El Nido Vacío
El Nido Vacío
El Nido Vacío
Cuando los hijos se van, ya sea porque los mayores se casan y forman su propio hogar
y, el hijo menor, se aleja del núcleo familiar para iniciar su carrera universitaria en una
ciudad lejana, la familia queda reducida a los padres, ó tal vez, a uno solo, la madre,
cuando esta ha quedado viuda o divorciada.
La soledad del nido vacío coincide a veces con la llegada de la menopausia, con
el luto por la muerte de los padres, con el divorcio, la enfermedad o muerte del marido,
otras veces con la jubilación obligatoria.
Cuando esta soledad física se une a la soledad moral por desapego a los valores,
símbolos, creencias o normas sociales; entonces el impacto emocional puede ocasionar
el aislamiento total. La madurez, la estabilidad emocional, la motivación de logro y la
fortaleza espiritual de la mujer es de vital importancia en esto momentos críticos de su
vida. Es el momento de analizar los hechos, revisar los logros y trazar nuevos rumbos.
Es necesario estimular la energía interior para iniciar la búsqueda de nuevas metas en la
vida.
Cuando los hijos se van y el hogar queda vacío, una profunda herida se abre en
el corazón de una madre, la ausencia crea dolor y tristeza. La soledad despierta angustia,
la sensación de pèrdida genera depresión, y es entonces cuando se inician las quejas y se
presentan los trastornos psicosomaticos¨: irritabilidad, sofocos, insomnio, sudoración,
fatiga, palpitaciones, tristeza, llanto, pérdida del interés, rabia, sentimiento de culpa,
abandono, son éstos algunos de los tantos síntomas que caracterizan al " síndrome del
nido vacío".
El año 1999, el jugador de beisbol venezolano Andrés Galarraga, quien jugaba para ese
entonces con los Bravos de Atlanta, a raíz de un vivencia traumática, presentó un un
tumor maligno en la espalda, lo cual le impidió continuar jugando por un largo período
de tiempo. El gato Galarrraga, como cariñosamente lo llamabamos, gozaba de un gran
aprecio y afecto por todos los venezolanos. Aquella noticia llamó mucho mi atención y
escribí un artículo “ La Medicina del Alma” la cual fue publicada en el diario “El
Universal”y enviado al Gato Galarraga.
No son los conflictos la causa de nuestros males, sino, como los vivimos y los sentimos
Una vida feliz, en paz con Dios, consigo mismo y con los demás, es el camino
de la salud, es la medicina que llega al alma y el mejor remedio para los males de
nuestro cuerpo.