber que él, el
-nos dice (17,2)-, toda carne (21,4), todos los habitantes
Dios de Israel, es verdaderamente el Señor, es decir, que
de Egipto (29, 6), todos los hijos de Amón ..., de Moab ...,
es un Dios dotado de una fuerza suprema, de una autori-
de Edom ..., los filisteos (25, 5.11.14.17), los egipcios (26,
6.9; 30, 8.19.25.26), todas las naciones» (36, 23.36; 38, dad universal, el «Dios por encima de todos los dioses»
23; 39, 6.23) realizarán a través de la historia el descu- (Sal 96, 4; 97, 9); que ese Señor es ciertamente aquel que
brimiento de ese Dios que es el Señor. se ha hecho «su Dios ..., vuestro Dios» (Ez 28,26; 20, 20).
Lo que Dios revela es que él «es santo, en Israel»: o sea,
Pero Yavé no se revela únicamente en el castigo de que él, el trascendente, el inaccesible, el incomunicable,
los idólatras de su pueblo o de las naciones impías; se que reina sobre todo, se ha asociado a Israel, ha fijado
muestra también y se da a conocer en su gesto de en él su residencia (39, 7); por tanto, que se ve obligado,
salvación. por su amor celoso y exigente, su amor misericordioso, a
La infiel Jerusalén, consciente finalmente de sus ma- realizar todo lo que ha dicho (5, 13; 37, 14).
les, quedará sorprendida al ver que Yavé no sólo sigue «Conoceréis (ellos conocerán) que yo soy, yo Yavé ...
fiel a su alianza, sino que actúa con ella con mayor Que yo soy santo en Israel... Que yo, Yavé, cumplo lo
misericordia todavía de lo que exigen sus compromisos. que he dicho». Esta es la fórmula clave que expresa el
En el perdón insólito de Dios, Jerusalén reconoce que él sentido que encuentra Ezequiel en el seno de la historia.
es Yavé (16, 61). La historia: una teofanía.

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